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Entrevista a Philip
Seymour Hoffman
Considerados uno de los actores más importantes de Hollywood, Philip
Seymour Hoffman, de 41 años, ganó un premio Oscar por mejor actor en el
2006 por su personaje de Truman Capote en, Capote, de Benett Miller.
Sólo es parte de lo que se merece para una carrera de 17 años que lo ha
visto trabajar con algunos de los magníficos autores del cine
estadounidense –desde Todd Solondz (Felicidad) hasta David Mamet
(Cuéntame tu historia), Cameron Crowe (Casi Famosos) y Spike Lee (La
Hora 25). En particular, ha trabajado con Paul Thomas Anderson en cuatro
oportunidades (Hard Eight, Juegos de Placer, Magnolia, Embriagado de
Amor), aunque este actor nacido en Rochester ha transitado una parte
considerable de su carrera en películas comerciales desde Twister a Mi
novia Polly y Misión Imposible 3.
En su más reciente film, La Duda, de John Patrick Shanley, de Miramax
Films, interpreta al Padre Flynn, un sacerdote de Brooklyn que es
acusado por una monja (Meryl Streep) de una conducta inadecuada con un
alumno en la escuela católica donde trabaja. La película es una especie
de reunión para Hoffman, que ya trabajó con Streep en la versión teatral
de Mike Nichols, en el 2001, de La Gaviota de Chekhov. Luego protagonizó
con Amy Adams, que interpreta en esta película a la bondadosa hermana
James, en el film de Nichols, del 2007, Juego de Poder, por la que
recibió su segunda nominación de su carrera para el premio Oscar. A
continuación, nos cuenta qué sintió al reunirse con viejos amigos y cómo
se siente desde que, después de haber ganado un premio Oscar, se
convirtiera en una celebridad.
P: Usted ha trabajado en teatro anteriormente con Meryl Streep, en La
Gaviota. ¿Fue muy diferente?
R: Es diferente porque estás filmando una película, pero creo que
nuestro placer de trabajar juntos era similar. Era más joven en ese
entonces y recién la conocía, así que fuimos conociéndonos el uno al
otro. Y la he conocido desde ese entonces. He trabajado con ella
nuevamente y la he visto fuera de ese entorno, así que fue diferente
porque éramos mayores, y fue una situación entre pares. Sin embargo, se
trata de Meryl Streep. Ella encabeza el grupo. Uno obtiene un montón de
ella, y la sigo. Llevo todo lo que tengo. Ella me dará mucho, lo sé.
Estoy muy afectado por lo que hace.
P: También trabajó en otra oportunidad con Amy Adams en Juego de Poder
¿Cómo es ella?
R: Ella se abre a uno. Hace que sea realidad. Amy es genial. Trabajaría
con ella sin dudarlo un instante.
P: ¿Averiguó algo que lo sorprendiera sobre los sacerdotes que conoció
en el transcurso de su investigación?
R Nada me sorprendió. Sólo fui a aprender sobre lo que hacen. El
significado de las cosas. La historia se sitúa en el año 1964, época de
cambios en la iglesia. Son personas... No lo analicé en el sentido de
las misas celebradas en el pasado y los sermones y lo que vestían y lo
que hacían, tampoco lo analicé en el sentido del pasado y de la
historia, porque no era necesario.
P: Lo muestran como bastante más divertido en comparación con las
religiosas…
R: Bien, lo dicen por esa media hora en la que están comiendo. La gente
siempre dice cosas como por ejemplo: -¡Están de fiesta! y yo digo:
-Bueno, ¡están cenando! Podrían terminar su cena en quince minutos e
irse luego a dormir. Desconozco si suelen dar vueltas luego de cenar.
P: ¿Entendió su mentalidad? No se trata de una profesión habitual…
R: Sí, así fue. Disentiría de usted. Creo que es una profesión
increíblemente bien conocida y popular. ¿No lo cree así? ¡La Iglesia
Católica es enorme! ¿Se da cuenta a lo que me refiero? Creo que es muy
común. Muchas personas son sacerdotes. Mucha gente dedica su vida a la
Iglesia Católica. Muchísima gente, millones.
P: Pero estas personas viven su trabajo como otras pocas…
R: No, pero me refiero al hecho de lo que usted mencionó sobre que no es
común. Lo que me parece interesante es que no sea tan poco común. Eso es
lo que me parece interesante. Mucha gente dedica su vida a la Iglesia, y
eso lo puedo entender. Creo que hay libertad en no tener relaciones en
su vida y no tomar los votos. No tiene muchos y es sólo usted. Hay una
cierta libertad en ser uno mismo y no tener mucho. Siempre se lo
relaciona con ser joven. Cuando uno es joven y no se tiene dinero, hay
una cierta libertad, todo carece de complicaciones. Pero también se es
libre para tener esa relación con Dios, uno es libre para seguir sus
estudios, y uno también es libre para dedicarse a las cosas. Puedo
también entender eso. Creo que cualquiera puede realmente entenderlo.
Sólo que yo lo relaciono con la juventud y no tener nada y con ese
sentimiento. Uno no tiene mucho y lucha. No se sabe lo que va a ocurrir.
Pero existe en ese momento un placer verdadero. Una libertad real.
P: ¿Lo inspiró algún actor o persona para su personaje?
R: No tenía un modelo armado para este personaje.
P: ¿Espera una reacción de la Iglesia Católica?
R: Ningún representante de la Iglesia Católica ha hablado conmigo al
respecto. La obra de teatro ya se ha representado en el mundo durante
más de dos años. Si la Iglesia Católica hubiera querido “derribar” la
obra, ya lo hubiera hecho. Ganó un premio Pulitzer. Esta obra se ha
representado en cada ciudad en este país durante tres años y se ha
representado también en todo el mundo.
P: ¿Cómo ve la palabra “duda” en relación con la historia reciente de
EEUU?
R: Creo que la “duda” radicaba sobre el hecho de si uno hubiera dudado
sobre lo que pasaba, sobre las decisiones que el gobierno estaba
tomando, en un determinado momento se lo hubiera considerado de
antipatriota. Pero eso es lo que uno pensaba al respecto. No le pasó
nada. Pero la gente estaba asustada, o mejor dicho, intimidada, de decir
lo que pensaba. Pero eso cambió hace un tiempo. Probablemente en el 2005
el país comenzaba a rebelarse en contra de la guerra. Definitivamente se
estaba formando una mayoría que decía lo que pensaba. Ya no se daba
aquello que si uno tenía una duda y se cuestionaban las acciones del
gobierno, era un problema –porque la gente lo hacía en todo momento.
Cambió hace alrededor de tres años en mi visión, cuando se convirtió en
mayoría y Bush comenzaba a vivir tiempos difíciles y ahora es uno de los
presidentes menos populares que alguna vez tuvimos. Así que pienso que
la duda, ese cuestionamiento sobre algo, fue un problema durante un
breve lapso. Y la gente luchó contra eso. Hubo una rebelión en contra de
eso. No querían vivir y sentirse atemorizados al cuestionar y al dudar
sobre lo que pasaba, y sentían temor, y creo que esta película tiene
mucho de este asunto. Creo que el Padre Flynn está hablando sobre ello
al inicio, cuando dice: -No quiero que sienta culpa por dudar. Realmente
quiero sacarlo a la luz aquí. Reunámonos para hablar al respecto, estar
completamente seguros sobre lo que creemos o sobre lo que pensamos es
realmente algo imposible.
Sólo se podrá estar seguro durante un largo tiempo o posiblemente uno se
comenzará a cuestionar lo que hace. Así lo creo. Creo que es lo que él
dice.
P: ¿Desde pequeño quería ser actor?
R: No, no, no. Probablemente surgió en mi adolescencia. Había ido al
teatro desde los 10 ó 12 años de edad. Me encantaba ir al teatro.
Participaba de las obras de teatro en el colegio secundario y terminé
yendo a la universidad para eso. Así que fue alrededor de esa edad y
pensé que era algo que quería hacer.
P: ¿Practicaba lucha en la escuela secundaria, verdad?
R: Sí en la escuela secundaria, pero me lastimé el cuello, y eso ocurrió
cuando me presenté a una audición para mi obra. .
P: En estos momentos, también es director de una obra de teatro con la
LAByrinth Company en Nueva York. ¿Cuál es su objetivo con ellos?
R: En la compañía de teatro, representamos nuevas obras de modo tal que
tengamos escritores en la compañía que escriban para los actores también
en la compañía. Hemos estado produciendo trabajo nuevo durante los
últimos catorce años. Así que afortunadamente estamos creando nuevos
directores que la gente usará en el futuro. Ese es nuestro objetivo.
P: Hace poco tuvo una obra, Riflemind, que usted dirigió en Londres por
poco tiempo. ¿Estuvo decepcionado?
R: La respuesta del público fue bastante buena. No estábamos recibiendo
la suficiente cantidad de público en un determinado momento, debido a
que las críticas fueron bastante duras. Pero eso pasa. Así es el teatro.
Este es el negocio en el que estoy.
P: ¿Está considerando dirigir una película?
R: Sí. Sí. Puede ser, veremos. Aun no me siento completamente seguro.
Pero es algo que me gustaría hacer. No quiero dirigir películas en un
día de trabajo mío del modo que sea. Pero sí es algo que me gustaría
intentar hacer en la vida y hacerlo bien.
P: ¿Cuál ha sido el impacto de haber ganado un Oscar por Capote?
R: Se pierde el anonimato. Ese es realmente el impacto más grande. Uno
se vuelve más conocido. Y hacerse más conocido afecta el negocio. Cuánta
más gente conozca quien sea yo, más gente va a confiar en respaldar con
dinero una película en donde esté. Eso ocurre. Pero fuera de ese tema,
eso es todo. Fuera de eso, uno hace básicamente lo que uno hace. No he
cambiado mi forma de vida en nada, ni he hecho nada extraño desde
entonces. No he tomado ninguna decisión diferente en base a eso. Sólo
trato de ser agradecido por lo que se ofrece.
P: ¿Así que aún no se ha comprado una isla privada?
R: ¿No sería lindo? ¡Pero sería difícil de manejar!
P: ¿Ha habido algún aspecto negativo sobre el Oscar?
R: No se trata del aspecto negativo del Oscar. Hay que quitar el Oscar
de la ecuación. Ese premio es algo que ocurre en la vida de uno. Y me
siento agradecido por eso. Realmente lo siento así. Yo estoy agradecido
por cualquier cosa que llega a mi vida y que me pueda abrir más puertas.
Pero, no, cuando uno se vuelve más conocido, se pierde el anonimato, y
es entonces que surgen los aspectos positivos y negativos.
P: ¿Cómo reacciona ante ello entonces?
R: Depende. Hay momentos. Cuando converso con mi hijo de cinco años y
alguien interrumpe sin decir permiso y le digo: -No puedo hablar en este
momento y luego se enojan conmigo. Existen momentos así, eso ocurre.
Pero no ocurre con frecuencia. Bueno, no son totalmente momentos
excepcionales, más bien los que ocurren con menor frecuencia. La mayoría
de la gente es bastante respetuosa. Pero la gente pierde su sentido de
orgullo. Es algo extraño. Los aspectos positivos compensan a los
negativos. La gente es muy elogiosa, le gusta ir al cine y al teatro y
realmente agradecen si les gusta lo que uno hizo.
P: ¿Está sorprendido de haberse vuelto más famoso? ¿Cómo sucedió?
R: La vida sencillamente pasa. Y allí está uno. Uno comienza a
presentarse en las audiciones para las películas y obtiene el trabajo. Y
luego uno piensa. Bien, haré una película de vez en cuando y haré
teatro. Y de repente cumplo 29 años y alguien me mira en un restaurante
y pienso que no les gusto o que quieren pelear conmigo o bien que los
conozco y olvidé sus nombres. Luego me doy cuenta de que vio mi película
y de que me conoce. Y eso causa un impacto. Es como perder el brazo
izquierdo. No se entiende. Uno va por la vida en forma anónima y luego
de repente ya no se es más anónimo. Simplemente así ocurre porque uno
está haciendo su trabajo. Pero uno no piensa que va a ser una persona
famosa. Uno piensa que podría hacer una película, hacer algunas obras de
teatro pero no que va a ser famoso.
P: ¿En serio, es así?
R: No. Es gracioso. Estaba leyendo el libro de William Goldman [Hype and
Glory] – trata sobre el momento en que fue jurado en Cannes y sobre el
jurado del concurso de belleza de Estados Unidos. Es realmente genial.
Es un escritor maravilloso. Muy divertido. Pero dijo que cuando los
actores se convierten en actores saben en lo que se involucran. Lo leí y
pensé: -Dios mío, ¡eso no es tan así! Es categóricamente falso. Sí,
estoy seguro de que un grupo de actores sí lo sepan, que quieran estar
en películas y que quieran ser estrellas de cine. Pero hay un grupo
enorme de nosotros que ingresó en la actuación porque íbamos a nuestros
teatros regionales y veíamos All My Sons. O queríamos hacer obras de
teatro fuera del circuito comercial de Broadway e ir al teatro en
bicicleta. Así es como pensé que iba a ser mi vida. No tenía idea que
iba a estar en una pantalla.
P: Participó en The Boat That Rocked (que se estrenará en el 2009 en la
región) de Richard Curtis. ¿Cómo fue esa experiencia?
R: Es un tipo genial. Realmente lo aprecio; espero que sigamos siendo
amigos. Es realmente un tipo con el disfruto poder estar, es alguien con
el que uno puede estar fácilmente. Y lo digo porque realmente puedo
estar sentado conversando con él durante horas. Y había mucho material
filmándose en un bote en el medio del océano. Estábamos frente a
Weymouth. Nos alejamos por una o dos millas. Es un gran grupo.
Interpreto a un DJ estadounidense.
P: ¿Sus hijos, quieren ser actores?
R: Son muy jóvenes para saber aún.
P: Ahora que es una estrella de cine, padre y director de teatro, ¿se da
cuenta de que no tiene tiempo libre?
R: Esa parte de ser “estrella de cine” ¡Es tan gracioso! ¡Simplemente no
puedo seguir esa parte! Sí, pero debo asumirlo. Tengo 41 años ahora y
parece que el tiempo no alcanzara. Es difícil dar vueltas y también es
difícil encontrar tiempo, pero no creo que sólo me pase a mí como
famoso. Uno ha acumulado cosas por las que estuvo luchando y se llega a
cierto momento y uno tiene una vida. Ser famoso no hace la diferencia.
Todos tienen esa experiencia.
Entrevista a Meryl
Streep
Con frecuencia considerada la actriz más importante de su generación,
Meryl Streep, de 59 años, es una artista que necesita poca presentación.
Su carrera de treinta años la ha visto recibir catorce nominaciones para
el premio Oscar, superando a la actriz Katherine Hepburn, quien tenía el
record anterior, con doce nominaciones. Ganadora de dos Oscar por Mejor
Actriz, por sus difíciles personajes como madre en Kramer vs. Kramer y
La decisión de Sofía, ha trabajado con un grupo de extraordinarios
primeros actores, desde Robert De Niro a Jack Nicholson, Robert Redford
y Nicolas Cage. El año pasado, se la vio en dos dramas de carga
política, El Sospechoso y Leones por Corderos, así como también en el
exuberante éxito musical Mamma Mia!
Su más reciente personaje, el de la Hermana Aloysius, en el film de John
Patrick Shanley, La Duda, de Miramax Films, está encuadrado en las
actuaciones clásicas de esta actriz desde la década del ‘80. Basado en
la obra de teatro de Shanley del año 2004, que ganara un premio Tony y
el Premio Pulitzer, la historia comienza cuando el dedo acusador de
Streep acusa al Padre Flynn (interpretado por Philip Seymour Hoffman),
un colega en la Escuela Católica Brooklyn en donde ellos trabajan, por
un comportamiento inadecuado con un muchacho. Al tratar con cuestiones
de fe, pueden quedar pocas dudas de que la actuación de Streep estará en
medio de nominaciones en la temporada de premios que se avecina. A
continuación, Meryl Streep nos habla sobre las monjas, a las que se las
llama arpías y porqué aún está paranoica como actriz.
P: ¿Disfrutó interpretando a una monja?
R: Me encantó la vestimenta de monja. ¡No existen días malos con el
cabello!
P: ¿Usted qué piensa: el Padre Flynn abusó o no del muchacho?
R: Ah... Es tan complicado. Es algo así como la esencia de la película.
Todos tendrán una opinión diferente, puede ser, pero creo que ése es el
tema aquí. Investigar ideas de certeza y de duda y de cómo vemos las
cosas instintivamente y de cómo vemos la verdad a través del prisma de
nuestro propio prejuicio individual y ése es el tema.
P: Aunque su personaje, mira el mundo en negro y blanco, ¿no lo cree
así?
R: Ella trata con el mundo de un modo blanco o negro. No estoy segura de
si lo mira de esa manera. Pero ella averiguó que es más efectivo
mantener las estructuras de la iglesia, seguir con los dictados de su
fe, mantener el orden con los niños y que la escuela siga funcionando,
continuar con una línea muy dura y que sea correcta, clara, exactamente
lo que se espera.
P: ¿Le gusto el personaje?
R: ¡Me gustó ella! Creo que no le importaría ser calificada como arpía,
sino que se ve a sí misma protegiendo a esas flores, a esos niños. Ella
está en la puerta de entrada. Se ve a sí misma como cualquiera de las
dos... usted abre la puerta así. Creo que ella ha visto esta maldad
antes.
P: ¿Alguna vez la han calificado como arpía?
R: ¿Cómo? En El Diablo viste a la moda, ¡sí!
P: ¿Estudió en una escuela con una disciplina tan estricta?
R: Sí, así fue. Sí tuve a un docente muy estricto. Estoy segura de que
todos tuvieron uno. Era de álgebra. Un maestro, muy estricto, italiano,
de facciones duras. Y la gente estaba aterrorizada en esa clase, pero le
prestaba atención y aprendían álgebra. La gente realmente aprendía en
esa clase. Y tuve otras maestras favoritas que todo el mundo amaba. No
recuerdo nada. Quiero decir que hay algo para concentrar la mente, algo
para tener disciplina en una clase.
P: ¿Tuvo algunas maestras que la inspiraron para actuar?
R: Sí, tuve una –una profesora de música. Cuando estaba en el
secundario, pensaba que era increíblemente vieja, ¡y luego supe que
tenía 22 años de edad! Pero era maravillosa, era estudiante de Andrés
Segovia. Tocaba la guitarra maravillosamente. Necesitaba dinero para
devolver el importe de sus becas de estudiante y enseñaba en mi escuela
pública y fue una gran inspiración. Pero era muy disciplinada. Es lindo
para los niños saber que hay límites.
P: ¿Entonces, cómo se preparó para el personaje de la Hermana Aloysius?
R: Conocí a algunas monjas sin un trabajo activo, algunas monjas de
congregación de las Hermanas de la Caridad. No había muchas. Tienen
aproximadamente setenta, ochenta y noventa años de edad. Fui a dos
hogares, comí con ellas allí, y hablé con las monjas. Luego hablé con la
Hermana Peggy. Era el modelo de la Hermana James. Era la maestra de John
Patrick Shanley en primer grado, cuando él tenía seis años de edad. Ella
estaba por allí, tiene alrededor de setenta años de edad. Es un
personaje inspirador.
P: ¿Qué aprendió de ellas?
R: Muchas, muchas cosas. Le cuento que funciono mejor cuando mi día está
ordenado para mí. Como cuando sé que un miembro del equipo viene a
recogerme a las 6.15 hs. de la mañana. Y sé que debo aprender el texto
para un escena en especial y me preparo para ello, y como el almuerzo a
una hora fija y luego trabajamos hasta el final del día... esas
expectativas concentran la mente y hace que uno sea más productivo de
una manera. De cualquier forma, la Hermana Peggy me dijo que cada
segundo del día está justificado. Hay una oración al caminar. Hay una
oración al salir el sol. Hay una oración al vestirse, y así
sucesivamente, se tiene presente la vida. Uno advierte que se conecta
cada acto físico de dedicación con la misión de su vida. Fue muy
interesante, fascinante.
P: ¿Siguen recibiendo a nuevas novicias en la orden?
R: Cuando hablé con algunas de las monjas, me comentaron que no habría
nuevas novicias. Ninguna mujer joven. Solamente mujeres que tengan
cincuenta y sesenta años, que hayan criado a sus hijos y se sientan
fuertes y capaces de hacer algo por el mundo. Quieren brindar un aporte
de esta forma, despejando todo a un lado.
P: Escuché decir que con frecuencia escucha música para prepararse. ¿Lo
hizo para La Duda?
R: Bueno, ¡ahora soy adicta a You Tube! Tenía un video de un coro de
niños en Inglaterra. Eran muy jóvenes, no es un coro famoso –sólo un
coro de niños en Inglaterra. Pero es tan hermoso y tan emotivo y un
grupo multicultural de niños. En su mayoría, pequeños niños ingleses,
pero había también un niño filipino y un niño africano, y provocaba
muchas reacciones en mí y la escucharía todo el tiempo. Es algo muy
dulce porque esas voces son tan puras e identifican un momento en la
vida del niño, que es justamente ese cierto momento de octavo grado.
Doce, trece años de edad cuando son muy vulnerables. Es algo conmovedor
y hermoso sobre los niños a esa edad.
P: ¿Pasa el tiempo hacienda clic de un video al otro en You Tube?
R: El problema es que uno hace clic y encuentra un video realmente
divertido y luego hace clic en otros y no son para nada graciosos. Así
que nunca lo hago.
P: La religión, ¿juega un papel importante en su vida?
R: No sigo ninguna doctrina. No pertenezco a una iglesia o templo o
sinagoga o ashram.
P: ¿Piensa que la película atraerá la crítica de la Iglesia Católica?
R: No lo creo. Las Hermanas de la Caridad que han visto al película han
sido muy muy, muy alentadoras. Creo que están del lado de la verdad. De
lo que es correcto. Otras personas podrían tener problemas. Dice la
verdad sobre cosas que ocurren.
P: ¿Piensa que la Iglesia Católica es como una red de “amiguismo”?
R: Bueno, ¿qué piensa? ¿No es todo una red de amiguismo? La industria
del cine. El Senado. La cámara de representantes. Los grados más altos
en un empresa. ¿Qué cosa no lo es?
P: Dijo anteriormente que la edad es humilde. ¿Qué quiso decir con eso?
R: Bueno, ¿no estamos todos agradecidos de estar vivos? Conozco a un
montón de gente... de mi edad. He perdido a mucha gente en mi vida y
estoy muy agradecida de estar aquí. Eso fue lo que quise decir.
P: ¿Piensa que los actores pueden jubilarse?
R: Claro. La gente habla sobre el tema y siempre piensa en jubilarse. Y
yo no, realmente. En nuestra profesión, no necesariamente se lo echa a
uno.
P: Ha habido muchos rumores sobre el premio Oscar para La Duda. ¿Aún se
emociona al estar nominada?
R: Sí, estoy emocionada. Me emociona, me siento intimidada. Hollywood
para mí es lo que es para usted. Es algo más que lo que soy. Me siento
fuera de él. Causa temor.
P: ¿Donde guarda sus premio Oscars?
R: En un estante alto. ¡Uno de ellos tiene realmente un color espantoso
ahora!
P: Además de actuar ¿qué otras cosas le interesan?
R: Estoy interesada en muchas cosas… música, arte, teatro. Voy al teatro
un montón. A mi marido no le importa si nunca va al teatro, pero no lo
regaño porque no quiere ir al teatro. No le molesta que no me importe la
moda –está bien. ¡Somos diferentes!
P: Mamma Mia! ha sido un gran éxito para usted. Hizo que las mujeres
volvieran al cine, ¿verdad?
R: Bien, siempre irían. Sólo que se han sentido desalentadas. Muchas
decisiones han sido tomadas por personas que no necesariamente se
entretendrán con algo como Mamma Mia! Estos tipos generalmente toman
esas decisiones en lo que ellos quieren ver o en lo que querían ver
cuando tenían catorce años de edad.
P: ¿Se sorprendió por el éxito?
R: ¡No! Pero sí estaban aquí en Estados Unidos. Aquí estaban
sorprendidos, debido a que la película fue difícil de financiar. Tuvimos
algunos campeones, en especial, Donna Langley, una ejecutiva en
Universal. Ella rodó ese canto rodado montaña arriba y un montón de
ejecutivos decían: -No la entiendo. Pero ello lo hizo posible y fue
importante.
P: Luego de este personaje, ¿siente que puede interpretar cualquier rol?
R: Sí. Uno puede hacer todo tipo de cosas. Se trata de una ilusión.
Usted puede lograrlo de cualquier forma. Pero se trata de convencer a la
gente de que es posible. A veces, no pueden ver lo hipotético y uno
tiene que mostrar algo. Uno tiene que hacerlo. No se puede hablar sobre
ello.
P: ¿Cómo permanece tan conectada?
R: No tengo una empresa de producciones, no tengo personal a cargo. Sólo
tengo una asistente pero no lee mis guiones. Leo sólo lo que creo podrá
interesarme y selecciono de ahí . Mi representante me envía el material
que él piensa está bien escrito, ¡porque me enfurece cuando me envía
alguna porquería! Pero también me envía material divertido y original.
P: ¿Qué piensa acerca de los roles que le han ofrecido hasta ahora?
R: Creo que los personajes para las mujeres de mi edad son más salvajes,
más extremos. Los protagonistas de una comedia romántica –algo muy
convencional- están escritos para mujeres más jóvenes. Siempre me
consideré a mí misma como una actriz que interpreta personajes, en todos
los ámbitos, una actriz de cine o de repertorio de teatro –alguien que
interprete un montón de personajes diferentes y siempre me ha gustado.
Aun cuando era más joven, acepté algunos personajes que eran extraños
–como Lindy Chamberlain [del film de 1988 A Cry in the Dark]. Una
crítica decía: -la intencionada destrucción de su belleza. Me interesa
la vida de las personas y me gusta investigar aquellas que son
agresivas, difíciles.
P: ¿Siempre considera fácil ponerse en la piel en un personaje?
R: Es más difícil comenzar porque dudo de mí misma. Siempre transcurro
por un período antes de aceptar un personaje. Lo pienso un momento,
luego estoy lista y me preparo. Y luego dejo de pensar en ello y viene
el momento de comenzar. Y es en ese momento en que me desmorono –pienso
que no sé lo que estoy haciendo. Digo: -No tengo un personaje. No sé
porqué estoy aquí. ¿Por qué me contrataron? ¿Por qué quieren que haga
esto? No sé cómo hacerlo.
Es realmente extraño. Lo he venido haciendo durante tanto tiempo que mi
esposo me ha indicado la rutina y me dice: -Siempre lo haces. Y le digo:
-¡No, nunca lo he sentido de esta manera! ¡Es este proyecto! ¡Y
simplemente se escapa a jugar golf!
P: ¿Qué la mantiene cuerda?
R: He ahorrado mi dinero y estoy bien. Cuando era más joven, era más
aterrador pero no realmente. No creo que alguna vez tenga sentido común
para saber cuán cerca estaba del abismo. Uno tiene optimismo cuando es
más joven y no tenía miedo. Y también vivía simplemente. ¡No compro
mucha moda!
P: ¿Cómo maneja su carrera y su vida personal?
R: ¡Es una pregunta diaria! Todo en la vida es un acto de equilibrio y
todos deben tener sentido del humor sobre lo que lleve. Realmente, ser
una actriz en una película, si uno tiene una cierta cuota de éxito –aun
cuando sea un éxito moderado- uno tiene una vida que es más amigable
para su familia ya que durante largos períodos de esa carrera no se
tiene empleo. Así que uno permanece en su casa. Permanezco en mi casa
más tiempo que la mayoría de las madres que trabajan. Es el equivalente
de tener tiempo flexible... excepto cuando tengo empleo y pienso que
nunca más trabajaré. Y luego viene otro trabajo y trabajo durante cuatro
meses y luego paro.
Entrevista a Amy
Adams
Amy Adams, actualmente considerada una de las actrices más codiciadas de
Hollywood, captó la
atención internacional por primera vez luego de su personaje en Junebug,
en el 2005, en donde interpretaba a una belleza sureña de carácter
bondadoso, papel que le valiera una nominación como mejor actriz de
reparto. Desde entonces, su estrella ha ascendido inexorablemente,
interpretando a una princesa de Disney en Encantada, a una actriz
frívola en Miss Pettigrew Lives for a Day (no estrenada en Ameérica
Latina) y a la secretaria de Tom Hanks en el drama dirigido por Mike
Nichols, Juego de Poder. También tuvo participaciones en comedias como
Ricky Bobby: Loco por la velocidad y Delirios de Fama – una travesura
que repetirá en la segunda parte de Noche en el Museo 2, con Ben Stiller.
Ahora, Adams, de 34 años de edad, tendrá a su cargo el personaje más
dramático que le ha tocado interpretar hasta el momento, en el
largometraje de Miramax, Doubt. Allí, interpreta a la Hermana James, la
dulce e inocente religiosa que se ve involucrada en un escándalo en una
escuela católica de Brooklyn en el año 1964, al compartir con una
colega, considerada una arpía, la Hermana Aloysius (Meryl Streep), su
preocupación de que un sacerdote, el Padre Flynn (Philip Seymour Hoffman),
se haya comportado en forma inadecuada con un alumno. Para Adams, este
es su segundo largometraje con Hoffman, luego de Juego de Poder, y
volverá a compartir escenario con Meryl Streep en el 2009, en el film de
Nora Ephron Julie & Julia. A continuación, nos cuenta cómo es actuar con
actores tan luminosos, su meteórico ascenso a la fama y cómo es que aún
compra toallas en Target.
P: ¿Cómo se preparó para La Duda?
R: ¿Cómo me preparé? ¡Pánico! No, es una broma…. Tuvimos tres semanas de
ensayo. John no se entrometió en mi vida, sino que dijo: -¡Realmente
deberías hablar más sobre ello porque viniste muy preparada! Me
comportaba tanto como la chica que quería dar una buena impresión en el
primer día de escuela. Sabía mi texto y conocía todo sobre la obra. ¡Y
también sabía el texto de los demás actores! Generalmente estoy bien
preparada, pero creo que estaba súper preparada. Pasé semanas viendo el
material. Sabía que no se iba a ocultar nada, así que me preparé.
P: ¿Habías visto antes la obra de teatro?
R: Sí. Sentí una gran responsabilidad frente a la obra de teatro, pero
al mismo tiempo, el guión es diferente y brinda un sentimiento también
diferente. Mi personaje en el film y en la obra son similares, pero
debido al modo en que las escenas se analicen, lleva a un camino
diferente. Tuve que olvidarme de la obra realmente. Pensaba: -Si, pero
en la obra...
P: ¿Qué sintió al usar un hábito de religiosa?
R: Colocarme el velo fue un poquito incómodo, pero me gustó usar el
hábito. Uno sabe que se va a ajustar, no hay cierres. Todo se prende con
botones y lazos. Tiene tantas capas y ayudaba a que uno se sintiera…
obligaba a mantener cierta postura y forma de caminar. Los zapatos eran
tan cómodos. Generalmente uso tacos altos y los zapatos en el film eran
ortopédicos.
P: ¿Considera que su personaje es inocente?
R: No consideré que ella fuera inocente. La vi como alguien que creció
en su momento, en ese año 1964 y eligió ser una monja, demasiado joven.
Y para el mundo podría parecer inocente, pero creo que sólo está
confiada. No creo que fuera algo poco común en esa época. Eran momentos
de gran cambio en la iglesia. Creo que al final, ella es definitivamente
una persona más adulta al lado de la Hermana Aloysius. No la veo
entonces como no inocente, sólo confiada y abierta. Y creo que cuando
alguien mire la película, tendrá su propia experiencia al respecto.
Mucha gente ve el largometraje y se da cuenta de lo qué se trata y
automáticamente quiere suponer que el sacerdote es culpable. Ocurre lo
mismo si usted decide que el personaje de Meryl es malicioso. He visto
la película varias veces y en forma intencional pensé en diferentes
opiniones en cada momento. Debe tratar de hacer esto. Tiene que ver la
película y decidir que es culpable. Es otro film totalmente diferente si
usted decide que es inocente. Es muy interesante.
P: Antes de La Duda, ha tenido un par de años maravillosos. ¿Cómo se ha
sentido al respecto?
R: ¡Ha sido genial! Disfruto de mi trabajo, así que ha sido realmente
bueno. He estado realmente muy ocupada. Extraño a mis amigos y a mi
familia. Así que espero el momento en el que pueda alcanzar un
equilibrio, ya que, debido a que elijo tomar el camino más largo para
llegar al lugar en donde estoy ahora, disfruto de las ventajas que me
brindan las oportunidades que tengo en frente en este momento.
P: Recientemente posaste para la tapa de Vanity Fair. ¿Cómo te sentiste?
R: Fue genial, y de ninguna manera pretendo desmerecerlo; cuando
comencé con la carrera de actuación, nunca imaginé hacer portadas de
revista. Así que no juzgo el éxito de mi misma por cuantas portadas de
revista haya hecho o cuáles. No obstante, ha sido algo maravilloso. Y
Vanity Fair, ellos han crecido junto conmigo. Para mí, fue muy especial.
Hice una nota para ellos en ocasión de la película Atrápame si puedes –
estuve en Vanities. Luego estuve en el ejemplar de Hollywood cuando se
estrenó Junebug (película no estrenada en América Latina), luego estuve
en el ejemplar de Hollywood cuando se estrenó Encantada, y ahora, con La
Duda, me han elegido para que aparezca en la portada. Así que se siente
como si hubiera crecido con ellos un poquito.
P: ¿Cómo fue su experiencia al trabajar con Spielberg en la película
"Atrápame si puedes"?
R: Fue magnífico. ¡Me encantó! Y me encantaría volver a trabajar con él
una vez más. Sin embargo, fue extremadamente intimidante. Cuando me
siento intimidada o desafiada, tiendo a tener una visión restringida y
muy concentrada. Trato de no prestar atención a las voces de afuera.
Tengo que cerrarme y concentrarme realmente en la tarea entre manos.
Pero, seguro, me sentí intimidada. Pero decidí que estaba allí para
trabajar, estaba allí para ser Brenda, y cualquier otra cosa que
sucediera iba a estar bien. Si le gusté o no, nunca esperé ser amigos
con Leo, nunca esperé trabajar con Steven una vez más, estaba allí para
ser Brenda –no estaba allí para hacer otra cosa. Y fue una experiencia
genial y todos ellos estuvieron maravillosos. Resultó tan fácil trabajar
con ellos. Estaba asustada, pensaba: -¿será fácil trabajar con ellos?
Era un gran misterio para mí. Siempre lo es cuando uno se embarca en
algo. Como cuando uno se embarca en trabajar con Meryl.
P: ¿Cómo fue trabajar con ella?
R: La idea me resultaba aterradora. Pero llevarla acabo fue realmente
muy divertido. Meryl es una colega en escena fantástica, y no se guarda
para sí nada cuando está frente a la cámara. Ella te brinda todo y te da
un montón de trabajo que hacer. Así que cualquier intimidación en el
escenario sólo forma parte de mis propias inseguridades y no tiene que
ver nada con su persona.
P: Trabajaste anteriormente con Philip Seymour Hoffman en Juego de
Poder, así que sabías que esperar de él, supongo…
R: ¡Sabía que debía estar aterrada! Lo adoro. Creo que seríamos
perfectos complementos. Es súper divertido y tiene un corazón enorme. Es
un gran tipo. Y un actor fantástico.
P: Y entonces, ¿cómo fue trabajar con él?
R: Es intenso y definitivamente vuelca esa intensidad en lo que hace.
Sabía que Philip no iba a…él iba a cuidarse y es un profesional
consumado y un colega en escena fantástico. Confía en que los demás
actores con los que trabaje lo harán de la misma manera. Y es por eso
que depositó esa fe en mí y es fantástico. No había trabajado
anteriormente con Meryl así que a mi me parecía... solamente quería
asegurarme de que yo fuera una buena colega en el escenario. De que lo
fuera en el personaje y en la historia y que de veras les brindara algo.
P: Participará en otra película con Meryl Streep muy pronto, Julie &
Julia. ¿Qué papel interpretará allí?
R: Interpreto el personaje de Julie. (Julie Powell, que escribió el
libro Julie & Julia). Ella está por cumplir treinta años y cuestiona su
vida, cuando decide cocinar a su manera a través de la cocina francesa
de Julia Child, y escribe un libro sobre ello. Y entonces sigue su
crecimiento en ese año y hace una comparación entre la experiencia de
Julia Child en Francia a medida que escribe el libro. Y compara la vida
de estas dos mujeres.
P: ¿Qué le hizo elegir este personaje?
R: Un montón de cosas. Me encantó el guión. Sentía curiosidad de
trabajar con Nora Ephron. Me gusta muchísimo como escribe. Y me sentía
emocionada de hacerlo. También me identifiqué con el tema de la edad y
aproximarse a los treinta años y sentirse perdida. Esto fue algo con lo
que me identifiqué muchísimo.
P: ¿Cómo enfrentó el tema de cumplir treinta?
R: Fue una experiencia interesante. Uno comienza a hacer un inventario
de lo que hizo, o de lo que se va a hacer. Ya no se puede pretender ser
un niño nunca más. Ya no se tienen las mismas excusas, hay que ser
responsable. Así que, cualquier daño que los padres hicieron o cualquier
daño que uno haya hecho, ahora es tiempo de hacerse cargo y seguir, por
así decirlo.
P: También participa en Noche en el Museo 2. ¿Qué personaje interpreta
allí?
R: Es un personaje nuevo. Vuelven los mismos personajes, y además Hank
Azaria y Christopher Guest…y yo interpreto a la piloto Amelia Earheart.
P: ¿Realizó alguna investigación para interpretar a ese personaje?
R: Sí, por supuesto que lo hice. Tenía una idea clara de lo que se
necesitaba para esta historia y argumento. Pero también investigué.
Había mucho material escrito acerca de sus razones para volar. Y ella
diría: -¡Por diversión! En Noche en el Museo 2, ella es definitivamente
una aventurera que le gusta arriesgarse y alguien que realmente toma lo
máximo de cada momento.
P: ¿Qué sintió estar cerca de comediantes del talento de Ben Stiller y
Robin Williams en el set de filmación?
R: ¡Me sentía contenta de no tener que competir! Eso no es lo que hago.
Para mí, fue una buena diversión. Tenía que mirar e imaginarme dónde
colocar mi texto. Como Ben Stiller y Robin Williams improvisan,
necesitaba decir mi texto y hacer que tuviera sentido. Ese fue mi gran
objetivo en aquellas escenas. Pero estaba súper concentrada. Ben Stiller
y Robin Williams se hacían reír uno al otro y yo estaba muy seria. Creo
que eso hacía reír a Robin aún más, como cuando llegaba a decir mi texto
tan concienzuda.
P: Entonces era para ellos como un tipo serio?
R: ¡Me encantaba eso! Pero creo que soy mucho más divertida que Ben
fuera de la pantalla. Creo que Ben estaría de acuerdo. Creo que
realmente lo soy. Amo a Ben. Pasé los mejores momentos cuando trabajé
con él…. Pero creo que definitivamente soy más divertida fuera de la
pantalla. O pienso que soy más divertida fuera de la pantalla. Pero
estoy segura de que no soy más divertida que él en la pantalla.
P: También actuó en Sunshine Cleaning, que se estrena en breve…
R: Sí, con Emily Blunt. Creo que se estrena en marzo. Mi personaje es el
una madre soltera que desafortunadamente carece de ciertas habilidades y
al querer mejorar se embarca con su hermana en el trabajo de limpiar las
escenas de delitos. Pero es la historia de su familia y de cómo todos
luchan para superar la muerte de su madre.
P: ¿De qué trata el negocio de limpiar la escena de un delito?
R: Es un negocio legal. Digamos que alguien mata a otras personas en
este cuarto de hotel. Esto crearía una explosión que salpicaría para
todos lados y entonces se debería recortar las áreas afectadas y
colocarlas en un recipiente apto para riesgo biológico y llevarlas a un
lugar en donde se dispongan de estos elementos. Se deberá limpiar la
zona muy específicamente.
P: Parece que encontró un buen equilibrio entre las películas de
productoras independientes y las de estudios de cine en este momento.
R: Estoy trabajando así. Es importante para mí mantener cierta
flexibilidad. La mayoría de los actores y actrices que admiro no están
definidos por género. Como por ejemplo, Frances McDormand, Meryl Streep
y Susan Sarandon…todas ellas tuvieron una gran influencia positiva en mí
y en mis elecciones.
P: Nació en Italia, ¿no es así?
R: Nací en Vicenza, Italia. Mi padre estaba en el ejército. Volví allí
hace un par de años, y es uno de los lugares más hermosos que he visto
en el mundo. Me gustó mucho. Es extraño –parece que fuera una parte de
mí. Me dí cuenta de ello cuando volví a muchas cosas de mi estética
personal, lo que prefiero, es muy similar a lo que hay allí. Zapatos
caros, vino, pizza, ¡no, en serio, no es broma!
P: ¿Afectó su niñez el hecho de que su padre estuviera en el ejército?
R: Nos trasladábamos de un sitio al otro, pero no mucho porque cuando
iba al exterior, nos quedábamos. No fuimos a Alemania cuando él fue
allí, así que fue bueno. Nos trasladamos muchísimo dentro de Colorado
pero una vez que comencé la secundaria, me quedé en la misma escuela.
P: Entonces, ¿cómo se ganaba la vida como actriz en sus inicios?
R: Estuve mucho tiempo actuando en salas en donde había servicio de
restaurant. Estuve trabajando en ese tipo de escenarios durante ocho
años antes de que me mudara a Los Angeles y he estado aquí diez años.
Pero me encantaba trabajar en salas en donde había servicio de
restaurant. Para mí, siempre ha sido una profesión. No es solamente un
sueño o una fantasía –así pagaba mis cuentas. Yo no tenía la opción de
perder un sueño. Pensaba: –así es como he decidido ganarme la vida. Así
como querer también tener aspiraciones artísticas y hacer grandes cosas,
siempre se debe tener un equilibrio entre su lado práctico y su lado
emocional, artístico. Así es como creo que lo mantengo vivo. Soy muy
práctica. Así como sabía que si tenía que aceptar un personaje
secundario para interpretar, lo haría, porque tenía que pagar el
alquiler. Si tuviera que trabajar en una serie de televisión, lo haría.
Nunca planeé cuando me mudé a Los Angeles que aquí es donde sería. Estoy
feliz de que sea así, pero este no era el plan maestro, y es así que
trabajaré en dos películas con Meryl Streep.
P: ¿Derrochó el dinero de su primer pago?
R: Depende. Creo que la perspectiva de un cheque de un pago importante
cambia en el transcurso del tiempo. Así que la primera vez que recibí lo
que pensé que era un pago importante, compré un juego de toallas. Decía:
-ahora puedo comprar toallas de Bed, Bath & Beyond’, porque tuve toallas
heredadas de amigos y familiares durante un tiempo. Así que ese fue el
pago importante en ese momento.
P: Así que ahora tendrá toallas grandes.
R: Las compro en Target. Son las mejores toallas del mundo. En serio lo
son. ¡Las toallas de Thomas O’Brien!
P: ¿Seguiría actuando si no fuera exitosa?
R: Sí, aún seguiría trabajando. Pensar que estuve a punto de mudarme a
Nueva York, porque pensé –si voy a interpretar papeles pequeños,
prefiero ir a Nueva York y estar en el escenario y quizá volver a
musicales y ver adónde me lleva todo esto. Así podría estar más
satisfecha desde el punto de vista artístico. Y luego vino Junebug y me
mantuvo aquí. Pero aún espero hacerlo, si me tuvieran.
P: ¿Le sorprendió que fuera Junebug de todas sus películas la que la
catapultó a la fama?
R: Es muy sorpresivo pero pienso que es muy común. Creo que las
películas pequeñas se arriesgan con actrices menos conocidas o para
gente que es conocida pero que no es conocida por ser taquillera. Lo
veremos este año con Melissa Leo y Rosemarie DeWitt en Rachel Getting
Married. Y tendrán oportunidad con actrices de nombres menos conocidos.
Por lo tanto no creo que cause sorpresa. Por supuesto, yo estoy
sorprendida. Siempre es genial cuando esas películas son vistas y
reciben una crítica buena. Así que estoy muy agradecida. Pero creo que
es un camino muy común. La gente se arriesga en una película de una
productora independiente con actrices menos conocidas.
Entrevista a John Patrick Shanley
Ganador de un premio Oscar por su guión en la película Hechizo de Luna,
de Norman Jewison, en 1987, y guionista en una variedad de largometrajes
de Hollywood, entre los que se incluyen Viven y Congo, el film La Duda,
de Miramax Films es el segundo largometraje de John Patrick Shanley como
director, luego de su debut en el año 1990 con el film, Joe Versus the
Volcano.
Durante esta prolongada interrupción entre sus dos participaciones como
director, Shanley contrajo glaucoma avanzado. Ciego de un ojo, y luego
del otro, fue solamente después de una serie de operaciones que su vista
se recuperó totalmente.
Ahora, a los 58 años, cuando el productor Scott Rudin lo contactó para
adaptar su propia obra de teatro, La Duda del año 2004, que le había
valido una multitud de premios, incluyendo el premio Tony y el Premio
Pulitzer, Shanley no dejó escapar la oportunidad. Ambientada en el año
1964, en una escuela católica de Brooklyn, muy parecida a una a la que
Shanley asistió de niño, cuenta la historia de Aloysius, una monja muy
devota, (interpretada en la película por Meryl Streep), que acusa a su
colega, el Padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) de abusar sexualmente
del único alumno negro de la escuela, Donald. A continuación, Shanley
nos cuenta la esencia de La Duda y de qué modo superó su terrible
enfermedad antes de retomar su trabajo como director.
P: ¿Cómo llegó a trabajar con Scott Rudin, el productor en La Duda?
R: Conozco a Scott desde hace mucho tiempo. Luego de que dirigiera Joe
Versus the Volcano, me invitó a almorzar y me dijo: -Creo que deberías
hacer otra película. Y quiero hacerla contigo. Y yo le respondí: -No
quiero hacer otra película. Luego, cuando La Duda apareció dieciocho
años después, y yo no había dirigido ningún otro proyecto en el interín,
Scout había sido uno de los productores de la obra. Dijo: -Creo que esta
obra será una película y pienso que deberías dirigirla. Y yo respondí:
-Creo que tienes razón.
P: ¿Así que nunca dudó de que podría convertirse en una película?
R: Sabía que era mi destino. Sabía también que iba a ser muy difícil y
no sabía cómo iba a hacerlo. No pretendía tener una respuesta fácil.
Pensaba: -Muy bien, voy a tratar de convertir esto en una celebración de
la dialéctica en la pantalla grande. Voy a tratar de hacer una película
en donde los personajes hablen muchísimo y al público le guste. Fue el
guión más difícil que escribí hasta ahora, dado que tenía que resolver
ese problema en una página a la vez -con muchísimos dispositivos, y un
montón de trucos. Lo que significaba que no debía haber simplemente
movimientos de la cámara, sino captar todo aquello que sucedía entre los
participantes y el entorno físico en el que se encontraban, que le
brindaba movimiento a la historia y motivaba al movimiento de la cámara
con la finalidad de que no fuera simplemente para interés visual. Así
que las luces se apagaron, las hojas volaban en las ventanas, las
servilletas se agitaban…
P: Tampoco hay alumnos en la obra…
P: No hay niños en la obra y tampoco hay congregación en la obra. Así
que no hay aulas, tampoco hay comedores. Usted no ve lo que sucede en el
convento. Tampoco ve cómo ellos viven en la rectoría. Así que luego de
una gran pelea inicial, realmente me dí cuenta de que era un gran activo
que podía convertir en una película. Había un montón de cosas con las
que me había hipnotizado a mí mismo que no necesitaba debido a la
economía del teatro, que ahora podía incluir y celebrar en un
largometraje. Todos lo que habían visto la obra y escuchado que se iba a
hacer una película me hacía la misma pregunta: -¿Vas a mostrar al niño
del que hablan? Y les respondía: -Sí, es necesario. Sería evasivo
intentar hacer esta película sin este personaje, que no aparece en
escena en la obra, pero que es tan importante. Pero mucha gente estaba
muy preocupada. Pensaban que no iba a funcionar.
P: Cuando escribió La Duda como una obra de teatro, ¿sintió alguna
presión para seguirla?
R: Escribí otra obra de teatro en la temporada siguiente, que fue la
segunda obra en la trilogía –llamada Defiance. Se trataba sobre el
ejército. Quería hacerla bien. Estaba contento con lo que hice. Cuando
gané el premio Pulitzer, me encargué de terminar la obra la noche
anterior.
P: ¿Cuándo veremos la tercera obra de teatro?
R: Todavía no la hice. ¡Voy a tomarme mi tiempo en esta tercera!
P: ¿Qué es lo que une a Defiance con La Duda?
R: La obra trata sobre jerarquías. Es allí de donde emana la autoridad,
los usos de la autoridad –lo que siempre me ha interesado. Así que si
alguien me dice de hacer algo, y tengo que hacerlo, preguntaría: -¿de
dónde surge la autoridad para decirme qué hacer? No necesariamente
porque lo objete. Simplemente me gustaría saberlo. Por lo tanto, en la
iglesia católica la autoridad emana del Papa y su autoridad proviene de
Dios. Y en el ejército, la autoridad proviene del Presidente de los
Estados Unidos, quien, a su vez, lo recibe de la gente. Y sería entonces
como una serpiente que se come su propia cola. Pero vale la pena
observar—y lo que la gente hace como resultado de comprarlo, ser un
miembro de esa jerarquía, ser un miembro del ejército, ser un miembro
del clérigo... revela muchísimo sobre la cultura.
P: ¿Alguna vez quiso dirigir la producción teatral de La Duda?
R: Bueno, no podría haberlo hecho, porque tenía tres producciones al
mismo tiempo. Tenía tres obras diferentes en escena y estaba en el
ensayo de las tres. Así que tenía tres directores diferentes y
simplemente iba de director en director.
P: ¿Qué fue lo que lo interesó cuando escribió la obra?
R: Estudié en una escuela católica en el Bronx. La historia está
ambientada en 1964 y era una época durante la cual uno sentía que estaba
en este pequeño enclave de la clase trabajadora del Bronx y que el mundo
era un lugar que no cambiaba, y los valores eran compartidos por todo el
mundo y que nada alguna vez cambiaría. Y sin embargo, estaba este rumor
justo a principios de los sesenta. Este gigantesco ruido encabezaba tu
camino. Y todas esas cosas que parecían ser tan permanentes iban a ser
arrasadas. Y había cosas buenas y malas sobre eso.
P: ¿Cómo por ejemplo cuáles?
R: Cuando todo el mundo supone que comparten los mismos valores, también
comparten una cierta ceguera. Creo que la falta total de vigilancia y
profunda credibilidad de la gente en esa época era que se permitieran
los escándalos de la iglesia en primer lugar. Era también demasiado
obvio si se prestaba atención a la intensidad de lo que estaba
ocurriendo. Llama a una clase de ceguera cultural. Me recordaba el
momento que viví hace unos pocos años -digamos en el período previo a la
invasión a Irak- que una vez más había un tipo de certeza y de ceguera y
esta situación se había repetido antes.
P: Entonces ¿se sentía listo para contar esta historia ahora?
R: Sí. Me encontré a mi mismo viviendo un momento de extrema defensa de
gente que se gritaba una a la otra y de todo el mundo viviendo en
posiciones muy arraigadas, sin escuchar realmente a los otros. Todo era
poder, y el verdadero discurso había caído a un lado. Y cualquiera que
expresara la idea de estar en duda sobre algo era considerado débil.
Creo que la duda era el sello de la sabiduría y una empresa activa en
curso y que el dogma era un callejón sin salida. Así que quería escribir
sobre esas cuestiones –un momento de cambio, cuando las cosas de valor
se van a perder y las cosas de valor se encuentren.
P: ¿Cómo percibe el personaje de la Hermana Aloysius?
R: Pienso en la Hermana Aloysius como en un comandante de un viejo y
averiado submarino –con las luces que no funcionan, el viento que sopla-
tratando de dejar afuera el futuro. Y ella tiene razón. Si usted fuera
un profesor en la Alemania de 1931, existen buenas razones para no
querer que el futuro siga inexorablemente. No siempre es bueno
continuar, si lo que viene es Adolfo Hitler. Hubo cosas que se perdieron
en lo que respecta a la educación clásica en ese país.
P: ¿Entiende por qué se les enseña religión a los niños?
R: Ciertamente es muy cómodo. En la iglesia católica, le enseñan a uno
el catecismo y no es un libro grueso y tiene todas las respuestas. Es
muy cómodo para un niño. Y los niños necesitan sentirse cómodos en un
cierto grado hasta que llega el momento en que eso estalla. El vino
nuevo quiebra la botella vieja. Ya no responde a todas las preguntas, y
uno se da cuenta de que la vida es más compleja. Sin duda alguna, las
personas no desarrolladas psicológicamente necesitan una estructura de
pensamiento para mantener la lógica. Las comunidades mantienen unidos a
los alcohólicos. Ellos están protegidos en ciertas culturas comunales.
Pero si este grupo deja ese entorno y se dirige a la gran ciudad, se
desmoronan y nunca se recuperan. Pero la comunidad cuida de ellos y creo
que eso es una posibilidad.
P: ¿Podría contarnos algo sobre el elenco? ¿Meryl Streep firmó
enseguida?
R: Dios un “sí” enseguida. Y lo mejor de trabajar con alguien como Meryl
o como Phil, o realmente todo este elenco, es que cuando uno trabaja con
realmente buenas personas, ¡mi trabajo es más fácil! No es más difícil.
La gente me preguntaba si me sentía intimidado por Meryl y no lo estaba
especialmente. Almorzamos juntos y nos llevamos bien y hablamos el mismo
idioma. Si se trataba de probarme a mí mismo con Meryl, hubiera sido muy
incómodo. Pero si se trata de esto –en otras palabras, tratamos de
contar esta historia, bueno, eso es algo en lo que todos nos podemos
concentrar y hacer lo mejor posible para que suceda. Y esa es en general
mi actitud en el trabajo. Pero ella brindó mucha colaboración, estuvo
muy presente, y muy abierta a la dirección, si era necesario. No me
inmiscuí excesivamente en lo que ella estaba haciendo porque sus
elecciones era increíblemente buenas. Hubiera venido a verme después de
una toma y haberme dicho: -¿necesitas algo más? Y yo le hubiera
respondido: -dame más. Si hubiera sentido que había algo que deberíamos
haber tenido, la hubiera instado hasta que lo hubiera logrado de ella,
pero fue una muy buena colaboración.
P: ¿Qué nos puede contar sobre Amy Adams?
R: Sí. Ella tiene repentinamente una fabulosa carrera. Creo que está
realmente feliz y es una persona genial, así que estoy feliz por ella.
Es muy talentosa. En un momento dado, tenía este texto largo que tenía
que decirle a Meryl. Hicimos once tomas y en general yo hago tres tomas.
Pero era un texto difícil para encontrarle el tono correcto, en el que
no fuera demasiado pero que realmente expresara lo que ella necesitaba
decir. Tomó un poquito de tiempo, pero ésa fue la única escena que tomó
tiempo con ella. Era muy capaz de estar hablando con usted sobre
deportes y situarse luego frente a una cámara y estallar en lágrimas.
Tiene una facilidad increíble y una habilidad para múltiples tareas. Es
muy bueno trabajar con ella. Muy cercana al personaje.
P: ¿Consideró alguna vez elegir al elenco original de la obra de teatro?
R: Bien, Doug Hughes dirigió la versión teatral e hizo un trabajo
fantástico. Sentí que si yo tomaba ese elenco, estaría tomando su
trabajo y poniendo mi nombre en él. No había dirigido una película en
dieciocho años. Ese era el tema. Quería hacer algo que fuera una
exposición original de mi trabajo e intentar hacer algo nuevo con el
material.
P: ¿Por qué hubo este intervalo entre la dirección de las dos películas?
R: Bien, cuando dirigí Joe contra el Volcán, viví en un hotel durante
diez meses, lo que es antiético para mi naturaleza. Había estado
trabajando muchísimo durante mucho tiempo, probablemente quince años,
escribiendo obra tras obra, película tras película. Hice cuatro
películas seguidas, muy rápidamente y sentí que había perdido mi rumbo.
Sentí que necesitaba volver a casa y encontrar mi hogar nuevamente y
reencontrarme y encontrar algo para escribir que significara algo para
mí. Y todo esto tomó un tiempo. Luego adopté dos niños y no quería
dejarlos por un período tan prolongado. Y después contraje esta
enfermedad en la vista –pasé por cinco cirugías en la vista y quedé
ciego en un ojo y luego en el otro y así continué por tres o cuatro
años. Cuando esto surgió, mi hijos tenían quince años y mis ojos estaban
bien, ¡así que lo tomé!
P: ¿Qué problema tuvo en la vista?
R: Glaucoma avanzado, que no se trata con medicación. Tuve la cirugía y
un pinchazo en el ojo, un orificio permanente para mantener baja la
presión ocular. El orificio era demasiado grande. El ojo se “desinfló” y
luego pasó al otro ojo. Entonces los médicos tuvieron que deshacer lo
que habían hecho en las anteriores cirugías y volver a hacerlo una vez
más. Cada una de ellas tardó mucho tiempo. Y tuve que pasar por una
rehabilitación importante luego de todas esas cirugías y –un montón de
gotas oftálmicas.
P: Debe haber sido terrible. ¿Qué aprendió de aquello?
R: Supongo que de todo lo positivo y lo negativo que me sucedió a mi
–más negativo, sin embargo- se aprende algo. Pude comprender otra página
de Shakespeare. Uno tiene que vivir una vida para escribir sobre algo y
me temo que la adversidad es una gran maestra.
P: Hay muchos rumores de nominación de premio Oscar sobre La Duda. ¿Cómo
se siente?
R: Es bueno. Supongo que el rumor es diferente a realmente ganar un
Oscar. Gané un Oscar y es un milagro cuando uno gana un Oscar. Obtuve un
premio Oscar por Hechizo de Luna y volví a Nueva York y fui a un bar con
un grupo de amigos, que son todos estos dramaturgos empobrecidos. Fuimos
a un bar, y pedimos algunos tragos y saqué el premio Oscar de mi bolso y
lo puse en el medio de la mesa. Lo bueno de Nueva York es que estuvimos
allí aproximadamente ocho horas y la camarera nunca lo mencionó.
Finalmente, ella estaba haciendo el cheque y dijo: -¿De quién es eso?
P: Ganar un Oscar, ¿significaría mucho para usted?
R: Debo decir que ganar el Oscar por Hechizo de Luna fue un gran placer,
realmente fue divertido. Me encontré abrazado a Gregory Peck y me besó
Audrey Hepburn. No era un niño, tenía en ese entonces 37 años. Fue
genial y estaba my feliz de que pudiera disfrutarlo. A veces, la vida es
tan dura y uno no puede sacarse su armadura a tiempo para dejar que
entre algo bueno. Me propuse bajar la guardia y disfrutarlo realmente.
Fue muy divertido y precioso. Y también fue maravilloso ganar el premio
Pulitzer...
P: Debe haber sido una locura en este momento…
R: Sí, sí. Hice cuatro películas muy rápidamente, todas escritas por
especificaciones. Hice Five Corners (no estrenada en América Latina), y
filmamos esa, luego, una semana después, comenzamos con la filmación de
Hechizo de Luna. Y luego terminamos Hechizo de Lunay, dos o tres meses
más tarde, comenzamos con la filmación de The January Man (no estrenada
en América Latina). Luego comenzó la huelga de escritores y cuando
finalizó, comenzamos con la producción de Joe Versus el Volcán. Y
mientras tanto, yo estaba haciendo obras de teatro todo el tiempo. Fue
un período muy, muy intenso.
P: Con ejemplos como Viven y Congo, su carrera ha sido muy variada…
R: Me gusta probar diferentes cosas. Escribí una película animada para
Steven Spielbert, llamada We’re Back. Luego escribí Live from Baghdad
para HBO, sobre la CNN y la guerra del Golfo. Allí es cuando comencé a
tener una verdadera vena política. Escribí una obra llamada Dirty Story,
que trataba sobre Israel y los palestinos. Era un muy buen pensamiento
sobre el establishment crítico de Nueva York. Tomé esta decisión a los
35 años de edad –que escribiría sobre temas personales hasta los 40,
luego escribiría hacia fuera y luego más sobre sociedad. Y eso fue lo
que hice.
P: ¿Qué sigue ahora?
R: No lo sé. Hay un par de cosas que podría hacer, cosas que he escrito.
Y hay otras cosas que me ofrecieron hacer. Pero voy a tomarme un par de
meses, dormir un poco y luego ver para dónde voy.
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