"MILLION DOLLAR BABY"

de Clint Eastwood

 

 

 


 

“Si existe magia en pelear batallas más allá de lo que uno

resiste, es la magia de arriesgar todo por un sueño, que nadie más que tú puedes ver

 

GANADORA

MEJOR DIRECTOR - CLINT EASTWOOD
GLOBOS DE ORO 2005

MEJOR ACTRIZ DRAMÁTICA - HILARY SWANK
GLOBOS DE ORO 2005

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
BRODCAST FILM CRITICS ASSOCIATION AWARDS 2005

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
DALLAS-FORTH WORTH FILM CRITICS ASSOCIATION AWARDS 2005

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
KANSAS CITY FILM CRITICS CIRCLE AWARDS 2005

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
NATIONAL SOCIETY OF FILM CRITICS AWARDS USA 2005

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
BOSTOS SOCIETY OF FILM CRITICS AWARDS 2004

MEJOR DIRECTOR - CLINT EASTWOOD
CHICAGO FILM CRITICS ASSOCIATION AWARDS 2004

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
FLORIDA FILM CRITICS CIRCLE AWARDS 2004

MEJOR DIRECTOR - CLINT EASTWOOD
NEW YORK FILM CRITICS CIRCLE AWARDS 2004

MEJOR ACTRIZ - HILARY SWANK
PHOENIX FILM CRITICS SOCIETY AWARDS 2004

MEJOR DIRECTOR - CLINT EASTWOOD
SAN DIEGO FILM CRITICS SOCIETY AWARDS 2004

MEJOR DIRECTOR - CLINT EASTWOOD 
SEATTLE FILM CRITICS AWARDS 2004

MEJOR PELICULA
SEATTLE FILM CRITICS AWARDS 2004

Frankie Dunn (CLINT EASTWOOD) ha entrenado y dirigido algunos luchadores increíbles, durante toda una vida pasada en el

ring. La lección más importante que enseña a sus boxeadores, es la

que utiliza para su propia vida: por encima de todo, ‘siempre debes

protegerte’.
A consecuencia de su doloroso distanciamiento con su hija, Frankie no se ha permitido relacionarse con nadie por largo tiempo. Su único amigo es Scrap (MORGAN FREEMAN), un ex boxeador que se ocupa del gimnasio de Frankie y que sabe que debajo de su brusco carácter exterior, hay un hombre que siempre fue a misa, casi todos los días durante los últimos 23 años, buscando el perdón que no puede encontrar.

Un día, Maggie Fitzgerald (HILARY SWANK) entra a su gimnasio.

Maggie nunca ha tenido demasiado, pero al menos sabe lo que quiere y está dispuesta a hacer lo que haga falta para conseguirlo.

En una vida de lucha constante, Maggie, con su meta inamovible y una tremenda fuerza de voluntad, ha conseguido llegar hasta dónde ha llegado con talento en bruto. Más que cualquier otra cosa, lo que ella desea, es encontrar a alguien que crea en ella.

Lo último que Frankie necesita es esa clase de responsabilidad, y mucho menos esa clase de riesgo. Él le dice a Maggie la cruda y contundente verdad: ella es muy vieja y él no entrena chicas. Pero ‘no’ tiene poco sentido cuando uno no tiene otra elección. No dispuesta o incapaz de renunciar a la ambición de su vida, Maggie se entrena al máximo cada día en el gimnasio, alentada sólo por Scrap.
Finalmente persuadido por la determinación de Maggie, Frankie a regañadientes acepta dirigirla y representarla.

De a ratos exasperándose e inspirándose el uno al otro, los dos comienzan a descubrir que comparten un espíritu en común, que trasciende el dolor y las pérdidas en sus pasados, y encuentran, el sentido de familia que habían perdido hacía mucho tiempo atrás. Lo que ellos no saben, es que pronto afrontarán una batalla que va a requerir mucho más corazón y coraje que ninguna otra que ellos hayan enfrentado jamás.

 

FICHA TÉCNICA

 

Elenco: CLINT EASTWOOD, HILARY SWANK y MORGAN FREEMAN

Dirección: CLINT EASTWOOD

Producción: CLINT EASTWOOD, ALBERT S. RUDDY, TOM ROSENBERG y PAUL HAGGIS

Productores ejecutivos: GARY LUCCHESI y ROBERT LORENZ

Co-productor: BOBBY MORESCO

Guión: PAUL HAGGIS, basado en las historias de “Rope Burns” de F.X. Toole.

Director de fotografía: TOM STERN

Diseñador de producción: HENRY BUMSTEAD

Montaje: JOEL COX A.C.E.

Música: CLINT EASTWOOD

 

LOS PERSONAJES Y LA TRAMA

 

Adaptada para el cine por el guionista ganador del Premio Emmy, Paul Haggis, Million Dollar Baby está basada en un cuento corto de la colección Rope Burns, de F.X. Toole.
Toole pasó años trabajando como el “hombre de los cortes” –el miembro del equipo de un boxeador, cuyo trabajo es arreglar o poner parches a sus heridas, para que él luego pueda seguir luchando- y sus historias capturan brillantemente la esencia de la vida sobre el ring.


El legendario productor/director/actor Clint Eastwood, luego de leer el guión de Haggis, eligió
Million Dollar Baby como lo siguiente tras su película Mystic River, ganadora del Premio de la Academia en el año 2003.

“Lo que me interesó de Million Dollar Baby, es que no es realmente una historia de boxeo,” dice Eastwood. “Es la historia de amor de una persona que está dolida por su inexistente relación con su hija, y que a la sazón, encuentra una especie de hija sustituta, en esta chica joven que se muere por tener su lugar en el mundo como boxeadora.”

 

Eastwood protagoniza la película como Frankie Dunn, entrenador profesional de boxeo y propietario de The Hit Pit, una vieja escuela y gimnasio de boxeo, erigida en el arenoso corazón del centro de Los Ángeles. The Hit Pit es la vida de Frankie, y él divide su tiempo entre actividades aparentemente tan dispares como entrenar luchadores y atender a misa, lo que ha hecho casi todos los días por los últimos 23 años. Incapaz de perdonarse por haberse distanciado de su hija hace mucho tiempo, él le envía una carta cada semana, y a la semana siguiente siempre las recibe, sin abrir y marcadas con el sello ‘devolver al remitente.’

“Frankie busca la redención,” explica Eastwood, “él es un irlandés católico, un tipo que se está haciendo viejo y que está desilusionado de su iglesia y de la ausencia de relación con su hija.

El conflicto con su hija es muy duro para él, y ha dejado un enorme vacío en su vida.”

A lo largo de su larga carrera, Frankie ha entrenado y dirigido a algunos boxeadores talentosos. Algunos de ellos llegaron a tener grandes momentos, pero nunca fue Frankie quien les llevó a lograrlo. Él siempre les ha dicho a sus luchadores que por encima de cualquier otra cosa, ellos deben protegerse, pero es su propia necesidad de protegerlos y de protegerse, lo que tarde o temprano termina por separarlos de él. Una vez que sus boxeadores han aprendido todo lo que podían aprender de él, cambian de representante por otros dispuestos a llevar a sus luchadores a peleas para ganar títulos.

 

“La resistencia de Frankie a poner a su boxeadores en peleas, le ha causado muchas desilusiones” -cuenta Eastwood– “El se ha vuelto súper conservador, y no logra darse cuenta cuándo los boxeadores están listos. Aunque sigue entrenando luchadores, en su mente, él está de alguna manera retirado.”

 

Frankie se ha mantenido a salvo por mucho tiempo, hasta que un día llega Maggie Fitgerald a su gimnasio. Maggie creció siendo muy pobre en Ozarks, pero a través de los años logró poner distancia entre ella y su pasado. Su único sueño ahora es ser boxeadora profesional.


Maggie encuentra un propósito en el boxeo, su orgullo, y parte de la poca felicidad que alguna vez conoció. Sin eso, ella no tiene nada. Y pese al hecho de que ella nunca tuvo entrenamiento, y que a sus 31 años es considerada demasiado grande para empezar una carrera, ella se niega a darse por vencida, y abandonar la única cosa que la hizo sentir bien en su vida.

“¿Por qué quisiera una ser boxeadora?” -se pregunta Hilary Swank, ganadora del Oscar a la Mejor Actriz por su brillante actuación, en 1999, en el drama Boys Don’t Cry. – “Nunca entendí la gracia de entrar en un ring para pegar y que le peguen a uno, hasta que hice esta película. Para Maggie, el boxeo no sólo es su manera de escapismo, es algo que ella ama. Es algo con lo que yo me puedo relacionar. Porque cuando yo era niña, mi familia vivía en un remolque, y no teníamos demasiado dinero. Comencé a actuar a mis nueve años. Era lo que me gustaba y lo que quería hacer para siempre. Yo puedo conectarme con ese costado de Maggie.”

“En Maggie, uno puede ver la lucha de alguien con gran ambición, con muy poca educación, y con casi nada de apoyo por parte de su familia”   -dice Eastwood– “ella es muy cínica sobre qué pasará con su vida si no logra alcanzar su meta”.

Maggie ve en Fankie al hombre que le permitirá alcanzar la ambición de su vida. “Ella lo vió transformar a hombres en verdaderos boxeadores”

-dice Swank- “ella está convencida que él es el hombre que necesita. No va a aceptar ninguna otra cosa, y no se va a descorazonar.”

En cambio, lo único que ve Frankie es un desastre, en cuanto a la perspectiva de entrenar a la chica. Sin resquemores se niega, y se rehúsa a siquiera considerarlo cuando Maggie se lo pide. “Frankie tiene prejuicios básicos en cuanto a las mujeres luchadoras” -dice Eastwood – “El es muy tradicional, y eso le parece una frivolidad. Para él el boxeo, es lo que definían en los viejos tiempos. El debe vencer ese prejuicio antes de enamorarse de la idea de representar a Maggie”.

En realidad, la razón del rechazo de Frankie, es mucho más compleja. “El necesita protegerse emocionalmente para poder vivir” -explica Eastwood– “él se protege para no verse envuelto en una relación, ni siquiera en una relación de padre/hija.”

Pero Maggie se niega a aceptar “no” como respuesta. En cambio, pasa horas de frustración en el gimnasio, entre dobles turnos como mesera, y trata de aprender ella misma, hasta que pueda encontrar a alguien que convenza a Frankie de que vale la pena tomar el riesgo por ella.

Los otros hombres boxeadores se ríen de ella, y el único apoyo que tiene, es el de Scrap, un ex boxeador que ahora se encarga del gimnasio.

Scrap, muy astutamente, le va dando consejos a Maggie para corregir su técnica, mientras que a la vez, trata de poner a Frankie a su favor.

 

“Scrap es el primero que reconoce el potencial de la chica, aunque Frankie se oponga” – dice Eastwood-.

“Scrap simplemente se da cuenta de que Maggie tiene lo que se necesita”-acota Morgan Freeman-, nominado tres veces para el Premio de la Academia, y que hace de Eddie “Scrap Iron” Dupris.

“El recuerda haber estado en la situación de Maggie, y aunque él sabe que ella no es una adolescente, puede ver decisión y profundo deseo por lograr su sueño”.

Poco a poco, con la sutil ayuda de Scrap, y su fuerte perseverancia, Maggie empieza a mejorar.

“Scrap ve la tenacidad de Maggie, su pasión y enfoque, y en algún lugar, también ve talento” -dice Swank– “También puede ver la opresión en ella, tal como alguna vez él mismo había sentido. Sin embargo, Maggie no se da cuenta de cuánto hace Scrap para juntarlos a ella y a Frankie. Hay belleza en un personaje que no sabe qué cosas pasan detrás, para poder ayudarla a llegar a su meta.”

La relación afablemente peleadora entre Frankie y Scrap, es el único nivel de amistad que ambos se permiten tener a través de los años. Al respecto, Eastwood comenta: “Scrap y Frankie son dos tipos que han tenido determinada intensidad de desilusión en sus vidas. Scrap no tiene a nadie en la vida, excepto a Frankie, y su amistad atestigua de cierta manera la lealtad que hay entre ellos.”

“Ellos son como dos viejas personas casadas”-piensa Freeman-, quien co-protagonizó con Eastwood, Unforgiven, la mordaz aventura del oeste de 1992. “Su conversación es mínima, Frankie nunca está de humor, y en la mayoría de los casos es su propio enemigo. Pero Scrap está unido a él, porque sabe que Frankie tiene un gran corazón, un corazón quebrado por no poder reparar su relación con su hija, no importa lo que haga. Eso es la fuente de su dolor constante, y Scrap es la única persona que lo sabe”.

 

Scrap tiene su propia historia dolorosa. Su carrera de boxeo terminó al quedar ciego de un ojo, durante una viciosa pelea, en la cual lo estaban demoliendo a golpes. Frankie era su “hombre de los cortes” esa noche, y aunque él no tenía autoridad para tirar la toalla, nunca pudo perdonarse no haber encontrado una manera de parar la pelea.

“Frankie siempre se sintió mal por ese incidente” -dice Eastwood– “él mantuvo a Scrap de pié, y luchando. El hubiera parado la pelea, porque Scrap tenía un corte realmente malo, pero Frankie pudo parar la sangre cada vez que sonaba el timbre, lo que permitió a Scrap seguir luchando, y recibir todos los golpes.”

“Estas son las cosas que pesan sobre la vida de este hombre” -continúa Eastwood– “y aunque eso no evita que él pueda entrenar a otros boxeadores, es un obstáculo para entrenar a una mujer”.

“Frankie no se dá cuenta que Scrap volvería a hacerlo todo de vuelta en un tris. El sabe que Maggie tiene la misma pasión, y merece que le den una oportunidad. Pero pese a las insinuaciones de Scrap, y al entusiasmo de Maggie, Frankie sigue negándose.

El día que Maggie cumple 32 años, Frankie puede ver por primera vez su dolor y su desesperación, motores de su fervor.

“Maggie creía que a sus 32 años sería una campeona” -dice Swank– “pero aquí está ella, todavía intentándolo, y sin entrenador. Y no es campeona. Eso la hiere muy profundo. Ella ya no es la chica llena de energía que trata de convencer a Frankie”.

Es en este momento que Frankie cede y acepta dirigirla, en contra de lo que él mismo piensa. Eastwood lo ve como el momento de cambio en la trama y en los personajes: “Cuando Frankie finalmente decide entrenarla, se convierte en una historia de amor, no de amor romántico, sino de amor filial (entre un padre y una hija). Maggie es la hija que a él le falta, y Frankie es el padre que ella perdió cuando era muy niña. Es a través de esta relación que Frankie vuelve a encontrarse consigo mismo y vuelve a renacer de alguna manera”.

Freeman está de acuerdo: “Esta es una historia de amor, ciertamente. De amor entre Frankie y Maggie, entre Scrap y Frankie”.


Para los artistas del reparto, esta fue una oportunidad para actuar en una película que mezcla drama con amor familiar, enmarcado en el mundo sucio y violento de un deporte física y psicológicamente exigente. Pero sobre todas las cosas, fue una oportunidad de oro, para poder actuar bajo la dirección del prolífico director.

“Haber tenido la oportunidad de trabajar con Clint fue increíble” -dice Swank con entusiasmo-, “fue un sueño hecho realidad. Morgan también es increíble, y está lleno de gracia”.

“Es raro tener la oportunidad de trabajar con alguien que te gusta y con quien tienes una historia” -comenta Freeman- “Clint sigue siendo el mismo director que fue, cuando trabajé con él en Unforgiven. Nunca se pone en tu camino. Te dice cómo va a ser la toma, y te sugiere caminar en esta o aquella dirección. Luego deja que los actores hagan su trabajo. Yo pagaría por trabajar con él”.

 

El legendario talento de Eastwood, su estilo de dirigir con sentido común, y su profundo entendimiento de la actuación, han logrado que muchos grandes actores aspiren a trabajar con él. Fue bajo su dirección que Sean Penn y Tim Robbins ganaron los Premios de la Academia al Mejor Actor, y al Mejor Actor de Reparto respectivamente, por su trabajo extraordinario en Mystic River.

“Mi teoría al dirigir es no insertar el ego” -explica Eastwood– “yo empecé desde ese lado de esta industria, y puedo comprender qué seguridades se necesitan, y qué inseguridades son innecesarias para una buena actuación. Por eso dejo que los actores hagan lo suyo. Si hacen algo que está bien, pues todo está bien, y cuando hacen algo que no está tan bien, hago mis ajustes. Trato de hacer las cosas fáciles, y eventualmente todo coordina. Uno debe brindar un ambiente agradable de trabajo para los artistas, y eso hace que ellos se sientan bien con ellos mismos.”

 

Desde el punto de vista de Eastwood, Million Dollar Baby, es una película no sólo por las buenas actuaciones de su elenco, sino por el fondo contra el cual los personajes luchan, por lograr sus sueños más grandes y enfrentar sus miedos más profundos.

“El boxeo tiene una parte importante en la trama, sin embargo, esta no es una película de boxeo, sino sobre las relaciones humanas” -enfatiza Eastwood- “Hay cosas que se dicen en el film sin palabras. Tal como en Mystic River. El público debe participar de alguna manera, decidiendo al final de la película cómo termina la historia”.

 

ENTRENANDO

 

El papel de Maggie Fitzgerald, apasionadamente dedicada al boxeo, era físicamente exigente. Hillary Swank sólo tuvo tres meses para entrenarse, antes de la filmación.

“Nunca antes había trabajado con Hillary” -dice Eastwood– “aunque la encontré varias veces antes, y por la manera en que se movía, yo sabía que ella tenía buenas aptitudes atléticas. Nunca tuve dudas sobre su capacidad para actuar, pero yo sabía que su éxito en esta película dependería de su entrenamiento y cuán seriamente ella lo tomase. Ella lo tomó muy seriamente. Su ética laboral no tuvo paralelo”.

La actriz trabajó por tres meses con el legendario entrenador de boxeo Héctor Roca, en el gimnasio Gleason en Brooklyn. Roca fue nombrado como uno de los mejores entrenadores del mundo, por la revista Internacional Boxing Digest y ha entrenado a numerosos campeones, entre ellos Iran Barkley, Arturo Gatti, Regilio Tuur y Buudy McGirt, entre otros.

 

“Nunca había boxeado antes” -dice Swank– “y creo que nunca lo había comprendido: uno no respeta lo que hace el otro, hasta que debe tomar su lugar. El primer día que fui a entrenarme con Héctor, me sentí totalmente fuera de lugar. Pero él fue muy paciente y diligente, y muy exigente. En verdad, me empujó hasta mi límite, hasta que yo pensaba que ya no podía más. De repente uno cruza esa barrera, y después otra, y otra y otra. Yo traté de recordar lo que sentí cuando aprendí a golpear correctamente, para poder sentirlo durante mi actuación, cuando Maggie llega a ese punto”.

Además del entrenamiento para boxeo, Maggie trabajó con el levantador de pesas y entrenador Grant Roberts, muchas horas al día, para tener la masa de músculos necesaria para poder hacer convincentemente, el papel de una atleta profesional en buena condición.

El entrenamiento tuvo buenos resultados, atestigua Eastwood con orgullo:  “No hubo dobles tomas durante la película, porque no se utilizaron dobles. Hillary hizo todas sus peleas”.

El entrenamiento de Swank, le dio la oportunidad de poder experimentar cómo es ser una boxeadora, en un mundo predominantemente dominado por hombres.

La actriz se entrenó con luchadoras profesionales, tales como la cuatro veces campeona Lucía Rijker, que también actúa en la película.

“Tuve la oportunidad de ver sus vidas, y de realmente escuchar lo que tenían para decir” -cuenta Swank- “Todas están muy contentas de que se haga esta película. Con suerte, la gente va a mirar a las boxeadoras bajo una luz distinta, y va a respetarlas por lo que hacen. Porque ellas trabajan tan duro como cualquier hombre.

Es gratificante ser parte de algo que hace que la gente cambie su manera de pensar.”

“Las boxeadoras que conocí, aman este deporte, y están comprometidas a hacerlo con mucha pasión. Fue muy interesante verlo” -continúa Swank-“Al subir al ring, uno las ve poner todo su conocimiento de su entrenamiento y su trabajo en juego, en esos tres o cuatro rounds. Verlas esforzarse tanto es inspirador. Haber tenido la oportunidad de probar esa experiencia, me hizo crecer como persona. En un bello deporte, y conocí gente fantástica gracias a él”.

 
 

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