|
SINOPSIS
Luego de
despachar a sus ex- colegas O-Ren Ishii (LUCY LIU) y Vernita Green (VIVICA
A. FOX) en KILL BILL VOL. 1, la Novia (UMA THURMAN) reanuda su
búsqueda de la justicia en la segunda entrega de la serie, KILL BILL -
LA VENGANZA, VOL.2. Tras vencer a dos de sus oponentes, a la Novia
le quedan dos enemigos en su “Lista de la Muerte”: Budd (MICHAEL MADSEN) y
Elle Driver (DARYL HANNAH), para luego cumplir su objetivo final...matar a
Bill (DAVID CARRADINE).
NOTAS
DE PRODUCCIÓN
Quizás sea
una exageración describir KILL BILL - LA VENGANZA, VOL.2 como
una “película de relaciones”. Pero podría parecerlo, a veces, en comparación
con la asiática acción de espadas intensa del Vol. 1. Ambos filmes
son, al decir de Carradine, “historias de amor “kung-fu, samurai y
western spaghetti”. Pero como recientemente señaló el actor en una
entrevista publicada, “La segunda tiene mucho más de aquello a lo que
Quentin nos tiene acostumbrados: personajes raros, sorpresas y diversión”.
En Kill
Bill Vol. 1, el actor David Carradine era prácticamente una siniestra
presencia detrás de la escena, una voz familiar y seductora de barítono que
se oía murmurar – a pesar del hecho de que su nombre diera el título a la
película. Esta vez, junto a Uma Thurman, quien continúa robando protagonismo
como la Novia impulsada por la venganza, “David domina el Vol. 2“,
afirma el director Quentin Tarantino.
Cuenta
Carradine: "Cuando le digo a la gente que el nombre de la película es
Kill Bill y que yo soy Bill, me preguntan. ‘¿Eres el malo?’ Y
tengo que decirles: ‘En la película de Tarantino no hay tipos buenos. Se
trata por completo de malos muchachos’”. La esencia del cine de
Tarantino es una mirada al interior de la mente y del corazón de las
personas violentas. Para eso vamos a ver sus películas. Se trata de
internarnos en la psiquis de estos personajes y mostrar qué es lo que les
provoca rabia. En Bill hay nobleza, pero sin embargo sabemos que es una de
las personas más malvadas que alguna vez hayamos visto. “Bill es lo más
divertido que hay”, declaró recientemente Carradine a The Associated Press.
"Prácticamente no tiene problemas humanos; se ha colocado más allá de
ellos”.
En el
Vol. 1 nos enteramos de que Bill, un agente de asesinos a sueldo, ha
reunido y entrenado a un despiadado conjunto de asesinos, llamado el Deadly
Viper Assassination Squad
[Escuadrón Asesino de
Víboras Mortales]
(DiVAS). Cada uno de estos dotados criminales tenía un nombre en código de
acuerdo con diferentes especies de serpientes venenosas: O’Ren-Ishii (Lucy
Liu) era Cottonmouth, Elle Driver (Daryl Hannah), California Mountain Snake,
Vernita Green (Vivica A. Fox), Copperhead, y Budd (Michael Madsen), el
joven hermano de Bill y único hombre en el Escuadrón, era conocido como
Sidewinder.
La última
integrante letal conocida como Black Mamba
[Mamba Negra],
interpretada por Thurman, la más talentosa de todos, era también la amante
de Bill y, al enterarse de que estaba embarazada, se convirtió en fugitiva
del juego de asesinato. Fue en ese momento que su visión del mundo realizó
un giro de 180 grados: ya no deseaba seguir matando o poniendo en riesgo su
vida. Cambió de nombre, se ocultó en una pequeña ciudad y encontró a un
hombre amable y equilibrado para casarse.
Pero Bill
no estaba dispuesto a permitir esta situación. A comienzos de Kill Hill –
LA VENGANZA Vol. 1 tenemos un vistazo de lo ocurrido, la masacre
que Bill y los Vipers provocaron al atacar una pequeña capilla rural: todos
fueron asesinados. Por primera vez, en Vol. 2, vemos por
completo el ensayo de la masacre de la boda, el punto de partida de esta
épica en dos capítulos. Tras rechazar los ataques de Budd (Michael Madsen),
el despreciable hermano de Bill, y de su principal rival en el Escuadrón,
Elle Driver (Daryl Hannah), La Novia finalmente rastrea a su última presa
hasta su guarida en México.
“Cuando se
reúnen las dos partes en una película”, dice Carradine, “realmente resulta
ser una épica tan grandiosa como lo realizado por David Lean. Todavía es el
mundo Tarantino, pero en una escala diferente”.
Las
relación central del film entre el cazador y su presa, que Carradine
describe simplemente como una historia de amor, tiene una de sus expresiones
más fuertes en la engañosamente escena introductoria del Vol.2.
“Yo aparezco en Texas durante el ensayo de la boda, en un porche, tocando la
flauta. Ese es el sonido que anuncia que estoy a punto de aparecer. Cuando
ella lo escucha sale y tenemos un encuentro muy romántico que también es una
despedida. Quiero decir que esta escena simplemente canta. El equipo se
atragantó al verla. Quentin se me acercó y me dio: ‘Creo que es la mejor
escena de la película para ti’, a lo que yo le respondí: ‘Creo que es la
mejor escena de mi carrera’”.
Para un
realizador tan conocedor de los géneros como Tarantino, la piedra de toque
para el personaje satánico y paternal de Bill, así como sus intensas
relaciones con La Novia y las restantes Vipers, no son difíciles de
rastrear: “Bill es un proxeneta en todo sentido”, describe Tarantino,
“excepto que en su caso la muerte y el asesinato se oponen al sexo, a ver
una muchacha que él piensa que lleva oculta en su interior una prostituta,
pero que ni ella misma lo sabe. Todo lo que él tiene que hacer es sacar eso
a la superficie, transformarla y hacerla parte de su escuela”.
Las
relaciones con el escuadrón encajan en ese mismo patrón psicológico y una de
las más tensas es la que Bill ha estado hirviendo a fuego lento durante años
entre la Novia y Elle Driver (conocida también como Sidewinder), una Daryl
Hanna con un
ojo dramáticamente tapado con un parche. En Vol.1, Elle desempeñó un
papel pequeño pero fundamental (intentó propinarle un golpe de gracia
químico a la Novia, hospitalizada y en estado comatoso), pero en el
Vol.2, la rivalidad entre ellas se demuestra en un “combate de
mujeres” a todo o nada.
“En la
jerarquía de las Deadly Vipers”, explica Tarantino, “Uma es la primera, el
oído y el corazón de Bill. Si Bill es el proxeneta, el personaje de Uma es
la primera dama de su escuela, la chica que mantiene a raya al resto de las
prostitutas, y Daryl Hanna es su oponente número uno. Ambas son amazonas con
brazos y piernas largos y sueltos cabellos rubios. Desde el comienzo
estuvieron enfrentadas y, cuando Uma partió, Daryl ocupó su lugar. Fue el
reemplazo de la Novia en todo sentido”.
En verdad,
Hannah trabajó su papel desde el supuesto de que Elle Driver era una ex-
agente de Interpol que en determinado momento se cruzó con Bill e intentó
arrestarlo, pero en cambio fue seducida y “convertida”. “La novia fue la
chica de Bill y ahora lo es Elle Driver”, dice Hannah. “Elle realmente
quiere ver irse a la Novia y también ser quien acabe con ella”.
Hannah se
encontraba actuando en el teatro de Londres en la producción de Michael
Radford de The Seven Year Itch, cuando Tarantino la sorprendió con
una visita detrás de la escena y le ofreció un papel que había escrito
especialmente para ella. Hannah brincó de alegría ante la posibilidad de
trabajar con Tarantino y agrega: “Nunca antes había interpretado a una
villana total, así que realmente me entusiasmé mucho cuando me di cuenta de
qué mal bicho era Elle Driver”.
Fue a uno
de los actores favoritos de Quentin Tarantino, Michael Madsen, a quien se le
ofreció el papel de Budd, un veterano acabado del Viper Squad que vuelve de
su retiro a una nueva vida (al menos brevemente) en la lucha de Bill contra
la Novia. Madsen no había trabajado con Tarantino desde 1992, cuando creara
uno de los personajes más memorables en Reservoir Dogs, la primera
película del director: el sardónico y rebanador de orejas Sr. Blonde. “No ha
cambiado en absoluto”, comenta feliz el actor respecto de su nuevo trabajo
con el director. “Es absolutamente el mismo muchacho que era, pero ahora
tiene juguetes más grandes con los que jugar”.
Madsen, el
perdido hermano menor de Bill, dice: “Y la progresión de Budd como
personajes es muy linda. Está el Budd joven de las primeras épocas de Viper
y el Budd más Viejo, que se ha perdido y que trabaja como seguridad privada
en un club de strippers y vive en un trailer. Nosotros lo llamábamos
‘Budd in a Bottle’
[Budd
en una Botella].
Creo que es un personaje tan memorable como el Sr. Blonde”.
La
relación de mi personaje con su hermano Bill es muy compleja. En lo
personal, yo tengo cuatro hijos y David creció junto a muchos hermanos, de
modo que creo que ambos comprendemos la dinámica entre los hermanos. David
posee ciertos matices de carácter y yo también soy un poco extraño. Tuvimos
una especie de relación en broma en el set, así que cuando nos ven
juntos es fácil vernos como hermanos”.
Kill
Bill
es una película fuertemente influida por las artes marciales de Asia y en
ese universo no existe relación más crucial que aquella entre el discípulo y
su maestro. En verdad, en Kill Bill hay dos maestros, cada
capítulo con su propio tono y estrategias narrativas. En términos de
influencias asiáticas, el Vol.1 está claramente dominado por Japón y
el código del bushido, personificado por Sonny Chiba (The
Streetfighter), quien interpretó al artesano de espadas samurai Hattori
Hanzo y que se desempeñó como coreógrafo de
kenjutsu.
Por su
parte, el
Vol. 2
está influido por la cultura marcial de China, personificada por la leyenda
de las películas de artes marciales Gordon Liu Jia-hui (The Master Killer):
Dice el director: “Mis momentos favoritos durante la realización de esta
película, esos que te ponen la piel de gallina, fueron las escenas con Sonny
Chiba y Gordon Liu”.
Inicialmente, Tarantino seleccionó a Liu solamente para interpretar a Johnny
Mo, uno de los líderes guardaespaldas vestido de cuero del escuadrón Crazy
88 de Lucy Liu en Tokio en el Vol. 1. Hasta bien entrada la pre-producción,
el director iba a interpretar a Pei Mei, el “monje de las cejas blancas”, el
draconiano instructor de artes marciales, en una variación del popular
muchacho malo de varios filmes de época de artes marciales de Hong Kong de
los años ’70. Tarantino se unió al resto del reparto en los primeros días de
entrenamiento, durante la pre-producción, y trabajó duro en la preparación
del personaje de Pei Mei. “Durante años había estado viendo esas películas”,
dice, “admirando a sus intérpretes y pensando en lo estupendos que eran. ¿No
iba a dejar que las chicas se quedaran con toda la diversión!”
Pero
cuando comenzó a ver lo exigentes que serían las tareas de pre-producción en
un film complejo como este, Tarantino se dio cuenta de que simplemente no
tendría el tiempo de, además, actuar, y mucho menos de entrenarse arduamente
ocho horas por día. Acudió obviamente a Gordon Liu para el papel, un
intérprete que se había estado entrenando toda la vida para interpretar al
férreo maestro de artes marciales.
En un
sentido, Tarantino eligió en contra de la corriente usual cuando le pidió a
Gordon Liu que interpretara a Pei Mei. Liu siempre había interpretado a
héroes leales (u ocasionalmente cómicos) en los clásicos filmes de los
hermanos Shaw. Se convirtió en una estrella internacional de las artes
marciales, el segundo detrás de Bruce Lee, en el papel del temible monje
marcial de cabeza rapada San Te en The 36th Chamber of Shaolin
(1978), de Liu Jia-liang, conocido como Master Killer en su
personificación doblada al inglés.
Además de
monje, Pei Mei fue uno de los villanos más oscuros del estudio, al
traicionar a sus hermanos marciales del templo Shaolin y a los tiranos de
Manchuria en películas como Executioners From Shaolin (1977), de Liu
Jia-liang. Pei Mei era un malo tan popular que, en realidad, varias semi-secuelas
y previas fueron creadas, aún cuando el malvado había muerto definitivamente
en la primera película. “Entiendo por qué Quentin quería contra conmigo”,
dice el actor, “aun cuando siempre he interpretado a héroes justos. Él me
buscaba por mi habilidad en las artes marciales y creo que también por mi
comprensión de este personaje tan chino”.
Liu admite
que, cuando fue contactado para participar en Kill Bill , no
conocía ni a Tarantino ni a sus filmes: “Les pedí información a algunos
amigos del negocio del espectáculo y me recomendaron
Reservoir Dogs
y Pulp Fiction. Luego de verlas quedé impresionado; su trabajo es
único y muy interesante, algo nunca visto antes. Y también me enteré de que
Quentin sabía mucho de películas de Hong Kong y de artes marciales”.
Tarantino
continuó seleccionando a un amplio reparto para KILL BILL - LA
VENGANZA, VOL.2, con intérpretes cuyos trabajos había disfrutado
durante años. Describió a Michael Parks, por ejemplo, como a uno de sus
actores de cine estadounidenses preferidos. Parks se ganó la lealtad de
Tarantino cuando protagonizó la clásica serie televisiva de los años ’70
Then Came Bronson, y luego fue elegido por Tarantino (esta vez en el rol
de escritor y productor) para el film From Dusk Till Dawn (1996),
dirigido por Robert Rodriguez. Esta vez, el director eligió a Parks para dos
papeles, uno en cada una de las entregas de Kill Bill. En el
Vol.1, Parks es el Sheriff Edgar McGraw de una pequeña ciudad de Texas,
quien investiga la truculenta escena del crimen de la boda. En el Vol.
2 es el maduro Esteban Vieho, dueño de un prostíbulo y mentor de
Bill, quien ayuda a la Novia a localizar a su archi-némesis en México.
Las
relaciones importan en KILL BILL - LA VENGANZA, VOL.2, tanto
detrás como frente a las cámaras, pero vale la pena señalar que el nuevo
film exhibe algunos signos de lo que Tarantino describió como el abordaje
“prensadora”, a fin de absorber la influencia de sus filmes “grindhouse”
[bizarros]
favoritos.
“Cuando
voy a hacer una escena parecida a las que podríamos ver en un gialo
italiano [película de cuchilladas] o en un film de kung fu”, explica el
director, “sé cómo la habrían hecho, así que la hago de esa manera.
Es por eso que mis filmes funcionan tan bien en todo el mundo. No pienso en
mí como un director estadounidense aislado; la gente de cualquier país puede
ver en mis filmes cosas que pueden entender y disfrutar”.
Este
abordaje general del film fue un factor clave, determinante para la elección
del equipo de un proyecto tan inusual. El director de fotografía Robert
Richardson, ganador del premio de la Academia, fue elegido para Kill
Bill precisamente porque había demostrado conseguir una amplia
variedad de abordajes. Ha sido frecuente colaborador del director Oliver
Stone en filmes como Natural Born Killers y JFK, que exhiben
variedad de apariencia visual –incluso fragmentos de filmaciones reales- en
una misma secuencia. El concepto visual de Kill Bill, que
implicaba cambios y cortes de estilo en cada episodio, a tono con sus
variadas raíces genéricas, señalaba a Richardson como la elección más obvia.
En el
Vol. 2, se hace evidente el impacto de dos géneros en
particular. “Hay dos aspectos”, explica Tarantino. “Uno de ellos sería el de
las películas de época de artes marciales, realizadas por los Hermanos Shaw
en los años ’70, y el otro sería el de los westerns italianos. En realidad,
ambos se influenciaron mutuamente: durante los años ’70, ambos géneros
utilizaron argumentos similares, imágenes y tomas parecidas e incluso la
misma música. Muchos elementos de las películas de los Hermanos Shaw fueron
tomados de los westerns italianos. Hay entre ellos un parentesco cercano”.
La
relación en cámara entre los dos géneros que dan origen al film es directa.
Las secuencias del tiempo presente, ubicadas en el sudoeste de los Estados
Unidos y en México, adhieren al estilo de los westerns italianos. Los
fragmentos de flashback, ubicados en su mayor parte en China, donde
Bill lleva a La Novia para su período de entrenamiento con su propio ex-
maestro, tienen la estructura de “entrenamiento para la venganza”, típica de
las clásicas películas de kung fu.
Para
acentuar el clima en locaciones del oeste de los Estados Unidos y México en
KILL BILL - LA VENGANZA, VOL.2, la música de la película
presenta un número estridente interpretado por Charlie Feathers, un grande
del rock del Sur, “Can't Hardly Stand It”, junto con temas clásicos de la
música de Ennio Morricone para el clásico western Spaguetti de Sergio Leone
The Good, the Bad, and the Ugly (1966) y “Urami Bushi” (“Love Song
of a Warrior”), interpretada originalmente por la protagonista Meiko Kaji en
la película samurai japonesa Lady Snowblood 2: Love Song of Vengeance
(1974).
Los
fanáticos de Tarantino saben que el director es tan apasionado de la música
como del cine. Cuenta el director que cuando era un joven fanático del cine,
antes del advenimiento del video, los álbumes con la música de las películas
eran la única manera de revivir la experiencia de un film. Re-imaginar las
escenas de sus filmes favoritos y a veces improvisarlas en su cabeza
mientras escuchaba la música fue su primera experiencia en cuanto a pensar
como un director. Ahora, sus elecciones musicales entran en un proceso
creativo bien desde el comienzo: “No puedo seguir adelante con la escritura
hasta que descubro cuál va a ser la música de apertura, la música que pondrá
al público en clima. La música me ayuda a encontrar el ritmo que seguirá la
película”.
Este
proceso continúa en el set, cuando Tarantino pone música para entrar
en el clima de la escena o, en este caso, para establecer el ritmo de una
pelea. Como Gordon Liu le dijo a Ain’t It Cool News.com: “Quentin ya tiene
el tempo musical en la cabeza para cada secuencia de lucha”.
Para
trabajar en la música, Tarantino acudió nuevamente a The RZA (pronúnciese
“Riza”), el novedoso productor de varios álbumes para el grupo de hip-hop
Wu-Tang Clan, un conjunto que inspirado en gran parte (así como su ritmo) en
los filmes chinos de artes marciales. The RZA también produjo álbumes como
solista (incluyendo dos bajo el nombre de Bobby Digital) y creó la música de
los filmes Ghost Dog: The Way of the Samurai (1999), de Jim Jarmusch,
y de Kill Bill Vol. 1 (2003).
El amigo y
ocasional colaborador de Tarantino, el escritor/ director Robert Rodriguez,
con quien Tarantino colaboró en la historia de vampiros From Dusk Till
Dawn (1996), fue convocado para componer parte de la música apropiada
para las secuencias en México de KILL BILL - LA VENGANZA, VOL.2.
Rodriguez compuso toda la música de su film de acción de2003 Once Upon a
Time in Mexico (protagonizado por Antonio Banderas) y para los tres
filmes de su popular trilogía Spy Kids (2001-2003).
HECHO EN
CHINA
Para el
productor de Kill Bill Lawrence Bender, "Haber ido a China
fue lo mejor que pudimos hacer. Quentin sentía firmemente que cuando
estuviera en China desearía contar con el aporte de un equipo creativo
chino. No deseaba un equipo compuesto solo por estadounidenses que llegara a
China diciendo: ‘Así es como vamos a hacerlo’. Como resultado de sus ideas,
nuestros equipos de arte japonés y chino crearon juntos un material que
nadie podría haber soñado”.
Bender,
Tarantino y el reparto principal viajaron a China en mayo de 2002, para
continuar con el entrenamiento y la coreografía de acción y también para
comenzar con los ensayos. Para mediados de junio, el productor de línea E.
Bennett Walsh, el productor asociado Dede Nickerson, el supervisor de
producción Koko Maeda y el director de fotografía Robert Richardson habían
reunido a un equipo internacional, con varios grupos de traductores, y el
trabajo había comenzado en los Estudios Beijin Film, ubicados en el área
norte de la capital china.
En
Kill Bill
trabajaron un diseñador de producción chino, otro japonés y otro
estadounidense; un diseñador de vestuario chino y otro estadounidense; y un
capataz de utilería chino y otro estadounidense. Un equipo de asistentes de
dirección chinos y estadounidenses supervisaban las operaciones diarias de
la producción. El primer asistente de dirección estadounidense Bill Clark,
veterano de los filmes de Tarantino desde Pulp Fiction, trabajó
estrechamente con el primer asistente de dirección chino Zhang Jin Zhan, a
fin de coordinar un reparto y un equipo tan masivos.
"Son dos
formas de trabajar muy diferentes”, explica Bender. “La forma americana es
muy precisa: generalmente tienes a uno o dos muchachos para cada pieza del
equipo, son callados y trabajan muy ordenadamente. En cambio, los chinos
tienen a veinte personas que hacen muchísimo ruido. Utilizan a mucha más
gente y las cosas se hacen con mucha rapidez”.
Durante el
primer día de trabajo en China, el equipo de Kill Bill
completó veintidós armados, algo nunca escuchado en una típica producción de
Hollywood. Tras finalizar el trabajo en los Estudios Beijing, donde se
construyó el gigantesco set de la Casa de las Hojas Azules del
Vol. 1, el reparto y el equipo partieron para una semana de filmación en
locación de un antiguo templo en la ciudad de Zhongwei.
Construido
primeramente en el S.XVII, el Templo Gao es “una magnífica mezcla de
edificios y estilos que cubre un área de aproximadamente cuatro mil metros
cuadrados”, según informa un sitio web chino sobre turismo. La ardua
escalada diaria al set a lo largo de miles de escalones sobre la
ladera este de la Montaña Miao Gao, de 240m. de altura, sólo constituyó
una parte de los rigores que implicó la filmación de las secuencias de
entrenamiento de Shaolin kung fu y que comprendieron a Uma Thurman, Daryl
Hannah y Gordon Liu, "La Cruel Tutela de Pei Mei"
Las
secuencias de acción de Kill Bill estaban absoluta e
inusualmente detalladas en el guión: Tarantino las había estado rescribiendo
y ajustando en las fases de planeamiento, entrenamiento y ensayos durante
gran parte del año. En Pekín continuó con el proceso, describiendo las
escenas con más detalle y actuándolas si era necesario. Rodeado por un
equipo de traductores de japonés, mandarín y cantones, trabajó cada una de
las tomas mientras el equipo, los actores, Master Yuen y el equipo de
equilibristas sobre alambres lo observaban y acompañaban. Para cuando
pisaron el suelo de la Montaña Miao Gao, ya estaban listos para retumbar.
El Maestro
Yuen Woo-ping, quien aportó sus habilidades en las artes marciales y su
experiencia única en el “wire fu”, aprendió el oficio de su famoso padre, el
fallecido veterano de la ópera de Pekín y actor de cine Simon Yuen Hsiao-tien.
Cuando ya trabajaba como director, Woo-ping eligió a su padre para el papel
principal en el film de Jackie Chan Drunken Master (1978). Master
Yuen señala que las técnicas que enseña están más orientadas a la
teatralidad que al combate: “Son acrobacias al estilo del Norte o artes
marciales para escena. Totalmente diferentes del kung fu de combate o
incluso del wushu, el deporte olímpico acrobático inventado en China
y que Jet Li estudió. Cuando aprendes opera de Pekín parece casi lo mismo
que las artes marciales, pero al utilizarlas son completamente diferentes
debido a la presencia de la cámara o al escenario. Siempre se trata, en
primer lugar, de una exhibición”.
Daryl
Hannah lo dice bien claro: “Ahora estoy bastante bien entrenada en artes
marciales, pero fui entrenada para fallar. Así que podría golpearte, pero en
realidad mi golpe llegará a un milímetro de tu cara. ¡No tengo idea de lo
que podría ocurrir si en verdad hiciera contacto!”
La
coreografía de acción del Maestro Yuen fue presentada con gran éxito en
The Matrix y en sus secuelas, así como en Crouching Tiger, Hidden
Dragon, y en docenas de producciones en Hong Kong. Pero Tarantino ya era
un fanático de Yuen antes de que fuera una revelación en Occidente. En
verdad, el realizador fue fundamental en la organización del estreno en los
Estados Unidos de Iron Monkey (1993), la obra maestra de Yuen como
director, distribuida por Miramax Films bajo la leyenda “Quentin Tarantino
Presenta”, en 2000.
"Creo que
el primer film del Maestro Yuen que vi fue uno con Jackie Chan llamado
Snake in the Eagle's Shadow", recuerda Tarantino. "Fue alrededor de 1993
ó 1994 y comencé a notar su distintivo estilo de kung fu y su coreografía.
Creo que es el coreógrafo de kung fu más imaginativo de todos los tiempos,
con un oficio impecable y una imaginación desbordante. Es el director y
coreógrafo de acción a quien más admiro. En esta película realicé el diseño
básico de las acciones. Yuen Woo-ping dijo que yo no necesitaba saber mucho
de kung fu sino entender de qué se trataban los movimientos y que él haría
el resto. Luego de que él se unió a nosotros me sentí más confiado y puedo
hacer realidad cualquiera de mis pensamientos”.
La leyenda
del cine de Hong Kong, Gordon Liu, llegó para trabajar junto al Maestror
Yuen Woo-ping con una base diferente de la de algunos de los demás
intérpretes. Estudioso de las artes marciales desde las edad de siete años y
una de las más grandes estrellas del cine y la televisión asiáticos, Liu es
un Maestro en su propio derecho. ¿Cómo entonces dos maestros interactuaron
en el mismo set? De acuerdo con Liu, muy cordialmente.
“El
Maestro Yuen sabe de dónde provengo”, dice Liu. “Aunque nuestra formación
tiene estilos diferentes, él me ve como un maestro y me trata como tal. El
Mestro Yuen aprendió artes marciales al estilo del norte de China y yo
aprendí el estilo del sur, pero en el set no hubo tensión porque
ambos habíamos hecho ya varias películas, con diferentes clases de
intérpretes y coreógrafos. Trabajé muy felizmente junto a Master Yuen Woo-ping”.
Y todavía
hay una divergencia más grande en la clase de artes marciales que ambos
interpretaron en películas. La mayoría de los trabajos de Liu como
intérprete en Hong Kong fue en filmes dirigidos por su “hermano” mayor Liu
Jia-liang, quien daba mayor importancia a auténticas exhibiciones de estilos
de artes marciales regionales. En cambio, el Maestro Yuen Woo-ping es más
famoso por un estilo de luchas con espadas más grácil y aéreo.
Dice Liu:
“El trabajo del Maestro Yuen en Crouching Tiger, Hidden Dragon fue
muy bello, una obra de arte. Yo sabía que Tarantino deseaba algo diferente,
lucha real. Y también sabía que cuando esos dos abordajes se combinaran, el
resultados sería único”.
Liu
también estaba familiarizado con el desafío que significaría ser el único
actor de una secuencia de lucha que hubiera estudiado artes marciales. “La
mayoría de los actores que hacen estos filmes, incluso en Hong Kong, sólo
aprenden los movimientos específicos para la escena, como Uma lo hizo en
Kill Bill. Es como aprender fonéticamente un texto extranjero: es
muy difícil hacer que aparezca como si realmente se comprendiera el
significado. Quentin y Master Yuen esperaban que yo lo hiciera bien debido a
mi formación, pero también deseaban que Uma lo hiciera bien porque era la
protagonista. Así que yo era la persona clave para hacer que las peleas
lucieran bien”.
“Si yo
lucho con uno de mis hermanos o con otro artista en artes marciales”,
explica, “ellos saben qué esperar, dónde darse vuelta o detenerse. Con un
artista no especializado en artes marciales debo realizar un esfuerzo extra
para asegurarme de que la rutina termine en el lugar adecuado. Siempre debo
cooperar para que la otra persona luzca de la mejor manera posible. También,
si ambos contrincantes saben artes marciales, cuando sus brazos se tocan no
sienten nada; es algo natural. Con artistas legos en artes marciales siempre
me preocupa golpearlos y que se lastimen”.
Como
maestro de toda la vida del kung fu estilo Shaaolin Hong Fist del Norte, Liu
reconoce especialmente los desafíos que Uma debió superar: “Las artes
marciales chinas son especialmente difíciles para un principiante, y más si
la persona es alta, porque su centro de gravedad está muy arriba. Fíjate que
la mayoría de los grandes artistas marciales son de pequeña talla: Bruce
Lee, Jackie Chan, Jet Li. Es más fácil. Uma sabía que esta no era su
característica, pero nunca se dio por vencida y siguió intentándolo. Me
impresionó mucho su espíritu. Otras personas, en su lugar, hubieran dejado
pasar una mala toma, considerando que era suficiente, pero ella no. La
volvía a hacer una y otra vez hasta alcanzar su mejor nivel”.
Gordon Liu
se sintió impresionado cuando se enteró de que David Carradine había sido
elegido para el papel que da título a la película. Se las arregló para
llevarlo aparte, cuando estaban en la locación del Templo, para decirle lo
mucho que había admirado el programa de televisión de fama internacional
Kung Fu. "Esa serie fue muy importante para que los occidentales
entendieran el kung fu”, explica Liu. “También siento mucho respeto por
Quentin, al haber ayudado a extender el kung fu y las artes marciales entre
el público que no es de China ni del Lejano Oriente”.
Yuen Woo-ping,
considerado en general el más grande de los maestros vivos de artes
marciales, fue inequívoco en su elogio de los logros de Thurman. Tarantino
recuerda: “Un día, Yuen Woo-ping vino a verme y me dijo: ‘Quentin, no sabes
lo buena que Uma ha resultado ser’. Me explicó que algunos actores se ven
bien en las películas, pero realizan bien uno o dos movimientos y luego hay
que cortar. En cambio, Uma ejecutaba de corrido cuatro o cinco rutinas. Por
ejemplo, se elevaba en el aire, realizaba una vuelta de campana, aterrizaba
y mataba a dos personas. Grandioso. Se había vuelto tan buena y tan confiada
que Woo-ping y yo podíamos cambiar la coreografía en cualquier momento que
lo deseáramos”.
“Al final
de mi entrenamiento en Los Angeles”, coincide Uma, “comencé a sentirme más
capaz y durante la última semana practicaba la coreografía cada día,
aprendiendo cientos de movimientos y combinaciones que formaban parte de la
lucha. Entonces, cuando íbamos al set para filmar la pelea, ellos
introducían una nueva idea y toda mi coreografía anterior no servía.
Cambiábamos sobre la marcha e inmediatamente yo tenía que aprender cinco,
diez o quince movimientos, mientras al cámara me esperaba. De pronto me di
cuenta de que lo más importante que me habían enseñado era cómo aprender”.
Una de las
duras lecciones que los actores aún debieron aprender fue que ningún
entrenamiento, ni siquiera con verdaderos maestros, puede preparar por
completo a un luchador para la realidad. Para el Maestro Yuen Woo-ping,
“Todo depende de lo que demande la cámara. Siempre utilicé técnicas como
esconder el puño ante la cámara, pero a veces, cuando se trata de mostrar la
fuerza de un golpe, hay que hacerlo en forma más realista, con contacto
real. Mucho depende de si el actor que es golpeado puede ‘vender’ el golpe,
si su reacción lo hace lucir más fuerte de lo que es en realidad”.
Para
Tarantino, filmar en China le ofreció la oportunidad única de estar en
comunión con el espíritu de uno de sus propios maestros de la realización
cinematográfica: “Las dos compañías de cine que más aprecio como fanático
son probablemente New World Pictures de Roger Corman en los ’70 y y Shaw
Brothers de Sir Run Run Shaw. Y el rey de los directores de Shaw Brothers,
en mi opinión, fue Chang Cheh. Ocupa, en las películas de la vieja escuela
de kung fu, el lugar que John Ford ocupa en los westerns. En 1967 realizó
una película, One-Armed Swordsman, con Jimmy Wang Yu, que fue la
primera que hoy podríamos reconocer como film de artes marciales: fue un
verdadero pionero. Murió en 2002, pero cuando yo estaba filmando Kill
Bill, a veces tuve la sensación de que Chang Cheh nos estaba
mirando”.
Tarantino
también cuenta que un problema en particular de la producción fue
directamente solucionado por Chang, dado que se adoptó una técnica inventada
por el desaparecido director: “Los dispositivos usuales de efectos
especiales para simular el fluir de la sangre son bastante complicados, con
tubos y cables. Yo quería olvidar que era una película de alto presupuesto y
hacer como si fuéramos niños de 13 años peleando en el patio trasero.
Entonces Yuen Woo-ping preguntó: ‘¿Saben cómo hacíamos el efecto de la
sangre en las películas de kung fu de los ’70? Tomábamos un condón chino, lo
llenábamos con sangre y el actor que tenía que morir lo sostenía en su mano.
Cuando su contrincante lo hería, él retorcía el condón y así la sangre
fluía y salpicaba. Y lucía grandioso. Chang Cheh fue quien lo inventó’.
Nosotros entonces lo probamos y el efecto fue excelente. No hubiera podido
lograr ni la mitad de los efectos que deseaba si no hubiésemos apelado a ese
recurso”.
IR A LA SEGUNDA PARTE
FESTIVALES
│
RETROSPECTIVAS
│
ESTRENOS Y NOVEDADES
│
ENTREVISTAS
│
INFORMES CRITICOS
│
CONTACTENOS
|
|