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Sinopsis
John Patrick Shanley
lleva a la pantalla su pieza teatral laureada con los premios Pulitzer y
Tony en una atraganté historia acerca de la búsqueda de la verdad, la
fuerza del cambio y las devastadoras consecuencias de la justicia ciega
en una época definida por las convicciones morales.
Corre el año 1964 en St. Nicholas, en el Bronx. Un vibrante y
carismático sacerdote, el Padre Flynn (Philip Seymour Hoffman ganador
del Premio Oscar®) está intentando cambiar las estrictas costumbres de
la escuela, que han sido celosamente custodiadas durante largo tiempo
por la Hermana Aloysius Beauvier (Meryl Streep ganadora del Premio
Oscar®), la Directora con mano de hierro que cree en el poder del miedo
y de la disciplina. Vientos de cambio político soplan en la comunidad y
la escuela acaba de aceptar al primer estudiante negro, Donald Miller.
Pero cuando la Hermana James (Amy Adams nominada al Premio Oscar®), una
inocente optimista, comparte con la Hermana Aloysius su sospecha de que
el Padre Flynn está prestando demasiada atención a Donald, la
Hermana Aloysius lanza una cruzada personal para desenterrar la verdad y
expulsar al Padre Flynn de la escuela. Ahora, sin ninguna prueba más que
su certeza moral, la Hermana Aloysius entabla una batalla de voluntades
con el Padre Flynn, la cual amenaza con fracturar a la comunidad con
irrevocables consecuencias.
El guionista ganador del Premio Oscar® John Patrick Shanley (Moonstruck)
adaptó su obra para el cine y dirigió La Duda, protagonizada por Meryl
Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis. El film está
producido por Scout Rudin y Mark Roybal, con Celia Costas como
productora ejecutiva.
Entrevista a Viola
Davis
Viola Davis puede aún desafiar el record de Judi Dench en Shakespeare
enamorado, quien ganara un Oscar por su aparición de ocho minutos en
pantalla al interpretar a Isabel I. En la pelúcula de Miramax La
Duda, Davis interpreta a la Sra. Miller, la madre de un muchacho de
Brooklyn que puede o no haber sido sujeto a un comportamiento inadecuado
por parte de un sacerdote (Philip Seymour Hoffman) en su escuela
católica. Sólo comparte dos escenas con Meryl Streep, que interpreta a
la hermana Aloysius, la monja acusadora, pero posiblemente Davis tenga
un impacto mayor que el logrado por Judy Dench. Llamar crucial a su
participación en la adaptación erudita de John Patrick Shanley de su
propia obra ganadora del premio Pulitze, sería una subestimación.
Para Davis, de 43 años, marca otra interpretación refinada en una
carrera que se remonta a una docena de años y que incluye haber
trabajado con algunos de los directores más brillantes de Hollywood.
Entre los autores con los que también ha trabajado, se incluye a Todd
Haynes (Lejos del Paraíso), Oliver Stone (Las Torres Gemelas) y Steven
Soderbergh (que la ha convocado tres veces en Un romance peligroso,
Traffic y Solaris). Nacida en Carolina del Sur, criada en Rhode Island y
ahora viviendo en Los Angeles, con su marido, el actor Julius Tennon y
sus dos hijos, veremos este año 2009 a Davis en dos personajes que
simbolizan su diversidad. Actuará junto a Russell Crowe en el film de
suspenso State of Play, de Kevin Macdonald y luego en Madea Goes to Jail,
una comedia grotesca de Tyler Perry. A continuación, nos cuenta porqué
su personaje en La Duda es uno de los personajes más “fabulosos” de su
carrera, porqué quiere más y porqué necesitamos una Lindsay Lohan de
color.
P: ¿Qué la atrajo de su personaje en La Duda?
R: El hecho de que iba a ser bueno. No tengo muchos personajes buenos,
fabulosos como éste que aparezcan, que se desarrollen en su totalidad y
que sean humanizados y complicados, con mucha dualidad y
contradicciones, escrito para una mujer de color. Y con Meryl Streep,
Philip Seymour Hoffman y Amy Adams –ese grupo, con esas
características... eso fue lo que me atrajo del personaje.
P: ¿Estaba nerviosa de trabajar con Streep?
R: Absolutamente. Estaba aterrada. ¿Dije aterrada? ¡Aterrada! Pero ella
es la perfección. Cuando un trata de encontrar una escena como actor,
hay que exprimirla. Debe permitirse hacerlo. También uno debe permitirse
cometer errores y estar en un lugar que no sepa donde, que uno esté
completamente confundido. Estar completamente confundido y exprimir la
situación, aún en un período de ensayos, con Meryl Streep observando, es
una experiencia que sobrepasa lo tenso. Pero no realmente. Uno vuelca
eso en uno mismo porque lo vuelca en ella. Su reputación la precede,
como dicen. Uno coloca un estatus de ícono en ella. Como cuando se dice:
-No puedes cometer un error cerca de Meryl Streep. Ella estará perfecta.
Así que vuelco todo ese material en ella, incluso antes de ensayar. Y
durante un segundo, me pone tensa –hasta que me doy cuenta de que ella
es actriz. Es como todo, ¿no es así? Es como cualquier otro empleo, debo
decir. Pero ella es Meryl Streep, y lo hace todo más fácil, porque es
tan talentosa y tan generosa. Hace algo que un montón de actores no
entienden que sea parte del trabajo: ella escucha. Ella escucha. Es
también tanto una parte de la actuación como lo es la emoción.
P: ¿Qué hablaban tú y Meryl entre las tomas de sus escenas?
R: Hablábamos de cosas realmente importantes. ¡Hablamos sobre cocina!
Realmente pensé en ello, pensaba: -estoy con Meryl Streep. Podría
preguntarle sobre La decisión de Sofía y Africa mía y Un grito en la
oscuridad. ¡Podría decirle también que me encanta! ¡Y estamos hablando
de cocina! En un momento dado, me dijo: -¿cómo están tus pies? ¿Tienes
buenos pies? Y le respondí: -mis pies están bastante bien. ¿Cómo están
los tuyos? Y me respondió: ¡Ay, mis pies están terribles! ¿Quieres un
poco de chocolate? A lo que respondí: -Sí, querría un poco.
Esa era nuestra conversación. Pienso que es porque... ¿usted sabe lo que
ocurre cuando uno filma una escena, luego de que ensayó y de que hizo
todo esto? Casi temo admitirlo, pero la relación natural de lo que sus
personajes están pasando se extiende a la vida real. Y con nuestros
personajes... no hay nada de que hablar. Había tensión y estábamos un
poco tensas una con la otra. Pero también me gustaba. Mi personaje
piensa que la Hermana Aloysius tiene un poco de perro bulldog, pero
tendríamos una relación informal si no fuera por esta confrontación. Así
que pienso que naturalmente pasó ¡que habláramos de pies y de cocina!
P: ¿Pasó mucho tiempo con Joseph Foster, que interpreta el personaje de
su hijo Donald?
R: ¡No! Me siento como un mala actriz ahora. Eso pasa cuando uno filma
una película, no se llega a conocer al actor a fondo. Lo ví durante los
ensayos, así que interactué con él en ese momento. Sentí como si tuviera
que besarlo mucho por alguna razón. En un determinado momento, quería
sentarlo en mi regazo –y él estaba aterrado por eso. No tenía realmente
esa edad pero es un niño muy dulce. En realidad, ¡también hablaba de
cocina! Así que hice lo que pude cuando lo ví. Debo decirlo, estoy en la
periferia de todo lo que ocurre en esta película, soy una intrusa.
P: ¿Tuvo mucho tiempo de ensayo?
R: Sí, tres semanas. Fue tan genial. Para el momento en que llegamos al
set, realmente uno se sentía preparado. El énfasis está dado en el
personaje y en el texto. Con frecuencia ocurre que el énfasis en una
película está en la parte visual o en una marca. Nosotros tenemos los
textos y los personajes y uno debe ser capaz de sostenerlos.
P: ¿Usted y los otros miembros del elenco se sentaron a debatir sobre la
culpabilidad o sobre la inocencia del Padre Flynn?
R: No tuvimos ningún debate. Estábamos muy ocupados trabajando en estos
personajes. De todos modos, por mi parte, opino que la cuestión no es
tanto si lo hizo o no. La cuestión son los sistemas de creencia y la
rigidez de que lo creemos y que lo que creemos sea absolutamente cierto.
Puede ser la muerte. El cambio sucede cuando surge la duda y puede
admitirla. Eso puede no ser cómodo pero hay crecimiento en ello. Los
temas abarcan mucho más y son mucho más importantes, ya sea que lo haya
hecho o no.
P: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con John?
R: ¡Ah, fue fantástica! Agradecí el hecho de que confiara en nosotros el
material. Nos dio amplio margen para descubrir y para explorar y también
nos brindó una atmósfera de confianza. Y confié en que me detuviera si
él veía que yo me dirigía en la dirección incorrecta. Respeté el hecho
de que me diera ese amplio margen para hacer lo que hago.
P: ¿Pasó mucho tiempo en el set cuando no participaba en escenas?
R: Lo hice porque tenía que probar mi cabello. Me acerqué sigilosamente
porque quería observar a Meryl Streep. Me encantan Philip y Amy, pero
realmente quería mirar a Meryl. Quería acercarme sigilosamente y verla
trabajar. Y también porque uno siente que está en la periferia y que
está esperando alrededor para filmar su escena, y uno está tan excitado
que quiere ver cómo va todo. En el teatro, uno está allí todo el tiempo,
para las escenas de los demás. Pero en una película, uno se siente tan
excluido. Es como me siento con mi marido, cuando por ejemplo, digo: -no
quiero que vayas a una fiesta sin mí porque no quiero que te diviertas
sin mi. Siento lo mismo con Amy, Philip y Meryl –¡no quiero que ellos se
diviertan sin mí!
P: Hay muchos rumores sobre el Oscar sobre su actuación. ¿Está lista
para ello?
R: No, no lo estoy. Apenas estoy preparada para esto. ¡Realmente! Ellos
dicen: -te vamos a dar una suite en el hotel Four Seasons. Y enviaremos
a alguien para que te asista con el vestuario, con el maquillaje y con
el peinado. ¡Y ni siquiera tengo remotamente este rumor! Este rumor
comenzó antes de que la gente viera la película. ¡Ni siquiera estoy
acostumbrada a eso! Y ¿qué es un rumor? ¡En serio! No se puede cobrar un
cheque con un rumor, no se puede pagar la hipoteca con un rumor, no se
puede tocar un rumor, un rumor es un rumor… Y no tiene que
materializarse. Así que para ser honesta, cuando se comienza a decir que
uno podría recibir una nominación para un premio de la Academia, uno
podría llamar a su madre y decirle: -mamá, la gente piensa que podría
recibir una nominación para un premio de la Academia. Y ella diría: -
¡Ay, muchacha! ¡Eso es tan bueno! ¡Viola, Viola! ¡Es tan bueno! Luego
uno cuelga el teléfono y se va. ¡No tengo un trabajo! Y ese pensamiento
es lo que lo golpea y le da a uno una lección de humildad. Es lo que es.
Lo único que tengo en este momento es que puedo contar sobre el proceso
y el trabajo. Puedo estar toda vestida y estar en el Four Seasons porque
está ocurriendo y puedo tocarlo. Pero el rumor me pone nerviosa.
P: Usted ha trabajado con Oliver Stone, Todd Haynes, Steven Soderbergh…
R: Ah, sí, absolutamente. Ha sido una alegría. He tenido una carrera
genial como actriz, pero ¡siempre quiero más! Son gajes del oficio. Una
vez que uno comienza a trabajar, más quiere uno seguir trabajando.
Quiere que los roles sean cada vez mejores. Porque cuando los roles
mejoran, mejora uno.
P: ¿Así que La Duda le ha dado ganas de tener mejores roles cada vez?
R: ¡Claro que sí! Y es un personaje complicado. Aun cuando fuera un
papel pequeño, es un personaje fabuloso. Sería lo que se consideraría un
papel fabuloso. Hay tanta contradicción y dualidad y ella no es lo que
aparenta ser, hay tanto para interpretar, tanto para sacarle provecho.
Sí, una vez que se consigue un gran personaje, uno quiere que continúen
llegando. Lo espera. Todo se compara con eso. Pero por supuesto he
actuado por mucho tiempo; sé que no siempre podrá ser así.
P: ¿Se complica mantenerse conectado?
R: Estoy tratando de mantenerme conectada. Esta es mi vida, ¿sí? Quiero
se capaz de disfrutar del momento y la única forma de hacerlo es cuando
uno se libera de expectativas y puedo vivir dentro. De lo contario, uno
siempre está por encima de ello y no dentro. Dicen que en la actuación
también –nunca hay que estar adelantado sino permanecer en el momento.
Nunca se sabe lo que ocurrirá luego. Bueno, estoy tratando de hacer lo
mismo con mi vida y no adelantarme.
P: ¿Cómo fue su educación? ¿Fue muy religiosa?
R: No, no. Nunca fui a una escuela católica, fui a una escuela pública.
Pero quería tanto ir a una escuela católica. ¡Lo juro por Dios! Creo que
hay algo enfermo y retorcido dentro mío, pero escuchaba a Meryl y a John
y él hablaba sobre catolicismo y aun suena tan atractivo ese tema para
mí. Sus ceremonias. Cuando crecía en Central Falls, no crecí con una
educación religiosa en particular. Pero todos alrededor mío eran
católicos. Crecí en una comunidad extremadamente católica y para mí
tenía un sentido de comunidad tal, como un sentido de pertenencia, de
familia y de tradición y quería ser parte de eso, porque me sentía como
si estuviera en la periferia.
P: ¿Entonces fastidiaba a sus padres con ser católica?
R: Lo hubiera hecho, ¡pero ni siquiera era una opción para mis padres!
Ellos crecieron con la fe Bautista en Carolina del Sur. Luego se mudaron
a Rhode Island, en donde no había iglesias Bautistas, sólo iglesias
católicas. Así que ni siquiera fui a la iglesia. No había nada. Y
entendí la rigidez del catolicismo, pero en ese momento estaba del otro
lado, sin tener nada por que pelear. No había una tradición para
defender y yo quería ser tan mala.
P: ¿Va a la iglesia ahora?
R: Sí, claro, ahora voy a la iglesia. Pero cuando de niña, para nada.
P: ¿Cómo fue entonces que se convirtió en actriz?
R: Asistí a un escuela de arte dramático. Fui a una escuela de arte
dramático cuando tenía 15 años en Massachusetts. Era una escuela juvenil
para artes de la interpretación. Me especialicé en teatro en el Rhode
Island College. Fue a Julliard en Nueva York. Imaginaba en mi fantasía
que todo actor elegía ese camino, una vez que se enamoraba de la
profesión. Me enamoró ser actriz y lo mismo ocurrió al asistir a una
escuela de actuación. Pensé: -éste es el camino que uno debe tomar.
Ahora, asistir a una escuela de actuación y tener el oficio se ha
convertido en una mala palabra. Ahora hay que guiarse por el instinto,
ser linda y joven, todo menos capacitarse. Muchas veces a la gente no le
importa. Se aferra a algo que ya ha hecho porque piensan que uno es
lindo. La gente no tiene una estética, una apreciación de la forma
artística y del conocimiento. Sólo quieren que se los entretenga.
P: Ya va a comenzar State of Play. ¿Cuál es su personaje en esa
película?
R: Interpreto a una patóloga, llamada Dra. Joy Jackson. Ya tuve un día
de trabajo y fue fabuloso. Trabajé con Russell Crowe. Y me trataron
genial –¡pero fue sólo un día!
P: ¿Fue intimidante Russell Crowe?
R: ¡Sí, lo fue! Sólo lo ví en esta escena –y parecía ser un periodista
muy poco ortodoxo, no un periodista que se guía por las normas, y me
gustó.
P: ¿Algo más que tenga próximamente?
R: Una película de Tyler Perry, Madea Goes to Jail, que ya filmé. Me
divertí mucho en esa película porque tenía mucho dominio de la
contracultura urbana por hacer una película de Tyler Perry. ¡Mis
sobrinos pensaron que estuve tan genial! ¡Y me encantó ser genial para
ellos!
P: Usted está casada con un actor. ¿Ayuda este hecho al tratar en este
negocio?
R: Sí. El hecho de que sea actor lo hace fantástico. Pero también es la
clase de persona con la que te casaste. El temperamento. Como cuando uno
se casa, hay que elegir bien. Así es como se empieza. Me casé con un
hombre que había vivido una vida, así que es más de lo que hace. Tiene
carácter fuerte. El hecho de que entienda que es muy difícil estar con
alguien ajeno al negocio que lo entienda. Es muy difícil. La paranoia,
el desempleo, la inestabilidad, las horas... todo eso. Aún esto, lo que
estamos haciendo, la publicidad... es tan poco ortodoxo. Es una
profesión solitaria. La mayoría de la gente que vive en el mundo real no
se separa por largos períodos. He trabajado en una obra durante seis
meses. He hecho una película durante tres meses. La gente no suele hacer
eso. Recuerdo que unos amigos nuestros decían: -nosotros nunca podríamos
estar separados por tres semanas. Y pensé: -¿tres semanas? No es incluso
tan largo.
P: Se la oye como de mucho carácter, ¿es así?
R: Quizá porque no fue fácil para mí y quizá por no soy una princesa.
Nunca lo he sido. ¡Me siento más como una princesa durante esta gira
promocional que lo que pueda sentirme en toda mi vida! Es tan
surrealista para mí. Y estoy tratando de disfrutarlo.
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