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En el gran país de los pingüinos Emperador, en el corazón de la
Antártida, es necesario saber cantar. Eso es una desgracia para el
desafortunado Mumble (ELIJAH WOOD), ¡porque él es el peor cantante del
mundo! Obviamente su arte no es el canto ¡pero sí el baile! y lo suyo…es
el zapateo americano.
Su mamá, Norma Jean (NICOLE KIDMAN), piensa que su hijo es muy bueno
bailando. Pero su papá, Memphis (HUGH JACKMAN), no piensa que esa sea
“una cosa para pingüinos”. En lo que sí están de acuerdo ambos padres,
es que sin una canción de amor, es posible que su hijo nunca encuentre
una pareja.
La amiga de Mumble, Gloria (BRITTANY MURPHY), es la mejor cantante de
los alrededores. Es una suerte que el destino los pusiera juntos. Mumble
y Gloria se sintieron muy unidos desde el momento mismo en que salieron
de sus respectivos huevos. Sin embargo, a Gloria le cuesta entender la
rara tendencia de su amigo por bailar.
Mumble es distinto. Así al menos lo considera Noah el Anciano (HUGO
WEAVING), el severo líder de la Tierra de los Pingüinos Emperador, que
al final, lo echa de la comunidad.
Fuera de su casa, Mumble se encuentra con un grupo de pingüinos, que
decididamente no tienen nada que ver con los Emperador. Son los Amigos
Adelias. Con Ramón (ROBIN WILLIAMS) al mando de los Adelias, los
pingüinos inmediatamente aceptan a Mumble con sus bonitos bailes, y lo
invitan a divertirse con ellos.
En la tierra de los Adelias, Mumble busca el consejo de Lovelace el Gurú
(también con la voz de ROBIN WILLIAMS), un loco pingüino salta rocas que
contesta cualquier pregunta a cambio de una piedra.
Mumble, junto con Lovelace y los Amigos Adelias cruzan vastos
territorios y tienen grandes aventuras, que les hacen darse cuenta que
cuando uno es fiel a sí mismo, puede transformar el mundo.
Warner Bros. Pictures en asociación con Village Roadshow Pictures,
presenta una producción Kennedy Miller, en asociación con Animal Logic
Film. “Happy Feet: El Pingüino” es una película de George Miller, con
las voces de Elijah Wood, Robin Williams, Brittany Murphy, Hugh Jackman,
Nicole Kidman, Hugo Weaving y Anthony LaPaglia. La película también
ofrece el zapateo americano de Savion Glover.
“Happy Feet: El Pingüino” fue dirigida por George Miller, quien co-escribió
el guión con John Collee, Judy Morris y Warren Coleman. La película fue
producida por Doug Mitchell, George Miller y Bill Miller, con Zareh
Nalbandian, Graham Burke, Dana Goldberg, y Bruce Berman como productores
ejecutivos. Música original de John Powell. La banda sonora incluye
canciones cantadas por Prince, Yolanda Adams, Fantasia Barrino, Gia
Farrell, Chrissie Hynde, Patti LaBelle, k.d. lang, Jason Mraz, y Pink.
“Happy Feet: El Pingüino” es distribuida por Warner Bros. Pictures, una
compañía de Warner Bros. Entertainment, y en territorios selectos por
Village Roadshow Pictures.
www.happyfeetmovie.co.uk
SOBRE LA PRODUCCIÓN
-“Si ‘Babe’ fue la película del ‘cerdito que habla’, esta es la película
del ‘pingüino que baila’”- dice George Miller comparando “Happy Feet: El
Pingüino”, su trabajo más reciente, con la película 1990. El co-escribió,
produjo y dirigió “Happy Feet: El Pingüino”. La idea de una historia
sobre un pingüino Emperador - que fuera excelente bailarín de zapateo
americano - se le ocurrió viendo una serie de documentales sobre la
fauna de la Antártida.
-“Hay una sola cosa que me atrae al realizar un proyecto, no importa si
es ‘Mad Max’, o historias sobre cerditos o pingüinos, y eso es: la
fuerza de la historia- comenta Miller - “¡La historia es lo más
importante! Lo seductivo de trabajar en una película, es que uno puede
ir al mundo que quiera al tratar de encontrar un relato que tenga un
fondo significativo. Por eso no hay mucha diferencia entre ‘Mad Max’, ‘Babe’,
o las criaturas de “Happy Feet: El Pingüino”.
-“La vasta naturaleza de la Antártida siempre me atrajo”- continúa el
director –“Hace unos diez años atrás, cuando ví la película documental
sobre pingüinos de la BBC/National Geographic, ‘La vida en el
congelador’ (‘Life in the Freezer’), me dí cuenta que había una gran
historia para contar allí. Los pingüinos tienen vidas extraordinarias,
alegóricas a la raza humana al comparar nuestras conductas: su manera de
sobrevivir en el fin del mundo, agrupados para combatir el frío,
compartiendo el calor, cantando para encontrar su pareja”.
Miller se refiere a la canción de amor de los pingüinos Emperador, y a
su manera de poder identificarse el uno al otro entre medio del inmenso
grupo. –“A nuestros oídos suena como si fueran graznidos”- aclara el
director –“pero para los pingüinos es como una canción. Debe haber unos
25 mil pájaros en los hielos de la Antártida, cada uno tiene una canción
única ‘personal’, y de esta manera se las arreglan para poder
encontrarse mutuamente, entre la multitud y la cacofonía”.
-“La película cuenta la historia del pingüino Mumble, desde el momento
en que sus padres se juntan, luego, su nacimiento cuando él sale del
huevo, su vida de pollo, hasta que llega a ser un pingüino adulto.
Relata entonces sus experiencias al tratar de encontrar su lugar en el
mundo”.
Mumble nace en una comunidad de pingüinos Emperador, y con el tiempo
comprueba que es un pésimo cantor. Entonces sus padres lo llevan a lo de
una maestra para que le enseñe a expresar sus más profundos
sentimientos. ¡Cuál no sería la sorpresa cuando esos sentimientos salen
en forma de baile! Eso es muy raro en su comunidad.
Con el tema de la canción de amor, Miller incorporó música y baile a la
historia, incluyendo algunas canciones contemporáneas y clásicas, y
varios estilos de danzas.
-“‘Happy Feet: El pingüino’ se inició mucho antes que saliera ‘March of
the Penguins’”- explica Miller, contestando a la pregunta que le hacen
frecuentemente – “Fue una suerte que el documental haya sido tan
exitoso, porque de esa manera, aumentó el interés del público por ver
nuestra película, realizada con animación por computadoras”.
LOS PERSONAJES Y LA SELECCIÓN DE ACTORES
Para darle vida al personaje principal –Mumble- se necesitó un gran
equipo de genios técnicos y voces especiales. La co-escritora Judy
Morris comenta: -“A Mumble le interesa descubrir cosas nuevas. Quien
fuera que le diera su voz, debía tener la capacidad de transmitir
inteligencia e inocencia a la vez, y al mismo tiempo ser simpático y
tener buena onda. Necesitábamos un actor con verdadera capacidad para
todo ello, y lo encontramos en Elijah Wood”.
-“La confianza y consciencia de sí mismo de Mumble es extraordinaria”-
dice Wood. El actor interpretó a otro ser con mucha determinación en la
trilogía de películas “The Lord of the Rings”- “El se rehúsa a creer que
su gusto por bailar sea un problema, y no quiere dejar de lado esa parte
de su ser que lo hace único. Mumble dice ‘dicen que tengo esta rareza,
pero en realidad, para mí no es raro, es raro para los otros. A mí me
gusta, o sea, que son los otros los que tienen que avenirse a ello’”.
Wood está muy orgulloso de poder transmitir un mensaje, a través de
Mumble, para que los niños, y también los adultos, se acepten a sí
mismos. -“Es muy importante que la gente se dé cuenta que no deben dejar
de lado las cosas que los vuelven únicos, especialmente con respecto a
la otra gente”.
Si bien Wood dio su voz al pingüino Mumble, las canciones de amor que
canta están expresadas por otro talentoso artista: Savion Glover. -“Yo
puedo entender y relacionarme mucho con Mumble”- confiesa Glover -
“porque si bien soy fiel a mi forma de arte, que es el zapateo
americano, no soy muy buen cantante. Yo traté de serlo, y voy a seguir
tratando, pero reconozco que soy mucho mejor con mis pies, al igual que
Mumble”.
-“También me identifico con Mumble en cuanto a eso de sentirse como sapo
de otro pozo”- continúa Glover - “en la escuela él no se siente a gusto.
Yo soy un bicho raro también, un bicho raro que baila”.
Sumándose al grupo de talentosas voces, hay dos primerísimas estrellas
australianas: Hugh Jackman en el papel del padre de Mumble, el pingüino
Memphis; y Nicole Kidman, su madre, el pingüino hembra Norma Jean.
-“Memphis es un pingüino buena onda”- dice Jackman, actor ganador del
premio Tony, por su interpretación del “hijo preferido de Australia”,
Peter Allen, en la exitosa obra que se ofreció en Broadway, “The Boy
From Oz”. Jackman continúa diciendo: -“Memphis realmente ama a Norma
Jean. Cuando se enamoran el uno del otro, él es el pingüino más feliz
del mundo”.
Kidman ganó un premio de la Academia por su interpretación de Virginia
Woolf en “The Hours”. “Happy Feet: El Pingüino” no es la primera
película en la cual ella canta. Ya lo había hecho en el papel de Satine,
al filmar “Moulin Rouge”, de Baz Luhrmann.
-“Fue maravilloso volver a trabajar con Nicole”- dice Miller -“Ella es
especial. Cuando el productor Doug Mitchell la llamó para proponerle el
papel, ella aceptó de inmediato. Más tarde yo le pregunté porqué había
aceptado el papel sin ni siquiera haber leído el guión, y ella contestó
que, dada nuestra relación, nunca hubiese dicho que no. Me quedé muy
impresionado por su gentileza”.
-“Al principio de la película, cuando uno vé a Norma Jean, muchos
pingüinos jóvenes están interesados en ella. Norma Jean tiene una manera
especial de bambolarse al caminar, y una voz muy especial. Es muy bonita
y sexy. Pero ella sólo tiene ojos para Memphis”- dice Kidman - “Después,
juntos tienen un bebé, y desde el primer momento en que ella vé a Mumble,
siente amor por él. A ella poco le importa que su canción de amor no
suene bien. Norma Jean piensa que Mumble es perfecto tal como es, y esa
es la manera que una madre siente por sus hijos”.
-“Lo que me gusta de Norma Jean, es que es la única en la comunidad que
verdaderamente cree que Mumble no tiene nada de raro” – agrega Miller -
“Ella toma la parte de su hijo”.
En cambio, Memphis se culpa a sí mismo por lo “diferente” que es Mumble,
por un accidente que ocurrió cuando él era tan solo un huevo.
Comenta Jackman - “En gran parte de la historia, Memphis es infeliz por
hacer justo lo que Mumble se niega a hacer: dejar de ser él mismo”.
-“Memphis y Norma Jean quieren que Mumble sea feliz”- dice Kidman -
“Pero a Memphis le cuesta aceptar que Mumble baile, por eso Norma Jean
trata de ayudarlo a comprender. Ella le dice ‘Tal vez Mumble no sea
exactamente como tú, pero es tuyo. Quiérelo tal como es’. Solamente
cuando Mumble le muestra a su padre que todo va a estar bien, la familia
se vuelve a unir”.
-“Yo estoy muy orgulloso de la familia que logramos formar” – dice ufano
Miller -“Hugh, Nicole y Elijah en verdad le dieron al relato gran
calidez”.
El pingüino hembra que hace saltar el corazón de Mumble, es la audaz y
decidida Gloria, con la voz de Brittany Murphy. -“Gloria es la mejor
cantante de toda una generación de pingüinos”- afirma Miller- “por eso,
era necesario que la actriz que le diera su voz no sólo tuviera buena
voz al hablar, sino también una voz inspiradora al cantar”.
Murphy es conocida por varios papeles que desempeñó previamente, pero
nunca había cantado frente a las cámaras. –“Yo no sabía que Murphy podía
cantar hasta que alguien me mostró una prueba que ella hizo”- recuerda
el director- “Brittany había aprendido canto aún antes de aprender a
actuar. Cantó dos canciones en la película, y lo hizo maravillosamente
bien”.
La canción de amor de Gloria es clave en la historia de Mumble. Su
canción, es una versión lenta de “Boogie Wonderland”, y es la verdadera
expresión de su personaje. Pero cuando Mumble le ruega que escuche la
música que él produce con sus patas, la canción de Gloria finalmente
encuentra su ritmo, y algo nuevo comienza a surgir.
A Murphy le gusta la música desde siempre, y dice que esa pasión por
expresarse a través de una canción, era una idea con la cual ella se
identifica. -“Aunque Gloria sabe que tiene talento, su canción en
realidad le sale desde adentro. Es su manera de expresar sus
sentimientos y pensamientos más íntimos, tal como lo hace Mumble con sus
pies”.
A la actriz inmediatamente le gustó su personaje. -“Gloria tiene mucha
confianza en sí misma, es fuerte, fresca, y es puro corazón. Ella tiene
muy buenas intenciones, y nunca tiene miedo de hablar. A mí me gustaría
tener una amiga como ella”.
El personaje de Murphy es totalmente devoto a su amigo Mumble, sin
embargo, los ancianos de la comunidad no comparten su punto de vista.
Entre ellos el irascible Noah, a quien da voz Hugo Weaving.
-“Hugo tiene una voz encantadora”- dice Miller- “pero confieso que lo
empujé hasta su límite. En una de las escenas, él debe gritar contra el
viento de una gran tormenta y contra mil voces que cantan”.
Deambulando por los territorios de la Antártida, Mumble finalmente
encuentra verdadera camaradería en un lugar inesperado, con los amigos
Adelias, un grupo de cinco graciosos pingüinos latinos. Ellos son mucho
más pequeños que Mumble, pero su personalidad sin duda es mucho más
grande. Su jefe es Ramón, el más ruidoso de todo el grupo. Los Adelias
se hacen amigos de Mumble muy inmediatamente, y por primera vez en su
vida, Mumble siente que está en su lugar, y que lo aceptan tal cual es.
Los Adelias dicen que los movimientos de Mumble son “accidentalmente
buenos”, y le enseñan a gozar verdaderamente de la vida.
Para darles a los Adelias la chispa y vivacidad que necesitaban, Miller
buscó directamente al más reconocido maestro: el legendario comediante
Robin Williams, quien es la voz de Ramón. -“Con tan solo saber que
George Miller iba a dirigir la película, acepté el papel”- declara
Williams - “Me refiero a que este hombre trabajó con cerditos que
hablan, y esta película es ‘La Marcha de los Pingüinos’ que se encuentra
con “Riverdance’”.
Habiéndose asegurado a Williams para darle voz al frenético Ramón,
Miller trató de conseguir comediantes reconocidos de la comunidad
latina. Carlos Alazraqui, Johnny Sánchez III, Jeff García y Lombardo
Boyar prestaron respectivamente su voz a Néstor, Lombardo, Rinaldo y
Raúl.
-“George quería que grabásemos a los Amigos en grupo, con todos los
micrófonos abiertos” – detalla el co-escritor Warren Coleman -“Los
actores estaban parados en un amplio círculo, para poder verse w
interactuar el uno con el otro. Se picaban mutuamente, tratando de
buscar las palabras o la idea que hiciera reír a todos los presentes. El
ambiente que crearon, fue perfecto para nuestra película, haciendo
sentir a todos que los Amigos son familia, hermanos que se quieren y se
respaldan fielmente”.
-Básicamente los dejamos improvisar, y que se incitaran el uno al otro”
– agrega Miller - “Y bien que lo hicieron, a rienda suelta”.
-“Éramos Los Pingüinos”- exclama Williams sobre sus co-protagonistas -
“¡Cuando nos juntábamos, nos divertíamos!”
Williams disfrutó especialmente la bravuconería y el gusto por las
hembras de su personaje. -“Ramón es muy bueno para encontrar piedras. En
el mundo de los pingüinos las piedras son como diamantes, y Ramón sabe
que a las muchachas les gustan los diamantes. Se la pasa tratando de
impresionarlas. Esa es una de las razones por la que quería hacer este
personaje: porque cada uno de nosotros tiene un pequeño pingüino dentro
suyo. Yo quería entrar en contacto con mi pingüino macho interior”.
La energía incomparable de Williams no podía desperdiciarse en un solo
papel. El actor también es la voz del excéntrico pingüino salta rocas
Lovelace, el Gurú de la tierra de los Adelias, el cual también narra la
historia.
Mucho del atractivo de Lovelace es su extraño “talismán”. En realidad
éste no es más que un anillo de plástico de los que sostienen las latas
de cerveza juntos, el cual le quedó atorado en su cuello al nadar. -“Lovelace
es suave, como Barry White. Además es muy sabio. El contesta todas las
preguntas de los Adelias, haciendo contacto con seres místicos, los
mismos que le dieron su extraño talismán”- detalla Williams.
Al interpretar dos personajes, el actor debía crear dos personalidades
distintas. -“Robin tiene talento e intuición”- opina Judy Morris - “Su
actuación se parece en mucho a los bailes de Savion: algo inexplicable.
Ambos son talentosos y rápidos”.
Robin no pretende ser cantante, pero cantó, y ¡nada menos que en
español! – dice Miller –“y al igual que todo lo que él hace, puso todo
su ser en ello”.
Completando el reparto de actores están: Anthony LaPaglia como el Jefe
Skua, líder de una pandilla de pájaros que amenazan al pequeño Mumble; y
las veteranas actrices Miriam Margolyes y Magda Szubanski, como las
maestras de escuela de los pingüinitos, la señora Astrakhan y la
señorita Viola, quienes tratan de sacar la mejor canción de amor posible
del hijo de Memphis y Norma Jean. Uno de los más grandes amantes de los
animales, el mundialmente famoso y ahora difunto Steve Irwin, prestó su
voz a los enormes elefantes de mar que se encuentran con los Adelias y
con Mumble, en la vastedad del paisaje de la Antártida.
Miller comenta: -“Tuve mucha suerte de poder contra con su voz. Robin
Williams, como bien sabe el mundo entero es una fuerza de la naturaleza.
Fue una experiencia maravillosa trabajar con él. También fue fantástico
verlo trabajar a Robin conjuntamente con actores más jóvenes como Elijah
Wood, y a los cuatro buenos comediantes que personificaron a los
Amigos—Johnny Sánchez, Jeff García, Carlos Alazraqui y Lombardo Boyar”.
El director continúa: -“No hay demasiada diferencia entre trabajar con
actores que actúan en un escenario, y con los que tan solo prestan su
voz. Organizamos la grabación de las voces al igual que se haría con una
grabación en vivo, tratando de tener juntos a la mayor cantidad posible
de actores. Teníamos un reparto sensacional. Sólo se trataba de ponerlos
juntos, y dejarlos hacer. Yo me esforzaba en mantener los ojos cerrados,
para no dejarme seducir por las fascinantes caras que ponían los
actores”.
-“Grabamos en muchos lugares distintos, según en dónde se encontraban
los artistas cada vez. Hugh, Nicole y Elijah fueron grabados Los Angeles
y Nueva York; Robin en San Francisco y Los Angeles, junto con Brittany y
Anthony. A Hugo Weaving lo grabamos en Australia. Así que las voces se
grabaron en todos lados. Para actuar se necesita estar en contacto, y
todas las veces ponemos tantos actores juntos como sea posible”.
LA MÚSICA
Al principio, cuando a George Miller se le ocurrió la idea de hacer
“Happy Feet: El Pingüino”, no se imaginó una película musical. -“Al ir
desarrollando la historia, y dado que los pingüinos Emperador utilizan
su voz para encontrar a su pareja, me dí cuenta que necesitaba tener
canciones a lo largo de la película. Pero en el argumento sucede que
Mumble no canta bien sino que baila bien. Entonces ví claramente que
estaba en el medio de un musical. Por eso me gusta llamarla
‘accidentalmente musical’”- detalla Miller.
Miller terminó centrando el tema de la película en la canción de amor,
porque la música popular es una forma de expresión de todos. Entonces
los productores seleccionaron canciones significativas que dieran vida
al argumento. “Happy Feet: El Pingüino” tiene diferentes estilos
musicales, entre los que se incluyen rock, funk, ópera, rap, litúrgico,
pop, evangélico y música latina.
-“Como todos los pingüinos se ven casi iguales era muy importante marcar
la diferencia entre ellos con la voz. Voces únicas y canciones únicas.
Por eso me decidí a usar un repertorio de canciones que en su mayoría
son del siglo XX”- explica Miller - “Judy Morris es una enciclopedia
viviente de música. Ella es una especie de iPod caminante. Judy conoce
cualquier canción, y su letra, y se acuerda inmediatamente. Entre las
infinitas reuniones que tuvimos para elegir la música, ella sugirió
piezas inspiradoras, que venían a la medida justa que necesitábamos”.
El notable compositor John Powell, estuvo a cargo de la composición de
la banda original de la película. –“Necesitábamos mucho más que un
compositor para “Happy Feet: El Pingüino”, necesitábamos una persona
múltiple”- confiesa Miller - “Yo quería a alguien que no pensara que se
trataba de ir directo a la música pop, y que a la vez no se sintiera
intimidado por la música clásica, la ópera, o inclusive el rap. John
Powell comprende la música de verdad, y es un compositor lo
suficientemente joven como para incursionar en varios géneros de
música”.
-“John creó arreglos extraordinarios”- comenta Brittany Murphy -“Una de
las canciones de Gloria, es un homenaje a Freddie Mercury del grupo
Queen, ‘Somebody To Love’, canción que era perfecta para el tema de la
película. Le dimos un toque de música religiosa evangelista (gospel), lo
que le dio emoción y a la vez la tornó en divertida. Fue increíble
trabajar con los arreglos que hizo John. Para mí él fue un guía musical
genial”.
Otras de las canciones de amor del filme son: “Do It Again” de The Beach
Boys; “My Way” (cantada en español por Robin Williams) de Frank Sinatra;
y una versión de “Kiss” de Prince (cantada a dúo entre Hugh Jackman y
Nicole Kidman). Esta última en una parte repite todo el repertorio de la
película. Cuando Miller quiso cambiar la letra original de “Kiss” (para
que fuera más “pingüinista”) pidió permiso Prince, que al principio dijo
que no. Sin embargo más tarde, al ver un primer corte de la película, el
músico no sólo accedió al cambio, sino que le gustó tanto que escribió
la canción original que se toca al salir los créditos de la película.
La canción de Prince “The Song of the Heart”, también será parte de la
banda sonora original de “Happy Feet: El Pingüino”, la cual será lanzada
a la venta por Warner Sunset/Atlantic Records el 31 de Octubre del 2006.
El mismo álbum incluirá también: otros artistas populares como la
legendaria Patti LaBelle, Yolanda Adams y Fantasia Barrino, ganadora de
“American Idol’s”, todos cantando “I Wish”; Pink cantando “Tell Me
Something Good”; Chrissie Hynde y Jason Mraz cantando una mezcla entre
de canciones “Everything I Own/The Joker”; k.d. lang cantando la canción
de The Beatles’ “Golden Slumbers”; Gia Farell con su nuevo single “Hit
Me Up”; y la canción de los Brand New Heavies, “Jump N’ Move”. La música
de orquesta de John Powell estará también incluída en “The Story of
Mumble Happyfeet”.
-“Hugh Jackman y Nicole Kidman también cantan en la película” - aclara
Miller - “Pero como Mumble el pingüino es echado de su comunidad por
cantar tan mal, Elijah Wood no tuvo que cantar bien. Y en verdad ¡ni sé
si él puede cantar bien en general! En un momento le pedí que cante bien
mal, ¡y lo hizo maravillosamente!”
-“Aprendí mucho sobre el papel que juega la música en las películas”-
declara Miller –“Miré los grandes musicales y traté de entender cuál era
el centro de la coreografía, y qué hacía que una gran producción
funcionase. Es claro que los bailes deben narrar algo, no ser
decorativos simplemente”.
DANZA
Capaz ningún elemento musical fue tan importante a la historia como los
bailes, que son la esencia de la canción de amor de Mumble.
Miller dice: -“Cuando decidí crear una película sobre un pingüino
bailarín, no esperaba que los artistas digitales lograran animar un
baile brillante. Después de todo, al igual que un animador, un bailarín
adquiere sus habilidades a través del trabajo de toda una vida. Por eso,
la mejor manera de hacer bailar a los pingüinos fue a través del proceso
de Captura de Movimientos.”
Miller estaba seguro que Savion Glover era el hombre indicado para que
Mumble hiciera un zapateo revolucionario. -“Dado que Mumble es un
bailarín virtuoso, ¿quién mejor que Savion para interpretarlo? El
inimitable baile de Savion fue filmado a través del proceso de Captura
de Movimientos para que Mumble zapatease en las escenas del baile
principales de la película, declara el director. –“Su ritmo es complejo
y sofisticado. El zapateo americano es música que uno crea con el
cuerpo, y Savion es un virtuoso. Uno puede tocar cualquier cosa, y él
improvisa. En un momento le pasamos el ruido de un helicóptero, y él
imitó el ruido con sus pies. Se movía tan rápido que la cámara no lo
podía grabar. Mucho más rápido de lo que podían ver mis ojos. En verdad,
él es extraordinario”.
Glover debutó en Broadway a los 12 años, cuando compartió el escenario
con leyendas del zapateo americano como Sammy Davis Jr. y Gregory Hines.
-“Savion es el último de una línea de zapateadores clásicos”- hace notar
Miller – “A él le gusta el zapateo de alma, es una parte de su ser. El
siente que es su obligación pasar su conocimiento a otros, y es por eso
que él fue la única opción en bailarines para que Mumble tuviera su
canción de amor”.
-“Estoy seguro que los niños van a ver el baile en la película, y van a
decir ¡qué bueno! George hace que el zapateo americano vuelva, y yo
estoy muy agradecido de poder ser parte de ello” – dice Glover - “Yo no
soy el único zapateador. Estoy seguro que hay muchísimos bailarines que
van a ver lo que George hizo en esta película y van a decir: ‘¡gracias,
gracias, gracias!”
Judy Morris está de acuerdo con la opinión de Savion. -“El hijo menor
del compositor estaba fascinado con lo que hacía Savion, y desde que lo
vio lo único que hace es zapatear como loco”.
Warren Coleman cuenta sobre el extraordinario arte de Glover. -“Al
principio de cada toma para la captar los movimientos, los actores se
quedan quietos para que las computadoras los puedan ‘captar’. Pero de a
ratos se sentía un ruido como ‘brrrrrr’…que parecía como el de una
ametralladora. El técnico de sonido trataba de encontrar de dónde salía,
para poder comenzar a trabajar. Se fijó en el acondicionador de aire, en
las computadoras, en el equipo de sonido, en todos lados. Pero el ruido
desaparecía tal como había comenzado. Más tarde Savion nos dijo que el
ruido era una broma que él había hecho, con movimientos de sus pies tan
pequeños y rápidos, que nadie podía detectarlos, ni siquiera estando
cerca de él, bajo las poderosas luces. Nos había confundido a todos,
¡inclusive al sonidista!”
Miller es predominantemente un director de actuación en vivo, y al
principio consideró que “Happy Feet: El Pingüino” fuera actuada con
pingüinos de verdad, al modo de las películas “Babe”. Los pingüinos
después serían digitalmente arreglados para que bailaran y cantaran.
Pero la idea tuvo corta vida. -“Sabíamos que no se puede entrenar a
pingüinos para que bailen”- bromea el director.
-“La acción en vivo y la animación por computadoras no son demasiado
distintas. Los principios de filmación aplican a las dos”- comenta
Miller - “Trabajar con animadores es como trabajar con actores que se
mueven en cámara súper lenta. Uno se encuentra con el tedio de ‘una
actuación’ cuadro a cuadro. La diferencia más importante es que uno
pierde la sincronía de la acción. Las voces se hacen por un lado, los
movimientos del cuerpo, los de la cara, las luces, el trabajo de
cámaras, el vestuario y todo lo demás se hacen por otro lada, en un
tiempo distinto. En la acción en vivo, todo es simultáneo.
-“Al realizar una película en el mundo digital, el material es por demás
maleable. Uno puede mover a los actores, la cámara, o las luces y
ponerlos donde quiera. Se puede trabajar la historia de manera más
refinada que lo que normalmente se hace. Creo que esa es una de las
razones por la que los cineastas de Pixar en particular, son tan
magníficos para contar cuentos. Para mí, que veo las películas como una
manera de relatar una historia, la oportunidad de trabajar con imágenes
generadas por computadora (CGI) terminó siendo toda una revelación. Uno
puede contar su cuento a un nivel que en general no es posible”.
Miller trabajó con la compañía de efectos visuales Animal Logic, ubicada
en la ciudad de Sydney, Australia. Comenzó a utilizar la tecnología de
Captura de Movimientos que hace posible que la acción de los verdaderos
actores y bailarines sean pasadas a las imágenes de los respectivos
personajes animados.
El sistema de Captura de Movimientos utiliza varias cámaras en distintas
direcciones, pero en vez de grabar una imagen, las cámaras atrapan la
información de varios reflectores pequeños que están pegados a un traje
muy ajustado al cuerpo.
La información de los movimientos así grabada, se aplica entonces al
modelo del personaje a realizar, con computadoras especiales. En el caso
de Mumble, el modelo tenía la forma de un pingüino Emperador.
En “Happy Feet: El Pingüino”, se llevó la tecnología de Captura de
Movimientos al límite. Miller podía dirigir múltiples actores en sus
trajes especiales, en el escenario para especial para ello, y sus
imágenes salían como pingüinos en los monitores de las computadoras en
el mismo momento. -“Nuestro equipo llevó todo a un nivel superior”-
relata Miller – “Yo podía ver en ese mismo instante a los actores
moverse con forma de pingüinos, cuando ellos estaban actuando. Eso me
dio la libertad de lograr exactamente lo que yo necesitaba dentro del
escenario. Pude dirigir a los actores, para que se moviesen de una
manera u otra, o para que imitaran el movimiento natural de un
pingüino”.
-“El proceso para hacer esta película fue asombroso”- dice Glover -“Es
una gratificación instantánea. En un momento yo estaba allí en el
escenario, usando este traje con un montón de reflectores por todos
lados, y luego podía verme como Mumble, allí nomás, en la computadora.
Yo era Mumble.”
Si bien se eligió el zapateo americano como el estilo individual de
expresarse de Mumble, los cineastas quisieron que hubiera otros estilos
de baile en la película. Para ello Miller contó con la ayuda de la
coreógrafa Kelley Abbey. -“Kelley hizo de todo. Ella, en Australia, es
una excelente coreógrafa tanto en el escenario como en videos musicales.
Además es una artista de primera. En la película, Abbey baila y actúa, y
es el cuerpo que le da estructura a los dramáticos movimientos de varios
personajes, incluyendo a los de Norma Jean, Gloria y Ramón”.
-“Hubo desafíos muy interesantes en esta película” – dice la coreógrafa
Abbey-“Se supone que los bailarines se mueven, fluyen con la música.
Pero los pingüinos básicamente tienen forma de pelotas con pies”.
Fue necesario que cada actor participante en la película aprendiera a
moverse como un pingüino. Por lo tanto Abbey tuvo que inventar una
“escuela de pingüinos”.
Sin embargo, antes de entrenar a nadie a moverse como un pingüino, Abbey
tuvo que aprenderlo ella misma. –“Miré documentales. Tenía que descubrir
entre las varias especies del ave, cuál era la mejor para los
movimientos”.
Las investigaciones de movimientos y baile de la coreógrafa, revelaron
lo opuesto de lo que cualquiera hubiera pensado. –“cuando la gente
piensa en pingüinos, tal vez piensen que tienen los pies mirando para
afuera, al estilo de Charlie Chaplin”- dice Abbey –“en realidad, los
pingüinos tienen los pies paralelos, inclusive mirando hacia adentro, si
se quiere. Como no tienen caderas, todos los movimientos parten desde su
cuello”.
-“Los pingüinos sí tienen rodillas, aunque están adentro de sus cuerpos.
Kelley Abbey enfatizó el parecido del movimiento de los pingüinos en los
bailes, y los bailarines “pingüinizaron” sus movimientos”- explica el
director.
Una valiosa fuente de información fue el Dr. Gary Miller, un experto en
pingüinos y aves de la Antártida reconocido. El ofreció detalles durante
las clases de pingüinos, como por ejemplo que el pico de los pingüinos
Emperador “dibuja” la figura de un 8 al caminar bamboleándose.
-“La selección de bailarines era clave para el proceso de Captura de
Movimientos de la danza, al igual que en las escenas de actuación” –
comenta el co-director/ escritor Coleman -“Como componíamos escenas
mezclando las mejores tomas de distintas capturas de movimientos, los
bailarines debían tener un gran sentido de ubicación, en cuanto al lugar
en el que estaban parados entre los unos y los otros. Eso nos ayudó a
poner todo junto. Como nuestros bailarines tenían experiencia en obras
teatrales musicales, sus movimientos eran siempre expresivos…siempre
contaban una historia”.
Abbey agrega: - “Savion dio otra dimensión a la película. El es único.
Siempre se expresa con los pies. Cuando Savion entra en un edificio, uno
se entera. ¡Se lo puede oír!”.
La colaboración fue un éxito para ambas partes. –“Kelley ya no es más
humana” -bromea Glover -“Ahora se transformó en pingüino, a partir de
está película. Trabajar con ella todo fue fantástico. Me guió, me dio
apoyo…tanto que comencé a llamarla ‘mi pingüino mano derecha’”.
Para lograr las vistas más amplias de las escenas de baile, Abbey y sus
bailarines emplearon distintos estilos de baile. –“Al final de la
película, todo el mundo finalmente es ‘uno mismo’. Los pingüinos se
expresan de manera distinta. Por eso tenemos flamenco, tango y algo
también de bailes irlandeses en línea (riverdancing). También pusimos un
poco de bailes zulúes, africanos (gumboot), navajos, de Samoa y slap”-
detalla Abbey -“Cuando los pingüinos se juntan en este lenguaje
universal de la danza, todo se vuelve parte del mensaje principal de la
película”.
La creencia de que existe un valor en las distintas formas artísticas de
expresarse, fue una idea que creó unión dentro de escenario. – “Como
bailarines, debemos agradecer a los músicos, a los letristas, a los
compositores de las canciones”- confiesa Glover- “Personalmente pienso
que la música y el baile son unas de las más importantes inversiones
culturales creativas que tenemos. No importa qué tipo de persona es cada
uno, todos tienen una canción que les hace decir ‘este soy yo, así
siento’. Eso les llega.Ya sea uno un bailarín, un cantante o algo
completamente diferente, música es ritmo, es nuestro palpitar. Música es
vida”.
CREANDO UN MUNDO DE RITMO
-“Para hacer ‘Happy Feet: El Pingüino’, una cosa era crear unos pocos
pingüinos que bailaran, pero George se había imaginado grandes escenas
musicales en la película, con miles de pingüinos moviéndose al mismo
tiempo. Como bailar es una forma muy personal de expresarse, George
quiso que los movimientos fueran tan individuales como fuera posible”-
detalla el productor Doug Mitchell.
-“Yo tenía que pensar de manera muy diferente”- dice Abbey -“la danza
usualmente no necesita de complejas ecuaciones matemáticas”.
Para producir miles de pingüinos para las distintas danzas de la
película, se necesitó un número relativamente reducido de bailarines,
que serían replicados muchas veces. -“Antes de que comenzara la
producción de ‘Happy Feet: El Pingüino’, pudimos conseguir la Captura de
Movimientos de al menos cinco bailarines del escenario”- dice el
supervisor digital Brett Feeney -“Al terminar, triplicamos ese número.
Podíamos tener hasta 7 bailarines en el escenario, todos usando los
trajes especiales con reflectores”.
Para lograr la masa de pingüinos danzantes en los virtuales paisajes de
la Antártida, Abbey dividió la sala de grabación con una grilla
definida. Cada bloque tenía aproximadamente el tamaño de una cancha de
tenis. Eso representaba la sección correspondiente de hábitat en el
mundo animado por computadora. Ella calculó que necesitaría unas 5
canchas de tenis para llenar esos escenarios virtuales con miles de
pingüinos extra, para una toma en particular. Abbey coreografió una
grilla por vez, y los bailarines debían moverse dentro de un especio
limitado. “Dada la manera en que trabaja el sistema de Captura de
Movimientos, los bailarines y yo debíamos en esencia manejar el pingüino
modelo”- dice Abbey- “Por eso tenía bailarines que llegaban a ciertas
marcas a lo largo y a lo ancho de la grilla, en determinada parte de la
música, tal cual como si fuera un mapa. Yo les dije: -‘al final de esta
línea ustedes tiene que terminar en nueve y once’. En el siguiente
número, retomaban desde nueve y once y continuaban hasta la siguiente
sección. La acción sucedía toda en el mismo escenario físico, y aparecía
en el mundo virtual creado por computadora. En alguna parte de la tierra
de los Emperador”. La información provista por Abbey y sus bailarines,
después era manipulada y mejorada por varios artistas digitales
(incluyendo editores de movimiento, animadores, finalizadotes de
superficies e iluminadores) en Animal Logic. El resultado era el efecto
que hacía ver miles de pingüinos bailando al mismo tiempo.
-“Pese a su gran número, los pingüinos extra que bailaban en las
principales escenas, debían dar la impresión de que se movían
individualmente” - dice el productor ejecutivo y director administrativo
de Animal Logic, Zareh Nalbandian -“Como en realidad no pueden
coreografiar miles de actuaciones con detalle, dados los tiempos reales
de producción, desarrollamos un sistema llamado ‘hordas”’.
“’Hordas” en esencia tomaba la información de pequeños bloques de
bailarines que Kelley había coreografiado, y unificaba sus movimientos”-
explica Feeney - “es un truco de tiempos que orgánicamente compensa los
movimientos. Utilizando un programa especial, uno puede poner juntas 30
ó 40 piezas de Captura de Movimiento, y replicarlas, para dar la
impresión de medio millón de piezas. El efecto logró que los pingüinos
parecieran estar haciendo el mismo paso de baile, pero con su estilo
particular. Al principio estábamos muy orgullosos de haber originado
diez mil pingüinos. Pero cuando George lo vió, quiso que dobláramos el
número. Luego sucedió que cada vez que lo veía nos pedía que dobláramos
el número una y otra vez. Creo que mientras más pingüinos veía George,
más pingüinos quería.”
“Happy Feet: El Pingüino” no sólo llegó a tener más de diez mil
“actores” actuando, y esos actores son pájaros blancos y negros que
potencialmente se ven iguales”- dice Miller.
El supervisor de personajes Aidan Sarsfield comenta: -“Nuestro primer
obstáculo fue cómo crear personajes distintos, entre un grupo que si
decimos la verdad, parecían todos iguales. Fue allí en donde comenzó el
proceso de individualización de los pingüinos”.
El Director de Multitudes, Greg Van Borssum agrega: -“En cuanto a los
fondos de los pingüinos, cambiamos su apariencia levemente. Pero nos
dedicamos especialmente a que su aspecto y acciones estuvieran dentro de
la gama que uno encuentra en la naturaleza. La verdadera diferencia se
creó al animar las caras de los personajes principales, en primer
plano”.
Muchos de los personajes tienen leves características distintivas, como
por ejemplo Mumble tiene unas plumitas que parecen un moño en su cuello,
y ojos azules, otro ejemplo son las plumas en la cabeza de Ramón. La
animación principal es lo que da a los personajes sus diferencias y crea
los gestos faciales. Miller fue meticuloso hasta en el último detalle.
Gracias a eso, los espectadores pueden seguir a los personajes,
inclusive en los grandes grupos.
Otro recurso que se utilizó para asegurarse que los personajes
“estrella” no se perdían en la multitud, fue el trabajo de cámaras.
–“Utilizamos un tipo de filmación distinta de la mayoría de las
animaciones, porque las tomas en esta película son comparativamente
largas en duración”- detalla el director Daniel Jeannette.
El diagramador y director de cámaras David Peers explica: -“Una película
promedio tiene unas 2 mil ediciones. Nosotros tuvimos unas 800. Nuestra
película juega con tomas más largas, diseñadas para poder experimentar
la historia junto a los personajes, y para ayudar a seguirlos cuando se
mezclan con multitudes esencialmente monocromáticas”.
Animal Logic desarrolló otra herramienta para la Captura de Movimientos,
llamada “adaptación de entramado de terreno” (“lattice terrain
adaptation”), la cual permitió a Miller dirigir cómo los personajes
interactúan con su entorno en tiempo real.
Gracias a la herramienta de “adaptación de entramado de terreno”, aunque
yo veía a los actores en un escenario plano negro, en el monitor de la
computadora aparecían en una franja de hielo en la tierra de los
Emperador o en la tierra de los Adelia”- detalla Miller- “La computadora
podía crear las colinas y valles virtuales de los escenarios. Yo tenía
la mejor actuación en el paisaje perfecto. Podía ver a los personajes en
el monitor subiendo una colina, o inclusive cayéndose de ella”.
-“Nadie había anticipado ese adelanto de tecnología al comenzar la
producción”- cuenta Feeney- “Tuvimos que seguir innovando cada día. Para
nosotros fue todo un desafío seguirle el paso a George, y hacer realidad
su visión”.
-“Para un director es una cosa extraordinaria”- dice Miller con
entusiasmo – “Uno tiene el mundo real frente a sí, y un mundo virtual.
Lo dos suceden simultáneamente. Uno puede manipularlos como quiera.
Siento que tengo mucha suerte de estar vivo y estar trabajando como
director y también de que esta tecnología exista. Yo no me puedo
imaginar hacer esta película de otra manera”.
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