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Información sobre la
Producción
El anuncio de una nueva cinta de Terry Gilliam suele provocar una
animada mezcla de emoción, curiosidad y, por qué no, miedo. El
visionario director es un reputado disidente, un inconformista
singularmente creativo, pero el camino que sus creaciones han tenido que
recorrer hasta la pantalla nunca ha estado libre de obstáculos. La
trágica pérdida de Heath Ledger durante el proceso de producción de THE
IMAGINUARIUM OF DOCTOR PARNASSUS supuso la posibilidad de una suspensión
y un cierre prematuros, pero Gilliam luchó a fin de reconfigurar la
historia sin tener que sacrificar el excelente desempeño de su estrella
en esta cinta. El director, su elenco de ensamble y su equipo trabajaron
conjuntamente y sin descanso para completar un viaje que había comenzado
en la ferviente e ilimitada imaginación de Gilliam y de su co-escritor
Charles McKeown dieciocho meses antes.
“Ya que el formato de la historia permite la preservación de todas sus
escenas, el trabajo realizado por Heath no será modificado mediante el
uso de tecnología digital”, declararon ante los medios y el público los
productores de la cinta: “Cada uno de los personajes interpretados por
Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law representa alguno de los aspectos
del papel que Heath desempeñaba”.
“Estoy muy agradecido con Johnny, con Colin y Jude por haberse sumado al
proyecto. Asimismo le agradezco a todos los que contribuyeron a la
finalización dela película”, añadió el director Terry Gilliam. “Y me
siento feliz porque la brillante actuación de Heath podrá ser compartida
con el resto del mundo”.
En esta contemporánea y fantástica aventura, el Dr. Parnassus
(Christopher Plummer) posee el extraordinario don de inspirar la
imaginación de los demás. Ayudado por su tropa de actores ambulantes,
incluyendo a Percy, su cínico y sarcástico colega (interpretado por
Verne Troye), Parnassus ofrece a los miembros de la audiencia la
posibilidad de trascender la realidad pedestre y mundana atravesando un
espejo mágico conducente a un universo fantástico e ilimitado. Sin
embargo, hay que pagar un precio por ello. Durante siglos, el Doctor ha
mantenido una apuesta con el Diablo, es decir, el Sr. Nick (Tom Waits),
quien ha aparecido finalmente para llevarse el premio- nos refernios a
Valentina (Lily Cole), la hermosa hija de Parnassus, quien está a punto
de cumplir dieciséis años.
Ignorante de lo que está a punto de ocurrirle, Valentina se enamora de
Tony (Heath Ledger), un paria encantador que posee su propia agenda
secreta. A fin de salvar a su hija y redimirse a sí mismo, Parnassus
realiza una apuesta final que forzará tanto a Tony (interpretado a lo
largo de sus numerosas visitas al otro mundo por Johnny Depp, Colin
Farell y Jude Law) y Valentina como a toda la tropa teatral a realizar
un retorcido y extraño viaje que los hará entrar y salir de Londres y
del espectacular paisaje del “Imaginarium”.
La fotografía principal de la cinta fue realizada a principios de
diciembre de 2007, en Londres. En este lugar, Gilliam filmó algunas de
las escenas dramáticas que incluyen a Parnassus, a su compañía y a su
antiguo establo convertido en teatro, todo ello recortado contra una
amplia gama de monumentos urbanos. El vagón, conducido por el Percy de
Verne Troyer, se convirtió en una imagen familiar y sin embargo
impactante para los juerguistas pre-navideños de la ciudad a causa de
sus traqueteantes recorridos nocturnos.
Las gélidas e invernales filmaciones nocturnas capturaron la extrañeza
del escenario ambulante del Imaginarium, desplegado con todos sus
ropajes y decorados en un animado parque de diversiones dominado por el
familiar perfil del Tower Bridge; más tarde fue montado en mitad de una
trifulca de borrachos bajo la imponente sombra de la Catedral de
Southwark; y por último fue invadido por una muchedumbre rusa en los
gloriosos confines del Mercado de Leadenhall. Dos de los personajes
principales colgaban peligrosamente, en una vendaval gélido y bajo una
lluvia artificial, del Puente de Blackfriars, que sobrevuele el río
Támesis, mientras que la gigantesca y ruinosa magnificencia de la
Estación Battersea, la estructura de ladrillos más grande de toda
Europa, sirvió como set para diversas escénicas domésticas en las que
Parnassus aparece con su ‘familia’ extensa.
Tras completar estas escenas ‘contemporáneas’, el equipo de producción
se asentó en los Bridge Studios, ubicados muy cerca de la ciudad de
Vancouver, en Canadá, y permaneció ahí durante siete semanas a fin de
realizar algunas escenas con pantalla azul, moldeando así la grandeza
épica del Imaginarium. Vancouver contaba asimismo con algunas locaciones
maravillosas, entre ellas el teatro art deco conocido como The Orpheum,
que sirvió como sede para el baile de caridad y la conferencia de
prensa.
El ganador del Oscar Heath Ledger (“The Dark Knight”, “Brokeback
Mountain”), interpreta al misterioso extraño Tony; le acompañan el
multipremiado Christopher Plummer (“The Insider”, “The Sound of Music”),
el ganador de un premio BAFTA Andrew Garfield (“Boy A”, “Lions for Lambs”),
quien interpreta a Anton, Verne Troyer (“The Love Guru”, “Austin Powers:
The Spy Who Shagged Me” y “Goldmember”) como Percy, la supermodelo Lily
Cole (“St Trinian’s”) como Valentina, y el legendario músico nominado
para un Oscar Tom Waits (“Wristcutters: A Love Story”, “Bram Stoker’s
Drácula”) como el demoníaco Señor Nick.
Johnny Depp, actor nominado tres veces para un Oscar (“Sweeney Todd: The
Demon Barber of Flete Street”, “Neverland”, “Pirates of the Carobbean”),
Colin Farrell (“Miami Vice”, “Alexander”), quien ha sido ganador de
numerosos premios, y Jude Law, actor nominado en un par de ocasiones
para un Oscar (“Cold Mountain”, “The Talented Mr Ripley”), se sumaron al
proyecto más adelante a fin de encarnar los otros aspectos de Tony.
El elenco de soporte incluye a actores tan notables como el sueco Peter
Stormare (“The Brothers Grimm”, “Dancer in the Dark”) en el papel del
Presidente del Universo, a la estrella de teatro y televisión Maggie
Steed, quien interpreta a la Mujer de Louis Vuitton, a los populares
cómicos Mark Benton (“Three and Out”), quien interpreta a Papá, y Simon
Day (“Run, Fat Boy, Run”) en el papel del Tío Bob, y a los novatos
Paloma Faith (“St Trinians”) como Sally, Richard Riddell (“Dogging: A
Love Story”) como Martin y Montserrat Lombard (que ha aparecido en los
programa de televisión “Love Soup” y “Ashes to Ashes”) como la amiga de
Sally.
Dirigida por Terry Gilliam (“Time Bandits”, “Brazil”, “Twelve Monkeys”)
y basada en un guión original co-escrito por él y Charles McKeown (“Brazil”,
“The Adventures of Baron Munchausen”), la cinta ha sido asimismo
producida por William Vance (nominado para un Oscar por “Capote”), Amy
Gilliam (“Push”), Samuel Hadida (“Solomon Kane”, “Silent Kane”) y Terry
Gilliam.
El talento-detrás-de-las-cámaras incluye a los colaboradores más
próximos a Gilliam, el cinematógrafo Incola Pecorini (“Tideland”, “Fear
and Loathing in Las Vegas”) y el editor ganador de un Premio BAFTA Mick
Audsley (“The Grifters”, “Twelve Monkeys”, “Harry Potter and the Goblet
of Fire”), con la dirección artística y los diseños originales de
Gilliam y Dave Warren (“Sweeney Todd: The Demon Barber of Flete Street”,
“10,000BC”). Anastasia Masaro (“Tideland”, “Show Me”) es la diseñadora
de producción, y su compatriota, la canadiense Monique Prudhomme
(“Juno”, “Best in Show”) es la diseñadora de vestuario. La ganadora de
un Oscar Sarah Monzani (“Valkyrie”, “Quest for Fire”) diseñó los
peinados y el maquillaje, y los ingenieros de sonido son Tim Fraser
(“Vera Drake”) y Eric Batut (“Fantastic Four”), mientras que Irene Lamb
(“The Brothers Grimm”, “The Adventures of Baron Munchausen”) es la
directora del proceso de selección del elenco. La música es de los
multipremiados hermanos canadienses Mychael Danna (“Little Miss Sunshine”,
“The Sweet Hereafter”) y Jeff Danna (“Tideland”, “Silent Hill”). El
productor en línea británico fue Rob How (“24 Hour Party People”, “28
Dayls Later”).
Los elaborados efectos visuales, extraídos de la activa imaginación de
Gilliam, se materializaron gracias al desempeño de The Peerless Camera
Company, la compañía londinense de efectos visuales que ha trabajado con
el director en todas sus cintas y que ha creado los impresionantes
efectos de las recientes cintas “United 93” y “Casino Royale”.
Samuel Hadida presenta una Producción de Infinity Features
Entertainment, una Producción de Poo Poo Pictures en asociación con
Davis Films Productions, THE IMAGINARIUM OF DOCTOR PARNASSUS, con las
actuaciones estelares de Heath Ledger, Christopher Plummer, Verne Troyer,
Andrew Garfield, Lily Cole y Tom Waits, además de la participación de
Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law. Dirigida por Terry Gilliam, la
cinta fue escrita Terry Gilliam y Charles McKeown y producida por
William Vince, Amy Gilliam, Samuel Hadida y Terry Gilliam. Los
productores ejecutivos son Victor Hadida y Dave Valleau. Samuel Hadida
posee los derechos globales de distribución de esta producción
oficialmente anglo-canadiense, que ha sido producida con la
participación de Telefilm Canada. Mandate International se ha hecho
cargo de las ventas internacionales.
Sinopsis:
The Imaginarium of Doctor Parnassus es una moraleja fantástica que se
despliega en un contexto contemporáneo. La cinta nos cuenta la historia
del Doctor Parnassus y su extraordinario ‘Imaginarium’, un espectáculo
ambulante en el que a los miembros de la audiencia se les concede la
irresistible oportunidad de entre la luz y el gozo o la oscuridad y la
melancolía.
Bendecido con el fabuloso don de poder guiar la imaginación de los
demás, sobre el Doctor Parnassus pesa asimismo una terrible una
maldición que le impide revelar un oscuro secreto. Jugador inveterado,
miles de años antes le apostó algo al Señor Nick, es decir, al Diablo, y
así obtuvo la inmortalidad. Siglos más tarde, al conocer a su amor
verdadero, Parnassus establece otro pacto con el demonio, intercambiando
su inmortalidad por un estado casi perpetuo de juventud, bajo la
condición de que cuando su hija cumpla dieciséis años se convierta en
propiedad del Señor Nick.
Valentina se aproxima rápidamente a esta ‘etapa de madurez’, a este hito
existencial, y el Doctor Parnassus se siente desesperado porque quiere
protegerla de su destino inminente. El Señor Nick hace su arribo y
espera recibir su premio, pero, siempre dispuesto a apostar, no le
molesta la idea de renegociar el asunto. Ahora el ganador de Valentina
será determinado por quienquiera que logre seducir a las primeras cinco
almas. Enlistando a un gran número de cómicos y muy seductores
personajes para el viaje que está a punto de emprender, el Doctor
Parnassus le promete la mano de su hija al hombre que le ayude a ganar.
En esta cautivante, explosiva y maravillosamente imaginativa carrera
contra el tiempo, el Doctor Parnassus debe luchar para salvar a su hija
en un paisaje eterno y repleto de obstáculos surrealistas – así como
para enmendar los errores cometidos en el pasado, ¡de una vez y para
siempre!
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Más Notas
Martillando el mármol:
En noviembre de 2006, Terry Gilliam y Charles McKeown comenzaron a
redactar este guión, su tercera colaboración literaria tras la creación
de “Brazil” y “The Adventures of Baron Munchausen”.
Gilliam había pensado en escribir algo original de nueva cuenta, tras
haber trabajado en una serie de proyectos basados en guiones ajenos o en
adaptaciones literarias. “Fue una buena idea, y además queríamos
comprobar si aún teníamos lo que se requiere para empezar desde cero”,
explica. Se puso manos a la obra y decidió explorar su arsenal de
material inutilizado – es decir, numerosas ideas dispersas o archivadas,
algunas pertenecientes a cintas nunca realizadas. Luego puso todas estas
piezas sobre la mesa para ver qué podía usar.
El director quería explorar la idea de una tropa conformada por actores
ambulantes, con sede en el Londres actual. Este grupo entraría y saldría
de toda una serie de mundos exóticos y fantásticos. Asimismo, Gilliam
imaginó un personaje central: un hombre un tanto perdido, fuera de
contexto, anacrónico; alguien a quien el público ya no desea escuchar.
Pero a McKeown se le ocurrió crear al Doctor Parnassus. “En realidad,
ésta es su aventura. No había nada definido, pero creo que Terry ya
tenía algo muy claro en mente. Creo que de aquí evolucionó la noción del
Doctor Parnassus como una especie de brujo asiático. Sin embargo, al
principio el personaje guardaba muy poca semejanza con la versión
final”.
La siguiente fase hizo que el dúo comenzara a arrojar ideas, a pesar de
que, de acuerdo con Gilliam, no existía ningún plan concreto. McKeown
pensó que la noción de libre albedrío tendría que ser uno de los
elementos más importantes de la cinta – la entrada a este mundo
extraordinario supone toda una gama de elecciones que rigen la vida de
los personajes. Los dos escritores trabajaron en computadora, enviándose
correos electrónicos con los adelantos. “Luego, tras un periodo de
comunicación virtual, celebrábamos una junta”, dice Gilliam.
“Revisábamos todo minuciosamente y, poco a poco, esculpíamos algo. Nada
tenía forma- teníamos que sentarnos y cincelar un gran bloque de mármol
hasta dar con alguna forma hermosa”.
“Hablamos durante un par de semanas acerca de todo esto, pero de manera
muy general”. Dice McKeown. “pasamos un díaa entero charlando acerca de
la amplia gama temática hasta que, finalmente, nos concentramos en la
cosa en sí, y en la relación de este idea específica con los sucesos
actuales. Fue una mezcla de un sinnúmero de elementos. Esto duró un par
de semanas, y luego comenzamos a aplicarle un tratamiento al guión.
“De hecho, yo insistí para que Terry redactara el boceto, porque me
parecía que él tenía una idea más clara de lo que tenía en mente. En ese
momento yo no entendía muy bien de qué iba la cosa. Pero el proyecto me
parecía divertido y ya podía imaginar la historia, sólo que Terry
parecía tener una perspectiva más definida. Más tarde comencé a escribir
escenas y diálogos, y a definir la personalidad de los personajes, la
atmósfera de los contextos y todo eso, esto es, di inicio a un proceso
de clarificación. Yo solía enviarle por e-mail unas seis o siete
cuartillas, y él utilizaba todo esto como base para desarrollar ideas.
Terry modificaba algunas cosas y embellecía otras, tomaba lo que le
gustaba y le añadía lo que le venía en gana. Mientras tanto, yo le
enviaba otro archivo y él me enviaba sus desarrollos.
“Fue un proceso fluido y ‘rodante’, un ir y venir. Luego, en determinado
momento, decidimos detenernos. Y es que nos aproximábamos al final de la
historia, así que preferimos hablar acerca de nuestras metas, y de lo
que ya teníamos hecho”.
Según Gilliam, “Fue como un torneo de tenis: nos arrojábamos mutuamente
esta pelota llena de ideas, y mientras tanto, la historia proseguía su
evolución. Cuentas con unas cuantas ideas, las incorporas, y poco a poco
obtienes una historia. Me ha gustado mucho trabajar de nueva cuenta con
Charles – ha pasado mucho tiempo desde lo de ‘Minchausen’”.
“Creo que los resultados difieren muchísimo de la idea inicial, y con
esto me refiero a todos y cada uno de los planos de la historia”,
confiesa McKeown. “Quizá el Doctor se parezca un poco a su boceto, pero
los demás personajes atravesaron un sinnúmero de transformaciones
durante el proceso de redacción. Por ejemplo, Valentina, la hija de
Parnassus, cambió mucho, y los demás personajes sufrieron mutaciones
cada vez que nos parecía que algo en ellos no daba el ancho.
“Nos gusta romper las reglas, para ser sinceros. Se supone que debes
centrarte en el personaje principal. Ésa es una de las recetas para el
éxito: contar con un personaje central que las audiencias puedan
identificar y estimar. Pero esto es una pieza grupal, y a pesar de que
el título evoca al Doctor Parnassus, y aunque la acción gire en torno
suyo, las historias de los otros personajes podrían cautivarte con la
misma intensidad.
“El tema de la imaginación es medular – el papel que la imaginación
desempeña en tu vida y en tu manera de pensar, todo eso – pero eso fue
idea de Terry. Durante algún tiempo, él hizo suyos guiones ajenos y
libros ajenos, es decir, les imprimió su sello y por ello es fácil
identificar estas historias como si fuesen tan sólo cintas dirigidas por
Terry. Pero creo que este nuevo proyecto trasciende los últimos trabajos
del director. Esta vez se trata de algo suyo. Ésta podría ser la cinta
definitiva de Terry Gilliam. Terry suele invertir toda su energía y
vigor, eso no es nada nuevo, pero el trabajo para el que ha sido
convocado tiene que valer la pena. Tiene que ser algo por lo que valga
la pena desgastarse, y yo estoy seguro de que la creación de “Brazil”
valió la pena, así como algunos fragmentos de “Munchausen”. Sus
proyectos tienden a ser sumamente viscerales porque Terry no conoce
límites una vez que se ha comprometido. Esta vez él se comprometió
totalmente, y estoy seguro de que este trabajo será mucho más
significativo que todo lo que ha hecho en los últimos tiempos”.
“No sé de quién puede ser esta ‘autobiografía’”, confiesa Gilliam. “Es
decir, yo pensaba que la historia guardaba un cierto parecido con mi
propia biografía, pero a estas alturas ya no estoy tan seguro. Creo que
la película gira en torno a las luchas creativas de los artistas...
Éstos siempre intentan inspirar y abrir los ojos del resto del mundo,
pero casi siempre fracasan – es la triste realidad.
“La idea es a la vez trágica y mágica – un grupo de personas en un
teatro asombroso, deambulando por Londres, pero nadie les hace caso.
Estoy convencido de que en el mundo contemporáneo la gente ya no puede
discernir lo verdaderamente importante. Todo mundo está atrapado por sus
Ipods y sus videojuegos, o por sus acciones en la bolsa de valores –
todo ello muy interesante y sin embargo una pérdida de tiempo. Hay cosas
extraordinarias e importantes sucediendo ahí afuera, pero nadie presta
atención”.
Llevando todo esto a la pantalla:
“Hacía mucho tiempo que no elaboraba un guión gráfico”, recuerda Terry
Gilliam, con un destello de jovialidad traviesa en la mirada. “Por ello
disfruté mucho de todo esto. Fue como revisitar mis cintas más viejas,
en las que yo solía hacerlo todo. Es una parte muy emocionante del
proceso – el hecho de sentarse y ponerse a dibujar. Esto tiende a
transformarlo todo. Las cosas cambian por completo. Por lo general, una
vez concretado el guión gráfico, ya no suelo revisar el guión literario,
porque todo ha sido reescrito basándonos en los dibujos recién hechos.
Es muy hermoso y agradable. Utilizamos modelos, imágenes generadas por
computadora y demás cosas que luego mezclamos para confundir a todo
mundo. Y es que no deseamos que la gente sepa cómo hemos creado nuestros
mundos. Tal y como ocurre con un truco de magia...
Amy Gilliam comenzaba a probar suerte como productora, trabajando en
Vancouver junto con el galardonado William Vince, cuando le informaron
que su padre se encontraba escribiendo un nuevo guión. “Tras doce años
de trabajo en la industria cinematográfica, uno de mis deseos más
fuertes consistía en producir algún día una cinta con mi padre”,
rememora. “Cuando leí el guión caí en la cuenta de que contenía todo
aquello con lo que crecí – imaginación y aventura – esta cinta es magia
pura. No se trata de una historia de la que yo haya oído hablar desde mi
infancia, pero creo que muchos elementos tienen un lugar en mi corazón y
en mis experiencias. Terry buscaba un financiamiento, pero yo pensé,
‘Quiero hacer esto. Creo que sería un logro importante’. Bill Vince notó
mi energía y mi emoción, lo apasionada que me sentí con este proyecto, y
él es la clase de hombre que desea que las cosas funcionen para aquellos
en los que cree”.
Samuel Hadida se sumó al equipo de productores de Bill y Amy. Él fue
quien, hace unos años, distribuyó “The Brothers Grimm”, también de
Gilliam, en Francia. Hadida ya conocía el guión, y se sentía
impresionado, pero lo que más le gustó fue poder echar un vistazo al
libro de arte que Terry creó a fin de ilustrar su meta y su visión: “Nos
ayudó a visualizar y comprender sus propósitos. Esta cinta es muy visual
y cuenta con una gran cantidad de efectos especiales, y lo mejor es que
todo mundo pudo ver el proceso de la misma manera. El mundo de Gilliam
mundo fue creado en un guión gráfico, y gracias a ello pudimos darnos
una idea del rumbo que la apariencia y las animaciones tomarían – y fue
un desafío gigantesco”.
“El diseño del Imaginarium quizá encontró un punto de partida en los
teatros de juguete de Pollock, que se encuentran en Londres”, rememora
Gilliam. “Cuando llegué a este lugar había una tienda que aún existe.
Ahí hacen teatros Victorianos de juguete, consistentes en siluetas de
cartón recortado. Estos productos siempre me han intrigado. Así que
decidí visitar el Museo del Niño, porque ahí tienen unas muestras
originales muy viejas, y yo tomé muchas fotografías que más tarde alteré
utilizando Photoshop.
“Para los diseños de exteriores utilizamos libros repletos de símbolos
herméticos, así como algunas obras de Robert Fludd. Esa clase de
material me fascina. No sé lo que significan, pero disparan ideas y por
ello decidimos recopilarlos y aplicarlos a nuestro teatro. Podrás ver
serpientes, demonios, ojos malignos y pentagramas, cosas por el estilo –
una mezcla de los arcanos de todos los tiempos. La imaginería medieval y
la iconografía son muy saludables para tu imaginación. Los alquimistas
intentaban describir el mundo y descifrar el cosmos, y el sentido que
buscaban era a un tiempo visual y filosófico. No se parece en nada a la
realidad actual y por lo general me resulta más fácil memorizar estos
símbolos que las cosas que ocurren en nuestro espacio y tiempo”.
“Ahora que hemos concluido el rodaje sé de qué trata la historia, o al
menos todo me queda claro, porque durante el proceso de escritura no
teníamos ni idea de lo que estaba pasando. ¡A veces creo que sólo hago
películas para entender al final qué diablos estoy haciendo! Bueno,
sabíamos que contábamos con dos antagonistas en pie de lucha – un tipo
que podría ser el Diablo y otro que podría ser dios, pero en realidad se
encuentran por debajo de estos arquetipos, son sólo Demiurgos. Y hemos
modificado un poco lo que cada uno quiere ofrecerle al mundo. Parnassus
te ofrece la oportunidad de expandir tu imaginación, pero esto no
significa que el proceso resulte sencillo o placentero. Y las elecciones
que Parnassus te ofrece – si acaso escoges la correcta – pueden
iluminarte, pero el camino será realmente dificultoso. El sendero más
cómodo es el del Señor Nick. Durante el proceso de escritura cambiamos
mil veces las ofertas del Señor Nick. Al final se nos ocurrió que podría
vender la idea del miedo y la inseguridad. Él se nutre de nuestras
debilidades, mientras que Parnassus le apuesta a la fortaleza y la
voluntad de las personas, a la valentía requerida para asumir riesgos.
“Tony se pregunta algo acerca del Doctor, ‘Si con su poder puede
controlar la mente, ¿por qué no se ha erigido en el amo del mundo?’
Anton le responde con una frase que me encanta: ‘Él no quiere reinar –
lo que desea es que el mundo pueda gobernarse a sí mismo’. Hay que
hacerse responsables. Me parece muy importante poder plantar ideas como
esa”.
El Proceso de selección del elenco:
“Christopher Plummer fue el primer actor que sometimos a prueba, según
recuerdo”, explica Gilliam. “Es un actor grandioso. Es muy teatral, su
edad es perfecta, y desde hace mucho tiempo es una estrella
indiscutible. Su hija Amanda Plummer trabajó conmigo en “The Fisher
King”, y en realidad la relación entre padre e hija es muy interesante.
Lo mejor es que el sentido teatral de Christopher resultó perfecto para
el personaje – así como el hecho de que a su trabajo le añadió siempre
una pizca de humor”.
“Al parecer yo interpreto al personaje pricnipal de esta película”,
reflexiona Plummer. “No me refiero al Imaginarium, sino al Doctor
Parnassus. Terry Gilliam me sorprendió cierto día llamándome por
teléfono. Me dijo, ‘me gustaría que interpretaras a la criatura que da
nombre a mi nueva película – se trata de un viejo maravilloso’. Yo pensé
que seguramente me había llamado porque quedan muy pocos actores viejos
capaces de articular una frase – y yo soy uno de ellos. Cada año me va
mejor, porque ya quedan muy pocos, y mientras yo siga cuerdo y con vida
puedo presentarme en el set. Así que acepté.
“No sé lo que hice con Parnassus. De cuando en cuando me pareció que el
guión era excesivamente melodramático, así que tomando en cuenta el
colorido de los sets, así como la maravillosa actividad de las otras
criaturas – porque Terry adora el movimiento – decidí convertir a mi
Doctor en un tipo estático e introspectivo, en lugar de transformarlo en
una persona descaradamente sensiblera. Creo que funcionó, porque
Parnassus posee una tristeza interna consistente en el hecho que ha
traicionado a su propia hija. Creo que este aspecto le otorga un balance
magnífico – y así la cinta trasciende lo meramente fantástico. La
película tenía que ostentar un costado oscuro y trágico. Y a pesar de
que no me costó mucho lidiar con este especto, los elementos están ahí”.
Gilliam prosigue: “Un animador holandés quería ponerse en contacto con
Tom Waits (a quien considero el poeta musical más importante de los
Estados Unidos) y me preguntó si sería posible enviarle un guión. Eso
hice. Tenía años de no hablar con Tom. No se interesó por el proyecto de
mi amigo, pero me preguntó si yo no tenía nada por ahí para él... le
dije, ‘Bien, pues mi nueva cinta incluye un personaje muy
interesante...’ Y eso fue todo. Le dije que tenía un papel disponible y
él me contestó, ‘Cuenta conmigo’. Y ni siquiera había leído el guión”.
“Yo interpreto al Diablo”, explica Waits. “Yo no interpreto a un
diablillo, ni a un tipo algo malévolo. Interpreto al demonio mismo. Es
un juego sumamente curioso - ¿cómo interpretarías al diablo? ¿Cómo
interpretarías un arquetipo tan grande y profundo? Al final caí en la
cuenta de que tendría que hacerlo solo – es mi demonio. Tengo un estilo
personal y lo he aplicado. Espero haber estado a al altura de las
expectativas de Terry. Espero haber superado sus expectativas. A veces
no estoy seguro de lo que hago, pero sea lo que sea, haberlo hecho
bien”.
“Durante la búsqueda de nuestra Vaslentina. Irene Lamb, encargada del
proceso de selección de actores, me dijo, ‘Tienes que ver en acción a
Lily Cole”, rememora Gilliam. “Así que realizamos una pequeña prueba y
¡bingo! Así de sencillo. Yo sólo quería a alguien que luciera
maravillosamente, pero que asimismo no pareciera mayor de dieciséis
años. En realidad, cuando comenzamos el rodaje de las escenas de Lily,
pensé que habíamos cometido un error, porque su experiencia era nula y
además se encontraba rodeada de actores fenomenales. Pero estuvo a la
altura, y con el tiempo mejoró. Al final fuimos premiados con una
actuación maravillosa”.
“Esto es extenuante”, admitió Cole durante la filmación. “Pero me siento
muy satisfecha, y Terry tiene un gran corazón. Todos los involucrados
son excelentes personas, así que la atmósfera laboral ha sido muy
saludable. Todo mundo está dispuesto a cooperar. No veo por ningún lado
una lucha de egos. Terry es un gran bromista, y aquí no siento ninguna
clase de jerarquía –a pesar de que sí hay figuras autoritarias. La
actitud general nos ha incentivado a todos, y esto me parece asombroso y
sumamente especial.
“Es algo muy distinto a mi trabajo como modelo, pero eso ya me lo
esperaba. Los aspectos técnicos son muy distintos, al igual que el
ambiente de la industria cinematográfica. A grandes rasgos, quizás estos
dos mundos sean similares, pero lado a lado existen un sinnúmero de
diferencias. Siento una mayor presión y un mayor compromiso con la
actuación – en cambio, modelar es como un montaje. Son pocos los
elementos personales que una puede aportar en ese ámbito, mientras que
la actuación es estética, por supuesto, pero sólo en parte. Sé que yo
misma cumplía con este requisito, y por ello obtuve el papel. Pero una
vez en el set hay veinte millones de senderos. Y esto constituye un
auténtico desafío: ¿qué soy capaz de hacer? Pues bien, debo demostrarlo.
Esto dificulta todo, pero a la vez lo hace más emocionante”.
“Verne Troyer fue seleccionado casi al principio”, dice Gilliam. “Él
participó en ‘Fear and Loathing in Las Vegas’ – aunque sólo durante un
par de segundos. Pensé que si nuestra intención consistía en conformar
un grupo de gente extraordinaria, un tipo pequeño pero ordinario no
serviría de mucho – teníamos que conseguir al tipo más pequeño del
mundo. Sin embargo, no se trata solamente de su tamaño... conozco su
actitud y me parece que él es perfecto para el personaje de Percy,
porque Percy es un cínico, un listillo, que no está dispuesto a soportar
las tonterías de los demás. Verne se conduce así, justamente”.
Troyer está de acuerdo: “Le he inyectado mucho de mi propia personalidad
a Percy. Mi personaje es sarcástico, un cínico al que el mundo le
importa un carajo. Me encantó mi interpretación. Si tuviera que volver a
interpretarlo, lo haría gustoso. Me gustan los desafíos. No me parece
que Terry sea un director muy exigente, porque cuando deseas que una
escena sea realmente eficaz, no vale la pena flojear y hacerse el tonto.
Terry sabe lo que quiere, y sus ideas son grandiosas y sumamente
divertidas”.
Según Gilliam: “Heath Ledger estuvo aquí en Inglaterra trabajando en
‘The Dark Knight’, y él se trajo consigo a un amigo mutuo que trabajado
en los guiones gráficos de “The Brothers Grimm”. Estaban filmando un
video musical y para ello requerían un espacio laboral. Yo les conseguí
un estudio en Peerless (nuestra compañía de efectos visuales),
específicamente la sala de proyección. Cierto día estuve ahí presentando
mis dibujos para el proceso de pre-visualización, y Heath y Daniele
decidieron quedarse a presenciar el acto. Comencé a proyectar las
imágenes, dando mi explicación, y durante la conferencia Heath me
escribió un mensaje en una hoja de papel: ‘Me gustaría ser Tony’. Él ya
había visto el guión, pero yo no le había ofrecido nada. ‘¿Estas
hablando en serio?’, le pregunté. Y él me respondió que sí, sobre todo
porque era una película que anhelaba ver con toda su alma. En cuanto
Heath se sumó al equipo, yo imaginé que las cosas comenzarían a
funcionar perfectamente... ¡me equivoqué!”
“Por último, la gente no cesaba de recomendarme a Andrew Garfield. Nunca
antes lo había visto, pero me envió un video a manera de prueba. Esta
cinta la filmaron él y su novia en Los Ángeles. Interpretó cada escena
de tres formas diferentes y yo me dije, ‘Este tipo es absolutamente
brillante’. Una semana más tarde recibí una llamada de Heath, quien me
preguntó, ‘¿Conoces a un tipo llamado Andrew?’ Le dije que sí. Me dijo,
‘No lo creerás, pero estoy a punto de llegar a su fiesta de cumpleaños’.
Las fuerzas más extrañas comenzaban a tejer nuestro destino”.
Garfield se emocionó muchísimo cuando fue elegido: “Anton es un tipo muy
jubiloso, cálido e infantil, pero a la vez me parece más sabio que la
mayoría de la gente que le dobla la edad. Su manera de ver el mundo es
sencillamente fantástica: es de una pureza y una inocencia asombrosas.
Me parece que Terry suele ver las cosas en blanco y negro. Le gusta que
las cosas encajen nítidamente en las categorías de lo bueno y lo malo,
tanto en sus cintas como en su vida. Así que me parece que yo soy de los
buenos, a pesar de una cierta oscuridad que comienza a ensombrecer el
talante de mi personaje. Yo imagino que soy Terry de niño, o una especie
de Terry adolescente, en todo caso alguien que intenta encontrar su
identidad y su lugar en el mundo, que intenta ser bueno ayudando de
diversas maneras.
“Terry suele ser muy, muy honesto. Él jamás trataría de manipularte
haciéndote creer que es más sabio que tú. Te trata con ecuanimidad. Pero
espera que seas creativo diariamente, porque no tienes que dejárselo
todo a él o a su equipo de producción. La presión es real todos los
días; en el trabajo debes ser puntual y oportuno, creativo y osado. Y,
para serte sincero, creo que él suele incentivarte a cruzar una línea
que de otra manera jamás te atreverías a cruzar. Es fácil notar cuando
está contento o cuando no lo está. Sin embargo, él puede acicatearte,
pero no es didáctico”.
La siguiente fase del viaje de Gilliam había comenzado. “Los ensayos
resultaron interesantes porque los actores trataron por todos los medios
de darle forma a sus personajes. Pero Christopher tuvo desde el comienzo
una idea muy clara de lo que esperaba. Cuando comenzábamos una escena,
siempre basándonos en el guión, y yo señalaba algo como, ‘ Y ahora
Parnassus desciende por las escaleras’, él se volvía hacia mí y decía,
‘No me parece adecuado que Parnassus haga su aparición en este
instante’. Yo le preguntaba, ‘Pero, ¿por qué?’ y Chris respondía,
‘Porque seguramente se quedará ahí de pie sin nada que hacer...’ Un gran
actor de teatro siempre sabe de qué forma y en qué momento hacer su
entrada.
“Nunca antes en mi carrera había permitido tantas variaciones, y todo
ello se los debo a Heath... él estaba tan repleto de ideas y de diálogos
frescos, y solía ser tan veloz e inventivo. Seguía volando, por decirlo
de alguna manera, a causa de la interpretación de El Guasón, que recién
había concluido y que lo había liberado como ningún otro trabajo
anterior. Heath no cesaba de decirme que desde entonces podía hacer toda
suerte de cosas increíbles en sus escenas. Durante las primeras dos
semanas de ensayos, Andrew, quien en el pasado nunca había improvisado,
intentó competir con él, pero Heath, esta vez en el papel de Tony, se
desenvolvía con demasiada rapidez y con un enfoque envidiable, casi
intimidatorio. Y no funcionó. Eventualmente, Andrew descubrió que podía
competir en otro nivel sin por ello tener que sacrificar la
vulnerabilidad de su personaje... y así se volvió juguetón y ligero.
Esto le confirió a Anton una especie de poder incomprensible para Tony.
“Me dejé guiar por mis sentimientos, lo cual no es usual en mí. En gran
medida, esto se debió al entusiasmo de Heath, a su energía y a todo lo
que se le ocurría. Yo lo veía y tomaba en cuenta todo lo que me decía.
Siempre he pensado que yo no soy un director, sino tan sólo un filtro.
No me importa de dónde provenga una idea mientras ésta funcione mejor
que las demás. Afortunadamente, mi trabajo consiste en seleccionar las
mejores ideas.
“Esto es muy interesante: cuando Heath murió, Andrew logró llenar por
momentos el hueco dejado por nuestra estrella – se había vuelto
brillante para la improvisación, y muy gracioso. Me dijo que nunca antes
había considerado seriamente la comedia, ya que la mayoría de sus
personajes habían sido muy serios e intensos. Fue asombroso poder
atestiguar las mutaciones y el crecimiento de la película, como si ésta
se estuviese creando a sí misma”.
Los productores se sienten muy satisfechos con el desempeño del
ensamble. “Lo más importante es que un actor pueda insuflarle vida a su
papel”, dice Samuel Hadida. “Los efectos visuales y el diseño pueden ser
grandiosos, pero la emotividad de una cinta está dada solamente por sus
actuaciones. Y es por ello que el director requiere de una habilidad
específica: me refiero a que él debe hallar a los actores más adecuados
para el mundo que planea crear. Terry puede ver la chispa en los ojos de
los actores, puede ver lo que hay en sus movimientos, en su trabajo y en
la actuación misma. Creo que su talento es increíble. No sólo cuenta con
un mundo propio, sino que asimismo sabe cómo hacer para que la vida
emane de dicho mundo.
“Como productor debes proporcionar todas las herramientas y toda la
libertad para que un director como Terry Gilliam pueda expresarse – para
hacer posible que su visión pueda ser transportada del papel a la
pantalla. Nuestra meta consiste en ayudarle a concretar y materializar
su visión desde el momento en que ésta ha sido imaginada, para que al
final cuente con todo lo que necesita para realizar una película ideal”.
Los Mundos del Doctor Parnassus:
La misión consistente en llevar la fantástica visión del director hasta
la pantalla se convirtió en una pasión y en una labor de amor para su
talentoso y prodigioso equipo de producción.
El colaborador más próximo a Gilliam, el cinematógrafo Nicola Pecorini,
estuvo involucrado con el proyecto desde el principio. “El nivel de
poesía del guión me sedujo más que ninguna otra cosa. Tras haber
compartido las pasiones y frustraciones de Terry durante los últimos
diez años, ahora puedo comprender el origen de su ‘Parnassus’. Un hombre
extenuado, que ha tratado de iluminar durante siglos a sus congéneres,
que ha intentado enseñarles que la imaginación debe volar y florecer y
que los sueños no son una carga sino una poderosa fuente. Parnassus es
Terry. Este guión es el afortunado resultado de una batalla muy longeva
contra el sistema, de las frustraciones acumuladas mientras el director
intentaba moldear ideas sublimes.
“La historia la entendí como un resumen fantástico de la carrera de
Terry: puedes encontrar ahí todos los elementos que han estado
presentes, de manera explícita o velada, en todos sus trabajos
anteriores. Definitivamente se trata de un guión maduro y estoy
convencido de que ese gran público que adora y aprecia la obra de Terry
considerará a ‘Parnassus’ una especie de apoteosis del arte de este
director.
“Tratamos de planear todos los detalles por adelantado. Las secuencias
del Imaginarium, sobre todo, han sido creadas cuadro por cuadro, toma
por toma. Pero ni siquiera la planeación más cuidadosa podría eludir lo
inesperado, o los fracasos humanos, cuando la apuesta consiste en
realizar una entrega oportuna y precisa. Terry y yo compartimos una
visión que solemos denominar ‘el escenario cinemático’, en otras
palabras, un encuadre de 360 grados. Y nosotros hemos alcanzado una
simbiosis total. Sin hablar, invariablemente llegamos a las mismas
conclusiones y adoptamos las mismas soluciones. Para mí, trabajar al
lado de Terry es de lo más sencillo, incluso si en el plano técnico la
tarea en turno supone un reto. La iluminación para un campo de visión de
360 grados es algo mucho más complejo que el mero posicionamiento de
unos cuantos lentes gran-angulares. En realidad, la dificultad mayor
estriba en convencer a los demás de la funcionalidad de nuestro
abordaje.
“Es cierto, Terry suele echar mano del gran angular en todas sus cintas,
pero si miras a tu alrededor notarás que el mundo en sí está se compone
de esta clase de vistas. La visión humana es como un gran angular, así
que lo que nosotros pretendemos consiste en estimular la capacidad de
elección del espectador- he ahí el abordaje de Terry. Con el gran
angular tú mismo debes elegir lo que quieres ver y para ello debes
utilizar tu cerebro. Cuando los cinematógrafos constriñen el campo de
visión y la profundidad del mismo, en realidad están definiendo lo que
el público debe ver. A terry no le interesa esta dirección, y yo estoy
con él totalmente.
“Todos los días se aprende algo nuevo. Cuando ya no tenga nada más que
aprender abandonaré este trabajo. Esperanzadamente, eso jamás ocurrirá.
Si no aprendes nada nuevo, debes cambiar de actividad, porque eso
significa que ya dominas tu arte actual”.
Mike Audsley, el editor de Terry en “Twelve Monkeys”, había estado
esperando esta oportunidad desde hace diez años. Tal y como ocurrió con
Nicola, Audsley se involucró en este proyecto desde la fase embrionaria.
“Lo primero que hice fue abordar el guión gráfico. A mí me gusta
involucrarme en las primeras fases de un proyecto, porque quizás puedo
detectar ciertas cosas y señalarlas antes de que el equipo comience a
filmar. Mi palabra suele tener casi tanto peso como la del director,
pero yo no decido acerca de lo que al final aparecerá en pantalla, así
que mi meta consiste en enhebrar un eje conductor y en orquestar una
historia para el público – efectivamente, soy un poco como un conductor
de orquesta. Así que lo que podamos hacer para atar los cabos sueltos de
la película, la velocidad que queramos imprimirle, resulta crucial para
el viaje que el público está a punto de emprender. Mi trabajo engloba
ciertas nociones de velocidad y comprensión, pero también implica un
proceso de selección de las mejores actuaciones.
“Me parece que los retos particulares de esta cinta se encuentran en las
pantallas azules, o en el mundo artificial que hemos intentado crear
detrás del espejo. El material que suelo recibir sólo ha sido realizado
parcialmente, y de hecho constituye solamente una pequeña porción de la
información requerida. Así que tenemos que dar inicio al proceso tomando
unas cuantas decisiones editoriales basándonos en el escaso material
recibido. Un auténtico reto.
“Obviamente, lo más importante son las actuaciones, y en segundo la
construcción de las escenas que permiten la implementación de
información digital. El trabajo digital contribuye a que la historia
pueda ser narrada ordenadamente. Pero en mi trabajo yo no puedo entender
la historia más que muy vagamente – Terry lo tiene ya todo elaborado en
la cabeza, y por ello debo vincularme con el equipo de efectos visuales
a fin de presentar algo coherente”.
La diseñadora de vestuarios Monique Proudhomme se siente asimismo feliz
por el trabajo realizado para el director. “Terry está dispuesto a
intentar toda suerte de propuestas interesantes y a realizar pruebas con
todo lo que pueda llamar su atención, y su abordaje es siempre muy
generoso. Si tienes una idea, él siempre está dispuesto a escucharte.
Terry se implica de lleno en todos los aspectos del proceso – y en
realidad no existe nada planeado de antemano, es decir, nada que no
pueda ser modificado sobre la marcha. El objetivo consiste en mantener
viva la fluidez de la creación. Es como una aventura.
“El proceso comienza con lo que me gusta llamar el ‘periodo de cacería y
recolección’. Todos tenemos ciertas ideas que consideramos convenientes
para un proyecto. Debes comenzar buscando libros e imágenes. En esta
ocasión, Terry también propuso sus propias imágenes, así que con todo
esto, uno debe cazar y recolectar. Recolectar ropa y accesorios –
sombreros, abrigos y bufandas – y así, cuando el actor hace su arribo,
el personaje comienza moldearse, como si se tratara de una escultura.
“Yo siempre he creído que mi trabajo es algo así como un trampolín o
filtro que los actores utilizan para conocer a sus personajes. Así, si
te mantienes abierto al proceso y te olvidas del prejuicio que suele
convertir al actor en un gancho para colgar la ropa, resulta sencillo
crear un personaje de altura, con cuerpo y las expresiones adecuadas.
Más adelante tendrás que moldear esta figura e inventar unas cuantas
cosas. En esta película, este proceso lo he llevado a sus últimas
consecuencias.
“Creo que los disfraces existen para realzar al personaje, o para crear
una imagen memorable. Y el actor debe sentirse cómodo con la imagen que
proyectará. Por ejemplo, en el caso del Doctor Parnassus, que no es otra
cosa que un ser inmortal, se me ocurrió que su estancia en Londres haría
de el un hombre que siempre tiene frío, que siempre está mojado y húmedo
a causa de las zonas abandonadas en las que habita. Así que lo vestí en
capas, con muchas camisetas y camisas y suéteres y forros y abrigos que
lo recubren todo. Sin olvidar las bufandas, claro está. Y esta
apariencia ‘en capas’ podía avenirse a sus distintas acciones – bastaba
con quitarle algunas cosas, añadiéndole otras – pero también para crear
un personaje gruñón que sólo desea proseguir con su vida.
“La posibilidad de trabajar con Terry constituye un privilegio y un
honor. El pozo del que extrae sus ideas es aparentemente inacabable. Su
mundo es sumamente ecléctico y esto no hace sino estimular mi propia
sensibilidad. Si yo presento dos ideas, él propone veinte más. Así, mi
trabajo consistió también en intercambiar con él ideas e intereses.
Mientras podamos mantener su interés y la fluidez del proyecto, siempre
será posible tener una idea un día, pero una mejor al siguiente. Este
flujo supone un método de trabajo fabuloso”.
La diseñadora de maquillaje y peinados Sarah Monzani asegura que los dos
mundos explorados en la cinta constituyeron un reto muy interesante para
ella y su equipo. “Conozco a Terry desde hace mucho tiempo. Asimismo
conozco su método de trabajo a la perfección. Es muy detallista y todo
lo que escribe proviene de su propia imaginación. La tarea más ardua
consiste en materializar toda esa imaginería. Pero él es muy generoso
porque te permite mirar en su interior y extraer el material poco a
poco, y es que sencillamente no es posible sacarlo todo de un tirón. El
guión merece numerosas lecturas- y en cada una aparecerá algo nunca
antes visto, nunca antes pensado.
“En esta ocasión tenemos dos historias principales. Una de ellas tiene
que ver con la gente involucrada en la cinta, los jugadores si prefieres
llamarles así, o la gente que ocupa un lugar en la vida de Parnassus.
Son gente normal, un tanto desaliñada – de hecho, en su vagón el agua
suele ser muy escasa. Pero de pronto puedes adentrarte en un mundo
mágico repleto de actuaciones minúsculas, y cada uno de estos
micro-espectáculos es realmente único. Valentina es quien mejor
representa semejante estado de cosas. A causa de su edad, mil años
cuando menos, el Doctor Parnassus inyecta cada actuación con alguna
detalle aprendido a lo largo de los siglos, independientemente de si se
trata de un elemento medieval o moderno.
“Las apariencias que he creado para Valentina están basadas en este
hecho: en lo que ella quisiera ser y hacer tomando en cuenta su corta
edad, o en las cosas que ella misma ha hallado en los vestidores
sumamente antiguos del Doctor. Yo misma imaginé que todos los disfraces
podrían salir de los viejos vestidores que Monique Prudhomme me regaló.
Yo desarrollé la apariencia de los personajes basándome en lo que ella
me dio. Fue una locura, ¡una auténtica locura!”
La encargada de mantener toda esta locura bajo control no es otra que la
hija de Terry, la productora Amy Gilliam. “Siento que soy la responsable
de todos los aspectos de la cinta. Suelo ejercer un control total en
todos mis proyectos, y en esta ocasión la cosa es aún peor porque da la
casualidad de que el director es mi padre. Esta es la segunda película
que produzco, pero en realidad ésta es la primera vez que me involucro
al 100%. Se trata de una coproducción anglo-canadiense, y a causa de
ello este trabajo es muy complejo. Pero estoy aprendiendo muchas cosas.
“Me parece increíble que el proyecto haya podido materializarse tan
velozmente. Había algo muy especial en el guión. Los paralelismos entre
el Doctor Parnassus y mi padre, señalados ya por un número creciente de
personas, son para mí sumamente reales – y es que soy su hija mayor. Eso
fue lo que más me intrigó, y en cierto sentido marcó el comienzo de un
compromiso doloroso y a largo plazo.
“Esta experiencia al lado de mi padre ha sido grandiosa – él es sin duda
el mejor director del mundo. Todo mundo me pregunta si éste no fue uno
de los proyectos más arduos de toda mi carrera, tomando en cuenta los
altibajos, las pesadillas y el drama por el que atravesamos, pero los
resultados hablan por sí mismos. Hemos logrado algo mágico y
espectacular, algo que a todos nos enorgullece – todo ese dolor, la
sangre, el sudor y las lágrimas han valido la pena y al final esto ha
sido realmente extraordinario y muy agradable.
“Adoro trabajar con mi padre, y creo que el método que implementamos es
insustituible. No hay nada peor que marcar diferencias y crear una línea
divisoria entreel trabajo y la vida familiar. Sin embargo, a veces tengo
que negarme a seguir escuchando cuando estamos comiendo con la familia y
él se pone a charlar acerca del trabajo. Le digo, ‘Ya veremos mañana, o
envíame un e-mail’. ¡Pero entonces él disparado a su estudio y me envía
el correo inmediatamente!”
Ella desea rendirle tributo a su colega, el productor William Vince
(nominado para un Oscar), quien perdió la batalla contra el cáncer poco
después de la conclusión del rodaje en Vancouver. “Fue maravilloso haber
coproducido este proyecto con Bill, quien hizo todo lo posible para
materializar mis sueños. Él me apoyó siempre y creyó en mí, y yo aprendí
muchas cosas a su lado. Lo extraño de verdad”.
Contra viento y marea:
El 22 de enero de 2008, durante una escala en Nueva York, mientras el
equipo de producción se trasladaba de Londres a Vancouver, Heath Ledger
murió a causa de una sobredosis accidental de drogas.
Terry Gilliam, devastado, decidió abortar el proyecto. “Pensé que
sencillamente no tenía ni idea de cómo hacer para levantar el proyecto.
Estaba muy distraído. Pero todos me dijeron, ‘No, no, tú debes
continuar, tienes que concluir este trabajo’. Todo mundo mostraba su
apoyo y sugería algo. La solución del espejo mágico era obvia, y
nosotros ya habíamos filmado todas las escenas en las que Heath aparece
de este lado del espejo. Pero la gran pregunta era, ‘¿Buscaremos a
alguna persona que se haga cargo del papel de nuestro actor fallecido, o
mejor dejamos todo como está?’ A mí me parecía que no podíamos
sustituirlo con una sola persona, la carga sería excesivo, así que
decidimos invitar a un mayor número de personas. Rescribí el guión a
toda velocidad. Teníamos poco tiempo para idear una solución
convincente, pero, por suerte, las ideas – buenas y malas – no se
hicieron esperar.
“No fue necesario rescribir toda la historia. Sólo tuvimos que hacer
unos cuantos malabares a fin de arreglar las escenas que aún teníamos
planeadas con Heath, para realizarlas con un doble o mediante la
implementación de algún truco cinematográfico. La muerte de Heath
originó una situación que exigía algunas soluciones ingeniosas, y esto
me orilló a realizar algunas cosas que no formaban parte de mis
propósitos originales. Por ejemplo, alteramos la escena de Martin el
borracho, que es una de las escenas iniciales, a fin de que dos actores
pudieran interpretarla. Esto logró afincar la idea de que la gente puede
cambia de apariencia cuando atraviesa el espejo. Luego llamé a algunos
amigos, así como a ciertos conocidos de Heath.
“Y así, nuestros tres héroes, Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law
llegaron a Vancouver con el propósito de interpretar los distintos
aspectos de Tony, el personaje comenzado por Heath Ledger. Su interés
por rescatar la cinta y enaltecer la última actuación de Heath
constituyó un increíble acto de amor y generosidad. Un momento muy
hermoso y muy extraño en la historia de la industria cinematográfica. A
resultas de la colaboración de estos individuos, nuestra película se ha
transformado en algo sumamente especial: ahora cuenta una historia aún
más sorprendente y graciosa. A grandes rasgos, la magia de la película
ha incrementado.
“Tuvimos que dar un gran salto para resolver los problemas generados por
la inoportuna muerte de Heath, pero gracias a Parnassus y su Imaginarium,
ahora contamos con un espejo que al ser atravesado modifica la realidad
y realza las cosas hasta convertirlas en algo extraordinario y
maravilloso. Y así realizamos el salto. Cada vez que Tony, el personaje
de Heath, atraviesa el espejo, se convierte en un aspecto distinto de sí
mismo, y esto es posible gracias al desempeño de otros actores. A mí
divirtió mucho poder atestiguar las originales contribuciones de Coli,
Johnny y Jude. Tony se transformó en un personaje sumamente complejo, y
así el público sentirá una emoción sin igual.
“Tuvimos que hacer volar nuestro itinerario en mil pedazos. La filmación
se convirtió en un circo lleno de malabaristas y repleto de contorsiones
y cambios súbitos. Tuvimos que improvisar y reorganizar muchas cosas a
fin de darle cabida a todo mundo. Para hacer esto aún más estresante,
Bill Vince estaba muriendo a causa del cáncer. Sin embargo funcionó. No
sé cómo, pero funcionó. Todo mundo actuó con bravura y desplegó la mejor
de las actitudes, reconociendo que nos encontrábamos inmersos en una
situación desesperada. Y de pronto habíamos concluido la filmación. No
sé cómo fue, pero lo logramos. Esta cinta es muy diferente a la idea
original. Es extraño, pero pienso que ese caos nos compelió a crear una
mejor cinta. Nosotros nos sentíamos presionados porque queríamos
realizar una película que estuviera a la altura de la última actuación
de Heath”.
Para Amy Gilliam, una vez tomada la decisión de terminar la película, el
trabajo se convirtió en una apuesta frenética para mantener vivo el
entusiasmo. “Mientras que Terry se encontraba en Londres rescribiendo el
guión, yo pasé tres locas semanas trabajando en Los Ángeles. Todos
querían que la cinta fuese terminada, y esto por varias razones – por
Heath, por Terry, por todos los miembros del equipo. El equipo no quería
marcharse, nadie quería abandonar el proyecto, porque todo mundo estaba
encantado con su trabajo y todos se sentían realmente orgullosos. Yo
misma me enorgullezco tremendamente por lo que hemos logrado, y me
siento bien gracias a la actitud del equipo, porque la cinta no habría
llegado a su conclusión sin el entusiasmo y la motivación de todos y
cada uno de los miembros del equipo de producción, incluyendo al
elenco”.
El productor Samuel Hadida también se siente orgulloso a causa de la
dedicación de todos los concernidos. “Sabían muy bien que esta película
era importante para todos. Desde esa bendición que fue la presencia de
los actores que se sumaron durante la última parte del trayecto hasta el
compromiso patente del equipo de producción – para toda esta gente,
nuestra película no es sólo una película entre tantas, porque todos nos
esforzamos muchísimo para hacer de ella una realidad. Creo que no nos
equivocamos cuando tomamos la decisión de continuar- Terry ha creado una
pieza única y estoy seguro de que esta obra se convertirá en una
bendición para todos los que trabajamos en ella”.
“Es como si Heath nos hubiese acompañado de una u otra manera a lo largo
del trayecto”, señala Gilliam. “Su energía, su brillantez, sus ideas...
la tragedia de su muerte y las decisiones creativas que tuvimos que
tomar en el último momento... todo ello demuestra que esta cinta es en
verdad una obra de arte creada por Heath Ledger y sus amigos”.
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