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ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
En el mundo glamoroso de la ciudad de Nueva York, Rebecca Bloomwood es una
chica aficionada a la diversión y las compras, quizás demasiado aficionada a
éstas últimas. Su sueño es trabajar para su revista de modas favorita, pero
no encuentra el modo de hacerlo; hasta que irónicamente consigue un trabajo
como columnista asesora para una revista financiera editada por la misma
compañía. Ahora que sus sueños finalmente están por convertirse en realidad,
Rebecca deberá realizar los esfuerzos más hilarantes y extremos para impedir
que su pasado arruine su futuro.
Isla Fisher (Los Rompebodas, Definitivamente, quizás) protagoniza esta
película del aclamado productor Jerry Bruckheimer (trilogía de Piratas del
Caribe, La búsqueda, La búsqueda: El diario secreto) y el director P. J.
Hogan (La boda de mi mejor amigo). El guión escrito por Tracey Jackson, Tim
Firth y Kayla Alpert está basado en las novelas Loca por las compras y Loca
por las compras en Manhattan de la autora Sophie Kinsella.
Hugh Dancy (La caída del Halcón Negro, Hechizada, El rey Arturo) interpreta
al editor de Rebecca y el objeto de su creciente afección. Joan Cusack (la
actriz dos veces nominada a los premios de la Academia (Academy Award®) por
Secretaria ejecutiva y Dentro o fuera) y John Goodman (ganador de un premio
Emmy® por la serie de televisión Roseanne) interpretan a los austeros padres
de clase media de la fashionista. La película además presenta un reparto
destacado, que incluye al cuatro veces ganador de un Globo de Oro (Golden
Globe®), John Lithgow (Cosas de marcianos, serie televisiva), la nominada a
los premios Oscar®, Kristin Scott Thomas (El paciente inglés, El señor de
los caballos), Leslie Bibb (El hombre de hierro, Pasado de vueltas), Fred
Armisen (Saturday Night Live), Julie Hagerty (¿Y dónde está el piloto?,
Perdidos en América), Krysten Ritter (Algo pasa en Las Vegas), Robert
Stanton (Declaradme culpable, El americano impasible), Christine Ebersole
(la dos veces ganadora de los premios Tony (Tony Award® por Calle 42 y Vidas
excéntricas), Clea Lewis (de la serie de TV Ellen) y Wendie Malick (de la
serie de TV Dame un respiro).
“Loca por las compras” cuenta con la producción ejecutiva de Mike Stenson,
Chad Oman y Ron Bozman. Pat Sandston, Melissa Reid y Sophie Kinsella
participan como productores asociados. Entre los talentos detrás de cámaras
se incluye el trabajo del director de fotografía Jo Willems (30 días de
oscuridad) y la aclamada diseñadora de producción, galardonada con una
nominación a los premios de la Academia (Academy Award®), Kristi Zea
(Infiltrados, El silencio de los inocentes). La diseñadora de vestuario es
la nominada al Oscar® y cuatro veces ganadora de los Premios del Sindicato
de Diseñadores de Vestuario, Patricia Field (de la serie televisiva Sexo en
la ciudad, El diablo viste a la moda, Sexo en la ciudad: la película). La
película fue editada por William Goldenberg (nominado al Oscar por Más allá
de la leyenda y El informante). La música está a cargo del compositor siete
veces nominado al Oscar, James Newton Howard (La boda de mi mejor amigo,
Michael Clayton y King Kong).
DE GRAN ÉXITO EDITORIAL A LA GRAN PANTALLA
Los cineastas abordan la serie “Loca por las compras” de la autora Sophie
Kinsella
El libro de la autora Sophie Kinsella, Loca por las compras y las cuatro
novelas posteriores de la serie (Loca por las compras en Manhattan, Loca por
las compras prepara su boda, Loca por las compras tiene una hermana y Loca
por las compras tiene un bebé) son un fenómeno internacional, que conquistó
a un gran número de devotos lectores. Todas sus novelas ocuparon un puesto
en la lista de los libros más vendidos de los Estados Unidos y el Reino
Unido; y, en un momento, la autora llegó a contar con tres novelas en la
lista de los diez títulos más vendidos del periódico The Washington Post.
El éxito de la serie llamó la atención del productor Jerry Bruckheimer.
“Nuestra compañía siempre está buscando ideas nuevas”, señala Bruckheimer.
“Sophie nos ayudó en todo momento de la producción para asegurar que la
transición de Rebecca Bloomwood a la pantalla fuera fiel al espíritu y tema
de las novelas”.
El productor ejecutivo, Chad Oman, cuenta: “La primera vez que leí la
novela, a las 10 o 15 páginas ya sabía que deseábamos rodar esta película.
Fue un libro que desde un primer momento demostró ser encantador,
inteligente, agudo, y conmovedor”.
“Si uno observa la crisis de endeudamiento que afecta hoy en día a los
Estados Unidos, donde todos poseen más de 27 tarjetas de crédito, Rebecca
Bloomwood es un personaje con el que cualquiera se puede sentir
identificado”, agrega el productor ejecutivo, Mike Stenson.
Kinsella presentó a Rebecca Bloomwood hace ocho años. Desde entonces, más de
15 millones de lectores en 35 países —incluyendo a los Estados Unidos y Gran
Bretaña, y a través de toda Europa occidental y oriental, Escandinavia,
Turquía, Japón, China, Corea, Indonesia, Tailandia y Vietnam— llegaron a
querer a la entrañable, desventurada y eterna optimista loca por las
compras.
Para dirigir Loca por las compras, Jerry Bruckheimer sintió que el director
australiano, residente en los Estados Unidos, P.J.Hogan, era el hombre
indicado. “La obra de P. J. posee la clase de agilidad, de toque ligero que
deseábamos dar a la película”, señala el productor. “Tanto El casamiento de
Muriel como La boda de mi mejor amigo fueron dos películas que realmente me
cautivaron. P. J. posee un sentido del humor maravilloso y un delicioso
toque romántico”.
“Rebecca Bloomwood fue un personaje con el cual me identifiqué por
completo”, cuenta Hogan. “Una compradora compulsiva es alguien que cree
fervientemente en la terapia de salir de compras. ¿Te sientes mal? Entra en
una tienda, y de inmediato te sentirás más animado. Todos pueden comprender
eso. Todos alguna vez recurrimos a salir de compras para levantar nuestro
ánimo cuando estamos deprimidos, sólo que Rebecca no puede dejar de hacerlo.
Nunca se ha topado con una oferta a la que haya podido negarse”.
En la versión cinematográfica de Loca por las compras, tanto el escenario
como la nacionalidad de Rebecca emigraron rumbo a occidente, y cruzaron el
charco para desembarcar en América. “Para mí y en los libros, por supuesto,
ella siempre será inglesa”, declara la autora. “Pero he conocido Becky
Bloomwoods en todo el mundo, de toda nacionalidad. Lo que importa es que la
película recrea su espíritu, sus manías y su comedia. La película toma
elementos de las dos primeras novelas de la serie Loca por las compras. La
segunda de éstas, de hecho, transcurre en Nueva York. Muchas de mis escenas
favoritas están en la película, y disfruté mucho al verlas en la pantalla.
La historia de Becky, en su intento por dejar de gastar, guardar las
tarjetas de crédito y dar un giro a su vida, es, en realidad, una parábola
de nuestro tiempo”.
DE COMPRAS TRAS EL REPARTO PERFECTO
Los realizadores convocan a Isla Fisher para el papel principal
Los productores sabían que el papel principal de Loca por las compras debía
ser interpretado por una actriz de un brío y un talento especial. De modo
que eligieron a Isla Fisher para que interpretara a Rebecca Bloomwood.
“Isla cautivó el corazón del público en Los rompebodas y en Definitivamente,
quizás”, señala Jerry Bruckheimer. En Loca por las compras ella lleva el
peso de la película de forma magnífica. Es emocionante ver su ingenio, su
inteligencia y su comicidad oportuna en prácticamente cada escena”.
“Pensé que Isla sería perfecta para el papel”, agrega el director P. J.
Hogan. “El personaje requería de alguien con un gran atractivo y un gran
talento actoral. E Isla posee un gran talento para la comedia física. Posee
esa rareza: es una mujer hermosa que no teme hacer el ridículo. Es
intrépida, que es justamente lo que requería su personaje”.
La autora y productora asociada, Sophie Kinsella, concuerda. “Isla es
fantástica. Es divertida, es cálida, es atractiva y es la clase de chica que
una desearía tener como amiga”.
Fisher, por otra parte, ya era una devota admiradora de la serie Loca por
las compras de Kinsella, mucho antes de que le propusieran interpretar a
Rebecca Bloomwood. “Cuando estaba trabajando en Londres, leí la serie
completa”, señala. “La gente califica a estas novelas de ‘Literatura para
chicas’ (Chick Lit), pero yo creo que sería más apropiado catalogarlas de
‘Literatura ingeniosa” (Wit Lit), porque son verdaderamente divertidas.
Sentí que el libro me hablaba a mí; y siento que soy muy afortunada por
haber obtenido este papel”.
“Rebecca es un personaje genial”, continúa Fisher. “Es encantadora,
optimista, alegre, una buena chica que a su vez es una compradora compulsiva
a la que todo objeto que reluce la enamora. Posee esta avidez infantil por
todo lo que es nuevo. Becky es una persona cálida, adorable y llena de
defectos, y ella se aprovecha de esta conciencia de consumo colectiva”.
Fisher reconoce que ella se siente identificada con esa afición por las
compras que posee su personaje. “Yo soy una de esas chicas que sienten
debilidad por los bolsos y los zapatos”, refiere. “Poseo tantos zapatos que
es aterrador”.
Los cineastas eligieron al actor inglés, Hugh Dancy para que interpretara el
personaje de Luke Brandon, el editor adicto al trabajo de la revista donde
Rebecca va a trabajar como columnista financiera.
“Ya habíamos trabajado con Hugh Dancy anteriormente”, cuenta Bruckheimer.
“Él interpretó a Schmid, el médico, en La caída del Halcón Negro y a Sir
Galahad en El rey Arturo. Creo que es un joven actor excepcional, sumamente
atractivo y encantador y creo que se convertirá en una gran estrella de
cine”.
P. J. Hogan agrega: “Hugh es hielo para el fuego de Isla. Ambos son el
perfecto complemento del otro y hacen una pareja perfecta. Hugh debía ser
tal cual era en los libros: un perfecto inglés. Y Hugh posee esa mordacidad
que posee el Luke Brandon de los libros. Él baja a Becky a la tierra
mientras que ella lo llena de vida: Luke estaba totalmente abocado a su
carrera profesional y de algún modo estaba dejando pasar la vida”.
“A primera vista, Luke parece ser el polo opuesto de todo lo que le atrae a
Becky”, señala Dancy. “A él no le interesan la ropa ni las compras, y le
fascina el mundo de las finanzas, con el cual ella evidentemente no se lleva
muy bien. Pero como en toda buena pareja, estas diferencias iniciales acaban
siendo las cosas que los unen”.
“Hugh es tan divertido”, comenta Fisher. “Es un hombre con los pies en la
tierra, que posee esa sensibilidad tan aguda, mordaz e inteligente,
típicamente inglesa. Creo que Hugh dotó a Luke de todas esas cualidades. Y
su relación con Rebecca es muy dulce”.
John Goodman y Joan Cusack, dos de los más prolíficos actores de los Estados
Unidos, interpretan a Graham y Jane Bloomwood, los padres cariñosos, aunque
un tanto excéntricos, de Becky. A diferencia de su hija, Graham y Jane son
dos personas austeras y eso los enorgullece.
Cusack apunta: “La ropa, el comercialismo, salir de compras puede ser muy
entretenido, pero las cosas cambian cuando esta pasión pasa a controlarnos,
que es lo que le sucede a Becky”.
Goodman atribuye a su personaje algunos de los defectos de Rebecca. “Graham
es un buen ‘tipo’ de clase media, un hombre común. Y posee una hija
maravillosa, pero que ha heredado un poquito de la extravagancia de sus
padres”.
La efervescente Krysten Ritter es una joven con gran futuro que fue perfecta
para el papel de Suze Cleath-Stuart, la sofisticada amiga y compañera de
apartamento de Becky. “Yo leí las dos primeras novelas de Loca por las
compras y fue como una adicción, no podía dejar de leerlas”, declara Ritter.
“Me enamoré de los personajes de Sophie Kinsella. Suze es la mejor amiga que
alguien pudiera desear. Becky y ella son como dos gotas de agua, cómplices
hasta en el crimen. A ambas les fascina la ropa y salir de compras, pero
Suze proviene de una familia adinerada, de modo que a ella al principio le
cuesta comprender los problemas cada vez más serios que enfrenta Becky”.
John Lithgow interpreta al magnate de la revista, Edgar West. El actor
señala que a él lo atrajo la historia de amor de la película. “Isla y Hugh
son la joven versión de Irene Dunne y Cary Grant, el regreso a una época
maravillosa de grandes personajes que cobraban vida sobre un glamoroso telón
de fondo”, declara Lithgow. “Me agradó esa vida, el espíritu y el humor que
Becky trae a todo ese mundo gris de las finanzas, y ese descubrimiento
gradual que va haciendo mi personaje sobre quién es en verdad esta mujer”.
La actriz inglesa, Kristin Scott Thomas, da vida a la editora de la revista
de moda francesa, Alette Naylor. Afortunadamente, la actriz vivió en Francia
durante varios años. “Yo hablo los dos idiomas y realicé numerosas películas
en francés, así que me resulta bastante natural hablar con acento francés”,
cuenta. “Alette está un poco alejada de la realidad, pero sus intenciones
son buenas”.
Leslie Bibb interpreta a la confabuladora empleada de la revista de Alette,
Alicia Billington. “Siempre me agradó interpretar al villano”, reconoce la
actriz. “Me agrada interpretar a niñas que no son particularmente buenas. La
relación entre Becky y Alicia me hacía acordar a una típica rivalidad entre
hermanos, que sentí que intensificaba su interacción. Otro aspecto que me
atrajo de la película fue este reparto estelar, y que contara con la
producción de Jerry Bruckheimer y la dirección de P. J. Hogan. Por otra
parte, la sola idea de que la maravillosa Patricia Field me fuera a vestir,
me pareció excitante”.
Robert Stanton admite que era más adecuado para el papel del recaudador de
impuestos, Derek Smeath, que lo que los mismos realizadores creían. “El
único empleo que tuve fuera de la actuación fue como buscador de personas
para una asociación de marketing de préstamos estudiantiles”, refiere. “Un
buscador de personas anda detrás de aquellos que han dejado de pagar sus
deudas. Yo debía llamar por teléfono y acosar a estas personas, algo que
nunca logré hacer como correspondía; siempre acababa riéndome. Interpretar a
Smeath en Loca por las compras fue mi oportunidad de hacer las cosas bien”.
NUEVA YORK: LA CIUDAD INDICADA
La ciudad de Nueva York: la candidata indiscutible para albergar a Loca
Una vez establecido que la historia tendría lugar en los Estados Unidos, no
quedaron dudas de que el celo compulsivo de Rebecca Bloomwood sólo podía
ambientarse en un lugar: “La ciudad de Nueva York es un personaje en sí
misma, un ícono de todas las ciudades, así como la capital mundial de la
moda”, señala el productor Jerry Bruckheimer. “Trasladar la historia de
Londres a Nueva York no significó un desafío tan complejo porque ambas
ciudades poseen un estilo y un sentido del diseño similares, así como a
ambas también las caracterizan las grandes masas de gente, el caos y la
diversión”.
El director P.J. Hogan agrega: “Lo más emocionante está en las tiendas. En
la segunda novela de la serie, Becky Bloomwood viaja a Manhattan y siente
que está en el paraíso. ¿Y qué mejor lugar para situar a una compradora
compulsiva que en un paraíso comercial?”
El rodaje, que se inició con temperaturas polares de -10ºC y que luego llegó
a alcanzar los 32ºC, además presentó el increíble desafío de filmar en las
calles y tiendas de una de las más ajetreadas, sino abiertamente caóticas,
ciudades del mundo.
“Rodar en las calles de Nueva York es como internarse voluntariamente en un
manicomio”, declara Hugh Dancy. “Uno se encuentra trabajando en medio del
movimiento y la agitación de la ciudad, con calles atestadas de gente que se
mueve a un ritmo frenético. Pero ése justamente es el punto. Es por eso que
uno está ahí. Porque las escenas en Nueva York se basan en la actuación.
Creo que añade un elemento más al carácter de la película”.
Los cineastas contrataron a Kristi Zea como diseñadora de producción.
“Kristi es la principal diseñadora de producción de Nueva York”, señala
Bruckheimer. “Ella comprende la ciudad, esa clase de crisol de razas que es
Nueva York, la textura que necesita, y con su sentido del diseño y de la
moda creó unos decorados maravillosos, tanto para las oficinas de la revista
Successful Saving y Alette, como también para el rediseño de las tiendas más
famosas y la decoración de sus escaparates”.
“En seguida supe que la película tendría un gran potencial visual”,
manifiesta Zea. “Es divertido introducirse en la alta costura y las
tendencias, y como yo provengo del mundo del diseño de vestuario, supe que
ésta sería una de esas películas en las que puedes actuar con entera
libertad… y en las que también puedes marcar la tendencia. Tanto en las
distintas zonas como en el aspecto económico, la película recorre la ciudad
de un extremo al otro. Por un lado está la alta costura de la avenida
Madison, de la Quinta Avenida, las zonas del Meatpacking District, Tribeca,
SoHo y el Lower East Side; y por el otro, están los padres de Becky, que
viven en su agradable mundo de clase media. Yo deseaba encontrar el elemento
icónico de Nueva York y exaltar eso, pero también hallar una nueva forma de
mostrar la ciudad.
La película no sólo se rodó en Nueva York, sino también en Miami y en
Connecticut. De hecho, la odisea de Loca comenzó su primera semana de rodaje
en Connecticut, donde Zea y su equipo crearon una miríada de locaciones.
Entre ellas, la primera tuvo lugar en un anodino edificio que se eligió para
filmar la escena dentro de las oficinas; esto pareció una coincidencia
asombrosa a la autora Sophie Kinsella. “Ahora que conozco el orden azaroso
en que se filma una película, me parece increíble que la primera escena
elegida para comenzar el rodaje, haya sido la misma escena con la que yo
inicié la escritura de mi primera novela. ¡Fue de algún modo hasta
telepático!”
Las escenas del interior del colorido y pintoresco departamento de Becky y
su compañera, Suze, que teóricamente está ubicado en el barrio cada vez más
de moda del bajo Manhattan, NoLita (al norte de Little Italy), se rodaron en
un estudio de filmación de Norwalk. Zea señala: “Para mí era esencial que el
interior del departamento fuera pequeño para que se correspondiera con el
edificio centenario que escogimos en la calle Mott, en Manhattan, para
filmar la fachada. Suze vive en la habitación y Rebecca en la sala de estar,
prácticamente una encima de la otra. Las dos mujeres además poseen dos
estilos muy diferentes, pero la idea era unir las diferencias entre los dos
personajes y añadir un toque de locura a través del color, telas divertidas,
espejos con marcos de mosaicos, botellas de vidrio de muchos colores, un
ambiente animado y exuberante”.
Durante los cuatro meses siguientes, la producción rodó en varias locaciones
históricas de la ciudad de Nueva York, incluyendo la iglesia St. James, San
Antonio de Padua, el elegante salón principal del hotel Jumeirah Essex House
en el sur del Central Park, el majestuoso ex banco Emigrant Industrial
Savings en el distrito de Wall Street, la torre Hearst de Lord Norman Foster
y la fachada del Rockefeller Center. El encuentro nocturno que tiene lugar
entre Rebecca y Luke se rodó en un jardín-terraza del Rockefeller Center,
con la emblemática catedral de San Patricio y —quizás más importante para
Rebecca Bloomwood— el edificio de los almacenes Saks de la Quinta Avenida,
justo en frente.
Fue el director de fotografía, Jo Willems, quien quiso ofrecer una nueva
mirada a una de las ciudades más frecuentemente filmadas del planeta.
“Nuestro objetivo era hacer que las chicas, la ropa y la ciudad se vieran lo
más esplendorosas posible”, declara Willems. “Esta no es una película
sombría o cruda; es divertida, optimista y alegre. La historia y su
personaje principal definen el estilo de la película, y yo intenté
resaltarlo lo más posible. En la actualidad, muchas películas se suelen
desaturar, pero nosotros intentamos saturar el cuadro con la mayor cantidad
de color posible”.
Los cineastas eligieron un número de tiendas y boutiques como locaciones,
entre ellas, la tienda de Catherine Malandrino (en el Meatpacking District),
la exclusiva tienda para novias Kleinfeld, y el tramo chic de la avenida
Madison donde se encuentran las tiendas de Yves St. Laurent, Sonia Rykiel y
Asprey. Otras escenas importantes también se rodaron en la tienda principal
de Barneys, en la avenida Madison, y en Henri Bendel, en la Quinta Avenida.
Para la escena en el interior de Barneys —uno de los destinos comerciales
más conocidos de los Estados Unidos— Alette Taylor, la editora de moda,
lleva a Rebecca de compras para someterla a una prueba, la cual, para
consternación de su archienemiga, Alicia Billington, Rebecca aprueba con
gran éxito.
Rebecca, quien escribe su columna financiera bajo el seudónimo de “La chica
de la bufanda verde”, encuentra esta importantísima bufanda verde de la
tienda Denny & George en una escena rodada en la famosa tienda neoyorkina
Henri Bendel. El escenario de este exclusivo lugar de moda es un espacio de
compras creado a partir de tres edificios adyacentes de la Quinta Avenida,
incluyendo los emblemáticos Coty y Rizzoli. Presenta un impresionante atrio
de entrada de tres pisos, que en la parte delantera conserva las ventanas de
cristal de estilo Art Nouveau creadas por Renè Lalique en 1913 y recién
descubiertas cuando Bendel renovó el edificio. Para el atrio, la diseñadora
de producción, Zea, y el supervisor de dirección de arte, Paul Nelly,
sumaron su fuerza creadora a la de los propios diseñadores de la casa Bendel
y crearon un escaparate inspirado en la obra “Sueño de una noche de verano”.
También diseñaron un escaparate con una temática de aviación que es donde
Rebecca ve por primera vez la bufanda verde.
“El armado de los escaparates fue casi una maniobra militar”, cuenta Kelly,
“porque sólo disponíamos de ocho horas para decorar Henri Bendel. Planeamos
todo hasta el último minuto”. Los neoyorkinos quedaron pasmados con los
cambios que realizó la compañía de filmación en la tienda. “La reacción fue
fantástica”, declaró el CEO de Bendel, Ed Buciarelli. “Nosotros realizamos
un escaparate así de sofisticado una vez al año, para la época de las
fiestas; de modo que ver algo así tan temprano en el año fue magnífico. La
producción creo algo realmente mágico”.
VISTIENDO A LOCA
La diseñadora de vestuario, galardonada a un premio de la Academia, Patricia
Field, viste la película
Los cineastas sabían que una película como Loca por las compras requería un
vestuario excepcional. Y entonces entró en juego Patricia Field.
“Patricia Field es una de las más grandes diseñadoras de vestuario”, declara
el productor Jerry Bruckheimer. “Siempre a la vanguardia, buscando nuevos
diseñadores y vistiendo a nuestros personajes con una originalidad única,
con un intenso colorido y elegancia”.
Field lleva más de cuarenta años en la profesión, desde que abrió su primera
boutique en 1966. Es la autora de los notables diseños de la serie de HBO,
Sexo en la ciudad (incluyendo la exitosa versión cinematográfica estrenada
en 2008) y El diablo viste a la moda.
“La historia de Loca realmente me sedujo”, cuenta Field. “Parecía un
proyecto entretenido, animado y alegre, que es la clase de proyecto que me
agrada hacer. A mí me gusta entretener… ése es mi enfoque en este tipo de
especialidad. Nunca había trabajado con Jerry Bruckheimer, y eso era algo
que me atraía muchísimo. Por otra parte, Jerry y P. J. Hogan estaban muy
seguros de que deseaban que trabajara con ellos, lo que es fundamental”.
“Yo soy una estilista”, continúa Field, “a pesar de que en el mundo del
diseño de vestuario eso es una especie de mala palabra. Yo hago de la moda
un arte y para ello me sirvo del collage. Mezclo prendas viejas con prendas
nuevas, prendas elegantes con jeans, me agrada realizar toda clase de
combinaciones. El diseño de vestuario en su sentido ortodoxo consiste en
confeccionar la prenda de cero. Pero yo siento que en una creación
contemporánea, estás en desventaja si deseas confeccionar la prenda cuando
tienes todo un mundo de diseñadores para elegir. Y la película retrata
justamente a una compradora compulsiva que pasa todo el día comprando ropa”.
Field cuenta que el pintoresco reparto también la inspiró. “Siempre me
inspiro fundamentalmente en los actores, y en lo que ellos aportan a sus
personajes. Yo trabajo con el actor para sacar a relucir la forma en que él
desea que sea su personaje. Por supuesto, tengo mis propias ideas que
comparto con ellos, pero a fin de cuentas, es el actor quien está delante de
la cámara. Isla me pareció muy coqueta y atractiva, con un brillo especial
en la mirada. Es menuda y bonita, pero posee una cualidad sexy que recuerda
a un gato Chesire, la cual me inspiró para crear ese estilo tan particular
que exhibe en la película”.
Isla Fisher disfrutó del proceso de creación del vestuario tanto como Field.
“Fue tan divertido crear a Rebecca Bloomwood con Patricia Field”, cuenta
Fisher. “Ella es una estilista maravillosa y posee una visión única. Yo
deseaba que Becky tuviera un estilo aventurero y ecléctico, pero que al
mismo tiempo fuera la “chica común y corriente” con la que todos podemos
identificarnos. Y fue un equilibrio divertido lograr combinar y mantener su
estilo joven, alegre y colorido con la alta costura”.
“Becky es mucho más aventurera —en cuanto a la moda— de lo que soy yo y está
mucho más pendiente de la imagen”, continúa Fisher. “Yo en cambio suelo
andar en jeans y camiseta”.
“Becky es una chica alegre”, refiere Field. “Y aunque posee el problema de
sus deudas, es una persona fundamentalmente positiva. Isla, por su parte, es
una chica animada, divertida, sexy, hermosa y joven, así que para mí la
situación era ideal. Además, sabía que Jerry Bruckheimer deseaba emplear
mucho color en la película, lo que también me agradaba porque yo adoro el
color. De modo que, los vestidos de Becky reflejan esas cualidades”.
Irónicamente para una historia que transcurre en Nueva York, Field concibió
muchas de las ideas para el vestuario de Isla en un viaje de negocios que
realizó a Tokio antes de comenzar el rodaje. “Mientras estaba allí, compré
prendas para Isla”, relata Field. “Su talla menuda se adapta perfectamente
al rango de tallas japonesas, y la moda joven allí es extremadamente animada
y colorida. Para mí fue una gran oportunidad poder vestir a Isla con prendas
que nunca antes habíamos visto. La influencia japonesa se refleja no tanto
en que las prendas sean de diseño japonés, sino en la forma de combinarlas.
Refleja la tendencia que uno observa en la moda de Tokio”.
Fiel a su técnica de collage, Field adornó a Fisher con una combinación
atrevida y por lo general llamativa de ropa y accesorios de algunos de los
diseñadores de mayor renombre internacional en todo el mundo, incluyendo a
Balenciaga, Marc Jacobs, Christian Louboutin, Zac Posen, Miu Miu, Salvatore
Ferragamo, Prada, Todd Oldham, Gucci, Christian Dior y Alexander Moqueen.
Patricia Field también imprimió su sello en los demás personajes, incluyendo
a la compañera de departamento de Rebecca, Suze (Krysten Ritter). “Suze
intenta dominar la compulsión de Becky, de modo que lo más sencillo hubiera
sido crear un personaje sin vuelo”, explica Field. “Pero yo imaginé a Suze
como una chica del Williamsburg: un barrio al otro lado del río, en Brooklyn,
donde se ha instalado una colonia de gente joven. Es joven, artístico, un
poquito bohemio y un poquito rockero. Vestí a Krysten con una mezcla de
color y tonos neutros —muy ecléctica— mientras que Becky sólo es color,
color, color”.
A cargo del diseño de vestuario de otras editoras de moda en las películas
El diablo viste a la moda y Sexo en la ciudad, Field ahora deseaba que
Kristin Scott Thomas en su papel de Alette Taylor llevara su propio sello.
“Una mujer como Alette es una número uno: ha alcanzado su posición tras
muchos años de dedicación y ha desarrollado su propio concepto de estilo
personal. El vestuario de Kristin es refinado. En una escena, lleva un
elegante vestido de colores neutros con un espléndido collar de cuentas de
madera hechas a mano, un accesorio único. Deseábamos mostrar que Alette
poseía a su disposición todas las opciones de lo que deseara y eligiera
usar.
En el papel de Alicia Billington, Leslie Bibb es físicamente lo opuesto a
Rebecca. Field escogió prendas en colores negros y neutros, “una suerte de
Cruella DeVille”, cuenta la diseñadora de vestuario. Bibb señala que la
elección del vestuario fue perfecta para su personaje. “Alicia es una
persona controladora, con un propósito claro, que no deja nada librado al
azar. Trabaja sin cesar y tiene todo calculado, especialmente su ropa. Yo me
colocaba el traje de Alicia e inmediatamente me sentía dentro del personaje.
Llevar tacos de 10 o 12 cm comporta toda una actitud”.
Los hombres recibieron el mismo tratamiento por parte de Field, aunque el
desinterés por la ropa que muestra Luke Brandon, el personaje que encarna
Hugh Dancy, fue un interesante desafío para la diseñadora. “Es mucho más
sencillo crear un vestuario elegante de los pies a la cabeza que lograr
recrear una actitud de ‘no me importa’”, cuenta Field. “En la primera parte
de la película, Luke siente que hay cosas más importantes en su vida, pero
en su relación con Rebecca, él va atravesando cierta transformación, que
debe ser creíble”.
Para sus personajes más proletarios, los personajes interpretados por John
Goodman (Graham Bloomwood) y Joan Cusack (Jane Bloomwood), Field también
halló una propuesta interesante. “Fui al ensayo sintiéndome ligeramente
excéntrica”, cuenta Cusack. “Patricia logró de un modo brillante hacer que
esa excentricidad fuera atractiva y distinguida en la forma que tiene de
hacer del vestuario un arte. Ella considera que hay una gran solemnidad en
la ropa y el estilo”.
MIAMI: LA ZONA CALIENTE
El personaje de Hugh Dancy se afloja
Tras completar su trabajo expansivo en la ciudad de Nueva York y Connecticut,
la compañía de Loca, incluyendo a Isla Fisher, Hugh Dancy y Leslie Bibb,
voló hacia el sur para pasar las dos últimas y atareadas semanas rodando en
la tropical y sensual Babilonia junto al mar: Miami, Florida. “Jerry
Bruckheimer sugirió que esas escenas finales en las que el siempre
almidonado Luke comienza a divertirse, se rodaran en algún lugar que lo
forzara a salir de su rutina”, señala P. J. Hogan. “Miami era la locación
perfecta, el lugar donde todos se aflojan la corbata. Hay una libertad en
Miami, la sensación de que allí puedes ser lo que deseas”.
Una vez más, una de las tiendas de mayor renombre y más influyentes del
mundo le abrió sus puertas a la producción de Loca cuando Prada permitió que
se rodara la escena en la cual Becky intenta educar a Luke en los aspectos
más refinados de la moda, dentro de la soberbia tienda del centro comercial
Bal Harbour,. “Fue muy difícil lograr que Prada nos permitiera rodar en su
tienda”, cuenta Hogan, “porque obviamente ellos cuidan mucho su imagen. Pero
creo que los nombres de Jerry Bruckheimer y Patricia Field pesaron a la hora
de que se nos concediera acceso. La tienda de Prada en Bal Harbour era
sencillamente hermosa, magnífica, y fue un verdadero placer rodar allí”.
A esta escena le siguieron los rodajes en el interior del salón Art-Deco
(con su característica pecera llena de medusas iridiscentes) del hotel
Victor, en Ocean Drive.
La producción montó su mayor plató en Miami: un festival latino en la calle
donde se funde esa riqueza cultural de la ciudad. “Yo adoro el aspecto
multicultural de Miami, de modo que deseaba que la película incluyera algo
de la influencia cubana”, apunta Hogan.
La locación elegida fue Española Way, construida en la década de 1920 como
una pequeña y pintoresca aldea española para artistas y bohemios, repleta de
plazas y edificios coloniales de colores brillantes. Con faroles de
muchísimos colores y con el sabor de la música y la comida latina en al
aire, fue en este lugar donde la coreógrafa, JoAnn Jansen, creó un baile
tradicional cubano llamado “danzón” para una secuencia en la que Luke
sorprende a Becky soltándose un poco y, literalmente, guiando la pieza.
* * *
Todos disfrutaron el rodaje de la película. Los actores y los cineastas
apreciaron especialmente la presencia de Kinsella en el plató. Ella trabajó
como productora asociada, ayudando como consultora a dar vida a su personaje
y asegurándose de que la encarnación de Rebecca Bloomwood en la pantalla no
decepcionara a los millones de admiradores de la protagonista de sus
novelas. Cuando se corrió la voz de que Sophie Kinsella se encontraba en el
plató, algunos miembros del público reaccionaron como si se tratara de una
superestrella del cine más que de una figura literaria; la creadora de Loca
alegremente comenzó a firmar autógrafos y a conversar con sus admiradores.
“Es maravilloso que Sophie esté en el plató”, señala Hogan, “porque como le
dije a ella numerosas veces, ella es la piedra Roseta. Ella me hace
comprender al comprador compulsivo, más allá de los libros”.
“Es una gran ventaja poder tener a la autora junto al director y el resto de
la producción explicándonos los rasgos fundamentales de sus personajes”,
añade el productor ejecutivo, Mike Stenson. “Poder tener el punto de vista
de la persona que creó esos personajes fue de enorme ayuda”.
Con la cinta ya en sus manos, Jerry Bruckheimer, P.J. Hogan y su equipo
ahora debían enfrentar la ardua tarea de post-producción.
Desde la época de Flashdance, Ídolos del aire (Top Gun) y Mentes peligrosas,
Jerry Bruckheimer se caracteriza por presentar las bandas sonoras más
novedosas y avanzadas; y una vez más, estaba decidido a traer los mejores
artistas contemporáneos al horizonte musical de la película. Y así, codo a
codo con la supervisora de música, Kathy Nelson, el productor invitó a la
crema actual de la escena musical a grabar canciones nuevas para Loca por
las compras, incluyendo a los grupos Pussycat Dolls (“Bad Girl”), Shontelle
interpretando a Akon (“Stuck With Each Other”), Trey Songz (“Takes Time to
Love”), Jordyn Taylor (“Accessory”) y Adrienne Bailon (“Uncontrollable” y
“Big Spender”).
Otros intérpretes que intervienen en Loca por las compras incluyen a Jessie
James (“Blue Jeans”), Kat DeLuna (“Unstoppable” e, interpretando a Frankie
Storm, “Calling You”), Lady GaGa (“Fashion”), Natasha Bedingfield (“Again”),
Greg Laswell (“Girls Just Want to Have Fun”) y Amy Winehouse (“Rehab [Hot
Chip Remix]”). El tema “Don’t Forget Me”, de Harry Nilsson fue grabado por
Macy Gray y producido por Trevor Horn especialmente para Loca por las
compras.
Mientras que el siete veces nominado a los Oscar®, James Newton Howard,
compuso la partitura orquestal. Howard, quien está asociado a P.J. Hogan
desde hace mucho tiempo, había compuesto la banda sonora de las películas
del director: La boda de mi mejor amigo, Amor sin condiciones y Peter Pan.
Entre su larga lista de créditos también se encuentran: El caballero de la
noche (con Hans Zimmer), Michael Clayton y King Kong.
Jerry Bruckheimer lleva toda su carrera quebrando los moldes y reinventando
géneros, y si bien el romance y la comedia son elementos que han aparecido
numerosas veces en sus 35 películas cinematográficas, Loca por las compras
es la primera incursión del productor en la comedia romántica. Y, como de
costumbre, su enfoque es brindar al público algo nuevo. “Creo que todos
buscamos humor y romance en nuestras vidas”, concluye Bruckheimer, “y de eso
se trata Loca. Es divertida, inteligente y una película que te conmoverá un
poquito al salir del cine. Me agrada entretener a la gente, y lograr hacerla
reír es un verdadero regalo para los cineastas”.
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