|
El director/
escritor Stephen Gaghan, ganador del premio de la Academia al Mejor
Guión por la película Traffic, nos brinda ahora SYRIANA, una película
policial de tema político, que sucede dentro del marco de intrigas de la
industria mundial del petróleo.
El film muestra los muchos niveles sociales y los lugares en los que se
desarrollan las historias: tanto en los yacimientos petrolíferos en el
golfo Pérsico, como en las oficinas de los intermediarios del petróleo
en Washington DC. El guión se va entretejiendo hábilmente, para mostrar
la consecuencia que tiene en los humanos la feroz lucha por la riqueza y
el poder.
La intriga tiene como telón de fondo un país petrolero del Golfo
Pérsico. Allí, el joven y carismático príncipe Nasir (ALEXANDER SIDDIG)
tiene ideas de grandes reformas, y quiere cambiar la vieja relación de
negocios establecida con los Estados Unidos.
Nasir, supuestamente el heredero del trono, esta vez ha adjudicado los
derechos de perforaciones de petróleo a una compañía china, la cual
presentó la mejor licitación. Esos derechos por mucho tiempo habían sido
concedidos a Connex, un gigante de energía tejano. Para Connex ese es un
golpe terrible, como también lo es para los intereses comerciales
norteamericanos en la región. Killen, una empresa petrolera tejana más
pequeña, cuyo dueño es Jimmy Pope (CHRIS COOPER), acaba de ganar los
derechos de perforación en los muy codiciados campos de Kazajstán. Eso
hace que Killen sea muy atractiva para Connex, la cual necesita nuevos
territorios para mantener su capacidad de producción. Cuando las dos
compañías se fusionan, el trato pendiente atrae el escrutinio del
Departamento de Justicia. Entonces la poderosa firma de abogados Sloan
Whiting, en Washington es llamada para investigar.
Bob
Barnes (GEORGE CLOONEY) es un agente veterano de la CIA, en el ciclo
final de una extensa carrera laboral en el campo. Con un poco de suerte,
tal vez pueda pasar el último tiempo de servicio haciendo un trabajo
fácil, ante un cómodo escritorio. Bob siempre fue un empleado muy
dedicado a su trabajo. También siempre creyó que su labor beneficiaba al
gobierno, a la vez que servía para que el país fuera un lugar más seguro
en el cual vivir.
En su vida personal, Bob tiene un hijo (MAX MINGHELLA) que es estudiante
universitario.
Durante la más reciente misión de Bob, cuando investigaba el asesinato
de dos traficantes de armas en Teherán, un misil Stinger cae en manos de
un misterioso hombre egipcio de ojos azules.
Al volver a Washington le prometen una promoción luego de que efectúe
una última misión clandestina: asesinar el príncipe Nasir. Pero cuando
uno de sus agentes lo traiciona, el intento de asesinato sale
terriblemente mal. La CIA toma a Bob como chivo expiatorio. La agencia
para la cual él trabajó toda su vida lo traiciona. Bob no puede creer lo
que sucede, y comienza a investigar para poder entender el porqué de las
cosas. No puede creer lo que descubre: siempre le habían mentido,
durante toda su carrera no había sido más que un peón de ajedrez, y
nunca parte activa o conocedora de la verdadera razón de sus misiones.
El había hecho una carrera a ciegas por años y años.
Bennett Holiday (JEFFREY WRIGHT) es un abogado en ascenso en Washington,
en la firma legal Sloan Whiting. El está a cargo de la delicada tarea de
guiar la fusión de las firmas Connex-Killen a través de las profundas
aguas de poder en D.C. El necesita buscar suficiente material para que
el Departamento de Justicia pueda demandar a la firma Killen por sus
obscuros tratados en Kazajstán, sin poner en peligro la realización de
todo el trato. Es importante para la compañía y también para el país, el
que esa fusión tenga efecto. A la vez, también viene bien a las
ambiciones de Bennet, ambiciones bajo la presión de su padre (WILLIAM
CHARLES MITCHELL), con quien no se lleva muy bien.
El
analista de Energía Bryan Woodman (MATT DAMON) es una estrella en
ascenso en el campo de las empresas que negocian energía. El vive junto
a su esposa Julie (AMANDA PEET) y sus dos hijos en Ginebra. Un día él
lleva a su familia a una gran fiesta organizada por la familia del
príncipe Nasir. Pero entonces ocurre un espantoso y trágico accidente,
que termina con la vida del hijo menor de Bryan. Nasir trata de
disculparse por lo sucedido, y le ofrece a Bryan la oportunidad justa
para que el joven líder pueda poner en funcionamiento sus ideas
reformistas. Bryan agarra la oportunidad, pese a la consternación de su
dolida esposa.
Dean Whiting (CHRISTOPHER PLUMMER), cabeza principal del estudio de
abogados Sloan Whiting, es uno de los hombres más poderosos en
Washington. El es el jefe de Bennet, y quiere deshacer el trato que
realizó Nasir con los chinos. Whiting sabe que el hermano de Nasir, el
joven príncipe Meshal (AKBAR KURTHA), será más condescendiente con los
intereses comerciales norteamericanos. Entonces presiona al emir para
que elija al menor de sus hijos para sucederlo en el poder, ingeniando
con eficiencia lo que significa la muerte política de Nasir.
En la otra punta de la escala salarial de la industria petrolera del
país de Nasir, se encuentran los trabajadores nómadas, que trabajan
duramente en las excavaciones de petróleo. Sus vidas están directa y
drásticamente afectadas por las políticas de la familia real y los
caprichos de la industria misma.
Saleem Ahmed Khan (SHAHID AHMED) y su hijo Wasim (MAZHAR MUNIR), ambos
trabajadores de Connex, han perdido su trabajo en los campos
petrolíferos, al pasar el contrato de Connex a manos de una empresa
china. Buscan trabajo desesperadamente, antes de que se les venzan sus
visas. Su futuro se vé bastante incierto. Saleem sueña con volver alguna
vez a Pakistán. Su hijo sueña con una vida mejor, pero la manera en que
él y su padre son tratados por ser trabajadores inmigrantes rompe sus
ilusiones, y la dura realidad enfurece a Wasim.
Wasim y su amigo Faruk (SONNELL DADRAL), se consuelan en la escuela (madrassa)
local, un lugar en el cual ellos son tratados con dignidad, en un mundo
desconocido que de otra manera les es hostil completamente. En la
madrassa, Wasim y Faruk son tomados bajo el ala de un carismático y
peligroso reclutador: el hombre egipcio de ojos azules con el misil
Stinger faltante.
Tanto Sheiks como trabajadores, inspectores del gobierno o espías
internacionales, ricos y pobres, famosos e infames, todos y cada uno
tiene su pequeño papel en el inmenso y complejo sistema que da poder a
la industria. Sin embargo, ninguno de ellos sabe el verdadero y
explosivo impacto que sus vidas tendrán sobre el mundo.
SYRIANA comenzó a tomar forma cuando el director de Traffic, Steven
Soderbergh, el actor/productor George Clooney y su compañía de
producción Section Eight, le mostraron a Gaghan el libro de las memorias
de un ex agente de la CIA, Robert Baer, de título See No Evil. El libro
relata las experiencias de Baer en su trabajo en el Medio Oriente, como
oficial de la Dirección de Operaciones de la CIA (Central Intelligence
Agency), entre los años 1976 y 1997. –“Steve Gaghan una vez me dijo que
él pensaba que el petróleo era la dependencia número uno del mundo”-
dice Soderbergh - “yo sabía que él encontraría una manera novedosa de
explorar la idea.”
Si bien el libro dio el primer envión para la realización de SYRIANA,
las experiencias personales de Baer como agente de la CIA fueron el
verdadero trampolín a una historia aún más grande, que fue la que los
cineastas quisieron contar.
-“El libro es fascinante”- dice Clooney –“cuanto más lo leíamos, más nos
dábamos cuenta que el argumento podía abarcar aún mucho más que el libro
mismo. SYRIANA se prestaba para hacer la película a la manera de los
films de las eras ’60 y ’70. Eran películas que mostraban el fracaso de
los gobiernos como fallas de todos nosotros, y no como las fallas de un
grupo en particular.”
-“Lo que hicimos fue conservar la esencia de Bob, si bien las historias
que suceden son ficticias”- dice Gaghan-“El me ayudó a entender a la red
de jugadores en el Medio Oriente y dentro de la industria del petróleo.
Fue de allí que salió la decisión de mostrar esta historia a través de
varias narraciones.”
Gaghan investigó el tema durante un año antes de comenzar a escribir el
guión. Indagó en el trabajo interno de la industria dentro de los
Estados Unidos, y luego viajó a Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, el
Líbano, Siria, Dubai, y el Norte de Africa. Habló con gente en todos los
niveles de la cadena de poder del mundo del petróleo.
El propio Bob Baer llevó a Gaghan a explorar las regiones de Medio
Oriente en las que él mismo había trabajado, juntando información
durante 21 años. Baer le presentó a Gaghan una gran cantidad de personas
en todos los niveles de la industria: comerciantes de petróleo, agentes
de la CIA, traficantes de armas, e inclusive al líder del movimiento
Islámico de Hezbollah. –“Descubrí gente muy agradable que tenía puntos
de vista muy claros”- comenta Gaghan al hablar de sus viajes –“Me dí
cuenta que si uno le hace la misma pregunta a cinco personas distintas,
uno recibe cinco historias diferentes, y aún así todavía uno no sabe
toda la historia. De allí en más, traté de enfocarme en cómo funciona
todo este mundo de información clandestina.”
Luego de sus variados viajes y estudios, Gaghan comenzó a trabajar en el
guión en el cual entretejió varias historias independientes. Cada una
mostraba distintos costados del mundo interno del petróleo y los
personajes que mueven la industria, ya sea con su gran influencia, por
su voluntad de hierro, o siendo trabajadores explotados.
La meta principal de los cineastas era contar una historia atractiva –
una que explorara diversos puntos de vista, sin defender ninguno en
especial o presentarlo como la verdad absoluta. – “No es la intención
sermonear a nadie en esta película”- dice Clooney – “lo más que puede
hacer un film es crear un tema de discusión – en este caso, obviamente,
la dependencia que el mundo tiene del petróleo – pero SYRIANA también
plantea el tema de la corrupción, la eficiencia de la CIA, y varios
otros. Es bueno que al día siguiente, luego de ver la película, la gente
pueda charlar sobre el tema en un momento entre amigos, es bueno que uno
diga estoy de acuerdo con esto o no, o esto está completamente errado.
Necesitamos que exista ese tipo de discusión.”
Gaghan, también espera que SYRIANA logre que temas y personajes tantas
veces distantes y extraños para el público norteamericano, sean más
accesibles, más fáciles de comprender. –“Uno puede ver mejor las cosas
cuando el lente que muestra lo general, muestra también lo particular y
específico”- dice Gaghan –“Nosotros pudimos mostrar a Wasim trabajando
junto a su padre en el Golfo Persa, y también pudimos escuchar ‘un día
vamos a tener una casa de verdad, y vamos a poder traer a tu madre
aquí’. Luego, inmediatamente cortamos y mostramos a Robbie Barnes
visitando una universidad. Con esas imágenes juntas, con un poco de
suerte, uno comenzará a sentir las conexiones que muestran que todos
vivimos en el mismo mundo, y todos queremos una vida mejor para nuestros
hijos.
-“Esta película trata de gente común en circunstancias extraordinarias”-
dice Gaghan –“explora la idea de que la responsabilidad personal es
importante, y que las elecciones que tomamos cada día, tienen que ver
con el nivel global en el que estamos. Bob Barnes en última instancia,
es un empleado en una compañía que trata de hacer bien su trabajo, y
trata también que su hijo pueda ir a la universidad. Bryan Woodman tiene
una esposa y dos hijos. El deberá enfrentarse al peor de los momentos
que un padre puede tener, cuando su hijo muere. Bennett Holiday tiene
una relación muy difícil con su padre. El trata de abarajar los asuntos
complicados que presenta su trabajo, y al mismo tiempo trata de contener
las circunstancias en su vida privada: una situación en la cual todos
estamos. A través de la vida diaria de estos personajes, podemos ver un
mundo que en primera instancia podría parecer abstracto para la mayoría
de la gente. Pero es muy importante poder verlo, porque este nexo de
interés, terrorismo y la posibilidad de democracia en el Medio Oriente,
afecta poderosamente a nuestra economía, y también a nuestra psique.”
SYRIANA es un término real, utilizado por los grupos de expertos en
Washington para describir la hipotética reforma del Medio Oriente. En
nuestro título está usado de una manera abstracta. SYRIANA es un
concepto, un espejismo: el sueño irreal de que uno puede re -crear con
éxito una nación y hacerla como uno la imagina. SYRIANA es el título
justo para una película que podría existir en cualquier época y en
cualquier escenario o circunstancia. Trata de la ambición desmedida de
los hombres, del orgullo y la fantasía de un imperio.”
ACTORES DE TODAS PARTES DEL MUNDO
SYRIANA tiene más de 70 personajes que hablan. Para buscar a los actores
que las encarnan, los cineastas buscaron y seleccionaron talentosos
artistas en más de doce localidades alrededor del mundo: entre ellas Los
Angeles, Nueva York, Londres, El Cairo, Bahrain, Dubai, Kuwait y
Damasco. El interesante guión de Gaghan, atrajo a actores de excepción,
los cuales se juntaron al gran grupo del reparto. Grandes actores como
Chris Cooper y William Hurt estuvieron felices de ser parte de él. –
“Gaghan es tan buen escritor, que cuando nosotros les enviamos el guión
a los artistas seleccionados, todos quisieron participar”- dice Clooney
–“y eso no sucede muy seguido. Cuando les decíamos a los actores
acostumbrados a tener papeles principales ‘mira, no es una gran parte’,
nos contestaban ‘no importa, igual quiero estar en la película’. Y
logramos un conjunto de excepción. Creo que la verdadera estrella de
esta película es el guión que escribió Gaghan.”
Gaghan por su parte, piensa que la buena actuación de los actores fue
fundamental para poder llevar el guión a la pantalla con éxito. –“Cuando
uno tiene actores de gran calibre, ellos aportan mucho a la película con
su actuación”- dice él – “y eso es lo que sucedió al realizar esta
película.”
Clooney da vida al agente veterano de la CIA, Bob Barnes. Barnes había
hecho su carrera trabajando en el medio oriente en gran profundidad,
durante la década de los ’80. Bob era uno de los pocos agentes en el
Medio Oriente capaz de infiltrarse en el nivel necesario en cada
ocasión.
-“La historia de Bob, mira subjetivamente los operativos de la CIA, y
los efectos que tienen”- dice Clooney-“el resultado es que ya no hay
tantos operativos de habla árabe en el Medio Oriente, lo cual es un
peligro. La idea es que ya terminamos con la Guerra Fría y ya no
necesitamos custodiar, no necesitamos botas en el campo, por ejemplo,
operativos de la CIA. Bob se encuentra en lo que básicamente es una
reducción de empleados.”
Para Bob su carrera siempre estuvo primero, inclusive antes que su
familia, no sólo porque era un empleado dedicado que creía en lo que
hacía, sino también por pura necesidad.-“Los oficiales de la CIA mienten
a todo el mundo durante toda su carrera”- dice Gaghan – “Mienten a su
familia, a sus hijos, a sus esposas, a sus amigos. Mienten por donde sea
que vayan.” Como resultado, Bob está separado de su esposa y la relación
con su hijo Robby es difícil. Robby lamenta la vida que le hizo vivir,
siempre mudándose, teniendo que empezar de cero una y otra vez, en cada
lugar a donde los llevara el trabajo de su padre. Ahora Robby está a
punto de ir a la universidad, y Bob tiene miedo de perder a su hijo para
siempre.
Aunque Bob sacrifica todo cuanto tiene, aunque se dedica completamente a
su trabajo, y aún si es un gran conocedor de la región, nada importa si
no sigue las reglas del juego en Washington: por ejemplo, decirle a la
gente poderosa lo que ellos quieren escuchar, aunque no sea la realidad
que él vio en los campos. Cuando su honestidad se vuelve un problema, su
gobierno no duda en echarlo.
-“Bob es un personaje fascinante, porque él cree”- dice Clooney- “él no
es un cínico. Cree que su trabajo es lo que se debe hacer, porque ayuda
a su país. Por eso queda desilusionado cuando la agencia a la cual él
dedicó su vida, lo abandona.”
Robert Baer fue la inspiración para crear el personaje Bob Barnes.
Clooney no basó su actuación en el verdadero Baer. Más bien se inspiró
en los agentes de la CIA y creó en un personaje que no se relaciona con
la vida real de nadie.
-“Queríamos que el personaje sirviera a la historia y no al revés”- dice
el actor -“eso me dio mucha libertad, porque ya no tenía que actuar como
una persona determinada que en realidad existe, sino simplemente actuar
lo que sucede en la película. No tenía que preocuparme por mi parecido
con cierta persona, sino que podía concentrarme en actuar de una manera
natural las reacciones ante los varios temas que toca la película.”
La apariencia de Clooney sirvió también para definir a su personaje.
Clooney aumentó casi 14 kilos en 30 días, y se dejó crecer una barba
espesa para representar el agente maduro, casi al término de su carrera
laboral. –“Lo que pasa con los agentes de la CIA es que se mezclan en
cualquier lado”- dice Gaghan –“desaparecen dentro de un personaje, al
igual que un actor. Un oficial de la CIA es alguien que entra en un bar
en Macao o en una mezquita en Riad, pero uno no se da cuenta porque se
entremezcla bien con el ambiente. Es exactamente lo opuesto de lo que
haría un actor: los actores atraen a la gente justamente porque no se
mezclan con el ambiente. George es un gran actor, y es también
glamoroso. Pero una vez que él engordó esos kilos, y se dejó crecer esa
barba, y hasta se afeitó la línea de crecimiento del pelo, simplemente
desapareció dentro del personaje. Era alguien completamente creíble
dentro de ese hombre tan poco glamoroso.”
-“Fue interesante estar completamente irreconocible”- dice Clooney –”Me
probé otros disfraces pero no funcionaron. Basta subir 15 kilos y tener
barba para que uno no consiga una mesa en un restaurante en el centro de
la ciudad.”
Mientras que Barnes intenta en vano decirle a la gente importante de
Washington verdades que ellos no quieren escuchar, el abogado
corporativo Bennet Holiday avanza en su carrera al aceptar la
prestigiosa misión de investigar una transacción comercial, que puede
resultar ser extremadamente lucrativa para mucha gente con poder. Bennet
- actuado por el actor ganador de los premios Globo de Oro y Emmy,
Jeffrey Wright- es un abogado en prominente ascenso en una respetada
firma de abogados en Washington. El aplaudido actor Christopher Plummer
hizo el papel del dueño de la agencia, el poderoso e influyente abogado
Dean Whiting. Bennet está a cargo de investigar la fusión de los
gigantes petroleros Connex y Killen – con el entendimiento tácito de que
él hará todo lo posible para que el trato suceda.
Wright, el actor, llamó la atención del público con su actuación en la
película Basquiat. Dice sobre su personaje:-“Bennet comprende lo que
pasa hasta cierto punto. El es igual a muchos otros tipos que, tratan de
meterse dentro de su profesión o institución para poder ser parte de la
maquinaria militar-industrial. Es ambicioso, y esta misión es crucial
para su carrera: El es un abogado que supuestamente está tratando de
investigar la fusión de dos compañías petroleras gigantes, pero en
realidad fue empleado por las compañías para que las proteja.”
Cuando Bennet encuentra cierta información incriminante que pone en
peligro la realización de la fusión, comienza a comprender cómo funciona
la industria en realidad, y cuál es su papel dentro de la jerarquía.
–“Bennet se da cuenta que su situación es peligrosa”- comenta Wright-
“La presión que originalmente estaba puesta en las compañías, ahora está
sobre él, y desesperadamente necesita salir de esa situación. Ahora su
papel no sólo es proteger a la compañía sino, protegerse a sí mismo.”
Wright vé paralelos entre su personaje y el de Clooney. – “Tanto Bennet
como Bob se dan cuenta en un punto de la película, que hay una
maquinaria trabajando, y que justamente no trabaja para el interés de
ellos, ni los tiene demasiado en cuenta. Personalmente, ellos siempre
habían pensado que eran respetados y necesarios dentro y para esa
maquinaria. Creo que esa es la naturaleza del mundo en el que sucede la
película: un mundo tenebroso, muy poderoso, y supera en mucho a los
individuos que lo habitan.”
El ascenso en la carrera de Bennet se dificulta por la relación difícil
que él tiene con su padre alcohólico. El acusa a su hijo de trabajar
para el sistema. A su vez Bennet siempre culpó a su padre de fracasado.
Pero a medida que él va adentrándose en el ambiguo mundo de la
industria, comienza a sentir que no tiene ningún derecho para juzgar a
su padre.
-“Creo que esa relación es un maravilloso recordatorio de un problema
cultural más grande, del cual Bennet es parte integrante”- dice Wright
–“Como abogado Bennet tiene que investigar, mirar en lugares obscuros.
Al tratar de entrar en el sector privado de la industria petrolera, va a
descubrir costados propios y del mundo, que en realidad hubiera sido
mejor no descubrir. Al recorrer el camino para descubrir la verdad
detrás de esa fusión de empresas, simultáneamente se vuelve parte de esa
cadena de poder.”
Matt Damon fue co-protagonista de ambas películas de George Clooney:
Ocean’s Eleven y Ocean’s Twelve. En esta película hace el papel de Bryan
Woodman, un prometedor analista de la industria de petróleo. Woodman,
poco a poco fue trepando en su profesión, y ahora vive en Ginebra con su
esposa Julie y sus dos hijos. Para él es un gran honor representar a la
compañía en la fiesta de gala, en la mansión del poderoso emir de una
nación rica en petróleo de la costa del Golfo. Bryan espera poder
intercambiar algunas ideas con el emir, pero al llegar, en vez de tener
una cita con el emir, se le pide que haga un breve resumen de sus
comentarios a dos representantes del emir.
-“Las ideas que Bryan propone durante el evento del emir, básicamente
son las mismas ideas que proponen otras ocho compañías diariamente”-
dice Damon – “Bryan tiene algunas otras ideas, un poco más radicales y
que bien podría proponer si tuviera el coraje o las ganas. Pero tiene
miedo que lo echen del lugar si lo hace. Entonces no lo hace.”
De repente, el hijo menor de Bryan muere en un trágico accidente durante
el evento. Bryan y su esposa espantados entran en un torbellino de
emociones que afecta profundamente sus vidas. Luego, ante tanto dolor,
Bryan se sumerge profundamente en su trabajo, alejándose aún más de su
esposa Julie, actuada por Amanda Peet. –“Cuando la historia comienza,
Julie y Bryan están muy enamorados, y tienen una hermosa familia”- dice
la actriz –“luego, ante la muerte de nuestro hijo, Bryan quiere
escaparse y arreglar las cosas desde afuera. Se dedica totalmente a su
carrera y eso lo consume. Pienso que muchos matrimonios no logran
sobrevivir la muerte de un hijo. Tal vez una de las razones sea, que una
de las partes de la pareja quiere escapar, porque el simple hecho de
estar en la misma habitación con su esposa le recuerda su pérdida.”
Bryan trata de distraerse con su trabajo, y mientras que está sumergido
en su pena, es invitado a una cita con el hijo del emir, el príncipe
Nasir. El príncipe trata de disculparse por el papel que tuvo su familia
en la muerte de su hijo, y le hace una lucrativa oferta para trabajar
con la compañía para la cual Bryan trabaja. Molesto por las
implicaciones del trato, Bryan encara al príncipe, y le echa en cara la
manera en que su familia ha estado malgastando los recursos de su país
vergonzosamente.
-“Al haber perdido a su hijo, a Bryan le importan poco las
formalidades”- dice Damon-“y ya sin grandes cuidados ni protocolos, le
dice al príncipe lo que realmente piensa.”
Bryan mordazmente indica a Nasir que, vendiendo su petróleo a poderes
como los Estados Unidos, Rusia y China – que a su vez se lo revenden a
otras naciones- ellos permiten que esas naciones extranjeras cosechen
las ventajas de un producto que en forma legítima les pertenece a los
árabes.
Tal vez ese tipo de tratados beneficie a la familia real, la cual es
rica por los tratados con poderes extranjeros. Pero priva a al pueblo
del príncipe Nasir de una riqueza que podría utilizar para mejorar la
calidad de vida de su gente.
Bryan sugiere al príncipe que su país refine y transporte el petróleo
por sí mismo. Así ellos podrían poner su propio precio, sacándole el
poder a las otras naciones, y reconstruyendo su país para que sea la
potencia que alguna vez fue. Sin embargo Bryan piensa que a Nasir poco
le importa ayudar a su gente, ya que se beneficia muy caudalosamente
estando las cosas como están. Los tratados benefician a la elite de
ricos.
Sin embargo el hijo del emir resulta ser totalmente diferente de lo que
Bryan se imagina. El no es un noble decadente. Fascinado por las ideas
de Bryan, Nasir confía a Bryan las esperanzas que él abriga para su
gente. –“Al principio Bryan no tiene un buen concepto de Nasir”- dice
Damon-“él piensa que Nasir es simplemente un noble más, que dilapida la
fortuna de su país, gastando las ganancias hechas a base de tratos con
países extranjeros, para pagar por su opulento estilo de vida. Pero al
final se da cuenta que el hijo del emir no es así, y Bryan comienza a
mirarlo de otro modo.”
El visionario príncipe Nasir está interpretado por el actor Alexander
Siddig.
-“Nasir tiene muchas nuevas ideas que le gustaría llevar a cabo”- dice
el actor -“tales como libertad para las mujeres, libertad de prensa y
otras ideas progresistas. Este nuevo plan puede volverlas realidad.
Estos dos personajes se encuentran uno al otro, en un momento de sus
vidas en que cada uno es catalizador del otro.”
Las ambiciones de Nasir se complican por la presión que le ponen
corporaciones extranjeras, cuyas ganancias masivas dependen de que los
negocios se sigan haciendo como siempre. El emir ha envejecido, y pronto
tendrá que nombrar un sucesor. Nasir ha trabajado con su padre por
muchos años, albergando esperanzas de crear un país mejor, y dar a sus
ciudadanos mejor vida el día que él ascendiera al trono.
Sin embargo el emir es vulnerable a las luchas internas de la familia
real, y cuando Nasir expresa sus intensiones futuras para con el pueblo,
los intereses norteamericanos rápidamente se hacen presentes e
intervienen haciendo presión sobre su padre, para que él nombre sucesor
al materialista, joven y dócil príncipe Meshal, hermano de Nasir.
-“A Meshal no le importa ser un títere”- dice Akbar Kurtha, quien hace
las veces del joven príncipe –“El está muy contento de hacer ese papel.
El no tiene una buena relación con Nasir, son muy distintos. Nasir está
a favor de la reforma, y Meshal preferiría tener una vida aún más
extravagante que la que tiene. También existe resentimiento en Meshal,
porque Nasir fue criado con todos los cuidados para que fuera el próximo
rey, y Meshal en cambio, fue dejado de lado en ese sentido.
Ni bien que leyó el guión, Alexander Siddig quiso hacer el papel del
Príncipe Nasir. – “Sin ninguna vergüenza perseguí ese papel, porque
Nasir es la voz del mundo árabe, y yo quería representarlo”- dice el
actor –“El tiene sentido humanitario. Algunos líderes árabes
contemporáneos son enormemente humanitarios. Pero en el mundo
occidental, es una cualidad que todavía hace falta. Cuando yo era chico,
los únicos árabes que se veían en la pantalla era en películas como
Simbad el marino, en la que se los veía trepando las cuerdas de un barco
con un sable en la boca. Al poder expresar a través de un personaje
poderoso, que alguien en el poder quiere utilizar su posición para hacer
el bien, y para traer verdadero progreso, uno puede mostrar al mundo
occidental - en esa oportunidad de oro - que hombres como el personaje
existen en el mundo árabe. Es la oportunidad de poder contribuir a un
diálogo mayor, y no es muy frecuente que un actor tenga esa
oportunidad.”
Damon se mostró igualmente interesado en ser parte de una película tan
ambiciosa.
-“Stephen me dio muchos libros para leer sobre el tema de la película, y
yo los utilicé como excusa para aprender cuanto me fuera posible en ese
corto lapso”- comenta el actor- “Este es un tema muy interesante, y
sucede en un lugar del mundo fascinante también. Como ser humano, cuanto
más sé sobre todo ello, mejor.”
La parte final de la película muestra la trayectoria de Wasim, un
pakistano joven que junto a su padre, ha tratado infructuosamente de
ganarse una vida mejor en los campos petroleros del país de Nasir. Pero
nunca pudo encontrar más que pobreza, desilusión y alienación a cada
paso. Cuando son despedidos de su trabajo, la situación torna a ser aún
más desesperante para ellos.
Su historia se parece a la de miles de trabajadores pakistanos, que
dejan atrás sus hogares y a sus familias, para tratar de tener una vida
mejor trabajando en los pozos del Golfo. En vez, Wasim se encuentra con
escasez de trabajo y condiciones de vida infrahumanas. Encima, debe
luchar con agentes de inmigración, para poder quedarse el suficiente
tiempo en el Golfo como para encontrar trabajo. Ambos hombres
desilusionados terminan en una madrassa, o escuela islámica. Muchas de
esas escuelas intentan adoctrinar a la gente con una interpretación
radical de la religión islámica. Muchos de esos muchachos terminan
involucrándose en organizaciones terroristas. Algunos son convencidos
para que sacrifiquen sus vidas y se conviertan en bombas humanas. Ese es
el camino que sigue Wasim en su vida en el Golfo.
Su amigo Faruk (Farooq) le presenta un clérigo en una madrassa cercana.
Por primera vez Wasim siente que tiene un lugar en el país foráneo, y se
va interesando más y más en las enseñanzas radicales del sacerdote.
Wasim y Faruk pronto se preparan para llevar a cabo un acto final del
cual no saldrán con vida.
Wasim es actuado por Mazhar Munir, un joven actor que debuta en la gran
pantalla con SYRIANA. El nació y se crió en Londres, y ha aparecido en
varias series de televisión británicas, entre ellas la ganadora de
varios premios, Doctors.
-“Wasim es igual a cualquier otro adolescente” – dice Munir sobre su
personaje- “Pero cuando alguien tiene su edad, debería estar
preocupándose porque le salió un nuevo granito en la frente. Wasim en
cambio tiene que preocuparse en ganar dinero para darle de comer a su
familia, y en poder sobrevivir. El sabe que la vida puede ser mejor, y
es lo que busca para él y su familia. Pero cada vez que hace un esfuerzo
para mejorar su vida, fuerzas que él no controla no permiten que
suceda.”
Durante los muchos días de filmación en Dubai, Munir, y el resto de los
miembros de la producción, pudieron ver de cerca la vida que tienen los
trabajadores inmigrantes, como Wasim y su padre. –“Daba miedo” – dijo el
actor – “Había seis ó siete hombres y niños, apretujados en los
contenedores de cargo, que hacían las veces de “casas” para ellos. Hacía
más de 37 grados de calor, y no había ventilación adecuada, ni luz. Yo
espero que cuando los espectadores vean las vidas que tienen esas
gentes, comprendan qué los lleva a tomar el camino que toman, y que
traten de entender y no de juzgar a Wasim. Con un poco de suerte, esta
película va a hacer que el público comience a entender cómo la gente es
manipulada para cometer actos horribles.”
-“Desde mi punto de vista, la conexión más sensible que tendrá la gente
con la película, es a través de estos dos jóvenes muchachos”- dice
George Clooney –“Creo que es algo muy interesante poder ver cómo estos
dos agradables personajes de la película, son absorbidos por el grupo
fundamentalista. De esa manera uno puede entender cómo algo así puede
suceder. No se trata de excusarlos. Para nada. Simplemente muestra que
uno no debe categorizar tan rápidamente. Son seres humanos, y pueden
decidir. Algunos se deciden por cosas erradas, pero aquí podemos
entender qué los lleva a tomar esa decisión.”
Para Munir, haber debutado en la pantalla grande con una película tan
compleja y profunda como SYRIANA, hizo que su experiencia fuera aún más
rica. –“Es necesario contar la historia de Wasim. Creo que esta historia
nunca fue contada de esta manera. Por primera vez uno puede ver el
proceso completo de cómo una persona termina envuelta en el terror. Es
triste ver cómo mentes diabólicas reclutan niños, y toman la figura de
Dios ante ellos, y utilizan la religión como justificación. Para mí,
saber que hay niños que al igual que Wasim son víctimas de tal
manipulación, hizo que actuar este papel fuera muy fuerte
emocionalmente. Estoy contento de que esta película se haya hecho, y aún
más feliz de haber podido trabajar con una mente tan artística como la
de Stephen Gaghan.”
Gaghan siente de igual manera en cuanto a la experiencia de trabajar con
un grupo de actores tan talentosos. –“Una cosa increíble en cuanto a
este grupo de actores”- dice Gaghan – “es que cuando uno está
escribiendo el argumento sobre uno de estos personajes, uno quiere saber
qué va a pasar cuando él salga de la habitación. Cuando uno vé a
Christopher Plummer haciendo de este súper abogado en su elegante traje
en la fiesta en Washington, uno quiere saber quién está en su libreta de
teléfonos, a quién llama él. Es difícil imaginar que alguien que trabajó
con Chris Cooper no termine diciendo Tengo que escribir una película
sobre este personaje. Yo tenía en mi cabeza la imagen de una escena que
William Hurt hace con George Clooney en un teatro. Pero ellos hicieron
la escena 50 veces mejor de lo que yo me la había imaginado. En verdad,
trabajar con este grupo de actores, fue una experiencia increíble.”
ROMPIENDO LAS BARRERAS DEL IDIOMA
Al realizar SYRIANA, era prioridad número uno que toda la gente
involucrada lograse el óptimo realismo, y que fueran fieles a los
detalles culturales y regionales, tanto cuanto fuera posible. En la
película, muchos de los personajes hablan perfectamente sus idiomas
nativos. Otros hablan lenguas que les son extranjeras, y lo hablan con
el acento del supuesto lugar de origen del personaje. Se tuvo gran
cuidado en el detalle del uso las lenguas, no sólo en cada palabra, sino
también en los acentos y las inflexiones de la voz.
-“Para todos nosotros era importante que los árabes de la película se
vieran absolutamente reales”- comenta la productora Georgia Kacandes – “
nos importaba mucho el hecho de que el idioma es un objeto de orgullo
para ellos, y quisimos mostrar respeto a la gente árabe que viera la
película. Sino, sería como poner a alguien que debería ser de Brooklyn,
pero que habla con acento de Mississippi. Lo mínimo que eso hace es
transformar el ambiente en irreal, y lo peor que eso logra, es dar a
entender que a los cineastas no les importó en verdad la gente
“ficticia” a la cual estaban representando.”
Los productores emplearon un equipo de traductores y especialistas en
dialectos. Algunos de ellos se dedicaron a los actores que hablaban
inglés y que eran de ascendencia árabe. Algunos de los actores nunca
habían visitado antes la tierra natal de sus padres. La mayoría de los
artistas criados en el Medio Oriente podían hablar árabe y urdú. Había
un actor en especial que había crecido en Kentucky, y debía hablar en
árabe y en farsi. El nunca había escuchado siquiera hablar las lenguas,
salvo en la televisión.
La responsabilidad de enseñarle a George Clooney a hablar perfecto
árabe, recayó en Samia Adnan, una profesora de linguística, nacida en
Sudán, que vive en Londres, Ella fue la especialista principal de
lenguas para el film. –“Es interesante, sabes, porque esas lenguas no
derivan del latín. No hay nada con lo cual relacionarlas”- comenta
Clooney – “cuando uno habla en italiano, el cual estoy tratando de
aprender, o cualquiera de las lenguas europeas, todas tienen palabras
que uno puede relacionar, que le son a uno familiares. Tuve que aprender
algo de farsi, y tuve que aprender a decir algunas cosas en árabe, las
cuales al principio simplemente aprendí fonéticamente. Fue difícil
porque son palabras desconectadas para mí. Uno debe encontrar una manera
de conectarlas, para poder ser expresivo con ellas. Fue interesante, y
divertido.”
Para Samia Adnan, enseñarles a hablar a los actores que hablaban inglés
los dialectos árabes como si fuera su segunda lengua, fue obviamente
mucho más fácil que enseñarles a los actores que hacían de árabes a
hablar como si fuera su lengua nativa. –“Los príncipes Nasir y Meshal
por ejemplo, son dos de los personajes árabes nativos más importantes en
la película”- explica Samia- “pero ninguno de los actores sabía árabe
antes de esta producción. Alexander Siddig no conocía ni siquiera el
alfabeto árabe. Ambos se criaron en Inglaterra, así que primero hubo que
sacarles su acento inglés. Ambos trabajaron muy duro, no sólo para sonar
como nativos, sino también para sonar como príncipes.”
Alexander Siddig, quien hace el papel del príncipe Nasir, dice: -“El
desafío más grande para mí al hablar en árabe, siendo un actor inglés,
era que el público árabe no iba a interpretar el significado de esas
palabras, sino los matices del hablar del príncipe, un personaje que
está dentro de sus mentes culturalmente. Por eso yo necesitaba emplear
dos tipos de actuación para los distintos idiomas al mismo tiempo.”
Los jóvenes trabajadores en los campos de petróleo, Wasim y Faruk, son
pakistanos que hablan urdú. Mazhar Munir, quien actúa como Wasim, habla
varias lenguas: urdú, hindú y punjabi, pero no árabe. –“Pero en el
argumento, ellos no hablan bien el árabe”- dice Samia Adnan – “así que
no fue nada difícil. Les enseñé árabe del Golfo, y dejé que lo hablaran
naturalmente.”
Matt Damon habla en inglés en toda la película, pero como experto en
petróleo él se encuentra ante un sofisticado diálogo que necesitaba un
poco de traducción. Damon se preocupó por entender cada palabra que
salía de su boca a la perfección. –“Aunque el 90% de la gente que vea la
película encuentre creíble mi diálogo, hay un dos por ciento de gente
que son expertos en la materia, y la meta es que ellos lo encuentren
creíble.”
EL DISEÑO DEL VESTUARIO
Para realizar el vestuario de los actores, la autenticidad era tan vital
como lo era el idioma. Los realizadores se preocuparon mucho por cuidar
que las distintas culturas representadas en SYRIANA, se vieran muy
verdaderas, a lo largo de todo el film. Esa gran responsabilidad cayó en
manos de la diseñadora Louise Frogley, quien ya había demostrado su arte
en las películas Traffic, Spy Game y la muy aclamada serie de televisión
Live From Bagdad. Con mucha seriedad, ella se encargó de que todo se
viera original y legítimo, al crear el enorme e internacional vestuario
que pedía la imagen de tal variedad de etnias y niveles sociales.
-“Cada mínimo detalle fue importante para representar el vestuario de
cada etnia lo más verazmente posible. Cada país es increíblemente
diferente”- explica Frogley –“Por ejemplo, en las escenas de la madrassa,
la mayoría de los niños son pakistanos. Entonces contactamos a un hombre
en Pakistán y compramos ropa deportiva de su fábrica. El también se fue
a negocios de segunda mano y nos compró montones de ropa. Luego nos
envió todo. Por lo tanto, la ropa sin duda, es auténtica.”
A veces era importante no incluír detalles que hicieran sobresaltar
determinado segmento de la sociedad. –“Por eso creamos lo que dimos en
llamar ‘un aspecto genérico’”- explica Frogley- “porque no queríamos
ofender a ningún grupo en particular: por ejemplo, no queríamos que
todos los terroristas tuvieran aspecto saudita, entonces los vestimos
‘genéricamente’ como árabes. Tampoco queríamos ser demasiado específicos
con una determinada región representada: por ejemplo, al estar en
Pakistán, hay lugares específicos en los que se ven cantidades de
sombreros enjoyados.”
El vestuario no reflejaba tan sólo a la región, sino que también
reflejaba la personalidad de los personajes, y sus historias. Por
ejemplo: el príncipe Nasir y su hermano Meshal se habían educado en
Europa. Por eso, aunque su padre usa ropa tradicional árabe, los hijos
se visten a la manera occidental. La esposa de Nasir se cubre la cabezal
igual que sus brazos y sus piernas, pero no leva una burka tradicional,
en una manera de reconocer las ideas progresistas de su marido en cuanto
a las mujeres.
Las vestimentas de George Clooney y Bob Barnes son más baratas, pero el
prestigioso abogado Bennet Holiday se viste con un estilo muy
distinguido. –“Imaginamos al personaje de Bennet como una persona muy
elegante”- dice Frogley –“él es el tipo de persona que probablemente
ponga todos sus lápices en orden y muy alineados, por eso extendimos ese
dedicado cuidado a su estilo. Y funcionó.”
El departamento de Frogley creó alrededor de 2.000 trajes para los
personajes, cuyo estilo iban desde las elegantes ropas del mundo
corporativo norteamericano, a las rústicas ropas de los barrios pobres
en los países del Golfo.
DISEÑO DE LA PRODUCCIÓN
SYRIANA se filmó en exteriores, en vez de en escenarios o galpones de
filmación. El equipo de producción viajó alrededor del mundo para poder
capturar la inimitable esencia de los panoramas y la gente que
necesitaban describir. –“Por ejemplo, la luz natural en el Gofo Persa es
irremplazable”- dice Gaghan –“hay tanta construcción constantemente en
Dubai, que en el aire vuela gran cantidad de polvo, entonces el cielo
toma un color plomizo. Eso no se puede recrear en los Estados Unidos.”
Al filmar en distintas ciudades y países, los realizadores y los actores
pudieron identificarse más fácilmente con lo que querían representar. –
“Al estar en el lugar, es más sencillo sentir cómo uno debería actuar el
papel o la situación”- explica Clooney –“Estar en un mundo
tercermundista da una sensación que no se puede recrear en un galpón de
filmación. Por ejemplo, cuando uno está en Marruecos, cinco veces por
día suena una sirena, y todos paran sus autos, se bajan, se arrodillan
en el medio de la calle, y rezan. Estando en la ciudad misma en la que
suceden las cosas, es fácil también mostrar cualquier forma de arte que
allí haya.”
La responsabilidad de integrar visualmente distintas historias y darles
continuidad recayó en el camarógrafo Robert Elswit, quien fue el
director de fotografía. El arte de su trabajo ya se había visto en
películas como Magnolia, Tomorrow Never Dies y Boggie Nights. El filmó
toda la película con un par de cámaras en mano. Utilizó esta técnica tan
poco usual, para darle un estilo quasi-documental a la filmación, una
sensación de intimidad de trastienda, o de realidad periodística, que
una cámara con trípode nunca podría brindar.
Dan Weil, el diseñador de producción (The Bourne Identity, The Fifth
Element) abarcó varias naciones y niveles económicos al crear escenarios
tales como el palacio del emir, o los humildes lugares en el que son
albergados los indigentes trabajadores de los yacimientos petrolíferos.
Para filmar SYRIANA se utilizaron más de 200 personas en el equipo de
producción, y más de 100 actores a través de tres continentes, durante
un período de unos cinco meses. La filmación comenzó en un coto de caza
que encontró el gerente de localidades Todd Christensen, en Hondo,
Texas. El Rancho 777, tal como se llama, queda aproximadamente a una
hora hacia el oeste de San Antonio, en un territorio de 15 mil acres.
Dentro del coto, está la más variada fauna de animales exóticos de
Norteamérica. El lugar ha sido visitado por cazadores y fotógrafos por
más de 40 años. Allí conviven ciervos, antílopes, gacelas, oryx, cabras
montesas, cabras, ovejas, bisontes y otros animales de los llanos, las
junglas y los bosques de todas partes del mundo.
La filmación luego pasó al este de los Estados Unidos, en las ciudades
de Washington DC, Baltimore y Anápolis, en donde George Clooney y Matt
Damon comenzaron a filmar.
A pesar de las intensas medidas de seguridad existentes en el área luego
de los atentados del 11 de Septiembre, los realizadores pudieron filmar
en calles de Washington D.C. cercanas a la Casa Blanca y al Congreso.
Los cineastas esperaban que el sentido de equilibrio político del
argumento de la película, ayudaría a conseguir los permisos necesarios,
para filmar en alrededores tan sensibles políticamente: nada menos que
el sistema central del gobierno de la nación. El gerente de localidades
Christensen, debió reunirse con un panel de 12 personas del Departamento
de Justicia. Ellos decidirían si filmar o no en el Distrito de Columbia,
y cómo hacerlo. Aunque hubo varias restricciones para algunos lugares,
la compañía de producción logró lo que deseaba dentro de limitados
parámetros.
Los productores consiguieron también el permiso poco común para filmar
en los alrededores del edificio del Congreso en el Estado de Maryland,
en la ciudad de Annapolis. Otros lugares de la zona que se utilizaron
fueron: la biblioteca Enoch Pratt en Washington, que hizo las veces de
la oficina de Donald Farish en el Departamento de Justicia; un
restaurante en Baltimore del año 1940, llamado Sip’n Bite, en el cual
Bob Barnes tiene un intenso encuentro con Dean Whiting una noche; y las
cálidas paredes del buffet de abogados Piper Rudnick, lugar que hace las
veces de la central de la CIA. También se utilizó un lugar industrial de
construcción en Baltimore, que hizo las veces de los yacimientos
petrolíferos Tengiz.
La producción con todo su equipo luego pasó a Casablanca, la ciudad más
grande y capital comercial de Marruecos. Casablanca es uno de los
puertos más grandes del mundo, hecho por el hombre. Aunque el islamismo
es la religión predominante en la región (allí está el templo musulmán
más grande, fuera de los que se encuentran en La Mecca), Casablanca
tiene una gran comunidad de judíos, lo cual que prueba su tradición de
tolerancia. En el año 2003 bombas humanas suicidas atacaron distintos
puntos de la ciudad, entre ellos un negocio cuyos dueños son judíos, y
el Cementerio Judío. Un día después de las bombas, dos millones de
personas salieron a las calle para protestar en contra del
fundamentalismo radical. SYRIANA es la primera película que se filma
allí después de que las medidas de seguridad se aumentaron, luego de los
bombardeos.
Casablanca tuvo que hacer las veces de tres localidades, ya que por
razones de seguridad no fue posible filmar ni en Teherán, ni en Beirut
ni en un país petrolero sin nombre en el Golfo Persa. Es interesante sin
embargo, que la diagramación de la ciudad de Casablanca es casi igual a
Beirut, ciudad en la bahía cuya arquitectura es predominantemente
francesa. En su mayoría, Beirut fue reconstruída, y en general, es una
ciudad moderna, cosa que hubiese sido difícil de duplicar en Marruecos.
Pero a Gaghan no le interesaba lograr “fotografía de postales
turísticas”, su objetivo era poder mostrar los alrededores y que dieran
la sensación de las partes antiguas de Beirut.
De la misma manera, Teherán es una versión más modesta de Casablanca,
pero que está en vez, rodeada de enormes montañas que se ven desde
cualquier parte de la ciudad. A los productores no les interesaba
mostrar paisajes, sino edificios que dieran la sensación de estar en
Teherán, sin dejar ver ninguna característica especial que lo
identificara. El desafío más grande al tener que “recrear” Teherán en
Casablanca, fue no mostrar los matices de influencia francesa y
marrueca.
La filmación requería que hubiera un gran afiche del Ayatollah Khomeini,
en un lugar particularmente poblado de la ciudad. Eso atrajo muchas
miradas inquisitivas, en un país cuyo gobierno es islamita desde hace
siglos. Para poder dar a la zona de filmación el aspecto de un país
regido por leyes religiosas ortodoxas, debieron hacerse muchos más
cambios. Un pequeño restaurante que vendía brochetas de carne (kabobs)
tenía un cartel con un naipe, el cual tuvo que ser sacado. Era un
detalle importante, ya que los juegos de azar jamás no estaban
permitidos en Irán. Otro cuidado detalle, era que todas las actrices
debían recordar que debían taparse la cabeza antes de salir a la calle.
Hubo también que cuidar sensibles puntos de tema político. Sacar las
banderas marruecas y reemplazarlas con banderas libanesas, fue
aceptable. Pero los productores encontraron que tratar de levantar una
bandera Iraní, no era muy buena idea. Los cineastas necesitaron sacar
permisos para poner un barco tanquero de petróleo en el puerto. Debía
estar cerca de la refinería más grande cerca de Marruecos, y había que
cerrarlo durante tres días. Eso requirió muchas maniobras diplomáticas.
El diseñador de producción Dan Weil, quien trabaja desde París, tiene
gran experiencia con el Medio Oriente, e incorporó lo mucho que aprendió
a través de sus viajes en la película, para darle el realismo que Gaghan
quería.
Weil, ha demostrado gran creatividad en varios estilos de diseños, que
van desde la súper estilista de The Fifth Element, al cinemá verité de
The Bourne Identity.
Al explicar la importancia de filmar SYRIANA en exteriores en vez de en
escenarios levantados dentro galpones de filmación, Weil comentó: -“Fue
muy fácil crear un Beirut en Casablanca, pero hacerla pasar por la
ciudad por Teherán fue más complicado. En el Occidente, nosotros tenemos
la idea de que Teherán es una ciudad árabe, pero en realidad se parece
mucho más a una ciudad de Ukrania. Si uno mira fotos de la ciudad, es
fácil recordar a Kiev o a Odessa. Otro detalle es que, la gente es
musulmana, no árabe.”
Otros lugares que se usaron para la filmación en Casablanca, fueron: la
histórica Oficina Central Militar Francesa en la Vieja Medina; la costa
cerca de los grandes hoteles; de los edificios del gobierno de la
ciudad; y un vecindario en el centro de la ciudad, en el cual la mayoría
de los habitantes no tienen televisión, y muchos ni siquiera tienen
electricidad.
Al terminar la filmación en Casablanca, la producción pasó a Ginebra. A
pesar de su belleza física e importancia histórica, hace más de una
década que no se filma una película importante allí. La última, fue la
de los productores de Goleen Eye, y utilizaron la ciudad entonces por
unos días.
Para filmar varias escenas de SYRIANA, se utilizó la habitación
presidencial del magnífico hotel Presidente Wilson, adyacente al sitio
de la antigua Liga de las Naciones. La habitación hizo las veces del
lugar en el cual el emir y sus hijos hacen negocios.
También se utilizó el Jardín Inglés, creado en 1854 cerca del la costa
izquierda del Lago Ginebra, y que tiene como fondo el característico
chorro gigante de agua de la ciudad, Le Jet D’Eau. Otras escenas se
filmaron en un banco, que hizo las veces del la firma para la que Bryan
Woodman trabaja. También se utilizó una casa, en la que supuestamente
vivían felizmente los Woodman, antes de la tragedia que cambió sus
vidas. En ese barrio en particular, había casas que pertenecían al hijo
mayor del fundador de Arabia Saudita, y a un príncipe Hindú. Para la
película, también se utilizó el cementerio más grande la ciudad,
Cimetière des Rois (Cementerio de los Reyes), fundado en el siglo XVI.
Allí se filmó el funeral de Max Woodman.
Después de Ginebra, la compañía de producción pasó a Dubai en los
Emiratos Arabes Unidos. Los Emiratos forman una de las naciones más
nuevas de la Tierra. Ellos declararon la unificación de sus naciones en
1971, convirtiéndose en una sola gran nación compuesta por los
territorios de siete emires, que tenían porciones de tierra lindantes.
Todos se unieron bajo las direcciones de un líder de grandes ideas, y
formaron los Emiratos Arabes Unidos. Dubai es uno de los emiratos. El
terreno de los EAU, y la buena predisposición pro-occidental, los
convierten en un lugar ideal para filmar películas. Dubai en particular,
tiene todos los elementos naturales que un film pudiera desear: playa,
montañas, desierto y una ciudad ultra moderna.
Nunca se filmó una película occidental importante en Dubai, que
necesitara permisos oficiales. En el pasado, Michael Winterbottom había
conquistado nuevos campos al filmar allí su futurística Code 46, dentro
y alrededor de los corredores de concreto de esta creciente ciudad. Pero
esa fue una filmación improvisada, realizada a hurtadillas, y sin
ninguna duda, sin la sofisticación y los equipos de alta tecnología que
se utilizaron para SYRIANA.
La realización de esta película era en potencia, una carga de dinamita
diplomática dentro un país árabe. Los emiratos son aliados cercanos de
Yemen, Qatar y Arabia Saudita, y sus gobiernos no iban a tomar
livianamente las escenas de fundamentalismo islámico y el descontento de
los trabajadores inmigrantes.
Como si esto fuera poco, la película debía filmarse durante las
celebraciones más sagradas de la religión musulmana: el festival de un
mes de duración de Ramadán, tiempo en el que se ayuna y se reza, y
durante el cual no está permitido comer, beber, fumar o mascar chicle
bajo la luz del día.
Muchos integrantes de equipo de filmación, como también los extras de
origen local, celebraron las festividades, y los realizadores hicieron
todo lo posible por respetar y acomodar las necesidades particulares de
cada miembro del equipo. Se levantaron tiendas en las cuales las
personas del equipo de producción que no celebraban las festividades,
podían comer y beber sin estar a la vista de aquellos que ayunaban.
Cuando el sol bajaba, la filmación paraba, y se servía una comida para
romper el ayuno de los que lo mantenían, y luego seguían filmando.
Al principio, y debido al hecho de que no existían precedentes como para
imaginar los posibles resultados de una filmación en Dubai, los
cineastas dudaron en hacerlo. Pero el aumento de intereses occidentales
en los EAU, la buena perspectiva de sus líderes, y la presencia de una
experimentada compañía de televisión comercial en Dubai, hicieron que
cunda la confianza en que el proyecto era viable.
Si bien Dubai presentaba muchos desafíos por vencer, también ofrecía
oportunidades cinematográficas que no se hubieran encontrado en ningún
otro lugar del mundo. De hecho, la filmación en Dubai sólo iba durar
cuatro días, y la ciudad iba a servir principalmente como fondo. Pero
cuando los cineastas vieron lo que la ciudad podía ofrecer, extendieron
esos cuatro días a cuatro semanas.
-“Es un lugar interesante al ser una ciudad tan moderna. Tal vez sea la
única ciudad importante construida en el siglo XXI”- dice Weil – “Pienso
que es muy interesante el que Dubai se parezca a muchas ciudades
modernas de los Estados Unidos, tales como Houston. Además, también está
construía alrededor de yacimientos petrolíferos. De todas manera, nunca
hubiera sido posible filmar esto en los Estados Unidos, porque hay algo
del aspecto del Golfo que es irreproducible, que no se encuentra en
ningún otro lugar.”
Las autoridades civiles de Dubai, independientes del grupo que gobierna
los EAU, estaban preocupadas por el argumento de la película, y por el
momento en que debía realizarse. Pero finalmente decidieron, que otorgar
los permisos para filmar – aún si se haría durante el sagrado mes de
Ramadán – beneficiaría al estado más que perjudicarlo. Dubai quiere
desarrollar su industria de cine, y sus líderes quieren demostrar que
están abiertos a muchos niveles de libertad en cuanto a la expresión
creativa. –“Dubai es un lugar único”- dice Gaghan –“Ellos están haciendo
un asombroso experimento: construír una economía que no depende del
petróleo, y su manera de lograrlo es construyendo un centro
tecnológico.”
Dubai probó su versatilidad en varias escenas. El Hotel Royal Mirage, el
más grande de la playa Jumeira Beach, hizo las veces de la mansión de
Marbella del emir. El Hotel Al-Maha, ubicado en una reserva de 225
kilómetros cuadrados, y el cual es tildado de ser “el primer hotel árabe
de eco-turismo, fue el lugar en donde el príncipe Nasir tuvo el crucial
encuentro con Bryan Woodman. El Hotel Shangri-La, albergó a todos los
actores y además se utilizó para varias tomas de interiores, incluyendo
la de la agitada escena de la fiesta del emir.
Los realizadores utilizaron también los paisajes que ofrecía el vasto
desierto, el fondo que ofrecía la opulenta ciudad, el arroyo que divide
Dubai de Deira, y el lugar cerca de la construcción, en el que los
trabajadores inmigrantes vivían. En las abrasantes arenas del desierto,
la temperatura a veces llegaba a 42° centígrados.
IR A REPARTO Y REALIZADORES
|
|