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Jim Carrey actúa en
“¡Sí, Señor!” como Carl Allen, un tipo con una vida sin futuro, por su
actitud tremendamente negativa. Para él “no” es la respuesta a todas las
preguntas. Hasta que un día se anota en un programa de auto-ayuda, que
se basa en una simple premisa: decir “sí” a todo y a cualquier cosa. El
poder del “Sí” comienza a transformar increíblemente la vida de Carl de
forma inesperada, es promovido en su trabajo y hasta el romance le abre
sus puertas. Sin embargo, su nueva actitud de decir sí a todo podría no
tan genial después de todo.
Peyton Reed (“The Break-Up”, “Bring It On”) dirigió “¡Sí, Señor!” a
partir del guión de Nicholas Stoller y Jarrad Paul & Andrew Mogel,
basado en el libro de Danny Wallace. La película fue producida por el
productor ganador del Oscar® Richard D. Zanuck (“Driving Miss Daisy”,
“Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street”) y David Heyman
(películas de “Harry Potter” films, “I Am Legend”). Marty Ewing, Dana
Goldberg y Bruce Berman fueron los productores ejecutivos.
En “¡Sí, Señor!” también actúan Zooey Deschanel (“Bridge to Terabithia”),
Bradley Cooper (“Wedding Crashers”), John Michael Higgins (“Fred Claus”)
y Terence Stamp (“Get Smart”). Completando el reparto principal están:
Rhys Darby, Danny Masterson, Fionnula Flanagan, Sasha Alexander, Molly
Sims, Brent Briscoe, Rocky Carroll, John Cothran y Spencer Garrett.
Tras las imágenes de la película, el equipo creativo estuvo formado por:
el director de fotografía Robert Yeoman, el diseñador de producción
Andrew Laws, el editor Craig Alpert, el diseñador de vestuario Mark
Bridges, y los compositores Lyle Workman y Mark Oliver Everett.
“¡Sí, Señor!” será distribuida mundialmente por Warner Bros. Pictures,
una compañía Warner Bros. Entertainment, y en territorios selectos por
Village Roadshow Pictures.
www.sisenorlapelicula.com
SOBRE LA PRODUCCIÓN
Decir Sí podría cambiar tu vida
La vida de Carl Allen es frustrante, aburrida y repetitiva. Cuando no
está negando crédito a los clientes del banco donde trabaja, está
rechazando invitaciones de amigos, o mirando televisión completamente
solo. Llegó a convertirse en “el hombre NO”.
-“Alguna vez yo fui así”- confiesa Jim Carrey, quien hace el papel de
Carl -“Además, conozco un montón de gente que está en el constante
estado de rechazar la vida. Yo vivo en los Estados Unidos del NO. Para
mí, esta película trata de elegir la vida, y eso es lo que me llevó a
hacerla. A veces al decir no le estamos diciendo sí a otra cosa, algo
mucho más grande por venir. Y a veces, decir que no a una invitación es
decir sí a un sillón y papas fritas. Uno debe hacer lo que es bueno para
uno” - aconseja Carrey –“Sin embargo, no son las cosas a las que uno
dice que sí de las que uno se arrepiente. Es cuando decimos no que luego
miramos hacia el pasado y pensamos “podría haber vivido un poco más””.
La vida de Carl da un gran e inesperado giro cuando – de mala gana-
asiste a un seminario de auto-ayuda ofrecido por el gurú del “Sí”. El
exhorta a su seguidores a decir sí más seguido, para poder cambiar sus
vidas. Al principio, muy escéptico, Carl acepta intentar decir
espontáneamente sí a todo. –“En la película, Carl es un tipo normal, que
simplemente necesita un empujoncito para cambiar su vida, y eso es
justamente lo que el Seminario del Sí le ofrece” – dice el director
Peyton Reed -“Si bien al principio le cuesta un poco, luego comienza a
gustarle al punto que comienza a disfrutar de su vida”.
Al leer el guión, basado en las memorias superventas de Danny Wallace,
Reed inmediatamente se interesó en la historia.- “Primero leí todo el
guión, y luego todo el libro de Danny. Me impresionó saber que en
realidad Danny había sido fiel a esa filosofía por un tiempo en su
vida”- sigue diciendo Reed.
Años atrás, cuando su novia lo dejó, el autor del libro, Wallace, llegó
a la conclusión que: -“Necesitaba sentarme, volver a ser un niño y jugar
juegos de video, y no hacer nada” – dice recordando -“Mis amigos estaban
preocupados por mí. Me llamaban o me dejaban mensajes por teléfono, de
voz o escritos, ofreciéndome oportunidades o invitándome a lugares. Yo
siempre decía que “no”.
Luego, una conversación casual durante un viaje en autobús en Londres,
cambió la vida de Wallace, y le inspiró su libro. –“Alguien me dijo:
-“Deberías decir Sí más seguido”. Probablemente haya sido un simple
comentario, pero para mí fue el mejor consejo que podría haber recibido.
Fue como haber resumido todos los libros de auto-ayuda en cinco
palabras. ¡Me dí cuenta que decir Sí podía cambiar mi vida! Le compré su
auto a un amigo en una fiesta, tan sólo por preguntarme “¿por casualidad
no estás interesado en comprar un auto?”. Luego fui a ver a una banda
llamada General Onion and His Shocking Castanets. Gracias a una
publicidad que tenía las palabras justas, me fui por un fin de semana a
Singapur. Sin duda, no es un lugar para ir solamente por un fin de
semana” – dice el autor riendo –“pero la pasé muy bien. Como yo lo veo,
uno puede encontrar el amor de su vida tanto en una fiesta horrible,
como en una buenísima. Pero si uno dice no, no sucederá nunca”.
-“Me encantó el espíritu positivo del argumento” - dice Reed
entusiasmado -“y la idea de alguien que toma las riendas de su vida, en
este caso en especial, de una manera un tanto arbitraria. Es muy
gracioso ver a un tipo como Carl en esas situaciones, y yo sabía que con
Jim Carrey en el papel de Carl las posibilidades cómicas eran infinitas.
La aptitud de expresarse físicamente de Jim y de comunicar lo que pasa,
hace todo más gracioso”.
-“La idea conceptual era muy buena”- dice Carrey-“ofrecía campo fértil
para sentarse a imaginar todas las cosas que podrían suceder si uno tan
sólo dijera “si””.
El productor David Heyman descubrió el libro de Wallace y lo llevó al
estudio. Se había vuelto un gran admirador del escritor tras leer su
primer libro, “Join Me”. Al leer “¡Sí, Señor!” no se decepcionó. -“La
generosidad de espíritu que inspira el trabajo de Danny me atrae
realmente” – dice el productor - “Cuando leí “¡Sí, Señor!”, me encantó.
La idea de que si uno dice sí – o sea que se abre a las posibilidades
que la vida le arroja a sus pies – y que entonces pueden suceder cosas
muy buenas, es atractiva”.
El productor Heyman estaba inmerso en la producción de la última
película de “Harry Potter” cuando se puso en contacto con el veterano
cineasta Richard Zanuck, con la intención de interesarlo en producir
juntos “¡Sí, Señor!”.
Zanuck no dudó un segundo en unirse al proyecto, y pensó: -“Ponerlo a
Jim Carrey en el papel principal es genial. No hay otro actor que actúe
como él”- dice Zanuck sonriendo -“dije que Sí a todo: al guión y a los
actores del reparto. Me gustó absolutamente todo. Era fresco, muy nuevo,
optimista y gracioso”.
Se encontró con Reed y ahí nomás se pusieron de acuerdo. -“Dick Zanuck
realizó muchas de las películas que yo miraba cuando era chico, que
fueron las que me llevaron a hacer cine”- dice Reed -“‘Ya sea
considerando el “Planet of the Apes” original – película que él aprobó
cuando dirigía Fox, “The Sting” o “Jaws”, filmes ambos estos dos últimos
que él produjo, no cabían dudas, él era el hombre indicado”.
-“Fue un encuentro maravilloso”- dice Zanuck recordando -“Yo admiro las
películas de Reed, además él es muy agradable y muy talentoso. Pienso
que tiene un gran futuro por delante”.
Reed trabajó junto con los guionistas Nicholas Stoller, Jarrad Paul y
Andrew Mogel, y pasó tiempo con Jim Carrey durante la etapa de pre-producción.
Así, ajustaron el muy inglés espíritu de Wallace y lo convirtieron en
una historia norteamericana, que sucede en Los Ángeles. -“El tono que yo
quería crear en el filme, era algo entre lo que Jim hace como cómico y
como actor serio”- explica el director -“Quería un tono que le
permitiese dar vuelcos cómicos a su personaje, a la manera que sólo Jim
puede hacerlo, pero que también tuviera los pies en la tierra”.
A Danny Wallace autor escocés, humorista y personaje de la televisión,
le costaba creer que estaba en la tierra cuando los cineastas le
propusieron llevar sus memorias al cine con una película de Jim Carrey.
-“Cuando recibí esta llamada telefónica, en que me proponían llevar mi
libro a la pantalla grande de Hollywood, no lo podía creer. No cabía
duda que iba a decir ¡Sí!”- cuenta Wallace sonriendo -“Soy fanático de
Jim Carrey desde que lo ví en “In Living Color”. En “¡Sí, Señor!” entre
todos hicieron un muy buen trabajo al “americanizar” la historia para
ofrecerla a un público más amplio. El espíritu de mi historia quedó
intacto”.
-“¿Qué puedo decir?”- dice Carrey -““¡Sí, Señor!” no existiría sin él.
El hombre tuvo una idea justa para el campo que me muevo. Siempre estoy
buscando cosas realmente graciosas, y esta historia además da para
pensar luego de verla. Cuando vean “¡Sí, Señor!”, la gente va a volver a
su casa y se va a preguntar “¿cuántas veces digo yo que no? Tal vez
debería decir más veces que sí””.
Tanto Carrey como Reed están felices de haber dicho sí esta vez.
-“Me divertí mucho trabajando con Jim” -cuenta Reed -“No lo conocía
antes, pero fuimos como dos almas gemelas. Descubrí que asombrosamente
teníamos el mismo sentido del humor. Como pasamos tanto tiempo juntos
durante la etapa de pre- producción, al comenzar a filmar, Jim y yo
teníamos un mutuo entendimiento, ideas muy claras de lo que queríamos
para la película y una buena definición del personaje de Carl”
Carrey está de acuerdo y dice: -“Sé que Peyton tiene experiencia como
improvisador, y así y todo, esta fue la primera vez que durante una
película, me senté y dejé que alguien me hiciera reír todo el tiempo. Me
hacía revolcar por el suelo de la risa. Pienso que hay cosas que un
actor debe hacer al menos una vez. Trabajar con él definitivamente fue
una de ellas”.
“¡Oh!. Hola. ¿Usted me sacó recién una fotografía?”
La aventura de Carl comienza cuando salta de su sillón y comienza a
vivir, al salir del Seminario del Sí. Sin embargo, comienza a ver sus
verdaderas posibilidades cuando se encuentra con Allison. Una noche Carl
se queda sin gasolina, va a una estación de servicio, y se da cuenta que
para volver a su auto, que está lejísimos, va a tener que caminar un
largo rato. De pronto, encuentra allí a una mujer fascinante, que le
ofrece llevarlo de vuelta a su vehículo. El no puede menos que decir que
Sí.
-“Allison es un espíritu libre”- dice la actriz que la encarna, Zooey
Deschanel -“Es muy divertida. Es parte de una banda musical, pinta y
hace fotografía… es creativa y espontánea. Por propia naturaleza, es
todo lo que Carl sueña con llegar ser”.
Carrey describe a la atractiva Allison así: “Es intrigante. Uno quiere
saber de ella. Es la promesa de una odisea. El elemento romántico de la
película es muy importante, porque una de las mejores cosas de la vida a
la que uno quiere decir sí es al amor, uno quiere que funcione. Zooey
tiene gran calidad humana, es maravillosa, dulce, y a la vez extraña y
original”.
-“Zooey es una gran actriz y tiene un nosequé excéntrico”- comenta Reed
-“Su energía es completamente diferente a la de Jim, y entre ellos dos,
hay buena química en pantalla. Además Zooey tiene talento musical, lo
cual dio autenticidad a Allison, pues el personaje canta con una banda
de música”.
Bradley Cooper da vida al mejor amigo de Carl, Peter, quien también dice
Sí en “¡Sí, Señor!”. A él, le frustra ver que, a dos años de haberse
divorciado de su mujer, Carl reniegue de vivir la vida.
-“Quise que se pudiera sentir que ellos dos habían sido grandes amigos
desde hace mucho tiempo”- dice Cooper - “Como todos las buenos amigos,
uno sufre las penurias de las personas que ama. En el filme, Peter no
solo es su amigo, sino que es como los ojos del público, que mira y
disfruta lo que sucede, cuando a Carl comienza con sus extrañas
conductas”.
“Bradley tiene mucha energía, y la puso en cada escena”- dice Reed
-“Cuando uno vé a Jim y a Bradley juntos, puede creer que en realidad
fueron grandes amigos por años”.
El gran catalizador del cambio de Carl, es un antiguo colega de él, Nick,
interpretado por el actor John Michael Higgins. Nick le muestra a Carl
que existe una manera de decirle Sí a la vida, un día que lo acorrala al
salir del banco.
-“A Nick le fascina el seminario del gurú Terrence; de quien es un fiel
seguidor”- explica Higgins -“Nick dice que sí a todo en la vida. Al
principio Carl no se da cuenta, pero cuando uno dice que sí a todo,
seguramente termina como Nick, completamente loco” – dice bromeando el
actor.
-“Nick es un personaje bastante raro” – dice Reed -“Se vé que le falta
un tornillo. Es súper entusiasta, pues ha visto la luz, al descubrir El
Poder del Sí. Le da a Carl un panfleto del seminario y le dice: -“Al
mirarte a los ojos puedo ver que necesitas algo en tu vida”. Michael es
muy bueno interpretando a personajes extremos, locos, dándoles al mismo
tiempo un sentido de realidad y de humanidad. Fue muy divertido verlo
actuar junto a Jim, y verlo a Jim como el hombre sensato y a Higgins
como el loco total”.
Nick está fascinado de encontrar a Carl en el seminario, y rápidamente
llama la atención del creador del “Poder de Sí”, Terrence Bundley, hacia
Carl. Terence Stamp es quien de vida a Bundley.
-“Mi personaje es el centro de lo que graciosamente es llamado el
circuito del gurú”- dice sonriendo Stamp -“El descubrió una manera de
que la gente le pague por inspirarlos”.
-“Terence Stamp es un tipo muy carismático. Después de todo, es Terence
Stamp” – dice Reed con admiración -“Tiene una gran voz, profunda,
resonante, y eso es la mitad del personaje, porque además él es muy
seductivo. Por eso, cuando su personaje le dice a Carl todo lo que es
errado en su vida, Carl se queda pensando: -“¿Acaso este tipo tiene
poderes?” – es muy desconcertante, y obviamente Carl queda afectado”.
Carrey estaba encantado de poder trabajar con el veterano actor.
-“Terence es un actor consumado, un clásico, y tiene profundidad e
historia. Él le da a todo un gran nivel”.
La nueva actitud positiva de Carl, comienza a dar beneficios. Norm, su
jefe en el banco, comienza a notarlo, y está deleitado al ver que su
empleado tiene mucho más interés en su trabajo, y más interés en acudir
a sus frecuentes fiestas. Rhys Darby, actor/ comediante originario de
Nueva Zelandia, debuto en el cine como el jefe sabelotodo de Carl.
-“Rhys fue mi primera y única elección para el actor que debía
interpretar a Norm” – confiesa Reed -“¡Es que es tan gracioso!”.
Carrey agrega” –“En verdad hay que verlo. Es tan dedicado, y tiene ese
tipo de mirada loca, como la que tenía Peter Sellers, que salta fuera de
la pantalla”.
El personaje de Darby, organiza una fiesta especialmente memorable para
el productor Heyman, desde hace mucho productor de las películas de
“Harry Potter”. -“Obviamente, la escena de “Harry Potter” me encantó
especialmente. La forma en que la mostraban estaba llena de sentimiento,
no era tan sólo cómicamente ingeniosa. Al ver la secuencia en las
pruebas de filmación, no podía dejar de reírme”.
Carrey aprovechó la fiesta de disfraces de Harry Potter para reírse de
sí mismo: -“Me veía como David Letterman en Hogwarts”.
En el reparto de “¡Sí, Señor!”, también están Danny Masterson como
Rooney, el vago amigo de Carl, que trata de sacar ventaja de su nueva
actitud “sí”, al punto de irse a vivir con él gratis; Molly Sims es la
ex mujer de Carl, Stephanie, quien comienza a ver a Carl de otra manera
a partir de su cambio; y Fionnula Flanagan como la impúdica vecina de
Carl Tillie.
-“Fue muy divertido estar con los actores” – comenta Zanuck -“Había
entre ellos espíritu de grupo, lo cual para mí fue muy refrescante.
Estoy muy feliz de haber dicho “Sí”, y de haber sido miembro del Club de
Yes Man”.
Reed se hace eco del mismo sentimiento. –“Fue una experiencia increíble
trabajar con estos actores. Dieron chispa, credibilidad y mucho humor al
mundo de Carl”.
“¡Tírate del puente!”
Para interpretar su papel en “¡Sí, Señor!”, Jim Carrey tuvo que
entrenarse y perfeccionar nuevas habilidades, necesarias para que su
personaje, Carl, saltara hacia la fe del mundo del “Sí”. Si bien el
actor tenía conocimientos de guitarra, Carrey debió pasar muchas horas
practicando la canción que eventualmente tocaría en sus escenas con el
personaje que intenta un tipo de salto totalmente distinto.
¿Y qué pasa con las dotes musicales de Carrey? -“Mi profesor de guitarra
todo el tiempo me alentaba, diciéndome que tenía buen ritmo y oído, y
que debía seguir dedicándome a eso” – pero el actor, conociendo sus
límites agrega –“Al terminar de filmar ya nunca más toqué una guitarra.
¿Para qué hacerlo cuando hay gente como Eric Clapton en el mundo?”
Carrey también debió aprender a hablar en coreano, con el entrenador
John Song, porque Carl llegaba a hablar el idioma a la perfección.
-“Cuando lo logré, la gente se quedó impresionada, pero me tomó diez
semanas. Creo que es una de las cosas más difíciles que hice jamás”.
El director lo ve de manera distinta. -“Cada día trabajando con Jim era
una aventura, porque la historia requería que hiciera un montón de cosas
distintas: ir en moto, aprender a hablar en coreano, tocar la guitarra,
tocar “Dance Dance Revolution”, tirarse en patineta por una montaña, y
hace puenting (Bungee jumping) arrojándose al vacío. Jim simplemente se
preparó para todo ello a la perfección, lo cual hizo mi trabajo mucho
más fácil”.
En otras películas, Carrey ya había demostrado su habilidad con las
motocicletas, especialmente en “Dumb and Dumber”. En “¡Sí, Señor!”,
demuestra su gran arte en motociclismo encima de una moto Ducati… usando
la bata de un hospital.
-“¡A morirse de envidia Peter Fonda!” - aullaba Carrey saltando sobre
una moto Ducati, para las escenas que se filmaron en el corazón de Los
Ángeles -“Es una nueva película de motocicletas, para una nueva
generación: ¡Ducati!”
Los técnicos de efectos especiales construyeron plataformas especiales
para filmar la escena en la que Carl le pide prestada la moto Ducati a
un amigo. El zigzaguea entre el tráfico para encontrar a Allison,
personaje al que da vida Zooey Deschanel. Las plataformas permitieron
que Carrey pudiera ir manejando detrás del camión de las cámaras, para
hacer los wheelies (pararse en la moto en un rueda) y otras osadías,
pero las maniobras estaban completamente controladas para una máxima
seguridad.
-“En la película, es la primera vez que Carl se sube a una motocicleta
Ducati —1100cc, toneladas de rotación, ¡un monstruo de moto!”- dice
Ernie Vigil, quien fue el doble para muchas de las escenas de la moto en
el film - “Fue divertido ver a Jim sobre esos aparejos, yo no sabía si
él podía o no montar una moto. Pero luego se subió a la Ducati, salió
disparado, entreverándose entre los autos como un experto. ¡Estuvo
fantástico!”.
Otra de las escenas de acción del filme, tiene un deporte menos
conocido, el body blading o patinaje con el cuerpo, que se realiza
poniéndose rueditas de patines en los pies, rodillas y manos, y
patinando por las rutas acostado boca abajo. El director se inspiró para
hacerla, en un video que recibió: -“Un amigo me envió un video online,
diciendo que era muy divertido, y que yo debería verlo. En el video
había un francés, Jean Yves Blondeau, que tenía puesto un traje de cuero
que tenía rueditas de patines por todos lados. Él lo había diseñado”-
dice recordando Reed -“El traje era una especie de armadura mezclada con
la ropa de los soldados de “Star Wars”. Se lo mostré a Jim y a los
guionistas, y todos nos quedamos obsesionados con eso. Parecía ser muy
divertido y osado”.
En el video se ve a Blondeau patinando parado y de repente se echa al
suelo, y sigue patinando con el cuerpo, acostado, corriendo así por las
calles a una velocidad de casi 100 km por hora. Los cineastas
contrataron al patinador, que vino desde Francia para asesorarlos.
Además fue el doble de Jim Carrey en las partes de la película en las
que Carl y Allison intentan practicar el deporte.
-“Es impresionante ver cómo va de rápido en realidad”- dice Reed -“No
fue fácil para agarrarlo con las cámaras, porque iba tan rápido que se
nos iba de cuadro en un segundo”.
Cuando filmaron las escenas en Decker Canyon en Malibú, el coordinador
de dobles Gary Hymes y Blondeau trabajaron juntos con los actores, para
evitar todo riesgo y filmar con la máxima seguridad. Pero la actriz
Deschanel, no era tan entusiasta como los muchachos al tratarse de las
escenas de acción.
-“La bella Zooey es talentosa, pero un poco cobarde para patinar con el
traje especial con rueditas” – dice bromeando Carrey -“Es comprensible,
después de todo, seguramente no le debe gustar caerse por los
precipicios de las montañas de cañón. Es razonable, ¿no?”.
-“Este es un deporte extremo”- explica la actriz -“Uno debe practicar
por mucho tiempo para hacer algo así. La chica que es mi doble, se pasó
semanas practicando, ¡y eso que es una profesional! Igual, fue muy
divertido ponerme esos trajes”.
Los cineastas diseñaron una plataforma con cinta transportadora, para
seguridad de los actores durante la acción. –“Estábamos allí, y era muy
divertido, como si estuviéramos en un parque de diversiones”- comenta
Deschanel, y agrega – “aunque en verdad no pensaba practicar ese deporte
en la colina donde estábamos”.
-“Creo que ahora Zooey ha cambiado mucho” - comenta Reed -“Pudo vencer
muchos de sus miedos a lo largo de este film”.
Y hablando de extremos, en un momento de la historia, Allison se enoja
con Carl, y le dice: -“¡Vete y tírate de un puente!”. Tratando de seguir
la sugerencia, Carl se va al puente de la calle Bridge en Pasadena, para
arrojarse al vacío.
A lo largo de toda la filmación, Carrey trató de conseguir la aprobación
de todo el estudio para poder saltar él, sin utilizar dobles. -“Quise
hacer puenting yo mismo para trascender la película”- dice el actor
–“quería que los espectadores supieran que Jim Carrey ¡en verdad se
atrevió a saltar!”.
-“Desde el principio Jim quería hacerlo” -dice Reed -“Pienso que era
algo que quería lograr en su vida. Pero lógicamente, teníamos nuestras
dudas para permitir que nuestro actor principal hiciera puenting… al
menos mientras que estuviera filmando la película”- dice bromeando.
Finalmente los cineastas permitieron que Carrey hiciera él mismo la
escena del salto, en el último día de filmación.
-“Todo se hizo de manera segura, según las indicaciones del coordinador
de dobles, y la organización Bungee América, pero el día de la filmación
yo estaba muy nervioso”- declara Reed -“Pese a todas las precauciones
tomadas, se trata de Jim Carrey saltando al vacío desde un alto puente.
Íbamos a tener sólo una oportunidad para filmarlo, así que no había
lugar a equivocación”.
Se utilizaron seis cámaras para captar la escena del único salto, con
cabezales Libra de alta velocidad, (grúa de la que cuelgan las cámaras,
que tiene movimiento a control remoto) que se movían por computadora.
Las cámaras estaban estabilizadas por medio de anclajes en su montura,
lo que permitió seguir el salto de Carrey al caer. La segunda cámara
montada en un cabezal Libra, se ubicó en los costados del puente junto
con otras cuatro cámaras en distintas posiciones. Los cineastas y su
equipo, se agruparon frente a los monitores para observar todo, entonces
Carrey saltó al vacío desde el borde del puente.
-“¡Eso fue súper audaz! ¡Increíble! ¡Me encantó!” – declaró Carrey tras
su primer salto -“Esta mañana, cuando ví el puente pensé “¿qué estoy
haciendo? ¡Esto es una locura!” Pero seguí, porque no tomé consciencia
sino hasta el momento mismo en que estuve en la plataforma, justo antes
de saltar”.
-“¡El salto de Jim fue perfecto! y luego, sacó su teléfono de utilería,
como lo pedía el guión, y actuó su escena todavía colgando cabeza abajo
desde el puente, en el tiempo correcto”- dice riendo Reed -“Hay que
tener mente fría para poder hacer eso ¡fue grandioso! ¡Un golpe de
adrenalina! Para Jim, esa fue la mejor manera de terminar su trabajo en
“¡Sí, Señor!”, no hay manera posible en que hubiese sido mejor”.
“¡Hombre! ¡Un poquito más! ¡Allí, en las colinas!”
El director Peyton Reed eligió un área especial de Los Ángeles para el
escenario central del filme. –“Es un lugar muy específico que tiene poco
que ver con la película y el mundo de la televisión”- explica –“La
acción sucede en los alrededores de Silverlake, Los Feliz y Echo Park,
área que tiene una gran mezcla de artistas y jóvenes profesionales. Yo
voy mucho por allí. Filmamos en exteriores en todo lo posible, y estoy
muy feliz con el resultado”.
El diseñador de producción Andrew Laws estaba fascinado con la elección
de Reed para la versión de la historia en Los Ángeles. -“Es una
verdadera historia del hombre común de Los Ángeles. En vez de crear un
mundo inventado dentro de la ciudad, Peyton eligió usar entornos
verdaderos para darles más realidad a los personajes, y para contar una
historia que habla de la ciudad y de la gente que vive allí” explica
Laws.
Uno de los lugares favoritos de Laws, fue la posada “Bigfoot Lodge”.
-“Tiene un bar y es un lugar divertido. Todos pensamos que sería
perfecto como lugar de reunión de los personajes”. Reed había estado
allí varias veces a través de los años, y le gustó poder incluirlo en
“¡Sí, Señor!”.
Además de las tomas en el verdadero bar de la posada, Laws y su equipo
recrearon el alojamiento “Bigfoot Lodge” en los galpones de filmación
del Estudio 23 de Warner Bros.-“Íbamos a pasar mucho tiempo filmando en
el bar, y sabíamos que iba a ser difícil filmar todas las escenas en el
verdadero lugar. Para eso íbamos a tener que cerrarlo por un largo
tiempo”- explica Laws - “Por esa razón, prácticamente copiamos la
entrada y el interior en un galpón, y le agregamos un amplio lugar en el
fondo. Cuando la gente de “Bigfoot” vino a visitarnos al set, para ellos
fue alucinante estar en “su propio bar” en ese lugar”.
La inclinación de Reed por el área de Los Feliz/Silverlake de Los
Ángeles, derivó en la selección de otros lugares dentro de esas zonas,
entre ellos Spaceland, en Silverlake, donde hay espectáculos musicales
en vivo. Reed, quien también es músico, actuó en sus escenarios con
bandas, y también escuchó conciertos de distintas bandas a lo largo de
los años. En el filme, Allison y su banda “Munchausen By Proxy”, actúa
en Spaceland, mientras que Carl la observa con fascinación desde el bar.
-“Me gusta la conexión personal que yo tengo con muchos de los lugares,
y también haber podido explorar y presentar muchos de los lugares menos
fotografiados de Los Ángeles” – dice Reed, que mezcló lugares poco
conocidos con otros icónicos, como el Hollywood Bowl y el observatorio
del Parque Griffith.
-“El Bowl es simplemente fantástico, uno de los lugares más románticos
de Los Ángeles”- explica Reed, quien junto con Carrey, Deschanel y
miembros del grupo de filmación, pasó dos noches filmando en el
histórico sitio –“La idea de poder entrar en el Hollywood Bowl por la
noche, cuando está vacío, fue irresistible”.
La verdad, la ocurrencia fue de Carrey, quien dice admitiendo: -“Yo me
colaba dentro del Hollywood Bowl todo el tiempo, cuando tenía
veintitantos años, y actuaba en el Comedy Store. Una noche me metí allí
con una muchacha, y en eso me inspiré. Me encantó volver a recrearlo”.
-“Era divertido estar en el escenario de The Hollywood Bowl, cuando
estaba completamente vacío” - dice Deschanel -“Para mí fue toda una
experiencia, algo nuevo, que la mayoría de la gente nunca va a poder
hacer”.
El Observatorio del Parque Griffith, se utilizó para las escenas en que
Allison sale a hacer ejercicios por las mañanas, también para su clase
de fotografía a la sombra de la familiar bóveda del edificio. Ella y
otras personas que corren, tratan de sacar fotos mientras corren. En una
de las escenas principales, Carl va al parque a encontrarse con Allison
tras pasar una noche con todos “los muchachos”. Hiperactivo tras tomarse
una bebida energética, Carl se encuentra con ella, y no puede parar de
hablar, lo que divierte mucho a Allison y a sus alumnos.
Uno de los grandes salones de baile del Hotel Renaissance, cerca del
boulevard Hollywood y la avenida Highland, se transformó en el lugar de
la convención de auto–ayuda presidido por Terrence Bundley. Es allí
donde Carl, a Nick y a más de 800 otros artistas, quedan hipnotizados
repitiendo al unísono “¡Sí!”.
Esa no fue la única escena con un gran público. En cierto momento de la
película, Carl y Allison viajan a Nebraska, donde terminan yendo a un
partido de fútbol americano de la Universidad de Nebraska. Las escenas
de “¡Sí, Señor!” se filmaron en del estadio “Lincoln’s Memorial” de la
universidad, antes que entrase una multitud más de 84.000 fanáticos del
equipo Cornhuskers del lugar. Al volver a Los Ángeles, el equipo de
filmación rodó las escenas correspondientes con Carrey, Deschanel y más
de 700 extras en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. Tanto los actores
como los cineastas y su equipo, quedaron pasmados al entrar en la
histórica y cavernosa arena, al punto que muchos de ellos no pudieron
resistir la tentación de hacer volar una pelota a través del fabuloso
campo. Carrey, entre ellos, vestido con la ropa de los jugadores
Cornhuskers de la Universidad de Nebraska, intentó algunos pases.
“¿Quieres bailar el rock esta noche?”
La música de “¡Sí, Señor!” juega un papel importante, como sucede en
todos los filmes de Peyton Reed. -“Soy un loco por la música, y realicé
muchas películas en las que la música es el núcleo. Con “Bring It On” y
“Down With Love” la gente decía que las dos eran filmes musicales sin
ser musicales de muchas maneras”- detalla Reed - “En esta película hay
varios hilos musicales, desde el personaje de Jim Carrey que aprende a
tocar la guitarra, a la banda de Allison. El tema de esta película me
permitió intentar distintas ideas musicales, lo cual para mí es siempre
divertido”.
Zooey Deschanel es una lograda cantante/ escritora de canciones. Con
mucho entusiasmo trabajó junto a la banda de la ciudad de San Francisco
“Von Iva”, elegida para la película por el supervisor musical Jonathan
Karp. -“Vi un CD de Von Iva y descubrí que son buenísimas y talentosas
músicas”- cuenta Karp -“Aceptaron trabajar en nuestra película con mucho
entusiasmo. Entonces Zooey y a las muchachas de Von Iva: Becky, Kelly y
Jillian, comenzaron a ensayar juntas por una semana, y luego pasaron a
grabar en el estudio. Durante este proceso, se convirtieron en un grupo
muy unido, y así se formó la simpática banda del film”.
Deschanel ayudó con las letras de las canciones de la banda, y trabajó
conjuntamente con las muchachas de Von Iva, el director Peyton Reed y
con Karp. En la historia, Allison vuelca sus dramas personales en sus
canciones, y actúa con su grupo que tiene el particular nombre
“Munchausen By Proxy”. -“Durante los ensayos escribimos las letras y las
canciones, y la pasamos muy bien juntas” – dice Deschanel recordando
-“Fue muy divertido que me dejaran ser parte del proceso creativo, y al
filmar, me encantó escuchar a la gente del equipo de filmación tararear
nuestras canciones”.
-“Tuvimos mucha suerte en tener a Zooey en el papel de Allison, porque
ella hizo mucho por el film” - comenta Karp – “Es una cantante
maravillosa y con mucha experiencia, y es muy buena para escribir letras
de canciones. Tuvo gran influencia en la realización de las letras tan
graciosas”.
La banda musical de la película tuvo igual importancia para Reed. -“Soy
un gran fanático de la banda Eels. El líder de los Eels es un tipo
llamado E. Todos creímos que iba a ser muy difícil convencerlo para que
haga la música, pero cuando vio la película creo que principalmente dos
cosas lo inclinaron a aceptar: que sucede en su barrio, y que se trata
de un tipo muy introvertido, deprimido, y para el cual el mundo se abre.
De eso se tratan casi todas las canciones que E escribió. Entonces se
sintió conectado con el argumento y aceptó hacer la música”.
El nombre verdadero de E es Mark Oliver Everett, y trabajó junto con el
compositor Lyle Workman para crear la música. El director continúa
diciendo: -“E y Lyle utilizaron algunas instrumentaciones existentes de
los Eels. Luego compusieron material nuevo para complementar al
anterior. Creo que en general, la música le da al filme mucha emoción, y
el sabor de esa zona de Los Ángeles”.
“Voy a hacer una fiesta de disfraces en mi casa – Hay que venir con un
sombrero loco y/o con una peluca”
El diseño de los extraños trajes de la banda de Allison fue una de las
responsabilidades del diseñador de vestuario Mark Bridges. Trabajó junto
con Zooey Deschanel para crear las originales y vistosas vestimentas que
usan las chicas del grupo musical “Munchausen by Proxy” en el film.
-“Fui a ver a Zooey y al grupo Von Iva durante los ensayos, y se me
ocurrió que su estilo y la manera en que se movían necesitaba algo sexy
pero que fuera de otra época. Algo que no se hubiera usado en los
últimos veinte años. Una especie de moda tipo los punks de los ’80
mezclado con el estilo del siglo XVIII”- dice riendo Bridges -“Pusimos
prendas que parecían sacadas de un baúl de ropa para espectáculos, que
la hubieran sacado para cada distinta canción, según su tema”.
Bridges también se divirtió diseñando los disfraces para las fiestas con
temas que organizaba Norm, el jefe de Carl. -“Una de las cosas más
interesantes fue diseñar los disfraces de las fiestas de Norm” -Bridges
cuenta detallando: -“Para la de Harry Potter, nos aseguramos que todo se
viera como hecho por amateurs. Como si gente que en verdad está en el
mundo del cine lo hubiera hecho. Para ello, utilizamos ropa sacada de
tiendas de segunda mano, que se vieran reales y usadas. Usamos también
togas de graduación y partes de disfraces que copian a los personajes de
Harry Potter, como por ejemplo el estrafalario parche del ojo, y otros
por el estilo”.
Para la fiesta de Norm con tema de la película “300”, Bridges y su
equipo, también se aseguraron que los disfraces parecieran caseros.
-“Tratamos de elegir algunos trajes icónicos de la película y los
copiamos de maneras raras”- detalla Bridges divertido -“Por ejemplo, uno
de los invitados de la fiesta tiene muchos aros y está medio desnudo. Le
pusimos uno de esos resortes llamados Slinky en su cuello, y le pegamos
aros en su nariz”.
Sí es el nuevo No
El corazón y el humor de “¡Sí, Señor!” es la transformación de Carl, y
de todos los hombres con una vida rutinaria, que se abren a las
posibilidades de la vida, una vez que empiezan a decir sí.
-“Lamentablemente el mundo está lleno de “hombres no””- comenta David
Heyman - “Pese a eso, pienso que habiendo sido más un “hombre sí”, la
vida fue generosa conmigo. Yo quería estar en el mundo del cine,
entonces, yendo en contra de todos los consejos sabios, me mudé a 3 mil
millas de distancia, a Nueva York, y luego a otras 3.000 millas, a
Londres, lo cual fue muy loco. Pero al final me salió bien”.
-“El fondo de esta historia es que uno debe darse oportunidades de vivir
la vida. Y esas oportunidades no llegan cuando uno dice que no a todo, y
cierra las puertas”- dice Zanuck -“Espero que el público se lleve ese
mensaje al salir del cine, además de pasar un buen rato con una película
realmente divertida”.
-“En varios momentos, durante la etapa de preproducción, y mientras que
escribíamos, teníamos días en los que literalmente decíamos: “vamos a
decir que sí a todo”“- dice recordando el director Peyton Reed -“Y en
verdad, cuando uno comienza a abrirse a las cosas, es extraño, el
sentimiento es maravilloso. No quiero sonar como un raro que vive en una
película, pero pienso que en verdad afecta la manera que todos encaramos
las cosas. Esto propone abrirse más a las experiencias”.
-“Yo tuve mis “momentos sí”” – dice ‘Carrey -“Y muchas veces me pregunté
¿por qué dije que sí? Pero al final de cuentas uno se responde:
“¡Hombre! ¡Porque eso es vivir!”.
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