"YESTERDAY"
de Darrell James Roodt
Hay pocas ocasiones en las que se puede aprovechar al máximo el llamado "cine tercermundista" y específicamente, el de procedencia sudafricana. Darrell James Roodt, realizador de "Sarafina!" y "Cry, The Beloved Country", siempre atento a su realidad (recordemos que es sudafricano blanco) y consustanciado con el desorden sanitario de su región trasladó sus preocupaciones por la corrupción social de estos territorios en "Yesterday", su último film a la fecha, hablado en lengua zulú e interpretado por actores profesionales de esa nacionalidad. La historia de una mujer campesina y su pequeña hija sobre las cuales se cierne el fantasma del Sida y la desprotección gubernamental fue una de las principales razones que llevó a la película a ser candidata al Oscar 2005 por mejor realización extranjera. Pero más allá de esta merecida nominación, lo que asombra de "Yesterday" es el fino olfato empleado por Roodt en el temple de su relato donde una simple línea de diálogo o un mínimo detalle paisajístico bastan para resumir la inocencia de los personajes y el derrumbe paulatino de una etnia. El olvido de las 'tribus' y la prevalencia de un pensamiento mágico frente a los avances científicos constituyen el tema central y un motivo de preocupación del director que ve diezmada las posibilidades de progreso educacional de la población por la desigualdad política y los manejos clasistas. La composición de Leleti Khumalo de esta madre precaria y sin instrucción que solo sabe dar amor y cuya devoción a su esposo le impide comprender cabalmente su enfermedad, es el motor de fuerza argumental que arroja luz sobre los miles de infectados africanos imposibilitados de acceder a un diagnóstico médico temprano. Así, "Yesterday" se manifiesta como una fábula familiar de la 'Madre Tierra' donde los impulsos vitales y la voluntad de supervivencia tienen un cariz femenino frente a los embates del mal. No en vano Roodt, se asombra del vigor natural de un grupo étnico que le hizo frente al Apartheid y al despotismo occidental. En buena hora. Silvia G Romero
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