|   | 
		
		 
		 
		En la comedia que altera la vida de Columbia Pictures y Revolution 
		Studios, Click: perdiendo el control, Michael Newman (Adam Sandler), un 
		activo arquitecto que está tratando de salir adelante, compra un control 
		remoto que parece permitirle no sólo controlar su televisor y su 
		estéreo, sino virtualmente toda su vida.  
		 
		Suena demasiado bueno para ser verdad y así es, porque pronto el 
		sofisticado dispositivo de la tecnología está controlando todo de manera 
		que Michael nunca imaginó posible.  
		 
		SINOPSIS 
		 
		Michael Newman (Adam Sandler) está casado con la hermosa Donna (Kate 
		Beckinsale) y tienen dos hijos maravillosos, Ben (Joseph Castanon) y 
		Samantha (Tatum McCann). Pero no tiene oportunidad de verlos mucho 
		porque dedica largas horas a la compañía de arquitectura donde trabaja 
		con la esperanza de que su ingrato jefe (David Hasselhoff) reconozca 
		algún día su invaluable contribución y lo haga su socio.  
		 
		Una vez que logre su objetivo, podrá dedicar toda la atención a su 
		esposa e hijos. Cuando menos, eso es lo que se dice a sí mismo.  
		 
		 Después 
		de pasar toda la noche trabajando, el cansado Michael se siente 
		frustrado porque no sabe siquiera cual de todos los controles remotos 
		usar para encender el televisor. Michael se propone encontrar el 
		dispositivo perfecto para operar todo su equipo electrónico y se mete a 
		la sala de saldos de la tienda Bed, Bath & Beyond (Cama, baño y más 
		allá), donde un excéntrico empleado, Morty (Christopher Walken) le da un 
		artefacto experimental exclusivo que le garantiza le cambiará la vida.  
		
		 
		  
		Morty no estaba bromeando. Michael pronto tiene todo en su dominio, 
		operando cualquier aparato con sólo dar clic en un botón.  
  
		
		 
		Pero el dispositivo tiene otras funciones más sorprendentes. De algún 
		modo puede disminuir el volumen de los ladridos de Sundance, el perro de 
		la familia, y todavía más asombroso, adelantar rápidamente y terminar 
		una molesta pelea con su esposa.  
		 
		Michael está fascinado con este nuevo juguete, aunque también un poco 
		asustado. Decide visitar de nuevo a Morty, el hombre que le vendió el 
		misterioso dispositivo. Morty dice a Michael que le dio exactamente lo 
		que él estaba buscando: un control remoto universal que le permite 
		controlar su universo. Justo frente a los ojos del asombrado Michael, 
		Morty demuestra las avanzadas características que dominan la mente, 
		incluyendo una función que permite a Michael viajar de un lado a otro de 
		su vida a diferentes velocidades.  
		 
		Michael se vuelve adicto rápidamente a su nuevo poder, el cual le 
		permite literalmente hacer todo lo que se le antoje.  
		 
		 Pero 
		sucede que sin darse cuenta, el control remoto lo está programando a él, 
		en vez de que fuera al contrario. Cuando se percata de lo que está 
		sucediendo, Michael no puede impedir que el dispositivo decida cuáles 
		sucesos experimentará en su vida y cuáles se perderá. Sólo entonces es 
		que comienza a apreciar y disfrutar verdaderamente su vida: lo bueno, lo 
		malo y lo feo.  
		 
		Columbia Pictures y Revolution Studios Presentan una producción de Happy 
		Madison/Original Film, Click: perdiendo el control protagonizada por 
		Adam Sandler, Kate Beckinsale, Christopher Walken, Henry Winkler, David 
		Hasselhoff, Julie Kavner y Sean Astin. La cinta está dirigida por Frank 
		Coraci y escrita por Steve Koren y Mark O'Keefe. Adam Sandler, Jack 
		Giarraputo, Neal H. Moritz, Steve Koren y Mark O'Keefe son los 
		productores. Barry Bernardi y Tim Herlihy son los productores 
		ejecutivos. El director de fotografía es Dean Semler, ACS/ASC. El 
		diseñador de producción es Perry Andelin Blake. El editor es Jeff 
		Gourson. La coproductora es Tania Landau. La diseñadora de vestuario es 
		Ellen Lutter. Los efectos especiales de maquillaje son de Rick Baker. La 
		música es de Rupert Gregson-Williams. Los supervisores musicales son 
		Michael Dilbeck y Brooks Arthur.  
		 
		 
		 
		SOBRE LA PRODUCCIÓN 
		 
		El guionista y productor Steve Koren recuerda cómo él y su socio Mark 
		O’Keefe llegaron a la idea de CLICK: PERDIENDO EL CONTROL. “Mi novia y 
		yo teníamos una broma”, recuerda Koren. “Estábamos en una larga 
		discusión, entonces yo tome el control remoto, lo dirigí hacia ella y 
		oprimí el botón de ‘silenciamiento’. A ella no le pareció muy divertido, 
		pero pensé que era algo que podría relacionar con mucha gente”. 
		 
		Comenzaron con una idea sencilla: “¿Qué tal si pudieras realmente 
		controlar tu vida con un control remoto?, ¿que pudiera subir o bajar el 
		volumen del mundo?” A partir de ahí surgió la historia. ¿Qué tal si 
		pudieras retroceder en tu vida y observar tu pasado en retrospectiva? 
		¿Qué tal si, en vez de preocuparte por el futuro, pudieras adelantarte y 
		mirarlo? “Había muchas áreas que podría explorar el personaje y era muy 
		divertido hacerlo brincar por todos lados tratando de mantener 
		estabilidad emocional consistente”, continúa Koren. “Además de explorar 
		el pasado y el futuro para buscar lo que desea, en el intento se entera 
		de otras cosas de su vida. Al final, es una película sobre vivir en el 
		presente”.  
		 
		La parte fácil, dice Koren, fue sentarse con su socio en la escritura 
		del guión, O’Keefe y pensar en todas las bromas posibles que pudieran 
		surgir por el uso de un control remoto. “La parte difícil”, asegura, 
		“fue la jornada emocional. No es como la mayoría de las películas donde 
		empiezas un día y terminas una semana más tarde. Aquí estás saltando 
		constantemente. La película empieza en el presente, luego va a al 
		pasado, luego brinca 30 años adelante en el futuro y de nuevo vuelve al 
		pasado cuando el personaje es niño. La escritura fue muy difícil de 
		construir”. 
		 
		Aumentando el grado de dificultad estuvo el hecho de que, al principio, 
		muchos de los saltos que hace Michael son intencionales. “En el trabajo, 
		quiere esta promoción sin tener que sentarse y experimentar día a día la 
		angustia de cómo llegar ahí”, dice Koren entre risas. “Con sólo oprimir 
		el botón, de repente ya es socio. ¿Quién no estaría tentado a apretar 
		ese botón?” 
		 
		Sin embargo, empiezan a surgir problemas cuando el control remoto 
		anticipa sus intenciones y toma decisiones por sí mismo. Por ejemplo, 
		cada vez que comienza a discutir con su esposa, el control remoto 
		empieza a saltar hasta que termina la pelea. “La película presenta una 
		combinación de esas elecciones. Al principio, Michael sabe a dónde se 
		dirige, pero pronto no tiene idea de lo que va a suceder después. 
		Continúa despertando cada mañana para darse cuenta que de repente ya 
		pasaron 30 años y está en la cama con alguien que no conoce”, dice Koren. 
		“El aspecto de piloto automático de la historia viene a subrayar los 
		temas más serios de la cinta. Puedes estar en cierto suceso, pero en 
		realidad no están presentes. Estás o pensando en algo que te sucedió en 
		el pasado o preocupado por llegar a otro lado más tarde. Decidimos 
		ponerle un nombre: estás en piloto automático, hablando con personas que 
		en realidad no están ahí”. 
		 
		El segmento favorito de Koren en Click: perdiendo el control es cuando 
		Michael toma por primera vez el control remoto y oprime el botón del 
		menú de su vida. “Me encanta la fantasía de eso que te está sucediendo. 
		Alguien te da un disco de video y te dice: ‘aquí tienes tu vida’, lo 
		metes en el reproductor y escuchas un comentario de cómo fuiste hecho. 
		Fue verdaderamente divertido e incluso todavía más simpático para Frank 
		dirigir y para Adam actuar ese momento. Es como un costal de bromas, en 
		serio es una tras otra y tras otra”. 
		 
		La relación de Koren con Sandler data desde “Saturday Night Live” donde 
		trabajaron juntos en muchos fragmentos. “Los cómicos como Adam tienen 
		una gran agilidad mental, entonces siempre están pensando en bromas 
		nuevas”, explica Koren. “Adam y Frank han colaborado en muchos grandes 
		éxitos. Les encanta escuchar ideas y por lo general las adoptan e 
		inventan algo aún mejor. Es muy divertido lanzarles cosas y ver cómo 
		todo lo convierten en una toma diferente”. 
		 
		LA FAMILIA DE CLICK: PERDIENDO EL CONTROL  
		 
		El director Frank Coraci dice que lo que le atrajo de Click: perdiendo 
		el control, fue la oportunidad de trabajar con sus compañeros en un 
		proyecto tan emocionante. “Sabía que estaría ansioso por toda la 
		diversión que íbamos a tener en el trabajo todos los días”, dice. 
		“Cuando me senté ahí a leer el guión seguía soñando en esas asombrosas 
		transiciones en el tiempo. Ir de un lugar a otro o adelantar una 
		situación”. 
		 
		Como él la concibió, la premisa de Click: perdiendo el control le 
		permitiría ser más aventurado visualmente de lo que por lo general 
		sucede con las comedias. “Para un director, te permite soñar en estos 
		grandes momentos, visualizarlos y luego llegar al set cada día a 
		ponerlos en acción”, comenta. “Es una jornada maravillosa”.  
		 
		Coraci y la estrella y productor de la película, Adam Sandler, han sido 
		amigos desde la adolescencia. Fueron juntos a la universidad (el 
		productor de Click: perdiendo el control, Jack Giarraputo fue compañero 
		de cuarto de Coraci) y siempre han tenido la habilidad de hacerse reír 
		entre sí. “Otra razón por la que Click: perdiendo el control es tan 
		divertida es que está llena del tipo de cosas que nos hacen reír tanto a 
		Adam y a mí; cosas sobre la vida que aprendimos cuando estábamos 
		creciendo. Conforme nos hacemos más viejos, estamos empezando a hacer 
		películas sobre cosas que hemos experimentado en la vida”. 
		 
		La camaradería en el set y la relación de confianza que formaron en sus 
		días de universitarios han dado frutos también en el ámbito creativo. 
		“Durante la producción, al final de cada día nos sentíamos como llenos 
		de adrenalina, nos reuníamos y decíamos: ‘Oye, este guión está muy 
		divertido, pero las cosas que dijimos en el set hoy fueron todavía más 
		simpáticas’”, dice Coraci. “Fue genial, porque Adam es muy bueno en 
		esto. Hace que todo parezca muy sencillo”.  
		 
		Aunque el ganador del Oscar® Christopher Walken era nuevo en el grupo, 
		inmediatamente se sintió como de la familia, de acuerdo con Coraci. 
		“Cuando ves a Adam y a Christopher Walken juntos es algo maravilloso. 
		Walken es un actor genial, pero al lado de Adam es todavía más 
		asombroso. Es raro ver dos talentos tan grandes juntos haciendo algo tan 
		divertido como esta película”.  
		 
		Walken también aportó su entrenamiento como cantante y bailarín para su 
		interpretación del papel de Morty, el enigmático empleado de la tienda 
		que está en realidad detrás de todo. “Walken hace un poco de baile y 
		algo de canto en la película”, dice Coraci. “Pero lo más impresionante 
		es que puede escoger cualquier palabra de su diálogo del guión y hacerla 
		simpática. Escuchas la manera en que dice la palabra ‘remoto’ y 
		sencillamente te mueres de risa. No conozco a ningún actor que pueda 
		decir una palabra como ésa y que sea tan divertida”. 
		 
		Para la “esposa perfecta”, dice Coraci, encontraron a la actriz 
		perfecta: Kate Beckinsale. “La clave en la película es que el personaje 
		de Adam tiene dos hijos maravillosos y una esposa que lo apoya y además 
		es preciosa. Es el tipo de mujer perfecta con la que todos quisieran 
		estar casados, fuerte y bella, y con un buen corazón. Sé que en esta 
		película todos van a enamorarse de ella”. 
		 
		Para interpretar a los padres de Sandler, Ted y Trudy, los cineastas 
		eligieron a dos actores cómicos veteranos, Henry Winkler y Julie Kavner. 
		“Son los padres perfectos, dulces y adorables que te paran los pelos de 
		punta porque aman demasiado. Henry y Julie lo hicieron muy bien. En 
		cuanto los pusimos juntos, nos dimos cuenta de que habíamos logrado la 
		mejor combinación. Ambos tienen todo lo necesario para hacer comedia. 
		Henry, quien antes trabajó con nosotros en El aguador entendía 
		completamente nuestra rutina. Y Julie, ¿qué les puedo decir? Se metió al 
		ritmo muy rápido y cuando tienes a todo un grupo que se siente cómodo 
		entre ellos, las cosas salen definitivamente bien y muy divertidas”.  
		 
		David Hasselhoff representa al señor Ammer, el insensible jefe de 
		Michael. Coraci lo describe como un actor “que tiene tanta energía que 
		te hace pensar que son siete personas en vez de sólo uno. Además de ser 
		un icono, el hombre es verdaderamente simpático. Cuando llegó sólo 
		entró, puso toda su confianza en nosotros y nos divertimos mucho”. 
		 
		La producción no tuvo menos suerte con los actores que representaron los 
		papeles de los hijos de Sandler y Beckinsale. “Son increíbles”, dice 
		Coraci. “Tatum McCann, (Samantha) es una dulzura, te encariñas con ella 
		de inmediato. Joseph Castanon (Ben) es un chico realmente talentoso. 
		Puede hacer cualquier cosa que le pidas. No le digan a nadie, pero a 
		pesar de lo que dicen de trabajar con niños actores, fueron los más 
		fáciles de dirigir. Aprendieron muy rápido e hicieron todo lo que les 
		decía perfectamente bien”. 
		 
		Además de su talento, McCann y Castanon se conectaron emocionalmente con 
		Coraci también. “Son unos niños adorables. Al final del día se me 
		acercaban y me decían: ‘Frank, te queremos mucho’ y me daban un gran 
		abrazo. Esto fue ideal para la película porque creó una sensación 
		verdadera de familia”.  
		 
		DETRÁS DEL ESCENARIO: DE IDA Y VUELTA AL FUTURO  
		 
		“Perry Andelin Blake, mi diseñador de producción, ha hecho todas mis 
		películas, incluyendo La mejor de mis bodas, El aguador y La vuelta al 
		mundo en 80 días”, dice Coraci. “Fue Uno de los que me dijo: ‘Frank, 
		tienes que hacer esta película porque vamos a tener que crear estos 
		mundos tan asombrosos. Podremos hacer la última parte de soltero en el 
		futuro’”.  
		 
		Click: perdiendo el control no sólo dio a Blake la oportunidad de viajar 
		al futuro, sino también, por medio de recuerdos, al pasado. “Desde el 
		principio, Frank y yo concebimos el diseño de la casa de Michael, que es 
		muy importante porque gran parte de la película se lleva a cabo ahí, y 
		Michael es arquitecto de profesión”, dice Blake. “Compró esta casa de la 
		década de los 50 que estaba decorada al estilo de los 70 con planes de 
		rehacerla y lograr esta casa magnífica, pero como Michael trabaja tanto, 
		nunca está en casa. En realidad es su esposa quien la ordena y la 
		rehace”.  
		 
		Al crear donde vivirá Michael en el futuro, Blake concibió “este loco 
		apartamento realmente frío; negro con grises y azules. Como Michael 
		cambia conforme su vida va progresando, queríamos crear un contraste 
		sólido entre éste y su vida anterior, una vida normal de familia en la 
		cual todos los colores son cálidos y seductores; materiales tangibles 
		como piedra y madera en tonos naturales. Entonces, ves el apartamento de 
		Michael y es de apariencia vistosa, brillante y fría, muy poco natural, 
		angular, con vértices muy pronunciados”. 
		 
		La sección de ‘más allá’ de la tienda Bed, Bath & Beyond que visita 
		Michael, la cual es donde reside Morty, fue diseñada para ser bastante 
		“excéntrica”, dice Blake, “como el personaje del mismo Morty. Debía 
		tener esta sensación extraña, como todo el mundo que se encuentra en esa 
		sección específica es más bien extraño. Entonces mezclamos lo viejo con 
		lo nuevo, objetos que se veían muy modernos junto a cosas muy, muy 
		antiguas. En una tienda de Bed, Bath & Beyond uno está acostumbrado a 
		ver cosas para el baño, para vestir las camas, sábanas y frazadas. Pero 
		vemos esta puerta con el letrero que dice ‘Lo más allá’ brillando y ahí 
		se hace la transición. Cuando abres esa puerta y entras definitivamente 
		tienes la sensación de que estás en otro lugar. Tiene un pasillo súper 
		largo desde el cual Michael ve a Morty puliendo la llave, aunque él no 
		sabe qué es. Pero hay ciertos destellos y es muy misterioso. Cuando lo 
		conoce, Morty está cantando una canción y lleva puestos unos anteojos 
		muy raros que fueron diseñados para moverse hacia arriba de manera que 
		puedas ver sus muy extraños ojos”.  
		 
		Uno de los elementos vitales del diseño de Blake fue el control remoto 
		universal que es el que desata la historia. “Pensamos que sería mejor 
		hacerlo sencillo en vez de algo de alta tecnología”, dice, “porque 
		básicamente es un control remoto para tontos, para la persona promedio. 
		Cuando lo diseñé, quería que fuera cómodo sostenerlo, no como muchos 
		controles. Tomé un poco de barro y empecé a moldearlo con los dedos, y 
		haciendo una especie de agujeros donde debían estar los botones. Quería 
		que fuera súper ergonómico, que se sintiera bien en la mano, con un buen 
		peso y una sensación muy orgánica.  
		 
		AUTOS FUTURISTAS 
		 
		“Todos los autos que se usaron en Click: perdiendo el control son de 
		General Motor”, de acuerdo con Blake. “Tenemos la minivan del futuro, 
		que pertenece a Bill, el próximo esposo de Donna. Es más que sólo un 
		auto en el que pueden entrar seis personas. Creamos la camioneta de 
		manera que las puertas se abrieran hacia arriba, deslizándose hacia 
		fuera. Es incluso más cómodo para sentarse que la sala de una casa 
		debido a sus neumáticos extra grandes marca Tonka, como tipo autobús. 
		Como lo percibimos, el futuro será más orgánico, más suave y más 
		curveado como opuesto a lo rígido y lleno de vértices del presente”.  
		 
		Blake trabajó muy de cerca con el supervisor de efectos especiales John 
		Hartigan para decidir cómo hacer los cortes de los autos nuevos para que 
		parecieran totalmente futuristas. “Tomamos una minivan completamente 
		nueva y en 72 horas la hicimos parecer como buggy para las dunas”, 
		explica Hartigan. “Arreglamos el auto con cortadores para plasma y 
		sierras, y prácticamente lo despedazamos. Usamos la caja, los marcos y 
		los motores para refabricarlo totalmente y convertirlo en un auto del 
		futuro”. 
		 
		Otro auto, una ambulancia, acabo pareciéndose a un pez, como un 
		pez-gato. “Lo concebimos sin luces delanteras, con sólo una apertura en 
		el frente que se ve como una boca con luces que salen de ahí para 
		iluminar el camino”, dice Blake. “En vez de tener una barra de luces en 
		la parte de arriba de la ambulancia, toda la parte trasera terminó con 
		destellos de luz azul. Definitivamente tienes que verlo cuando está en 
		movimiento”. 
		 
		El auto de Michael en la película fue un Cadilac 2016 llamado Cadilac 
		12. El auto de 12 cilindros es un concepto real de auto (que GM dice que 
		en realidad nunca se venderá), que puede correr en 12 cilindros o, 
		cuando llegas a la vía rápida, baja hasta cuatro cilindros.  
		 
		Los autos de periodo de 2016 en la película son angulares y van de 
		acuerdo con los vértices angulares de la casa de Michael. Conforme la 
		película progresa hacia el futuro, todo se vuelve más suave, explica 
		Blake. La suavidad en el diseño del auto refleja las curvas en la 
		oficina de Michael y el vestíbulo de su compañía de arquitectura. 
		“Quería asegurarme de relacionar la vida de Michael durante toda la 
		película y que aunque va al futuro y hay algunos elementos bastante 
		locos en el set, siempre permaneció de algún modo con los pies sobre la 
		tierra… en la realidad, entonces no se pierde el vínculo con Michael y 
		su jornada emocional”.  
		 
		EFECTOS VISUALES 
		 
		La inspección de la tarea de supervisar los efectos visuales en Click: 
		perdiendo el control estuvieron a cargo de los ganadores del Academy 
		Award® Jim Rygiel y Pete Travers de Imageworks. “Lo que hicimos en esta 
		película acarreó lo que llamamos efectos ocultos”, explica Rygiel. 
		“Básicamente, lo que sucede es que hay un par de tomas en las que el 
		personaje de Adam da marcha atrás a su vida de joven, entonces tenemos a 
		un Michael más joven y a un Michael mayor al mismo tiempo, y tenía que 
		pensar en cómo conseguir que los dos se miraran y tuvieran una 
		reacción”. 
		 
		La forma en que se logró la ilusión, continúa Rygiel, fue a través del 
		uso de cámaras controladas por computadora “que repetían los mismos 
		movimientos muchas veces. Grabábamos a Michael de más viejo y luego al 
		Michael joven. Luego los combinábamos y los vemos reaccionando uno al 
		otro”. 
		 
		Rygiel trabajó muy de cerca con diferentes departamentos durante toda la 
		película. Se coordinaba constantemente con entrenadores de animales y 
		con el departamento de efectos especiales para lograr las tomas que 
		perseguía Coraci. “Los efectos visuales tienen mucho que ver con cómo se 
		verá la película y cómo van a aparecer los efectos visualmente en la 
		pantalla, mientras que los efectos especiales son más prácticos, como 
		cuando se necesita lluvia en un set. Efectos especiales cuelga 
		gigantescos recipientes con agua y mangueras de lluvia. Hacen todas las 
		explosiones, ya sea en vivo o vía la pantalla verde. Son cosas más 
		tangibles y prácticas, mientras que los efectos visuales se logran mejor 
		filmando pedazos por separado, recolectándolos y llevándolos a Sony 
		Pictures Imageworks para unirlos y cotejarlos en un periodo de 
		aproximadamente tres o cuatro meses en post producción. Cuando los 
		editores tienen la lista de cortes, nos la dan y nosotros decidimos cómo 
		se va a unir todo”. 
		 
		La edición cinematográfica moderna es en gran medida tecnología antigua 
		en el mundo de los efectos visuales de la actualidad, explica Rygiel. 
		“Actualmente tenemos la nueva cámara digital Génesis. Con cosas que 
		pueden volverse un enredo y muy poco manejables porque hay que escanear 
		y dar los colores correctos. Con la nueva cámara Génesis, entra directo 
		en el sistema. Antes, nos llevaba entre dos y tres días meter una parte 
		de la película en el sistema. Ahora, literalmente puedo salir del set y 
		tener todo en el sistema en menos de una hora. Ahorra mucho tiempo. La 
		calidad es fantástica para las pantallas azules, ya no existe el grano 
		abierto en las películas. Esa parte de la tecnología es verdaderamente 
		emocionante”.  
		 
		Para Rygiel y su equipo, crear una visión futurista fue un acto delicado 
		de equilibrio, “porque constantemente teníamos que sopesar los pros y 
		los contras de qué tan lejos podíamos llegar. Sólo porque algo es 
		posible, no significa necesariamente que sea correcto o adecuado”. 
		Rygiel trabajó también estrechamente con el departamento de arte sobre 
		cuándo usar una TransLite (que son básicamente fotografías grandes 
		iluminadas por detrás), ya que éstas pueden verse muy estáticas. 
		Entonces, cuando usa una TransLite, Rygiel tiene mucho cuidado de 
		agregarle elementos de vida, como podrían ser humo que sale de las 
		chimeneas, aves volando, un avión que se ve a distancia, etc., claves 
		visuales para distraer al público del hecho de que están viendo una 
		imagen estática.  
		 
		EFECTOS ESPECIALES  
		 
		El supervisor de efectos especiales John Hartigan señala que aunque hay 
		muchos retos para su departamento cuando trabaja en un proyecto de Happy 
		Madison, es siempre muy divertido. En una escena, un helicóptero de 
		juguete tiene que volar por encima de Sandler y golpearle la cabeza. 
		Hartigan tuvo que idear la manera de hacer que esto sucediera. 
		“Decidimos hacer el helicóptero de hule espuma suave, luego encontrar la 
		manera de hacerlo volar encima de Adam y que le golpeara la cabeza. La 
		mejor manera de hacerlo fue usar un cable con el que pudiéramos 
		controlar el movimiento del helicóptero. Resultó ser algo bastante 
		divertido y muy visual”.  
		 
		El departamento de efectos especiales uso enormes grúas y barras de 
		lluvia de treinta metros de largo para una toma afuera de un hospital 
		que se encuentra en Thousand Oaks. Hartigan y su equipo trajeron un par 
		de grúas de 300 toneladas con el fin de que lloviera en toda la 
		locación. Otra escena muy retadora para Hartigan fue convertir una calle 
		completa de la ciudad de Glendale en una maravillosa costa invernal del 
		este. Trabajando toda la noche y parte de la mañana, Hartigan y su 
		personal revistieron todos los árboles y cubrieron de nieve las calles y 
		las azoteas, y pusieron una especie de cornisas. Se usaron 
		aproximadamente 100 toneladas de hielo para convertirlo en nieve real. 
		“Tenemos estos bloques de hielo de 150 kilos, contenedores de 12 metros 
		con cinco toneladas de bloques de hielo y usamos ventiladores enormes 
		para aventar la nieve a unos 12 ó 15 metros de distancia en el aire. 
		Cuando caía al piso, la paleábamos haciéndola parecer el producto de una 
		tormenta reciente”. 
		 
		Para otra escena, Hartigan y su equipo de efectos especiales pusieron 
		cables al personaje de Morty (Christopher Walken) en un “arnés”, lo cual 
		sirvió para transportarlo mágicamente al más allá. “Usamos el arnés de 
		nuevo cuando llegamos a la pantalla verde. Construimos un aparejo para 
		recorrer el piso y subir y bajar con Christopher, y para las escenas que 
		se ven en el fondo. Queríamos que tanto Morty como lo que lleva puesto 
		pareciera como si estuviera flotando, entonces teníamos que filmarlo en 
		la pantalla verde para que la ropa diera la impresión de estar flotando 
		por la calle y persiguiendo a Michael (el personaje de Sandler)”. 
		 
		El diseñador de efectos especiales de maquillaje, Rick Baker, estaba 
		tomándose un periodo de descanso para estar con sus hijos cuando le 
		llamó el productor ejecutivo Barry Bernardi (con quien había trabajado 
		en La mansión embrujada), y le pidió que leyera el guión de Click: 
		perdiendo el control. “El guión me emocionó mucho”, dice Baker. “Se 
		trataba mucho de apreciar a la gente que está a tu alrededor mientras la 
		tienes ahí”. 
		 
		Aceptar estar en Click: perdiendo el control fue un verdadero desafío 
		para Baker, porque “el tipo de maquillaje más difícil de hacer es lograr 
		que alguien se vea más viejo. Prácticamente es lo que falla con más 
		frecuencia. Es mucho más fácil hacer un extraterrestre o cualquier tipo 
		de monstruo, porque no lo ves todos los días. Pero sí ves a gente mayor 
		y la película cubre el curso completo de la vida de una persona”. 
		 
		El personaje de Sandler debe moverse desde los 17 años de edad, y sus 
		padres (Henry Winkler y Julie Kavner) también se ven desde jóvenes, en 
		la edad madura y hasta personas de edad. “Esto lo hacemos con varios 
		personajes que ves en diferentes momentos y diferentes edades. 
		Afortunadamente tengo un gran grupo de personas verdaderamente 
		talentosas con quienes trabajo, que tienen mucha experiencia haciendo 
		este tipo de películas donde las personas tienen que envejecer”, dice 
		Baker. 
		 
		El primer paso en el proceso fue recolectar fotografías de todos los 
		personajes en los que íbamos a trabajar. “Luego hicimos imágenes con una 
		especie de esculturas de yeso. Los grabamos en video estando en 
		movimiento y cómo gesticulan para ver los pliegues que se les hacen en 
		la piel”, dice Baker. “Donde están los pliegues, tratamos de predecir 
		que ahí van a tener arrugas cuando sean mayores. Después hicimos diseños 
		en PhotoShop de cómo pensamos que deberían verse y mostramos a los 
		actores varias opciones”.  
		 
		“Con una gran belleza como Beckinsale”, continúa Baker, “incluso en el 
		momento donde aparece mayor, es todavía hermosa. El cambio es sutil, 
		pero definitivamente hay algo ahí y se ve bastante mayor”.  
		 
		“Uno de los retos más grandes fueron Henry Winkler y Julie Kavner, 
		quienes tenían que verse más viejos y más jóvenes en diferentes 
		momentos”, comenta Baker. “Aparecen cuando nace el personaje de Adam y 
		teníamos que hacerlos verse como jóvenes de nuevo. Entonces, tomamos dos 
		moldes de yeso diferentes de ellos dos, uno normal y uno con 
		estiramientos, para lo cual les restiramos la cara con cintas adhesivas, 
		casi como un levantamiento quirúrgico. El proceso fue muy incómodo para 
		los actores porque la piel les quedaba enredada alrededor del cuello y 
		la cara”, continúa. “En realidad les pegamos la piel debajo de los ojos 
		justo abajo de la línea de las pestañas. Luego, detenidamente tomamos 
		los moldes y les pusimos pelucas, pestañas y cosas así. Me impresionó 
		mucho lo que logramos. Definitivamente se veían bastante más jóvenes. 
		Fue muy dramático. Es una lástima que las escenas de Herny de joven y de 
		viejo no estén una tras otra, porque siento que logramos un cambio muy 
		asombroso”.  
		 
		“Definitivamente necesitas la cooperación del actor para hacer este tipo 
		de cambios de maquillaje”, prosigue Baker. “Es muy difícil sentar a 
		alguien en una silla durante tanto tiempo. Yo mismo he sido maquillado y 
		sé que el tiempo es muy diferente cuando eres la persona en la silla y 
		no quien está maquillando. Cuando hacemos una cabeza falsa con pintura y 
		todo, nos tardamos una semana. Aquí, tienes una hora máximo en la silla 
		para lograr lo que normalmente se logra en una semana de pintura. 
		Además, pegar todas las piezas, especialmente el silicón, es muy 
		difícil. Es muy maleable, como un pedazo de hígado, y si no tienes mucho 
		cuidado al colocarlo puedes estirarlo y hacer que pierda su forma. 
		También es muy difícil si deterioras las orillas porque básicamente 
		tienes que empezar de nuevo todo el proceso”. 
		 
		Baker se sentó con Sandler y le explicó cómo sería la progresión de su 
		vida. Sandler confesó que se empieza a mover e inquietarse en una silla 
		de maquillaje si está ahí por mucho tiempo, pero Baker le dijo que 
		tendría que estar quieto. “Me dijo que le iba a ser muy difícil”, dice 
		Baker riendo. “Pero le dije que sólo serían unos cuantos días, no como 
		en El Grinch o El profesor chiflado, donde los actores estuvieron en 
		maquillaje todos los días durante tres meses. Por fortuna tengo algunos 
		artistas de maquillaje maravillosos. Bill Corso aplicó el maquillaje de 
		Adam. La persona verdaderamente responsable de cómo se ve Click: 
		perdiendo el control es alguien que trabaja para mí, a quien patrociné 
		desde Japón, Kazuhiro (Kazu) Tsuji. Kazu es el futuro del maquillaje. 
		Tiene la misma pasión que yo tengo por el maquillaje y creo que por eso 
		nuestro trabajo es tan bueno. Para nosotros no es sólo un empleo, 
		realmente nos encanta lo que hacemos, y Kazu tiene un talento 
		impresionante. Estuvo muy involucrado en el diseño y la fabricación de 
		las piezas, así como en la aplicación del maquillaje. Kazu aplicó 
		también el maquillaje de Henry y de David Hasselhoff, y llevó a cabo 
		todas las pruebas iniciales”, señala Baker. 
		 
		El maquillaje de gordo para Sandler era una gran pieza de silicón sin 
		costuras. Baker hizo el molde de yeso de la cabeza del actor y luego lo 
		rompió en varias piezas como si fuera un rompecabezas. Se necesitaron 
		seis semanas para hacer el yeso, un asombroso rompecabezas de la cara de 
		Sandler que se hizo en un molde sin uniones para que pudiera aplicarse y 
		pareciera completamente creíble. “En la película, el personaje de Adam 
		despierta un día, se ve en el espejo y grita porque ahora pesa más de 
		140 kilos”, dice Baker. En los días que se filmaron estas escenas, se 
		necesitaron aproximadamente cuatro o cinco horas para completar el 
		proceso de aplicar las piezas de silicón a su cara, maquillarlo y 
		peinarlo, y meterlo en su traje de gordo. Por último, el personaje de 
		Adam se convierte en un hombre de 140 kilos con un traje para hacer 
		ejercicio y con un trasero “extra jugoso”. No fue fácil para Adam estar 
		ahí sentado durante el proceso, pero al final estuvo muy contento con el 
		resultado. La recompensa fue fantástica”.  
  
		
		
		IR A REPARTO Y REALIZADORES 
		 
		 
  
		 | 
		  |