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En una temporada de películas llenas de imágenes fantásticas generadas por
computadora, DURO DE MATAR 4.0 le apuesta al realismo —con acción real,
humor real y el regreso de un querido e icónico personaje: John McClane.
Durante el fin de semana en el que se conmemora la independencia de los EEUU,
un ataque a su vulnerable infraestructura comienza a paralizar a toda la
nación. La misteriosa figura detrás del plan ha descifrado todo aspecto
moderno…pero nunca logró descifrar a McClane —la mosca “análoga” de la vieja
escuela que se ha metido en la sopa “digital”.
Es el inicio del puente vacacional, pero el detective de la ciudad de Nueva
York McClane no está celebrando. Tuvo otra discusión con su hija
universitaria Lucy y lo mandaron a realizar otra insoportable misión de
rutina, en la que debe recoger a un joven hacker , Matt Farrell, para que
sea interrogado por el FBI. Pero para McClane lo ordinario tiene un hábito
por estallar en lo extraordinario —y lo lanza abruptamente al lugar
equivocado en el momento equivocado.
Con la ayuda de Farrell, McClane comienza a entender paulatinamente el
creciente caos que lo rodea. Un ataque se está llevando a cabo sobre la
vulnerable infraestructura de los Estados Unidos, que provoca la parálisis
de toda la nación. La misteriosa figura detrás de la confabulación, Thomas
Gabriel, siempre le saca ventaja a McClane conforme ejecuta sus increíbles
planes, conocidos entre los súper-geeks , como Farrell, como una “venta de
fuego” (o, en otras palabras, ¡todo se debe acabar!).
DURO DE MATAR 4.0 se abstiene de utilizar fantasía generada por computadora
y le apuesta a las escenas prácticas de acción. El sardónico sentido del
humor de John McClane siempre es genuino y relevante. Y, todavía más
importante, la película es impulsada por sus personajes, anclados a uno de
los héroes más duros pero más adorables de la cultura popular.
Apegarse
a lo real nunca estuvo alejado de la mente de Bruce Willis, una vez que
contempló volver a interpretar al personaje que ayudó a redefinir a los
héroes de acción cinematográficos. “Una de las cosas más emocionantes con
respecto a interpretar a McClane es que definitivamente no es un
superhéroe”, comenta Willis. “No tiene poderes o habilidades especiales. Es
un tipo común y corriente con quien todo mundo se puede sentir identificado.
Si bien siempre vamos más allá de los límites en la producción de grandes
secuencias de acción, creo que es la credibilidad de McClane y su sentido
del humor lo que realmente le llama la atención a la gente.
“A lo largo de los años, hubo muchas pláticas con respecto a una nueva
película de Duro de Matar, pero nada me cuadraba hasta que definimos el
enfoque de las dos cosas más importantes por las que McClane se puede sentir
amenazado”, continúa Willis. “McClane ama a su familia, por sobre todo, y
desprecia a todo aquel que acosa a gente que no se puede defender. Esta fue
una perspectiva fresca en el personaje pero siempre se mantuvo fiel a su
naturaleza. Ahora, los riesgos son mucho mayores para McClane, pero todavía
sigue siendo el tipo común y corriente que se tiene que enfrentar de manera
inesperada a circunstancias sumamente irregulares”.
Willis indica que los riesgos eran ahora mucho mayores para él. “Soy un
apostador por naturaleza y quería ver si podíamos superar el reto de crear
una gran historia”, señala. “Realmente quería que estuviera a la altura de
la primera película de Duro de Matar. Pensé mucho en ello”.
El guión de Mark Bomback, basado en una historia de Bomback y David Marconi,
llamó la atención de Willis, pero no se comprometió de lleno con el proyecto
hasta que el director Len Wiseman se unió al mismo. Willis había visto el
thriller de Wiseman, Underworld: Evolution, que impresionó a Willis gracias
a su singular visión. “Quedé completamente absorbido con la película de
Len”, recuerda Willis. “Podías determinar claramente que alguien estaba al
mando de la nave, porque el mundo de la película nunca se desvió”. Pensé que
Len podía aportar mucho a una nueva película de Duro de Matar —y lo hizo”.
El que Wiseman haya tomado las riendas de Duro de Matar 4.0 parecía una
profecía realizada: Cuando era estudiante de preparatoria hizo una
“película” con algunos amigos inspirada en Duro de Matar. “Me fascina Duro
de Matar”, recuerda Wiseman. “Me sentí especialmente atraído a la
vulnerabilidad de McClane. Es un tipo que ha sido arrojado a una situación
inesperada, y no está para nada contento con ello. Cualquiera se puede
relacionar con eso”.
La propuesta de Wiseman con el personaje y la historia fue fundamental en la
configuración de DURO DE MATAR 4.0. Por ponerlo de una manera sencilla,
quería mantenerse fiel a McClane. Wiseman recuerda un momento en uno de los
primeros tratamientos del guión en el que McClane hacia algo improbable, que
necesitaba ser corregido. “Había una escena en la que McClane entra a una
estación de policías y pregunta, ‘¿Qué puedo hacer para ayudar?’ Y dije,
‘McClane nunca ofrece su ayuda —nunca’. Bruce reaccionó positivamente ante
esto”.
Si bien Wiseman tenía la intención de que DURO DE MATAR 4.0 se mantuviera
fiel a John McClane, trabajó con Willis y Bomback para crear matices
adicionales al personaje. “Quería explorar otro nivel de McClane, en vista
de que enfrenta nuevos retos”, comenta el director. “¿Cómo reaccionaría si
su hija es amenazada? ¿Qué tipo de efecto tiene en tu familia y tus
relaciones el hecho de que seas un héroe —aunque no aceptes serlo?
“En esta película, McClane está fuera de su elemento como nunca”, continúa
Wiseman. “Esta es el escenario máximo para alguien como McClane, porque es
un policía de la vieja escuela que se enfrenta a un villano con un tipo de
nueva inteligencia tecnológica”.
Willis también quería asegurarse que el guión no ignorara el paso del
tiempo. “No pretendemos que McClane es el mismo hombre que fue en la
película original de Duro de Matar”, comenta. “Obviamente, está más viejo
—su hija Lucy, a quien conocimos de niña en la primera película, es ahora
una estudiante universitaria. Está más acabado y es más cínico. Pero es
importante señalar que McClane nunca se ha considerado un héroe de acción”.
Con la contribución de Willis y Wiseman, el guión de Bomback se volvió más
audaz, con un tipo de acción más directa y el intervalo de tiempo más
comprimido. “El guión, cuya fuerza motora fueron las acrobacias, se
convirtió realmente en algo visceral”, comenta Bomback. “Cualquier cosa que
saliera mal para McClane salía mal. Siempre estábamos pensando en nuevas
maneras de complicarle la vida, para situarlo en situaciones aparentemente
imposibles de resolver. Desde luego, después tuvimos que descifrar la manera
en cómo lo íbamos a sacar de ahí”.
Willis y Wiseman trabajaron de manera incansable para hacer que la película
fuera un viaje tremendamente emocionante, sin dejar de mantenerse fiel al
personaje. “Esta película fue las más extenuante de las películas de Duro de
Matar, tanto física como mentalmente”, comenta Willis. “Para cuando se
estrene, estaré trabajando en esta película durante todo un año. Pero, desde
un punto de vista artístico, fue definitivamente la más remuneradora”.
“Después de haber interpretado al personaje previamente y estar tan
estrechamente identificado con McClane, Bruce le aportó un nivel crítico de
experiencia al proyecto”, comenta Mark Bomback. “En cierto modo, McClane es
otra versión de Bruce. No hay nadie más que pueda interpretar este papel.
Durante nuestras juntas de guión, Bruce decía algo como, ‘No creo que
McClane diga algo así; podría decir esto’. Y después nos dábamos cuenta
repentinamente que la idea de Bruce era más apropiada para el personaje y
para una película de Duro de Matar”.
Las películas de Duro de Matar son reconocidas por su incesante acción, y
DIE HARD 4.0 ofrece algunas de las escenas de acción más espectaculares y
realistas vistas en películas de la actualidad. “Pienso en el tipo de
situaciones en las que podríamos situar a McClane, que me gustaría ver como
aficionado”, explica Wiseman. “Y se nos ocurrieron unas cosas bastante
alocadas —acción al estilo McClane: real, intrépida y elemental”.
“Siempre imaginamos a DURO DE MATAR 4.0 como un constante viaje de acción,
que fuera fiel al tono y al personaje de la película original, pero
actualizado”, añade Willis. “Te puedo decir que hemos rebasado por mucho ese
objetivo. Esta no es una de esas películas que depende completamente en
efectos de gráficas por computadora…he hecho ese tipo de filmes y no tienen
nada de malo, pero dentro del espíritu de Duro de Matar la acción tenía que
ser ruda, y creo que hemos superado con creces nuestro objetivo. Tienes
acción y acrobacias reales. Es atrevida y grandiosa, todo lo que podrías
esperar y querer en una película de Duro de Matar”.
Unos cuantos de los momentos de acción de la película:
— un auto sedán sale volando por los aires hacia McClane y Farrell, y, a
segundos de aplastarlos, el vehículo aterriza en los automóviles que pasan y
rebota por encima de los dos hombres;
— La patrulla de McClane sale disparada al cielo como un feroz misil en
dirección a un helicóptero.
— McClane y la novia de Gabriel, y jefa de espías, Mai (Maggie Q) se
enfrascan en una pelea brutal, sin tregua, en la que intercambian golpes y
patadas adentro de un automóvil que pende verticalmente en el tiro de un
elevador.
— Otro espía de Gabriel, Rand (interpretado por la famosa estrella francesa
de acción Cyril Raffaelli) salta a través de un puente, cae en un equipo de
aire acondicionado, salta a una escalera de incendios, baja por otra
escalera de incendios y se columpia abajo hasta una tercera escalera de
incendios —todo en una sola toma, que nunca antes se había hecho en cine; y
— en una explosiva secuencia de persecución por la autopista, un jet Harrier
persigue, dispara y destruye virtualmente un gran tractor conducido por
McClane.
Durante la producción, Wiseman trabajó estrechamente con el coordinador de
acrobacias Brad Martin y el supervisor de efectos especiales Mike Meinardus
para crear la acción. “El mandato de Len fue que si una acrobacia podría
realizarse de manera práctica, sin imágenes generadas por computadora, así
es como se debía de hacer”, comenta Martin. (El Supervisor de
Efectos
Visuales Patrick McClung suministró la gran mayoría de las escenas en las
que se requirió del mayor pragmatismo, con lo que él llama imágenes
“invisibles” generadas por computadora).
Gran parte de la acción fue diseñada en torno a las maneras primitivas y de
vieja escuela que utiliza McClane, ya que usa cualquier cosa que tenga a la
mano —sus puños, pistolas, extintores, incluso helicópteros— para luchar
contra Gabriel y sus secuaces. Y Willis estaba más que dispuesto a sufrir
los rigores físicos del rodaje. “Esta es una película de Duro de Matar, lo
que significa que McClane se las va a ver negras”, indica Willis. “Quería
que McClane se viera como si todavía pudiera lidiar con cualquier cosa que
se le presente, así que me sometí a un riguroso régimen de acondicionamiento
físico durante varios meses, previo a que diera inicio la producción.
McClane está más viejo y yo también —y eso fue parte de lo divertido de
volver a interpretar al personaje. Pero también me percaté que ponerte viejo
también te da beneficios. Pones atención y adquieres algo de sabiduría”.
“Bruce diría, ‘Sabes, en esta escena realmente tenemos que hacer que quede
molido’”, añade Wiseman. “Y cuenta con una gran condición física. Igualmente
importante, Bruce tiene una cierta mirada que te dice que puede resistir
muchas cosas”.
Siempre consciente por hacer que la acción se viera real, sin importar cuán
intrincada y explosiva fuera, Wiseman, Martin y Willis exploraron las
consecuencias físicas que éstas tenían sobre McClane. “Nos hacíamos
preguntas como, ‘¿Qué pasaría si McClane se cayera desde un edificio de un
piso y golpeara algo en su caída?’, recuerda Martin. “Nuestras acrobacias
debían tener un propósito porque McClane no hace nada sin que la situación
lo amerite, y, con frecuencia, lo hace sólo porque carece de otra opción”.
Muchas de las explosivas y realistas escenas de acción de la película se
llevaron a cabo en inmensos y estilizados sets creados por el diseñador de
producción Patrick Tatopoulos (Independence Day). Los sets de Tatopoulos no
solamente se veían inmensos, sino que también contaban con las bases
necesarias para que los realizadores pudieran llegar al extremo en las
secuencias de acción. “El diseño de producción es más que crear un espacio”,
explica Tatopoulos. “Tu línea de pensamiento tiene que estar orientada a
cómo hacer que la acción funcione dentro de ese espacio. Tiene que ver más
con proporcionar una herramienta —un patio de recreo para que la gente
trabaje con él. Soy un gran aficionado de los sets prácticos. Me gusta
construir cosas”.
El humor desempeña un papel igualmente importante en DURO DE MATAR 4.0. Las
ocurrencias satíricas de McClane han proporcionado muchos de los momentos
memorables en las películas de Duro de Matar, y DURO DE MATAR 4.0 supera con
creces esa tradición. “Protejo mucho a McClane y estoy consciente de que
existe una delgada línea entre burlarte del personaje y reírte de él”,
comenta Willis. “Siempre queremos que el público se sienta identificado, y
una manera de hacerlo es a través de la risa”.
Además, el humor de la película desvanece todavía más la línea entre Willis
y su alter ego en pantalla. “Bruce es un tipo común y corriente de Nueva
Jersey que cuenta chistes bobos y se ríe de ellos, y nada le gusta más que
estar con su familia”, comenta Mark Bomback. “Esas cualidades hacen que
Bruce —y McClane— sean muy agradables”.
Bomback dice que crear los numerosos ‘McClane-ismos’ fue la parte que más
disfrutó al momento de escribir el guión. “Me encanta el personaje de John
McClane. Cuando me llegaba a sentir intimidado por una escena o me
preguntaba cómo iba a lograrla, la ‘voz’ de McClane me permitía escribirla.
Fue un placer pensar qué iría a decir McClane en una situación dada”.
Gran parte del humor se origina del contrapunto que se presenta ente las
maneras de la vieja escuela de McClane y los métodos modernos de Gabriel.
“El mundo digital le ha pasado de noche”, comenta Willis. “No queríamos
hacer que McClane fuera repentinamente un genio de las computadoras y que
fuera capaz de detener a Gabriel e introducirse de manera ilegal a
satélites. McClane no sabría cómo hacer eso. Así que nos divertimos al
ponerlo en situaciones que le fueran difíciles de entender, y hacer que se
enfrentara a un tipo malo con herramientas y métodos que son totalmente
desconocidos para él”.
Pero Gabriel subestima a McClane, el “duro-de-matar” por excelencia que
comienza a sacarle ventaja a su adversario —todo mientras libera un torrente
de chistes, incluyendo su característica frase, “Yipee-Ki-Yay”. “Con el
tiempo, esa expresión ha pasado a formar parte de la mitología de Duro de
Matar”, comenta Willis. “Cuando lo dije por primera vez, en Duro de Matar,
fue agradable decírselo a Alan Rickman [quien interpretó al villano Hans
Gruber] cuando se la pasaba llamándome ‘Sr. Vaquero’. Estoy asombrado cómo
una frase tan simple pasó a formar parte del lenguaje de la cultura popular.
Pero McClane la dice ahora bajo muchas circunstancias, sobre todo cuando
está intentando ser extremadamente indescifrable”.
El genio de la tecnología Matt Farrell, otro blanco de los comentarios
punzantes de McClane, pasa a ser el ying digital del yang análogo, que es
McClane. “Matt es un contraste divertido para McClane”, indica Justin Long,
la joven estrella de películas tales como Dodgeball: A True Underdog Story y
Galaxy Quest, y quien puede ser visto en una serie de populares comerciales
de Apple Computer. “Es muy diferente con respecto a los ‘socios’ de McClane
en las previas películas de Duro de Matar; no es policía o un tipo sagaz.
Matt es un hombre de tecnología, mientras que McClane es un hombre de
acción. Mucha diversión se genera de su interacción.
“Matt definitivamente no se caracteriza por sus acciones físicas”, añade
Long. “¿Cómo podría serlo? Esta obsesionado con su computadora y nunca sale
de casa”.
Un personaje con una inclinación más atlética es Mai, la jefa de espías —y
novia— de Thomas Gabriel. Maggie Q, quien tuvo un papel protagónico en
Mission: Impossible III, es una hábil artista marcial y sus peleas en
pantalla con Willis, en las que todo se vale, tienen una intensa cualidad
del “este contra el oeste”. “Mai es más física que cualquier otra cosa”,
dice Maggie. “Es rápida, inteligente y mortal. McClane tiene sus técnicas de
pelea de la vieja escuela, y Mai tiene sus nuevos métodos de combate. Esto
hace que se presente una dinámica interesante”.
El jefe de Mai (y amante), Gabriel, trabaja más con su cerebro que con su
fuerza física. Arquitecto de un plan para colapsar la infraestructura
digital de la nación, Gabriel es un tipo de adversario con el que McClane no
se había topado previamente. “Gabriel es capaz de aplicar ciertos métodos
que McClane es incapaz de prever porque están fuera de su campo de
experiencia”, explica Timothy Olyphant.
Si los villanos en las películas de Duro de Matar están definidos por su
ingenio y por la ventaja que le sacan a McClane y al público, entonces
Gabriel podría colocarse entre los más intrigantes de la serie. Ciertamente,
los planes de Gabriel provocan que los riesgos sean mucho mayores con
respecto a las películas previas de Duro de Matar. No está intentando robar
un corporativo o al distrito financiero de una ciudad; está colapsando a
todo un país. Y Gabriel lo está haciendo, cree, por una buena razón.
“Gabriel tiene intenciones ocultas contra el gobierno, y ahora se encuentra
en la posición de darle al público estadounidense una fuerte advertencia que
les haga ver la realidad”, añade Olyphant.
Al igual que los más memorables villanos del cine, Gabriel es carismático,
encantador, brillante e intenso —una combinación de virtudes que hicieron
del personaje uno difícil de otorgar. “Gabriel es brillante y sofisticado,
pero al mismo tiempo parece con frecuencia como si estuviera al borde de la
locura porque lleva las cosas demasiado lejos. Y Tim cuenta con ese tipo de
cualidad”, dice entre risas Wiseman.
Cuando McClane amenaza con desbaratar los planes de Gabriel, éste secuestra
a su hija, Lucy, para mantenerlo a raya. Eso, como Gabriel aprende, es un
gran error. “No hemos visto a Lucy desde Duro de Matar, y, en aquel
entonces, la vimos brevemente de niña”, comenta Willis. “Ahora, es una
estudiante universitaria y su relación con McClane no está en los mejores
términos. Pero si bien McClane está divorciado y solo, todavía sigue siendo
un hombre que procura mucho a su familia. Y no se detendrá ante nada para
salvar a su hija”.
“El secuestro de Lucy intensifica los riesgos emotivos para McClane”, añade
Willis. “Provee una importante fuerza emocional, junto con los inmensos
eventos que están ocurriendo a su alrededor”.
Lucy, interpretada por Mary Elizabeth Winstead, es definitivamente hija de
su padre. “Es combativa, con mucho de su carácter y tenacidad”, comenta
Winstead. “Cuando comienza la historia, la relación de Lucy con su padre
está tensa porque él estuvo ausente durante la mayor parte de su
adolescencia. Desde luego, todo cambia cuando Lucy es amenazada por
Gabriel”.
Para detener a Gabriel, McClane deberá depender en la inteligencia digital
de su renuente compañero Matt Farrell, así como en un genio de la piratería
informática conocido como Warlock. Oculto en su “centro neurológico” (de
hecho, el sótano de la casa de su mamá), Warlock les brinda a McClane y a
Farrell información crítica y mucho carácter. Kevin Smith, actor, director y
dueño de un sitio web, admite haber sido encasillado como Freddy. “Paso
mucho tiempo en línea. Hay días en los que me despierto, me la paso todo el
día conectado y después me voy a dormir”.
A Smith, al igual que a Len Wiseman, el haber participado en una nueva
película de Duro de Matar tuvo un significado especial. “Yo no filmé una
película de Duro de Matar en la preparatoria, como lo hizo Len”, comenta
Smith, “pero sí fui anfitrión de una fiesta para ver la película el día que
salió en VHS. Estaba fascinado con lo real que era McClane —al haber sido
uno de los primeros héroes de acción en salir verdaderamente herido por la
aventura que acaba de sufrir”.
De hecho, el legado de las películas, la credibilidad de su héroe común y
corriente y sus vastos pero sumamente prácticos escenarios de acción, fueron
determinantes en el entusiasmo que mostraron los realizadores al momento de
realizar DURO DE MATAR 4.0. “Un día cualquiera, había un Jet Harrier en
construcción, secciones de la autopista que estábamos construyendo, un
trailer de doce metros suspendido en el cielo —y cuatro grúas listas para
capturar la acción del día”, recuerda Len Wiseman. “Caminaba por el set,
miraba a mi alrededor y pensaba, ‘Este es un trabajo estupendo’. ¡Y muy
lejos de ser mi jardín trasero en Fremont!”.
“Todos los días fue un combate durante la preparación y realización de esta
película, pero estoy fascinado con el trabajo que todos han hecho”, concluye
Willis. “A mucha gente le encantan estos filmes y creo que el primero
reinventó el género de acción. Así que teníamos que estar a la altura y
cumplir con lo que el público espera con DURO DE MATAR 4.0. Ya dije que es
tan buena, si no es que mejor, que la primera película de Duro de Matar. Le
da al público todo lo que les gusta acerca de Duro de Matar y de McClane,
mientras se intensifican los riesgos y se reinventa el lugar de acción”.
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