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HECHOS
CIENTÍFICOS, NO CIENCIA FICCIÓN
Las estrellas no viven para siempre.
Cada segundo, una muere en el universo.
Nuestra estrella más cercana, el Sol, es un reactor de fusión nuclear
del tamaño de un millón de Tierras.
Quema 600 millones de toneladas de hidrógeno por segundo.
Los científicos estiman que el Sol tiene suficiente combustible para
arder otros cinco billones de años.
¿Qué le pasaría a la Tierra si no fuera así?
¿Qué le pasaría a la humanidad?
SUNSHINE, ALERTA SOLAR, thriller angustiante y claustrofóbico, es
dirigido por Danny Boyle y producido por Andrew Macdonald, a partir de
un guión de Alex Garland. La película es protagonizada por Rose Byrne (TROY),
Cliff Curtis (WHALE RIDER), Chris Evans (FANTASTIC FOUR), Troy Garity (AFTER
THE SUNSET), Cillian Murphy (28 DAYS LATER, BATMAN RETURNS, RED EYE),
Hiroyuki Sanada (THE LAST SAMURAI), Mark Strong (SYRIANA), Benedict Wong
(DIRTY PRETTY THINGS), y Michelle Yeoh (MEMOIRS OF A GEISHA, CROUCHING
TIGER, HIDDEN DRAGON).
La premisa de “SUNSHINE, ALERTA SOLAR”, explica el productor Andrew
Macdonald, “es que en 50 años, a partir de ahora, el Sol se extinguirá.
Ya no está suministrando la energía y luz que la humanidad necesita para
sobrevivir en la Tierra. Toda la comunidad global pone sus recursos para
enviar una misión al espacio con el objeto de poner una bomba para
reavivar la parte del Sol que está fallando. Nuestra historia concierne
a los ocho astronautas y científicos que encabezan esta misión. En su
viaje hacia el Sol el equipo se tropieza accidentalmente con la nave que
fue enviada siete años antes a llevar a cabo la misma empresa, el Icaro
I, a la deriva. A partir de este momento, las cosas comienzan a salir
muy mal y es acerca de cómo la tripulación reacciona ante la tremenda
presión en su esfuerzo por salvar a la humanidad”.
En
el 2004, al guionista Alex Garland se le ocurrió la idea de SUNSHINE,
ALERTA SOLAR después de haber leído un artículo en una publicación
científica estadounidense. “Siempre había tenido el deseo de escribir un
cierto tipo de película de ciencia ficción”, comenta Garland. “Quería
explorar la idea del hombre viajando al espacio exterior y lo que
descubre ahí, así como lo que encuentra en su propio subconsciente.
Andaba en búsqueda de una línea narrativa a la que pudiera anexarle esta
idea, cuando leí un artículo pronosticando el futuro de la humanidad
desde un punto de vista ateísta, basado en la física.
Contenía
teorías con respecto a la extinción del sol, y qué podría pasar cuando
esto eventualmente llegara a ocurrir. El hombre necesita la energía del
sol para sobrevivir y cuando esa energía se termine traerá consigo la
extinción de la humanidad. Lo que me pareció interesante acerca de ello
fue que es fácil especular acerca de la potencial desaparición del
hombre, pero qué si en esta vida llegara a ocurrir. Lo que me interesó
fue la idea de que podía llegar hasta un punto en el que toda la
supervivencia del planeta recayera en los hombros de un solo hombre, y
eso, qué le provocaría a su mente. Eso se convirtió en el punto de
partida de la historia”.
Ocho meses más tarde, Garland se reunió con el director Danny Boyle en
una cantina del West End, en Londres, y le entregó el primer tratamiento
de su guión para que lo leyera. Entusiasmado, Boyle le llamó a Garland
al día siguiente para decirle que debían seguir adelante con el
proyecto.
“Lo que me encanta del trabajo de Alex es que tiene grandes ideas”,
explica Boyle. “La industria cinematográfica británica tiende a hacer
películas pequeñas, pero la escritura de Alex contiene estos conceptos
masivos, que es maravilloso, aunque complejos de financiar y realizar”.
Para el productor Macdonald, el guión de Garland era absorbente. “Creo
que Alex escribe de una manera tremendamente visual, y, a diferencia de
muchos guiones que lees, SUNSHINE, ALERTA SOLAR tiene una narrativa
dinámica que realmente te atrapa. Algunos guiones son muy académicos y
complejos, pero con los guiones de Alex puedes visualizar fácilmente la
historia conforme la lees”.
En el 2003, el trío de Boyle, Macdonald y Garland hicieron mancuerna en
el exitazo 28 DAYS LATER, para Fox Searchlight. “Compartimos un amor por
ciertos tipos de películas, pero todos tenemos nuestras opiniones de
cómo deberían representarse, que creo ayuda a solidificar las
relaciones”, comenta Macdonald. “Una de las cosas clave es que Alex es
claramente el escritor y Danny es claramente el director, y los dos
tienen puntos de vista muy intensos. Mi trabajo es ayudarlos a concretar
lo que está en sus imaginaciones, y, de manera simultánea, balancear eso
con los realidades prácticas que se necesitan para la elaboración de una
película exitosa”.
“Creo que todos somos personas muy ambiciosas, pero por alguna razón
cuando nos juntamos dejamos nuestros egos a un lado”, indica Boyle. “Yo
me meto de lleno en el guión y Alex lo hace en la película, y somos muy
francos y honestos uno con el otro, y eso ayuda al proceso enormemente”.
A Boyle le atrajo tanto el viaje del Icaro II hacia el sol como el viaje
psicológico de su tripulación, conforme navegan por el cosmos. “Viajar
hacia el sol es visualmente maravilloso, pero también muy interesante
desde un punto de vista psicológico”, explica. “Queríamos que la
película fuera un viaje psicológico tanto como nos fuera posible. Existe
la pregunta acerca de qué le pasa a tu mente cuando te topas con el
creador de todas las cosas en el universo, que para algunas personas es
una idea espiritual y religiosa, pero para otras es una idea puramente
científica. Todos estamos hechos de partículas generadas por la
explosión de las estrellas, así que, ¿cómo sería acercarse al sol, la
estrella de donde proviene toda la vida en nuestro sistema solar? Pienso
que sería un gran reto mental intentar captar eso”.
En su deseo por presentar, en pantalla, una misión espacial creíble en
vez de un obra de ciencia ficción, los realizadores recurrieron primero
a la NASA para emprender su investigación. Esto los llevó a ver
numerosos documentales espaciales, así como películas clásicas de
ciencia ficción, además de reunirse con todos los científicos y
astronautas que les fuera posible. Macdonald había visto al joven Dr.
Brian Cox, físico británico, en un programa de la BBC-TV y se puso en
contacto con él con la idea de discutir el proyecto. A partir de ese
momento, Cox, quien trabaja en CERN [Centre for European Nuclear
Research (Centro para la Investigación Nuclear Europea)], el laboratorio
de física de partículas más grande del mundo, ubicado en Ginebra, se
unió a la producción como asesor científico, y sus aportaciones probaron
ser invaluables. A la mano para ofrecerle al reparto y al equipo de
producción un mejor entendimiento del sistema solar, también trabajó
intensamente con Cillian Murphy, quien interpreta a Capa, el físico de
la nave.
“La ciencia es extremadamente consistente en la película”, explica Cox.
“Puedes decir que Alex es un aficionado de la ciencia, así como de la
ciencia ficción. Hubo unas cuantas asperezas que limamos, pero
básicamente, para lo que necesitaron mis conocimientos fue para la
historia de trasfondo y no para la historia principal”. Boyle añade: “Te
obsesionas con la precisión de la ciencia e intentas obedecer las reglas
de la física, y hacerla tan real como sea posible, pero al final tienes
que abandonar ciertos elementos y simplemente inclinarte por lo que es
dramáticamente efectivo”.
Su investigación también llevó a los realizadores a Escocia para visitar
un submarino nuclear. “Quería explorar las condiciones contemporáneas
que capturen de la mejor manera la claustrofobia de vivir en un espacio
confinado por un periodo prolongado de tiempo”, explica Boyle.
Además, Macdonald voló a Moscú para visitar Star City, el complejo de
entrenamiento que instruye a cosmonautas y astronautas más que en
cualquier lugar del mundo. “Fue un lugar sorprendente de visitar”,
recuerda. “De hecho, en las primeras etapas, consideramos incluso filmar
la película ahí mismo. Pero al final simplemente no era viable”.
ENCONTRAR A LA TRIPULACIÓN PERFECTA
En vista de las predicciones sociales y económicas con respecto al
continuo crecimiento de China como una superpotencia mundial, los
realizadores llegaron a la conclusión que cualquier misión espacial
futura tenía que incluir un significante contingente asiático. “La
película tiene una tripulación asiático-americana porque sentimos que en
50 años los programas espaciales estadounidenses y chinos iban a ser los
más desarrollados, y que iban a tener el poder económico para financiar
una misión de esa envergadura”, comenta Boyle. “Pero, idealmente,
estábamos buscando actores de todas partes del mundo”. Las audiencias se
llevaron a cabo en Los Ángeles, Nueva York y Londres, con lo que Boyle
pudo conjuntar un impresionante reparto internacional, con actores
provenientes de Estados Unidos, Japón, Malasia, Australia, Nueva
Zelanda, Irlanda e Inglaterra.
Al actor irlandés Cillian Murphy le dieron el papel de Capa, el físico
del Icaro II y el único miembro de la tripulación que realmente sabe
cómo operar la increíblemente sofisticada bomba que carga la nave. “A
diferencia de los demás miembros de la tripulación, Capa no tiene
antecedentes militares, no es ingeniero o astronauta”, explica Murphy.
“Es un científico cuya capacidad para la física es tal que va más allá
de la comprensión normal, y eso, de alguna manera, siempre le hace algo
a su mente. No creo que sus habilidades sociales sean tan buenas como
podrían ser, lo que lo hace más un forastero, alguien excluido levemente
del resto de la tripulación”.
Para Murphy, el guión de Garland fue clave. “El guión era fascinante de
principio a fin”, explica. “Me pareció inteligente y bien escrito. La
historia de Alex satura el guión con una gran cantidad de capas de temas
actuales, y ha logrado hacerlo para que parezca una obra de género muy
astuta e inteligente”. Murphy también estaba entusiasmado en reunirse de
nueva cuenta con Boyle y con el equipo detrás de su impresionante
actuación en 28 DAYS LATER. “Danny es simplemente uno de los mejores
directores de la actualidad”, comenta. “Cuando trabajas con él te llenas
de energía. Tiene este sorprendente nivel de brío y compromiso, que se
lo aporta al filme. Fue maravilloso haber regresado a eso después de
haber hecho otras películas, y ojalá pueda aportar un poco más de
madurez y experiencia al proyecto”.
“Estábamos buscando un actor protagónico en quien el público pudiera
proyectar sus esperanzas y miedos a lo largo de la película, y Cillian
tiene esa inusual virtud”, indica Boyle. “Es en parte experiencia, en
parte confianza, pero también tiene ese ingrediente especial que en una
película como SUNSHINE, ALERTA SOLAR es muy difícil representar en caso
de que no cuentes con él. Tiene bastante combustible en su tanque por
haber trabajado con buenos directores y buenas personas. Para aquellos
que piensen que es demasiado atractivo para ser un físico, lo extraño
del asunto es que se parece tremendamente a nuestro asesor científico
Brian Cox, algo que no fue intencional”.
Al actor estadounidense Chris Evans, quien dejó en el 2005 una impresión
indeleble como la Antorcha Humana en la exitosa adaptación de Fox del
cómic de Los Cuatro Fantásticos, le dieron el papel de Mace, el
ingeniero de la nave. “Mace proviene de una familia con antecedentes
militares, y es alguien muy transparente, sin complicaciones morales”,
explica Evans. “Es el tipo a bordo que entiende exactamente el
funcionamiento de la nave y es muy ecuánime, lo que le permite maniobrar
con bastante coherencia bajo situaciones de intensa presión”.
“Chris es formidable”, comenta Boyle. “Cuando lo conocimos supimos al
instante que era lo que estábamos buscando. Un actor serio, consumado,
preparado para hacer cualquier cosa. Me gustó de inmediato y le di el
papel bastante rápido. Tiene la confianza en sí mismo y es alguien que
está al borde de algo muy grande”.
“Danny es un narrador sorprendente”, indica Evans. “Cuando tomas la
decisión de hacer una película, tienes que considerar quién la va a
contar y cuando es alguien con el calibre de Danny, no dejas pasar la
oportunidad. Es agradable tener a un director en quien confíes
plenamente, que sepas que su barómetro interno de lo que es bueno y es
malo no te lleve al lugar erróneo, para que estés dispuesto a tomar
riesgos y oportunidades. No hay mejor sentimiento para un actor que
venir a trabajar y saber que tienes la ocasión de explorar y sentirte
seguro”.
Los realizadores estaban en búsqueda de un actor asiático para
interpretar al Capitán Kaneda, el astronauta más experimentado de la
tripulación del Icaro II. Boyle había visto al actor japonés Hiroyuki
Sanada en la sumamente aclamada película THE TWILIGHT SAMURAI, de Yoji
Yamada, y quedó impactado por su presencia. “Brinda una actuación
extraordinaria y majestuosa”, recuerda Boyle. “Cuando lo conocí, sentí
que tenía ese tipo de autoridad natural que hace que la gente lo respete
automáticamente, que era crucial para el personaje”. Para Sanada,
interpretar a Kaneda fue un gran reto, siendo SUNSHINE, ALERTA SOLAR
únicamente su segunda película de habla inglesa. “Me encantan las
películas de Danny, ya que los mundos que crea tienen un buen ritmo y
una gran tensión”, comenta Sanada. “El guión era un gran drama humano.
Un grupo de personas que pasa mucho tiempo junto confinado en una nave
espacial no solamente es entretenimiento serio, sino que también tiene
un espíritu y un significado muy profundos”.
La estrella internacional Michelle Yeoh interpreta a Corazon, la bióloga
a cargo del jardín de oxígeno del Icaro II —la principal fuente de
oxígeno y comida fresca de la nave. “Quiero decir que Corazon es el
miembro de la tripulación más afortunado porque tiene el jardín de
oxígeno”, comenta Yeoh. “Se la pasa haciendo experimentos y cultivando
comida. Pero, desde luego, ninguno de nosotros está preparado para los
eventos trágicos que ocurren. De cierto modo, esta película ha resultado
ser mucho más psicológica y espiritual. La tripulación está viviendo un
viaje muy intenso. Cuando diriges tu mirada hacia el espacio, ¿qué es lo
que estás buscando? Si te quedas mirando el abismo mucho tiempo, podrías
perder tu alma”.
“Al leer el guión supe que quería que Michelle estuviera en la
película”, explica Boyle. “Antes de haber visto CROUCHING TIGER, HIDDEN
DRAGON, la había visto en TOMORROW NEVER DIES, y quedé completamente
cautivado por ella. Toma a la chica Bond y la habita con su propia
individualidad e identidad, y me encantó ella en el papel”.
“Siempre he creído que el director es el alma de una película”, indica
Yeoh. “Podrás tener un gran guión, pero si no tienes a un director con
visión, tienes una película ordinaria. Danny tiene esa visión, y es
apasionado y vigoroso. Es maravilloso trabajar con él y siempre te
sorprende. Cuando trabajas con él, te reta y te hace sentir como si
estuvieras haciendo algo nuevo, como si estuvieras intentando alcanzar
algo que nunca antes se ha hecho”.
La actriz australiana Rose Byrne interpreta a Cassie, la piloto del
Icaro II. “Cassie es quizás el miembro más emocional de la tripulación,
en cuanto a que manifiesta sus sentimientos sin poder evitarlo”, explica
Byrne. “Creo que la razón por la cual está a bordo es por su
temperamento equilibrado. No tiene momentos de crisis, lo que le permite
mantenerse durante el viaje. El ajuste más grande para mí fue hacer las
escenas con todos esos botones, hablando a micrófonos y viendo escenas
en blanco, y no poder dirigirme a la persona que estaba a mi lado. No
tienes la oportunidad de reaccionar ante algo real y el reto es
ajustarte a escenas técnicas y dramáticas cuando los riesgos son tan
grandes. Todo el tiempo es de vida o muerte”.
Asimismo, Byrne era una gran aficionada de Boyle y Garland. “Los dos son
artistas fantásticos, que son muy inteligentes y subversivos,
interesantes y siniestros. Estaba muy emocionada en saber que iba a
trabajar con ambos”. Boyle quedó paralizado con su actuación en TROY.
“Rose es una actriz extraordinaria”, indica. “Tan pronto y se enciende
la cámara, se transforma completamente y tiene un presencia vibrante.
Puede sumergirse instantáneamente en el papel, que es un gran plus
cuando trabajas con un ensamble”. Macdonald añade, “Sentimos que tenía
la inteligencia e intensidad que pensamos eran las adecuadas para
interpretar el papel de Cassie”.
Trío Garity, quien interpretó el papel de Harvey, el Oficial de
Comunicación de la Nave, fue un gran descubrimiento para Boyle. “No
había tenido la oportunidad de ver ninguno de sus filmes”, recuerda el
director. “Pero cuando lo conocí, supe que podía ser un maravilloso
complemento a la película. En su trabajo, es muy meticuloso al momento
de prepararse y muy serio con respecto a su oficio”.
“Harvey es segundo al mando, sólo detrás del capitán. Es el único a
bordo que extraña tremendamente a su familia, pero se lo oculta al resto
de la tripulación”, explica Garity. “Las probabilidades de supervivencia
no son grandes y cada uno de nosotros en la película lidia con ello de
manera diferente. Algunos de manera más honorable, otros de manera más
espiritual y otros con más resignación. Creo que mi personaje se imagina
como alguien valiente, pero, al final, prueba ser normal y humano. Leí
muchos guiones y SUNSHINE, ALERTA SOLAR simplemente sobresalía. Es muy
filosófico pero al mismo tiempo es comercial y agradable para
cualquiera. Alex es muy bueno para amalgamar una auténtica película; una
obra de arte que además tiene un gran potencial comercial”.
Para interpretar a Searle, el Oficial Médico del Icaro II, Boyle estaba
en búsqueda de alguien que pudiera subvertir expectativas.
“Originalmente, el papel fue escrito para un personaje británico
ligeramente rígido”, explica. “Le dimos el papel al neocelandés Cliff
Curtis. Abordó el papel con tal frescura y originalidad que supe que era
ideal para él”.
Curtis se sintió atraído al papel por la oportunidad de trabajar con
Boyle. “Danny es un tipo muy especial, muy sensato y práctico, y no
tiene delirios por trabajar en el cine. Mi personaje, Searle, es el
doctor y psiquiatra de la nave que se obsesiona con el sol. Se percata
que algo salió mal con la misión previa y que potencialmente puede
suceder lo mismo con la suya, así que se utiliza como conejillo de
indias. Searle teoriza con respecto a la posibilidad de que para algunos
el sol podría ser la cara de Dios. Comienza a estudiar el sol y al poco
tiempo comienza a obsesionarse con él, como si le estuviera comunicando
algo. ¿Tenemos el derecho como seres humanos de cambiar el curso de la
naturaleza, de ir en contra de la naturaleza? El sol se está muriendo,
¿qué derecho tenemos a cuestionar la sabiduría de la naturaleza?”.
Benedict Wong interpreta al Oficial de Navegación Trey. “Vi a Benedict
en ‘Dirty Pretty Things’ y es un actor joven sensacional”, comenta
Boyle. “El guión me pareció emocionante y la historia muy plausible, así
que fue algo con lo que me quise involucrar de inmediato”, explica Wong.
“La historia previa de Trey es que fue un niño prodigio. Como
adolescente petulante que fue, creó un virus computacional que
desestabilizó una sexta parte de las computadoras de todo el mundo. Eso
provoca que llame la atención de las autoridades, quienes reconocen su
sabiduría y deciden darle buen uso preparándolo para el programa
espacial. Su trabajo en Icaro II es navegar la nave hacia el sol sin
contratiempos, pero comete este gran error que eventualmente le cuesta
la vida”.
Finalmente, a Mark Strong le dieron el papel de Pinbacker, el capitán
del Icaro I, la primera misión que salió al sol. Boyle había trabajado
previamente con Strong en el teatro. “Para Pinbacker estábamos buscando
a un Michael Schumacher, un hombre alfa, que estaba en la cumbre de su
carrera cuando fue elegido para pilotear la primera misión, ya que
poseía una técnica brillante y físicamente era muy dominante. Mark era
perfecto, como un Anthony Hopkins de 1 metro 90 centímetros”, explica
Boyle.
Para cuando la tripulación del Icaro II se topa con Pinbacker, todo su
cuerpo ha estado expuesto durante siete años a los rayos del sol. Para
lograr conseguir la apariencia del repulsivamente cicatrizado Pinbacker,
Strong tuvo que soportar cinco horas de maquillaje, incluso antes de
haber pisado el set. El maquillador de efectos especiales Mark Coulier y
su equipo cubrieron a Strong de pies a cabeza con una combinación de
trajes corporales y prótesis, todas creadas a partir de silicón y que
daban un total de 37 piezas distintas. Fueron pintadas básicamente con
pigmentos UV, para que el maquillaje brillara desde dentro cuando fuera
iluminado por luces UV.
“Mark tenía que afeitarse la cabeza cada mañana antes de colocarle las
piezas de la cabeza, seguidas del cuerpo, los pantalones, las manos y
finalmente los pies”, explica Coulier. “Si consideramos la extensión del
maquillaje y la molestia que Mark tuvo que soportar, se portó, a lo
largo de todo el proceso, como todo un caballero. Siempre se desvivió
por ayudar, nunca se quejó y fue un verdadero placer trabajar con él”.
“Quería que Pinbacker fuera una presencia espectral”, indica Boyle.
“Inestable...como las partículas que lo conforman, que han sido
reorganizadas por las fuerzas masivas de la luz a la que se expuso. Así
que verlo y escucharlo fue casi como retar tu propia salud mental, como
si tu mente no fuera confiable, al enfrentarse a esta vida
transformada”.
MÁS NASA QUE “LA GUERRA DE LAS GALAXIAS”
Boyle, en una etapa de sus procesos, hace que sus actores se sometan a
un periodo intenso de ensayos. En cuanto a SUNSHINE, ALERTA SOLAR, su
reparto llevó a cabo tres semanas de ensayos, que incluyó algún tiempo
para que tuvieran la oportunidad de investigar los campos específicos de
conocimiento a los que se dedican sus personajes, además de su rol en la
nave. Murphy acompañó al físico Brian Cox a su lugar de trabajo, en
CERN, ubicado en Ginebra (“un hombre muy agradable que aguantó todas mis
preguntas idiotas”, dice entre risas Murphy); Michelle Yeoh pasó tiempo
en el Proyecto Eden, en Cornwall; mientras que Evans se reunió con el
astronauta de la NASA Daniel W. Bursch, en los Estados Unidos, antes de
haberse unido a la producción en Inglaterra. “Fui a Monterey,
California, y me reuní con Daniel Bursch, uno de los hombres que tiene
el récord estadounidense en haber pasado la mayor parte del tiempo en el
espacio, algo así como ocho meses, que es simplemente asombroso. Tenía
muchísima información”, comenta Evans. “Fue maravilloso ponerte a hacer
tu tarea en una película por la que sientes tanta pasión. No siempre se
te presenta eso”.
Boyle también le proyectó a su reparto varios filmes relevantes para su
investigación. Como grupo, vieron THE RIGHT STUFF (Los Elegidos de la
Gloria), FOR ALL MANKIND, DAS BOOT (El Submarino) y WAGES OF FEAR (El
Salario del Miedo), así como clásicos de la ciencia ficción, tales ALIEN
(Alien, El Octavo Pasajero) y 2001: A SPACE ODYSSEY (2001: Odisea del
Espacio). Entre los ensayos también tuvieron que bucear, tomar clases de
astronomía y física con especialistas, entrenar para realizar
acrobacias, hacer simulación de vuelo y viajar en un avión ligero para
experimentar la gravedad cero. Murphy describe la experiencia como algo
“muy interesante, nauseabunda, aterradora y estimulante, todo al mismo
tiempo”. Yeoh añade, “Ese momento de gravedad cero es fenomenal, te deja
sin aliento. Pero cuando lo experimentas varias veces…no es agradable.
Te duele la cabeza, te duele el pecho y sientes como si todo el mundo
estuviera sentado encima de ti. Suena aterrador pero no deja de ser
estimulante, y después de unos cuantos momentos de absoluto terror
terminas por acostumbrarte”.
Finalmente, Boyle insistió que su reparto viviera junto durante dos
semanas para crear un cierto tipo de familiaridad entre ellos antes del
rodaje. “En la película, nos unimos a la tripulación cuando ya llevan
viviendo 16 meses en el espacio, así que una de las cosas clave para
nosotros fue hacer que el reparto se vinculara tan rápido como fuera
posible y romper con cualquier barrera”, comenta.
“Existe un cierto tipo de química que simplemente no puedes actuar”,
explica Murphy. “Es algo que se genera en el cuarto o se da entre la
gente, una familiaridad o una irritabilidad, o lo que sea. Creo que
Danny quería intentar crear eso al ponernos juntos, y fue algo muy
agradable de hacer”.
Los ocho miembros del Icaro II se mudaron a la zona del East End, de
Londres. “Nos enviaron a unos dormitorios de estudiantes, donde teníamos
este tipo de cuartos pequeños, nada excepcionales”, recuerda Curtis.
“Pensé que íbamos a vivir juntos en una casa grande, que nos íbamos a
cocinar y pasar un tiempo maravilloso. Pero no, nos pusieron en unos
dormitorios estudiantiles, donde teníamos un cuarto muy pequeño con una
sola cama, nuestra propia regadera y retrete, y un tipo de cocina muy
básico”.
“Hicimos tanta investigación que fue maravilloso”, declara Evans. “Fue
como hacer teatro nuevamente. Realmente intentamos adentrarnos en todo
el proceso para entender de qué trata esta película y qué es lo que
están viviendo estos personajes. Fue una experiencia maravillosa e
invaluable”.
DISEÑANDO EL FUTURO
Para darle vida cinematográfica a la visión de Boyle y Garland de lo que
es una misión espacial en un futuro cercano, estaban el director de
fotografía Alwin Küchler (PROOF, CODE 46), el diseñador de producción
Mark Tildesley (28 DAYS LATER, MILLIONS), el editor Chris Gill (28 DAYS
LATER, MILLIONS), la diseñadora de maquillaje y peinados ganadora del
Premio de la Academia® Christine Blundell (TOPSY-TURVY, THE CONSTANT
GARDENER) y la diseñadora de vestuario Suttirat Anne Larlarb (A FOREIGN
AFFAIR). Los efectos visuales fueron creados por Moving Picture Company,
ubicada en Londres, encabezada por el supervisor de efectos visuales Tom
Wood.
Boyle trabajó estrechamente con el director de fotografía Küchler para
crear la apariencia distintiva del filme. “Visualmente es muy importante
que la película sea cinematográficamente atípica”, explica Boyle.
“Cuando se aproximan al sol, la cuestión del balance de la luz era
clave, y Alwin es un gran cinefotógrafo para ese tipo de retos”.
Para Küchler, fue cuando se puso a preparar SUNSHINE, ALERTA SOLAR que
se percató de cuán difícil iba a ser trabajar con un elemento tan
dominante, bello y poderoso como el mismísimo sol. “Nunca, jamás, podría
competir con la belleza del verdadero sol”, explica Küchler, quien filmó
la película en anamórfico. “Una de las cosas que quería comunicar era el
sentido físico de la luz. Toda la nave espacial está diseñada con la
idea de que está protegida del sol. Por un lado, tienes el escudo de
oro, que desvía toda la luz solar, y, por otro, tienes una oscuridad
absoluta. Filmamos ciertas secuencias en un ambiente muy oscuro —al que
te acostumbras—, así que cuando el sol entra en juego queríamos que el
público tuviera una reacción física ante él. Si tomaras tan sólo un
cucharadita del material con el que está hecho el Sol y lo colocaras
encima de la Catedral de San Pablo, toda Inglaterra se vaporizaría.
Imagínate la escala y cómo transferirías eso al celuloide. Quedé muy
consciente de las limitaciones cuando compites contra ese poder”.
Para crear los interiores y exteriores del Icaro II, Boyle se reunió con
el premiado diseñador de producción Mark Tildesley, quien había
trabajado previamente con él en 28 DAYS LATER y MILLIONS. “Mark es una
persona genuinamente creativa y, como yo, le encantan los libros de
fotografías, que resultó ser un gran lenguaje para nuestro trabajo”,
explica Boyle. “Estábamos conscientes de los parámetros, y de que le
íbamos a apostar más a la NASA que a La Guerra de las Galaxias, en
cuanto al balance. Así que la NASA fue una gran influencia”.
Macdonald añade, “Una vez que decidimos que se iba a desarrollar en un
futuro cercano, el concepto del diseño partió de la realidad. Para
lograr esa realidad, la inspiración de muchas de las ideas para el
diseño provino de la investigación que realizamos en submarinos
nucleares, torres de perforación y, desde luego, la NASA. Nos enteramos
que en un trasbordador espacial cada uno de los tornillos tiene un
número y una forma, y de que el tornillo en cuestión es el único que
puede embonar en ese hoyo, y quisimos capturar algo de ese nivel de
detalle en la película”.
Así como con sus películas previas, Boyle recopiló un portafolio de
imágenes y referencias visuales para SUNSHINE, ALERTA SOLAR, que le
proporcionó tanto al reparto como al equipo de producción. Su informe a
Tildesley fue diseñar al Icaro II como si fuera una cosa orgánica y
viviente que pudiera averiarse y, con ello, arreglarse. “Queríamos que
la nave fuera muy auténtica y creíble para el público, para que pudieran
creer en la misión”, explica Tildesley. “También queríamos que los
actores sintieran que podían haber estado viviendo en este espacio
confinado durante meses, sin interrupción. Hablamos acerca de no
utilizar el término ‘space funk’, que vendrían a ser cosas bellas sólo
porque sí, y decidimos hablar más acerca de la belleza de la ciencia,
así que eso significó encontrar belleza dentro de esa realidad. También
establecimos una política de que, a partir de la visión que tuviéramos
de nuestro set, no lo estamos reinventando todo. En ese sentido, estamos
imaginando que todavía existen elementos de nuestro mundo que la gente
podría reconocer”.
El Icaro II consistía de un escudo masivo —de una milla de diámetro—
compuesto de paneles de oro, que protegen a la nave al desviar el calor
del sol. Detrás del escudo está colocada la bomba, del tamaño de
Manhattan, y de masa similar a la de la luna. En comparación con el
escudo y la bomba, el lugar de alojamiento estaba muy confinado.
Consistía de un pasillo principal que corría a lo largo de toda la nave.
De este pasillo se desprenden el área social, las habitaciones, la
cabina de mando, la sala de observación, el centro médico, la sala de la
Tierra y el jardín de oxígeno.
La producción, que se estableció en los Estudios Three Mills, al este de
Londres, utilizó más de ocho foros en los que Tildesley construyó todos
los interiores del Icaro II, para convertirlos en ambientes íntegros de
360°. “Existe una mezcla de contraste de escalas”, explica. “En nuestros
términos, la nave es enorme y dentro de ella existen pequeños espacios
para las habitaciones, como los que encontrarías en un submarino. Tienes
máquinas verdaderas con funciones prácticas. La instalación eléctrica
atravesaba los cuartos e iba a lo largo de los pasillos, así que te daba
esa sensación de que podías ver las venas de la nave; mostrar que tiene
vida y que está trabajando todo el tiempo”.
“Los sets son sorprendentes”, comenta Evans. “Digo, es tan agradable
tener cosas que sean tangibles, y poder correr por toda una nave
espacial; que ahí está de verdad, y no sólo es la mitad de la nave o
tres cuartas partes. Estás en el espacio en una nave espacial. Estás
corriendo por pasillos y en el interior de diferentes áreas sociales y
habitaciones, y centros médicos. Todo esto realmente ayuda a que la
película cobre vida”.
Elegida por sus habilidades tanto en vestuario como en diseño de
producción, Suttirat Larlarb, quien había trabajado previamente en el
departamento de arte de THE BEACH, fue traída a bordo para diseñar un
nuevo tipo de traje espacial, así como el vestuario de la tripulación.
“Queríamos que el traje espacial fuera muy inusual y diferente, romper
con los trajes más tradicionales y convencionales que siempre ves en
películas del espacio”, comenta Boyle. “El sentido del gusto y
magnificencia de Suttirat, en cuanto a sus ideas visuales, la hacían la
persona adecuada para el trabajo”.
“El traje espacial necesitaba ser un atuendo con sus requerimientos
técnicos específicos, casi como un vehículo o una pieza de utilería”,
explica Larlarb. “Las indicaciones de Danny eran diseñar el traje para
que esté basado en la lógica y que no se viera muy inverosímil. El traje
tenía que ser flexible y duradero, y verse como si pudiera brindar
protección contra la radiación y el Sol”. Tanto Boyle como Larlarb
vieron múltiples y variadas fuentes de referencia; desde los diseños de
Issey Miyake, a los guerreros samurai, desde armaduras medievales, hasta
trajes de buceo. Llegaron, incluso, a hacer referencia a la capucha
utilizada por el personaje de Kenny en la serie de animación South Park,
antes de haberse decidido por un diseño para el traje espacial.
Una vez que definieron el diseño del traje espacial, Larlarb le entregó
su material de referencia y bosquejos al supervisor de la confección del
vestuario James Enright y a su equipo, para el proceso de manufactura.
“Los trajes espaciales de la vida real son muy restrictivos y el equipo
estaba consciente de crear tanto movimiento como fuera posible”, explica
Enright. “Desarrollamos anillos que se entrelazan entre ellos alrededor
de las piernas, brazos y las muñecas, así que en teoría puedes correr en
él, a diferencia de un traje espacial original, en el que realmente no
lo podrías hacer”.
Cuando estaban buscando material para los trajes, Boyle se enamoró de
una sustancia dorada llamada Mylar, que se parece mucho al papel
aislante que usan los corredores para mantenerse calientes. “Desde que
empezamos a hacer los ensayos envolvimos al equipo de acróbatas en él”,
comenta Enright. “A Danny le encantó la manera en como el material
reflejaba y rebotaba la luz. Le dio una energía genuina al ligero y
sutil movimiento de caminar por el espacio”.
El principal punto de diferencia entre el traje espacial de SUNSHINE,
ALERTA SOLAR y otros de su tipo, además de su color dorado, era el de
hacer una gran capucha protectora que lo cubriera todo, salvo el rostro
de la persona. La visibilidad sería a través de una rendija rectangular
en la parte anterior del casco. “La idea de la gran capucha protectora
evolucionó porque iba a ser necesaria para protegerse de la luz, el
calor y la radiación. Solamente podías ver los ojos del astronauta, una
vez que necesitaban resguardarse de los rayos perjudiciales del sol”,
comenta Larlarb. “El personaje debe poder ver afuera del casco pero no
puede ver adentro del traje. Así que se nos ocurrió la idea de poner la
cámara adentro del casco para que pudieras permanecer con el actor en un
nivel emotivo”, explica Boyle.
“La ‘cámara casco’ fue otra de las maravillosas creaciones de Danny”,
comenta Murphy. “Fue físicamente difícil porque el casco y la cámara,
combinados, pesaban una tonelada, pero esas escenas se ven creíbles en
pantalla porque gran parte del tiempo estamos sudando genuinamente y sin
aliento”.
Si bien los interiores del Icaro II fueron construidos en un foro, todos
los exteriores fueron creados utilizando imágenes generadas por
computadora por el equipo de efectos visuales, en Moving Pictures
Company. “Cuando haces una película te pasas lo que parece ser una
eternidad filmándola y después, cuando paras, normalmente llegas a la
parte del proceso cuando la puedes editar y obtener una película. En
este caso, no es así. Lo que tienes es, de hecho, un perro de tres patas
porque los efectos visuales no están ahí”, comenta Boyle. “El gusto
actual es no tomar el camino de las imágenes generadas por computadora,
sino intentar y hacerlo lo más real posible, pero para esta película,
vaya, ni siquiera es una cuestión. Tienes que aceptar el uso de efectos
visuales y de las cosas maravillosas que éstos te libran de hacer”.
“Estamos generando casi 500 tomas”, explica el supervisor de efectos
visuales Tom Wood. “La tomas de efectos visuales clave son secuencias
que tienen que ver con el exterior de la nave espacial y el sol, ambas
siendo generadas casi en su totalidad por computadora, que es algo
bastante inusual. Las naves espaciales son usualmente una combinación de
imágenes generadas por computadora y miniaturas, pero le estamos
apostando a un exterior totalmente diseñado con imágenes por
computadora, salvo una pequeña porción de una secuencia de una esclusa
de aire, donde necesitábamos algo de acción física”.
El reto más grande para el equipo de efectos visuales fue crear el sol,
un planeta que nunca se ha fotografiado o filmado, salvo que haya sido a
millones de millas de distancia. “Una de las cosas más difíciles es
advertir la escala del sol, cuán increíblemente masivo e
incomprensiblemente grande es en realidad”, explica Wood. “Pierde cuatro
millones de toneladas de materia cada segundo. Expulsa repetidamente de
su superficie, a un millón de millas por hora, proyecciones masivas de
materia. Valores absurdos con los que constantemente estamos
compitiendo. Creo, al menos, que nuestro sol será bello e impresionante.
Y espero que también sea igualmente aterrador”.
“Intento hacer películas optimistas”, concluye Boyle, “y si bien algunas
de ellas pueden ser un poco duras, espero que exista en ellas un
espíritu de vida que trascienda para que te sientas más vivo cuando
salgas del cine que cuando llegaste”.
SUNSHINE, ALERTA SOLAR comenzó su rodaje de quince semanas en agosto de
2005 y la post-producción se llevó a cabo en Londres.
DNA Films es una empresa conjunta con la distribuidora de cine
estadounidense Fox Searchlight. La compañía financia y produce películas
británicas, y tiene acceso a una cadena de distribución internacional.
Fox Searchlight Pictures es una compañía que se enfoca en películas
distintivas dirigidas por autores de fama mundial y prometedores y
excitantes realizadores primerizos. Tiene sus propias operaciones de
marketing y distribución, y sus películas son distribuidas
internacionalmente por Twentieth Century Fox. Fox Searchlight Pictures
es una unidad de Fox Filmed Entertainment, una unidad de Fox
Entertainment Group.
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