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SINOPSIS
Una disputa de varios siglos de antigüedad estalla entre dos poderosas e
inmortales tribus en Inframundo: la Rebelión de los Lycans. La tercera
entrega de la saga denominada Inframundo viaja al pasado a fin de
describir los orígenes del conflicto entre los aristocráticos Vampiros,
conocidos como los Repartidores de la Muerte, y los barbáricos Lycans,
una estirpe de hombres-lobo sumamente feroces. Con mayor cantidad de
imágenes generadas por computadora y efectos deslumbrantes que
cualquiera de sus predecesoras, Inframundo: la Rebelión de los Lycans
revela algunos de los secretos más irresistibles de esta exitosa
franquicia.
Más de mil años antes de los eventos de la historia original, aparecen
sobre la faz de la tierra dos razas distintas de seres sobrenaturales.
Éstas descienden de dos hijos del Inmortal Original, Alexander Corvinus.
Los Vampiros, surgidos del linaje de Markus, se convirtieron en seres
elegantes y aristocráticos, pero asimismo en astutos bebedores de
sangre. Los Hombres-lobo, descendientes de William, se
convirtieron en bestias salvajes, sin rastro alguno de humanidad – y con
una insaciable necesidad de violencia. Los Vampiros han logrado dominar
la región – las tierras salvajes que ahora conforman la porción
occidental de Hungría – gracias a su inteligencia, su fuerza y sus
habilidades políticas. Pero incluso ellos han sentido temor ante los
Hombres-lobo, quienes, a pesar de ser incapaces de pensar adecuadamente
y organizarse, son inmensamente fuertes y violentos.
Pero entonces otra casualidad genética dio al traste con este balance:
una mujer-lobo, prisionera de los Vampiros, dio a luz a un bebé
aparentemente humano. Éste fue Lucian (Michael Sheen) – el primer Lycan,
convertido desde su nacimiento en esclavo de Viktor (Bill Nighy), un Amo
Vampiro extremadamente poderoso. A diferencia de “la estirpe de
William”, es decir, de los primeros hombres-lobo, este Lycan podía
adoptar voluntariamente la forma de hombre o bestia. Así, su sangre fue
utilizada por Viktor a fin de crear una nueva variedad de esclavos,
explotada por los Vampiros. Los miembros de esta novel raza fueron
convertidos en trabajadores y guardias, papeles que solían desempeñar
durante el día, cuando su vulnerabilidad se encontraba en lo más alto.
Por las noches se les impedía transformarse mediante las cadenas de
plata colocadas alrededor de sus cuellos.
Viktor domina a sus esclavos, sus tierras y su corte. Es un dictador que
gobierna con puño de hierro y que ama únicamente dos cosas: el poder y a
su hermosa y sin embargo obstinada hija, Sonja (Rhona Mitra).
Noche tras noche, Sonja cabalga con los Repartidores de la Muerte, una
brigada de élite conformada por soldados-vampiro dedicada a proteger los
dominios de Viktor de los merodeadores. Sin embargo, Sonja se ha
enamorado de Lucien, pero ni su padre ni sus compañeros lo saben. Lucien,
por su parte, se ha transformado en un herrero consumado y en un
original fabricante de armas, trabajos que desempeña en el castillo de
Viktor. Su amor es su mayor secreto, ya que, de ser descubierto,
significaría la muerte de la pareja.
Cuando Lucien revela que ha hallado una forma de desprenderse de su
cadena a fin de reclamar su libertad, Vicktor decide aniquilarlo como si
fuese tan sólo un animal desobediente. Durante una secuencia realmente
emocionante, Lucian consigue alebrestar al resto de los Lycans e incluso
escapa de las mazmorras del Vampiro – con la ayuda de Sonja.
Rehusándose a abandonar a su amada, Lucian forma una armada un tanto
desarrapada de Lycans en fuga, aderezada con algunos hombres-lobo y
otros esclavos y regresa para
retar al gobierno del Vampiro y rescatar a Sonja. Tanto el ataque como
sus secuelas se convierten en la mecha que detona una guerra de
proporciones ingentes entre las razas. Este conflicto, huelga decirlo,
se prolongará indefinidamente. Las increíbles batallas, las acrobacias
sobrecogedoras y los adelantados efectos especiales hacen de Inframundo:
la Rebelión de los Lycans una aventura épica inigualable.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
Cuando Inframundo hizo su debut, en 2003, su rica e imaginativa
narración de una prolongadísima guerra entre dos razas inmortales dejó
boquiabiertas a las audiencias del mundo. Los implacables y despiadados
Vampiros y los salvajes hombres-lobo regresaron para la secuela
Inframundo: Evolución, y las audiencias internacionales devoraron tanto
su elegante estética visual como a sus espeluznantes personajes y su
absorbente acción.
Ahora, Inframundo: la Rebelión de los Lycans hace que los seguidores de
esta saga se remonten casi mil años, hasta los inicios de este épico
conflicto. Creada por un par de amigos de toda la vida, Len Wiseman y
Kevin Grevioux, la cinta revela los secretos que se encuentran en el
corazón de la eterna batalla librada en Inframundo. Wiseman, quien
dirigiera las dos primeras partes, ha decidido fungir como productor en
este nuevo episodio, mientras que Grevioux encarna por tercera vez a
Raze, el personaje que suele utilizar la fuerza para someter a los
Lycans. “El plano histórico constituye uno de los motores de Inframundo”,
comenta Wiseman. “En el pasado hemos atisbado los comienzos del
conflicto. Pero ahora podremos desarrollar este origen con los
Repartidores de la Muerte, son sus armaduras, sus caballos y las masas
de hombres-lobo.
Incluso antes de rodar la primera parte, el par logró crear una
mitología sumamente compleja para sus anti-héroes vampíricos y
licántropos. “Siempre hemos tomado esto como una trilogía”, dice Wiseman,
ahora un cotizado director de cintas como Live Free or Die Hard. “Desde
entonces decidimos comenzar por la mitad. Es increíble y muy emocionante
que ahora hayamos podido realizar la precuela de la que tanto hablamos
hace años”.
“Gran parte de lo que la esta serie representa se encuentra en los
sucesos acaecidos durante los últimos ochocientos años; sólo así es
posible comprender todo lo que ocurre en el presente”, dice el productor
Richard Wright. “La cinta inicial cuenta incluso con secuencias
enteramente dedicadas al pasado. Y en la segunda parte, todo lo relativo
a la guarida de Tannis se lleva ocho minutos y aborda acontecimientos
muy antiguos”.
Grevioux escribió el guión original junto con Danny McBride. “Len
deseaba realizar una cinta sobre hombres-lobo, así que me preguntó si se
me ocurría algo”, dice. “Cuando comenzamos a esbozar personajes y
estructuras generales nos dijimos, ‘¿Qué pasaría si construyéramos una
historia de amor al estilo de Romeo y Julieta, con hombres-lobo por un
lado y Vampiros por el otro, desarrollando así una historia fresca y
sumamente surrealista?’ Asimismo nos dimos a la tarea de cambiar la
percepción que normalmente la gente suele tener tanto de los Vampiros
como de los hombres-lobo. Para justificar su existencia optamos por una
abordaje más científico, bastante alejado del misticismo tradicional”.
Inframundo: la Rebelión de los Lycans rastrea el origen de la antigua
rivalidad entre los Vampiros y los hombres-lobo. El meollo del asunto no
es otra cosa que una relación prohibida. Lucian (Michael Sheen) es el
primer Lycan, una critaura que puede pasar voluntariamente de un estado
animal a otro humano, y viceversa. Sonja (Rhona Mitra) es Repartidora de
la Muerte e hija del temible Viktor (Bill Nighy), un viejo y poderoso
Vampiro. “Su relación conduce directamente a la rebelión de los Lycans”,
explica Grevioux. “Todo se centra en el hecho de que Sonja y Lucian se
aman. Aunque Sonja es la hija de Viktor, el vínculo que existe entre la
pareja se torna cada vez más incontrolable. Este detalle es lo que
distingue a esta cinta de las otras dos”.
Por primera vez en la historia de esta saga, Wiseman ha decidido ceder
las riendas del director. Patrick Tatopoulos, creador de las fantásticas
y terroríficas criaturas de la primera parte y diseñador de producción
de la segunda, ha sido elegido como digno sucesor. A pesar de que
asegura que sentirse feliz de haber pasado la antorcha a alguien que ha
sido parte integral de la franquicia, Wiseman admite que al principio sí
le pareció extraño ver a otra persona apoltronada en la silla del
director. “He observado el desarrollo de todo esto desde otro lugar,
pero como Patrick y yo somos amigos e incluso creamos el proyecto
juntos, ni la atmósfera ni las vibraciones entre nosotros se han
enrarecido”.
Tatopoulos encuentra muy lógico el hecho de que su debut como director
esté constituido por Inframundo: la Rebelión de los Lycans. Ésta es la
primera cinta narrada desde la óptica de Lucian. “Yo mismo creé al
hombre-lobo de los primeros dos episodios”, dice el director. “Así que
me parece grandioso que la historia sea contada por el propio
hombre-lobo. Anteriormente habíamos visto hombres-lobo, pero su
presencia nunca había resultado aplastante. Por nuestro lado, hemos
decidido crear una guerra brutal en la que hordas de dichos seres
conforman uno de los bandos principales. Esta cinta le ha inyectado vida
a la historia, y esto, a su vez, me ha ayudado en la confección de
texturas cinematográficas novedosas”.
Bill Nighy, quien interpreta al influyente y vetusto Vampiro Viktor,
reconoce que lo que ha hecho de Inframundo: la Rebelión de los Lycans
algo capaz de sobrepasar a las tradicionales cintas de acción vampírica
no es otra cosa que la fe de los realizadores en la franquicia. “Len
Wiseman, Danny McBride y Richard Wright son mucho más que meros
entusiastas”, dice. “Son creyentes. No le están guiñando al público. Es
muy fácil realizar cínicamente una película de vampiros, pero me parece
que no podrías obtener la misma clase de éxito.
“Ellos aman los mitos vampíricos e incluso están versados en las leyes
vampíricas”, añade. “Personalmente, me encanta el aspecto técnico de
todo este asunto. Me encanta ver a un Vampiro mientras bebe sangre
sofisticadamente. Pero la moral recibe un tratamiento tan respetuoso
como el que recibiría en cualquier otra clase de historia”.
ARROJANDO LUZ SOBRE EL ELENCO
Los realizadores de Inframundo: la Rebelión de los Lycans se sintieron
muy emocionados con la posibilidad de reconstruir el elenco que creó a
algunos de los personajes más indelebles de la serie, un ensamble que
incluye a distinguidos actores británicos, todos ellos activos y con
apretadas agendas. “Jamás creí que pudiéramos mantener el elenco
estable”, dice Wiseman. “Me emocionó mucho poder contar con la mayoría
una vez más”.
El guión explica los siglos de enemistad entre los adversarios Lucian
(Michael Sheen) y Viktor (Bill Nighy), aunque presenta ciertos giros que
podrían subvertir las expectativas de los fans. “A causa de la
complejidad de ambos personajes, fue muy satisfactorio poder
resucitarlos para la precuela dentro de un nuevo contexto histórico”,
dice Wright.
Sheen, nominado para un BAFTA gracias al trabajo realizado junto a Helen
Mirren en la cinta The Queen, ha interpretado a Lucian desde el
principio, llevando al personaje desde una posición de archivillano
hasta el lugar privilegiado del héroe. “Michael le imprime pasión a todo
lo que hace”, asegura Tatopoulos. “Nada se le escapa, y todos los
detalles de su personaje son muy precisos”.
Nighy, co-estrella de la cinta, se muestra de acuerdo. “Michael es una
actor muy raro: su entrega es siempre ingeniosa, inteligente y realmente
poderosa. Ningún otro actor en la larga historia del cine ha podido
encarnar a un hombre-lobo tan brillante y poderosamente como Michael
Sheen. Y estoy seguro de que jamás me arrepentiré de esta declaración”.
Luego de que Lucian muriera en Inframundo: Evolución, Sheen se sintió
exultante cuando fue llamado para interpretar a su personaje una vez
más. “Fue una gran oportunidad para desarrollar la historia de la que
oímos hablar en la cinta inicial”, comenta el actor. “Al principio es
fácil creer que Lucian es un villano, pero poco a poco nos vamos
enterando de su vida. El devenir del personaje constituye una noción
realmente atractiva”.
Tras haber interpretado a este personaje un par de veces en el pasado,
Sheen se sintió finalmente libre para explorar otros de sus rasgos. “Uno
de los aspectos más interesantes de esta historia es la relación de
Lucian con su bestia interior”, prosigue el actor. “Viktor utilizó a un
Lucian adolescente a fin de crear más Lycans. Lucian se sintió tan
perturbado por esta experiencia que no pudo sino reaccionar contra su
costado animal, y de hecho pasa una gran parte de su vida matando
hombres-lobo.
“Esto le permite enfrascarse en un viaje interior particularmente
intenso. Lucian anhela ser libre, pero para ello debo aceptar un aspecto
de sí mismo que hasta el momento ha intentado eludir. Esto hace que
nuestra historia trascienda la condición de mito”.
Asimismo, Lucian se convierte por primera vez en un líder, según Sheen.
“Se transforma en una persona capaz de inspirar solidaridad y hermandad
entre seres que nunca antes habían experimentado esa clase de
sentimientos”.
La cinta también revela un nuevo costado de Viktor, el líder de los
Vampiros que desempeña un papel central en las otras cintas. “Ahora
sabremos por qué Viktor es como es en la primera parte”, dice Wiseman.
“Bill hizo surgir del interior de Viktor algo muy diferente a lo
estipulado en el guión original. El tono de Bill es fascinante, y, por
lo general, el público suele divertirse mucho con su abordaje”.
Tatopoulos elogia el tremendo compromiso de Nighy. “Es imposible saber
qué ocurrirá a continuación, así que más vale esperar cualquier cosa”,
dice. “Bill sabe pasar sin trabas ni dificultades de una sonrisa a una
mueca horrorosa, en cosa de un segundo. Ha creado un personaje muy
cercano a lo que podemos ver en el teatro Guiñol. Y esto lo convierte en
alguien sumamente misterioso y escalofriante”.
La larga carrera de Nighy, tanto sobre el escenario como en cine y
televisión, lo ha convertido en uno de los actores más importantes y
destacados de Inglaterra, y esta misma dedicación, en esencia teatral,
es palpable en su personaje, el Tirano Vampiro. “Los Vampiros, por
definición, son seres realmente orgullosos”, explica Nighy. “Mi
personaje es un Vampiro Viejo y Venerable, así que tuve que adoptar un
aire despectivo y emitir unos cuantos gruñidos… pero asimismo fui
torturado. En realidad, mi Vampiro suele mostrarse muy ambivalente en lo
tocante a sus propósitos. En un principio te parecerá que sus
sentimientos son más bien normales, pero que, por desgracia, las
situaciones por las que atraviesa suponen una especie de reto emocional.
Pero este mismo hombre no tiene empacho en beber la sangre de su hija e
incluso lo dispone todo para llevarla a la hoguera”.
La relativa juventud del Viktor de esta cinta implica que Nighy pasó
menos tiempo en la silla del maquillista. “Para la película inicial tuve
que pasar seis horas al día en esa silla, mientras se me aplicaban capas
y capas de maquillaje protésico, y es que mi personaje debía tener la
apariencia de quien ha pasado dormido y prácticamente sin carne sobre
los huesos durante cientos de años”, rememora el actor. “También he
tenido que usar una falda larga de terciopelo. No siempre puedo hacerlo,
así que me parece liberador… y un tanto jocoso. Tengo algo de escocés:
para mí, esto de usar falda resulta, en cierto modo, legítimo. No que lo
haga con frecuencia, pero una vez sí lo hice y me sentí sorprendido y
satisfecho al mismo tiempo”.
La actriz Kate Beckinsale dejó una huella indeleble en la franquicia de
Inframundo gracias a su interpretación de Selene, la Repartidora de la
Muerte que aparece en los dos primeros episodios. Por su parte, Rhona
Mitra sintió un poco de miedo cuando recibió una oferta para sumarse a
una franquicia asociada con “otra actriz británica de cabello castaño.
Pero en cuanto comprendí que se trataba de una precuela y por ende de
una historia con un abordaje de los personajes completamente distinto,
supe que gozaría del espacio para desarrollar algo muy personal”.
Los realizadores alaban la habilidad de Mitra para capturar los
elementos contradictorios de Sonja. “Fue muy difícil hallar a alguien
con la suficiente rudeza como para poder pertenecer a este escuadrón de
la muerte, y que a su vez pudiese desplegar un costado francamente
vulnerable”, dice Wiseman. “Creo que Rhona se ha conducido con una
destreza envidiable”.
Sin embargo, según Tatopoulos, Sonja comparte muchas características con
Selene. “Sonja es una guerrera, pero asimismo hay algo muy frágil en
ella. Es una luchadora que rebosa fortaleza, pero a su vez es sumamente
emotiva. Y por momentos muy sensible”.
Esta encarnación de una Vampiersa asesina es algo realmente novedoso
para Mitra. “Mi personaje guarda muy poca relación con los papeles que
he desempeñado en el pasado”, dice. “Sonja es poderosa y asertiva; es
una hembra pasional que encarna las cualidades de una guerrera muy apta,
pero también irradia una feminidad increíble. Mi personaje es realmente
seductor”.
A pesar de ser uno de los elementos nuevos de la franquicia, Mitra
asegura que el resto del elenco estelar le hizo sentirse cómoda desde el
primer día en el set. “Nunca antes había trabajado con Bill o Michael.
Bill es como una estrella de rock. Su manera de adaptarse al mundo de
los Vampiros es tan brillante y graciosa. Y la preparación de Michael
para su papel es ejemplar. La gente siempre dice, ‘Oh, ha sido un honor,
una auténtica bendición’, pero en esta ocasión así fue, sin hipocresías.
Se esperaba mucho de mí, y tuve que hacer un gran esfuerzo para cumplir
con las expectativas”.
Durante la creación del complejo universo de Inframundo, Kevin Grevioux
decidió inventar un papel para sí mismo: el de Raze, el teniente de
Lucian. En Inframundo: la Rebelión de los Lycans, el buen hombre contó
con una oportunidad para explorar los orígenes de su personaje. “En esta
historia, finalmente abordamos su devenir y cómo, transformado en Lycan,
logra entablar una relación muy especial con Lucian”, dice Grevioux.
“Lucian confiaba plenamente en Raze, un humano muy influyente entre los
esclavos, razón por la cual Lucian anhelaba incluirlo en su familia de
Lycans”.
Steven Mackintosh interpreta de nuevo a Tannis, el Vampiro archivista.
“Mi personaje no ha sido creado de la nada”, dice. “Pero existe una
diferencia. La encarnación previa de Tannis es distinta. Cuando
finalmente damos con él, en Evolución, la criatura ha pasado mucho
tiempo escondida, pero a la vez se ha llevado una vida de derroche. Es
como el Hugh Hefner del universo vampírico”.
El elenco reestructurado logró adaptarse velozmente al estilo del nuevo
director. “Patrick no tiene problemas de ego”, dice Sheen. “Y para mí ha
sido grandioso poder verlo regodearse en su nueva posición, implicándose
y comprometiéndose al cien por ciento. Y definitivamente ha aportado
mucho a la nueva cinta con su brillante sentido visual. Las nuevas
imágenes son maravillosas”.
El veterano Nighy se deshace asimismo en elogios dirigidos al director.
“No me alcanzan las palabras – Patrick es absolutamente brillante. Dejé
de considerarlo un director debutante a las pocas horas de comenzado el
primer día de trabajo. Es un tipo impecable e infinitamente cortés. Es
encantador, agudo e ingenioso; y su historial como diseñador de efectos
especiales y criaturas fantásticas nos proporcionó una base realmente
sólida y confiable”.
Mitra concuerda: “Lo mejor de todo fue su afinidad con todo el equipo.
Esto nos permitió sentirnos felices en el set. Todo mundo fue tratado
respetuosamente. Me parece que su grado de humildad es más que evidente,
y está a la altura de su capacidad de atención y escucha de los
requerimientos y necesidades de los demás”.
DISFRACES, CRIATURAS, CRIPTAS Y CASTILLOS
Desde el comienzo, las cintas que conforman la saga de Inframundo se han
caracterizado por sus imágenes innovadoras y estilizadas. Esto mismo se
refleja en todos y cada uno de los aspectos de las películas, desde el
guardarropa hasta la cinematografía. Con Inframundo: la Rebelión de los
Lycans, los realizadores han reinventado la característica apariencia de
la franquicia mediante ciertas innovaciones, pequeñas e ingentes, que no
hacen sino reflejar el alcance épico de la película.
Tras haber considerado inicialmente a Rumania, el hogar tradicional de
los vampiros, como locación, los realizadores optaron por Nueva Zelanda,
un país reconocido por su tremenda infraestructura cinematográfica
gracias a cintas como la trilogía de Lord of the Rings. Los
sobrecogedores paisajes de Nueva Zelanda, sus verdes y densos bosques,
proporcionaron la escenografía perfecta. “Lo primero que pensé fue que
Nueva Zelanda resultaría demasiado hermosa”, comenta Tatopoulos. “Es
demasiado exuberante, demasiado verde. Ningún mal puede emanar de sus
tupidos bosques. Pero durante nuestra primera trabajo de investigación
visitamos Woodhill Forest, que semeja un bosque muerto. En cuanto lo vi
supe que habíamos encontrado el sitio indicado”.
En vez de recrear los saturados azules y la saturada oscuridad de la
ambientación tradicional y los interiores melancólicos de las primeras
dos cintas, el director de fotografía Ross Emery proporcionó una
profundidad totalmente inédita a las imágenes. Debido a que la historia
se sitúa en un pasado distante, los misteriosos tonos de azul cian han
sido capeados con bronces brillantes. Todo esto ha contribuido a la
apariencia ‘histórica’ de la película. “Las primeras cintas ostentaban
una modernidad total y mucha iluminación fluorescente, pero el mundo que
hemos abordado en esta ocasión está repleto de velas e iluminación
natural, la luz de la luna y todo eso”, dice Emery. “Esto nos da una luz
más cálida. Esta vez nos abocamos a los amarillos y los bronces que
contornean los verdes a fin de complementar el moho y los líquenes de
los exteriores”.
Y por primera vez en la historia de la franquicia, la historia echa mano
de la luz del día. Este detalle constituye un punto narrativo central,
según lo explica Wright. “El personaje de Lucian se desarrolla
enormemente a lo largo de la cinta, y esto lo logra, por ejemplo,
huyendo del castillo y de los dominios aplastantes de la oscuridad y la
noche. Cuando finalmente sale al mundo, a los cielos azules y al verdor
circundante, la experiencia se torna decisiva. De pronto, el color ha
entrado en el mundo”.
Inframundo: la Rebelión de los Lycans es la primera cinta de la serie
filmada en Alta Definición (HD, por sus siglas en inglés). “Para este
tipo de películas, el formato HD funciona a las mil maravillas”, dice
Emery. “La cinta es oscura por la sencilla razón de que los Vampiros
sólo salen de noche. Grabamos en sólo dos semanas todas las escenas de
exteriores. En esta clase de ambiente, el formato HD resulta idóneo y
los resultados son realmente hermosos”.
El formato de Alta Definición (HD) le permitió a Emery manipular la
velocidad de la acción durante las secuencias de lucha, realzando en el
proceso la apariencia de los hombres-lobo, aunque muy sutilmente.
“Descubrimos que los hombres-lobo lucen más terroríficos y amenazadores
cuando son filmados con el obturador a 45 grados. Todos sus movimientos
alcanzaron un mayor contorno, volviéndose de esta manera más agresivos y
violentos”, dice.
“Adoro la Alta Definición porque te permite ver cómo lucirá todo incluso
estando en el set”, dice Emery. “No tienes que imaginar cómo se verá
todo después de las evaluaciones y el resto del proceso. Para alguien
tan visual como Patrick, esto es fantástico porque los monitores le
permitían ver una especie de versión definitiva. Una herramienta
tremenda para todos los miembros del equipo por la sencilla razón de que
nos permitió a todos realizar los ajustes pertinentes”.
Emery asegura que el departamento de arte facilitó su labor. “Todo lo
que tuve que hacer fue presentarme en el set y encender las luces. Todo
estaba detallado hermosamente, y tanto los creadores de escenografías
como los muchachos de la construcción, los diseñadores de vestuarios y
todo el resto realizaron un trabajo magnífico. Me trabajo resulta mucho
más sencillo cuando puedo adentrarme en un set en el que mi cámara capta
sólo cosas fantásticas y admirablemente dispuestas”.
El diseñador de producción Dan Hennah es el galardonado (con un Premio
de la Academia) director de arte de la trilogía de The Lord of the Rings.
“Uno de los bonos en esta ocasión fue el trabajo realizado junto a un
director auténticamente visual”, dice. “Gracias a su experiencia como
diseñador de criaturas y de producción, Patrick podía ver claramente lo
que deseaba, y esto es algo que siempre ayuda”.
Tatopoulos fue muy insistente en lo concerniente a un detalle: la cinta
debía evitar a toda costa caer en los convencionalismos góticos de las
historias de vampiros. “Esta cinta se desarrolla en un periodo pre-gótico”,
dice Hennah. “Nuestras influencias más grandes fueron la arquitectura
Georgiana, la arquitectura de piedra de la frontera rusa y el estilo
turco-bizantino. ¡Creo que al final creamos un fumadero de opio de
piedra maciza!”
Tatopoulos quería que el set principal, esto es, el castillo, fuera una
siniestra y gigantesca estructura esculpida en piedra, capaz de arrojar
su sombra sobre todos los personajes. Aunque el edificio en sí fue
elaborado por computadora (tecnología CGI), el equipo construyó la pared
del patio y la fachada, y es en estos lugares donde ocurre casi toda la
acción. La construcción se tomó ocho semanas y fue realizada en un
estudio-bodega en South Auckland. El equipo encargado de este proyecto
estuvo conformado por cientos de yeseros, pintores y carpinteros.
“En su mayor parte, esto constituye un ambiente subterráneo”, dice
Hennah. “Supuestamente, los Vampiros habían logrado apoderarse de un
viejo castillo o monasterio construido con rocas. Y poco a poco lo
estaban transformando según sus necesidades. Esto da cuenta tanto de los
esclavos como de la construcción”.
La verja del castillo está adornada con esqueletos, una referencia a la
antigua práctica consistente en ostentar cabezas decapitadas a manera de
advertencia contra todos los enemigos y maleantes potenciales. El motivo
de los esqueletos se encuentra asimismo esculpido en el muro de piedra
del patio, junto con algunas esculturas que evocan ciertos símbolos
georgianos y celtas.
Pero la creación más encumbrada de Hennah es, sin lugar a dudas, la
cripta, una habitación circular pintada a fin de simular un intrincado
arreglo de mosaicos dorados, amarillos, verdes y rojos. “Si la cripta no
hubiese sido pintada adecuadamente, la construcción no hubiera resultado
verosímil”, dice Tatopoulos. “Nuestros criterios para los acabados del
set fueron altísimos”.
Los disfraces han sido un elemento estilístico crucial desde la primera
parte de Inframundo. Para Inframundo: la Rebelión de los Lycans, los
diseñadores crearon una apariencia única y novedosa. Los realizadores
querían que Sonja portara un atuendo guerrero y a la vez muy sexy, un
disfraz a la vez práctico y ligero para las secuencias de acción. Wendy
Partridge, la diseñadora de los disfraces de las dos primeras cintas de
Inframundo, creó un traje que incluye un par de botas que llegan a
cubrir los muslos, un corsé de cuero y una armadura corporal con cadena
para los combates.
“No creo que alguien haya visto algo semejante en el pasado”, comenta
Mitra. “Esto constituye otro nivel en lo concerniente a los disfraces.
No entiendo cómo un atuendo puede ser a la vez tan increíblemente
masculino y seductor. Ponérmelo fue toda una pesadilla, pero creo que el
esfuerzo ha valido la pena, porque cada vez que salía del vestidor
estaba convencida de que me había transformado en mi personaje”.
La diseñadora Jane Holland creó los disfraces del resto del elenco. Para
Holland, el trabajo realizado bajo la batuta de Tatopoulos constituyó
uno de los placeres más grandes de su carrera. “Su sentido visual es
indiscutible”, nos dice. “Pudo expresar todas sus ideas con claridad, y
además es un dibujante experto y veloz. Resulta evidente que en su
cabeza tenía toda suerte de imágenes sólidas y definidas, pero jamás
rehusó nuestras sugerencias”.
“Realizamos numerosas artesanías, mucho trabajo en cuero, en metal, en
tela, acabados a mano”, prosigue. “Es increíble poder hacer todo eso,
sobre todo cuando hay alguien ahí que aprecia el detallismo”.
Tras consultar con Tatopoulos, Holland sugirió un concepto que combinaba
las referencias medievales y la fantasía pura. Para los miembros del
Consejo de Vampiros, Holland creó algunos diseños decadentes y opulentos
utilizando costosas telas como el terciopelo, mientras que los esclavos
fueron revestidos con un poco de cuero rasgado. Los personajes humanos
utilizaron prendas hechas de estopa barata.
“Patrick visualizó a los Vampiros como seres acicalados y angostos,
estos es, sumamente ágiles”, explica Holland. “Yo trabajé con esa
silueta y esos rasgos en mente. Al final logré vestirlos adecuada y
refinadamente. A causa de la noche y la penumbra, los colores por los
que optamos fueron el negro y otras tonalidades oscuras. Utilizamos
texturas brillantes, como el cuero”.
Los cuatro trajes de Viktor incluyen su traje clásico y habitual, un
abrigo largo de cachemira con un cuello ornamentado, mangas y
dobladillos. También utiliza un saco corto de piel, una falda, una
armadura estilizada y un casco hecho de huesos.
Lucian y los demás esclavos fueron arropados con cuero desgastado, tan
viejo que en realidad semeja una segunda piel. Sin embargo, debía ser lo
suficientemente flexible como para que Michael Sheen pudiera moverse con
soltura absoluta durante las exigentes escenas de pelea.
“Estos disfraces desempeñan gran parte del trabajo por ti”, asegura
Steven Mackintosh. “Cuando te adentras en un set vestido así, cuando te
ves rodeado de antorchas y verjas en un patio o en un salón, cuando de
pronto te encuentras en una mazmorra o en un calabozo, los elementos
visuales de la cinta se convierten en magia pura. Mi disfraz es una
mezcla de Ricardo Corazón de León y Black Sabbath, y creo que esto lo
resume todo admirablemente. Es decir, es medieval, pero con un toque de
rock ‘n’ roll”.
Inframundo: la Rebelión de los Lycans incluye varias escenas de
intensísima acción, incluyendo un mano-a-mano entre dos Vampiros muy
poderosos, un sangriento encuentro entre algunos hombres-lobo y un
Repartidor de la Muerte, así como la épica batalla librada entre
Vampiros y hombres-lobo, que culmina con el emocionante duelo de Viktor
y Lucian.
A fin de preparar adecuadamente a los actores para las numerosas y muy
demandantes escenas de acción, el coordinador de dobles y acrobacias
Allan Poppleton entrenó intensamente con ellos antes del rodaje, pero
asimismo a lo largo de toda la producción. Michael Sheen, por ejemplo,
pasó varias semanas preparándose para su papel. “Me divierto mucho con
los espadazos y todo lo demás, así que esta cinta me permitió
desarrollar un poco más mis habilidades. Desde siempre he sentido una
cierta inclinación por el costado físico de la actuación, y esto es algo
con lo que he intentado nutrir a mi personaje. Y si tomamos en cuenta
que en ocasiones mi personaje debía aparecer escasamente vestido,
¡mientras más saltara de un lado a otro para eludir el frío ambiente,
mejor!”
La pelea entablada entre Viktor y Sonja fue filmada en el patio del
castillo, con una máquina de lluvia y tormentas. “Pasamos toda una
semana batiéndonos en combate bajo una lluvia torrencial, utilizando
nuestras espadas y lentes de contacto”, dice Mitra. “Cada vez que
mirábamos hacia arriba, el agua se metía en nuestros ojos, anegándolos y
moviendo los lentes de contacto.
“Mi disfraz me causó problemas bajo la lluvia”, añade. “Mi cota de malla
se convirtió en un rallador de queso. En realidad todo se redujo a
empaparse y lucir como una rata ahogada, ¡a pesar de que la idea
consistía en mantener el estilo y la apariencia sexy!”
Tatopoulos describe la escena final como una batalla entre clanes que se
juegan el todo por el todo, hasta la muerte. Este encuentro es una
combinación de criaturas animadas, actores, dobles e imágenes creadas
por computadora, todo ello implementado a fin de poblar el campo de
batalla con Lycans y hombres-lobo, creando así un enfrentamiento de
pesadilla entre el avanzado armamento de los Vampiros y la ferocidad
intrínseca de los hombres-lobo.
Gracias a su experiencia como creador de monstruos, Tatopoulos no dudó
en utilizar algunos dispositivos animatrónicos, además de ciertas
imágenes creadas por computadora que no hicieron sino amplificar la
sensación onírica. “Fue todo un reto”, rememora el director. “Teníamos
que crear una sensación de inmensidad durante la pelea, aunque en
realidad sólo contábamos con cuatro Lycans y cuatro hombres-lobo. Sólo
dos de ellos eran mecánicos, lo que significa que podían moverse durante
la toma”.
“Así, realicé varias tomas con estas criaturas móviles”, dice. “Apoyo
totalmente la noción de las criaturas mecánicas, pero hay que dejar un
espacio libre para las imágenes por computadora, que en cierto sentido
constituyen un método mucho más controlable. Creo que al final dimos con
un balance perfecto”.
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