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“Nací bajo
circunstancias poco usuales”.
Así comienza “El Curioso Caso de Benjamin Button”, adaptada de la
historia de la década de 1920 de F. Scott Fitzgerald sobre un hombre que
nace a los ochenta y tantos años y avanza de edad hacia atrás: Un
hombre, como cualquiera de nosotros, que es incapaz de detener el
tiempo. Partiendo de Nueva Orleáns hacia el fin de la Primera Guerra
Mundial en 1918 y hasta el siglo XXI, en un viaje tan poco usual como la
vida de cualquier hombre puede ser, la cinta narra la grandiosa historia
de un hombre no tan ordinario y la gente y lugares que descubre a su
paso, los amores que encuentra y pierde, las alegrías de la vida y las
tristezas de la muerte y aquello que perdura más allá del tiempo.
Paramount Pictures y Warner Bros. Pictures presentan una Producción
Kennedy/Marshall Una Película de David Fincher, “El Curioso Caso de
Benjamin Button”, protagonizada por Brad Pitt, Cate Blanchett, Taraji P.
Henson, Julia Ormond, Jason Flemyng, Elias Koteas y Tilda Swinton. La
cinta es dirigida por David Fincher. El guión es de Eric Roth, sobre una
historia para el cine de Eric Roth y Robin Swicord, basándose en el
relato corto de F. Scout Fitzgerald. Los productores son Kathleen
Kennedy, Frank Marshall y Ceán Chaffin.
El equipo detrás de cámaras lleva a la cabeza al director de fotografía
Claudio Miranda, el diseñador de producción Donald Graham Burt, los
editores Kirk Baxter y Angus Wall, y la diseñadora de vestuario
Jacqueline West. La música es de Alexandre Desplat.
www.benjaminbuttonlapelicula.com
INFORMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
“El Curioso Caso de Benjamin Button” comenzó su vida como un relato
corto escrito en la década de 1920 por F. Scott Fitzgerald, quien a su
vez, basó su inspiración en una cita de Mark Twain: “La vida sería
infinitamente más feliz si uno pudiera nacer a la edad de 80 años y
gradualmente, acercarse a los 18”.
La historia de Fitzgerald fue un capricho, un hallazgo de fantasía y el
hacer que cobrara vida en la pantalla se percibía como un hecho
demasiado ambicioso y fantástico para poder lograrlo. El proyecto se
mantuvo a flote durante unos 40 años, hasta que los productores Kathleen
Kennedy y Frank Marshall decidieron realizarlo. Durante más de una
década, el proyecto intrigaba a Eric Roth, David Fincher y Brad Pitt.
Para Roth, el concepto se volvió una oportunidad para observar de forma
introspectiva el ancho lienzo de una vida a través de la síntesis de
momentos íntimos, experimentados cada día a través de eventos que podían
ser tan enormes como una guerra mundial o tan pequeños como un beso.
“Eric era la persona ideal para realizar por completo el potencial de
una historia con un enfoque a gran escala pero que es también
profundamente personal”, observa Kennedy. “En ‘Forrest Gump’, él reveló
retratos íntimos contrastándolos con el fondo de historias épicas y
tiene el don para observar los ricos detalles”.
La oportunidad de vivir la vida hacia atrás parecería ideal. “Pero no es
tan sencillo”, dice Roth. “En la superficie, uno pensaría que sería
encantador, pero es un tipo distinto de vida, lo cual me parece algo muy
absorbente en esta historia. Aunque Benjamin crece hacia atrás, el
primer beso y el primer amor siguen siendo igual de significativos y
relevantes para él. No hay distinción alguna si vives tu vida hacia
atrás o hacia adelante– es cómo vives tu vida”.
Mientras que concebía y escribía el guión, Roth experimentó la pérdida
personal de sus padres. “Sus muertes fueron, evidentemente, muy
dolorosas para mí, y me ofrecieron una perspectiva distinta sobre las
cosas”, observa el autor. “Me parece que la gente responderá a las
mismas cosas en esta historia a las cuales respondí yo”.
La cinta explora la condición humana que existe fuera del tiempo y la
edad – las alegrías de la vida y el amor y las tristezas de la pérdida.
“David y yo queríamos que se sintiera como si esta fuese la historia de
cualquiera”, dice Roth. “Es tan solo la vida de un hombre – eso es lo
que es tan extraordinario de la película y al mismo tiempo, tan
ordinario. Lo que afecta a este curioso personaje es lo que afecta a
todo el mundo”.
Mientras que el apuro de Benjamin es completamente peculiar, su viaje
resalta las complejas emociones que se encuentran en el núcleo de cada
vida. “Habla sobre las preguntas que nos hacemos en el transcurso de
nuestras vidas”, dice Marshall. “Y es poco común que una película
provoque tantos puntos de vista personales tan diferentes. Alguien de 60
ó 70 años verán la película de cierta manera, mientras que alguien de 20
años la verá de otra”.
La productora Ceán Chaffin recuerda que el proyecto tenía largo tiempo
circulando alrededor de Fincher, luego se alejaba de él y después
volvía. Una versión anterior del guión descansaba sobre su escritorio
cuando Chaffin comenzó a trabajar con él en 1992. “Era algo que él amaba
y continuamente hablaba de él en el transcurso de los años”, dice.
“Recuerdo también que cuando Brad le preguntó por él, David dijo: ‘Eso
podría ser una gran película’. Los guiones van y vienen, pero este guión
jamás nos abandonó. Él dice que las cosas se van por las razones
correctas y uno no debe arrepentirse. Este debió haber tenido las
razones correctas para quedarse”.
Las propias experiencias de pérdida de Fincher infundieron su
fascinación con la historia. “Mi padre falleció hace cinco años y
recuerdo la experiencia de estar ahí cuando exhaló su último aliento”,
reflexiona él. “Fue un aliento increíblemente profundo. Cuando pierdes a
alguien que te ayudó de muchas formas, que es tu ‘norte geográfico’,
pierdes el barómetro de tu vida. Ya no estás intentando complacer a
alguien, o ya no estás reaccionando en contra de algo. De muchas formas,
estás verdaderamente solo”.
Al iniciar las preparaciones de la cinta, las reuniones de Fincher con
Kennedy y Marshall frecuentemente resultaban muy personales.
“Comenzábamos a hablar de la historia”, recuerda Fincher, “y quince
minutos después estábamos hablando de la gente que habíamos amado y que
habían fallecido, y gente que amábamos y que no nos prestaba atención, o
gente que perseguíamos o que nos perseguía. La película es interesante
de esa forma; tuvo ese efecto en todos nosotros”.
El realizar la película sería un salto ambicioso, imponiendo retos
dramáticos así como técnicos. “¿Cómo puedes crear, de forma hábil y
resumida, la experiencia de una vida, con todas sus altas y bajas, de la
tumba a la cuna, en una sola película?”, medita Kennedy. “En el guión de
Eric, cada momento acumula emociones que resuenan contigo después. El
burlar esa sensibilidad empequeñecería la experiencia, así que desde el
principio sabíamos que se llevaría tiempo el proyectar la experiencia de
toda una vida”.
Para Pitt, la única forma de interpretar al personaje era de forma
completa, a cada edad, lo que suponía uno de los retos más
sobrecogedores de la película. “Brad solo estaba interesando en
interpretar el papel si pudiera hacer al personaje a través de la
totalidad de su vida”, explica Fincher. “Kathy y Frank estaban más que
intrigados sobre cómo haríamos eso. Yo dije: ‘No lo sé, pero lo
averiguaremos’”.
Pitt también se sentía atraído por la travesía que toma Benjamin.
“Muchos actores sopesan un papel basándose en lo que el personaje hace”,
dice Fincher. “Bueno, Benjamin no ‘hace’ mucho per se, pero caramba,
vive muchísimas cosas. Brad era la persona perfecta. Es el tipo de papel
que sería pasivo en manos menos capaces”.
Para compartir la pantalla al lado de Pitt, Fincher eligió a Cate
Blanchett. El director tenía a Blanchett en la cabeza desde que vio su
interpretación en “Elizabeth”. “Recuerdo que fui al Subset 5 y pensé:
‘¿Quién es ella? Dios mío’”, recuerda. “Uno no suele ver a gente que
tiene esa clase de poder y habilidad todos los días de la semana”.
La actriz, dice Pitt, “elevó la mayor parte de nuestras actuaciones. Es
exquisita. Es una gran amiga. Puede leer una escena como solo pocos
actores pueden hacerlo. Me parece que es la gracia encarnada. Me encantó
que interpretara a una bailarina. El papel le fue muy bien por el tipo
de persona que es, por su innegable elegancia”.
La relación entre su personaje Daisy y Benjamin evoluciona al ella
comprender y aprender a vivir con las circunstancias extraordinarias de
él. Observa Eric Roth: “Cate encarna a esta mujer quien debe estar en
paz con la idea de envejecer mientras que la persona que ama está en el
camino en reversa. ¿Qué es lo que la vida se vuelve para ella? Va de ser
una impetuosa y apasionada bailarina a una mujer con profundas reservas
de fortaleza”.
Blanchett estructuró a Daisy con las actitudes y pasiones de una
bailarina, aunque las prácticas de ballet de la actriz terminaron en su
infancia. “Cuando era niña, hacia todo lo que las niñas hacen y estudié
ballet pero tuve que elegir entre eso y lecciones de piano”, observa
Blanchett. “Elegí el piano y después lo abandoné por la actuación. Tengo
mucha apreciación por el baile, pero conozco mis limitaciones. Esta
película fue una gran oportunidad para volver a visitar esa
apreciación”.
Daisy es una de muchas figuras que entran en contacto con Benjamin.
“Benjamin es como la bola blanca y todas las personas con las que choca
dejan marcas en él”, dice Fincher. “Eso es lo que es una vida – una
colección de mellas y rasguños. Ellos son lo que lo convierten en lo que
es, nadie más”.
“Me gusta la idea de las mellas”, añade Pitt. “La gente deja un impacto,
una especie de impresión. Existe algo muy poético de aceptación en ello.
No significa que gires. No significa que no luchas por lo que quieres.
Significa que aceptas lo inevitable de la vida. La gente va y viene. La
gente se va, ya sea por elección propia o por la muerte. La gente se va
de la misma forma que nosotros nos iremos – es lo inevitable. Cómo
lidiar con ello es la cuestión”.
Pitt asocia esta noción con su amigo y frecuente colaborador. “La
película explora esta idea que sé es verdad para Fincher — la creencia
de que somos responsables por nuestras propias vidas”, dice el actor.
“Somos responsables de nuestros éxitos y fracasos y no hay nadie a quién
culpar o de quién obtener el crédito. El destino ciertamente tiene que
ver, pero al final del día, su forma es a causa de nosotros”.
El papel presentó a Pitt con un complejo reto muy distinto a cualquier
que haya enfrentado en una película – el comunicar el crecimiento
interno del personaje al reaccionar a otros a quienes encuentra durante
la cinta. “El viaje de Benjamin Button es muy interior”, dice Blanchett.
“A pesar de la evidente exigencia física que el papel requiere de parte
de Brad como actor, el truco era interpretar a un personaje que escucha
y está presente y que reacciona a todos en la película”.
“Tal vez sea la interpretación más inerte que Brad haya ofrecido”, añade
Fincher.
Roth indica que Pitt también aterrizó los aspectos extraordinarios del
personaje con su propia humanidad esencial. “Lo exuberante de esta
interpretación es que Brad hace el papel como si fuera el de un ‘hombre
ordinario’. Creo que de su propia vida, Brad encontró una afinidad por
este personaje que trasciende el actuar el papel. Él entiende cómo es
vivir un tipo de vida distinto”.
Como la madre adoptiva de Benjamin, Queenie, le dice a lo largo de su
vida: “Nunca sabes lo que te espera”.
Benjamin nace en Nueva Orleáns en 1918, al final de la Gran Guerra – una
buena noche para nacer. Cuando la madre de Benjamin muere dando a luz,
su padre, horrorizado por su apariencia, abandona al bebé en los
escalones de Nolan House, un hogar de retiro donde es adoptado por
Queenie, la portera del hogar.
Taraji P. Henson fue elegida para el papel de Queenie mucho antes de que
la película se cristalizara, cuando la directora de casting para
Fincher, Laray Mayfield, guió al director hacia su interpretación en
“Hustle and Flow”. “Todos quedamos impactados por lo luminosa y maternal
que era”, recuerda Fincher. “Encontré toda la calidez, todos los
aspectos no juiciosos de Queenie en Taraji”.
Queenie desempeña un trabajo que muchas personas jamás podrían hacer.
“Es una mujer que sabe cómo lidiar con la muerte”, dice Henson. “Y al
mismo tiempo, ella es la encarnación de un amor incondicional. El poder
adoptar a un niño que no es tuyo, en un tiempo cuando el racismo es la
norma, y él es blanco y ha nacido bajo estas inusuales circunstancias –
ella puede ignorar todo eso y amarlo”.
El personaje llamó a Henson a un nivel intensamente personal. “Ha sido
un viaje muy espiritual para mí”, revela ella. “Yo acababa de perder a
mi padre, y aunque lo extraño muchísimo, es casi como si su muerte fuera
una parte de mi viaje para llegar a Queenie. Cuando mi padre estaba
enfermo, nos aseguramos de que jamás estuviera solo; siempre había
alguien a su lado. Falleció cuando yo estaba con él porque sabía que yo
podía soportarlo. Este papel me ayudó con mi pena y mi pena me ayudó a
estructurar mi interpretación. El arte puede sanar”.
Benjamin se convierte en adulto con una ecuanimidad hacia la pérdida que
pocos experimentan. “Él viene de un mundo de personas que han hecho la
paz con su propia mortandad, así que no hay mucho que lo asuste”, dice
Fincher. “Cada persona que conoce es pasajera; cada momento con ellos
podría ser su último. Aún así, ninguna de las personas ahí son
histéricas; todas hacen lo que pueden con lo que tienen. Así que, a muy
temprana edad, él conoce los aspectos más profundos de la muerte. Le
llega a todos y pasamos nuestras vidas enfocándonos en otras cosas para
evitar pensar en aquello que es inevitable”.
Benjamin conoce a Daisy cuando ambos son niños y ella llega a visitar a
su abuela en Nolan House. Daisy ve a través del exterior de sus
impedimentos de anciano y hacia el niño en su interior. “Uno de los ejes
de esta obra es cómo sus vidas coinciden y difieren”, dice Roth. “Esta
relación evoluciona mientras que crecen y cambian, con todas las
oportunidades perdidas y halladas en medio de todo”.
Mientras que todo el mundo a su alrededor envejece, Benjamin se hace
joven, en soledad. “El que Benjamin crezca en reversa solo lo hace estar
más al tanto de que uno no se puede aferrar a las cosas”, dice su co-estrella
Mahershalalhashbaz Ali. “Él sabe que posees cosas por una cierta
cantidad de tiempo y después debes aceptar el hecho de que desaparezcan.
Puedes tomar lo que puedas mientras están ahí, pero nunca son de tu
propiedad”.
Ese sentido de aceptación es un rasgo que Fincher traza hasta su propio
padre. “Veo mucho de mi padre en Benjamin”, dice el director. “Como
periodista y producto de la Gran Depresión, mi padre era un tanto
estoico, un observador; él tomaba las cosas sin juzgarlas. Recuerdo que
le gustaba poder apreciar a la gente tal y como era. Filtré eso en las
reacciones de Benjamin y en especial la forma en la que lidia con la
gente, con las situaciones. Puedo observarlo y decir: ‘Sí, Jack haría
eso. Él actuaría de esa forma’”.
Junto con Queenie, Benjamin es criado por los hombres y mujeres ancianos
cuyas aventuras y lecciones de vida quedaron atrás y quienes han venido
a Nolan House para pasar el ocaso de sus vidas en tranquilidad.
Tizzy Weathers, el amor de toda la vida de Queenie, es uno de los
primeros “padres” de Benjamin. “Tizzy es una especie de asta de bandera,
un barómetro para su madurez”, dice Mahershalalhashbaz Ali, quien
interpreta a Tizzy. “Él ayuda a guiarlo y criarlo. Le enseña a leer y
escribir; le enseña sobre Shakespeare. Pero creo que más que nada, lo
deja con un sentido de lo que es un hombre. Tizzy le da ese cimiento
para que pueda haber un cambio de paz para Benjamin con respecto a tener
una figura masculina en su vida”.
Pero Tizzy, como todos los que Benjamin llega a conocer y amar, es solo
suyo por un corto periodo de tiempo. Benjamin deja atrás a Queenie y a
Tizzy, a Daisy, y a su colección de amigos del único hogar que ha
conocido cuando se aventura al mundo. La persona que le ofrece la
invitación de aventurarse es el Capitán Mike y el variado grupo de
personalidades en su remolcador.
Jared Harris interpreta al barbudo capitán de mar, quien revela su yo
secreto a través del mapa de tatuajes que cubren su cuerpo. Harris
describe a su personaje como “un tipo de artista fallido, frustrado,
borracho, molesto y fracasado, de cierta forma. Entró al negocio
familiar porque no podía desafiar a su propio padre”.
A pesar de sus propios problemas paternos, el Capitán Mike se convierte
en otro “padre” para Benjamin. “Tu padre es una figura tremendamente
poderosa en tu vida”, dice Harris. “Y en esta historia, los personajes
masculinos – las relaciones entre padres e hijos – son un enorme hilo
conductor que yace bajo la superficie. El Capitán Mike introduce a
Benjamin, como si fuera un mal padre o un tío, a los vicios y placeres
de la vida. También lo introduce a la vida en el mar, y a través de esa
vida, Benjamin consigue ver el mundo”. Pero el capitán Mike, como Tizzy
anteriormente, es un reemplazo de lo real: Thomas Button, el padre que
dejó a Benjamin en la puerta de Queenie. "Thomas transfiere al niño toda
su tristeza, su resentimiento y su miedo al futuro", dice Jason Flemyng,
que interpreta a Thomas Button. "De una extraña forma, después de perder
a su esposa al dar a luz, Thomas cree que se libra de todo su dolor al
abandonar a su hijo, pero lo cierto es que pasa el resto de su vida
arrepintiéndose de ese acto. Lo sigue para siempre".
Flemyng, un amigo de Pitt y de Fincher, se sintió tan conmovido por el
guión de Eric Roth que de inmediato se grabó después de leerlo,
esperando obtener el papel de Thomas Button. Flemyng recuerda: "Estaba
emocionado por que Fincher y Ceán Chaffin vieran lo que podía hacer con
este papel. Sabía que era el tipo de película que yo iría a ver al cine.
Realmente quería ser parte de ella".
Benjamin alcanza la mayoría de edad en el remoto puerto ruso de Murmansk,
donde conoce a otra personalidad distinguida: Elizabeth Abbott,
interpretada por Tilda Swinton. "Tilda demuestra una y otra vez que
puede hacer lo que sea", afirma Kennedy. "Su oportunidad de estar en la
pantalla con Brad, Cate, Taraji y todos los demás maravillosos actores
contribuyó a la tremenda energía de la película en conjunto".
La solitaria Elizabeth Abbott, esposa de un diplomático, sueña con
atravesar el Canal de la Mancha y se convierte en el primer beso de
Benjamin. "Cada uno aprende algo del otro", dice Swinton. "Ella es
abierta, enérgica, independiente; él es paciencia, simplicidad y
optimismo". Es un intercambio justo. La idea que ella tiene, al final de
la aventura de su vida, al ser afectada por el sentido de iniciativa de
Benjamin -vivir con la novedad de la independencia y la libertad, al
reclamar la vida propia para uno mismo- es algo que encuentro
conmovedor".
Durante los viajes de Benjamin en el remolcador, la propia trayectoria
de Daisy la lleva a Nueva York, donde se une a una compañía de danza en
la flor de su joven vida, rebosante de emociones y llegando a los
límites. "Esta no es una balada de co-dependencia, como 'No puedo vivir
sin ti'", explica Fincher. "No se están esperando mutuamente. Ambos son
sexualmente activos. Son dos completos individuos que escogen estar
juntos por cierto tiempo, incluso aunque no sea lo más fácil".
Sus caminos se cruzaran y se separarán a través de sus vidas, hasta que
Fincher llega al "momento dulce" a la mitad, cuando terminan juntos. "El
universo conspira para que sean lo que son en el momento correcto",
explica. "Y de alguna manera exhalas con alivio cuando están juntos
porque está sucediendo, exactamente como se suponía que debía ser".
Daisy y todas las personalidades que pueblan el mundo de Benjamin tienen
sus propias vidas durante el desarrollo del relato. Sus historias, en
conjunto o fuera de cuadro, son hilos indelebles en la tapicería de la
película.
Creo que David tiene el sentido artístico de capturar el material
cinematográfico en sí mismo con sus propias manos", dice Swinton. "Tiene
todo planeado. Percibe la tradición del cine hollywoodense y lo que ve
como sus posibilidades ilimitadas, con toda la actitud de un verdadero
pionero. Es como un niño en un cajón de arena. Tiene un sentido en el
cual las imágenes que construye con sus colegas simplemente se descargan
de la película que existe, totalmente formada, en su propia cabeza. Se
siente como si estuviera uniendo su gusto por la película en un juego
elaborado: como si estuviera recordando un sueño. Parece que lo
maravilloso nunca se aleja de él".
Pitt coincide, agregando: "David es como un hombre poseído. Tiene un
gran ojo para el cine y el equilibrio y movimientos de una cámara que en
su caso solo puede ser magnífico. La gran recompensa es que al final
obtienes una pieza finamente esculpida. Él es un escultor".
Él delimita una idea, un momento, una imagen, un personaje o una escena,
viéndolos por todos los ángulos, cuando otras personas podrían
satisfacerse al ver la idea en tres dimensiones, David quiere seguir
investigando hasta que esa idea adquiere seis o siete dimensiones",
agrega Blanchett. "Cuando otras personas le dicen: 'Espera, David, eso
es imposible', solamente lo incitan a hacerlo. Creo que muchos otros
cineastas se hubieran detenido antes de llegar a los lugares increíbles
a donde David llevo esta fábula... y a nosotros.
"El Curioso Caso de Benjamin Button" fue grabada en una variedad de
locaciones, incluyendo Montreal, el Caribe y la ciudad natal del
personaje, Nueva Orleáns, que se estaba recuperando de la devastación
por el huracán Katrina cuando la producción se estableció. "Nos habíamos
comprometido a filmar en Nueva Orleáns antes del huracán Katrina y, por
supuesto, hubo un periodo de duda sobre si podríamos filmar ahí tras el
desastre", recuerda Kennedy. "Sin embargo, la ciudad nos llamó tan solo
dos días después del huracán, animándonos ávidamente a continuar con
nuestros planes".
Trabajar en un área que estaba saliendo de un devastador daño físico y
emocional representó un reto logístico para los cineastas. "Con el
enorme apoyo de la ciudad el increíble talento de nuestro de los actores
y el equipo, aquellas resultaron ser complicaciones menores", dice
Marshall. "Cada día era cuidadosamente planeado y ensayado, y el
liderazgo de David en todas las áreas permitió que todos tuvieran una
idea clara de o que se esperaba. Así que, en general, la grabación se
llevó a cabo tranquilamente".
Los cineastas se dieron cuenta rápidamente de que las vicisitudes no
habían mermado el espíritu de la gente de la ciudad. "Creo que Fincher y
yo fuimos muy afortunados al lograr trabajar con la gente que estaba ahí
porque quería estar ahí", dice Chaffin. "En esta película teníamos una
gran cantidad de 'Sí, nos encantaría alojarlos', especialmente de parte
de Luisiana. Cada persona que leía el guión se conmovía por una parte de
él y eso era diferente de persona a persona. Creo que eso les recordaba
algo de su propia vida y tenían que ser parte de esta película".
La eternidad de la ciudad encajaba con la tapicería de épocas en la
película de Fincher. "Era importante delinear claramente cada época en
la película, sin anunciar abiertamente el paso del tiempo", dice el
diseñador de producción Donald Graham Burt. "Era más importante crear
una sensación de progresión natural del tiempo dentro de los sets. [El
decorador de set] Victor J. Zolfo y yo hablábamos de los elementos en
los sets que sentíamos que debían cambiar y cuáles se suspenderían en el
tiempo. Era importante que los elementos tuvieran una razón de ser y que
no estuvieran colocados para llenar un lugar vacío o que fueran
alterados solo en busca de un cambio".
Fincher trabajó con el equipo de diseño de producción para imprimir a
los sets una sensación de paginación de álbum fotográfico en algún
ático, lleno de retratos de simples personas llevando vidas ordinarias.
"Creamos nuestras propias 'biografías' para cada uno de estos sets, en
particular la casa de Nolan y el hotel Winter Palace en Murmansk [donde
Benjamin conoce a Elizabeth], lugares donde ocurren los eventos
importantes en la vida de Benjamin", dice Zolfo.
La meta en cada nivel de la producción era crear un realismo creíble que
protegiera las verdades esenciales en el corazón de la historia. "Aunque
esta historia contiene elementos de fábula, quería enfatizar que era tan
realista como era posible", Fincher explica. "No quería que se sintiera
como 'Érase una vez'. No quería que los actores se quedaran colgados. No
quería que el público se quedara colgado. No quería que el diseñador de
producción se quedara colgado. Todo tenía que ser adecuado a un periodo:
qué apariencia tendrían los lugares, qué ropa usaría la gente, que tipo
de lentes o audífonos tendrían.
El vestuario era de la época, pero estilizado. La diseñadora de
vestuario Jacqueline West se reunió con Burt y Zolfo antes, para
asegurar la simetría de su trabajo. "David compone como un pintor", dice
West. "Cuando entré en el set de las vías del ferrocarril, parecía una
pintura de Caillebotte. Así que me basé en Caillebotte y otros de los
primeros impresionistas para mi inspiración: Edouard Manet, Toulouse
Lautrec, Courbet. Simplemente sabía que habiendo entendido la hermosa
sensibilidad de Don Burt, cualquier cosa que pusiera dentro de mi paleta
de colores, que era bastante obscura y obscura, funcionaría".
West se basó en los fotógrafos de la WPA y la FSA, durante Gran
Depresión, especialmente para ganar inspiración para el guardarropa de
Queenie durante los años de juventud de Benjamin Button. "Queenie es una
mujer pobre que tiene mucho carácter, así que quería que su guardarropa
reflejara su personalidad", afirma. "También se me ocurrió que la
mayoría de su ropa sería ropa usada por las ancianas que habían vivido
en la casa Nolan y que habían muerto ahí. Esas mujeres probablemente
habían dejado de comprar ropa quizá unos 20 años antes. Así que la hice
regresar un poco en el tiempo".
En contraste, Daisy siempre estaría vestida a la última moda y con la
ropa ajustada de la época con estilo de bailarina. Para Daisy, West se
basó en el pionero coreógrafo de danza George Balanchine y su esposa y
musa, Tanaquil LeClercq – una inspiración que la misma Blanchett
exploró. "Observé los movimientos de danza que influyeron en la juventud
de Daisy", explica Blanchett. "George Balanchine y Tanaquil LeClercq me
parecieron particularmente interesantes".
Blanchett, afirma West, “se convirtió en una bailarina con los vestidos.
Me recordaba mucho a las pinturas que había visto de LeClercq – el
leguaje corporal, los gestos y el conflicto interno".
LeClercq usó los diseños de Claire McCardell, una de las diseñadoras más
importantes de Estados unidos en las décadas de 1940 y 1950, quien es
reconocida como la creadora de “The American Look". West se basó en
McCardell para uno de los atuendos de Daisy más memorables – el vaporoso
vestido rojo que usa en su cita con Benjamin. "Definitivamente Jackie
fue mi cómplice", dice Blanchett. "Adoro cada puntada y cada botón. Ella
me presentó a Claire McCardell y los vestidos fueron una revelación. Qué
dichosa fui".
Para vestir a Benjamin Button a lo largo de su vida, West se basó en los
íconos cinematográficos del siglo XX. "Usé a Gary Cooper en los 40; a
Brando en los 50 y a Steve McQueen en los 60. Fueron grandes
inspiraciones y Brad tiene el mismo tipo de carisma, así que supe que
podría lograr verse así", afirma.
Otro elemento físico para Pitt fueron las técnicas digitales que
facilitarían su interpretación de Benjamin desde su juventud hasta su
vejez. El supervisor de efectos especiales Eric Barba, un antiguo
colaborador de Fincher, anota: "David me dijo desde el principio: "Brad
tiene que manejar la interpretación desde el principio hasta el final".
Benjamin es el núcleo emocional de la película, y está claramente
presente, incluso si eso parece imposible. Ese fue nuestro reto con los
efectos".
Barba trabajó en conjunto con el diseñador de maquillaje especial
ganador del Academy Award® Greg Cannon, que creó prostéticas para
resaltar el envejecimiento y rejuvenecimiento a lo largo de la película.
Una subestimada y meticulosa atención a los detalles en un amplio lienzo
se extendió en la cinematografía digital en la película. "La forma de
filmar de David en la película cobra adquiere sentido por lo que David
Lean ejemplificó con las dramáticas y épicas tomas que capturan una
sensación de espacio y tiempo", afirma Marshall. "La intensidad
emocional de la película consigue su poder a través del uso que David da
a la cámara como observador. Él quiere que te involucres en el estudio
del personaje, para que la fotografía sea más estudiada y tranquila. No
es una película que requiera rápidos cortes y movimientos de cámara
viscerales y frenéticos".
"Queríamos mantenerla tan naturalista como fuera posible", dice el
director de fotografía Claudio Miranda. "Intentamos localizar de dónde
surgiría la fuente de iluminación, y luego la manipulamos o la
reprodujimos. Hicimos algunas tomas donde simplemente colocamos
bombillas a cuadro y dejamos que iluminaran la escena. Normalmente haces
trampa con la iluminación al poner una bombilla, atenuándola para que no
sea demasiado y luego creando otra fuente de iluminación fuera de
cuadro. Pensé que estaba bien, así que lo dejé así".
Las fuentes de iluminación cambian cuando las épocas se empalman y se
dan paso entre sí. "Hay una progresión en la tecnología, pasando de
velas a lámparas de gas y de bombillas incandescentes a fluorescentes",
explica Fincher. "Hay iluminación cinematográfica, pero no mucha. Para
la mayor parte, se grabó digitalmente para tener la posibilidad de usar
este tipo de iluminación y además la de moverse rápidamente".
Ocasionalmente, las tomas se presentan orgánicamente, como en la libre y
elegante toma en la que Blanchett baila en el cenador durante su cita
con Benjamin en Nueva Cork. "Esa escena en el cenador fue muy simple. Lo
vimos y dijimos: 'Tenemos que grabar aquí'", recuerda Fincher. "Había
dudas sobre qué fondo se usaría y yo dije: 'Bueno, afuera hay un
pantano; consigamos vapor o humo, iluminemos esos árboles y mostremos
solo su silueta'. Estábamos intentando alcanzar un estilo de Hollywood
antiguo y clásico, muy simple. Parecía una caja musical.
La rigurosa sensibilidad de Fincher y su atención a los detalles
brindaron la realización ideal de su profundo entendimiento de las
verdades en el corazón de la historia de Benjamin. "Considerando el
alcance épico de la historia y sus profundos vuelcos emocionales, cada
decisión que tomó fue perfecta, fue gratificante para nosotros por ser
parte de ella", concluye Kennedy.
SOBRE EL REPARTO
BRAD PITT (Benjamin Button), uno de los actores de cine más vistos,
también es un exitoso productor, con su compañía Plan B Enertainment.
Ganó una nominación al Academy Award® por su desempeño en la película de
Terry Gilliam "Doce Monos", por la que ganó un Globo de Oro. También
estuvo nominado a los Globos de Oro por su participación en la película
de Edwar Zwick "Leyendas de Pasión" y en "Babel", de Alejandro González
Iñárritu.
Pitt recientemente apareció en el thriller cómico de Joel y Ethan Cohen
"Quémese Después de Leerse", cuya premier mundial fue la atracción en la
noche de inauguración del Festival de Cine de Venecia del 2008. El año
anterior, fue nombrado el Mejor Actor en Venecia por su retrato de Jesse
James en "El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford",
dirigida por Andrew Dominik.
Su homólogo George Clooney, el co-protagonista de "Quémese Después de
Leerse", también apareció en los éxitos de Steven Soderbergh "La Gran
Estafa", "La Nueva Gran Estafa" y "Ahora son 13".
Nació en Shawnee, Oklahoma, creció en Springfield, Missouri, y asistió a
la universidad de Missouri en Columbia, donde se especializó en
Periodismo. Justo antes de la graduación se mudó a Los Ángeles para
estudiar diseño gráfico, pero en vez de eso comenzó a buscar su carrera
como actor, estudiando con Roy London. Poco después comenzó a obtener
papeles en televisión, incluyendo la serie "Glory Days" y los aclamados
telefilmes "The Image" dirigida por Peter Werner y "Too Young to Die?",
dirigida por Robert Markowitz.
Fuel papel del señor Pitt en el la película de Ridley Scott ganadora del
Academy Award® "Un Final Inesperado" lo que le consiguió la atención
nacional por primera vez. Pronto protagonizó la película de Robert
Redford ganadora del Academy Award® "Nada es para Siempre", "Kalifornia"
Dominic Sena y "Entrevista con el Vampiro" de Neil Jordan. También
protagonizó "Johnny Suede" de Tom DiCillo, que ganó el Leopardo de Oro
por Mejor película en el Festival Internacional de Cine de Locarno de
1991; "Cool World" de Ralph Bakshi, "True Romance" de Tony Scout, "Los
Hijos de la Calle" de Barry Levinson", "The Devil's Own" de Alan J.
Pakula, "Siete años en el Tíbet" de Jean-Jacques Annaud, "¿Conoces a Joe
Black?", de Martin Brest y dos películas previas de David Fincher:
"Se7en" y "El Club de la Pelea".
Sus películas más recientes incluyen "Sr. y Sra. Smith", que fue uno de
los más grandes éxitos del 2005, "Troya" de Wolfgang Petersen, la
película animada de Patrick Gilmore y Tim Jonson " Sinbad: La Leyenda de
los Siete Mares, "Juego de Espías" de Tony Scout, "La Mexicana" de Gore
Verbinski, "Cerdos y Diamantes" de Guy Ritchie, así como apariciones
especiales en la película de Soderbergh "Todo al Descubierto" y la
película de Clooney "Confesiones de una Mente Peligrosa".
La empresa Plan B Entertainment de Pitt desarrolla y produce proyectos
cinematográficos y televisivos. Plan B ha producido hasta ahora
películas como "Los Infiltrados de Martin Scorsese, que ganó cuatro
Academy Awards®, incluyendo Mejor Película y Mejor director, "Todo
Corazón" de Michael Winterbottom, por la cual Angelina Jolie recibió un
Globo de Oro, el Premio de los Críticos de Independent Spirit, y
nominaciones al premio Screen Actors Guild, "Charlie y la Fábrica de
Chocolate" de Tim Burton, protagonizada por Johnny Depp, "Recortes de mi
Vida" de Ryan Murphy, por la cual Annette Bening recibió una nominación
al Globo de Oro, "Troya" y "El Asesinato de Jesse James por el cobarde
Robert Ford".
CATE BLANCHETT (Daisy), quien a últimas fechas interpretó a Irina Spalko
en el éxito de taquilla de Steven Spielberg, “Indiana Jones y el Reino
de la Calavera de Cristal”, estuvo nominada este año a dos premios
Oscar®. La primera nominación fue como Mejor Actriz por “Elizabeth: La
Edad de Oro” y la segunda fue como Mejor Actriz de Reparto por “Mi
historia Sin Mí”, ambas nominaciones la convirtieron en la quinta
intérprete en 80 años de historia de la Academia en estar nominada en
ambas categorías el mismo año. Adicionalmente, por “La Edad de Oro”,
recibió nominaciones SAG y BAFTA. Por “Mi historia Sin Mí”, también
recibió nominaciones SAG y BAFTA y ganó el premio a Mejor Actriz en el
Festival de Cine de Venecia, Mejor Actriz de Reparto en los Globos de
Oro y un Independent Spirit Award por su trabajo.
Blanchett ganó previamente un Academy Award® como Mejor Actriz de
Reparto por su retrato aclamado por la crítica de Katharine Hepburn en
la película de Martin Scorsese, “El Aviador”. También la honraron con
premios BAFTA y SAG y una nominación al Globo de Oro por su papel. En
1999, Blanchett ganó su primera nominación al Oscar® y sus primeros
premios BAFTA y Globo de Oro por su retrato de otra famosa figura, la
reina Elizabeth I, en la peícula de Shekhar Kapur, “Elizabeth”.
Posteriormente recibió nominaciones para el Academy Award®, el Globo de
Oro y del Sindicato de Actores de Pantalla (Screen Actors Guild) por su
actuación en “Escándalo” con su homóloga Dame Judi Dench.
Blanchett estelarizó recientemente las películas “El Buen Alemán”
dirigida por Steven Soderbergh, con George Clooney y Tobey Maguire, y
“Babel” con Brad Pitt.
Blanchett también ganó una nominación al Globo de Oros por Mejor Actriz
por el papel principal en la película de Joel Schumacher, “Veronica
Guerin” y por su papel en la película de Barry Levinson, “Vida Bandida”.
Entre otras participaciones se encuentran la trilogía de “El Señor de
los Anillos”, “La Vida Acuática con Steve Zissou” de Wes Anderson,
“Coffee and Cigarettes” de Jim Jarmusch, por a que obtuvo una nominación
al Independent Spirit Award, “Las Desapariciones” de Ron Howard con
Tommy Lee Jones, “Charlotte Gray” de Gillian Armstrong, “Atando Cabos”
de Lasse Hallstrom con Kevin Spacey, “Little Fish” de Rowan Woods con
Sam Neill y Hugo Weaving (por el cual ganó un premio AFI por Mejor
Actriz), “Pushing Tin” de Mike Newell con John Cusack, “Un Esposo Ideal”
de Oliver Parker, “El Talentoso Sr. Ripley” de Anthony Minghella, por la
que recibió una nominación al premio BAFTA Award por Mejor Actriz de
Reparto, “Testigo” de Sam Raimi y “Vidas Furtivas” de Sally Potter, por
la que recibió el título de Mejor Actriz de Reparto por el National
Board of Review.
Como graduada del National Institute of Dramatic Art de Australia (NIDA),
Blanchett abarca entre sus primeros trabajos “Camino al Paraíso” de
Bruce Beresford, “Thank God He Met Lizzie”, por el que ganó el premio
del Australian Film Institute (AFI) y el premio Sydney Film Critics por
Mejor Actriz de Reparto y “Oscar® and Lucinda” de Gillian Armstrong con
su homólogo Ralph Fiennes, por la cual también ganó una nominación al
premio AFI por Mejor Actriz.
La extensa carrera teatral de Blanchett incluye producciones con Company
B, en Belvoir Street, Sydney, bajo la dirección de Neil Armfield. Sus
papeles incluyeron: Miranda en “La Tempestad”, Ofelia en “Hamlet”, por
la que ganó una nominación a los premios Green Room, Nina in “La
Gaviota” y Rose en “The Blind Giant is Dancing”. Para la Sydney Theater
Company (STC), ha trabajado en “Top Girls” de Carril Churchill,
“Oleanna” de David Mamet (con la que ganó el premio de The Sydney
Theater Critics a la Mejor Actriz), “Sweet Phoebe” de Michael Gow
(también para la Croyden Wearhouse de Londres) y “Kafka Dances” de
Timothy Daly, por la que obtuvo el premio del Círculo de Críticos como
Mejor Actriz Revelación. Para the Almeida Theatre, Blanchett interpretó
en 1999 el papel de Susan Traheren en la obra “Plenty” que David Hare
presentó en el West End de Londres.
En 2004, Blanchett regresó a la Compañía de Teatro de Sydney para el
papel principal en la adaptación de Andrew Upton de “Hedda Gabler”. La
obra fue un éxito con los críticos, lo cual le valió de un prestigioso
premio Helpmann por Mejor Actriz en una Obra. La producción se movió en
una gira exitosa con la Academia de Música de Brooklyn en 2006, era el
debut de Blanchett en Nueva York.
Blanchett hizo su debut como directora con la obra “A Kind of Alaska” en
la Compañía de Teatro de Sydney, a la que siguió con una producción de
David Harrower, “Blackbird” y “The Year of Magical Thinking” de Joan
Didion.
Blanchett es miembro del Australian Museum Board of Trustees y
embajadora de la Australian Conservation Foundation, SolarAid, el
Australian Film Institute y el Festival de Cine de Sydney.
Junto con su marido, Andrew Upton, han sido recientemente nombrados co-directores
Artísticos de la Sydney Theatre Company. Su temporada de debut comenzará
en 2009.
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