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“La apariencia general de Pelegostos
y su entorno son un ejemplo de la exploración temprana del diseño y de
las consultas entre Gore, Penny Rose, Cheryl Carasik, los departamentos
de maquillaje y peinados de Ve Neill y Martin Samuel y yo”, resume
Heinrichs. “Exploramos diversos caminos respecto de los nativos y
terminamos realizando esta especie de alocado pastiche, completamente
imaginario”.
Y también imaginativo. A lo largo del film, Ve Neill y Martin
Samuel—ambos nominados a Premios de la Academia por sus trabajos en el
primer film de Pirates—encabezaron grandes equipos compuestos por
algunos de los más consumados maquilladores y peinadores de la
industria, a fin de transformar a seres humanos perfectamente razonables
en nudosos y sucios piratas, elegantes aristócratas de peluca y, en el
caso de Pelegosto, en nativos locamente pintados, tatuados y con muchos
accesorios. Cerca de 130 habitantes de la gran Nación Kalinago,
originarios de muchas de las islas del Caribe (incluyendo Dominica),
participaron como extras en estas escenas, disfrutando su acercamiento
al estrellato con buen humor y un sentido de la diversión ante la
inventiva del film (muchos otros Kalinagos trabajaron en varios puestos
de la producción).
Incluso había un lenguaje inventado para los Peligostos llamado “Umshoko”,
desarrollado por la instructora de dialecto Carla Meyer y por Peter
Ladefogend, lingüista de la UCLA. “Gore no quería que los nativos fuesen
identificados con nada en particular”, cuenta Meyer, “de modo que Peter
tomó elementos de varias lenguas, mezclados con Pig Latin (jerga
derivada de un juego fonético del inglés) y palabras en inglés
deletreadas al revés”. Unos pocos ejemplos de esta nueva lengua: “Rah
rah rah fi fi”significa “gran, gran, gran fuego”; “Bugo”es “por favor”;
“Kamino” es “vuelve”.
La
aldea Pelegosto es un imaginativo pastiche de diseños primitivos
reunidos con un mordaz sentido del humor. Además de las ramas enlazadas
que forman las chozas nativas, gran parte de la aldea está construida y
decorada con materiales dejados por los enemigos de los Pelegostos:
huesos y demás residuos. Por ejemplo, en lugar de cortinas de cuentas en
la entrada circular de las chozas, lo que hay son cortinas de pequeños
huesos. Las calaveras son un motivo predominante, utilizadas de todas
las formas que Martha Stewart nunca imaginó (pero que bien podría haber
admirado). El largo y desvencijado puente colgante de sogas que cruza la
aldea parece peligroso – en verdad, esa es la sensación cuando se lo
cruza sobre 60 pies – pero es una maravillosa ilusión. En realidad está
soportado por fuertes pilares de acero que lo hacen tan seguro como el
Golden Gate. El coordinador de construcción Greg Callas importó un
equipo de construcción de Las Vegas, que ha construido puentes colgantes
en parques temáticos y zoológicos en todo el mundo.
“Para las chozas de Pelegosto debimos construir un caparazón, una
superestructura de material liviano a fin de obtener la forma inicial”,
explica Callas. “Luego, manufacturamos capas de fibra de vidrio para
recubrirlas como si fueran raíces y ramas de árboles. Luego las cubrimos
por completo con verdaderas raíces y ramas. Cuando tuvimos que moverlas,
realmente resultaban muy pesadas”. Para lograr que los camiones llegaran
a la locación de la aldea de Pelegosto, Callas debió construir un camino
de 15 grados cuesta arriba. “En Dominica no hay ningún camino a 15
grados”, señala. “¡Eso es casi directo! Es bastante radical, pero
logramos trasladarnos, incluso llevamos baños portátiles. Uno de los
contratistas de Dominica estuvo increíble al ayudarnos a lograrlo”.
“Lo que me cruza la mente cuando recuerdo la aldea de Pelegosto son las
385 calaveras”, ríe Cheryl Carasik. “En una locación como esa, se
convierte simplemente en cosa de todos los días. Era tan bella y los
recursos tan magníficos, que sencillamente uno se volvía parte de ese
foro. Los habitantes locales que fueron contratados estuvieron
fantásticos. Había dos muchachos que no paraban nunca, que eran súper
entusiastas. Cuando pedimos algunas lianas para atar las coyunturas de
los muebles de Pelegosto, en seguida partieron hacia los arbustos y
regresaron a las dos horas con una enormidad de ellas”.
Una sección de la secuencia de acción y comedia en la aldea, en la cual
Will Turner y otros piratas del Black Pearl son encarcelados en grandes
jaulas circulares realizadas con huesos humanos (fabricados de látex y
espuma de goma), fue filmada en la notable TiTou Gorge de Dominica,
parte del magnífico Parque Nacional Morne Trois Pitons en el centro-sur
de Dominica. Las aguas heladas requirieron que el equipo vistiera trajes
de agua, y las cosas empeoraron cuando las tormentas amenazaban con
echar a perder el día de filmación... Pero como muchos señalaron: ¡era
una tormenta tropical! “Justo cuando pensaba que me había olvidado cómo
era tener frío en la calurosa Dominica, PIRATAS DEL CARIBE tiene una
manera de cumplirte todos tus deseos”, dice Kevin R. McNally. “Para la
escena en la que la jaula de huesos se cae, el agua era la más fría. ¡Y
estuvimos allí durante dos días! Pero TiTou Gorge es un lugar fantástico
de sólo 10 pies de ancho y una caída desde la roca hacia las aguas
límpidas y frías en las que nos encontrábamos”.
La jaula de huesos fue otro evento singular que requirió la experiencia
de una serie de departamentos incluyendo, por supuesto, al coordinador
de dobles George Marshall Ruge. “La realidad de colocar a la gente en
estas cosas, echarlos a rodar ladera abajo, hamacarlos entre paredes de
acantilados, demostró ser extremadamente problemática. ¿Cómo construir
una jaula estructuralmente sólida pero lo suficientemente liviana como
para levantarla y salir corriendo con ella? Hubo mucho desarrollo de
investigaciones y se nos ocurrieron varias versiones de la jaula: una,
fabricada de espuma para correr con ella; otra, construida con
materiales más sólidos para que rodara. El chiste era que quien estaba
en la jaula mientras ésta rodaba, inevitablemente terminaría golpeado y
con moretones. Fue bastante difícil lograr que allí hubiera seis
personas ¡y doce piernas saliendo de esa cosa! Pero lo hicimos”.
Y también estaba la alocada huida del Capitán Jack Sparrow por la playa
para escapar de un agitado grupo de isleños, filmado en la Playa
Hampstead. “Totalmente agotador”, admite Johnny Depp. “Doscientas
personas vestidas de nativos que me perseguían por la playa, y yo
ataviado como Jack Sparrow. Me parecieron muchos días, pero el resultado
final valió la pena”.
El Río Indian, un curso de aguas poco profundas que desemboca en el
océano en Portsmouth, al noreste de Dominica, simuló ser el Río Pantano,
el cual nuestros (anti) héroes deben navegar para llegar a la casa del
árbol de Tia Dalma. El Río Indian—explorado por Cristóbal Colón en el
siglo XV—está bordeado por bellos árboles terra carpus officinalis,
cuyas raíces se extienden hasta 20 pies. Esta es la locación de la vida
real re-creada en el foro del Río Pantano construido meses atrás en el
Escenario 2 en los Estudios Walt Disney en Burbank. Con la contribución
del departamento de arte, al colocar chozas de madera en las orillas del
río, la locación logró dar la misma sensación que el foro en escenario y
que el área pantanosa de la atracción “Pirates of the Caribbean”.
“Prefabricamos esas chozas en nuestro depósito, las desarmamos, las
cargamos en los botes, las llevamos hasta las locaciones y volvimos a
armarlas en un par de días”, explica Greg Callas.
Debido a que el Río Indian es sensible a la ecología, todo el elenco, el
equipo de realizadores y los equipamientos debieron ser enviados río
arriba en botes a remo o con motores eléctricos (no fuera de borda), de
modo que llegar hasta el área de filmación llevaba cerca de 45 minutos.
Una vez más, el clima tormentoso interrumpió la filmación, pero
finalmente el cielo se despejó lo suficiente como para que Gore
Verbinski y las estrellas finalizaran su trabajo. Y si alguien volvía a
remontar el río al anochecer, luego del rodaje, el gran número de
luciérnagas que describían círculos le volverían a recordar la atracción
del parque donde todo comenzó.
En la cima de un risco con una magnífica vista del Caribe, Verbinski y
Bruckheimer descubrieron otra maravillosa locación como fondo para la
espectacular lucha de espadas entre tres contrincantes en Vielle Casse,
situada en la porción norte de la isla. Allí es donde Rick Heinrichs
diseñó la ruinosa iglesia abandonada y el cementerio adyacente de Isla
Cruces, así como la rueda de molino que se convierte en vehículo.
“Cuando buscábamos en octubre de 2004”, recuerda en gerente de
producción Doug Merrifield, “íbamos a todos lados con la Guardia Costera
de Dominica. En un momento nos habíamos pasado a una pequeña embarcación
inflable y de pronto vimos ese sitio fabuloso. Algunos saltamos y
nadamos hasta la costa y luego caminamos hacia la locación”.
“La locación es como una península, rodeada por el océano”, describe
Greg Callas. “Y cuando pregunté dónde iría el equipamiento, me
respondieron que no me preocupara, que simplemente construyera el
escenario”. A Callas y a su compañía les llevó cuatro meses construir la
destruida iglesia, la cual se emplaza al tope de una construcción de
seis pisos. Trabajaron cuarenta operarios de los Estados Unidos más
otros cuarenta de Dominica. “Qué trabajadores son”, elogia Callas. “Nos
dieron todo lo que tenían y resultaron ser un acierto”.
Vielle Casse, la locación más brava de Dominica—un lugar donde la
temperatura durante la filmación usualmente trepaba hasta los 93-95
grados Fahrenheit—esté en el lado seco de la isla, con muy pocas nubes,
un sol despiadado y una brisa acuática que brinda un poco de alivio. En
muchos días de filmación en Vielle Casse, la temperatura llegó hasta más
de 100 grados. Depp, Bloom y Davenport—al igual que Bruckheimer,
Verbinski y toda la compañía—debieron soportarla, sudando a lo largo de
la acción con las espadas.
Para acceder a la locación de Vielle Casse, hay que caminar a lo largo
de un camino que baja a 30º del camino principal, lo cual no resultaba
accesible a la mayoría de los vehículos. Caminar camino abajo con un
calor tan intenso no era tan malo... pero ir hacia arriba, especialmente
luego de 12 horas de abrasador sol tropical... “Es parte del programa de
Pirates para mantenerse en forma”, dice Merrifield. “No necesitas ir a
un gimnasio; simplemente tienes que trabajar en PIRATAS DEL CARIBE ¡Gore
y Jerry te pondrán en forma!”
Los rigores físicos obviamente presentaron desafíos imposibles al
director de fotografía Dariusz (Darek) Wolski y a su equipo, como
también a sus antiguos asociados, el jefe de tramoyas Mike (Pop)
Popovich y el jefe de iluminación Rafael (Raffi) Sanchez. “Darek es u
artista brillante”, afirma Jerry Bruckheimer. “Trabajé con él muchas
veces, no solo en la primera película de Pirates, sino también en
Crimson Tide y en otras. Es muy rápido, logra que las cosas se hagan y
realiza una iluminación compleja en un mínimo lapso”.
Wolski conocía los desafíos de EL COFRE DE LA MUERTE y enfrentó cada uno
de ellos con insuperable energía y verdadero espíritu, al igual que su
equipo, el cual incluyó unidades submarinas (encabezadas por Pete
Zuccarini), y aéreas (a cargo de David B. Nowell) . “Simplemente hay que
entender que uno no tiene el control absoluto de los elementos. Una vez
que lo aceptas, te vuelves creativo”, dice el fotógrafo. “Cuando lidias
con fuerzas de la Naturaleza—el sol que va en direcciones diferentes,
las nubes que se aproximan, el viento—las variables son muchas. Hay que
ser flexible y quizás aportar una idea de último momento. En la
coincidencia hay mucha bellaza. Yo no creo en reglas sino en la
intuición. No importa cuántas discusiones, bocetos de historia o pre-visualizaciones
se hayan creado, siempre estamos lidiando con cosas que no pudimos
concebir y a las que constantemente nos tenemos que adaptar”.
Wolski utilizó un despliegue completo de equipos disponibles para los
realizadores contemporáneos, algunos específicamente inventados para EL
COFRE DE LA MUERTE. Richard Jones, un integrante con muchos recursos del
departamento de tramoyas de Rafael Sanchez, diseñó y construyó una
compleja plataforma para las cámaras montada en una grúa y capaz de
sostener una Super Technocrane entera. En conjunto, la unidad llegaba a
tener 80 pies, hasta el mástil más alto del Edinburgh Trader y por lo
tanto brindando a Verbinski y Wolski la libertad de filmar el ataque del
Kraken desde cualquier ángulo concebible. Pero Wolski tampoco tuvo
problemas en descender hasta lo básico cuando la escena lo requería.
“Utilizamos cualquier herramienta para lograr lo que queríamos, pero
cuando se trataba de interpretaciones simples, hacíamos mucha cámara en
mano, o simplemente con dolly. Pero también teníamos tomas muy grandes,
como aquella en la que el Capitán Jack cae 300 pies entre tres puentes
colgantes mientras se sostiene de un poste”.
El 28 de mayo, luego de completar las casi ocho duras pero gratificantes
semanas de filmación en la isla, el elenco, el equipo y los huéspedes de
la isla disfrutaron de la que fue llamada con humor “La Fiesta del
Sobreviviente de Dominica”.
“Una de las mejores cosas de nuestra industria es que podemos viajar por
el mundo, pero no lo hacemos como turistas sino que es como si nos
convirtiéramos en semi-locales”, dice Lee Arenberg. “Dominica es un
lugar increíblemente bello, pero definitivamente se aparta de lo
trillado. Vivir allí durante unos meses te cambia la vida y te inspira.
Puede que haya sido duro porque a todos nos gusta tener una cama
confortable, un televisor por cable, acceso a Internet y demás. Pero a
veces hay que hacer lo mejor que puedes y creo que una vez que cumplimos
con esa parte del viaje, todos nos dimos cuenta de cuán especial había
sido”.
“Por favor, no alimenten a las Iguanas”: las Exumas y la breve estadia
en L.A.
En este punto de la producción, el equipo no se veía muy diferente de
los piratas, excepto en su gentil disposición. La bandera Jolly Roger
flameaba orgullosamente en un vehículo de la producción y en
embarcaciones soporte; varios miembros del equipo de producción lucían
tatuajes o perforaciones con aretes en las orejas o la nariz, vinchas y
bandanas, y varios incluso tenían anillos de plata o de oro con
calaveras y huesos cruzados especialmente diseñados por el maquillador
Joel Harlow.
En tiempos pasados, las Bahamas vieron a legendarios piratas como Henry
Jennings, Henry Morgan, Edward “Blackbeard” Teach, Charles Vane, Stede
Bonet, el Capitán Benjamin Hornigold, Woodes Rogers, “Calico Jack”
Rackman, el Capitán John Wyatt, Thomas Austis, Henry Every, Richard
Worley, Samuel Belamy y Bartholomew “Black Bart” Roberts. Pero eso no
era nada… ¡porque estaban a punto de recibir una prolongada visita del
Capitán Jack Sparrow y compañía!
Desde Dominica, la compañía de EL COFRE DE LA MUERTE voló hasta las
Exumas, una de las cadenas más al sur de un archipiélago de cerca de 700
islas que comprenden las Bahamas. “Creo que las Exumas son las más
bellas”, dice Jerry Bruckheimer. “Tienen esas playas blancas y bancos de
arena, gloriosas aguas de color aguamarina.... sorprendentes. Cuando lo
vean en la pantalla no creerán que son reales sino que fueron creadas en
forma digital. Pero así es como son”. Aquí fue descubierta una península
de arena fina y casi rosada llamado White Cay, el cual sirvió como
locación para la lucha de espadas entre tres contrincantes. El acceso a
White Cay era sólo por agua, de modo que la compañía debía dirigirse
hacia el sudeste desde la zona del hotel y desde allí abordar una de las
muchas embarcaciones que, tras un viaje de media hora, los llevaba a una
base de operaciones flotante compuesta por dos plataformas flotantes
unidas de 200 pies , donde se ubicaban los trailers de los actores, los
camiones de equipamiento, la tienda de gastronomía, mesas y sillas.
Desde allí había que viajar en un pequeño esquife Carolina o en una
embarcación inflable para llegar al cayo. Como Gore Verbinski requirió
ángulos de 360 grados en el cayo, había que despejarlo de camiones,
vehículos y equipamiento. La compañía sólo podía filmar en condiciones
específicas de marea, lo cual limitaba las horas de filmación. “Fue toda
una organización”, recuerda el asistente de dirección Peter Kohn, “para
que todos tuvieran su burrito en el desayuno, su equipo, que todo fuese
embarcado y transportado a la isla. Uno no suele vivir experiencias como
esta... Simplemente fenomenal”.
“Por favor, no alimenten a las iguanas”, era el requerimiento mientras
se filmaba en White Cay, para proteger a los amigables habitantes y a la
población indígena de las afectuosas atenciones de la compañía (la
compañía convocó al biólogo especialista en vida silvestre Joseph A.
Wasilewski desde Homestead, Florida, para asegurarse de que las iguanas
no fuesen molestadas). Los humanos y los reptiles respetaron sus mutuos
espacios, pero las iguanas parecían igualmente fascinadas por la
filmación de EL COFRE DE LA MUERTE cuando la compañía trabajaba cerca de
ellas. El equipo recibió asimismo a un visitante inesperado, una
criatura algo más atemorizadora en Cayo White: “A cien yardas de la
costa apareció un tiburón”, recuerda el coordinador marino Dan Malone.
“La mayoría del equipo no estaba familiarizado con los tiburones, así
que se pusieron nerviosos, pero les dijimos que no se preocuparan, que
los tiburones son simplemente curiosos. ‘Solamente va a nadar alrededor
y a vigilar’. La producción cesó durante un minuto, mientras todos
ponían atención en el tiburón, y luego volvimos a trabajar”.
Una pausa programada de verano llevó a la compañía de vuelta al hogar a
principios de junio, luego de la filmación en las Exumas, y a comienzos
de agosto volvieron a Los Angeles. De vuelta en Palos Verdes, Verbinski
continuó con la dirección de la secuencia de la jaula de huesos en
Pelegosto y esta vez, algunos de los actores—entre ellos Orlando Bloom,
Kevin R. McNally, David Bailie y Martin Klebba—se encontraron en una
jaula de huesos que se suelta de una grúa a 100 pies de altura,
hamacándose y describiendo grandes arcos. Definitivamente, Bloom
disfrutó del paseo, mientras que otros sentían náuseas cuando terminó la
aventura de “boletos A”.
“La secuencia de la jaula de huesos fue alocada”, recuerda Bloom. “La
primera vez que nos soltamos de la grúa, nadie sabía lo que le esperaba
y fue como una sensación de bungee jump ... con el estómago que se te
salía ¡Créeme que momentos como ese nunca se olvidan!”
En Palos Verdes también se construyó una pared de acantilados de 100
pies de largo por 50 de altura, que se utilizó para la secuencia de la
jaula de huesos y que debía ser maniobrable desde un ángulo de 90º hasta
uno de 45º. “Tuvimos que construir una pared de acero con bisagras e
increíblemente pesada”, explica Greg Callas. “Para que funcionara,
tuvimos que utilizar grúas de 160 toneladas para moverla”.
En los Estudios Disney se filmaron las secuencias del interior del
extraordinario camarote de Davy Jones en en Flying Dutchman.
“Ciertamente da la sensación de ser muy operístico”, describe Rick
Heinrichs. “Él ejecuta un enorme órgano de viento que tuvimos que
diseñar desde cero. Se ejecuta como un órgano normal, pero los tubos han
crecido de manera fantástica hasta tomar la forma de seres subacuáticos
y de ellos sale vapor. El órgano tiene la textura de caracoles y
criaturas marinas. También diseñamos una pintura sobre las teclas que
resulta extrañamente dulce y romántica. Esto fue intencional porque
intentábamos darle al personaje de Davy Jones algo de sentimiento,
porque él está haciendo el duelo por la pérdida de un amor”.
De regreso en las Bahamas, huracanes y todo
Tras varias semanas de filmación de la espectacular secuencia inicial de
PIRATAS DEL CARIBE 3: EL COFRE DE LA MUERTE, el 19 de septiembre la
compañía abordó una vez más un jet charter y voló hacia su cuarta y
última locación en la Isla de Grand Bahama, en el Estudio
Cinematográfico de las Bahamas en Gold Rock Creek. El flamante estudio
brindó a la compañía el espacio suficiente como para filmar las extensas
secuencias marinas con los numerosos barcos reunidos para EL COFRE DE LA
MUERTE, como también un horizonte ilimitado desde una marina semi-cubierta
para filmar, plataformas flotantes temporarias donde podían guardarse
seguras las embarcaciones o donde podía filmarse, cuando no estaban en
el mar. Un amplio espacio de concreto que había estado vacío durante
años se convirtió en el campamento base de la producción durante meses y
albergó a una conglomeración de cerca de 57 trailers y camiones de
equipamiento llegados desde Los Angeles, 72 contenedores utilizados para
transportar y almacenar materiales de todo tipo, 11 grúas y Condors y
cuatro trailers oficina. Uno de los contenedores fue creativamente
convertido en “Utilería Pirata” y por allí pasaban los extras para ser
apropiadamente “provistos” como piratas con espadas, pistolas y demás
accesorios del oficio. “Entre como un hombre de tierra y salga como un
pirata”, anunciaba un cartel pintado con letras de época en la entrada
del contenedor. “¡Vengan a bordo, tomen su traje y diríjanse al mar a
través de la salida!”. Y en verdad, el Atlántico azul-verdoso no estaba
a más de diez pasos de esa salida.
Luego de una semana inicial de suave navegación con clima magnífico, la
Madre Naturaleza lanzó su primer ataque a la compañía de EL COFRE DE LA
MUERTE, ya que durante una semana cayó una lluvia torrencial que hizo
que el Atlántico pareciera un jacuzzi en velocidad alta. “Cuando se
trabaja en el agua”, explica Bruckheimer, “el tiempo cambia
constantemente, el viento cambia, las olas van en direcciones
diferentes, lo cual dificulta el trabajo. Somos muy conscientes de la
seguridad y nuestra unidad marina movía las naves, nos resguardaba, nos
llevaba a tierra, nos proveía comida al elenco y a la gente que
trabajaba a bordo. Y también contábamos con expertos buzos”.
“Los traspasos de un barco a otro eran lo más peligroso del día a día”,
señala Dan Malone. “Un día, llevando al Black Pearl en contra del
viento, tuvimos una marejada de cuatro pies y aunque habíamos diseñado
pequeñas y lindas rampas para que la gente abordara el barco desde los
inflables, siempre existía la preocupación de dar un paso en falso. Si
alguien trata de dar un paso desde el inflable hasta el Black Pearl sin
tener en cuenta las olas o sin escuchar al capitán, puede caerse entre
el bote y la rampa. Por suerte, nunca tuvimos un accidente serio”.
En los días menos apacibles, muchos de los integrantes del equipo se
acordaban del entretenimiento del parque, en el cual un barco pirata se
sacude hacia atrás y hacia delante, más y más rápido... ¡Pero esta vez
era real!
Sin embargo, los actores que filmaban ene el nuevo y remozado Black
Pearl, sentían algo de nostalgia mezclada con entusiasmo. “Creo que el
nuevo Pearl es nuestro favorito”, dice Keira Knightley. “ Es mucho más
amigable que el primero porque es más grande. Recuerdo que en el primer
film no había ni forma de sentarse. El barco es muy bello, lo cual
siempre ayuda cuando se lucha con Krakens”.
“Tanto el primero como el segundo Black Pearl son bellas obras de arte”,
agrega Lee Arenberg, “pero la verdadera filmación física es mucho más
excitante en el nuevo. Realmente uno se mueve a velocidad y cuando se
navega junto con el Flying Dutchman es emocionante. Ahora somos una
embarcación lista para navegar, al contrario de la plataforma que era
más lenta. La marca se ha levantado”.
El clima y las condiciones del mar presentaron más desafíos a Gore
Verbinski y compañía cuando filmaron con gran detalle un conjunto de
escenas de riesgo y acción, el ataque del monstruoso Kraken en el
Edinburgh Trader. Para ello, el departamento de arte de Rick Heinrichs
construyó una réplica exacta del Bounty, por supuesto sin las “entrañas”
del barco. El coordinador de escenas de riesgo George Marshall Ruge y su
segundo Dan Barringe brindaron su temerario equipo, y también se sumaron
las contribuciones de los departamentos de efectos especiales y
visuales.
El Kraken está inspirado en cientos de años de mitología marina y,
quizás, sea un guiño al famoso calamar gigante que aparece en la clásica
película de Walt Disney Pictures 20,000 Leagues Under the Sea. La
palabra “Kraken” fue escuchada por primera vez en el siglo XII en
leyendas noruegas, en referencia a una criatura del tamaño de una isla,
usualmente descripta como un calamar gigante. En estas leyendas, los
numerosos brazos o tentáculos del Kraken podían alcanzar la punta del
mástil principal de un barco y sin esfuerzo dar vuelta a una
embarcación. Tanta era la fama de esta criatura que fue inmortalizada
por le poeta británico Alfred, Lord Tennyson en el poema “The Kraken”,
compuesto en 1830. En el siglo XX, los coleccionistas de estampillas
hallaron su imagen en sellos postales provenientes de diversos países
como Canadá o incluso el Commonwealth de Dominica, uno de los países
huéspedes de EL COFRE DE LA MUERTE.
Para los ataques del Kraken al Edinburgh Trader y al Black Pearl, el
coordinador de escenas de riesgo George Marshall Ruge y su equipo de
dobles y andamios debieron crear múltiples mecanismos que simulaban
personas lanzadas por el aire por los tentáculos del monstruo. “Lo real
de hacer las escenas de riesgo en los aparejos de estos barcos es que
aquí hay un mástil o sogas que cuelgan, o rejillas en medio de la
cubierta. De modo que construimos un sistema suspendido en ambos barcos
que corría en toda su longitud a lo largo, con travelers en los cables,
lo cual nos permitía movernos hacia cualquier punto en medio de los
mástiles. Estábamos sobre agua, de modo que todo se movía, pero el
sistema de varias capas nos permitían mover las cosas con libertad”.
Entre los héroes de riesgo estaba el mismo Orlando Bloom, quien toda vez
que fue posible (y cuando la producción lo permitía) interpretó sus
propias escenas de acción, a veces a más de 30 pies en los aparejos de
los altos mástiles del Edinburgh Trader. “Hay una escena en la que estoy
en el mástil, salto hacia una vela, la rasgo con una daga y me deslizo
hacia abajo. Es como lo que hacía Errol Flynn, el sueño de todo niño.
Realmente siento como si estuviese viviendo muchos de esos sueños de
niño en esta película, y me entrené duro para estar en forma y ágil para
hacer cosas como esta y no lesionarme. Esto forma una parte importante
de la esencia de Will Turner”.
El Kraken cobra vida con maestría en EL COFRE DE LA MUERTE gracias al
conjunto de artistas visuales de Industrial Light & Magic y a los
elementos de acción en vivo meticulosamente calibrados con los planos de
efectos visuales. “Las secuencias del Kraken fueron extensamente pre-visualizadas”,
explica el supervisor de efectos visuales John Knoll, “y literalmente
filmábamos piezas específicas acordes con el boceto animado. Las escenas
del Kraken son técnicamente muy complejas porque hay mucha interacción
con el agua y se ven tomas por debajo del barco, con una docena de
tentáculos que se mueven y enredan y echan a los personajes por la
borda. Juntar esas piezas es difícil: cada toma requiere meses de
esfuerzo”.
El mandato de Jerry Bruckheimer y Gore Verbinski para ILM en EL COFRE DE
LA MUERTE fue subir la marca una vez más, tal como lo habían hecho en el
primer film. EL COFRE DE LA MUERTE requirió el triple de tomas de
efectos visuales que The Curse of the Black Pearl, lo cual representa un
salto cualitativo en la tecnología de efectos visuales.
A pesar de que el film juega con la fantasía, Verbinski insistió en que
lo increíble pareciera creíble de alguna manera. Se sabe que Verbinski
dijo: “El CGI no es en sí una acción”. Más bien, lo ve como una
herramienta que se utiliza para embellecer y realzar las acciones.
El asesor de efectos visuales Charlie Gibson explica: “Dado que Gore ha
pasado por todo el proceso y entiende cada tuerca y cada tornillo de lo
que ILM realiza, puede dejar esto de lado y avanzar, sabiendo que
finalmente ILM podrá ponerse al día con su visión, casi al final de lo
previsto. Lo que tienen de único los efectos visuales de este film, para
mí, es la libertad con la que Gore utilizó lo que ILM puede ofrecer. El
resultado de esta confianza y comprensión es que las discusiones pasan
de ser técnicas para abocarse a lo creativo”.
“Gore es grandioso en lo visual”, señala el supervisor de efectos
visuales John Knoll, quien desempeñó el mismo puesto en el primer film y
trabaja junto a su compañero de ILM, el supervisor Bill George en EL
COFRE DE LA MUERTE. “Realmente posee una sólida formación técnica y sus
ideas son igualmente sólidas en cuanto a la manera en que desea que se
realicen las cosas. Este film no es sólo una repetición del anterior,
sino que Gore y los escritores han tenido ideas nuevas, grandiosas y
refrescantes”. Knoll y George buscaron liberar a Verbinski lo máximo
posible para filmar como quisiera, sin preocuparse por los efectos
visuales que luego llegarían. “Tengo la confianza suficiente en el
equipo en que podemos mover esas cámaras, y si necesitamos colocar a
personajes generados por computadora detrás de los actores en vivo,
podemos rotar esos bordes sin preocuparnos por tener una pantalla azul”.
Aunque Davy Jones y su tripulación están realzados en forma digital,
Knoll señala que era importante contar con buenos actores en esos
papeles. “Un actor verdaderamente bueno aporta alma a todo el proceso y
eso ayuda a todos en el foro. Gore trabaja con el actor en forma normal,
al igual que en cualquier otraparte de la película. Bill Nighy y todos
los actores que interpretan a la tripulación de Davy realmente se han
adueñado de sus papeles, pensando en sus personajes, y aportan lo mejor
a estos personajes CGI”.
Dado que Verbinski insiste en que la fantasía parezca tan auténtica y
real como sea posible, ILM desarrolló nuevas tecnologías para EL COFRE
DE LA MUERTE, entre ellas, la creación de Davy Jones y su tripulación.
Bill George explica: “En este proyecto intentamos algo nuevo y
desafiante. Antes, cuando se había realizado un personaje CG –
especialmente uno que se suponía que debía moverse como un humano – se
filmaba un plano limpio en el que el personaje debía entrar y luego, en
otra etapa, se filmaba lo que se llama motion capture. Este es un
proceso donde se cuenta con un número de cámaras, quizás 12 ó 15, todas
ellas enfocadas en el personaje, que viste un traje con marcas. Luego,
cuando el personaje se mueve, la computadora, utilizando las cámaras
realiza una triangulación del sitio donde están los puntos y después el
movimiento. Se puede tomar ese archivo de animación e insertarlo en el
personaje, de modo que se mueva al igual que lo hizo el personaje. Es un
proceso largo y laborioso.
“La tecnología ha evolucionado hasta un punto que cuando tratamos de
captar exactamente los mismos datos, sólo utilizamos dos cámaras como si
realizaramos una toma en la realidad. Ahora la diferencia es que en
lugar de separarlo en dos tomas, todo ocurre al mismo tiempo. Y eso
brinda un montón de ventajas. En el primer film de Pirates, cuando un
actor luchaba contra uno de los esqueletos, básicamente estaba peleando
con el aire, haciendo de cuanta que ahí había alguien. Ahora, los
actores en vivo interactuán con una persona real, lo cual es mucho más
realista y natural”.
“El impacto de esto es verdaderamente profundo”, dice Charlie Gibson,
“porque mucho de la animación de los personajes se trata de matices, en
particular en el caso de Bill Nighy. El film está editado sobre la base
de sutiles expresiones faciales, actutudes, e incluso en cosas menos
tangibles, como el estado de ánimo o el sentimiento en su mirada, en
fin, las cosas que transmite un actor real. Nunca se repite a sí mismo;
siempre hay algún aspecto interesante en su interpretación”.
El mismo Nighy estaba muy entretenido con el proceso por el cual ILM lo
convertía en el Davy Jones completamente adornado. “Lo primero que
hicieron fue cíber-escanearme, en una especie de camión misterioso
forrado de pantallas y computadoras. Luego, en el foro, vestí un traje
gris con puntos de referencia realizados con círculos blancos y rayas en
blanco y negro, asi cuando tuvieran que interpretar mi acción física,
estarían más ubicados. No entiendo nada de esto, pero en este momento
tengo el récord mundial de tocar el órgano con una imaginaria barba de
pulpos. Esto es sin duda, pionero, de última generación”.
Knoll y George constituían un equipo, ya que uno estaba presente en todo
momento en las locaciones y el otro regresó a los cuarteles generales de
ILM en San Francisco para trabajar con su equipo de artistas y técnicos
para darle vida a todo. “Una de nuestras tareas en el foro fue la de
lidiar con la improvisación y el cambio”, señala Knoll, “porque no
importa cuánto hayas hecho por adelantado: frente a la cámara la
situación siempre es diferente. O bien hay una oportunidad de hacer algo
que es mejor desde el punto de vista creativo (lo cual puede implicar la
colocación de la cámara en otra posición), o hay otro desafío técnico
que no fue previsto. Es importante que alguien de efectos visuales esté
allí para tomar rápidas decisiones”.
Otros que ayudaron a mantener la atmósfera durante todo el rodaje en
cada locación fueron los coordinadores de efectos especiales Michael
Lantieri y Allen Hall. Ya fuera creando vapor y volutas de humo
provenientes del órgano musical de Davy Jones, partiendo por la mitad
los barcos, disparando baterías de cañones o rodeando de espeso humo o
niebla el Black Pearl y el Flying Dutchman, estos efectos físicos
“en-cámara” fueron tan mágicos como aquellos logrados por los expertos
de ILM. Las secuancias filmadas en las Bahamas requirieron tanta niebla
que Hall tenía dos grandes embarcaciones equipadas con grandes motores,
además de un verdadero avión a motor montado en una embarcación más
grande. “Realmente compramos todos los insumos de fluido de niebla para
esta película”, admite Hall.
Lidiar con el clima inestable de Grand Bahama se convirtió casi en
rutina para Verbinski y compañía, pero lo que ocurrió en octubre nunca
podría haberse pronosticado. Aunque el supervisor e producción en el
Caribe Tom Hayslip había escrito un detallado plan de preparación para
huracanes de 27 páginas en septiembre, por supuesto se tenía la
esperanza de que nunca tendría que ser puesto en práctica. Sin embargo,
el martes 18 de octubre se hizo evidente que la tormenta tropical Wilma
– que ya había cobrado la dimensión de huracán Wilma – estaba a punto de
virar hacia la derecha, alejándose de la Península de Yucatán y
dirigiéndose hacia Florida y 50 millas más allá, hacia la Isla de Grand
Bahama. A medida que la humedad iba en aumento y se formaban las nubes,
la producción se preparaba apresuradamente para lo peor. La terrible
ironía era que sólo dos semanas antes, el equipo de pre-producción de
otra realización de Jerry Bruckheimer, Déjà vu, había tenido que ser
evacuado de Nueva Orleans cuando el monstruoso huracán Katrina se abría
paso hacia el Golfo. Ahora, Bruckheimer y su equipo de producción
comenzaron a organizar la enorme tarea de resguardar lo máximo posible
las instalaciones de la producción, así como la seguridad de la
compañía.
La Isla de Grand Bahama es achatada como un panqueque, no posee alturas
y había sido castigada enormemente en septiembre de 2004 poe los
huracanes Frances y Jeanne. Cuando la compañía se fue a dormir la noche
del 18 de octubre, Wilma era solamente un huracán de categoría 1. Pero a
la mañana siguiente, no solo había crecido hasta la categoría 5 , sino
que era calificado como el huracán más poderoso registrado por la
historia, con vientos sostenidos de 175 y ráfagas de hasta 215 millas
por hora. “Fuimos alertados una semana antes del huracán y tomamos la
decisión de retirar a todas las personas por si se abatía sobre la Isla
de Grand Bahama”, recuerda Bruckheimer. “Afortunadamente, todos salimos
y aseguramos los barcos en el puerto. Teniendo en cuenta lo que podría
haber pasado, el daño fue menor”.
Tras provocar un desastre en Florida, el 24 de octubre el huracán Wilma
golpeó a la Isla de Grand Bahama en categoría 2, con vientos sostenidos
de 100 millas por hora. Fue una piadosa visita de sólo pocas horas y,
aunque el emplazamiento del estudio no fue seriamente dañado, el West
End de Grand Bahama y la aldea de Eight Mile Rock fueron seriamente
dañados. En sólo tres días y medio, la arena que se había depositado fue
quitada de la base, se reconstruyeron los caminos y parecía que nada
había ocurrido. Los habitantes de la Isla, con sus fortaleza y coraje
característicos, habían ya sobrevivido a una larga sucesión de huracanes
que habían azotado a la isla durante la estación de tormentas. Y EL
COFRE DE LA MUERTE y Pirates III continuaron filmándose en el Black
Pearl, en el Flying Dutchman y en un escenario flotante que representaba
a un barco dañado tras su encuentro con el Kraken, hasta el descanso de
vacaciones de Navidad.
Luego del regreso a las Bahamas en la segunda semana de enero de 2006,
la filmación de EL COFRE DE LA MUERTE finalmente llegó al fin de las
secuencias del ataque del Kraken e, irónicamente, se filmó la
presentación del Capitán Jack a comienzos del film. El clima era
considerablemente más frío, así que se necesitaron parkas para filmar
las escenas nocturnas. “Pasamos por todos los climas”, decía Johnny Depp
a esa altura. “Cuando comenzamos en St. Vincent y luego en Doominica, se
sentía un intenso calor y estaba muy húmedo. Ahora, por las noches, hace
entre 30 y 50 grados. Bastante extraño. Y estamos todavía filmando
escenas que empezamos hace un año. Realmente hay que mantener la
conexión de todos los elemantos”. Verbinski y la compañía permanecieron
hasta fines de febrero trabajando en las secuencias de EL COFRE DE LA
MUERTE hasta finalizar, casi un año después del día que habían empezado
en Burbank.
El último día en la locación del Caribe, la compañía se reunió en la
tienda de gastronomía en el campamento base de Grand Bahama, y
Bruckheimer, Verbinski y el equipo de producción le comentaron algunos
detalles sobresalientes:
• El coordinador de viajes de la producción reservó más de 10.000
boletos de ida, sin incluir los vuelos charter.
• En Dominica se distribuyeron 475 teléfonos celulares.
• Los vestidores de foro construyeron 550 barriles.
• El departamente de efectos especiales utilizó 178 barriles de humo.
• El departamento de sonido utilizó más de 6.000 baterías.
• En un momento, los diferentes departamentos tenían más de 200 walkie-talkies
en uso.
• Entre aparejos, decoración de foros y utilería, la producción utilizó
más de 463.000 pies de soga: ¡87 millas!
• Entre las primera, segunda y unidad de elementos, se filmaron 335
millas de película: suficientes para cubrir la distancia entre Los
Angeles y Sacramento.
• El servicio de gastronomía sirvió más de 200.000 comidas.
Ahora era el momento de que el elenco y el equipo volvieran a casa junto
a sus seres queridos y de que procesaran un año lleno de recuerdos. “Fue
sorprendente en todo nivel. Uno se convierte en una especie de rara
familia gitana, en un circo itinerante”, dice Johnny Depp.
“Estar lejos de la familia y los amigos por largos períodos puede ser
difícil, pero creamos una suerte de entorno familiar propio y en el set
reina una grandiosa atmósfera”, señala Orlando Bloom. “Las horas pueden
hacerse largas y el trabajo es definitivamente desafiante, pero todos
sabemos que es una oportunidad que se da una vez en la vida. Es un
entretenimiento de calidad, una diversión para toda la familia, con una
historia y un argumento grandiosos que todos pueden disfrutar. No se
toma demasiado en serio, lo cual es liberador. Siento como si estuviera
viviendo muchos sueños al mismo tiempo: hamacarme en las sogas, rodar en
una jaula de huesos, deslizarme por las velas o besar a una bella
muchacha. El trabajo en sí es realmente difícil y debe parecer fácil en
cámara, pero es muy divertido hacerlo. Me siento muy afortunado porque
es un grupo de gente grandioso y hacer esta película es un proceso que
implica mucha reflexión y cuidado. No puedo imaginarme que se pueda
volver a hacer. La sensación es la del fin de una etapa en términos de
realización. Y creo que todos sentimos que tuvimos mucha suerte de
formar parte de ello”.
“Fue una aventura en sí misma, con el espírituo de las películas de
piratas”, dice el asistente de dirección Peter Kohn. “No es como hacer
una película... sino como estar en una película, ‘vivir la atracción’,
como dice una de nuestras remeras”.
“El público va a recibir todo lo que se espera cuando se invierte dinero
en un boleto de cine”, opina Bill Nighy. “Romance, aventura, emoción,
peligro, maravilla... Cosas en las que nunca antes repararon, mundos que
nunca han visitado. Es realmente difícil lograr una película de acción
auténtica y satisfactoria, y al mismo tiempo hacer reír en la oscuridad
del cine a intervalos regulares”.
“Nunca estuve en algo tan grande como esto”, señala Kevin R. McNally, “y
preocupa la posibilidad de sentirse perdido. Pero lo grandioso de una
producción de Jerry, de la dirección de Gore y de la escritura de Ted y
Terry es que lo que más les interesa son los personajes. Entonces, a
pesar de los foros gigantescos, los efectos visuales, el espectáculo, la
verdadera encarnadura del film es que todos hablamos y planificamos
todos juntos cómo ser piratas. Entonces no te sientes perdido en medio
de la organización y la logística”.
“Siento un profundo respeto por Gore, desde el momento en que comenzamos
a trabajar en el primer film”, dice Johnny Depp del director. “En esta
oportunidad, me parecía increíble verlo lidiar en el día a día. Con las
presiones que soportaba, nunca lo vi perder la compostura ni apartarse
de su visión. Simplemente va solucionando las cosas y es un milagro de
ver. Gore es uno de esoso directores con los que, como actor, uno puede
salir adelante casi sin leer el guión, confiando en su conocimiento
absoluto del material”.
“Gore es un director fenomenal”, agrega Orlando Bloom. “Cuando vi la
primera película, me dejó atónito cómo se las había arreglado para
mantener tal integridad en la historia y los personajes. Gore tienen una
enorme habilidad para motivar al equipo, así como un espíritu y una
energía juvenil para emprenderla con cualquier escena, sin importar su
complejidad”.
Keira Knightley concuerda con sus compañeros: “No sé cómo el cerebro de
Gore puede concentrarse en cosas tan diferentes al mismo tiempo, pero es
impresionante. En un film como este, que se desarrolla en el reino de la
fantasía y los sueños, creo que es importante que haya un centro
emocional que se sienta real. Y creo que Gore hace eso... siempre lo
convierte en real”.
Y en lo que todos estuvieron de acuerdo, ya fuera o no su primera vez,
fue en que no hay nada como estar en el foro de un film de Jerry
Bruckheimer. “El primer film daba una sensación de intimidad y a medida
que el tiempo pasaba, fue creciendo”, dice Depp. “Este es un Jerry
Bruckheimer por completo, lo cual significa que es grandioso, pero hecho
con un gusto increíble. Jerry cuenta con los mejores muchachos de la
industria y es impresionante”.
“Jerry está rodeado por un grupo de gente que posee la habilidad de
lograr prácticamente cualquier cosa que Gore y los guionistas pidan”,
agrega Orlando Bloom. “Siempre está la sensación de ‘¿Cómo podemos
mejorar?’ Esa es la actitud de Jerry en la vida y en la realización
cinematográfica y no hay nada que puedas hacer. Esa es una forma
valiente de hacer filmes, temeraria y a veces un poco abrumadora”.
“Yo he realizado tres filmes con Jerry”, dice Keira Knightley, “y es
simplemente sorprendente. ¡Son verdaderamente grandes! La escala de
estos filmes es gigantesca. Jerry ha creado un mundo pirata por completo
y nosotros somos parte de él. Es fantástico”.
“Jerry Bruckheimer es único”, agrega Lee Arenberg. “Es verdaderamente un
empresario porque te da las herramientas para hacer lo que necesitas. Su
enfoque es súper fuerte, tiene gran ojo y contrata a gente grandiosa.
Creo que ese es un verdadero signo de poder: brinda su confianza y su
respeto al equipo”.
“No se puede simplemente estar en una película de Jerry Bruckheimer”,
agrega Kevin R. McNally. “No puedes llagar al trabajo sin prepararte.
Todos a tu alrededor están en su máxima potencia y eso es algo
inspirador. Se requiere una activa participación y uno ve que todo
marcha al 110 por ciento”.
“La fortaleza de Jerry es que no tiene debilidades”, describe Bruce
Hendricks. “Jerry realmente entiende los gustos del público y se asegura
de que una película como esta sea accesible tanto para jóvenes como para
adultos”.
Pero el trabajo todavía no estaba terminado: era necesaria una pausa en
la filmación de Pirates of the Caribbean III para que Bruckheimer y
Verbinski empezaran a trabajar con la gran cantidad de elementos de la
post-producción en la sala de edición con los editores cinematográficos
Craig Wood y Stephen Rivkin, así como en los efectos visuales, de
sonido, la musicalización y demás detalles para completar EL COFRE DE LA
MUERTE a tiempo para su estreno el 7 de julio. Walt Disney Imagineering
se puso a trabajar en la revisación de la atracción “Pirates of the
Caribbean”, cuya re-inauguración está programada junto con el estreno
del film. Explica Jerry Bruckheimer: “Están agregándole algunos de
nuestros personajes icónicos, así que nos va a emocionar ver que los
personajes que creamos ahora forman parte del mundo de Disney”.
Y… luego del estreno cinematográfico de PIRATES OF THE CARIBBEAN: EL
COFRE DE LA MUERTE, Bruckheimer, Verbinski y su compañía de bucaneros
modernos volverán a izar alto la Jolly Roger y enfilarán hacia los
foros, los escenarios y la alta mar para completar el trabajo de la
tercera parte, por ahora titulada Pirates of the Caribbean III.
El Black Pearl volverá a navegar… ¡y la odisea de PIRATAS DEL CARIBE
continúa!
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