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THE SAVAGES es una mirada
irreverente a la familia, el amor y la mortalidad, vista a través de la
lente de una de las experiencias más desconcertantes y retadoras que se
pueden presentar en la vida contemporánea: cuando hermanos adultos son
arrancados de sus vidas egocéntricas para ocuparse de un padre
distanciado.
La última cosa que los hermanos Savage jamás quisieron hacer fue evocar
su espinoso pasado familiar. Después de habérselas ingeniado para
liberarse del dominante yugo de su padre, ahora están confinados
firmemente en sus propias y complicadas vidas. Wendy (la nominada al
Premio de la Academia® Laura Linney) es una dramaturga de la zona del
East Village que lucha por abrirse paso; también se le conoce como
trabajadora temporal que pasa sus días aplicando a becas, robándose
material de oficina y saliendo con su muy casado vecino. Jon (el ganador
del Premio de la Academia Philip Seymour Hoffman) es un profesor
universitario neurótico que escribe libros con temas sórdidos en Buffalo.
Entonces, llega la llamada que les informa que a su padre, al que han
temido y evitado durante mucho tiempo, Lenny Savage (el ganador del
Premio Tony® Philip Bosco), lo está consumiendo lentamente la demencia
senil y ellos son los únicos que pueden ayudar.
Ahora, una vez que ponen sus de por sí ya cautivas vidas en espera,
Wendy y Jon se ven obligados a vivir juntos bajo el mismo techo por
primera vez desde su infancia, que los llevará a redescubrir las
excentricidades con las que se desquiciaron mutuamente. Con un
desconcierto absoluto ante ellos y en continua lucha por definir cómo
esgrimir los últimos días de su padre, se ven enfrentados con el
verdadero significado de la adultez, la familia y, más
sorprendentemente, de cada uno de ellos.
THE SAVAGES, que presenta actuaciones matizadas de un reparto
sobresaliente, representa el regreso de la escritora y directora Tamara
Jenkins, quien recibió elogios por el humor y humanidad que mostró en su
previo filme, THE SLUMS OF BEVERLY HILLS. THE SAVAGES es protagonizada
por Laura Linney, Philip Seymour Hoffman, Philip Bosco, Peter Friedman,
Gbenga Akinnagbe y Cara Seymour.
Una presentación de Fox Searchlight Pictures en sociedad con Lone Star
Film Group Presentation, de una producción This is that en sociedad con
Ad Hominem Enterprises y Cooper's Town Productions, THE SAVAGES es
producida por Ted Hope (AMERICAN SPLENDOR, 21 GRAMS), Anne Carey (THE
DOOR IN THE FLOOR, THUMBSUCKER) y Erica Westheimer (THE KING OF
CALIFORNIA, CHAOS THEORY). Los productores ejecutivos son Alexander
Payne (director / co-guionista ELECTION, ABOUT SCHMIDT, SIDEWAYS), Jim
Taylor (co-guionista ELECTION, ABOUT SCHMIDT,
SIDEWAYS) y Jim Burke (ELECTION), de Ad Hominem, así como Anthony
Bregman (FRIENDS WITH MONEY, THUMBSUCKER) y Fred Westheimer (THE KING OF
CALIFORNIA, CHAOS THEORY). La coproductora es Lori Keith Douglas (THE
NAMESAKE, THE NOTORIOUS BETTIE PAGE).
El equipo creativo incluye al director de fotografía Mott Hupfel (THE
NOTORIOUS BETTIE PAGE), a la diseñadora de producción Jane Ann Stewart (THE
FAMILY STONE, SIDEWAYS), al diseñador de vestuario David Robinson (THE
AMITYVILLE HORROR, ZOOLANDER), al editor Brian A. Kates, A.C.E. (SHORTBUS,
THE WOODSMAN), al compositor Stephen Trask (DREAMGIRLS, THE STATION
AGENT), al supervisor musical Randall Poster (THE DARJEELING LIMITED,
THE NANNY DIARIES) y a la directora de casting Jeanne McCarthy, C.S.A.
(GHOST RIDER, THE BREAK UP).
LA ELABORACIÓN DE THE SAVAGES:
ACERCA DE LOS ORÍGENES DEL FILME
Al igual que la gran mayoría de los estadounidenses, la escritora y
directora Tamara Jenkins se despertó un día para descubrir que estaba
viviendo en un mundo extraño, nuevo y que rápidamente envejecía. Cada
día, cuando salía a pasear a su perro por un asilo cercano a su hogar,
podía observar a los ayudantes empujar sillas de ruedas para darle una
vuelta a la manzana a sus cada vez más crecientes cargas. Ya había
vivido la experiencia de internar a su abuela en un asilo y después vio
cómo su propio padre desarrolló demencia senil. Una vez que pasó por
todo eso, comenzó a percatarse de que casi nadie estaba escribiendo
acerca de esas experiencias esenciales de vida —salvo que fuera de una
manera solemne, empalagosa o sentimental. Por tanto, Jenkins decidió
abordar el tema desde su propio punto de vista, uno que fuera crudo,
real y con matices cómicos. Quedó fascinada por la forma en cómo adultos
de mediana edad reaccionan al ver a sus padres caer en el abismo de la
senectud, y quería hurgar profundamente en la ansiedad social que
sentimos al crecer, no se diga al envejecer.
“Fue algo que para donde volteara estaba sucediendo en mi vida, y al
principio tenía miedo escribir acerca de ello. Es un tema intimidante
pero, finalmente, creo que THE SAVAGES es una historia que no solamente
es acerca de la manera en la que nos enfrentamos a la muerte, sino
también acerca de aprovechar la vida, incluso en maneras que podrían
parecer insignificantes”.
Jenkins había llamado previamente la atención con su aclamado debut como
guionista y directora, SLUMS OF BEVERLY HILLS, una historia cruda e
hilarante acerca de una familia judía pobre que intenta sobrevivir en la
periferia de Beverly Hills, durante la permisiva década de los 70.
Protagonizada por Natasha Lyonne, Alan Arkin, Marisa Tomei, Carl Reiner
y Jessica Walter, la película se convirtió en una favorita de culto —y
confirmó la habilidad de Jenkins para navegar por territorio sombrío con
un ingenio devastador.
Nadie estaba cien por ciento seguro hacia dónde iría después la
imaginación de Jenkins, incluyendo el productor Ted Hope, quien,
impresionado con su trabajo previo, había firmado un contrato a ciegas
con Jenkins para que escribiera “lo que quisiera escribir, pero con la
condición que hubiera algo de humor en ello”. Hope, que desde entonces
había fundado la compañía productora This is that, junto con Anne Carey
y Anthony Bergman, recuerda vívidamente el momento cuando Jenkins lo
llamó y le dijo que ya sabía de qué iba a tratar su siguiente película.
Lo invitó a su interpretación oral en The Moth, un recinto de Gramercy
Park dedicado a la narrativa urbana, donde los oyentes pueden escuchar
desde cuentacuentos en ciernes hasta expertos y a autores de best
sellers.
“Durante la presentación, Tamara contó la historia de cómo llevó a su
padre, quien estaba sufriendo de demencia senil, a recorrer el país en
avión”, explica Hope. “Tenía al público muerto de la risa. Su relato fue
increíblemente conmovedor y sincero, y contaba con estos personajes
reales que eran únicos y fascinantes de presenciar. Y Tamara fue capaz
de poner en el escrito todas las cosas que surgieron de esa presentación
—los personajes dinámicos, las emociones puras, el balance entre el
humor, la tragedia y la vida real—, y plasmarlas en pantalla, en THE
SAVAGES”, comenta Hope.
Jenkins señala que su temporada como narradora en The Moth fue una de
varias semillas que la llevaron a la creación multifacética de THE
SAVAGES. “La historia se conformó como un mosaico hecho con base en
todos estos pequeños fragmentos de ideas; algunas de ellas de mis
experiencias personales, otras de cosas que he tenido oportunidad de
observar a mi alrededor”, explica. “Después, comenzó a cobrar forma
realmente a través de los personajes de Wendy y Jon; estos dos hermanos
adultos que tienen maneras completamente distintas de lidiar con el
mundo y, no obstante, son lanzados a esta experiencia completamente
primitiva en donde no les queda otra opción más que depender uno del
otro”.
La historia comenzó a expandirse hacia otro tema fecundo pero raramente
explorado en el cine —la compleja red que se entreteje en las relaciones
entre hermanos. Conforme Jenkins continuó escribiendo, comenzó a
visualizar a Wendy y a Jon como a dos personajes de cuentos de hadas,
que en apariencia podrían no tener nada en común con ellos: Hansel y
Gretel —dúo creado por los hermanos Grimm—, quienes, abandonados por su
humilde padre leñador, se pierden en un bosque encantado.
“Estaba leyendo The Uses of Enchantment, de Bruno Bettleheim, y recuerdo
haber tomado esta idea de que Hansel y Gretel eran muy parecidos a Wendy
y Jon”, recapitula Jenkins. “‘Hansel y Gretel’ es realmente una historia
acerca de niños que se enfrentan a la mortalidad por primera vez —son
rechazados por sus padres, lanzados al bosque y obligados a encontrar su
propio camino, crecer y, hasta cierto punto, convertirse en individuos.
Así que comencé a ver a Wendy y a Jon como una versión moderna, de
mediana edad, de Hansel y Gretel —un hermano y una hermana que se ven
obligados a viajar a esta surrealista Tierra de la Senectud, de la que
no están seguros realmente si van a sobrevivir o no”.
Pero si Jenkins se sintió parcialmente atraída a esa alegoría simple y
resonante, se emocionó aún más al ver cuán apegados a la vida real se
convirtieron Wendy y Jon —cada uno desarrolló de manera orgánica una
reacción opuesta a la situación extrema de su padre; Wendy está
esperanzada de manera obsesiva por hacerlo todo bien, mientras que Jon
está intentando mantener un sentido de realidad sereno y objetivo.
“Adoro a estos personajes”, admite Jenkins. “Son terriblemente humanos e
increíblemente defectuosos, y están completamente mal de la cabeza; los
adoré por eso. Son estas dos personas incompatibles y dañadas que están
sumergidas en un tipo de desarrollo atrofiado. Si bien están en la
mediana edad, todavía no son dos seres humanos consumados, y eso los
hace muy interesantes”.
Jenkins también estaba intrigada con la idea de que Wendy y Jon se
encuentran en una posición donde sienten que deben preocuparse por un
padre que hizo un trabajo tremendamente pobre en criarlos cuando fueron
niños. “Desde entonces, he descubierto que es una situación en la que
mucha gente se encuentra involucrada y plantea muchas preguntas
provocadoras”, comenta Jenkins. “Me hace feliz tener la capacidad de
crear una conversación que gire en torno a algo que está en la mente de
muchas personas. Sobre todo, quería crear personajes con los que te
pudieras identificar porque no son perfectos y están haciendo una de las
cosas más aterradoras que alguien pudiera hacer jamás. Quería captar la
realidad de que nadie sabe realmente lo que está haciendo cuando se
presentan este tipo de situaciones”.
Si bien era inevitable que el territorio fuera sombrío, el humor era
igualmente importante para la propuesta de Jenkins. “Definitivamente la
historia no es EL SÉPTIMO SELLO”, dice entre risas, haciendo alusión al
clásico —pero solemnemente serio— drama acerca de la muerte, del
director Ingmar Bergman. “Es un tipo de perspectiva diferente en cuanto
al lío afectivo en el que estamos involucrados”.
Ted Hope y Anne Carey estaban encantados con el guión, en el que
pudieron ver de inmediato la inconfundible huella creativa de Jenkins.
“Tamara es alguien que siempre encuentra en todo tipo de situación ya
sea la tristeza divertida o la diversión triste”, comentan. “En esta
historia, sientes como si estuvieras abriendo las cortinas y obteniendo
una mirada increíblemente íntima de un mundo privado. Es un mundo
conmovedor pero la película también es increíblemente divertida y
esperanzadora. Es acerca de dos personas que ni siquiera creían que
tenían una familia que pudiera llegar a entender la importancia de la
misma. Si bien su familia era extremadamente disfuncional, Wendy y Jon
todavía sienten ese misterioso amor y apoyo que yace por debajo de toda
beligerancia. La historia hace que quieras saber cuál será el siguiente
capítulo en las vidas de estas personas”.
También fungieron como productores ejecutivos el marido de Tamara
Jenkins, Jim Taylor, guionista ganador del Premio de la Academia, y
Alexander Payne, antiguo co-guionista de Taylor y director ganador del
Oscar®, responsable de películas tales como SIDEWAYS, ABOUT SCHMIDT y
ELECTION. Payne, quien es también conocido por su enfoque exigente como
escritor y director, quedó impresionado con el punto de vista de Jenkins.
Dice al respecto de su guión: “Era simultáneamente divertido, triste y
auténtico”.
A Jim Taylor le pareció el guión de su esposa tanto “muy divertido como
muy conmovedor”. Resume: “Creo que con frecuencia somos tan reverentes
ante este tipo de experiencias que tendemos hacia el sentimentalismo y
no exploramos el humor que pueda haber en ellas. Pero ser capaz de
reírte de algo tan difícil ayuda a todos a sobrevivir”.
ENCONTRANDO A LOS ACTORES PARA INTERPRETAR A LOS SAVAGE:
LAURA LINNEY, PHILIP SEYMOUR HOFFMAN Y PHILIP BOSCO
“Conformar el reparto de una familia es muy parecido a conformar el de
unos amantes, porque debes de tener el mismo tipo de inefable química”,
indica Jenkins. “Necesitaba a tres actores que fueran completamente
distintos entre ellos en su estilo y manera de ver el mundo —pero que
creyeras que todos provenían del mismo DNA. Al final, tuve muchísima
suerte. Estos son actores absolutamente maravillosos que están en el
punto más álgido de sus carreras —y, como directora, sentí que sus
instintos fueron muy emocionantes y creativamente desafiantes. Al
principio, ni un actor por sí solo parecía correcto, pero cuando los
junté a los tres, estuvieron más allá de lo perfecto. Podía creer que
eran una familia”.
En el papel de Wendy Savage, a Laura Linney se le presenta la
oportunidad de crear otro papel sobriamente divertido y profundamente
conmovedor poco tiempo después de su actuación nominada al Globo de Oro®
en THE SQUID AND THE WHALE. Nominada en dos ocasiones al Oscar, el rango
de recientes actuaciones de Linney, que van desde el clásico de cine
independiente YOU CAN COUNT ON ME a la película biográfica KINSEY, a la
comedia LOVE ACTUALLY, la han establecido como una de las actrices más
talentosas y respetadas de la actualidad.
El proyecto de THE SAVAGES le atrajo de inmediato debido a la intrépida
propuesta de Tamara Jenkins de las relaciones familiares. “La familia es
algo complicado —siempre lo ha sido y siempre lo será”, dice entre risas
Linney. “Pero esta historia aborda una cuestión familiar con la que
realmente no se ha lidiado. La muerte de un padre es una de las cosas
más significantes que le puede suceder a cualquiera, pero es un tema
aterrador que con frecuencia se evita. Es una de esas cosas de la vida
para la que no te puedes preparar realmente. La única cosa que puedes
hacer es disfrutar las relaciones mientras las tengas y no dar nada por
sentado en ellas —que puede ser difícil porque la familia, especialmente
ésta, es muy complicada”.
Linney estaba ansiosa por enfrentar el reto de no sólo forjar a Wendy
con todas sus preocupaciones y neurosis, sino también el de crear una
familia de carne y hueso —aunque apenas funcional— en la pantalla.
“Puedes prepararte hasta cierto punto por ti mismo, pero cuando
comienzas a relacionarte con los otros actores, es entonces cuando las
cosas comienzan a crecer”, comenta. “Estaba fascinada de trabajar con
los dos Phil. A los dos los admiro mucho”.
Una vez que dio inicio la producción, los realizadores vieron asombrados
cómo Linney se lanzó con completo abandono al mundo atormentado de Wendy
Savage. “Siempre que piensas de Laura, la ves como toda una profesional
a la que con frecuencia le dan papeles como alguien que siempre está
bajo control —así que fue muy divertido verla acoger realmente este
papel, donde arremete y lucha para abrirse paso en el mundo”, comenta
Jim Taylor.
Ted Hope añade: “Laura brindó una actuación espléndida. Le aportó mucha
energía a su personaje. Tiene grandes habilidades para la comedia, es
sexy y puede alcanzar cualquier tono emocional alto o bajo. No hay un
solo momento en el que sientas que solamente una cosa está sucediendo
con su personaje. Pasan tantas cosas todo el tiempo que es simplemente
fascinante verla”.
Para Tamara Jenkins, algunas de las escenas más maravillosas de Linney
se dieron con el actor nominado al Premio Tony Peter Friedman, quien
interpreta a Larry, el amante ilícito de Wendy. “Ella es muy buena y sus
instintos son muy acertados”, comenta Jenkins. “Estaba impresionada con
la manera en cómo se apropió de lo que yo había escrito”.
Para emparejar a Linney con Jon, su hermano totalmente opuesto, Jenkins
tenía desde hace mucho tiempo en mente a Philip Seymour Hoffman, uno de
los actores de carácter más consistentemente intrigantes de la
actualidad. Unas cuantas semanas antes de que diera inicio la producción
de THE SAVAGES, el actor recibió la codiciada estatuilla a Mejor Actor
en los Oscares por su papel como Truman Capote en CAPOTE.
La elección de Hoffman para el papel provocó una auténtica algarabía
dentro de la producción. “Tuve la oportunidad de trabajar con Phil por
primera vez en un película que produje llamada HAPPINESS, y ver cómo ha
evolucionado su carrera desde entonces ha sido un placer”, comenta Hope.
“Sus actuaciones son tan pródigas que realmente crees que sus personajes
existen fuera de la pantalla. Jon es un personaje bastante sutil, pero
Phil encontró profundidad en los momentos más superficiales y lo hizo
muy sincero”.
Al igual que Linney, Hoffman no pudo resistirse a la humanidad
refrescantemente cruda de la historia. “Esta historia ha sido contada
antes, pero no de esta manera”, señala. “Es acerca de una familia que se
enfrenta a la muerte, pero el hecho de que sean quienes son y la
historia que les antecede la hace única. Llevan mucho tiempo
distanciados uno del otro y ahora son arrojados juntos en una crisis.
Pero, ¿qué tan bien se conocen entre ellos? Y, ¿qué sirve de fundamento
en sus relaciones?”.
Hoffman sabía que el reto iba a ser que estos imperfectos miembros
familiares fueran importantes —e incluso agradables— para el público.
“La empatía se obtiene a través de muchas maneras distintas”, explica
Hoffman con respecto a la manera en que abordó su cometido. “No
significa que tengas que interpretar al personaje en una vena positiva
—es más un entendido de que la vida es engañosa y difícil, y crea
personas que no siempre son perfectas, pero que, no obstante, son dignos
de tu empatía. Esperamos tener éxito en ello”.
El trío Savage lo termina por conformar el hombre que pone en marcha
toda la historia, el patriarca de la familia, Lenny Savage, cuya
irritable decadencia es interpretada por el veterano actor de cine y
teatro Philip Bosco, de 75 años de edad. Tamara Jenkins sintió que el
ganador del Premio Tony era la adición perfecta para el reparto —alguien
que pudiera darle vida a este complejo hombre con todos sus múltiples
matices grises. “Philip Bosco es brillante e intrépido”, comenta. “Es un
actor fantástico, pero, no obstante, la gente que no está familiarizada
con los escenarios neoyorquinos quizá y no lo reconozca, y eso me
encantó al momento que le di el papel”.
Bosco bromea de que Lenny “fue un papel de ensueño para un actor
—¡aparece casi la mitad de la película y tiene muy poco qué decir!”—
pero también sabía que el papel iba a requerir de un hábil toque humano.
Al igual que como sucedió con el resto del reparto, Bosco se sintió
atraído por el poder del guión. “La belleza del guión radica en que es
muy franco y honesto. No se guarda nada y pone todo sobre la mesa, y
deja que te formes tu propio criterio acerca de estos personajes”,
comenta Bosco, quien tiene siete hijos. “También creo que es un tema
tremendamente importante de abordar. Desde luego, la realidad es que
este hombre se está muriendo, así que es una obra muy conmovedora. Y el
hecho de que Jon y Wendy estén haciendo esto por su viejo, en vez de
tirarlo al contenedor, lo hace a final de cuentas edificante”.
Bosco quedó especialmente impresionado por el insistente realismo de THE
SAVAGES. “En la antigua versión de Hollywood de esta historia todo sería
color de rosa”, indica. “Pero entre más honestos seamos, mejor. Es
solamente a través de la comunicación, no el rechazo y la presunción,
que las cosas pueden mejorar”.
Si bien nunca antes había trabajado con Linney y Hoffman, la experiencia
le pareció a Bosco intensa y emocionante. “Los dos son actores
maravillosos que son bastante serios con respecto a su arte”, comenta
Bosco. “Fue un proceso muy colaborativo entre todos nosotros y la
directora, y debes de contar con ese tipo de reciprocidad. Es ahí donde
da inicio la creatividad”.
Los realizadores quedaron constantemente sorprendidos con la actuación
de Bosco. “Para interpretar a un hombre moribundo, y especialmente a un
hombre como Lenny Savage, se necesita de una gran cantidad de valor”,
señala Hope. “Philip tuvo que encontrar una manera de revelar el lado
humano de una persona cuyos propios hijos piensan que es un monstruo.
Una vez que la salud de Lenny comienza a deteriorarse y pierde contacto
con la vida diaria, todavía es capaz de permitirte ver la humanidad en
él”.
Con muy poco tiempo de sobra entre lo que fue conformar el reparto y el
dar inicio a la producción, Tamara Jenkins invitó a los actores a su
departamento en Nueva York para una serie rápida de ensayos y
conversaciones informales con respecto a la vida familiar de los Savage.
“Fue muy informal pero fue esencial”, recuerda. “Tengo unos recuerdos
muy vívidos de los tres sentados en mi sala leyendo las escenas en voz
alta por primera vez y pensar, ‘aquí están estos personajes, totalmente
vivos, en el mismísimo cuarto donde fueron creados’. Fue algo muy
intenso para mí”.
Jim Taylor lo resume: “La maravilloso acerca de todos los actores en
esta película es que todos profundizaron en sus respectivos personajes;
no se dedicaron solamente a patinar encima de la superficie del mismo.
Para cada uno de ellos, es acerca de encontrar esa humanidad”.
EL MUNDO DE LOS SAVAGE:
ACERCA DEL DISEÑO DE LA PELÍCULA
La producción de THE SAVAGES se trasladó del corazón de la ciudad de
Nueva York a Buffalo y más tarde a los pulcras comunidades de retiro en
Sun City, Arizona —para reflejar los mundos discordantes de los tres
miembros de la familia Savage. La película fue filmada en 30
vertiginosos días, que como Tamara Jenkins resume brevemente, “es muy
poco tiempo para pasar por tantas cosas a un nivel emocional”.
Desde el principio, Jenkins estaba consciente de que la filmación iba a
ser difícil para su reparto y equipo de producción. “Filmar en
hospitales y casas de retiro, y al mismo tiempo trabajar jornadas
increíblemente largas con un material tan complejo, fue simplemente
brutal”, admite. “Pero fue muy importante que el mundo físico de la
película se sintiera auténtico”.
Parte de ese realismo emergió de las locaciones que Jenkins y su equipo
creativo eligieron. “Nos fuimos de gira literalmente por asilos, centros
para ancianos, casas de retiro y hospitales de Nueva York y Arizona”,
recuerda. “Uno de los lugares más fascinantes para mí fue Sun City, que
nunca antes había visitado, pero que terminé investigando mientras
estaba escribiendo el guión. Es una de las principales comunidades de
retiro de los Estados Unidos y es como esta especie muy rara de País de
las Maravillas geriátrico. Realmente quería que la película contrastara
este mundo donde da inicio la historia de Lenny Savage con la cruda
realidad de su mudanza a Buffalo”.
Jenkins colaboró estrechamente con el director de fotografía Mott Hupfel
—un prometedor talento que recientemente obtuvo elogios por su trabajo
en blanco y negro en THE NOTORIOUS BETTIE PAGE— para desarrollar un
diseño visual naturalista, de tal forma que THE SAVAGES se sintiera
austero y absolutamente realista. “BETTIE PAGE fue estilizada
maravillosamente pero quería que esta película tuviera un sentir más
orgánico y Mott fue absolutamente brillante al respecto”, comenta
Jenkins. “Ciertamente no fue un rodaje glamoroso —los dos nos la pasamos
días deambulando por hospitales abandonados ataviados en abrigos y
sombreros—, pero gracias a Dios, Matt tiene este sentido del humor
maravilloso y sarcástico”.
Finalmente, Hupfel le daría énfasis a un estilo visual libre para la
película, que Jenkins dice tocó justo las notas correctas. “Es una
apariencia que es decididamente imperfecta, nada pulida y completamente
real”, comenta la directora.
La diseñadora de producción Jane Ann Stewart, quien ha trabajado en las
cuatro películas de Alexander Payne, más recientemente como creadora de
la mirada matizada del país de los vinos en SIDEWAYS, también trabajó de
cerca con Jenkins y Hupfel. Para THE SAVAGES, Stewart tuvo la
oportunidad de recrear dominios que la mayoría de la gente solamente
encuentra cuando sus propias vidas están en crisis —el tipo de lugares
en los que podrías estar adentro pero nunca ver en realidad.
“Jane fue maravillosa para esta historia porque es el tipo de diseñadora
de producción cuyo trabajo es tan brutalmente honesto que nunca llegas a
darte cuenta de que sus películas tienen un diseño perceptible alguno.
Tiene un radar poderoso para cualquier cosa que se vea falsa. También
tiene un sentido del humor perverso, que definitivamente ayudó mientras
visitábamos todos los asilos que investigamos”.
Entre las numerosos asilos y hospitales que la producción utilizó
estuvieron el Hudson Senior Residence en Hastings-on-Hudson, Nueva York;
The Westchester Center for Rehabilitation & Nursing en Mount Vernon (que
fungió como la locación para la conmovedora escena donde Lenny tiene un
arrebato público mientras está viendo THE JAZZ SINGER con sus hijos, en
Noche de Cine); la División Concord del hospital de la Universidad de
Staten Island, un ex hospital de un doctor que no había sido utilizado
en tres años; y el Hospital St. Agnes en White Plains.
Ninguna podría ser descrita como la más estimulante de las locaciones.
“A nadie le gusta filmar en hospitales y después de un tiempo comienza a
afectarte”, confiesa Laura Linney. “Todos estábamos muy felices cuando
salimos de los hospitales y los asilos”.
Otras locaciones clave incluyeron los hogares antitéticos de Wendy y
Jon: el minúsculo departamento de Wendy en la región del East Village,
en medio de todo, y la destartalada casa de Jon a las afueras de todo
eso. Para el hogar de Wendy, los realizadores utilizaron una pequeña
vivienda de una recámara ubicada en East Broadway, entre las calles de
Montgomery y Clinton. Jim Taylor explica: “Tamara y yo hemos vivido en
el East Village durante años, así que fue muy importante para ella que
apareciera el vecindario en la película. Quería ese tipo de textura”.
La textura incluía el ocasional ataque de claustrofobia. “El
departamento de Wendy era tan pequeño que cuando todos nos metimos
estaba increíblemente caliente e incómodo”, admite Laura Linney. “Pero
estuvo bien, porque creo que parte de ese sentimiento se desborda por la
pantalla”.
Otra locación notable fue el Teatro para la Nueva Ciudad (Theater for
the New City), que fungió como el Teatro del East Village donde la obra
de Wendy se presenta por primera vez. Un Centro Cultural Comunitario
ganador del Premio Pulitzer, que genera al año hasta 40 estrenos de
nuevas obras de teatro norteamericanas, y que al menos 10 de ellas son
de dramaturgos jóvenes y prometedores, el Teatro de la Nueva Ciudad es
uno de los más prolíficos de Nueva York. Para mantener las cosas en
familia, en la obra de Wendy el joven Jon fue interpretado por el
sobrino en la vida real de Tamara Jenkins, Max Goetz-Jenkins.
A pesar de los rigores de los horarios de rodaje y, aún más, de los
conflictos que el guión examina, THE SAVAGES fue una experiencia
inolvidable tanto para el reparto como para el equipo de producción. “En
una película como ésta, tienes la compañía de toda esta gente que debe
de reunirse y trabajar muy íntimamente entre ella durante un periodo muy
breve de tiempo”, comenta Philip Seymour Hoffman. “La dinámica de la
película se propaga en la gente que trabaja en ella y, a su vez, las
vidas de estas personas influyen en la película”.
Los realizadores esperan que el realismo de los personajes, las
locaciones y las situaciones también tengan un efecto en el público. “En
algunas ocasiones ser heroico no significa que debas impedir que una
bomba atómica explote dos segundos antes de que el detonador esté a
punto de hacer ignición”, comenta Jim Taylor. “También puede significar
sobrevivir el día, sobrevivir experiencias que te reten, y encontrar
reservas adicionales que no sabías que tenías. De esto tratan los
personajes. Ves en retrospectiva y piensas, ‘¿Cómo pude haber
sobrevivido eso? ¿Cómo lo logré?’ Y, de alguna manera, lo hicimos”.
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