|
X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE, el primer capítulo en la saga de X-Men, reúne a
Wolverine con otras leyendas del universo de X-Men, en una revolución épica
en la que los mutantes se enfrentan a fuerzas poderosas determinadas a
eliminarlos.
Hugh Jackman, como la feroz máquina de pelea que posee sorprendentes poderes
curativos, garras de adamantio y una furia salvaje conocida como furia
berserker, reinterpreta el papel que lo convirtió en una superestrella.
X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE se mantiene fiel al tono de la franquicia de
películas de X-Men, al perpetuar el balance entre el espectáculo y la
realidad de las películas previas, sin dejar de fortalecer las emociones y
relaciones.
La película también introduce a un equipo de mutantes, incluyendo a varios
cuya aparición en la serie cinematográfica había sido largamente esperada.
El público conocerá al Equipo X, una cuadrilla militar clandestina
conformada en su totalidad por mutantes. Sus miembros son: Wolverine; su
hermano Víctor Creed, también conocido como Sabretooth, un ser salvaje de
poder inimaginable; Wade Wilson, que será conocido más tarde como Deadpool,
un mercenario moderno con un hábil manejo de la espada; Agente Zero, un
experto rastreador y letal francotirador; Wraith, un teletransportador; Fred
J. Dukes, también conocido como The Blob, un gigante morbosamente obeso y
súper fuerte; y Bradley, quien puede manipular la electricidad. El grupo lo
encabeza William Stryker, una figura que apareció por primera vez en “X2”,
pero cuyos orígenes y motivos son explorados cabalmente en esta ocasión, en
vista de que es la compleja relación entre él y Wolverine lo que define gran
parte del pasado de Logan…y de su futuro.
X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE también analiza el trágico romance de Logan con
Kayla Silverfox. El destino de Kayla provoca que Logan se vea involucrado en
el ominoso programa Armas X, un experimento militar secreto de billones de
dólares en el que Wolverine y otros mutantes son pieza fundamental. Entre
éstos se encuentran Gambit, un joven Scott Summers (que será conocido más
tarde como Cyclops); una bella y joven mutante llamada Emma Frost; y el
previamente mencionado Deadpool, contra quienes Wolverine se enfrenta en su
desafío final.
Si bien las tres películas previas de X-Men se desarrollaban en un futuro no
muy distante, la historia principal de X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE —siendo el
primer capítulo de la saga— se desarrolla previo a los acontecimientos de
aquellas películas, en un pasado no muy lejano, aproximadamente en la década
de los 70. Pero la extensión épica de la nueva película también abarca
flash-backs que abarcan 150 años. Incluso tiene una escala y ambición nuevas
para esta aclamada serie. “Queríamos superar las expectativas en todo
aspecto”, resume la estrella y productor Hugh Jackman. “No solamente
podíamos hacer una película muy buena; tenía que ser mucho más que eso”.
Para lograrlo, X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE ofrece un vertiginoso y emocionante
viaje, lleno de aventuras y acción, mientras aborda temas complejos y
conflictos emocionales intensos, que han sido características distintivas de
las películas de X-Men. “Sí, la película necesita ser visualmente
espectacular, y la acción tiene que ser sorprendente e implacable”, comenta
el director Gavin Hood, cuya película “Tsotsi” ganó en el 2005 el Premio de
la Academia a Mejor Película Extranjera. “Pero también tienes que estar
convencido de la historia y de los personajes. La idea central de la
película es la de alguien que no está a gusto consigo mismo, que está en
guerra contra su propia naturaleza. Ese es un personaje interesante para
explorar. El tema de estar en guerra contra tu propia naturaleza estimula y
fortalece la película, por lo que se convierte en algo más que simplemente
acción, por su propio bien”.
Jackman estaba convencido de que Hood era el hombre indicado para el trabajo
después de haber visto la modesta “Tsotsi”, un drama incisivo que se
desarrolla en Johannesburgo, acerca de un joven criminal insensible cuya
vida cambia cuando se vincula emocionalmente con un infante abandonado en el
asiento trasero de su coche. “El personaje de Tsotsi estaba en guerra
consigo mismo, justo como lo está Wolverine”, comenta Jackman. “Me dejé
llevar por el viaje de Tsotsi y por los instintos de Gavin en cuanto a los
personajes e historia.
“Los personajes siempre han sido parte de la esencia de los cómics y de las
películas de X-Men”, continúa Jackman. “La gente se vincula e identifica con
ellos”.
De hecho, cuando las leyendas del cómic Stan Lee y Jack Kirby crearon a los
X-Men hace más de 40 años, crearon personajes e historias con drama y
conflicto. Los X-Men eran un grupo atípico de héroes —a ratos sarcástico,
antisocial o claramente imperfecto—, pero compasivos cuando luchaban contra
los demonios de sus vidas o cuando se enfrentaban a poderosos villanos en su
universo de poderes especiales.
El personaje de Wolverine apareció en las historietas años después que
muchos de sus hermanos X-Men, siendo la primera vez en 1974 (como una
creación del escritor Len Wein y el director de arte John Romita Sr.), antes
de haberse convertido en miembro integral de Los X-Men y de haber encabezado
su propia serie de tiras cómicas. El impacto del personaje en la cultura
popular ha sido profundo; solamente el año pasado, Wolverine fue catalogado
#1 en la lista de los “200 Personajes Principales de Cómics de Todos los
Tiempos”, por la revista Wizard, y #4 en la lista de los “50 Personajes de
Cómics Más Grandes de Todos los Tiempos”, por la revista Empire.
La primera película de los X-Men, con el en aquel entonces recién llegado a
Hollywood Hugh Jackman en el importante papel de Wolverine, fue estrenada en
el 2000 ante grandes elogios de la crítica y del público, además de haber
consolidado la adaptación de los cómics al cine. “X2”, estrenada en el 2003,
y “X-Men: The Last Stand”, que salió en el 2006, también alcanzaron un gran
éxito. Para el 2009, más del 70 por ciento de los cinéfilos estadounidenses
habían visto al menos una de las películas de los X-Men.
Para Jackman, repetir el papel fue una oportunidad para expandir y
profundizar las tres previas exploraciones en cine de Wolverine. “Ahora
podemos ver el viaje de Logan y la batalla que lo rodea, mientras asume la
responsabilidad de los eventos de su pasado”, comenta Jackman. “Wolverine
tiene ciertas virtudes que son sagradas y la primera de ellas es que es un
buscapleitos. Podemos apelar al eslogan del personaje que reza ‘Wolverine es
el mejor que existe en lo que hace, y lo que hace no es muy agradable’”. La
productora Lauren Shuler Donner, quien desempeñó este puesto en las tres
películas previas de X-Men, añade: “Logan es irreverente, simpático y tiene
una manera peculiar de hacer las cosas. Simplemente no le importa un comino
—y para una audiencia eso es divertido de experimentar”.
La historia principal de X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE comienza con Logan en
busca de consuelo, de un pasado lleno de oscuridad, trabajando como leñador
en las remotas montañas rocosas de Canadá. Logan, quien encuentra el amor y
la felicidad por primera vez en su muy prolongada vida, lleva una existencia
aparentemente idílica con la profesora de escuela Kayla Silverfox. “No
podría estar más lejos del pasado del que hace tanto tiempo ha intentado
escapar”, comenta Jackman. “Kayla es un catalizador para los cambios más
grandes a los que se haya tenido que enfrentar Logan”, comenta Lynn Collins,
quien aceptó el papel después de haber sido vista por Jackman en la obra
“The Merchant of Venice”, al lado de Al Pacino. “Ella provoca que piense
diferente con respecto al conflicto de ser humano y ser mutante. Su relación
lo incita a intentar sanar viejas heridas y a experimentar las consecuencias
y riesgos del amor”.
Pero conforme Logan busca la paz que lo ha eludido por más de un siglo, “el
mundo del que ha intentado escapar sigue trayéndolo de regreso”, comenta
Jackman. “Como con cualquier cosa en la vida, a menos de que hayas lidiado
realmente con un problema, a menos de que estés en paz con él, los problemas
tienden a ser recurrentes. Y queda claro desde el inicio que Wolverine ha
huido de cosas a las que se necesita enfrentar. Y una de ellas es Víctor, su
hermano”.
Víctor Creed, también conocido como Sabretooth, posee poderes similares a
los de Logan. Ambos son virtualmente indestructibles y tienen una fuerza
sobrehumana y feroz. La bestialidad de Víctor abarca un estilo de pelea
parecido al de los felinos, así como habilidades para saltar; en ocasiones,
puede arrancarse a atacar sobre sus cuatro extremidades.
Como nos enteramos en flash-backs, Logan (nacido bajo el nombre de James
Howlett) y Víctor no supieron que eran hermanos hasta que alcanzaron la
adolescencia, en la secuela de lo que fue una tragedia familiar, que es
cuando se materializan las distintivas furia berserker y garras de Logan.
Estas últimas salen a través de su carne como hojas afiladas, convirtiéndolo
en algo más y algo menos que humano. Logan y Víctor huyen de su hogar para
formar un vínculo que trasciende incluso la hermandad. Como guerreros
indestructibles que son, pelean juntos a través de importantes conflictos
que abarcan dos siglos, incluyendo la Guerra Civil Estadounidense, la
Primera y Segunda Guerra Mundial y Vietnam. “Logan y Víctor son un equipo”,
comenta Jackman. “Emprenden un viaje juntos”.
Pero Víctor aprecia la lucha mucho más que Logan. “Víctor es increíblemente
brutal y tiene un ansia de sangre como ningún personaje que me haya tocado
interpretar”, comenta Liev Schreiber. “Este tipo es un auténtico asesino”.
El salvajismo de Víctor en una pelea lleva a ambos a enfrentarse a un
pelotón armado —pero, desde luego, simples balas no pueden detenerlos. Al
reconocer sus singulares habilidades, un oficial militar, el Coronel William
Stryker, les pide que se unan a un equipo especial que está conformando —una
unidad militar que opera de manera clandestina conocida en los cómics como
Equipo X, compuesta por mutantes con poderes que hacen al equipo invencible.
El personaje de Stryker fue presentado a las audiencias cinematográficas en
“X2”, donde intenta destruir a todos los mutantes que hay en el mundo. Esa
película dejaba entrever una larga historia entre Logan y Stryker, pero sólo
a través de destellos rápidos en los recuerdos perdidos de Logan. Ahora, con
X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE, el impacto total que Stryker tuvo en Logan,
Víctor y otros mutantes es detallado completamente.
En vista de que la nueva película se desarrolla previo a los eventos de
“X2”, un actor más joven necesitaba interpretar a Stryker. (Brian Cox
encarnó el papel en “X2”). Los realizadores recurrieron a Danny Huston para
asumir el rol de Stryker. “Cada personaje que Danny interpreta es muy vívido
y contemporáneo”, comenta Jackman, quien considera la interpretación de
Huston en “The Constant Gardener” como la de una figura siniestra y
compleja, entre muchas otras actuaciones que impresionaron al
actor-productor.
Huston ve a Stryker como un tipo de Dr. Frankestein. “En cierto modo, ayudó
a crear a Wolverine. Stryker tanto ama como odia a Logan, y ciertamente
quiere controlarlo a él y a otros mutantes. Ve a los mutantes como niños o
animales salvajes. Al tenerlos bajo su control, puede utilizarlos como armas
para lo que él cree que sería la protección de la humanidad. Quiere a
Wolverine como un hijo, pero tiene que manipularlo y posiblemente
exterminarlo, ya que Stryker lo ve como una cruzada personal, que cree que
está por encima de cualquier hombre —o de cualquier mutante”.
Un miembro clave del Equipo X es Wade Wilson, que será conocido más tarde
como Deadpool. Wade es una máquina mortal sumamente eficiente apodada “Merc
con la Boca”, por su interminable torrente de bromas. Ryan Reynolds parecía
estar destinado a interpretar el papel; el actor es un antiguo aficionado de
los comics de Deadpool e incluso llegó a ser mencionado en un ejemplar de
Marvel. “He querido interpretar a Deadpool durante gran parte de mi vida
adulta”, comenta Reynolds. “Es un personaje querido entre los aficionados a
las tiras cómicas, así que es una responsabilidad que no me tomo a la
ligera”. El arma predilecta de Wade / Deadpool son las espadas katana, y
Reynolds entrenó exhaustivamente para hacer que su manejo de las mismas
fuera convincente. “He vivido, comido y respirado espadas”, recuerda.
Otro miembro del Equipo X es Bradley, interpretado por Dominic Monaghan (“Lost”,
la trilogía de “The Lord of the Rings”). Bradley, quien puede controlar y
manipular la electricidad, es una figura inquietante que se ha ocultado en
un circo como parte de una atracción secundaria. “Cuando conocemos a Bradley
en la película ya ha pasado a un segundo plano”, comenta Monaghan. “Con el
Equipo X, era un soldado de guerrilla, pero cuando las cosas se salieron de
control y vio cosas que no quería ver, dejó la unidad”.
El miembro del Equipo X John Wraith, quien se convierte en el amigo más
cercano de Wolverine, es un teletransportador que puede aparecer o
desaparecer a placer. “No es alguien con quien te quieras meter”, comenta el
actor e icono musical will.i.am, del afamado grupo The Black Eyed Peas,
quien hace su debut como actor de cine en esta película. Mucho tiempo
después de haber dejado al Equipo X, Wraith sigue estrechamente vinculado
con un tal Fred J. Dukes, un guerrero supremo que más tarde se descuidó,
para convertirse en un gigante de 315 kilos conocido como The Blob —el
hombre más malvado que jamás hayas visto. Kevin Durand, quien interpretó a
un intrépido mercenario en “Lost”, portó uno de los trajes más grandes e
intrincados en la historia del cine, adentro del cual había un vanguardista
sistema de aire acondicionado, originalmente diseñado por la NASA.
Un guerrero igualmente temerario es el Agente Zero, un rastreador experto
con habilidades letales como francotirador, interpretado por Daniel Henney.
El actor nacido en los Estados Unidos, quien se convirtió en una
superestrella en Corea del Sur, señala que Zero y Logan, aunque alguna vez
fueron miembros del Equipo, ahora son enemigos. “Siempre le ha tenido celos
a Logan”, comenta Henney, “y está determinado a detenerlo”.
El mutante conocido como Gambit no era un miembro del Equipo X —Logan se lo
encuentra mucho más adelante en su viaje—, pero desempeña un papel
fundamental en la
misión que Logan emprende, incitada por la venganza. Querido por aficionados
de los cómics de X-Men, quienes han esperado por largo tiempo el debut del
personaje en la franquicia cinematográfica, Gambit, quien también es
conocido como Remy LeBeau, tiene la habilidad de cargar materia con energía
cinética volátil, provocando que el objeto en cuestión libere explosivamente
su carga al momento del impacto. Las cosas favoritas de Gambit a las que le
gusta dirigir sus talentos especiales son un juego de cartas y un simple bö
—convirtiendo a ambos en armas poderosas cuando la ocasión lo amerita.
La presencia de Gambit en X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE será ciertamente
celebrada y discutida por los aficionados, un hecho que no pasó
desapercibido entre los realizadores. El productor Ralph Winter, quien ha
estado involucrado en todas las películas de X-Men, comenta: “Antes de que
diera inicio cada proyecto [de X-Men], la gente me preguntaba, ‘¿Sale Gambit
en la película? ¿Va a lanzar cartas?’ Y yo les contestaba, ‘Sé paciente, ya
llegaremos a él’”.
El actor Taylor Kitsch, quien obtuvo el papel después de haber terminado de
trabajar en la temporada de la aclamada serie “Friday Night Lights”, dice
que entiende que “los aficionados han estado esperando [la aparición de
Gambit en una película de X-Men]”, e informa que trabajó arduamente para
estar a la altura de sus expectativas. “Cuando llegué a Sídney para comenzar
a trabajar en el filme, les dije a los productores que estaba aquí para
entrenar y trabajar”, comenta Kitsch. Su entrenamiento incluyó prolongadas
sesiones con el bö y palos de pelea —así como horas interminables de
practicar con cientos de juegos de cartas para aprender los movimientos
insignia del personaje. “Para cuando las cámaras comenzaron a rodar, ya
podía hacer bastante con un juego de cartas”, comenta.
Pero al contar esta historia de “orígenes”, no hay un mutante que haya
tenido un impacto más grande en el viaje de Logan que su hermano, Víctor
Creed. Consternado por las directrices éticamente cuestionables de Stryker,
Logan abandonó a Víctor y al Equipo X, pero los dos hermanos no pueden estar
separados por tiempo o distancia porque son dos lados de la misma persona.
“Considero a Víctor como el doppelganger de Logan; su lado más oscuro”,
comenta Liev Schreiber. “Lo que impulsa a ambos es su deseo por encontrar su
lugar en el mundo —pertenecer a algo. Y esa única cosa a la que Víctor
pertenece es a Logan. Cuando ese vínculo se rompe, Víctor busca reunirse de
nueva cuenta con su hermano, para bien o para mal”.
Es el brutal asesinato que Víctor comete sobre Kayla lo que provoca la
misión vengativa de Logan. Cuando se reúnen, Logan y Víctor pelean, dejando
a Logan vapuleado y herido. Stryker, que vuelve a entrar a la vida de Logan
y la vuelve a cambiar para siempre, le ofrece lo que él llama la única
solución: el programa secreto Arma X (“X” haciendo alusión al número diez
romano). En el procedimiento, todo el esqueleto de Logan será fusionado con
adamantio, una aleación metálica impenetrable que hará a Logan virtualmente
indestructible —convirtiéndolo en el Wolverine que conocemos de las
películas previas de X-Men. “Para vencer a Víctor”, Stryker le dice a Logan,
“vas a tener que aceptar tu otro lado. Convertirte en el animal”.
Pero para sufrir esta transformación, Logan tiene que sufrir más dolor que
lo que podría soportar cualquier hombre. El público ha visto destellos
tormentosos del procedimiento Arma X en “X2”, pero aquí todo su poder —y
horror— es develado cabalmente. Conforme Logan yace en un tanque de
plexividrio lleno de agua, del tamaño de un ataúd sin tapa, brazos robóticos,
que se reducen a agujas de 30 centímetros de longitud, giran a altas
velocidades ingresando en su cuerpo para fusionar sus huesos con el
adamantio. Wolverine ha sufrido y sobrevivido balazos, heridas de cuchillo,
choques en automóvil, ejecuciones y explosiones —pero nunca antes había
sufrido así.
Wolverine sale airoso del tormento para enfrentar una traición más y un
enfrentamiento épico con Víctor y con la siguiente generación de los
experimentos militares de Stryker. Impávido ante el escape de Logan del Lago
Alkali, ahora ya como el indestructible Wolverine, Stryker ha secuestrado a
mutantes para satisfacer su perverso mandato de convertirlos en armas. Los
indispuestos participantes para este trabajo son los adolescentes Scott
Summers (Tim Pocock) y Emma Frost (Tahyna Tozzi). Scott, quien puede emitir
un poderoso rayo de sus ojos, crece hasta convertirse en Cyclops, un líder
de los Hombres-X; Emma, otra figura importante de los cómics de X-Men, es
telépata y su piel, parecida a un diamante, es indestructible.
Juntos, los mutantes se enfrentan a un enemigo que ha jurado verlos
destruidos, en una batalla —una revolución— que establecerá el curso de la
épica guerra que se avecina.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
“Me divertí más interpretando a Wolverine en esta película que en las
anteriores”, comenta Hugh Jackman. Su nuevo papel como productor incrementó
su ilimitado entusiasmo por el personaje —y por todo el universo de los
X-Men. Junto con el director Gavin Hood, así como con el socio de producción
de Jackman en Seed Productions, John Palermo, y los productores Lauren
Shuler Donner y Ralph Winter, Jackman supervisó virtualmente cada aspecto de
los periodos de preproducción, producción y postproducción del filme.
Apreció las nuevas responsabilidades. “Mi preparación proviene del teatro,
donde estás involucrado en todo”, explica. “Para cuando subes a escena en la
noche de estreno, sabes mucho no sólo acerca de tu papel, sino también del
diseño de sets, diseño de vestuario, desarrollo de la historia…todo. Esa
emoción, conocimiento y preparación son parte fundamental de la
experiencia”.
Quizás el aspecto más disfrutable de sus labores como productor fue el
casting. “Esta película presenta a muchos personajes grandiosos y nuevos
para las películas de X-Men”, comenta Jackman. “Fue particularmente
gratificante introducir a estos nuevos personajes y encontrar a los actores
adecuados para interpretarlos”.
Jackman el productor ciertamente puso a Jackman el actor a prueba,
incluyendo un régimen de entrenamiento físico extenuante que lo dejó en la
mejor forma de su vida. Si bien entrenó arduamente para cada una de las tres
películas previas de X-Men, el mantra de Jackman para superar las
expectativas de X-MEN ORÍGENES: WOLVERINE lo llevó a alcanzar nuevos niveles
de preparación física. “Con los filmes previos de X-Men nunca logré que
Logan se viera exactamente como yo quería que se viera”, explica Jackman.
“Para ésta, quería que Logan se viera animalesco, que las venas se le
botaran, y que tuviera una habilidad física felina. Quería que el público
dijera, ‘Okey, este tipo es aterrador; este tipo le podría arrancar la
cabeza fácilmente a alguien’”.
Además de pasar interminables horas en el gimnasio, Jackman incrementó su
ingesta de proteínas y calorías a niveles similares a los de un atleta
profesional. Un día típico comenzaba a las 4 a.m., cuando se despertaba a
tomar un licuado de proteínas especialmente preparado. Después se levantaba
a las 6 a.m. para hacer entrenamiento con pesas, durante el cual en
ocasiones permanecía en personaje para maximizar el trabajo. “Cargaba veinte
por ciento más duro, más pesado y más tiempo como Wolverine, que como lo
haría si fuera yo”, explica Jackman con una franca risa. “Como yo, podía
decir fácilmente, ‘Ah, es suficiente entrenamiento [con pesas]. Pero como
Wolverine, era: ‘Me encanta estar cargando peso de más’”.
Si bien Jackman se volvió físicamente imponente, no perdió su facultad
atlética que ha aportado no sólo a sus papeles en películas de acción, sino
también a su trabajo en escena. “La cámara adora a Hugh”, señala la
productora Lauren Shuler Donner. “Tiene la gracia de un bailarín —es mucho
más que solamente ‘hacer músculo’ para el papel”.
La ética laboral de Jackman y el régimen de entrenamiento impresionó a todo
el equipo de producción, especialmente a Liev Schreiber, cuyo Víctor Creed
se enfrenta en varias ocasiones a su némesis en pantalla, Logan,
interpretado por Jackman. “Hugh definitivamente hizo que subiera mi nivel de
juego”, comenta Schreiber, quien aumentó 18 kilos de músculo para el papel.
“Hubo una química y competencia absolutas en nuestro entrenamiento y
acrobacias. El hacer una escena de pelea con Hugh fue maravilloso, porque,
como bailarín que es, tiene esa clase de disciplina y coreografía. Tenemos
algunas escenas de peleas notables”.
Además de hacer más exigente la acción y traer a personajes frescos para la
franquicia cinematográfica de X-Men, los realizadores decidieron cambiar de
locaciones para el rodaje. Si bien “X-Men” quedó bien servida por las
locaciones y sets de Toronto, y “X2” y “X-Men: The Last Stand” aprovecharon
al máximo los lugares y foros de Vancouver, gran parte de X-MEN ORÍGENES:
WOLVERINE fue filmada en Nueva Zelanda y Australia, con unas cuantas
secuencias planeadas para Vancouver. “Mi deseo en ser desafiado para esta
película incluía encontrar un nuevo hogar para la producción”, comenta
Jackman. “Sin dejar de rendirle tributo al estilo de las películas previas
de X-Men, quería que ésta se viera más grande y diferente. Hay algo etéreo
acerca de Nueva Zelanda. Es tan mágica. Ayudó a intensificar nuestro mundo y
la realidad de la película. El productor John Palermo añade: “Filmar en
Australia y Nueva Zelanda ha expandido el universo de los X-Men. Las
audiencias se van a emocionar realmente con respecto al diseño visual del
filme. Fuimos muy afortunados en haber tenido acceso a los recursos y los
sorprendentes exteriores de ambos países”.
Jackman, el director Gavin Hood, el director de fotografía Donald M.
McApline, ACS/ASC (“Moulin Rouge”) y el diseñador de producción Barry
Robison usaron una parte representativa de los sets y locaciones de esos
países para duplicar cinco guerras, la ciudad de Nueva Orleáns,
preparatorias en los EEUU y las remotas zonas boscosas de Canadá. Según
McAlpine, las magníficas vistas de Nueva Zelanda fueron invaluables,
especialmente para las secuencias que se desarrollan en la locación ficticia
canadiense del Lago Alkali (hogar del programa Arma X) y en el paraíso rural
donde Logan encuentra un descanso efímero con su amada, Kayla Silverfox, que
se filmó en la Isla del Sur de Nueva Zelanda. McAlpine comenta: “Está
llevando una existencia idílica en una cabina (diseñada por Robinson)
ubicada en la cima de una montaña, rodeada por incluso más cordilleras”.
La Isla del Sur de Nueva Zelanda también fue hogar de una de las más grandes
secuencias de acción de la película, en la que se aprecia una persecución en
helicóptero y el eventual choque de éste. El director de segunda unidad
Peter MacDonald (“The Bourne Ultimatum”) trabajó con Hood para supervisar la
espectacular acción, que también incluía hacer estallar una casa de
labranza, y a Logan en un emocionante viaje sobre la que se convierte en su
icónica Harley Davidson.
Después se mudaron a Sídney, Australia, donde la producción filmó en
locaciones por toda la ciudad, incluyendo un hospital abandonado, un cine de
la década de los 20 (desde hace mucho tiempo en desuso), que se convirtió en
un cuadrilátero donde Logan combate contra Blob (de 320 kilos de peso), el
Parque Centennial, la impresionante playa de la Costa Norte y un campo de
futbol soccer, que la producción transformó en un carnaval ambulante. Pero
la locación más notable fue la Isla Cockatoo, que la producción convirtió en
una planta de energía nuclear abandonada —hogar del laboratorio de Stryker y
un “área de contención de mutantes”. La Isla fue alguna vez el astillero más
grande de Australia, ostentando un dique seco construido por convictos en
1857, además de haber sido también el hogar de una prisión imperial. La
paleta que brindaba era perfecta para que el departamento de arte del filme
pudiera recrear el mundo siniestro y aislado de Stryker y de sus
experimentos mutantes.
El anhelado debut cinematográfico de Gambit ve al mutante ser el centro de
atención en su propio territorio, Nueva Orleáns. Los realizadores capturaron
la magia del personaje y su ciudad en los Estudios Fox, Australia, en Sídney.
El equipo de diseño creó un callejón de Nueva Orleáns, donde una explosiva
escena de pelea se lleva a cabo entre Logan, Gambit y Wraith. El ambiente
controlado de la moderna instalación les permitió a los equipos de
acrobacias y efectos especiales ejecutar la intrincada acción. Los dobles de
reparto y acróbatas escalaron paredes, saltaron por techos y sintieron toda
la fuerza del bö y de las explosivas cartas de Gambit.
Para la secuencia donde vemos a Logan y a Víctor pasando por los campos de
batalla no de una, sino de cuatro guerras, los dos hermanos se enlistan en
el Ejército Confederado durante la Guerra Civil Estadounidense, negocian las
trincheras de la Primera Guerra Mundial, arriban a la Playa de Normandía en
la Segunda Guerra Mundial y se enfrentan a los horrores del conflicto de
Vietnam. A la diseñadora de vestuario Louise Mingenbach se le encargó
diseñar los atuendos militares apropiados para los cientos de extras que
aparecieron como soldados. Especialistas en armería fueron contratados para
verificar que los atuendos fueran históricamente correctos y para el manejo
de armas.
Esta secuencia vio el final de la fotografía principal en Australia y Nueva
Zelanda. Sólo quedaba la largamente planeada porción canadiense del rodaje,
en la que se requería captar ciertos fondos canadienses y condiciones
climatológicas que no hubieran podido ser duplicadas en ningún otro lugar; y
cuando terminaron con eso, el proceso crítico de postproducción empezó a
toda marcha. Conforme Jackman continuó trabajando incansablemente en el
proyecto, se tomó algún tiempo para reflexionar sus propios “orígenes” con
el personaje de Wolverine. Como muchos saben, su casting en “X-Men” (2000)
—su debut en Hollywood— se concretó unos cuantos días antes de que se
tuviera que poner frente a cámaras. Al principio, la falta de familiaridad
con el personaje y con la mitología de X-Men lo hizo pensar dos veces antes
de tomar el papel. “Pensé que ‘X-Men’ era como una decisión inusual para
convertir en película. Y, además, ¿un tipo con garras que le salen de las
manos? Desde luego, en ese momento no estaba consciente de la increíblemente
pródiga historia del personaje y de la propiedad —y, de haber sabido, quizás
y hubiera pensado que interpretar el papel iba a traer consigo demasiada
presión y demasiadas expectativas.
“Si alguien me hubiera dicho que un día se iba a hacer una película de
Wolverine, me hubiera reído”, continúa Jackman. “No tenía idea del efecto
que las películas de X-Men tendrían. Y no podría estar más agradecido con
los aficionados y el público”.
IR A LA CONTINUACIÓN |
|