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Sinopsis
Beatrix Potter fue un fenómeno literario a principios del siglo XX.
En una época en la que el designio de la mayoría de las mujeres de su
clase era tener un buen matrimonio, Beatrix se convirtió en un icono que
nadaba calmadamente, pero con gran fortuna, contra corriente.
Creó una serie de libros y personajes que son tan queridos en la
actualidad como lo fueron hace cien años, y desde su primera edición
nunca han dejado de reimprimirse. También fue una pintora distinguida y
—de haber sido hombre— sus dibujos botánicos hubieran sido adquiridos
por la Sociedad Real de Horticultura de Kew Gardens.
Además, para cuando murió en 1943, Beatrix Potter había comprado vastos
campos del Distrito Lake, que terminó por donar al Fideicomiso Nacional,
otrora próspero Fideicomiso Británico de Conservación. Que gran parte de
esta gloriosa campiña, que le sirvió a Beatrix Potter de inspiración, se
conserve igual que cuando ella vivió para que otros pudieran
disfrutarla, es su legado a la nación.
Ésta es su historia…
Beatrix Potter
1866–1943
Beatrix Potter nació en 1866 en Bolton Gardens, Kensington, un apacible
y frondoso suburbio del Londres de aquella época. Tanto su padre como su
madre provenían de acaudaladas familias algodoneras de Lancashire; la
nueva clase “media” que hizo su dinero durante la Revolución Industrial.
Su padre, Rupert, era abogado pero llevaba una vida relajada, en la que
pasaba los días con sus amigos, artistas y políticos en su club para
caballeros. La vida de su madre Helen giraba en torno a tomar el té con
sus amigas y a tener en orden el hogar y a su séquito de empleados
domésticos.
Beatrix tenía un hermano, Bertram, quien era seis años menor que ella. A
pesar de la diferencia de edades, eran amigos cercanos y compartían el
amor por la campiña, los animales y el dibujo.
Beatrix fue criada acorde a su linaje victoriano de clase media. Fue
cuidada por una nana y educada en casa por una institutriz.
Afortunadamente, sus padres la alentaron a que desarrollara sus talentos
artísticos y fueron comprensivos con el entusiasmo que sentía por la
historia natural. La llevaron a galerías y exhibiciones de arte, y la
inscribieron a clases de dibujo. Mientras tanto, ella y Bertram tenían
todo tipo de mascotas en el salón de clases —que se encontraba en la
parte superior de su casa—, incluyendo conejos, ratones, lagartijas,
tritones , una víbora, un murciélago y una rana. Los niños estudiaron y
dibujaron estas criaturas con precisión científica. Cada verano, el
padre de Beatrix, quien era aficionado a la pesca y la fotografía
amateur, rentaba una casa durante tres meses en Escocia o en el Distrito
Lake inglés, donde Beatrix tenía la libertad de explorar la campiña y
observar plantas y animales en su hábitat natural.
Una vez que su educación formal llegó a su fin, esperaban de ella, al
igual que de la mayoría de mujeres jóvenes de su clase, que permaneciera
en casa con sus padres. Se mantuvo ocupada pintando y estudiando
historia natural. Estaba interesada particularmente en el estudio e
investigación de los hongos. Sin embargo, como amateur y mujer que era,
le fue difícil irrumpir en la sociedad científica de la época y,
finalmente, abandonó su intento por hacer que su trabajo fuera tomado en
serio. En cambio, con la ayuda de su hermano comenzó a vender sus
fotografías de animales en escenarios imaginarios para ilustraciones de
libros y tarjetas de felicitación.
Siempre disfrutaba implementar sus habilidades artísticas para
entretener a jóvenes amigos. Su última institutriz, Annie Moore, se
había casado y tenía familia. Cuando estaba fuera de Londres, Beatrix le
enviaba a los hijos de Moore encantadoras cartas ilustradas, llenas de
anécdotas acerca de sus mascotas. En septiembre de 1893, Beatrix estaba
de vacaciones en Perthshire, Escocia, y le envió al hijo mayor de Moore,
Noel, quien había estado enfermo y necesitaba animarse, una
carta-historia especial acerca de su conejo Peter. Esta historia se
volvería famosa una vez que se convirtió en el primer libro de Beatrix
Potter, “The Tale of Peter Rabbit”.
Varios años más tarde, Beatrix decidió convertir la carta en un pequeño
libro. Envío el manuscrito al menos a seis casas editoriales pero no fue
aceptado y decidió que lo mejor era publicarlo ella misma. En diciembre
de 1901 hizo todos los arreglos para que fuera impreso de manera privada
con una edición de 250 copias, que vendió a sus amigos y conocidos. Le
fue tan bien que tuvo que solicitar una reimpresión.
El éxito del libro avivó la esperanza de Beatrix de que quizás y todavía
era posible encontrar una editorial que estuviera interesada. Frederick
Warne & Co., una de las múltiples casas que habían rechazado el
manuscrito el año previo, aceptó considerarlo de nuevo y decidió aceptar
el proyecto si Beatrix estaba dispuesta a ilustrar de nueva cuenta todo
el libro a color.
“The Tale of Peter Rabbit” fue publicado por Frederick Warne en octubre
de 1902 y fue un best-seller instantáneo. Las 8,000 copias de la primera
edición fueron vendidas sobre pedido antes de su publicación, y para
finales de año habían 28,000 copias impresas.
Frederick Warne and Co. naturalmente quería más libros de su nueva
autora y Beatrix estaba feliz de complacerlos. Durante los tres años
siguientes escribió e ilustró siete cuentos más y todos fueron
igualmente bien recibidos. Pasó a ser la autora con más libros vendidos
de la compañía.
En aquel entonces, la casa editorial era dirigida por tres hermanos,
hijos del fundador original. Beatrix se amistó con toda la familia.
Visitaba sus hogares y conoció a los hijos de los tres hermanos mayores,
y se llevó muy bien con su hermana, Millie. Su relación más cercana, sin
embargo, fue con el hermano menor, Norman, quien además de soltera era
su editor. Juntos trabajaron en el desarrollo de sus libros y ella
valoraba su consejo y apreciación. En julio de 1905, Norman le propuso
matrimonio a Beatrix, y, a pesar de la oposición de los padres de ésta,
que consideraban a un editor como un “comerciante” y por ello un marido
inadecuado para su hija, ella estaba determinada a aceptarlo.
Tristemente, sin embargo, el matrimonio nunca se llevó a cabo. Norman se
enfermó con un tipo de leucemia y murió a las pocas semanas de haberse
comprometido.
Beatrix, naturalmente, estaba devastada por esta tragedia. Ella, a
principios de ese año, había utilizado parte de sus ingresos recién
adquiridos por sus libros para comprar una granja llamada Hill Top en el
Distrito Lake, la zona de Londres que ella más amaba. Después de la
muerte de Norman pasó tanto tiempo como le fuera posible en su nuevo
hogar, donde sus pasatiempos en la campiña y el trabajo en sus libros le
sirvieron de consuelo.
Durante los años siguientes continuó generando nuevos títulos a un ritmo
de uno o dos por año. En 1913, se topó con el amor por segunda vez
cuando conoció al procurador de Cumbria William Heelis. Después de su
matrimonio, Beatrix se estableció de manera permanente en el Distrito
Lake, y la escritura y la pintura cedieron su lugar gradualmente a una
nueva carrera como ganadera de ovejas y ecologista de tierras, que la
llevó a trabajar con el recién fundado Fideicomiso Nacional para
proteger la campiña que se encontraba bajo amenaza. Con la ayuda de su
marido, continuó comprando granjas y otras propiedades y para cuando
murió en 1943, a la edad de 77 años, tenía en su poder casi diez mil
hectáreas de tierra en el Distrito Lake, que heredó al Fideicomiso
Nacional, para que fuera conservado por siempre para el beneficio de la
nación. Su legado a los niños de todo el mundo fue la serie de
veintitrés cuentos conocidos como “The Original Peter Rabbit Books”.
Acerca de la Producción
“Cuando leí por primera vez el guión de MISS POTTER sentí que sabía
exactamente quién había sido Beatrix Potter”, comenta la actriz Renée
Zellweger. “Entendí por qué su crianza la llevó a convertirse en la
mujer que fue. Entendí la razón por la cual se volvió cada vez más
reservada debido a las restricciones que le impusieron”.
Renée Zellweger emprendió un viaje de descubrimiento cuando aceptó la
invitación para interpretar a la escritora y artista inglesa Beatrix
Potter. Zellweger, quien conocía los personajes que Potter había
generado de su fértil imaginación —Peter Rabbit, Sra. Tiggy-Winkle,
Jemima Puddleduck y amigos— pero poco de la mismísima mujer que los
creó, comenzó a realizar una investigación extensa y profunda. “Existen
tantas contradicciones en cuanto a lo que esperaba ella de su vida y las
decisiones que tomó. Todo esto provocó que fuera un viaje fascinante
para encontrar la mejor manera de ser precisa, de armar las piezas del
rompecabezas. Nada fue fácil, nada fue deliberadamente obvio, nada era
realmente claro”.
MISS POTTER es dirigida por Chris Noonan y producida por Mike Medavoy,
David Kirschner, Corey Sienega, Arnold Messer y David Thwaites. Los
productores ejecutivos son Renée Zellweger, Nigel Wooll, Louis Phillips
y Steve Christian. La producción es diseñada por Martin Childs y Andrew
Dunn es el director de fotografía. Los vestuarios son diseñados por
Anthony Powell y Robin Sales es el editor.
“No hay nada exagerado o excesivamente ensayado con respecto a la
actuación de Renée”, comenta el director Chris Noonan. “Existe una
genuina espontaneidad. Sabes que tiene un sentido del humor subversivo y
anárquico, y cuando conoces más acerca de Beatrix Potter descubres que
en realidad era muy ingeniosa y que era mucho más sencilla de lo que
podrías suponer”.
Aquellos que piensan de inmediato en conejitos tiernos y en platos para
bebé cuando alguien menciona el nombre de Beatrix Potter, se van a
llevar una gran sorpresa. La Sra. Potter fue una artista de infinitas
habilidades, sus dibujos de botánica hubieran sido aceptados en todo el
mundo de haber sido hombre. Fue una librepensadora autónoma que se
enamoró de su editor, Norman Warne. Dejó un legado literario que desde
entonces ha encantado a todas las generaciones. Le donó al en aquel
entonces recién fundado Fideicomiso Nacional amplios campos del bello
Distrito Lake, en Inglaterra. Y es gracias a Beatrix Potter que el
Distrito Lake sigue siendo en la actualidad tan virgen y glorioso como
cuando ella lo vio por primera vez hace poco más de cien años.
“No creo que mucha gente sepa grandes cosas de su vida”, comenta el
director Chris Noonan. “Una punto de vista que he tenido de Beatrix
desde el principio es el de una mujer contemporánea situada en el
sofocante ambiente social de inicios del siglo XX”.
El director australiano Chris Noonan pasó a formar parte del proyecto
como director de MISS POTTER en la primavera de 2004. Entre más leía, e
investigaba, Noonan se fascinaba más con la mujer, su vida y sus logros.
El haber traído a Noonan para el proyecto fue inspirador —el director de
BABE había esperado una década antes de haber elegido la que sería su
siguiente película. “Me ofrecieron todos los proyectos que te puedas
imaginar pero no podía sentir entusiasmo alguno por ninguno de ellos. Y
cuando finalmente encontraba algo, los productores no se querían enfocar
en lo que a mí me parecía interesante enfocarme”.
MISS POTTER tuvo un viaje hasta cierto punto tortuoso hacia la pantalla
grande. Richard Maltby Jr., escritor de musicales tales como “Ain’t
Misbehavin”, “Fosse” y “Ring of Fire” y ganador del premio Tony,
escribió el guión a principios de la década de los 90.
“Sabía quién era Beatrix Potter porque en aquel entonces tenía niños
pequeños”, explica Maltby. “Teníamos sus libros. Leí las pestañas donde
venía información acerca de su vida y decían que era soltera. Escribió
los libros, se mudo al Distrito Lake y después de eso no volvió a
escribir más historias.
“Me pareció fascinante que una mujer artista con una vida fantástica tan
pródiga haya dejado de escribir”. Maltby se topó con una biografía
acerca de Beatrix Potter mientras estaba de vacaciones y la leyó, lo que
lo intrigó aún más. Debido a sus antecedentes en teatro musical, su
primer instinto fue “Miss Potter: el musical”, sólo para descubrir que a
finales del siglo veinte nadie quería hacer un musical.
El guión llamó la atención del productor David Kirschner. Kirschner
comenzó a coleccionar literatura infantil cuando tenía ocho años de
edad, que lo llevó a titularse como adulto una vez que adquirió la
colección de las primeras ediciones (no sólo de Beatrix Potter, sino
también de Peter Pan y otros clásicos de la literatura inglesa). ¿Cómo
no haberse interesado por MISS POTTER?
Durante casi una década, él y su socia productora Corey Sienaga,
lucharon por concretar el proyecto. Después, una reunión fortuita entre
David Thwaites de Phoenix Pictures y el representante de Richard Maltby
en el Festival de Cine de Sundance en el 2003 incrementó el interés. “El
representante de Richard Maltby dijo, ‘Eres inglés, te va a gustar el
guión’”, recuerda Thwaites. Se llevó el guión a Phoenix Pictures donde
sus colegas Mike Medavoy y Arnold Messer también lo recibieron bien.
“Me parece que el instinto que tienes al momento de tener un guión en
tus manos está basado en qué tanto lo disfrutas cuando lo lees por
primera vez. MISS POTTER era realmente un historia encantadora y
peculiar porque era acerca de un personaje que era bien conocido, pero
poco conocido”, comenta Thwaites.
La sociedad entre David Kirschner Productions y Phoenix Pictures
significó que, finalmente, MISS POTTER estaba encaminada a paso seguro
hacia su producción. La primeras personas de quienes se necesitaba la
bendición eran de la casa editorial de Beatrix Potter, Frederick Warne &
Co, guardianes de la obra de Potter. Si bien son ahora parte del masivo
consorcio editorial Penguin, Warne & Co opera de manera independiente
dentro de Penguin. Aprobaron el guión y desde el mero inicio se
involucraron de manera fundamental en la producción, para la que
ofrecieron ayuda, asesoría y una cantidad masiva de material de
investigación académico.
El guión de Maltby narra la historia de Beatrix Potter. Cuenta de su
amor por su editor, Norman Warne, y su esfuerzo por labrarse una vida
independiente en una época donde su lugar esperado en la sociedad era
como una esposa conformista. Elogia el talento que tenía con la pluma
—tanto de escritora como de artista. Cuenta la historia de una mujer
cuya vida fue una mezcla fascinante de logros profesionales y dolor
privado. Fue una mujer que se adelantó a su tiempo.
Los convencionales padres victorianos de Beatrix Potter, que escalaron
estratos sociales, no creían que las historias adolescentes de su hija
acerca de animales, y los dibujos que las acompañaban, tuvieran algún
mérito en particular. Incluso estaban mucho menos entusiasmados con el
amor que su hija sentía por un hombre “en el comercio” y estaban a la
espera de una relación más aceptable, por lo que insistieron que su
noviazgo se mantuviera en secreto. Para su madre en particular, Beatrix
era un misterio y una profunda decepción. Su padre compartía las
inclinaciones artísticas de Beatrix y era un talentoso fotógrafo
amateur, durante los orígenes de la nueva tecnología. Al ser un hombre
acaudalado fue capaz de satisfacer su pasatiempo. Es casi un hecho que
ninguno de los dos padres entendió la magnitud del talento de su hija.
El productor David Kirschner recuerda el proceso de haber llegado hasta
Chris Noonan para que fungiera como director. “Una gran cantidad de
directores habían expresado interés en el proyecto. Para mí, la
animación y la imaginación de Beatrix, y ver los personajes desde el
punto de vista de esta mujer solitaria y brillante, era lo que
distinguía al filme de la típica perspectiva de una historia de amor
victoriana.
“Debo confesar que Chris Noonan no formaba parte de mi lista original de
directores, pero cuando escuché que estaba interesado fue fabuloso. Creo
que he visto BABE más veces de lo que él lo ha hecho —soy el aficionado
número uno de la película. Lo que le ha aportado a la película es su
ternura, sensibilidad y un elemento de lo fantástico, que nunca
empalaga, nunca es sentimental”.
Los productores estaban encantados cuando Noonan aceptó dirigir MISS
POTTER. Confiaron en su instinto y creyeron que si había alguien que
pudiera dilucidar la médula del guión de Maltby, era el genial
australiano. Renée Zellweger recuerda que esto sucedió aproximadamente
un año después de que ella se involucró en el proyecto. “No recuerdo
quién lo sugirió pero parecía ser muy adecuado. Cuando lees el guión es
casi imposible creer que no es ficción —¿realmente esta mujer llevó una
vida tan colorida de altibajos? ¡Es casi como una historia de Charles
Dickens! En realidad pudo haber sido muy cursi si hubieras elegido a un
director que se dejara llevar por ese melodrama. Afortunadamente, en ese
sentido no hay ningún peligro con Chris Noonan —todo lo atenúa, busca la
honestidad en vez del drama. Siempre está en búsqueda de la realidad en
vez del cuento de hadas.
“Había una escena que estábamos filmando cierto día y me la pasaba
diciéndole a Chris, ‘Por favor dime que no fue cursi’, y me contestaba,
‘¡Oh, no! Yo no hago cosas cursis’. Desde el inicio, había una confianza
absoluta de él. Es maravilloso trabajar con alguien que tiene una visión
tan clara porque todo se vuelve más fácil. Es quizás el hombre más
agradable del planeta…nunca alza la voz. Al mismo tiempo, se divierte y
tiene una curiosidad que raya en lo infantil —siempre está viendo por
todos lados, descubriendo, platicando con todos. Es la asociación
perfecta —esta mujer que escribió bellas historias que resuenan en los
niños, y Chris con esa curiosidad y modo tan gentil”.
Mientras los productores ejecutivos Nigel Wool y Louis Phillips se
dieron a la tarea de reunir a los técnicos creativos con Noonan, la
directora de casting comenzó a conjuntar un talentoso grupo de actores
que pudiera adecuarse a los papeles.
La primera elección de todos los involucrados para interpretar a Norman
Warne, el novio secreto y editor de MISS POTTER, fue Ewan McGregor. Él y
Zellweger habían trabajado juntos en DOWN WITH LOVE y disfrutaron
absolutamente la experiencia, además de que estaban en una intensa
búsqueda por hacer otra película juntos. McGregor, que recientemente
interpretó a Sky Masterson ante grandes elogios en la puesta en escena
de “Guys and Dolls”, en el West End, interpreta a Obi-Wan Kenobi en los
tres primeros episodios de STAR WARS, de George Lucas. “Hacer que una
actor se involucre con su papel es como un noviazgo”, explica Chris
Noonan. “Ewan tiene la personalidad y el encanto que Norman Warne debió
de haber tenido. Interpreta a Norman como un personaje ligeramente
torpe. La química entre Renée y Ewan funciona de manera perfecta para el
filme”.
Emily Watson, nominada en dos ocasiones al Oscar® (por BREAKING THE
WAVES y HILARY AND JACKIE), interpreta a Millie Warne, hermana de Norman
y amiga y confidente de Beatrix. Es el primer papel de Watson desde que
dio a luz a su hija Juliet, quien tenía cinco meses cuando inició el
rodaje.
“No podía creer que tuviera tal reparto”, dice entusiasmado Noonan.
“Siempre había querido trabajar con estos actores. Cuando me reuní con
todo el ensamble y discutimos sus personajes y cómo los percibían, y
cómo yo los percibía, les dije a todos que no podía creer mi suerte.
Sentada alrededor de la mesa gente a la que he admirado toda mi vida
como espectador de cine…¡era sorprendente!”.
Los padres de Beatrix Potter son interpretados por dos de los actores
más talentosos y consistentes de Inglaterra, Barbara Flynn y Bill
Paterson. Anton Lesser interpreta al editor Harold Warne y Phyllida Law
tiene a su cargo el papel de la Sra. Warne, la madre inválida de los
editores. Lloyd Owen interpreta al procurador William Heelis. Lucy
Boynton interpreta a Beatrix de once años de edad y el joven Bertram es
interpretado por Oliver Jenkins.
Una vez que todo el reparto, así como el equipo de producción, comenzó a
tomar forma con nombres estelares tanto frente como detrás de cámaras,
se tomaron decisiones críticas.
El diseñador de producción ganador del Oscar® Martin Childs ocupó una
oficina frente a la de Chris Noonan en los Estudios Pinewood —ambas con
las puertas abiertas, que los llevó a tener un diálogo fluido conforme
debatían decisiones pequeñas y otras de gran envergadura.
“Lo primero que hago es empaparme de la época, ver pinturas
contemporáneas y encontrar pequeñas pistan que ayuden en el proceso.
Debido a que esta historia se lleva a cabo en varios periodos de tiempo,
intenté averiguar si había cualquier desarrollo tecnológico práctico que
pudiésemos utilizar. La electricidad estaba pasando a ser algo común en
los hogares de las familias y eso nos permitió establecer un aspecto
distinto para los interiores —cuando Beatrix es una niña en la película,
los interiores están iluminados por lámparas de aceite y gas; cuando es
adulta, los interiores podían ser iluminados por la electricidad.
“Un tipo similar de revolución estaba sucediendo afuera —hace cien años
había automóviles, que no existían cuando Beatrix era niña. Pequeñas
cosas como ésas se volvieron una especie de taquigrafía para establecer
la época. Incluso el espectador menos observador puede percatarse del
hecho que hay electricidad, y de que hay autos, no sólo el golpeteo de
los cascos de los caballos”.
Martin Childs es un apasionado y no es de sorprender que él y Chris
Noonan se hayan convertido en los más grandes amigos conforme delineaban
el proyecto. Durante la preproducción, se les unió otro gran talento —el
diseñador ganador en tres ocasiones del Oscar® Anthony Powell. Powell,
con ese don que tiene para la investigación, se topó con una maravillosa
colección de fotografías del padre de Beatrix, Rupert Potter, y éstas se
convirtieron en una plantilla para todo lo que vino después.
“He tenido una inmensa libertad en esta película”, indica Anthony
Powell. “Cuando trabajas con el diseñador de producción y el director se
vuelve como un partido de tenis; lanzas ideas y comienzas a pelotearlas,
y después de un rato es difícil recordar a quién se le ocurrió qué cosa.
Realicé una cantidad desmedida de investigación, no sólo de la familia
Potter, sino también de toda la historia social de la época.
“Lo que me llamó la atención de la película fue el guión, que me pareció
absolutamente encantador. Es ese tipo de guiones que ya no se escribe.
Cuando escuché que Chris Noonan la iba a dirigir, sabía que quería
hacerla porque BABE es una de mis películas favoritas de todos los
tiempos.
“Me da la impresión que durante mucho tiempo Beatrix vivió bajo el yugo
de sus padres hasta que se percató que sus dibujos tenían valor
comercial, que la llevó a ganar su propio dinero y a independizarse de
ellos. Creo que hasta ese momento su madre le compraba la ropa y ella no
podía opinar mucho con respecto a lo que tenía que ponerse, aunque
cuando ves fotos de ella, incluso de niña, existe una extraordinaria
expresión de determinación en aquel pequeño rostro. Te puedes dar cuenta
que sólo podías mandarla hasta cierto punto.
“El vestuario de Beatrix era terriblemente sencillo. Me parece que no le
importaban las convenciones ni lo que la gente esperaba que hiciera o
cómo esperaban que se viera. Fue muy bien criada, así que, obviamente,
no iba a una reunión con el gerente del banco o con el editor viéndose
totalmente desaliñada, pero, de igual manera, no se veía como las niñas
y mujeres de su edad.
“Renée Zellweger tiene ideas tremendamente firmes y eso lo ha hecho una
experiencia peculiar e interesante”, comenta Anthony Powell. “Le he
apostado a un contraste entre la manera en como se veía Beatrix y la
manera en como se veían las otras mujeres. A finales del siglo XIX y
principios del XX se estaba dando el máximo apogeo de la bella época. En
términos generales, las mujeres tendían a verse exageradas en su vestir,
en sus peinados y sus sombreros, y he intentado transmitir eso”.
Powell señala que cada película tiene sus retos y que su trabajo es
encontrar las soluciones. Afortunadamente, tenía los recursos de John
Bright y su compañía, Cosprop, que tienen un colección única de
vestuario antiguo e imitaciones, cuya calidad es tal que en realidad no
puedes distinguir qué es antiguo y que es imitación. “En la gran mayoría
de los casos, un ropaje del siglo XIX es muy frágil para su uso pero
puede ser utilizado como fuente de inspiración”, comenta. “Logré
conseguir una gran cantidad de la colección que nos permitió hacer
muchas cosas. Debido a que Cosprop tiene una gran diversidad en su
stock, puedes hacer que por lo general tu visión compagine en gran
medida con él. Cuando hablé por primera vez con Chris Noonan le dije que
me gustaría que la película tuviera una cualidad documental en vez de
una cualidad de diseñador”.
Con la elección del diseñador de producción y del diseñador de vestuario
ya hecha, Chris Noonan eligió a Andrew Dunn como su director de
fotografía. Dunn es una figura digna de confianza cuyas películas
previas incluyen THE MADNESS OF KING GEORGE, para Nicholas Hytner, STAGE
BEAUTY, para Richard Eyre, GOSFORD PARK, para Robert Altman, y MRS.
HENDERSON PRESENTS, para Stephen Frears. La elección de Noonan para
editor recayó en Robin Sales, quien trabajó en múltiples películas de
acción de Richard Shape para la televisión, antes de haber hecho la
transición al cine con la suntuosa TOPSY-TURVY, de Mike Leigh, acerca de
la vida de Gilbert y Sullivan, y JOHNNY ENGLISH.
Sumido en el reto de reducir un presupuesto sin tener que sacrificar
calidad, el productor ejecutivo Nigel Wooll, uno de los productores más
experimentados en la industria cinematográfica británica, puso en marcha
los parámetros para la producción. Después de haber tenido una exitosa
experiencia trabajando en la Isla de Man durante el 2005 con su película
KEEPING MUM, Nigel, después de haber tenido pláticas con Louis Phillips,
decidió repetir la experiencia con MISS POTTER. Si bien no forma parte
de la historia, la isla proporcionó locaciones interiores y una gran
parte del presupuesto.
Martin Childs y su equipo de construcción se enfrentaron a la tremenda
tarea de construir los sets de MISS POTTER en el interior de las
cabañas, en medio de los campos de la Isla de Man. No fueron foros de
estudio, pero el equipo de Childs estuvo a la altura del reto y entre la
lluvia, el aguanieve, la nieve y el lodo emergió gradualmente el hogar
de los Potter. “Sin querer sonar negativo, siempre hay un conjunto de
circunstancias diferente al resto”, recuerda Martin Childs. “Con MISS
POTTER fue, ‘vamos a filmar la película en la Isla de Man en vez de
hacerlo en foros’. Diseñé los sets que quería y el reto para el director
de arte fue adecuar esos diseños en los establos que encontraron en
medio de los campos…Al final lo conseguimos, pero te pone a pensar
cuánto das por sentado en un estudio real, en un foro auténtico”.
La fotografía principal de MISS POTTER dio inicio el 7 de marzo de 2006.
En las primeras dos semanas de producción, el reparto y el equipo de
producción se movilizaron a un ritmo dinámico alrededor de Londres y sus
condados.
“La clave para transformar Londres son las superficies de las calles”,
comenta Martin Childs. “Para poder hacer que se viera plausible
envejecimos el revestimiento de las mismas. Aparte de eso, pudimos
encontrar en general zonas de Londres que no tenían muchos parquímetros.
La mayoría de los edificios que estamos usando están protegidos o son
privados, así que se ven bien”.
De esta manera, The Reform Club, ubicado en el centro del tradicional
Londres, se hace pasar por sí mismo cuando Norman va a pedirle al Sr.
Potter la mano de su hija para casarse con ella. El Club también es
transformado en un banco, para un escena donde Beatrix le pide a su
gerente si tiene el dinero suficiente para comprar una propiedad en el
Distrito Lake.
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