La
familia unida esperando la llegada de Hallewyn
(1971) y
Beto
Nervio contra el poder de las tinieblas
(1978-1979), inéditos
hasta
ahora en Argentina fueron
rescatados
por el
crítico Daniel López para el 18° Festival Internacional de Cine de Mar del
Plata.
Entre
1970 y 1974, aproximadamente, operó en
el cine
argentino un pequeño grupo, al que ellos mismos
y algún
periodista denominaron Underground: en él
coexistían Edgardo Cozarinsky, Julio Ludueña, Rafael
Filippelli, Edgardo Kleinman, Néstor Lescovich, Hugo Gil,
Bebe
Kamin. En su mayoría amigos entre sí,
o bien
hermanados por una manera diversa de ver el
cine y
de asumirlo radicalmente a contrapelo de la
industria tradicional pero también de los otros
grupos
contemporáneos.
Miguel
Angel Bejo pertenece al grupo de los
Underground. Nació el 28 de enero de 1944 en el
barrio
porteño de Boedo –“debe ser por eso que
siempre
preferí Roberto Arlt a Jorge Luis
Borges”–. A mediados de 1971 comenzó a planificar
su
primer largometraje, La familia unida esperando
la
llegada de Hallewyn, que filmó en noviembre de
ese
año. “Recordando aquellos días, lo primero que
me
viene a la memoria es una frase que dijo Rafael
Filippelli acerca de las películas que nos gustaban:
‘Si eso
es cine entonces lo que nosotros hacemos
debe
ser otra cosa’, algo que hoy en día comparto
con más
fuerza que entonces. Tal vez por eso tengo
una
cierta reticencia a mostrar estos objetos no
identificados que son Hallewyn y Beto Nervio.
Imaginarlos hoy en el marco de un Festival no
deja de
sorprenderme. Hay tantas cosas en las
que
creíamos y que están definitivamente enterradas
que me
faltan las referencias para situar estas
películas –y otras de mis amigos de entonces–
como
tales. Pero, en fin, esos objetos están
fotografiados en una gelatina de bromuro de plata
sobre
un soporte de celuloide que pasa la velocidad
de 24
imágenes por segundo en un proyector:
entonces, digamos que son películas cinematográficas.
Por el
resto, confieso que desde hoy y aquí me
cuesta
hablar de aquella época sin preguntarme
si no
habré imaginado todo aquello”.
Tras
participar (con un corto titulado El árbol oculta
el
bosque o ejercicio a foco fijo de 50 cm) en la
experiencia comunitaria conocida como “la noche
de las
cámaras despiertas”, y de rodar Beto Nervio
contra el poder de las tinieblas entre septiembre
de 1978
y enero de 1979, Bejo tomó el negativo y
marchó
a París. “Me instalé en Francia gracias
a
Volker Schlöndorff, que me conectó con Anatole
Dauman
y entre los dos me consiguieron la sala de
montaje
que pertenecía a Chris Marker y a la
magnífica montajista Christine Aya para terminar
Beto
Nervio. Cuando lo terminé y me desperté al
mundo
del cine de 1980 me encontré con un
objeto
que molestaba un poco por lo inclasificable.
No era
un panfleto político, no era bello ni tenía
estrellas, estaba hecho a las trompadas, etcétera,
etcétera. Me miraban raro. Por suerte, todavía
estaban
Huber Bals en Rotterdam y Ulrich Gregor en
Berlín,
y el film (?) se pudo mostrar.”
SINOPSIS DE AMBAS OBRAS
La
familia unida esperando la llegada de Hallewyn
(Argentina, 1971)
Dirección y producción: Miguel Bejo.
Guión:
Miguel Bejo, Vicente Battista, Román
García
Azcárate, Osvaldo de la Vega, inspirado
en la
pieza
teatral
Sire Halewyn de
Michel
de Ghelderode.
Fotografía: Carlos Sorín.
Fotografía Segunda Unidad: Félix Monti.
Cameraman: Rafael Filippelli.
Sonido:
Bebe Kamin.
Montaje: Julio Di Risio.
Asesor
musical: Jorge López Ruiz.
Con:
Alberto Ferreyro, Eduardo Siri,
Alberto
Yaccelini, Jorge Hayes, Edgardo
Cozarinsky, Roberto Scheuer,
Julio Ludueña,
María
Elena Mobi.
A
partir de un género tan específico como
el de
terror, el film narra cómo los integrantes
de una
familia descienden
todas las noches
a una
cripta con el fin de rendir
homenaje a la
madre
muerta, hasta que un día el
cadáver
desaparece. “La idea original fue hacer
una
película que nos permitiera, a mí y al
grupo
de amigos que me ayudaba, trabajar muy libremente y
experimentar
una cantidad de
resortes de lenguaje
basándonos sobre un
género
tan específico como es el cine de
terror,
que surgía casi siempre en los países
donde
había sistemas represivos. En nuestro
propio
país existía una sociedad que
ejercía
el vampirismo cultural por el cual
se
absorbía una cultura, se la deformaba y nunca
llegaba
a surgir por sí misma. Entonces recordé el
personaje de Ghelderode, un monstruo violador
que
atravesaba caminos pero que en
realidad aterrorizaba a los reyes, una
especie
de Drácula al revés, cuyos
enemigos se agazapaban entre las clases
poderosas.
”Nunca
lanzado comercialmente en la Argentina,
el film
recibió una mención del Jurado
Joven
en Locarno 1972 y el Primer Premio del
Jurado
Oficial en Mannheim 1972, y fue
exhibido en los Festivales de Málaga 1972,
Rotterdam y Amberes 1973, Utrech 1974 y
Mannheim 1981.
En
octubre de 1975 se estrenó en París con el
título
La famille unie attendant l’arrivée
d’Hallewyn.
Incluye
un fragmento de La fusta e il corpo
(Mario
Bava, Italia 1963) así como trechos de la
música
compuesta por Ennio Morricone para ese
film y
para Il buono, il brutto, il cattivo
(Sergio
Leone,
Italia 1966), además de temas de
Puccini
y Juan de Dios Filiberto.
Beto Nervio contra el poder de las tinieblas
(Argentina, 1978-1979)
Dirección y producción: Miguel Bejo.
Productor asociado: Volker Schlöndorff.
Guión:
Jorge Hayes, Román García Azcárate,
Miguel
Bejo, sobre argumento de Jorge
Hayes y
Miguel Bejo.
Texto
de la narración: Edgardo Cozarinsky.
Fotografía: Juan Carlos Lenardi, Hugo Colace.
Fotografía adicional: Félix Monti.
Música:
temas por Juan José Mosalini, Enzo Gieco,
Gustavo
Beytelman y Chango Farías Gómez,
Ernesto
Rondó, Baffa-Berlingieri, Shirley Bassey.
Con
Jorge Hayes, Deni De Biagi, Ingrid
Pelicori, Alfredo Martone, Alberto Catena,
Sergio
Poves Campos, Rubén Szuchmacher,
Claudia
Schwartz, Susana Yasán, Roberto Scheuer
El
parecido físico de uno de los integrantes del
jurado
del Festival de Mannheim 1972 con Clark
Kent
disparó la idea para este film. “Mi viejo
amor
por la historieta, especialmente el Flash
Gordon
de Alex Raymond y el Vito Nervio de
Alberto
Breccia, despertaron en mí la inquietud
por un
film que reflejara ese mundo. Así, una
pareja
saca un día al héroe de los cuadritos en
los que
vive y lo pone frente a un caso real en un
país de
fantasía llamado Subterra. Beto Nervio,
que así
se llama el detective dibujado, asiste
junto
con Mark Dent, alias Super-Super, a
una
megaexposición internacional, la
Expovaca, montada por los gobernantes de
Subterra para distraer al pueblo.
”Filmado en la Argentina y terminado en París con
ayuda
del productor y realizador alemán
Volker
Schlöndorff, el film fue exhibido en
los
festivales de Rotterdam, Locarno,
Mannheim y Cannes 1981 y en los de
Benalmádena y Amiens 1982. El personaje
protagónico se inspira en la historieta Vito
Nervio,
creada por Mirco Repetto en la
revista
Patoruzú, que más adelante tuvo
como
dibujantes también a Wadel y a Breccia.
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