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NOTAS DE PRODUCCIÓN
“Zodíaco” se basa en la historia real de un asesino en serie que
aterrorizó a los habitantes del área de la bahía de San Francisco. El se
burló de las autoridades de cuatro jurisdicciones, a través de sus
códigos y cartas, y a lo largo de varias décadas. “Zodíaco” es una
película policial del director David Fincher, quien ya anteriormente
había realizado “Se7en” y “Fight Club”. La persecución del asesino se
volverá una obsesión para cuatro hombres, una constante preocupación que
los convertirá en un fantasma de lo que habían sido alguna vez. Sus
vidas primero se centrarán en descifrar los mensajes en clave del
criminal, y luego terminarán destruyéndose. De los cuatro hombres,
Robert Graysmith (Jake Gyllenhaal) será la inesperada llave que aclare
el misterio.
Graysmith era un tímido dibujante de historietas, que no tenía ni los
conocimientos ni la experiencia de su cínico colega Paul Avery (Robert
Downey Jr.). Avery era el periodista estrella del periódico San
Francisco Chronicle (Crónica de San Francisco). Graysmith tampoco tenía
todas las conexiones con la policía de San Francisco que tenía Avery,
especialmente con el célebre y ambicioso inspector de homicidios David
Toschi (Mark Ruffalo). El historietista ni siquiera tenía conexión con
el meticuloso compañero de Toschi, el inspector William Armstrong
(Anthony Edwards). Pero lo que sí tenía Graysmith, era una perspicacia
sin igual, algo que fue una revelación para muchos. Graysmith lo
demostró el 1° de Agosto de 1969.
Un día, una carta burdamente escrita llegó al San Francisco Chronicle,
entre la pila de correo de lectores. Paralelamente, copias de la misma
carta llegaron a las redacciones de los periódicos San Francisco
Examiner y Vallejo Times-Herald. Su contenido dejó a la redacción
completamente congelada: “Señor Editor: este es el asesino…” de David
Faraday y Betty Lou Jensen, baleados a muerte del 20 de Diciembre de
1968, en la calle Lake Herman, en el condado de Solano. También soy el
asesino que le disparó a Darlene Ferrin el 4 de Julio de 1969, y soy
quien intentó asesinar a Mike Mageau en el estacionamiento de autos de
la cancha de golf de Blue Rock Springs, en Vallejo. El asesino no
llamaba a las víctimas por su nombre, pero daba claros y específicos
detalles de ellos para que la policía pudiera reconocerlos. Cada
periódico recibió una parte de un código, que si era descifrado,
supuestamente revelaría la identidad del criminal. A los códigos siguió
una amenaza: “publíquenlo o morirán muchos más”. Desde las épocas de
Jack el Destripador de Londres, ningún asesino había escrito a la prensa
y se había burlado de la policía como él. Nadie se atrevía a enviarles
mensajes en clave que podrían revelar su identidad. “Zodíaco” superaba a
cualquier psicópata homicida que hubiese existido en los Estados Unidos.
Un matrimonio de Salinas descifró el mensaje. Sin embargo, fue Graysmith,
un entusiasta de los códigos, quien logró descubrir el mensaje oculto de
la clave, la intención del asesino. La misma hacía relación a una
película del año 1932, “The Most Dangerous Game”.
Luego fueron llegando más cartas. El 27 de Septiembre de 1969, “Zodíaco”
atacó nuevamente. Lo hizo encapuchado, con una pistola y un arma blanca.
Acuchilló a muerte a Cecilia Ann Shepard, y dejó por muerto a Bryan
Hartnell, cuando la joven pareja hacía un picnic junto al Lago Berryessa,
en el condado Napa. Un mes más tarde, el 11 de Octubre, el asesino
estaba en San Francisco. Baleó al taximetrero Paul Lee Stine por detrás,
en su cabeza, en el lujoso barrio Presidio Heights. Tres días más tarde
llegaba una quinta carta, la peor de todas. En ella “Zodíaco” decía a la
policía que podían haberlo agarrado esa noche. Aún peor, ahora tenía a
niños de escuela bajo la mira de su pistola. El iba a elegir a sus
víctimas cuando bajaran del autobús escolar. “Zodíaco” tenía a la ciudad
de San Francisco en vilo, muerta de pánico.
Sin habérselo propuesto, “Zodíaco” había convertido a los detectives
Toschi y Armstrong, y al reportero Avery, en nuevos héroes. Por otro
lado, tres actores de cine tendrían la suerte de llegar a la fama y a la
pantalla grande gracias a personajes basados en Toschi. Graysmith se
pegó a su escritorio, investigando paralelamente, y dando su opinión
cuando Avery se lo permitía. “Zodíaco” siempre estaba un paso adelante,
escondiendo sus huellas, y acentuando sus insultantes cartas con
amenazas. Luego sus cartas se volvieron personales.
Toschi cayó en desgracia, y la infamia tomó el lugar de la fama.
Armstrong, frustrado, pasó a dedicarse a otra cosa. Avery dejó el diario
cuando sus adicciones llegaron a inhabilitarlo. Ahora “Zodíaco” ya no
revelaba más quiénes iban a ser sus víctimas. Florecieron imitadores de
costa a costa. El verdadero sospechoso aún estaba suelto.
Había llegado el momento de Graysmith. Ese momento cambiaría sus vidas
para siempre.
SOBRE LA PELÍCULA
LA PERSECUCIÓN DE LOS PERIÓDICOS
El era el criminal que infundía miedo constante en la población. –“Si
uno vivía allí en aquella época, tenía miedo todo el tiempo de haber
hecho algo que llamara la atención del asesino. ¿Y si estuviera en
nuestro autobús? ¿Y qué si estuviera en nuestro barrio? Cuando uno es un
niño, si las cosas son malas parecen aún peores, porque eso es lo que
pasa cuando uno es un niño. Yo crecí en Marin, y ahora conozco la
geografía del lugar en que sucedieron los crímenes. Pero a la edad
escolar, uno no piensa en eso. Los niños más bien piensan ‘él va a venir
a mi escuela’”.
Bienvenido a la pesadilla de David Fincher cuando estaba en segundo
grado.
Al igual que muchos niños del área de la bahía de San Francisco, durante
la década del ’70, el director David Fincher, entonces de 7 años, estaba
obsesionado con el monstruo invisible, conocido como “Zodíaco”.
-“Recuerdo que entre los chicos hablábamos de la vez que el asesino
llamó a un show de televisión. En 1974 con mi familia nos mudamos, y
entonces me dí cuenta que en otros lugares la gente también conocía al
asesino llamado “Zodíaco”” -recuerda Fincher. El, jamás se hubiese
imaginado que, tres décadas más tarde estaría a cargo de realizar una
película para la cual él: volvió a seguir los pasos del asesino, junto
con varios de los policías que rastrearon al notorio criminal cuando él
había sido un niño; investigó más de 10 mil páginas de documentos y
evidencias; entrevistó a víctimas que habían sobrevivido, a los
familiares de aquellos que habían muerto, y también a los familiares del
sospechoso número uno. En esa época el sospechoso era un ex- maestro que
había sido descubierto como pedófilo. Por ende, lo habían despedido del
trabajo y había ido a prisión por acariciar a los niños de la escuela
primaria.
Fincher quería saber todo sobre el tema con obsesión, al igual que le
había sucedido antes al joven dibujante de historietas políticas Robert
Graysmith, del periódico San Francisco Chronicle. Ambos, en distintos
tiempos, habían deseado develar el misterio del asesino. Robert
Graysmith canalizó su obsesión a través de dos libros, que pasaron a las
listas de Mejor Vendidos: “Zodiac” y “Zodiac Unmasked”. En ellos
relataba hasta el mínimo detalle y tormentoso matiz de cosas que no
habían podido ser probadas por los investigadores de cuatro
jurisdicciones. También contaba sobre su burlón pero interesante colega
Paul Avery, y sobre sí mismo.
-“Robert Graysmith sabía que él era un personaje secundario en esta
historia. Pero él quería ser parte de ella, e hizo todo lo posible para
serlo”- comenta Fincher -“El escribía en su tiempo libre, porque no era
un reportero. Fue Robert quien siguió investigando las cosas cuando casi
todos habían abandonado el caso. Todo lo que aparece en la película, es
parte del material que Robert nos dio. Sin embargo, también corroboramos
con informes policiales, y toda la información está respaldada por
documentos, por entrevistas y por evidencias. Al hacer las entrevistas,
elegíamos siempre dos personas, una que confirmaba algunos aspectos, y
otra que los negaba. Muchos años pasaron desde entonces, y los recuerdos
de los hechos sentían el efecto del tiempo, las versiones de las
historias cambiaban de perspectiva. Por eso cuando sobrevenían dudas,
nos referíamos a los reportes policiales. Muchas personas piensan que la
versión de Robert sobre la historia de “Zodíaco” es incorrecta, y que su
propia versión o interpretación es la verdadera. Demasiadas versiones y
mitos se levantaron a partir de esta historia, y eso hay que tenerlo
presente al tratarse del caso “Zodíaco”. Por eso precisamente es que
elegimos contar la historia a través de los ojos de Robert. Mi meta era
plasmar el contenido de sus libros”.
Llevar a cabo eso, era más fácil decirlo que hacerlo.
-“Al comenzar una adaptación, uno sabe que aproximadamente la quinta o
sexta parte del material informativo que juntó va a terminar en la
basura. Eso es un hecho. No es posible poner todas las cosas en un
guión"- explica el guionista/ productor James (Jamie) Vanderbilt. -“A
eso hay que agregar que esta película se basa en dos libros, y un montón
de entrevistas. Lo que sabíamos seguro todo el tiempo, era que la
película se trataría de estos tipos que se obesionaron por el caso
“Zodíaco”, Graysmith en particular, y los detectives y un reportero. Por
eso fue una suerte tener toda esa información, siempre había una
conversación que se podía agregar, una teoría a discutir, un sospechoso
a investigar. Creo que esta es una de las película más llena de
información que jamás ví, pero en realidad no es ni una décima del
volumen de material que existe sobre el caso”.
El guionista Vanderbilt comenta que, la gran diferencia entre los libros
y la película, es Graysmith mismo.
-“Robert no se pone en el centro de los libros de “Zodíaco”, pero era la
manera en que estaba envuelto en el caso es lo que me fascinó: ‘el
historietista que logra detener los asesinatos’” – dice Vanderbilt -
“¿Qué pasaría si Garry Trudeau se despertara una mañana y decidiera
resolver el caso del asesino El hijo de Sam? Esa es la idea que utilicé
para la adaptación de “Zodíaco”, mi libro favorito cuando estaba en la
escuela superior. Conocer a Robert durante este proceso fue una ayuda
invaluable, porque el guión cambiaba a medida que nos íbamos haciendo
amigos, y raramente era para hacerlo ver mejor a él. Robert nos dejó ver
sinceramente las partes buenas y malas de su vida, y creo que esa es la
manera en que se lo muestra en la película. Lo bueno de Robert el
artista, es que él reconoce el valor de que lo mostremos así, y entiende
cómo es el proceso creativo que lleva a realizar una buena historia”.
Jake Gyllenhaal se sintió atraído por la urgencia del dramático relato,
cuando recibió el guión que le envió David Fincher. No podía dejar de
leerlo. Quedó totalmente atrapado en la historia. –“La primera vez que
leí el guión, los asesinatos particularmente me parecieron espantosos”-
comenta el actor –“recuerdo dar vuelta las páginas y pensar ‘esto
sucedió en verdad’. Inmediatamente quise ser parte de la película”.
Al principio de la historia, Robert Graysmith sólo existe en la
periferia del caso. El es un dibujante de historietas, un aprendiz en el
periódico San Francisco Chronicle. Circunstancialmente, él está en la
redacción cuando llega una carta del asesino “Zodíaco”, un mensaje en
código, y les pide que lo publiquen. En el diario Graysmith es un
dibujante, y sus compañeros no saben de su obsesión por resolver
rompecabezas y descifrar desafíos. Graysmith comienza a interesarse en
el caso el cual, años más tarde, todavía sigue sin resolver. Entonces él
se dedica a escribir un libro sobre el mismo, y trata de resolver el
caso por sí mismo.
-“Creo que lo más interesante de esta historia es que, cuando algo así
sucede, se crea histeria en masa. Entonces se pasa el caso a expertos.
Pero a veces sucede que los expertos no tienen la amabilidad que tiene
un tipo como Robert Graysmith. Además, los expertos tienen muchas cosas
prohibidas, ya que deben actuar según las reglas y las jurisdicciones.
Robert, siendo una persona común, no necesitaba tener ni una
autorización ni un permiso para hacer ciertas cosas. El podía moverse
simplemente por corazonadas o pura obsesión Pienso que eso es
fascinante, porque cada vez confiamos menos en nosotros mismos. Siempre
confiamos en la opinión de los expertos, pero a veces esa opinión está
teñida de intereses políticos, o con cosas relacionadas con su propio
trabajo y a dónde desean llegar. Una persona común como Robert, hace el
trabajo él mismo, y los hechos reales se ven más claramente. Para mí es
importante que exista este tipo de gente común, gente que puede resolver
un caso que otros encuentran imposible de resolver".
Para prepararse para su papel de dibujante de historietas, Gyllenhaal
utilizó un método deliberadamente científico. -“Robert Graysmith es un
ser interesante a mi parecer. Cuando lo conocí, le dije que lo iba a
filmar, porque quería estudiar sus gestos, y en sí, quería conocer su
manera de comportarse físicamente. Yo estaba muy nervioso, y pensé: -‘y
bueno, ¿qué tipo de personalidad tiene que tener este tipo para meterse
en un mundo así? Seguro que lo voy a conocer y todo va a ser raro y
sombrío. ¿Qué voy a hacer para que un tipo como él me diga la verdad?'.
Y en eso él entró en la sala. Era un tipo dulce, sin pretensiones,
amable, que siempre tenía un elogio para todas las cosas. Tenía una
especie de inocencia”.
-“El es exactamente lo que a uno le enseñan en la escuela de actuación,
‘siempre tienes que transmitir lo contrario de lo que sientes’.
Graysmith es lo opuesto a todo lo que uno se imagina que una persona
obsesionada con un caso como este debería ser. Pero, cuando uno pasa
cierto tiempo con él, comienza a darse cuenta qué sucede. Uno comienza a
tener la sensación que, si Graysmith quiere sacarle determinada
información, y no lo consigue la primera vez que lo intenta – porque tal
vez lo que él quiere saber es demasiado personal o incómodo como para
que alguien quiera contestárselo – entonces él lo inserta en su manera
rara de ser, y uno ni se da cuenta de que le está dando la información.
Graysmith es muy inteligente y al mismo tiempo artero, al tratarse de
información que él quiere conseguir. Pero como persona es un tipo muy
amable, en verdad interesante”.
-“Yo observé a Jake interpretarme a mí a en varias ocasiones”- comenta
Graysmith –“El no hace una personificación sino su propia interpretación
de mi persona. Pienso que logró transmitir mi entusiasmo y excitación,
mi indudable estilo sureño, mi educación, y mis excentricidades
perfectamente. Además él tiene mi mismo color de pelo”.
En cuanto a la reproducción de la era, que era algo mucho más complejo
que la recreación de una historia, él trabajó con Vanderbilt lado a
lado. –“Teníamos la misma meta”- comenta Vanderbilt –“A mi parecer, en
la película había algo especial con respecto al poder de las palabras:
el escritor escribe sobre el escritor que escribía sobre el asesino, el
cual se volvió famoso porque escribía cartas muy buenas. Esa es la
verdadera razón por la cual “Zodíaco” permanece aún hoy entre nosotros.
El escribió unas malditas cartas que metían miedo, no a los policías,
sino a otros escritores. Los periodistas dijeron ‘¡Oye chico!¡Esto es en
verdad bueno! ¡Debemos publicarlo!’ Entonces lo hicieron, y otra gente
leyó esas cartas, y aún hablamos sobre él décadas más tarde. Ese es el
poder de las palabras escritas”.
Graysmith escribió “sus diarios en primera persona” (“Zodiac” y Zodiac
Unmasked ~ “Zodíaco” al descubierto) porque él quería que el público
ayudara a encontrar al asesino. Cuando él comenzó, existían unos 2.500
sospechosos a investigar. –“También existía una gran pared de silencio a
traspasar” – recuerda Graysmith -“En esos tiempos la policía no
compartía información. “Zodíaco” era un caso muy, muy grande, y el
hombre que lo resolviera iba a convertirse en un héroe. Entonces la
policía estaba más decidida que nunca a no dar ninguna información. Para
ellos era una cosa común no compartir evidencias e historiales, y no me
dejaban verlos. Cuando yo me acercaba demasiado a la verdad, me
confirmaban una o dos cosas, no más. Además estaba prohibido tomar notas
escritas, entonces yo me tenía que acordar los números de serie y las
fechas de memoria. Luego, me tomaba mucho tiempo y concentración
escribir todo lo que me podía acordar”.
Diez años más tarde, tras 13 borradores y varias correcciones, el
material de investigación quedó reducido a un tomo de 351 páginas.
–“Creo que fue una gran contribución de mi parte el haber descubierto
nuevas pista, haber realizado entrevistas y haber buscado a los testigos
faltantes. También lo fue el visitar cada departamento de policía,
corroborar hechos y compararlos, para que “Zodíaco” pudiera ser
capturado”. Esa había sido siempre su esperanza, dice Graysmith todavía
hoy. Al reflexionar sobre todo ese tiempo, comenta: -“Es un misterio
cómo hicimos, cualquiera de todos nosotros, para sobrevivir al
“Zodíaco”. La larga persecución, la irresistible atracción del caso, su
misterio, la tragedia y la pérdida. Arruinó matrimonios, descarrió
carreras profesionales, terminó con la salud de un reportero brillante.
Fue una búsqueda llena de frustraciones, y la policía llevaba las de
perder una y otra vez".
Gyllenhaal da crédito a Robert Downey Jr. por toda la energía que trajo
al set, y por cómo inspiró a todos los que participaban en la filmación,
para hacer del guión algo realmente vívido. -“Robert Downey Jr., es
extraordinario. Lo que hizo, que es lo que siempre hace, tener presencia
imponente. Su Paul Avery es una especie de bufón en el sentido en que
baila alrededor de las cosas, tiene sentido del humor, una especie de
desprendimiento de las situaciones, pero mucho humor al respecto. Es
como el hada Campanilla de Peter Pan. Echa luz sobre todos cuando
revolotea alrededor”- detalla Gyllenhaal.
Fincher se sintió que tenía mucha suerte de tener ese grupo de actores.
-“Tuve la suerte de encontrar a la gente con la cual quería trabajar. Y
tuve todavía mucha más suerte, al poder contar con mucha de la verdadera
gente de esa época para esta película. Pienso que tratamos de darle a
todos ellos el respeto que se merecían. Esta película nunca trató de
duplicarlos exactamente, ni siquiera en detalles físicos como el color
del cabello y otros rasgos”. Por ejemplo: -“Robert Downey Jr., que
interpreta el papel de Paul Avery, es el único que actúa un papel de una
persona que ya murió. Pero él tenía mucha pasión por su personaje, y
pudo captar los demonios internos que perseguían a Paul. Fue la persona
justa para el papel”.
De los cuatro personajes, Toschi era el que conocía a Avery desde hacía
más tiempo. -“Conocí a Paul Avery en 1960. Yo tenía entonces 28 años, y
trabajaba en el Departamento de Inspectores (para la Policía de San
Francisco). Yo quería ser detective”- dice Toschi. -“Teníamos mucha
historia en común. Al final, Paul hacía cocaína y tenía que vivir en una
máquina. Estaba destrozado. Me llamó antes de morir. Quería escribir un
libro. Un libro rápido de edición rústica antes de morir, para dejárselo
a sus nietos. Me dijo: -‘Dave, podemos hacer $25 mil dólares cada uno,
¡así de simple!’. Me sentí mal por él, muy mal. Pero le dije, ya estaba
trabajando con Robert Graysmith. Cuando Robert se me acercó por primera
vez con su propuesta, me dijo: -‘Eres el tipo que más información tiene,
el único con el que puedo hablar’. Yo conocí a Robert Graysmith en 1977,
entonces me dijo que él quería escribir. En verdad estaba convencido de
que este caso podía resolverse, o al menos quería tratar de hacerlo.
Desde entonces que somos amigos".
Toschi dice que Fincher tenía mucha curiosidad por saber porqué él le
hablaba a Graysmith en general. El caso ya estaba fuera de
investigación, y Graysmith no era un reportero. -“Era por su sinceridad
y honestidad” – dice Toschi –“En unos pocos minutos yo sabía que era por
eso. Yo podía creerle".
Por su lado, Mark Ruffalo estaba completamente impresionado con Toschi,
y de como Fincher lo reflejaba en el guión. -“Personalmente, a mí no me
gusta este género; porque generalmente es muy violento” – dice el actor
- -“Pero David había escrito este guión que, cuando lo leí, pude ver al
personaje que me tocaba actuar muy vívido, de un modo que me gustó.
Entonces viajé para conocer al tipo, y en ese punto realmente me sentí
muy afortunado de estar dentro de esta película. Después de todo, Toschi
es la persona a quien los actores tratan de imitar cuando hacen el papel
de un detective, y yo, tuve la suerte de interpretar al hombre en el que
muchos actores se basaron, para interpretar papeles por los que ahora
son reconocidos en sus carreras.
-“Además Robert Downey Jr. es asombroso. Siempre me gustó, y creo que es
bastante genial sin rayar en lo extremo. Para mí fue muy especial poder
trabajar a su lado, fue divertido y también me dio un poco de miedo.
Existe el factor del riesgo, no el físico ni el violento. Es la
espontaneidad".
Vanderbilt y el productor Bradley (Brad) J. Fischer, de Phoenix
Pictures, fueron los que compraron los derechos del libro de Graysmith
cuando estuvieron disponibles, tras haber estado flotando en el limbo
por cerca de una década en posesión de otro estudio. Ellos ya tenían a
su director en mente.
-“Yo sentía que David Fincher iba a poder contar la historia de una
manera fiel a lo que había sucedido. El iba a poder mostrar la
psicología de la gente que vivía en el lugar y durante la época activa
del asesino. Obviamente, Fincher ya había realizado otras películas con
personajes que eran asesinos en serie. Sin embargo, esta película iba
mucho más allá del género”- comenta el productor Fischer -“Estos
personajes tienen algo que existe en todos nosotros: la capacidad de
consumirse por una cosa, día tras día, noche tras noche, año tras año,
completamente, sin poder dejarlo. Fincher puede mostrar cosas
emocionales y del comportamiento humano en la pantalla, de manera que
los personajes se vuelven auténticos en el mundo en que habitan. El sabe
transmitir esa sensación al espectador, de forma que bien podrían estar
dentro de la escena, mirando adentro de las pistas del misterio, sin que
ellos se den cuenta. La identidad de esta historia tiene mucho que ver
con eso, con los grados de conducta desviada y malévola, no importa si
se trata del asesino en serie, o de los hombres que dedicaron años de
sus vidas a buscar algo que no alcanzarían nunca. En eso, hay también
algo admirable y triste, pues está en la naturaleza humana querer saber
lo que no se puede saber. Es una compulsión que existe en todos
nosotros, y tiene el potencial de poder convertirse en una increíble
fuerza destructiva. Yo sabía que todo ello era algo que Fincher podía
ayudarnos a explorar, en una forma que ningún otro cineasta hubiera
podido hacerlo”- dice Fischer.
-“Fincher sabía que debía hacer una historia simple y clara”- continua
explicando el productor -“También sabía que el material a tratar, casi
cada detalle de la historia de la investigación de “Zodíaco”, había sida
distorsionada por el masivo juego del teléfono, y había sido filtrada
por las peores lentes que uno se pueda imaginar: los periódicos”.
-“El caso se había convertido en algo mítico a través de los años, y
nuestro trabajo era terminar con ello, trazar una clara línea entre la
realidad y la ficción, y sacarle el mito a algo que se había vuelto
mucho más grande que la realidad. Uno tiene que recordar que fueron los
medios los que transformaron a “Zodíaco” en un gran enigma. Me refiero a
que, él escribe una carta diciendo ‘Este es “Zodíaco” es hablando’ ¡y
los diarios publican titulares llamándolo El Asesino de los Códigos! Eso
es como ver una sombra gigante y terrorífica en la pared, y luego darse
cuenta que es producida por un hombre que torpemente baleó a cinco
personas y acuchilló a otras dos, y se escapó de ser culpado. El no era
genial, sino un desgraciado, una figura patética, una persona
increíblemente enferma que estuvo a punto de ser atrapada. Todo lo demás
estaba en la mente de la gente, o en su imaginación, lista para
convertirlo en un monstruo muy poderoso”- comenta el productor.
Fischer continúa agregando: -“El proceso fue largo y difícil, pero era
importante llevarlo a cabo si queríamos contar la verdadera historia.
Era un arma de doble filo confiar en segundas o terceras fuentes.
Decidimos confiar en los reportes policiales. Eso y claro, en la gente
que había estado allí. En verdad era bastante simple. Teníamos que
encontrar a todas las personas que hubieran estado físicamente
involucradas en la investigación, sentarlas frente a nosotros, mirarlos
a todos a los ojos, y hacerles preguntas muy difíciles. Luego sólo
debíamos escuchar lo que dijeran. Entonces buscamos y hablamos con Bryan
Hartnell; con Mike Mageau, que ahora es un indigente, y nunca pudo
recobrarse del tiro recibido en 1969; con Dave Toschi; Bill Armstrong;
Ken Narlow y George Bawart. Pusimos a Don Cheney y a Sandy Panzarella en
una sala juntos, por primera vez desde que habían sido entrevistados por
la policía en 1970. Les pedimos a ambos que nos contaran sus historias
con detalle. Hicimos todo lo posible para obtener los datos correctos”.
El productor Mike Medavoy, co-fundador y director de Phoenix Pictures,
dice que lo interesante del material: -“no es tanto el que se trata de
un asesino en serie, lo cual es tema para una película en sí mismo, sino
que se trata de la gente que persiguió a ese asesino serial. Lo
atractivo es ver qué pasa cuando uno se obsesiona tanto con una cosa,
cómo se pierde la visión del objetivo. Esa obsesión lo destina a uno a
perderse y a destruir todo en su camino…y eso es lo que sucedió con cada
uno de ellos. Graysmith pudo recuperarse, pero ya no está casado. Hay
que ver las cosas que les sucedieron a los personajes principales. Para
mí, eso es lo fascinante de está película”.
-“En verdad, ellos se perdieron siguiendo esta historia”- dice Medavoy
-“David, Brad y Jamie – el trío que hacía sus propias investigaciones -
se habían vuelto maníacos de la exactitud de los hechos. Hasta pensamos
que Brad (el productor) se iba a volver policía e iba a abandonar el
campo del entretenimiento (¡no ¡ ¡es sólo una broma!)”.
El productor Arnold W. Messer, socio de Medavoy y presidente de Phoenix,
comenta: -“Que yo sepa, este guión tuvo una monstruosa búsqueda de
información antes de escribirlo, como pocos la tienen. Tuvimos especial
cuidado en que los hechos que se muestran en la película, fueran
meticulosamente precisos al representar los hechos reales. Yo he
producido películas durante los últimos 30 años, y nunca hice un film
que estuviera tan cerca como este de la verdad. Ni tampoco que
necesitara tanta investigación y energía para llevarlo a cabo. Todas las
personas de la vida real, que aparecen representadas por personajes en
la película, y que aún están vivas, fueron entrevistadas. Todos los que
contribuyeron en el caso de una u otra forma… los muchachos se fijaron
en los libros, los archivos, se revisaron más de 10 mil páginas de
transcripciones. El trabajo que hicieron para asegurarse que todo lo que
se puso en la película fuera consistente con la realidad, fue realmente
impresionante”.
LAS CONVERSACIONES
Los cineastas trabajaron lado a lado con Bryan Hartnell y con los
oficiales que llevaron el caso, para entender qué había sucedido en el
lago Berryessa el 27 de Septiembre de 1969.
Ken Narlow, el Sheriff detective de Napa, no fue al lugar ese día, sino
que fueron los patrulleros John Robertson y David Collins. Pero fue
Narlow, sargento detective en ese tiempo, quien llevó a cabo la
investigación del asesinato allí sucedido. Ahora él está retirado, pero
continúa siendo un asesor del departamento del Sheriff de Napa, para el
caso “Zodíaco”, para el cual recibe constantemente pistas aún hoy –
“Creo que nunca voy a poder separarme de esto”- dice él.
-“Yo estaba en Berryessa cuando estaban filmando la escena en que el
asesino acuchilla a las personas, y también cuando filmaron la escena en
la cual “Zodíaco” escribe en el auto" –dice Narlow -“Recuerdo que eran
las 6 de la tarde de un sábado” – la hora en que había sucedido el
ataque. -“Me destruyó verlo. El asesino usó un cuchillo en esos
muchachos, en vez de una pistola. Mi humilde opinión es que él acuchilló
a Bryan Hartnell la mitad de las veces que lo hizo con Cecilia, porque
Cecilia comenzó a gritar, y eso lo distrajo. Pienso que fue eso lo que
le salvó la vida a Bryan. El asesino la acuchilló 10 veces, 5 en el
frente y 5 en la espalda. Se me llenaron los ojos de lágrimas al mirar
la repetición de los hechos para la película. Yo soy un tipo duro, y
nunca me hubiera imaginado que me iba a afectar de esta manera. Me
refiero a que, después de 37 años yo iba a estar pensando en lo que les
tocó vivir a esos muchachos. Creo que me tocó muy de cerca. Deberíamos
haber atrapado a ese tipo”.
Collins, ahora retirado, fue el último que habló con Cecilia antes de
que muriera. -“Mi parte no aparece en la película, pero me entrevistaron
para el DVD, por lo tanto ví la película. Era sorprendente y yo estaba
fascinado con lo que mostraba la pantalla. Me ponía ansioso, porque lo
que veía era demasiado parecido a lo que había sucedido en la vida real.
Para mí se me hizo difícil mirarlo. Ese día en el pasado, mientras que
conversaba con Cecilia ella me decía una y otra vez: ‘tengo mucho frío’.
Ella estaba en shock, entonces yo le puse mi saco encima, y ella lo tuvo
hasta que llegó la ambulancia. Cecilia lloraba y estaba muy mal herida,
y seguía repitiendo ‘Me duele todo. Por favor, deme algo para el dolor’.
Pero yo no tenía nada para darle”.
“Zodíaco” había acuchillado a Bryan hasta que su cuerpo quedó inmóvil, y
luego comenzó a acuchillar a Cecilia hasta que ella se hizo la muerta.
Entonces él paró y se fue caminando, así le dijo Cecilia a Collins.
-“Ellos se quedaron acostados y atados sobre la manta para picnic. Cerca
del lago del lugar había un pescador. Los muchachos comenzaron a gritar
ayuda. Al principio el pescador no les prestó atención, pero luego
comenzó a pensar que alguien estaba tratando de atraerlo para atacarlo.
Así que esperó como unos 10 minutos hasta que se dio cuenta que alguien
en verdad estaba en problemas. Los muchachos le gritaron diciéndole que
habían sido acuchillados y que fuera ayudarlos. Al verlos les dijo que
iría por ayuda. Pero ellos no querían que los dejara allí. El pescador
fue a un hotel cercano llamado Rancho Monticello Resort, y habló con los
dueños. Cuando el pescador se fue, los muchachos habían quedado atados y
tirados sobre la manta. Ellos pensaron que él no volvería. Su única
esperanza entonces era tratar de irse de allí”- sigue relatando Collins
-“Cecilia me dijo que se desataron el uno al otro. Pero no fue hasta que
yo ví la investigación previa de esta película, cuando finalmente pude
hablar con Bryan, y me enteré de la respuesta a una pregunta que me
estuve haciendo durante muchos años: -¿Cómo pudieron los muchachos
desatarse los pies y las manos, que tenían fuertemente atados a sus
espaldas, si ellos estaban débiles por la pérdida de sangre, además de
por la extraña posición, y aterrorizados? Bryan me dijo que se pusieron
espalda contra espalda sobre la manta, y que ella pudo desatar los nudos
de él. El trató de arrastrarse para pedir ayuda, pero sólo logró
apartarse a 30 pies de ella, y se desmayó”.
Cuando Collins y Robertson llegaron, el dueño del hotel, un guardia del
parque, el pescador y su hijo estaban en el lugar, esperando que ellos
llegaran, además de una ambulancia. Los patrulleros tardaron 30 minutos
en llegar al lugar, debido al tráfico en la sinuosa carretera montañosa.
La ambulancia tardó otros 20 minutos más. Desde el momento del ataque
hasta el del rescate, las víctimas esperaron una hora y media. Cecilia
murió camino al hospital.
-“Ese día no pude hablar con Bryan. Cecilia no quería que la deje ni por
un segundo” –dice Collins -“Bastaba sólo mirarla para darse cuenta que
ella jamás lastimaría a nadie. Era una muchacha bella y frágil… el
asesino no buscaba nada. Lo único que quería era matar”.
Aunque Cecilia fue la única de la pareja que había podido ver la cara de
“Zodíaco” antes de que se pusiera una capucha ese día, ella le dijo a
Collins que nunca lo había visto antes. -“Personalmente no creo que el
sospechoso haya sido identificado”- dice él -“si todavía está vivo,
todavía está suelto”. Pese a todos los detalles y a las evidencias que
se juntaron sobre él a través de los años, hay algo contundentemente
claro, dice Fischer: -“La memoria es subjetiva por naturaleza. Si bien
el paso del tiempo raramente sirve para aclarar sucesos traumatizantes,
la perspectiva de los que estuvieron allí es invaluable”- comenta él
-“En una oportunidad, un reporte policial confundió la memoria de un
oficial de policía de Vallejo, que estaba completamente convencido que
el reporte de Mike Mageau describía el arma de “Zodíaco” como ruidosa,
no silenciada. Cuando yo leí al policía -ahora retirado- su propio
informe, describiéndole lo que Mageau había dicho: `él escuchó sonidos
sordos, como el de una pistola con silenciador’, el oficial dijo que él
recordaba algo muy diferente, aunque admitía que esos hechos eran
correctos. Mageau recordaba claramente el sonido sordo. De hecho, él no
se dio cuenta que estaba siendo baleado sino hasta recibir la segunda o
tercera bala. Entonces se dio cuenta que alguien disparaba. De repente
sintió un dolor repentino en el cuello, el primer balazo, pero él me
dijo que había creído que el hombre lo había golpeado con una linterna”.
Fischer usó a un detective privado para rastrear a Mageau. Lo encontró
en la cárcel por vagancia. Fischer lo entrevistó a través de un video
teléfono de la cárcel. -“Fue fascinante poder conversar con una persona
que en realidad había estado allí, que había visto el rostro de
“Zodíaco” cara a cara”- dice Fischer - Mageau y Hartnell, los únicos
sobrevivientes, iban a pasar sus vidas navegando el campo legal, sus
experiencias y los extremos opuestos del espectro.
George Bawart, ahora retirado, fue llamado por la policía de Vallejo
para pedirle que colaborase con los cineastas. -“La razón por la cual la
policía de Vallejo los ayudó 100 por ciento a realizar la película, es
porque espera que cuando la estrenen, alguien venga con algo muy
específico que sirva para resolver el caso de una vez”.
El 4 de Julio de 1969, Bawart era sargento dentro de la fuerza policial.
Su jefe, el ya fallecido Jack Mulanax, era el detective a cargo del
caso. Años después, Bawart supervisaría lo que seguiría con la
investigación de “Zodíaco”. Cuando Ferrin y Mageau fueron atacados,
Bawart recuerda: -“No estábamos investigando a un asesino en serie.
Habían matado a una joven pareja y el hecho era tratado como cualquier
otro asesinato. Bien podría haber sido un crimen pasional, a manos de un
novio celoso. Pero todo cambió al suceder la matanza en el Lago
Berryessa. Había sucedido poco después de que las cartas comenzaron a
llegar. Cuando comenzó a dársele tanta promoción, entonces todo el mundo
comenzó a preocuparse, porque tal vez se trataba de un asesino serial".
Bawart no había sido uno de los oficiales que acudió a la escena, y no
tuvo nada que ver con el caso hasta 1971, que es cuando se comenzó a
investigar a Arthur Leigh Allen como sospechoso principal. Fue Bawart
quien entrevistó a Mageau 25 años más tarde en un aeropuerto, al salir
el libro de Graysmith. -“Todos comenzaron a dar gran importancia al
hecho de que Mageau había identificado a Leigh Allen como el “Zodíaco””-
dice Bawart -“Al encontrarme con él en el aeropuerto, le presenté una
cantidad de fotos como ronda de identificación, y eso fue todo. El
eligió la foto de Leigh Allen, y yo le pregunté cómo estaba tan seguro.
'Lo estoy porque él me miró y me disparó. Estoy seguro’”. Aunque Mageau
dio testimonio de haberlo visto, Bawart cree que el abogado defensivo
debilitó el testimonio de Mageau, por la cantidad de años que habían
pasado.
-“Para mí, la evidencia más importante es la que encontramos en la casa
de Leigh Allen”- dice Bawart -“encontramos bombas, muchas de las cosas
de las que “Zodíaco” hablaba en sus cartas. Antes de conseguir la orden
de cateo para revisar la casa, fui a Napa para hablar con Ken Narlow. Se
iba a cumplir un aniversario de las matanzas de “Zodíaco”. La prensa se
enteró de lo que estábamos por hacer y publicaron una cantidad de
artículos. Eso jugó a favor y en contra. A favor, porque una señora que
leyó una de las publicaciones, notó el nombre de Robert Emmett el Hippy
y dijo, `¡Dios!, yo conozco a ese tipo’. Hasta 1992, nadie sabía quién
era Robert Emmett el Hippy. Era Robert Emmett Rodifer, un homosexual que
dirigía el equipo de natación. Arthur Leigh Allen era un chofer de ese
equipo. Allen era tímido y silencioso, pero Rodifer era extrovertido”
–detalla Bawart, y continúa diciendo –“Entonces yo volé a Alemania para
entrevistar a Rodifer. El recordaba a Leigh Allen. `Ese tipo me odiaba’
dijo. Lo que me contó me convenció de que Leigh Allen era “Zodíaco”, la
manera en que lo describió y cómo reaccionaba con él”.
Símbolos griegos. Código Morse. Símbolos meteorológicos. Letras del
alfabeto. Señales marinas. Símbolos astrológicos. Esa era la mezcla de
códigos terroríficos, escritos a mano con marcador azul, que se publicó
en la sección ‘Cartas al Editor’ en los periódicos San Francisco
Chronicle, San Francisco Examiner y The Vallejo Times-Herald, el 1° de
Agosto de 1960.
“Quiero que publiquen este (mensaje en) código en la primera página de
su diario. Este código revela mi identidad. Si no publican este mensaje
antes del mediodía del Viernes 1³ de Agosto del ’69, voy a comenzar una
matanza loca. Voy a rondar por todos lados durante el fin de semana
matando gente solitaria a la noche…”
Se recibieron cartas así durante décadas, llenas de sombríos detalles de
los asesinatos, que solo la policía conocía. Enviaba evidencia concreta:
un pedazo de la camisa ensangrentada de una víctima, y detalladas
amenazas de bombas y de matanzas de francotirador, planeadas para
asesinar en masa a niños de escuela.
Los especialistas en códigos de la CIA, del FBI, de la Guardia Nacional
de Seguridad y de Inteligencia Naval quedaron perplejos. Los códigos del
asesino no podían ser quebrados.
Así fue hasta que un maestro de la Escuela Superior de North Salinas,
Donald Gene Harden, decidió dedicarse a lo que era su gran pasatiempo
cuando niño, y resolvió lo que los expertos no podían resolver: reveló
los motivos del asesino, su posible identidad, o la identidad de algo
que lo identificaría.
-“Lo que sucedió es que, cuando la carta fue publicada, mi esposa estaba
tratando de descifrar el código, sin saber muy bien lo que hacía” -
recuerda Harden, quien ahora tiene 78 años, volvió a casarse y vive en
Fountain Hills, Arizona -“Tuve que resolverlo para que ella pudiera
parar de hacerlo, porque me volvía loco verla intentarlo una y otra vez.
No se daba por vencida. El asesino había usado todos los símbolos. Me
puse a trabajar con el mensaje en código por tres días, pero no logré
descifrar demasiado entonces. Yo había hecho un poco de búsqueda de
significado de mensajes en código cuando era un niño explorador (Boy
Scout). Había leído sobre el tema cuando era niño. Entonces llamé al
periódico y les dije que lo había descifrado, y ellos me contestaron:
‘¡Seguro! Pues envíelo por correo’. Entonces eso hice”.
Cuando el mensaje descifrado de los Harden se publicó, se volvieron
famosos en un cerrar de ojos, algo que ellos nunca se imaginaron.
Recibieron una llamada del FBI. Su desciframiento estaba correcto. -“No
sé qué les dijo mi esposa, pues yo no estaba allí. Lo único que sé es
que nunca más volvieron a hablarnos”- dice Harden -“Nunca imaginamos
cómo los medios nos buscarían después. Me entrevistaron para el programa
televisivo America’s Most Wanted como por medio segundo. Mi esposa se
había vuelto paranoica, y cada vez que venía un reportero pensaba que el
asesino nos iba a buscar para matarnos. Tuve que comprar una pistola y
guardarla bajo la cama. Nunca había usado antes una pistola, y nunca la
usé. La compré para calmarla. Años más tarde me deshice del arma”.
Los alumnos de Harden estaban maravillados por el valor de su maestro, y
a la vez, estaban muertos de miedo por el asesino de los códigos, como
todos los estudiantes del área de la bahía. -“Cuando el mensaje
descifrado fue publicado, los chicos no podían dejar de hablar del tema.
Por eso un día, los senté a todos y les conté todo, cómo lo había
logrado, y así el tema se terminó. Lo hice para calmarlos y después de
hacerlo, ya no se volvió a mencionar el tema nunca” - detalla Harden.
Primero les tuvo que enseñar a romper el código, a descifrar los
símbolos. Los códigos se usan para esconder información de ciertas
personas, haciendo la lectura del mensaje ilegible, a menos que se
tengan determinados conocimientos. Los códigos pueden estar compuestos
de letras, números o símbolos y se usan solos o en grupo para escribir
un mensaje. Aunque el código a veces tiene símbolos, normalmente se
traducen a palabras o frases que en general acortan un mensaje.
En el libro de Graysmith, Zodiac, Harden cuenta cómo hizo para descifrar
el mensaje en código del asesino. Para empezar buscó la frecuencia de
ciertos símbolos. -“Harden sabía que la letra E es la más común en
idioma ingles, y que normalmente está seguida de las letras T, A, O, N,
I, R y S. Comunmente las letras dobles son L, E y S” - escribió
Graysmith. Además, letras que frecuentemente se presentan juntas en
inglés son TH, HE y AN. Más de la mitad de todas las palabras comienzan
con T, A, O, S y W, y las combinaciones más comunes de letras en inglés
son THE, ING, CON y ENT.
Harden decidió que el asesino estaba usando símbolos de substitución,
que son dibujos o figuras, pero no letras. Como el asesino había
utilizado gran cantidad de símbolos, la sustitución uno-a- uno de las
letras no era posible. Harden debió usar su creatividad, deducir el
método del asesino al repetir los símbolos, y así reducir el número de
variables. Entonces se dio cuenta: la letra doble más común del ingles
es la L. Entonces comenzó a buscar patrones de cuatro letras en el
criptograma del asesino que pudieran coincidir con la palabra “kill” ~
matar.
-“Los analistas de códigos de tiempos de guerra, por ejemplo, cuando
encuentran algo escrito en código, buscan símbolos que puedan coincidir
con la palabra “attack”-~atacar” - detalla Graysmith. Con eso en mente,
la pareja Hardens buscó encontrar las palabras “killing” (matanza) – que
encontraron dos veces-, y “killed” (matado/ muerto) y “thrilling”
(emocionante) – encontradas una vez cada una. Otras palabras con doble L
que trataron de encontrar fueron “will’’ (voy a) – que encontraron
cuatro veces- y “collecting” (juntar) –encontrada una sola vez. Luego
trataron de determinar qué trucos había usado el asesino, y encontraron
el símbolo de una Q al revés 15 veces, para hacer creer a quien tratara
de descifrar el código, que se trataba de una E, la letra más usada en
inglés.
En realidad para la E el asesino utilizó 7 símbolos distintos, dos otros
símbolos los usaba intercambiables como A ó como S. La ortografía del
asesino no solamente era bastante mala, sino que a veces cometía errores
con sus propios códigos. Entonces al descifrarlo, se pudo leer esto:
“ME GUSTA MATAR A LA GENTE PORQUE ES MUY DIVERTIDO ES MÁS DIVERTIDO QUE
MATAR ANIMALES SALVAJES EN EL BOSQUE PORQUE EL HOMBRE ES EL MÁS
PELIGROSAS DE TODOS PARA MATAR LO CUAL ME DA UNA EXPERIENCIA EMOCIONANTE
TODAVÍA MEJOR QUE VACIARSE LOS HUEVOS CON UNA CHICA LO MEJOR DE TODO ES
QUE CUANDO ME MUERA VOY A RENACER EN EL PARAÍSO Y ELLOS QUE E MATADO VAN
A SER MIS ESCLAVOS NO LES VOY A DAR MI NOMBRE PORQUE VAN A TRATAR DE
DEMORARME O TOMAR CONTROL DE MI COLECCIÓN DE ESCLAVOS PARA MI VIDA
DESPUÉS DE LA MUERTE”
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