Entrevista realizada a propósito de "LA JUNTIDAD ESPELUZNANTE" al director Martín Carmona

 

- "La juntidad ezpeluznante" suele presentarse como un filme de "collage visual". ¿Por qué te atrajo esta idea de composición?

- El reparto incluye personalidades de prestigio en el ambiente intelectual argentino. ¿Cómo hiciste para convencerlos de participar en tu película?

- Contale a la gente que no los conoce, ¿quiénes son Cucurto; Carlino y Oswald Byron?

- Desde el 2000 hasta el presente, ¿pensás que hubo un avance en el desarrollo de documentales en el país?. ¿El público responde mejor que antes a esta iniciativa?

- ¿Por qué te interesó situar "La juntidad espeluznante" en un determinado marco político-teórico?

- A mi entender, el trabajo de edición es la columna vertebral de tu producción. ¿Cuánto tiempo demandó la selección de imágenes y cuál fue el criterio que primó?

- ¿Cómo te integraste a la tarea de dirección con Quiroga?

- En relación con "Reducción", otro filme de tu autoría, ¿cómo percibís "La juntidad espeluznante"?. ¿Hay un concepto integrador que atraviesa ambas obras?

- ¿Seguís con tus performances teatrales y/o literarias?

- ¿Qué pasó con tu fanzine "La novia de Tyson"?. ¿Cuándo volverá a salir?

- Hablame de tus proyectos futuros.

- Dame tu opinión sobre el "Festival de Cine Inusual".

Respuestas:

- Porque era la más apropiada para contar una época caótica y
contradictoria. El acercamiento de la clase media al peronismo fue un
fenómeno muy interesante. Además por esos años yo estaba muy metido con el 'cinema free norteamericano' de Brackage, Mekas, Anger.

- De gran ayuda fue Jorge Quiroga que conocía personalmente a casi todos los entrevistados. Algunos de ellos son sus amigos personales.

- Cucurto ahora es bastante famoso en el ambiente literario. Junto a él y
Rodolfo Edwards (entre otros) hicimos "La Novia de Tyson" que era una
revista poética humorística y también, él fue protagonista de algunos de mis
cortometrajes, en bolas y todo.
A Carlino lo conoce el país entero. El que no conoce a Carlino no sabe nada de peronismo. Era uno de los mejores amigos del General ya que tenía un retrato suyo en Puerta de Hierro. En "La juntidad...", nos vamos al Museo de Lobos a encontrarnos con el retrato. Esa escena forma parte de un corto 'road movie' que se llama "Buscando a Perón".
Oswald Byron es un loco amigo de Tanguito que escribió un libro sobre él.
Organiza tertulias artísticas, es músico de rock y preside la Comisión
Permanente de la "Asociaciòn Amigos del Vernissage".

- No estoy seguro, en ambos casos.

- En parte hay un elogio a Buenos Aires y a una época que tanto Jorge
como yo admiramos. Me refiero a ese vértigo y a esos excesos. Yo estaba harto de tanto discurso heroico y victimizante. Creo que en la militancia de los setenta hubo mucha alegría y una maravillosa inconsciencia.

- La edición comienza con los textos mismos. Muchos están viviseccionados.
Con las entrevistas pasa lo mismo, hubo algún reporteado que se enojó porque sólo incluímos bromas. En cuanto al ritmo, está la intención de saturar, de
no dar mucha pausa, sobre todo con el sonido.

- Muy bien, el asunto afianzó nuestra amistad. Coincidimos en casi todo. En
ese sentido todo fue muy fluído.

- Debe haber varias relaciones, pero supongo que la más importante es la
convicción de que para hacer videos no necesitás ni de mucho ni de muchos.
Si uno no hace es porque no quiere o no tiene buenas ideas. Y digo 'video'
porque yo no creo ni quiero tener nada que ver con el cine, nunca tuve
amigos en ese ambiente, espero tenerlos alguna vez en el mundo del
video. (Risas)

- No por el momento, ya volveré.

- No sale más.

- Estoy haciendo un musical autobiográfico en donde, además, participarán
muchos amigos. Voy a tratar el tema del desgarramiento amoroso y habrá una apasionada defensa a la vagancia de la que quiero salir. Vagancia en el buen
y mal sentido. Tiene que ser un quemo total, va todo mi amor y todo mi asco
existencial. Habrá que ir falopeado.

- Genial, espero cagarme mucho de risa y conocer nueva gente.

Entrevista realizada por Silvia G.Romero