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Título original: GONE BABY GONE
Información de Producción
“Cuando era joven le pregunté a mi sacerdote cómo podríamos llegar al cielo
y a la vez protegernos de la maldad del mundo. Él me dijo lo que DIos les
había dicho a sus hijos: ‘Somos ovejas en medio de lobos. Hay que ser sabios
como la serpiente, pero inocentes como palomas’”
Patrick Kenzie
Cada día en los Estados Unidos, se denuncian 2.000 niños desaparecidos. El
sinuoso, provocativo y enervante thriller DESAPARECIÓ UNA NOCHE –adaptación
de la novela homónima best-seller de Dennis Lehane (Mystic River) y debut en
la dirección del ganador del Premio de la Academia® Ben Affleck– narra el
caso explosivo de la desaparición de una niñita. Pero en la investigación
yacen secretos y un laberinto de corrupción, maldad e inocencia… y todo ello
conduce a la extraordinaria elección de un hombre en un mundo donde los
límites entre lo correcto y lo incorrecto se han borrado.
La historia comienza en el vecindario de Dorchester en Boston, donde las
ásperas calles de la clase trabajadora están pobladas por los restos de
familias y sueños desmembrados. Allí es donde desapareció Amanda McCready,
una niña de cuatro años, sin dejar rastros. La policía no ha hallado ni la
más mínima pista, así que los deseperados tíos de Amanda acuden a los
investigadores privados Patrick Kenzie (CASEY AFFLECK) y Angie Genarro
(MICHELLE MONAGHAN) para que se hagan cargo del caso.
Aunque son cautelosos, Patrick y Angie conocen el vecindario y también a
Helene (AMY RYAN), la madre de la niña, adicta a las drogas. Al sumergirse
en la historia, se internan en la senda que los llevará al oscuro corazón de
Dorchester, a través de una cadena de vendedores de droga, ex convictos y
abusadores de niños, pero no hacia Amanda.
A la luz de los medios, unen fuerzas con el incansable detective Remy
Bressant (ED HARRIS) y con el capitán de la policía Jack Doyle (MORGAN
FREEMAN), pero cuando parece que el angustiante caso está a punto de
resolverse, en el relámpago de los disparos se revela la triste verdad sobre
el destino de Amanda.
Cuando todos intentan avanzar, el obsesionado Patrick no puede apartarse. A
medida que retrocede de pista en pista, se encuentra atraído hacia una
creciente red de mentiras y de inexplicable violencia, el chocante secreto
que esconde la verdad, y enfrenta el dilema que los dejará, tanto a él como
al público, pensando en qué es lo correcto.
DESAPARECIÓ UNA NOCHE está protagonizado por Casey Affleck, Michelle
Monaghan, Ed Harris, Morgan Freeman, John Ashton, Amy Madigan, Titus
Welliver y Amy Ryan. El film está dirigido por Ben Affleck, quien
previamente obtuvo el Premio de la Academia® junto a Matt Damon por el guión
de Good Will Hunting. Esta vez, Affleck coescribió el guión junto a Aaron
Stockard, basado en la novela de Dennis Lehane. Los productores son Alan
Ladd Jr, el socio de Affleck en LivePlanet Sean Bailey y Dan Rissner. La
producción ejecutiva es de David Crockett.
El equipo que lleva a la pantalla las calles verdaderas de Boston, con su
aspereza y natural encanto, incluye al fotógrafo dos veces premiado con el
Oscar® John Toll (Braveheart, Legends of the Fall), a la diseñadora de
producción Sharon Seymour (Friday Night Lights), a la diseñadora de
vestuario Alix Friedberg (Dan In Real Life), al editor nominado al Premio de
la Academia® William Goldenberg (Miami Vice, Seabiscuit) y al compositor
nominado al Golden Globe Harry Gregson-Williams (Chronicles of Narnia, Shrek
the Third).
EL COMIENZO:
BEN AFFLECK Y LA ADAPTACIÓN DE LA OBRA DE DENNIS LEHANE
Las duras novelas policiales de Dennis Lehane –que mezclan suspenso extremo
con vívidos personajes y temas provocativos en el delictivo centro de la
ciudad– ganaron fama en los últimos años como una de las ficciones
contemporáneas de mayor intriga de los Estados Unidos. Las herramientas del
territorio Lehane no son solo las oscuras felonías o cacerías policiales de
suspenso, sino mucho más: el alma humana con todas sus complicaciones, lo
cual ha provocado que su legión de fanáticos (que incluye al ex Presidente
Bill Clinton y al maestro del thriller, el escritor Stephen King) creciera
más allá de los límites del género policial.
Quizás Lehane sea más conocido por su novela Mystic River, la cual se
convirtió en una premiada película dirigida por Clint Eastwood. Pero mucho
antes de escribir ese libro, Lehane había creado una popular serie acerca de
un inusual equipo mixto de investigadores privados de South Boston, Patrick
Kenzie y Angie Genarro, llamados “los operarios Nick y Nora”. Amigos desde
la infancia, ambos se convirtieron no solo en socios en la investigación
sino en amantes, agregando así una complejidad emocional a sus casos. La
serie entera fue muy aclamada, pero fue el cuarto libro de ésta, Gone, baby,
gone, el que llamó particularmente la atención debido a su resuelta y muy
contemporánea exploración de los delitos contra la infancia. Hábilmente
planeado, el libro resultó tan conmovedor como excitante.
Como nativo de Boston y con una pasión siempre viva por su ciudad, Ben
Affleck escuchó muchas veces la recomendación de incursionar en las novelas
de Lehane. Así fue que comenzó por Gone, baby, gone, la cual
instantáneamente lo atrajo: ”Me encantaron los complejos y polarizados
personajes y, al mismo tiempo, me pareció convincente y que sorprendía
constantemente”, cuenta Affleck.
Aunque todavía no estaba seguro de lo que haría con ella, Affleck comenzó a
averiguar por los derechos de la serie, que estaban en manos del productor
Alan Ladd, Jr. Ladd había comprado el libro de Lehane Prayers For Rain
algunos años atrás a través de su compañía Ladd Company, luego con base en
Paramount. Con esas compras, se adquirieron los derechos de los personajes
de Kenzie y Gennaro. “Ben vino a verme por los derechos”, dice Ladd. “Me
dijo que quería escribir el guión y yo le respondí que haber ganado el
Premio de la Academia® demostraba que era un escritor excelso”.
Affleck recuerda: “Pensé en la adaptación del libro, si bien nunca antes lo
había hecho. Ni siquiera sabía si podría hacer una adapación”. Pero la
historia continuó obsesionándolo, de modo que, lentamente, Affleck comenzó a
escribirla junto a Aaron Stockard, su viejo compañero y amigo de la escuela
secundaria en Boston. Recuerda Stockard: “Ben me llamó luego de leer la
novela y me pidió que la leyera y le diera mi opinión. Bueno, el libro me
resultó realmente atractivo, igual que para Ben, porque es una historia de
Boston, donde ambos crecimos juntos. Las cuestiones temáticas que plantea
nos llevaron a mantener interesantes conversaciones y sentimos realmente que
los personajes valían la pena como para contar una historia.
En el curso de un par de años, Affleck y Stockard se reunieron cuando les
era posible –quizás 3 ó 4 veces por año– y comenzaron a estructurar las
cientos de páginas de la prosa Lehane hasta llegar a un viaje de 2 horas que
nos mantiene al borde del asiento de la sala de cine. A medida que
escribían, el material empezó a resonar más profundamente en Affleck, quien
en esa época se convirtió en padre, lo cual cambió su perspectiva del mundo.
Ahora, la dureza de la historia de la inocencia de una criatura frente a
amenazas de todo tipo, desde la absoluta maldad criminal hasta el simple
abandono, cobró más fuerza. “Al ser padre y comprender lo que verdaderamente
se siente al tener a una persona por la cual uno moriría, vi esta historia
de una manera diferente”, explica Affleck. “Resonó más hondo en mí y creo
que eso influyó profundamente en el punto de vista del guión”.
La clave del enfoque de Affleck y de Stockard fue mantener completamente
intacta la perturbadora complejidad moral del mundo de Lehane, más que
salvar siquiera a uno de los conflictuados personajes, como las adaptaciones
cinematográficas acostumbran hacer. “Queríamos enfocarlo como una historia
que nos confronta con nuestras propias ideas acerca de lo que es correcto”,
dice Affleck. “Y también se trata de cómo a veces hacer lo que es
verdaderamente correcto puede acarrear consecuencias muy desagradables, y de
cómo la gente inteligente puede llegar a conclusiones muy diferentes acerca
de un dilema moral que puede dividir a aquellos que se aman”.
Agrega Stockard: “Creo que ambos esperábamos que la gente se fuera del cine
y que continuara hablando sobre el final: una persona que dijera que este
muchacho o el otro hicieron lo correcto; otra, que dijera que quizás
deberían haber hecho otra cosa”.
Cuando Affleck le dio a su socio Sean Bailey el guión completo, Bailey se
sintió estimulado por su fuerza. Afirma: “Tenía uan narrativa muy fuerte y
todo un argumento, pero lo más importante era su profundidad emocional.
Realmente me afectó leerlo”.
En verdad, para la época en la que el guión estuvo terminado, la visión de
Affleck estaba tan enteramente formada que comenzó a jugar con la idea de
dirigir también el film, aun cuando nunca antes lo había hecho. Cuenta:
“Siempre había deseado dirigir un film y sentí que mi entendimiento de esta
historia era muy profundo. Tenía la idea de usar muchos elementos naturales,
filmar en verdaderas locaciones de Boston, con los verdaderos vecinos y
tratando de entretejer algo de esa verdad con la historia de ficción para
crear un tapiz más grande. Sólo me preguntaba si alguien vería esta idea de
la misma manera. Entonces, se me ocurrió que si yo quería verla,
probablemente debería dirigirla”.
El productor Alan Ladd, Jr. estaba totalmente a favor de la idea y observa:
“Pienso que los actores pueden ser buenos directores y hay una gran historia
con figuras como Robert Redford, Warren Beatty, Mel Gibson, Clint Eastwood.
Me impresionó tanto el enfoque de Ben del libro que no podría decirte cómo
me place que lo haya dirigido. Trabajar con Ben fue grandioso. Aparte de ser
un verdadero caballero, creo que se va a convertir en uno de los mejores
directores de la industria. Tiene gran instinto y, desde el momento en que
empezamos, se hizo evidente que sabía exactamente hacia dónde iba con este
film. Me encantaría volver a trabajar con él”.
Dice el productor ejecutivo David Crockett: “Ben es un verdadero escritor y
director de alma, quien no solo ama escribir sino que creo que se ha vuelto
igualmente apasionado por ver lo que surge en la pantalla. He trabajado con
muchos directores debutantes y, desde mi experiencia, Ben está entre los más
versados y conocedores”.
Agrega Sean Bailey: “Ben conoce realmente este mundo, con una mirada
particularmente aguda que le permite contar esta historia de una manera
auténticamente atrapante. La abordó con una visión muy singular y una idea
precisa de lo que exactamente quería conseguir. Es algo que aprendió de
todos los grandes directores con los que trabajó”.
Esa precisión comenzó con el proceso de selección de los actores, en la cual
los realizadores optaron por mezclar pobladores locales no actores con
algunas de las estrellas más laureadas de hoy, a fin de lograr la áspera
atmósfera que Affleck estaba buscando. “Terminé con un elenco soñado”,
afirma Affleck. “Algunos de los mejores actores de los Estados Unidos, pero
también gente que el público nunca antes vio, tan perfecta y real”.
LA SELECCIÓN DE LOS DETECTIVES:
HALLANDO A PATRICK KENZIE Y A ANGIE GENARRO
La tarea de selección del reparto de DESAPARECIÓ UNA NOCHE comenzó con los
personajes del corazón de la historia, el dúo de detectives privados de
Boston Patrick Kenzie y Angie Genarro. Patrick creció en las duras calles de
Dorchester, lo que lo llevó a persegir apasionadamente la idea de resolver
casos del lado más oscuro de la vida urbana, y a la vez persigue un agitado
romance con Angie. Ahora enfrentan el caso más duro… que se interpondrá
entre ellos de maneras que nunca habrían imaginado.
Para interpreter a Patrick, Ben Affleck acudió a un actor que sabía que sin
duda entendería el ritmo y el colorido de los barrios de Boston: su hermano
Casey, quien está viviendo un año de revelaciones, ya que también interpreta
a Robert Ford junto a Brad Pitt en The Assassination of Jesse James By the
Coward Robert Ford. Ben también sabía que podría guiar a su hermano de una
manera que quizás sólo él podría hacerlo. “Lo conozco muy bien: cada uno de
sus tics, cuando no es auténtico y cuando lo es”, describe. “Una de las
cosas que realmente me entusiasman de este film es mostrarle a la gente un
costado de Casey que nunca había conocido”.
Como Patrick Kenzie, Casey opera como los ojos y los oídos del público en
cada giro de la historia. Y el hecho de ser nativo de Boston le brindó una
suerte de conocimiento íntimo de quién es Patrick y cómo reacciona ante la
zigzagueante serie de situaciones exasperantes y peligrosas entre los
delincuentes de Boston. “Hay una enorme ventaja al interpretar un papel en
el sitio del cual provienes, rodeado de la gente con la que has crecido”,
observa Casey. “Conocía el acento, las actitudes generales, la manera en la
que la gente se relaciona… todo ese material que hubiera llevado mucho
tiempo aprender si yo hubiese venido de otro lado”.
No obstante, Casey se esforzó mucho para preparar el papel, al trabajar con
casos cotidianos junto a varios Investigadores Privados de Boston, lo cual
le brindó una visión de cómo la vida de Patrick se transforma al hacerse
cargo del caso -por lejos más incendiario- de la desaparición de Amanda
McCready. “Mucho del trabajo de los investigadores privados es bastante
mundano, con mucho papeleo y rastreo de la gente a través de bases de datos;
eso es lo que Patrick y Angie habrían estado haciendo diariamente antes de
tomar el caso de Amanda”, explica el actor.
Por supuesto, el caso de Amanda es diferente de los que Patrick y Angie
habían estado trabajando y los llevará a zonas morales grises que nunca
habían explorado. “Lo que hace tan singular a esta historia es el efecto
emocional a partir de los eventos de la investigación”, afirma Casey. “Lo
que siempre me impactó es que el interrogante central de la película es si
se puede hacer algo malo pero que en definitiva es bueno, y también si se
puede hacer algo bueno que termina lastimando a la gente. Y todos en la
película, incluido Patrick, tienen que contestar esas preguntas”.
En cuanto a trabajar junto a su hermano, dice Casey: “Sabes, estoy realmente
orgulloso de Ben, porque realizó un trabajo increíble y también creó una
atmósfera realmente colaborativa, divertida y a la vez profesional”.
Para acompañarlo a Casey como amante y socia, Ben deseaba que el personaje
de Angie rompiera el molde, que fuera una mujer más real que luchara contra
el miedo al peligro y los duros dilemas de la investigación del delito, más
allá de las heroínas de acción. La búsqueda lo condujo hasta Michelle
Monaghan, quien recientemente se hizo notar como el interés amoroso de Tom
Cruise en Mission: Impossible 3. “Sabía que Angie no podría ser la del tipo
de ingenua inalcanzable, y Michelle posee una maravillosa cualidad de
practicidad que creo que transmite autenticidad”, describe el director.
Ladd concuerda: “Las interpretaciones de Michelle en Mission: Impossible 3 y
en Kiss Kiss, Bang Bang dejaban en claro que ella es un joven talento en
ascenso y vimos que era más que capaz de darle vida a Angie”. Bailey agrega:
“Angie es un personaje realmente complicado, porque es muy mujer pero a la
vez muy ruda, se siente cómoda manejando un arma o en situaciones brutales.
Es difícil encontrar esa combinación de atributos en una actriz, pero cuando
vimos los últimos trabajos de Michelle en el cine, vimos un rango fuerte de
femineidad y belleza, junto a la rudeza necesaria para interpretar este
papel. Fue esa combinación de habilidades lo que la destacó”.
Para Monaghan, la chance de interpretar a un personaje femenino tan
inusualmente corajudo como emocional no era para dejarla pasar. “No hay
muchos personajes como Angie”, admite. “Me encantó la idea de que ella hace
el trabajo de un hombre: definitivamente me atrajo. Y luego de leer el guión
también me emocioné por completo con la historia. Me impactó cómo explora
tantas áreas grisáceas, moral y éticamente, y la manera en que los
diferentes personajes tienen distintas visiones cuando se trata de padres e
hijos y de lo correcto o incorrecto. Me pareció que todo esto contribuiría a
hacer un film realmente estimulante”.
También le encantó a Monaghan la oportunidad de trabajar junto a actores del
calibre de Ed Harris y Morgan Freeman, así como se entusiasmó con los
numerosos pobladores locales que intervinieron en el film y que le brindan
el inefable espíritu de Boston. “La autenticidad que brindó a la película la
filmación en Boston con actores locales es inigualable”, afirma. “En algún
momento, como actor, se logra trabajar en situaciones de este tipo que no
pueden compararse con nada. La forma en la que Ben y los demás realizadores
mostraron a Boston no solo honra a la novela de Dennis Lehane sino a los
personajes, en lo que realmente son”.
UN CASO DESGARRADOR, DOS POLICÍAS APASIONADOS:
AMY RYAN, ED HARRIS Y MORGAN FREEMAN SE UNEN AL REPARTO
Desde el momento en que Patrick y Angie aceptaron el caso de la desaparición
de la niña de 4 años Amanda McCready, supieron que su madre Helene solamente
sería un elemento más en el intrincado desafío de generar alguna esperanza
de encontrarla. Aun cuando Helene ha sufrido una pérdida devastadora y casi
inconcebible, dista mucho de ser la madre perfecta: desea volver a ver a su
hija pero no coopera, es beligerante, apática y no confiable, encapsulada en
su propio mundo de desontrol y adicciones, lo que en primer lugar podría
haber llevado al secuestro de su hija.
Para Ben Affleck, la elección de la actriz Amy Ryan, nominada al premio Tony
y con una ascendente carrera en la pantalla, era el elemento central de todo
el film: “En algunos aspectos, Helene es realmente el elemento más
fundamental de la película, ¡y yo tuve muchísima suerte! Su personaje está
muy polarizado, de modo que el público va a sentir por ella cosas
diferentes. De todos modos, está claro que no es el prototipo de la víctima
que sale bien por TV. Es una persona real con defectos considerables, y Amy
la interpreta tan bien que la hizo más real de lo que yo había imaginado”.
David Crockett así la califica: “Amy es una de las sorpresas del film. Su
transformación en este personaje fue sorprendente”. Y Ladd agrega: “Amy es
absolutamente magnífica. Parece incapaz de cometer al más mínimo error en su
interpretación”.
Ryan logró trabajar su interpretación desde la empatía por el personaje de
Helen, en su lucha como madre sola, pobre, con el corazón dividido. “Helene
es una de esas mujeres que todos conocemos en este país, personas que
crecieron con carencias económicas y educativas”, observa la actriz. “Es una
mamá que está sola, que trata de hacer lo mejor para criar a su hija. Desde
un punto de vista superficial, sería muy fácil juzgarla y decir simplemente
que es una madre terrible, pero yo también quería asegurarme de que el
público se preguntara otras cosas sobre Helene: por qué está en esa
situación, por qué no puede salir adelante, por qué está atrapada en ese
círculo”.
Aun luego de esta rica exploración de la situación de Helene, el personaje
seguía siendo un desafío para Ryan. “Es un personaje rudo, divertido”,
observa, “pero creo que una de las cosas realmente convincentes de la
película es que los personajes se muestran como son, sin juzgarlos. Pueden
estar quebrados en lo económico o en su alma, pero todos tienen humanidad”.
Y esto se aplica también a otro de los personajes complicados y en
definitiva trágicos del film, aparentemente por el cambio que sufre a lo
largo del film: el Detective Remy Bressant, interpretado por el actor cuatro
veces nominado al Premio de la Academia® Ed Harris. Ya Ben Affleck lo tenía
en mente cuando escribió el guión. Recuerda: “Ed Harris siempre fue mi
primera elección. Es uno de los grandes actores de los Estados Unidos, a la
par de los más grandes. Y estuvo realmente sorprendente. La escena en la que
delinea la filosofía de Remy en cuanto a la vida, la crianza de los niños y
el caos del mundo refleja cuánto y con qué profundidad logró darle vida al
personaje que yo imaginé”.
Harris se emocionó cuando fue contactado por Affleck porque desde hace mucho
tiempo es fanático de los libros de Lehane y ya conocía a su personaje de
Gone Baby Gone. “Remy es un tipo bastante intenso, un poco rebelde, pero
creo que también tiene un buen corazón y desea hacer lo correcto”, describe
el actor.
Habiendo debutado como director en el aclamado film Pollock, Harris se
sintió particularmente impresionado por Affleck. “Personalmente me encantó
trabajar con él. Ben es confiable, te dice lo que necesita, pero está
abierto a diferentes cosas. También comprendí lo importante que este film
era para él en cuanto a su deseo de crear algo significativo”.
El jefe de Remy Bressant es Jack Doyle, jefe de la Unidad Delitos contra la
Infancia, interpretado por el actor premiado con el Oscar® Morgan Freeman,
viejo amigo de Affleck. “No podíamos imaginar a nadie más que a Morgan para
este papel; Ben y él ya habían trabajado juntos en Sum of All Fears, de modo
que comparten una relación personal y profesional”, explica Sean Bailey.
Freeman expone las características básicas de su personaje, “un hombre que
perdió a un niño y que ahora se dedica a salvar a otros niños”. Pero
señala:” Lo interesante es que cada personaje de esta historia está
conectado con otros de manera secreta”.
Más conocido por sus precisos retratos de verdaderos trabajadores en
comedias como Beverly Hills Cop y Midnight Run, John Ashton interpreta al
socio de Remy Bressant, el Detective Nicholas Raftapolous, apodado
brevemente Poole. “Me encantaron esta historia y la relación entre Poole y
Remy”, dice Ashton. “Estos son personajes con muchas capas diferentes”.
La selección de Ashton para que lo acompañara a Ed Harris implicó volver a
reunir a dos actores que actuaron juntos en el teatro hace más de veinte
años. “Ed y yo hicimos True West de Sam Shepard hace 25 años en Los Angeles,
y desde entonces, esta es la primera vez que volvemos a trabajar juntos”,
señala Ashton. Cuando uno está en escena, realmente tiene que aprender cómo
actuar junto al otro, y entre nosotros aún existía esa especie de confianza.
Nos divertimos un montón otra vez juntos”.
El rapport entre estos actores fue palpable desde el momento en que llegaron
al foro. Recuerda Sean Bailey: “La primera vez que entraron juntos en la
oficina, los vi y pensé: ‘Bueno, son dos duros policías de las calles de
Boston’. Siempre es una emoción poder trabajar con actores que uno admira
desde hace tanto tiempo. Y estos dos muchachos entran en esa categoría,
tanto para mí como para Ben y Casey”.
También, en sus papeles del Tío y la Tía de Amanda, se unen al reparto la
actriz nominada al Premio de la Academia® Amy Madigan (a la sazón la esposa
de Ed Harris) y el aclamado actor Titus Welliver, conocido por su papel de
Silas Adams en western éxito de HBO Deadwood. Madigan interpreta a Bea, la
crítica cuñada de Helene que acude a Patrick y a Angie para que se hagan
cargo del caso de su adorada sobrina perdida y que constantemente pone en
movimiento la sorpresiva cadena de eventos del film.
A la actriz la atrajo la chance de interpretar a uno de los personajes más
delineados de Dennis Lehane. “Soy muy fanática de sus novelas, así que me
entusiasmé mucho”, recuerda la actriz. “Y fue muy divertido hacer un par de
escenas con mi marido”.
Alan Ladd comparte el entusiasmo de Madigan: “Fue grandioso volver a
trabajar con Amy y Ed. Yo había trabajado con ellos por separado hace años
–con Ed en The Right Stuff y con Amy en Lovechild– y siempre me impresionó
su talento. Volver a trabajar con ellos fue un verdadero regalo. No podíamos
estar más contentos cuando se unieron al proyecto”.
Madigan señala además: “Mi personaje es el único de toda la historia que no
tiene dobleces, que no juega otro juego paralelo. Simplemente quiere ayudar
a esta niñita y esto la hace muy importante”.
Lionel, el marido de Lea, es un personaje más sombrío. Aun cuando sea un tío
adorable, es un ex convicto que quizás sepa más sobre secuestros que lo que
deja traslucir a las autoridades. Acerca del personaje, dice Welliver: “Creo
que Lionel siente que tiene una brújula moral muy clara. Está destrozado por
la situación de su sobrina, así que pone lo mejor de sí para beneficiarla”.
Con tal cantidad de destacados actores en los papeles clave, Affleck tomó la
audaz decisión de rodearlos de actores no profesionales que aportaron al
film el sabor y el encanto distintivo de la verdadera clase trabajadora de
Boston, incluso a través de su acento. El resultado de la mezcla de amateurs
con profesionales creó una situación inusual, pero aportó al film un
realismo que hizo que la historia fuese más dinámica y viva en el foro.
Affleck señala que, por ejemplo, en la fascinante escena en la que Patrick
entra en un bar de una esquina para preguntarles a los parroquianos sobre la
desaparición de Amanda, los rostros locales agregaron un matiz más rico de
ansiedad y suspenso. “Los muchachos del bar son mayormente actores locales,
muy comprometidos con sus papeles y con interpretaciones atrapantes y
atemorizadoras. Cumplieron con todo lo que yo deseaba”.
“Ben fue inflexible en cuanto a que seleccionáramos a auténticos bostonianos
para las escenas con fondos y, por cierto, sus instintos nos favorecieron.
La autenticidad te sale al cruce en el film y los locales estuvieron
tremendos”, dice Ladd.
“Muchas de las personas elegidas por Ben (en negocios y bares, por ejemplo)
nunca en su vida habían estado en una película”, cuenta Bailey. “Esto generó
una atmósfera muy excitante, pero lo más importante es que su presencia se
combinó con la filmación de locaciones verdaderas en Boston, así que todo
brindaba la sensación de ser genuino”.
LO REAL:
LA FILMACIÓN EN LAS CALLES DE BOSTON
DESAPARECIÓ UNA NOCHE exhibe una abundancia de personajes agudamente
delineados y coloridos, pero uno de los grandes personajes del film es la
ciudad de Boston, la cual, como nativo, Affleck deseaba capturar con la
cámara en toda su gracia y aspereza. El film se desarrolla principalmente en
Dorchester, el más grande y diverso barrio de Boston, conocido por ser un
vecindario desordenado pero compacto de clases trabajadoras. Si bien es un
centro urbano lleno de personajes imponentes, ha sido raramente explorado
con profundidad por el cine.
“Dennis Lehane transmite mucho la auténtica sensación de Boston en sus
libros, y Ben deseaba asegurarse de que ésta no se perdiera en la
adaptación”, explica Bailey. “Nuestro film tiene lugar en una parte
diferente de la ciudad, la que no se ve en las películas o en la televisión;
barrios como Dorchester, Roxbury, Chelsea y Everett. Estas pueden ser áreas
duras, pero tembién vimos que eran lugares con un fuerte sentido de
comunidad y de orgullo. Tuvimos una gran experiencia en Boston, donde la
sensación fue que toda la ciudad estaba involucrada detrás de nosotros y
podía enorgullecerse de lo que estábamos haciendo”.
Agrega Ladd: “Dado que este era el primer film que trabajaba bajo la nueva
acta de subsidio de Massachusetts, todos los habitantes nos facilitaron las
cosas al máximo. Volvería a filmar allí ya mismo”.
A fin de desarrollar más el aspecto visual del film, Affleck trabajó
estrechamente junto al fotógrafo John Toll, ganador consecutivo de dos
premios Oscar® por Legends of the Fall y Braveheart y director de fotografía
de más de 20 filmes entre los que se incluyen The Last Samurai, Almost
Famous y The Thin Red Line.
“John Toll y yo ya habíamos trabajado juntos en Braveheart”, recuerda Ladd.
“Él se reunió con Ben, congeniaron de inmediato y John firmó. Conseguir su
colaboración fue un verdadero logro”.
Toll deseaba apartarse de los clichés otoñales de Boston y brindar una
visión más vívida y electrizante de la ciudad, con énfasis en el color, la
textura y la inolvidable belleza lírica de los barrios más grisáceos de la
ciudad. “Tuvimos suerte al contar con uno de los verdaderos maestros de la
cámara”, afirma Sean Bailey. “Filmábamos en áreas que para algunos pueden
ser feas u oprimidas por la pobreza, pero John y Ben trabajaron duro para
hallar la belleza en esos lugares, así fuera un auto abollado o el bar de
una esquina. Todo fue iluminado y captado de manera de respetar su propia
esencia y el sentido del lugar”.
El productor ejecutivo David Crockett observa: “Realmente maximizamos el
aspecto visual de la ciudad y fuimos a muchos lugares realmente reveladores
en términos de textura, atmósfera y gente”.
Respecto de su trabajo junto a Toll, Affleck agrega: “John es un fotógrafo
increíble y el film se benefició tremendamente con su brillante trabajo”.
Affleck también otorga un crédito a la diseñadora de producción Sharon
Seymour, quien creó dinámicamente interiores que transmiten realismo, tanto
los escondites de delincuentes, como los apartamentos de trabajadores,
cuarteles de policía y bares. Y la diseñadora de vestuario Alix Friedberg
colaboró para brindarle a cada uno de los personajes del film una apariencia
distintiva que reflejara un amplio rango de pasados y personalidades. “El
film se benefició mucho con los talentos y el trabajo de nuestro
espectacular equipo”, resume Affleck, “y también con el aporte de los
actores. Como director, uno está muy a merced de muchos factores, incluidas
la historia que se intenta narrar y las personas con las que estás
trabajando. Yo tuve suerte en ambas. Creo que la película verdaderamente
refleja todos los talentos que se han involucrado en ella; en un sentido,
todos los errores son míos”.
El reparto y el equipo devuelven el cumplido. Así lo expresa Titus Welliver:
“Volvería a trabajar con Ben de inmediato y espero que así sea. Siendo
actor, él comprende muy bien el lenguaje y posee la habilidad de ser muy
específico. Y si bien esto fue tremendamente agotador para él,
verdaderamente estuvo a la altura de las circunstancias con gran encanto”.
Con un elenco y un reparto tan dedicados al proyecto, el principal desafío
parecía provenir de la naturaleza inherentemente perturbadora de la historia
misma, la cual está pensada para provocar un remolino de preguntas y
emociones. “Esta es una historia tan desgarradora y atrapante, que
contemplar e investigar algunas de las cosas horribles que hace esa gente
fue bastante atemorizador”, confiesa Sean Bailey.
“Todos parecen estar de acuerdo en que, seguramente, esta historia dará que
hablar. “DESAPARECIÓ UNA NOCHE es un film increíblemente complicado y
polémico que no esconde nada”, dice Alan Ladd.
En verdad, el aire de ambigüedad moral que pesó en la producción se
manifestó a lo largo del film, hasta el climático dilema final y también la
polémica decisión de último minuto de Patrick Kenzie, a la manera deseada
por Ben Affleck.
“Nos gusta pensar el mundo en términos de lo que es fácil identificar como
correcto o incorrecto; esto nos da comodidad al enjuiciar a las personas.
Pero eso está basado en una ilusión, la de que realmente puede conocerse a
alguien todo el tiempo, y allí reside un verdadero peligro”, dice el
director. “Hay situaciones en las que uno no sabe si lo que hizo está bien.
Simplemente hay que hacer lo mejor que se pueda y tener esperanzas”.
Y Casey Affleck finaliza: “Creo que muchas personas saldrán del cine
preguntándose cómo se habrían comportado en la situación que enfrenta mi
personaje al final de la película… y eso es lo que le da al film un
perdurable impacto cerebral y emocional”.
ESTADÍSTICAS ACERCA DE NIÑOS DESAPARECIDOS Y EXPLOTADOS
• Entre 85 y 90% de las personas desaparecidas son menores.
• Un informe reciente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos
señala que en el período de un año fueron informadas las desapariciones de
797.500 niños menores de 18 años.
• Cerca del 26% de esos niños desaparecidos fueron víctimas de secuestros
por parte de familiares.
• Cerca de 204.000 secuestros cometidos por personas no familiares tuvieron
lugar durante el mismo año.
• En los Estados Unidos, se estima que 1 cada 8 varones y 1 cada 4 niñas
serán sexualmente explotados o abusados antes de llegar a la adultez.
• 58% de los niños cuya desaparición fue informada a las autoridades
federales son niñas, y el 33% son afroamericanos.
• En 2005, la policía local clasificó alrededor de 16.897 casos de niños
desaparecidos como “en riesgo”, es decir que presumiblemente estaban bajo
custodia de un adulto peligroso.
• El 99% de los niños desaparecidos son encontrados a través de búsquedas
legales. Sin embargo, cerca de 10.000 casos por año permanecen irresueltos.
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