|
En Espanglish,
comedia dramática del aclamado escritor, productor, director y ganador del
Oscar® James L. Brooks (As Good as it Gets, Terms of Endearment), Flor (Paz
Vega), una bella mujer mexicana, se convierte en el ama de llaves de la
acomodada pero problemática familia Clasky (encabezada por Adam Sandler y
Téa Leoni). El resultado es una ingeniosa y perspicaz colisión de culturas y
valores, y una refrescante y honesta mirada a los compromisos que alteran la
vida como el matrimonio, la paternidad y la devoción a la familia.
Columbia Pictures presenta una producción de Gracie Films, Espanglish,
estelarizada por Adam Sandler, Téa Leoni, Paz Vega y Cloris Leachman. La
película fue escrita y dirigida por James L. Brooks, quien también es
productor junto a Richard Sakai y Julie Ansell. Joan Bradshaw y Christy
Haubegger son las productoras ejecutivas. John Seale, ACS, ASC es el
director de fotografía. Ida Random estuvo a cargo del diseño de la
producción. Richard Marks es el editor. Shay Cunliffe es la diseñadora de
vestuario. La música es de Hans Zimmer.
ACERCA DE LA HISTORIA
En el sentido literal, “Espanglish” es un híbrido entre el Español y el
Inglés, un dialecto hablado por cerca de 40 millones de latinos que viven en
los Estados Unidos. Dicho término, usado en el título de la más reciente
comedia de James L. Brooks, se refiere a la mezcla de estas distintas
culturas cuando terminan viviendo juntas bajo un mismo
techo. Según Brooks,
“Hay muchas cosas sorprendentemente diferentes entre estas dos culturas y
esta película tiene mucho que ver con la forma en la que confluyen o se
separan. Una de las cosas donde confluyen, y donde los personajes de Flor y
John encuentran una base similar, es en su percepción para criar a los
niños. Ambos se sienten cómodos con que sus hijos sean lo más importante en
sus vidas.”
Al principio de la película, Flor, nativa de México, se queda con muy poco
dinero y pocas opciones como madre soltera de su adorada hija de seis años,
Cristina. Como lo explica Brooks, “Flor siente una enorme culpa por haberse
casado con un hombre que no pudo ser un padre apropiado y entierra todas sus
necesidades como una joven mujer en aras de dedicarse por completo a su
hija. Esta devoción no es un sacrificio ni un martirio para ella, sino lo
más natural en el mundo.”
Buscando una mejor vida para su hija, Flor deja México y se establece en una
comunidad latina de Los Ángeles, la cual nunca deja. Permanece exitosamente
aferrada a un mundo y un lenguaje familiares para ella y alejada de la
cultura Americana hasta el día en que es contratada como la ama de llaves de
los Clasky. Como la narradora (Christina, seis años después del final de la
película) comenta, “Después de todo ese tiempo en Norteamérica, ella
finalmente entra a tierras extranjeras.”
John y Deborah Clasky (Adam Sandler y Téa Leoni) están teniendo dificultades
en su matrimonio. John es un amoroso, paciente y estable padre y marido, así
como el jefe y dueño de un exitoso restaurante. Deborah recientemente perdió
su trabajo en una compañía de diseño comercial y ahora está al borde de una
crisis de identidad. Su carrera le ha permitido canalizar algo de su
nerviosa energía. Sin esa salida, sus inseguridades amenazan la estabilidad
de la familia. Como Brooks comenta, “Deborah está pasando por una crisis lo
cual afecta a todos a su alrededor.”
Bien intencionada pero inconscientemente chiflada, Deborah siempre está
esforzándose por valorarse. Sus dos hijos, Bernice y Georgie (Sarah Steele y
Ian Hyland), son víctimas de la idealizada visión de Deborah acerca de cómo
deberían ser. La madre de Deborah, Evelyn (Cloris Leachman), está
dolorosamente consciente del caos interno de su hija y de sus consecuencias
pero sus alertas caen en oídos sordos. Evelyn es una ex cantante de jazz
moderadamente exitosa que lidia con su actual situación, viviendo en la casa
bajo la constante desaprobación de su hija por ser una entregada y amable
alcohólica. “En cierto punto, Evelyn es la que ve venir todo,” comenta
Brooks. “Ella entiende lo que está sucediendo antes que los demás. Tiene una
línea en la que le dice a Flor: ‘Te quiero. Los quiero a todos. Eso es lo
que me está matando.’”
Flor encuentra el bien intencionado y frenético comportamiento de Deborah
como autoritario y extraño. Protegida por su inhabilidad para hablar inglés,
ella observa calladamente el comportamiento de su jefa desde una sana
distancia. “Privacidad y dignidad son una misma cosa en cuanto a Flor
respecta,” explica Brooks. “Ella mantiene su vida separada de los Claskys.
Incluso no les comenta que tiene una hija hasta que es forzada a revelarlo.”
De todas formas e inevitablemente, Flor se sumerge en la vida de los
miembros de la familia. En un no muy sutil esfuerzo por alentar a Bernice a
perder peso, Deborah le compra a su hija ropa de una talla muy pequeña.
Bernice se siente devastada. Flor deja a un lado su distancia para ayudar a
Bernice. Ella altera la ropa para que le quede y, al hacer eso, pierde su
última línea de defensa.
Al mismo tiempo, un prominente periódico le da al restaurante de John una
clasificación de cuatro estrellas, nombrándolo “el mejor chef en
Norteamérica.” Su reacción es ambivalente porque él había trabajado para un
restaurante en Nueva York que recibió cuatro estrellas y, como él dice, “Fue
como una fila formada para convertirse en idiota. El acento de la gente
cambió.” Él está convencido de que tres estrellas y un cuarto serían
perfectas: “Obtienes el respeto suficiente para que la gente buena siga
trabajando contigo. El negocio es bueno, no una locura. Estás ahí bajo el
radar donde se entrometen en tu propio negocio. Esa es una vida pesada.”
Los Claskys rentan una casa de verano en la playa en Malibu a la cual no se
puede llegar por autobús. Deborah asume que Flor se mudará con ellos en el
verano. Pero Flor se rehúsa y deja a un lado su privacidad para comentarle
por primera vez a la familia que tiene una hija. Deborah le dice que ambas
pueden vivir ahí, y si ella no se muda, perderá su trabajo. Es una elección
de Hobson. Flor finalmente decide mudarse.
Deborah inmediatamente se emociona con Cristina y toma a la jovencita bajo
su ala. Como comenta Brooks, “Cristina es una niña de oro. Ella es
brillante, bella y es elogiada por Deborah. Se desarrolla una competencia
entre las dos mujeres por el carácter y el alma de la niña.”
Igualmente, al ver el comportamiento de Deborah cada vez más inapropiado,
Flor y John se convierten el punto de referencia del otro y las semillas de
la atracción mutual se propagan. “Lo que Flor y John tienen en común es el
amor por sus hijos,” comenta Sandler. “Ellos quieren que todos estén
felices.”
Brooks agrega, “John es un padre tan devoto como lo es Flor. Él demuestra
una enorme buena voluntad y optimismo tratando de ser tanto la madre como el
padre de sus hijos, mientras Deborah se retrae peligrosamente en sí misma.
Aunque separados por el lenguaje (a veces Cristina hilarantemente sirve como
interprete entre los dos), Flor y John encuentran muchas cosas en común por
su firme y sincero compromiso con sus hijos. “La decencia puede ser sexy,”
bromea Brooks. “Y eso es exactamente lo que sucede entre estos dos
personajes. Su sinceridad y decencia asombran al otro en la forma en que un
vestido escotado o un tipo sexy normalmente asombra a la gente en las
películas. Ellos se sienten literalmente embelesados por la nobleza del
otro.”
Las dificultades inherentes a la comunicación y a la limitación del lenguaje
plagan cada relación en Espanglish. La productora ejecutiva Christy
Haubegger comenta, “Hay problemas de lenguaje en toda la película – entre
John y Deborah, Deborah y Flor, Flor y Cristina, John y Flor, etc. La
palabra ‘Espanglish’ es una metáfora del choque de culturas dentro de esta
familia. También es una metáfora para la insuficiencia global del lenguaje.
Hasta cierto punto, hablemos o no el mismo lenguaje, siempre estamos
interpretando el comportamiento del otro.”
Mientras John y Flor tienen problemas de comunicación a través del lenguaje,
ellos muestran un entendimiento instintivo del comportamiento del otro y una
real empatía y compasión por los sentimientos del otro. “Las diferencias
culturales en el crisol de nuestra sociedad pueden ser profundas,” comenta
Brooks. “Pero con Flor y John, las similitudes son las profundas.”
Leoni hace eco a ese sentimiento agregando, "La conjunción de culturas, el
choque de culturas, son ciertamente un aspecto de esta película. Pero creo
que con lo que Jim juega es con nuestra inhabilidad para comunicar, entender
o incluso escuchar a la gente que está más cerca de nosotros en nuestras
vidas.”
ACERCA DE LA
PRODUCCIÓN
Espanglish fue filmada enteramente en Los Ángeles, en locaciones como
Beverly Hills, Bel Air, Malibu y en el Foro 27 de Sony Pictures en Culver
City.
Brooks reunió un talentoso y creativo equipo que aportó riqueza a la
experiencia. Primeramente entre ellos estaba el fotógrafo ganador del Oscar®
John Seale, la diseñadora de producción Ida Random y el editor, Richard
Marks.
Seale y Brooks intentaron trabajar juntos por años, pero sus respectivas
agendas entraban en conflicto. Cuando Brooks se acercó a Seale para
comentarle de Espanglish, él recién había regresado a su nativa Australia
después de varios meses de trabajo en Cold Mountain – por la cual fue
nominado al Premio de la Academia®.
Random nunca había trabajado con Brooks como director, aunque ella había
diseñado War of the Roses, la cual produjo Brooks. De esa experiencia,
Random tenía idea de las expectativas del director “su modo de hablar a
veces es difícil de entender,” explica Random. “Pero antes, yo había
encontrado una forma de conectarme con Jim así que esta película transcurrió
sin problemas y las cosas se cayeron en su lugar. No sucede así muy a
menudo. Trabajar con Jim Brooks fue una gran experiencia para mí.”
Brooks quería que el itinerario de producción de Espanglish siguiera el
orden cronológico del guión. Al no romper la continuidad de la historia, él
sentía que el ritmo emocional de la película podría ser mejorado. Filmar una
película de esta manera es a menudo impráctico por las limitaciones
impuestas por los itinerarios de los actores y restricciones logísticas de
la producción de cine. Afortunadamente, la productora ejecutiva Joan
Bradshaw, trabajando con el primer director asistente y co-productor Aldric
La’auli Porter, fue capaz de acomodar las necesidades de Brooks con pocos
acuerdos. “El guión estaba escrito de un modo claramente definido y lineal y
se prestaba, en su mayoría, para esta clase de itinerario,” comenta Bradshaw.
“No siempre pudimos apegarnos a la cronología del guión, pero estuvimos muy
cerca de lograrlo.”
Brooks también quería filmar Espanglish en locaciones en vez de en foros.
Creía que esto podía evitar que los actores fueran desorientados cuando
comenzaran una escena en una locación real y la retomaran semanas después en
un foro. Random explica, “La forma típica de hacer películas consta de
dividir tus tomas entre locaciones reales y sets – filmando las tomas
amplias en la locación y los interiores en el foro. Pero esta película es
delicada en sus emociones y Jim estaba firme acerca de no romper las
secuencias y potencialmente alterar el ambiente. Es mucho mejor para los
actores, pero cuando estás filmando en locación en una casa real puede ser
difícil para el equipo porque con las estructuras reales no tienes la
flexibilidad para mover paredes y permitir que la cámara circule
libremente.”
De todas formas, Seale no se sintió intimidado por las restricciones.
“Trabajar en habitaciones pequeñas es incómodo, pero él uso lentes cortos,
puso cámaras en las esquinas y usó cada truco disponible para que
funcionara. Para ser honesto, siempre me preocupa quitar una pared cuando
estoy en un foro, porque puedes obtener tomas que no son lógicamente
correctas. Creo que el público siente eso, así que trato de nunca posicionar
los lentes como si estuvieran fuera de la habitación. Me encanta mantener la
realidad.”
Random comenzó a buscar locaciones y a planear el diseño general con meses
de adelanto a la filmación. Uno de los primeros objetivos era encontrar un
área en Los Ángeles que fuera similar a un suburbio de la Ciudad de México
para la primera secuencia de la película. Ella y el gerente de locación Mark
Benton Johnson visitaron Lincoln Heights, un área residencial al Este del
Centro, en busca de una casa y una vista que pudiera adecuarse a las
demandas del guión.
“El gerente de locación me llevó a Lincoln Heights y me mostró una casa real
que pensaba que podía funcionar,” comenta ella. “Estaba muy bien, pero yo
dije: ‘Vayamos un poco más arriba y demos la vuelta a esta colina.’” Una vez
ahí, Random miró alrededor y supo que había encontrado el lugar correcto.
Ante ella había espacios amplios y abiertos, colinas y valles llenos de
caminos sucios y polvorientos que se asemejaban asombrosamente como las
afueras de la Ciudad de México – y estaba a sólo minutos del centro de L.A.
Aunque Random había soñado con encontrar una casa existente, se sintió tan
sobrecogida con la vista desde ese lote vacante en la ladera que decidió
construir ahí la modesta casa mexicana de Flor — desde sus cimientos.
El equipo de Random pintó la casa en colores brillantes. “Una comedia no es
seria y lúgubre en sus tonos de colores – siempre es brillante. Así que la
casa se llenó de color con azul y amarillo ocre. Con el permiso de los
dueños, algunas de las casas en la calle fueron igualmente pintadas en
colores brillantes para la coherencia.”
Cuando llegó la hora de filmar, los entrenadores de animales poblaron el
área con pollos, gallos y perros. Los extras, algunos de ellos latinos que
Haubegger había traído durante el periodo de investigación de Brooks,
llenaron la calle. Por un corto tiempo, México cobró vida en Happy Valley,
el apropiadamente nombrado micro vecindario de Lincoln Heights donde las
cámaras comenzaron a filmar Espanglish.
Los cuartos de la casa de Flor eran diminutos, como lo fueron la mayoría de
los espacios en las subsecuentes locaciones que no disuadieron a Seale de
usar múltiples cámaras en muchas escenas; una demandante técnica que él usó
en la película de Barry Levinson Rain Man después de descubrir que una sola
cámara inhibía su habilidad para capturar libremente la espontaneidad entre
los actores.
Para Espanglish, Seale creía que Brooks podría apreciar la ventaja de usar
múltiples cámaras, particularmente cuando entrara al cuarto de edición.
“Desde el inicio, yo creí que cámaras múltiples podrían ser de utilidad en
Espanglish porque es una película de diálogo en la cual las actuaciones lo
son todo,” comenta Seale. “Cuando los actores interactúan entre ellos y
realmente se comunican en una escena, es una pena para el camarógrafo no
haberlos podido cubrir a ambos. Yo hago lo posible para que trabajen
múltiples cámaras porque eso provee al editor con la habilidad para cortar
entre los actores sin que se noten los brincos, lo cual, a cambio, puede
enaltecer el ritmo de la película.”
“Aún así, cuantas más cámaras tengas, más difícil se vuelve la iluminación,”
continúa Seale. “Yo me divierto mucho encontrando el balance de exposición
entre dos cámaras, haciendo que una luz total en una cámara se convierta en
una gentil luz de fondo para otra.”
Como la mayoría de la historia toma lugar en la casa de Deborah y en una
casa rentada en la playa, el tono preponderante en el diseño de la película
fue dictado por la idea del personaje de Brooks. “Fue un reto porque Jim
quería todas las cosas que una ama de casa podría tener y al mismo tiempo
quería que fuera un poco excéntrica,” comenta Random.
La producción filmó el interior de la casa de los Clasky y el patio trasero
en una casa en el Boulevard Beverly Glen en Beverly Hills. Random tiró
paredes, remodeló partes de la casa y trabajó con su decoradora de set,
Leslie Ann Pope, para crear el singular nido de Deborah Clasky.
Deborah tiene gusto de sobra. Uno tiene la sensación de que ella apenas
termina un proyecto de decoración en la casa antes de embarcarse en otro –
ya sea poner esténciles, volver a pintar o retapizar. “Buscamos eso. Había
una delgada línea para llevarlo demasiado lejos y volverlo ridículo,’
comenta Random. “Pero creo que encontramos el balance correcto.”
Con los lienzos de la consultora visual D.J. Hall sirviendo de inspiración,
parecía natural que Brooks acudiera a ella en busca de ideas para la clase
de arte que uno podría encontrar en la casa de los Clasky y en el
restaurante de John Clasky. Hall regresó con muchas sugerencias, entre ellas
el trabajo de artistas contemporáneos ‘Plein Air’ de California, incluyendo
a Stephanie Sanchez y Arturo Tello, así como trabajos de artistas como
Shirley Pettibone, Astrid Preston, Cynthia Evans, James Doolin, Les Biller y
Carlos Almarez. Además, la decoradora de set vistió la casa con algunos de
los lienzos de Hall.
Random encontró una pequeña casa en el Océano Pacífico en la Costa Highway
en Malibu para el veraniego refugio rentado de playa de los Clasky. Alguna
vez propiedad del legendario icono del entretenimiento Al Jolson, la
encantadora casa de dos pisos construida en los 20’s, ahora es rústica para
los estándares del vecindario. Ella presentaba enormes problemas de
logística para Seale. “La casa se ubicaba en la playa mirando al Sur, así
que el camino del sol la atravesaba directamente y al medio día el reflejo
del mar daba directamente a la habitación principal.”
Seale y su equipo redujeron el reflejo del sol en el agua con una tela
espesa sin costuras de 70 por 20 pies soportada por torres que podían ser
bajadas cuando fuera necesario.
Las semanas finales de la producción fueron reservadas para las escenas que
tomaban lugar en el restaurante, el único set substancial en la película que
fue construido. The French Laundry fue recreado a detalle y les tomó a
Random y a su equipo meses para terminarlo.
Aunque el diseño del set era casi idéntico al restaurante de Keller, el
decorado del comedor principal fue alterado en el último minuto.
“Originalmente, todo iba a lucir exactamente como el restaurante de Thomas
Keller,” comenta Random. “Pero cuando Adam Sandler comenzó a definir su
personaje, Jim se percató que tenía que cambiar esa idea y hacerlo sentir
menos formal y más fiel a John Clasky.”
Aún así, Keller se quedó perplejo cuando entró por primera vez al set. “Al
caminar por la entrada principal del set, sentí como si estuviera en The
French Laundry. Era sobrecogedor: El techo, el piso, el bar, la chimenea y
la barandilla – era exactamente como The French Laundry.” Keller también se
sintió impresionado por lo parecida que era la cocina a la suya, desde el
azulejo rayado que forraba las paredes hasta la posición de la estufa y el
tragaluz.
Cuando el reparto y el equipo se mudó al Foro 27 para la última etapa de la
filmación, Keller tomó tiempo fuera de su itinerario para darle autenticidad
a las escenas de la cocina. “La forma en que el staff trabaja y se mueve en
conjunto en una cocina de alto nivel es muy suave, un movimiento orquestado
al que llamamos baile. Siempre tienes la sensación de saber dónde está todo
el mundo y lo que están haciendo.” Keller posicionó a los actores en la
forma en que su staff está organizado en The French Laundry y colocó a
Sandler exactamente en el mismo punto que él ocupa en la cocina.
Además de guiar el movimiento de los actores mientras están ocupados
preparando comida, Keller también estuvo atento a la comida en sí – su
manejo, preparación y presentación. “Todos los platillos que usamos en la
escena del gran chef con Adam habían sido preparados en The French Laundry –
de hecho, el platillo de remolacha y puerro, y el platillo de la langosta
vinieron directo del restaurante,” confirma Keller.
IR A ELENCO Y REALIZADORES
|
|