"ZODIACO"

de David Fincher

 


NOTAS DE PRODUCCIÓN

“Zodíaco” se basa en la historia real de un asesino en serie que aterrorizó a los habitantes del área de la bahía de San Francisco. El se burló de las autoridades de cuatro jurisdicciones, a través de sus códigos y cartas, y a lo largo de varias décadas. “Zodíaco” es una película policial del director David Fincher, quien ya anteriormente había realizado “Se7en” y “Fight Club”. La persecución del asesino se volverá una obsesión para cuatro hombres, una constante preocupación que los convertirá en un fantasma de lo que habían sido alguna vez. Sus vidas primero se centrarán en descifrar los mensajes en clave del criminal, y luego terminarán destruyéndose. De los cuatro hombres, Robert Graysmith (Jake Gyllenhaal) será la inesperada llave que aclare el misterio.
Graysmith era un tímido dibujante de historietas, que no tenía ni los conocimientos ni la experiencia de su cínico colega Paul Avery (Robert Downey Jr.). Avery era el periodista estrella del periódico San Francisco Chronicle (Crónica de San Francisco). Graysmith tampoco tenía todas las conexiones con la policía de San Francisco que tenía Avery, especialmente con el célebre y ambicioso inspector de homicidios David Toschi (Mark Ruffalo). El historietista ni siquiera tenía conexión con el meticuloso compañero de Toschi, el inspector William Armstrong (Anthony Edwards). Pero lo que sí tenía Graysmith, era una perspicacia sin igual, algo que fue una revelación para muchos. Graysmith lo demostró el 1° de Agosto de 1969.
Un día, una carta burdamente escrita llegó al San Francisco Chronicle, entre la pila de correo de lectores. Paralelamente, copias de la misma carta llegaron a las redacciones de los periódicos San Francisco Examiner y Vallejo Times-Herald. Su contenido dejó a la redacción completamente congelada: “Señor Editor: este es el asesino…” de David Faraday y Betty Lou Jensen, baleados a muerte del 20 de Diciembre de 1968, en la calle Lake Herman, en el condado de Solano. También soy el asesino que le disparó a Darlene Ferrin el 4 de Julio de 1969, y soy quien intentó asesinar a Mike Mageau en el estacionamiento de autos de la cancha de golf de Blue Rock Springs, en Vallejo. El asesino no llamaba a las víctimas por su nombre, pero daba claros y específicos detalles de ellos para que la policía pudiera reconocerlos. Cada periódico recibió una parte de un código, que si era descifrado, supuestamente revelaría la identidad del criminal. A los códigos siguió una amenaza: “publíquenlo o morirán muchos más”. Desde las épocas de Jack el Destripador de Londres, ningún asesino había escrito a la prensa y se había burlado de la policía como él. Nadie se atrevía a enviarles mensajes en clave que podrían revelar su identidad. “Zodíaco” superaba a cualquier psicópata homicida que hubiese existido en los Estados Unidos. Un matrimonio de Salinas descifró el mensaje. Sin embargo, fue Graysmith, un entusiasta de los códigos, quien logró descubrir el mensaje oculto de la clave, la intención del asesino. La misma hacía relación a una película del año 1932, “The Most Dangerous Game”.
Luego fueron llegando más cartas. El 27 de Septiembre de 1969, “Zodíaco” atacó nuevamente. Lo hizo encapuchado, con una pistola y un arma blanca. Acuchilló a muerte a Cecilia Ann Shepard, y dejó por muerto a Bryan Hartnell, cuando la joven pareja hacía un picnic junto al Lago Berryessa, en el condado Napa. Un mes más tarde, el 11 de Octubre, el asesino estaba en San Francisco. Baleó al taximetrero Paul Lee Stine por detrás, en su cabeza, en el lujoso barrio Presidio Heights. Tres días más tarde llegaba una quinta carta, la peor de todas. En ella “Zodíaco” decía a la policía que podían haberlo agarrado esa noche. Aún peor, ahora tenía a niños de escuela bajo la mira de su pistola. El iba a elegir a sus víctimas cuando bajaran del autobús escolar. “Zodíaco” tenía a la ciudad de San Francisco en vilo, muerta de pánico.
Sin habérselo propuesto, “Zodíaco” había convertido a los detectives Toschi y Armstrong, y al reportero Avery, en nuevos héroes. Por otro lado, tres actores de cine tendrían la suerte de llegar a la fama y a la pantalla grande gracias a personajes basados en Toschi. Graysmith se pegó a su escritorio, investigando paralelamente, y dando su opinión cuando Avery se lo permitía. “Zodíaco” siempre estaba un paso adelante, escondiendo sus huellas, y acentuando sus insultantes cartas con amenazas. Luego sus cartas se volvieron personales.
Toschi cayó en desgracia, y la infamia tomó el lugar de la fama. Armstrong, frustrado, pasó a dedicarse a otra cosa. Avery dejó el diario cuando sus adicciones llegaron a inhabilitarlo. Ahora “Zodíaco” ya no revelaba más quiénes iban a ser sus víctimas. Florecieron imitadores de costa a costa. El verdadero sospechoso aún estaba suelto.
Había llegado el momento de Graysmith. Ese momento cambiaría sus vidas para siempre.

 


SOBRE LA PELÍCULA

LA PERSECUCIÓN DE LOS PERIÓDICOS

El era el criminal que infundía miedo constante en la población. –“Si uno vivía allí en aquella época, tenía miedo todo el tiempo de haber hecho algo que llamara la atención del asesino. ¿Y si estuviera en nuestro autobús? ¿Y qué si estuviera en nuestro barrio? Cuando uno es un niño, si las cosas son malas parecen aún peores, porque eso es lo que pasa cuando uno es un niño. Yo crecí en Marin, y ahora conozco la geografía del lugar en que sucedieron los crímenes. Pero a la edad escolar, uno no piensa en eso. Los niños más bien piensan ‘él va a venir a mi escuela’”.
Bienvenido a la pesadilla de David Fincher cuando estaba en segundo grado.
Al igual que muchos niños del área de la bahía de San Francisco, durante la década del ’70, el director David Fincher, entonces de 7 años, estaba obsesionado con el monstruo invisible, conocido como “Zodíaco”.
-“Recuerdo que entre los chicos hablábamos de la vez que el asesino llamó a un show de televisión. En 1974 con mi familia nos mudamos, y entonces me dí cuenta que en otros lugares la gente también conocía al asesino llamado “Zodíaco”” -recuerda Fincher. El, jamás se hubiese imaginado que, tres décadas más tarde estaría a cargo de realizar una película para la cual él: volvió a seguir los pasos del asesino, junto con varios de los policías que rastrearon al notorio criminal cuando él había sido un niño; investigó más de 10 mil páginas de documentos y evidencias; entrevistó a víctimas que habían sobrevivido, a los familiares de aquellos que habían muerto, y también a los familiares del sospechoso número uno. En esa época el sospechoso era un ex- maestro que había sido descubierto como pedófilo. Por ende, lo habían despedido del trabajo y había ido a prisión por acariciar a los niños de la escuela primaria.
Fincher quería saber todo sobre el tema con obsesión, al igual que le había sucedido antes al joven dibujante de historietas políticas Robert Graysmith, del periódico San Francisco Chronicle. Ambos, en distintos tiempos, habían deseado develar el misterio del asesino. Robert Graysmith canalizó su obsesión a través de dos libros, que pasaron a las listas de Mejor Vendidos: “Zodiac” y “Zodiac Unmasked”. En ellos relataba hasta el mínimo detalle y tormentoso matiz de cosas que no habían podido ser probadas por los investigadores de cuatro jurisdicciones. También contaba sobre su burlón pero interesante colega Paul Avery, y sobre sí mismo.
-“Robert Graysmith sabía que él era un personaje secundario en esta historia. Pero él quería ser parte de ella, e hizo todo lo posible para serlo”- comenta Fincher -“El escribía en su tiempo libre, porque no era un reportero. Fue Robert quien siguió investigando las cosas cuando casi todos habían abandonado el caso. Todo lo que aparece en la película, es parte del material que Robert nos dio. Sin embargo, también corroboramos con informes policiales, y toda la información está respaldada por documentos, por entrevistas y por evidencias. Al hacer las entrevistas, elegíamos siempre dos personas, una que confirmaba algunos aspectos, y otra que los negaba. Muchos años pasaron desde entonces, y los recuerdos de los hechos sentían el efecto del tiempo, las versiones de las historias cambiaban de perspectiva. Por eso cuando sobrevenían dudas, nos referíamos a los reportes policiales. Muchas personas piensan que la versión de Robert sobre la historia de “Zodíaco” es incorrecta, y que su propia versión o interpretación es la verdadera. Demasiadas versiones y mitos se levantaron a partir de esta historia, y eso hay que tenerlo presente al tratarse del caso “Zodíaco”. Por eso precisamente es que elegimos contar la historia a través de los ojos de Robert. Mi meta era plasmar el contenido de sus libros”.
Llevar a cabo eso, era más fácil decirlo que hacerlo.
-“Al comenzar una adaptación, uno sabe que aproximadamente la quinta o sexta parte del material informativo que juntó va a terminar en la basura. Eso es un hecho. No es posible poner todas las cosas en un guión"- explica el guionista/ productor James (Jamie) Vanderbilt. -“A eso hay que agregar que esta película se basa en dos libros, y un montón de entrevistas. Lo que sabíamos seguro todo el tiempo, era que la película se trataría de estos tipos que se obesionaron por el caso “Zodíaco”, Graysmith en particular, y los detectives y un reportero. Por eso fue una suerte tener toda esa información, siempre había una conversación que se podía agregar, una teoría a discutir, un sospechoso a investigar. Creo que esta es una de las película más llena de información que jamás ví, pero en realidad no es ni una décima del volumen de material que existe sobre el caso”.
El guionista Vanderbilt comenta que, la gran diferencia entre los libros y la película, es Graysmith mismo.
-“Robert no se pone en el centro de los libros de “Zodíaco”, pero era la manera en que estaba envuelto en el caso es lo que me fascinó: ‘el historietista que logra detener los asesinatos’” – dice Vanderbilt - “¿Qué pasaría si Garry Trudeau se despertara una mañana y decidiera resolver el caso del asesino El hijo de Sam? Esa es la idea que utilicé para la adaptación de “Zodíaco”, mi libro favorito cuando estaba en la escuela superior. Conocer a Robert durante este proceso fue una ayuda invaluable, porque el guión cambiaba a medida que nos íbamos haciendo amigos, y raramente era para hacerlo ver mejor a él. Robert nos dejó ver sinceramente las partes buenas y malas de su vida, y creo que esa es la manera en que se lo muestra en la película. Lo bueno de Robert el artista, es que él reconoce el valor de que lo mostremos así, y entiende cómo es el proceso creativo que lleva a realizar una buena historia”.
Jake Gyllenhaal se sintió atraído por la urgencia del dramático relato, cuando recibió el guión que le envió David Fincher. No podía dejar de leerlo. Quedó totalmente atrapado en la historia. –“La primera vez que leí el guión, los asesinatos particularmente me parecieron espantosos”- comenta el actor –“recuerdo dar vuelta las páginas y pensar ‘esto sucedió en verdad’. Inmediatamente quise ser parte de la película”.
Al principio de la historia, Robert Graysmith sólo existe en la periferia del caso. El es un dibujante de historietas, un aprendiz en el periódico San Francisco Chronicle. Circunstancialmente, él está en la redacción cuando llega una carta del asesino “Zodíaco”, un mensaje en código, y les pide que lo publiquen. En el diario Graysmith es un dibujante, y sus compañeros no saben de su obsesión por resolver rompecabezas y descifrar desafíos. Graysmith comienza a interesarse en el caso el cual, años más tarde, todavía sigue sin resolver. Entonces él se dedica a escribir un libro sobre el mismo, y trata de resolver el caso por sí mismo.
-“Creo que lo más interesante de esta historia es que, cuando algo así sucede, se crea histeria en masa. Entonces se pasa el caso a expertos. Pero a veces sucede que los expertos no tienen la amabilidad que tiene un tipo como Robert Graysmith. Además, los expertos tienen muchas cosas prohibidas, ya que deben actuar según las reglas y las jurisdicciones. Robert, siendo una persona común, no necesitaba tener ni una autorización ni un permiso para hacer ciertas cosas. El podía moverse simplemente por corazonadas o pura obsesión Pienso que eso es fascinante, porque cada vez confiamos menos en nosotros mismos. Siempre confiamos en la opinión de los expertos, pero a veces esa opinión está teñida de intereses políticos, o con cosas relacionadas con su propio trabajo y a dónde desean llegar. Una persona común como Robert, hace el trabajo él mismo, y los hechos reales se ven más claramente. Para mí es importante que exista este tipo de gente común, gente que puede resolver un caso que otros encuentran imposible de resolver".
Para prepararse para su papel de dibujante de historietas, Gyllenhaal utilizó un método deliberadamente científico. -“Robert Graysmith es un ser interesante a mi parecer. Cuando lo conocí, le dije que lo iba a filmar, porque quería estudiar sus gestos, y en sí, quería conocer su manera de comportarse físicamente. Yo estaba muy nervioso, y pensé: -‘y bueno, ¿qué tipo de personalidad tiene que tener este tipo para meterse en un mundo así? Seguro que lo voy a conocer y todo va a ser raro y sombrío. ¿Qué voy a hacer para que un tipo como él me diga la verdad?'. Y en eso él entró en la sala. Era un tipo dulce, sin pretensiones, amable, que siempre tenía un elogio para todas las cosas. Tenía una especie de inocencia”.
-“El es exactamente lo que a uno le enseñan en la escuela de actuación, ‘siempre tienes que transmitir lo contrario de lo que sientes’. Graysmith es lo opuesto a todo lo que uno se imagina que una persona obsesionada con un caso como este debería ser. Pero, cuando uno pasa cierto tiempo con él, comienza a darse cuenta qué sucede. Uno comienza a tener la sensación que, si Graysmith quiere sacarle determinada información, y no lo consigue la primera vez que lo intenta – porque tal vez lo que él quiere saber es demasiado personal o incómodo como para que alguien quiera contestárselo – entonces él lo inserta en su manera rara de ser, y uno ni se da cuenta de que le está dando la información. Graysmith es muy inteligente y al mismo tiempo artero, al tratarse de información que él quiere conseguir. Pero como persona es un tipo muy amable, en verdad interesante”.
-“Yo observé a Jake interpretarme a mí a en varias ocasiones”- comenta Graysmith –“El no hace una personificación sino su propia interpretación de mi persona. Pienso que logró transmitir mi entusiasmo y excitación, mi indudable estilo sureño, mi educación, y mis excentricidades perfectamente. Además él tiene mi mismo color de pelo”.
En cuanto a la reproducción de la era, que era algo mucho más complejo que la recreación de una historia, él trabajó con Vanderbilt lado a lado. –“Teníamos la misma meta”- comenta Vanderbilt –“A mi parecer, en la película había algo especial con respecto al poder de las palabras: el escritor escribe sobre el escritor que escribía sobre el asesino, el cual se volvió famoso porque escribía cartas muy buenas. Esa es la verdadera razón por la cual “Zodíaco” permanece aún hoy entre nosotros. El escribió unas malditas cartas que metían miedo, no a los policías, sino a otros escritores. Los periodistas dijeron ‘¡Oye chico!¡Esto es en verdad bueno! ¡Debemos publicarlo!’ Entonces lo hicieron, y otra gente leyó esas cartas, y aún hablamos sobre él décadas más tarde. Ese es el poder de las palabras escritas”.
Graysmith escribió “sus diarios en primera persona” (“Zodiac” y Zodiac Unmasked ~ “Zodíaco” al descubierto) porque él quería que el público ayudara a encontrar al asesino. Cuando él comenzó, existían unos 2.500 sospechosos a investigar. –“También existía una gran pared de silencio a traspasar” – recuerda Graysmith -“En esos tiempos la policía no compartía información. “Zodíaco” era un caso muy, muy grande, y el hombre que lo resolviera iba a convertirse en un héroe. Entonces la policía estaba más decidida que nunca a no dar ninguna información. Para ellos era una cosa común no compartir evidencias e historiales, y no me dejaban verlos. Cuando yo me acercaba demasiado a la verdad, me confirmaban una o dos cosas, no más. Además estaba prohibido tomar notas escritas, entonces yo me tenía que acordar los números de serie y las fechas de memoria. Luego, me tomaba mucho tiempo y concentración escribir todo lo que me podía acordar”.
Diez años más tarde, tras 13 borradores y varias correcciones, el material de investigación quedó reducido a un tomo de 351 páginas. –“Creo que fue una gran contribución de mi parte el haber descubierto nuevas pista, haber realizado entrevistas y haber buscado a los testigos faltantes. También lo fue el visitar cada departamento de policía, corroborar hechos y compararlos, para que “Zodíaco” pudiera ser capturado”. Esa había sido siempre su esperanza, dice Graysmith todavía hoy. Al reflexionar sobre todo ese tiempo, comenta: -“Es un misterio cómo hicimos, cualquiera de todos nosotros, para sobrevivir al “Zodíaco”. La larga persecución, la irresistible atracción del caso, su misterio, la tragedia y la pérdida. Arruinó matrimonios, descarrió carreras profesionales, terminó con la salud de un reportero brillante. Fue una búsqueda llena de frustraciones, y la policía llevaba las de perder una y otra vez".
Gyllenhaal da crédito a Robert Downey Jr. por toda la energía que trajo al set, y por cómo inspiró a todos los que participaban en la filmación, para hacer del guión algo realmente vívido. -“Robert Downey Jr., es extraordinario. Lo que hizo, que es lo que siempre hace, tener presencia imponente. Su Paul Avery es una especie de bufón en el sentido en que baila alrededor de las cosas, tiene sentido del humor, una especie de desprendimiento de las situaciones, pero mucho humor al respecto. Es como el hada Campanilla de Peter Pan. Echa luz sobre todos cuando revolotea alrededor”- detalla Gyllenhaal.
Fincher se sintió que tenía mucha suerte de tener ese grupo de actores. -“Tuve la suerte de encontrar a la gente con la cual quería trabajar. Y tuve todavía mucha más suerte, al poder contar con mucha de la verdadera gente de esa época para esta película. Pienso que tratamos de darle a todos ellos el respeto que se merecían. Esta película nunca trató de duplicarlos exactamente, ni siquiera en detalles físicos como el color del cabello y otros rasgos”. Por ejemplo: -“Robert Downey Jr., que interpreta el papel de Paul Avery, es el único que actúa un papel de una persona que ya murió. Pero él tenía mucha pasión por su personaje, y pudo captar los demonios internos que perseguían a Paul. Fue la persona justa para el papel”.
De los cuatro personajes, Toschi era el que conocía a Avery desde hacía más tiempo. -“Conocí a Paul Avery en 1960. Yo tenía entonces 28 años, y trabajaba en el Departamento de Inspectores (para la Policía de San Francisco). Yo quería ser detective”- dice Toschi. -“Teníamos mucha historia en común. Al final, Paul hacía cocaína y tenía que vivir en una máquina. Estaba destrozado. Me llamó antes de morir. Quería escribir un libro. Un libro rápido de edición rústica antes de morir, para dejárselo a sus nietos. Me dijo: -‘Dave, podemos hacer $25 mil dólares cada uno, ¡así de simple!’. Me sentí mal por él, muy mal. Pero le dije, ya estaba trabajando con Robert Graysmith. Cuando Robert se me acercó por primera vez con su propuesta, me dijo: -‘Eres el tipo que más información tiene, el único con el que puedo hablar’. Yo conocí a Robert Graysmith en 1977, entonces me dijo que él quería escribir. En verdad estaba convencido de que este caso podía resolverse, o al menos quería tratar de hacerlo. Desde entonces que somos amigos".
Toschi dice que Fincher tenía mucha curiosidad por saber porqué él le hablaba a Graysmith en general. El caso ya estaba fuera de investigación, y Graysmith no era un reportero. -“Era por su sinceridad y honestidad” – dice Toschi –“En unos pocos minutos yo sabía que era por eso. Yo podía creerle".
Por su lado, Mark Ruffalo estaba completamente impresionado con Toschi, y de como Fincher lo reflejaba en el guión. -“Personalmente, a mí no me gusta este género; porque generalmente es muy violento” – dice el actor - -“Pero David había escrito este guión que, cuando lo leí, pude ver al personaje que me tocaba actuar muy vívido, de un modo que me gustó. Entonces viajé para conocer al tipo, y en ese punto realmente me sentí muy afortunado de estar dentro de esta película. Después de todo, Toschi es la persona a quien los actores tratan de imitar cuando hacen el papel de un detective, y yo, tuve la suerte de interpretar al hombre en el que muchos actores se basaron, para interpretar papeles por los que ahora son reconocidos en sus carreras.
-“Además Robert Downey Jr. es asombroso. Siempre me gustó, y creo que es bastante genial sin rayar en lo extremo. Para mí fue muy especial poder trabajar a su lado, fue divertido y también me dio un poco de miedo. Existe el factor del riesgo, no el físico ni el violento. Es la espontaneidad".
Vanderbilt y el productor Bradley (Brad) J. Fischer, de Phoenix Pictures, fueron los que compraron los derechos del libro de Graysmith cuando estuvieron disponibles, tras haber estado flotando en el limbo por cerca de una década en posesión de otro estudio. Ellos ya tenían a su director en mente.
-“Yo sentía que David Fincher iba a poder contar la historia de una manera fiel a lo que había sucedido. El iba a poder mostrar la psicología de la gente que vivía en el lugar y durante la época activa del asesino. Obviamente, Fincher ya había realizado otras películas con personajes que eran asesinos en serie. Sin embargo, esta película iba mucho más allá del género”- comenta el productor Fischer -“Estos personajes tienen algo que existe en todos nosotros: la capacidad de consumirse por una cosa, día tras día, noche tras noche, año tras año, completamente, sin poder dejarlo. Fincher puede mostrar cosas emocionales y del comportamiento humano en la pantalla, de manera que los personajes se vuelven auténticos en el mundo en que habitan. El sabe transmitir esa sensación al espectador, de forma que bien podrían estar dentro de la escena, mirando adentro de las pistas del misterio, sin que ellos se den cuenta. La identidad de esta historia tiene mucho que ver con eso, con los grados de conducta desviada y malévola, no importa si se trata del asesino en serie, o de los hombres que dedicaron años de sus vidas a buscar algo que no alcanzarían nunca. En eso, hay también algo admirable y triste, pues está en la naturaleza humana querer saber lo que no se puede saber. Es una compulsión que existe en todos nosotros, y tiene el potencial de poder convertirse en una increíble fuerza destructiva. Yo sabía que todo ello era algo que Fincher podía ayudarnos a explorar, en una forma que ningún otro cineasta hubiera podido hacerlo”- dice Fischer.
-“Fincher sabía que debía hacer una historia simple y clara”- continua explicando el productor -“También sabía que el material a tratar, casi cada detalle de la historia de la investigación de “Zodíaco”, había sida distorsionada por el masivo juego del teléfono, y había sido filtrada por las peores lentes que uno se pueda imaginar: los periódicos”.
-“El caso se había convertido en algo mítico a través de los años, y nuestro trabajo era terminar con ello, trazar una clara línea entre la realidad y la ficción, y sacarle el mito a algo que se había vuelto mucho más grande que la realidad. Uno tiene que recordar que fueron los medios los que transformaron a “Zodíaco” en un gran enigma. Me refiero a que, él escribe una carta diciendo ‘Este es “Zodíaco” es hablando’ ¡y los diarios publican titulares llamándolo El Asesino de los Códigos! Eso es como ver una sombra gigante y terrorífica en la pared, y luego darse cuenta que es producida por un hombre que torpemente baleó a cinco personas y acuchilló a otras dos, y se escapó de ser culpado. El no era genial, sino un desgraciado, una figura patética, una persona increíblemente enferma que estuvo a punto de ser atrapada. Todo lo demás estaba en la mente de la gente, o en su imaginación, lista para convertirlo en un monstruo muy poderoso”- comenta el productor.
Fischer continúa agregando: -“El proceso fue largo y difícil, pero era importante llevarlo a cabo si queríamos contar la verdadera historia. Era un arma de doble filo confiar en segundas o terceras fuentes. Decidimos confiar en los reportes policiales. Eso y claro, en la gente que había estado allí. En verdad era bastante simple. Teníamos que encontrar a todas las personas que hubieran estado físicamente involucradas en la investigación, sentarlas frente a nosotros, mirarlos a todos a los ojos, y hacerles preguntas muy difíciles. Luego sólo debíamos escuchar lo que dijeran. Entonces buscamos y hablamos con Bryan Hartnell; con Mike Mageau, que ahora es un indigente, y nunca pudo recobrarse del tiro recibido en 1969; con Dave Toschi; Bill Armstrong; Ken Narlow y George Bawart. Pusimos a Don Cheney y a Sandy Panzarella en una sala juntos, por primera vez desde que habían sido entrevistados por la policía en 1970. Les pedimos a ambos que nos contaran sus historias con detalle. Hicimos todo lo posible para obtener los datos correctos”.
El productor Mike Medavoy, co-fundador y director de Phoenix Pictures, dice que lo interesante del material: -“no es tanto el que se trata de un asesino en serie, lo cual es tema para una película en sí mismo, sino que se trata de la gente que persiguió a ese asesino serial. Lo atractivo es ver qué pasa cuando uno se obsesiona tanto con una cosa, cómo se pierde la visión del objetivo. Esa obsesión lo destina a uno a perderse y a destruir todo en su camino…y eso es lo que sucedió con cada uno de ellos. Graysmith pudo recuperarse, pero ya no está casado. Hay que ver las cosas que les sucedieron a los personajes principales. Para mí, eso es lo fascinante de está película”.
-“En verdad, ellos se perdieron siguiendo esta historia”- dice Medavoy -“David, Brad y Jamie – el trío que hacía sus propias investigaciones - se habían vuelto maníacos de la exactitud de los hechos. Hasta pensamos que Brad (el productor) se iba a volver policía e iba a abandonar el campo del entretenimiento (¡no ¡ ¡es sólo una broma!)”.
El productor Arnold W. Messer, socio de Medavoy y presidente de Phoenix, comenta: -“Que yo sepa, este guión tuvo una monstruosa búsqueda de información antes de escribirlo, como pocos la tienen. Tuvimos especial cuidado en que los hechos que se muestran en la película, fueran meticulosamente precisos al representar los hechos reales. Yo he producido películas durante los últimos 30 años, y nunca hice un film que estuviera tan cerca como este de la verdad. Ni tampoco que necesitara tanta investigación y energía para llevarlo a cabo. Todas las personas de la vida real, que aparecen representadas por personajes en la película, y que aún están vivas, fueron entrevistadas. Todos los que contribuyeron en el caso de una u otra forma… los muchachos se fijaron en los libros, los archivos, se revisaron más de 10 mil páginas de transcripciones. El trabajo que hicieron para asegurarse que todo lo que se puso en la película fuera consistente con la realidad, fue realmente impresionante”.
 


LAS CONVERSACIONES

Los cineastas trabajaron lado a lado con Bryan Hartnell y con los oficiales que llevaron el caso, para entender qué había sucedido en el lago Berryessa el 27 de Septiembre de 1969.
Ken Narlow, el Sheriff detective de Napa, no fue al lugar ese día, sino que fueron los patrulleros John Robertson y David Collins. Pero fue Narlow, sargento detective en ese tiempo, quien llevó a cabo la investigación del asesinato allí sucedido. Ahora él está retirado, pero continúa siendo un asesor del departamento del Sheriff de Napa, para el caso “Zodíaco”, para el cual recibe constantemente pistas aún hoy – “Creo que nunca voy a poder separarme de esto”- dice él.
-“Yo estaba en Berryessa cuando estaban filmando la escena en que el asesino acuchilla a las personas, y también cuando filmaron la escena en la cual “Zodíaco” escribe en el auto" –dice Narlow -“Recuerdo que eran las 6 de la tarde de un sábado” – la hora en que había sucedido el ataque. -“Me destruyó verlo. El asesino usó un cuchillo en esos muchachos, en vez de una pistola. Mi humilde opinión es que él acuchilló a Bryan Hartnell la mitad de las veces que lo hizo con Cecilia, porque Cecilia comenzó a gritar, y eso lo distrajo. Pienso que fue eso lo que le salvó la vida a Bryan. El asesino la acuchilló 10 veces, 5 en el frente y 5 en la espalda. Se me llenaron los ojos de lágrimas al mirar la repetición de los hechos para la película. Yo soy un tipo duro, y nunca me hubiera imaginado que me iba a afectar de esta manera. Me refiero a que, después de 37 años yo iba a estar pensando en lo que les tocó vivir a esos muchachos. Creo que me tocó muy de cerca. Deberíamos haber atrapado a ese tipo”.
Collins, ahora retirado, fue el último que habló con Cecilia antes de que muriera. -“Mi parte no aparece en la película, pero me entrevistaron para el DVD, por lo tanto ví la película. Era sorprendente y yo estaba fascinado con lo que mostraba la pantalla. Me ponía ansioso, porque lo que veía era demasiado parecido a lo que había sucedido en la vida real. Para mí se me hizo difícil mirarlo. Ese día en el pasado, mientras que conversaba con Cecilia ella me decía una y otra vez: ‘tengo mucho frío’. Ella estaba en shock, entonces yo le puse mi saco encima, y ella lo tuvo hasta que llegó la ambulancia. Cecilia lloraba y estaba muy mal herida, y seguía repitiendo ‘Me duele todo. Por favor, deme algo para el dolor’. Pero yo no tenía nada para darle”.
“Zodíaco” había acuchillado a Bryan hasta que su cuerpo quedó inmóvil, y luego comenzó a acuchillar a Cecilia hasta que ella se hizo la muerta. Entonces él paró y se fue caminando, así le dijo Cecilia a Collins. -“Ellos se quedaron acostados y atados sobre la manta para picnic. Cerca del lago del lugar había un pescador. Los muchachos comenzaron a gritar ayuda. Al principio el pescador no les prestó atención, pero luego comenzó a pensar que alguien estaba tratando de atraerlo para atacarlo. Así que esperó como unos 10 minutos hasta que se dio cuenta que alguien en verdad estaba en problemas. Los muchachos le gritaron diciéndole que habían sido acuchillados y que fuera ayudarlos. Al verlos les dijo que iría por ayuda. Pero ellos no querían que los dejara allí. El pescador fue a un hotel cercano llamado Rancho Monticello Resort, y habló con los dueños. Cuando el pescador se fue, los muchachos habían quedado atados y tirados sobre la manta. Ellos pensaron que él no volvería. Su única esperanza entonces era tratar de irse de allí”- sigue relatando Collins -“Cecilia me dijo que se desataron el uno al otro. Pero no fue hasta que yo ví la investigación previa de esta película, cuando finalmente pude hablar con Bryan, y me enteré de la respuesta a una pregunta que me estuve haciendo durante muchos años: -¿Cómo pudieron los muchachos desatarse los pies y las manos, que tenían fuertemente atados a sus espaldas, si ellos estaban débiles por la pérdida de sangre, además de por la extraña posición, y aterrorizados? Bryan me dijo que se pusieron espalda contra espalda sobre la manta, y que ella pudo desatar los nudos de él. El trató de arrastrarse para pedir ayuda, pero sólo logró apartarse a 30 pies de ella, y se desmayó”.
Cuando Collins y Robertson llegaron, el dueño del hotel, un guardia del parque, el pescador y su hijo estaban en el lugar, esperando que ellos llegaran, además de una ambulancia. Los patrulleros tardaron 30 minutos en llegar al lugar, debido al tráfico en la sinuosa carretera montañosa. La ambulancia tardó otros 20 minutos más. Desde el momento del ataque hasta el del rescate, las víctimas esperaron una hora y media. Cecilia murió camino al hospital.
-“Ese día no pude hablar con Bryan. Cecilia no quería que la deje ni por un segundo” –dice Collins -“Bastaba sólo mirarla para darse cuenta que ella jamás lastimaría a nadie. Era una muchacha bella y frágil… el asesino no buscaba nada. Lo único que quería era matar”.
Aunque Cecilia fue la única de la pareja que había podido ver la cara de “Zodíaco” antes de que se pusiera una capucha ese día, ella le dijo a Collins que nunca lo había visto antes. -“Personalmente no creo que el sospechoso haya sido identificado”- dice él -“si todavía está vivo, todavía está suelto”. Pese a todos los detalles y a las evidencias que se juntaron sobre él a través de los años, hay algo contundentemente claro, dice Fischer: -“La memoria es subjetiva por naturaleza. Si bien el paso del tiempo raramente sirve para aclarar sucesos traumatizantes, la perspectiva de los que estuvieron allí es invaluable”- comenta él -“En una oportunidad, un reporte policial confundió la memoria de un oficial de policía de Vallejo, que estaba completamente convencido que el reporte de Mike Mageau describía el arma de “Zodíaco” como ruidosa, no silenciada. Cuando yo leí al policía -ahora retirado- su propio informe, describiéndole lo que Mageau había dicho: `él escuchó sonidos sordos, como el de una pistola con silenciador’, el oficial dijo que él recordaba algo muy diferente, aunque admitía que esos hechos eran correctos. Mageau recordaba claramente el sonido sordo. De hecho, él no se dio cuenta que estaba siendo baleado sino hasta recibir la segunda o tercera bala. Entonces se dio cuenta que alguien disparaba. De repente sintió un dolor repentino en el cuello, el primer balazo, pero él me dijo que había creído que el hombre lo había golpeado con una linterna”. Fischer usó a un detective privado para rastrear a Mageau. Lo encontró en la cárcel por vagancia. Fischer lo entrevistó a través de un video teléfono de la cárcel. -“Fue fascinante poder conversar con una persona que en realidad había estado allí, que había visto el rostro de “Zodíaco” cara a cara”- dice Fischer - Mageau y Hartnell, los únicos sobrevivientes, iban a pasar sus vidas navegando el campo legal, sus experiencias y los extremos opuestos del espectro.
George Bawart, ahora retirado, fue llamado por la policía de Vallejo para pedirle que colaborase con los cineastas. -“La razón por la cual la policía de Vallejo los ayudó 100 por ciento a realizar la película, es porque espera que cuando la estrenen, alguien venga con algo muy específico que sirva para resolver el caso de una vez”.
El 4 de Julio de 1969, Bawart era sargento dentro de la fuerza policial. Su jefe, el ya fallecido Jack Mulanax, era el detective a cargo del caso. Años después, Bawart supervisaría lo que seguiría con la investigación de “Zodíaco”. Cuando Ferrin y Mageau fueron atacados, Bawart recuerda: -“No estábamos investigando a un asesino en serie. Habían matado a una joven pareja y el hecho era tratado como cualquier otro asesinato. Bien podría haber sido un crimen pasional, a manos de un novio celoso. Pero todo cambió al suceder la matanza en el Lago Berryessa. Había sucedido poco después de que las cartas comenzaron a llegar. Cuando comenzó a dársele tanta promoción, entonces todo el mundo comenzó a preocuparse, porque tal vez se trataba de un asesino serial". Bawart no había sido uno de los oficiales que acudió a la escena, y no tuvo nada que ver con el caso hasta 1971, que es cuando se comenzó a investigar a Arthur Leigh Allen como sospechoso principal. Fue Bawart quien entrevistó a Mageau 25 años más tarde en un aeropuerto, al salir el libro de Graysmith. -“Todos comenzaron a dar gran importancia al hecho de que Mageau había identificado a Leigh Allen como el “Zodíaco””- dice Bawart -“Al encontrarme con él en el aeropuerto, le presenté una cantidad de fotos como ronda de identificación, y eso fue todo. El eligió la foto de Leigh Allen, y yo le pregunté cómo estaba tan seguro. 'Lo estoy porque él me miró y me disparó. Estoy seguro’”. Aunque Mageau dio testimonio de haberlo visto, Bawart cree que el abogado defensivo debilitó el testimonio de Mageau, por la cantidad de años que habían pasado.
-“Para mí, la evidencia más importante es la que encontramos en la casa de Leigh Allen”- dice Bawart -“encontramos bombas, muchas de las cosas de las que “Zodíaco” hablaba en sus cartas. Antes de conseguir la orden de cateo para revisar la casa, fui a Napa para hablar con Ken Narlow. Se iba a cumplir un aniversario de las matanzas de “Zodíaco”. La prensa se enteró de lo que estábamos por hacer y publicaron una cantidad de artículos. Eso jugó a favor y en contra. A favor, porque una señora que leyó una de las publicaciones, notó el nombre de Robert Emmett el Hippy y dijo, `¡Dios!, yo conozco a ese tipo’. Hasta 1992, nadie sabía quién era Robert Emmett el Hippy. Era Robert Emmett Rodifer, un homosexual que dirigía el equipo de natación. Arthur Leigh Allen era un chofer de ese equipo. Allen era tímido y silencioso, pero Rodifer era extrovertido” –detalla Bawart, y continúa diciendo –“Entonces yo volé a Alemania para entrevistar a Rodifer. El recordaba a Leigh Allen. `Ese tipo me odiaba’ dijo. Lo que me contó me convenció de que Leigh Allen era “Zodíaco”, la manera en que lo describió y cómo reaccionaba con él”.

Símbolos griegos. Código Morse. Símbolos meteorológicos. Letras del alfabeto. Señales marinas. Símbolos astrológicos. Esa era la mezcla de códigos terroríficos, escritos a mano con marcador azul, que se publicó en la sección ‘Cartas al Editor’ en los periódicos San Francisco Chronicle, San Francisco Examiner y The Vallejo Times-Herald, el 1° de Agosto de 1960.
“Quiero que publiquen este (mensaje en) código en la primera página de su diario. Este código revela mi identidad. Si no publican este mensaje antes del mediodía del Viernes 1³ de Agosto del ’69, voy a comenzar una matanza loca. Voy a rondar por todos lados durante el fin de semana matando gente solitaria a la noche…”

Se recibieron cartas así durante décadas, llenas de sombríos detalles de los asesinatos, que solo la policía conocía. Enviaba evidencia concreta: un pedazo de la camisa ensangrentada de una víctima, y detalladas amenazas de bombas y de matanzas de francotirador, planeadas para asesinar en masa a niños de escuela.
Los especialistas en códigos de la CIA, del FBI, de la Guardia Nacional de Seguridad y de Inteligencia Naval quedaron perplejos. Los códigos del asesino no podían ser quebrados.
Así fue hasta que un maestro de la Escuela Superior de North Salinas, Donald Gene Harden, decidió dedicarse a lo que era su gran pasatiempo cuando niño, y resolvió lo que los expertos no podían resolver: reveló los motivos del asesino, su posible identidad, o la identidad de algo que lo identificaría.
-“Lo que sucedió es que, cuando la carta fue publicada, mi esposa estaba tratando de descifrar el código, sin saber muy bien lo que hacía” - recuerda Harden, quien ahora tiene 78 años, volvió a casarse y vive en Fountain Hills, Arizona -“Tuve que resolverlo para que ella pudiera parar de hacerlo, porque me volvía loco verla intentarlo una y otra vez. No se daba por vencida. El asesino había usado todos los símbolos. Me puse a trabajar con el mensaje en código por tres días, pero no logré descifrar demasiado entonces. Yo había hecho un poco de búsqueda de significado de mensajes en código cuando era un niño explorador (Boy Scout). Había leído sobre el tema cuando era niño. Entonces llamé al periódico y les dije que lo había descifrado, y ellos me contestaron: ‘¡Seguro! Pues envíelo por correo’. Entonces eso hice”.
Cuando el mensaje descifrado de los Harden se publicó, se volvieron famosos en un cerrar de ojos, algo que ellos nunca se imaginaron. Recibieron una llamada del FBI. Su desciframiento estaba correcto. -“No sé qué les dijo mi esposa, pues yo no estaba allí. Lo único que sé es que nunca más volvieron a hablarnos”- dice Harden -“Nunca imaginamos cómo los medios nos buscarían después. Me entrevistaron para el programa televisivo America’s Most Wanted como por medio segundo. Mi esposa se había vuelto paranoica, y cada vez que venía un reportero pensaba que el asesino nos iba a buscar para matarnos. Tuve que comprar una pistola y guardarla bajo la cama. Nunca había usado antes una pistola, y nunca la usé. La compré para calmarla. Años más tarde me deshice del arma”.
Los alumnos de Harden estaban maravillados por el valor de su maestro, y a la vez, estaban muertos de miedo por el asesino de los códigos, como todos los estudiantes del área de la bahía. -“Cuando el mensaje descifrado fue publicado, los chicos no podían dejar de hablar del tema. Por eso un día, los senté a todos y les conté todo, cómo lo había logrado, y así el tema se terminó. Lo hice para calmarlos y después de hacerlo, ya no se volvió a mencionar el tema nunca” - detalla Harden.
Primero les tuvo que enseñar a romper el código, a descifrar los símbolos. Los códigos se usan para esconder información de ciertas personas, haciendo la lectura del mensaje ilegible, a menos que se tengan determinados conocimientos. Los códigos pueden estar compuestos de letras, números o símbolos y se usan solos o en grupo para escribir un mensaje. Aunque el código a veces tiene símbolos, normalmente se traducen a palabras o frases que en general acortan un mensaje.
En el libro de Graysmith, Zodiac, Harden cuenta cómo hizo para descifrar el mensaje en código del asesino. Para empezar buscó la frecuencia de ciertos símbolos. -“Harden sabía que la letra E es la más común en idioma ingles, y que normalmente está seguida de las letras T, A, O, N, I, R y S. Comunmente las letras dobles son L, E y S” - escribió Graysmith. Además, letras que frecuentemente se presentan juntas en inglés son TH, HE y AN. Más de la mitad de todas las palabras comienzan con T, A, O, S y W, y las combinaciones más comunes de letras en inglés son THE, ING, CON y ENT.
Harden decidió que el asesino estaba usando símbolos de substitución, que son dibujos o figuras, pero no letras. Como el asesino había utilizado gran cantidad de símbolos, la sustitución uno-a- uno de las letras no era posible. Harden debió usar su creatividad, deducir el método del asesino al repetir los símbolos, y así reducir el número de variables. Entonces se dio cuenta: la letra doble más común del ingles es la L. Entonces comenzó a buscar patrones de cuatro letras en el criptograma del asesino que pudieran coincidir con la palabra “kill” ~ matar.
-“Los analistas de códigos de tiempos de guerra, por ejemplo, cuando encuentran algo escrito en código, buscan símbolos que puedan coincidir con la palabra “attack”-~atacar” - detalla Graysmith. Con eso en mente, la pareja Hardens buscó encontrar las palabras “killing” (matanza) – que encontraron dos veces-, y “killed” (matado/ muerto) y “thrilling” (emocionante) – encontradas una vez cada una. Otras palabras con doble L que trataron de encontrar fueron “will’’ (voy a) – que encontraron cuatro veces- y “collecting” (juntar) –encontrada una sola vez. Luego trataron de determinar qué trucos había usado el asesino, y encontraron el símbolo de una Q al revés 15 veces, para hacer creer a quien tratara de descifrar el código, que se trataba de una E, la letra más usada en inglés.
En realidad para la E el asesino utilizó 7 símbolos distintos, dos otros símbolos los usaba intercambiables como A ó como S. La ortografía del asesino no solamente era bastante mala, sino que a veces cometía errores con sus propios códigos. Entonces al descifrarlo, se pudo leer esto:

“ME GUSTA MATAR A LA GENTE PORQUE ES MUY DIVERTIDO ES MÁS DIVERTIDO QUE MATAR ANIMALES SALVAJES EN EL BOSQUE PORQUE EL HOMBRE ES EL MÁS PELIGROSAS DE TODOS PARA MATAR LO CUAL ME DA UNA EXPERIENCIA EMOCIONANTE TODAVÍA MEJOR QUE VACIARSE LOS HUEVOS CON UNA CHICA LO MEJOR DE TODO ES QUE CUANDO ME MUERA VOY A RENACER EN EL PARAÍSO Y ELLOS QUE E MATADO VAN A SER MIS ESCLAVOS NO LES VOY A DAR MI NOMBRE PORQUE VAN A TRATAR DE DEMORARME O TOMAR CONTROL DE MI COLECCIÓN DE ESCLAVOS PARA MI VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE”
 

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