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Hay muchas maneras de encontrar
significado en los hechos del 11 de septiembre. La televisión puede
mostrar los hechos cuando suceden. Un reportero puede escribir un
borrador de la historia. Los historiadores pueden ampliar el período de
tiempo y darnos su contexto… Los cineastas también tienen su papel y
creo que algunas veces, si vemos con claridad y decisión un solo hecho,
podemos encontrar en su forma algo más que el hecho mismo – el patrón
genético de nuestra era… Por esto tenemos una película sobre el vuelo
93.
-Paul Greengrass
En
Vuelo 93, Greengrass crea un drama apremiante y provocador que relata la
historia de los pasajeros, la tripulación y los controladores aéreos que
vieron horrorizados mientras el Vuelo 93 de United Airlines se convertía
en el cuarto avión secuestrado en el día del peor ataque terrorista en
suelo estadounidense: el 11 de septiembre de 2001.
El director explora las hechos de este día al relatar la historia del un
solo vuelo y la muestra casual y común de miembros de la tripulación,
hombres de negocios, esposas, abuelos, estudiantes y demás, que viajaban
a San Francisco a bordo de ese Boeing 757. Durante el transcurso de los
90 minutos que la nave estuvo en el aire, el mundo debajo entraba en una
era nueva y violenta – vista a través de una niebla que lentamente se
disipó para revelar que Estados Unidos de América estaba bajo ataque.
Frente a la impresionante tarea de recrear los hechos que
sucedieron a bordo del fatídico avión y abajo en la tierra, Greengrass y
sus colaboradores contactaron una gran variedad de fuentes, llevando a
cabo incontables entrevistas cara-a-cara con las familias de los 40
pasajeros y miembros de la tripulación, con miembros de la comisión del
11 de septiembre, con controladores de tráfico aéreo y con otro personal
militar y civil que tomó parte en lo sucesos de ese día. Estas
entrevistas fueron depuradas y, junto con los detalles de las
grabaciones del vuelo, los archivos públicos y los hechos históricos, se
convirtieron en la base para la realización. Entonces fue interpretado
por un coro de talentosos actores virtualmente desconocidos –
presentados como un grupo heterogéneo de personas que comparten un vuelo
– cuyas improvisaciones agudas basadas en hechos dieron el intenso drama
humano capturado por las cámaras de Greengrass.
El
resultado es un estudio penetrante – presentado en su duración real –
del incendiario choque entre el mundo moderno y el antiguo… y del valor
que nació de esa severa prueba.
“Una de las razones por la cual Vuelo 93 tiene tanto poder sobre nuestra
imaginación es precisamente porque no sabemos exactamente lo que
sucedió,” asevera Greengrass. “¿Quién entre nosotros no piensa en ese
día y no se pregunta cómo fue y cómo hubiéramos reaccionado nosotros?”
Cuidadosamente preparada e investigada con el apoyo de las familias de
los pasajeros y la tripulación que perdieron sus vidas, Vuelo 93
presenta un retrato inolvidable e inspirador de personas comunes
confrontadas con una situación impensable… que inesperadamente se
convirtieron en los primeros ciudadanos en la nueva era del terrorismo
global que comenzó esa mañana del mes de septiembre.
Greengrass escribe, produce y dirige Vuelo 93 y, junto con el productor
LLOYD LEVIN (Hellboy, Lara Croft: Tomb Raider, Noches de Placer), se une
a TIM BEVAN y ERIC FELLNER, los exitosos productores y co-directores de
la principal compañía productora europea, Working Title (Orgullo y
Prejuicio, Realmente Amor, Nanny McPhee-La Nana Mágica). Se une a
Greengrass detrás de las cámaras el director de fotografía BARRY ACKROYD
(La Canción de Carla, The Lost Prince, Gideon’s Daughter). Muchos de los
colaboradores previos de Greengrass trabajan nuevamente con él en Vuelo
93, incluyendo los editores fílmicos CLARE DOUGLAS (Domingo Sangriento,
A Way of Life, The Lost Prince), CHRISTOPHER ROUSE (Identidad
Desconocida, La Supremacía Bourne, El Pago, La Estafa Maestra) y RICHARD
PEARSON (Rent, La Supremacía Bourne, Hombres de Negro II), el diseñador
de la producción DOMINIC WATKINS (Alpha Dog, La Supremacía Bourne, Bad
Boys II: Vuelven Más Rebeldes); la diseñadora del vestuario DINAH COLLIN
(La Supremacía Bourne, Domingo Sangriento) y el compositor JOHN POWELL
(X-Men: La Batalla Final, Identidad Desconocida, La Supremacía Bourne,
ContraCara, Shrek., Yo Soy Sam). DEBRA HAYWARD (Nanny McPhee-La Niñera
Mágica, La Intérprete) y LIZA CHASIN (Orgullo y Prejuicio, Wimbledon-Amor
en Juego) de Working Title son las productoras ejecutivas de esta
presentación de Universal Pictures que United Internacional Pictures
distribuye internacionalmente.
Para escoger el reparto, los realizadores quisieron unir un reparto
coral compuesto de actores de talento (y en algunos casos de verdaderos
miembros de tripulaciones de vuelo, controladores de tránsito aéreo y
otro personal) que vinieron armados con el talento y la habilidad
necesaria para crear un retrato vívido y real de los hombres y mujeres a
bordo del Vuelo 93 de United Airlines. Todos abordaron el tema con mucha
sensibilidad, manteniendo dos metas claramente en sus mentes – honrar la
memoria de aquellos que interpretaban e intentar llegar, como dice
Greengrass, a “una realidad creíble” de lo que sucedió durante los 91
minutos de duración del vuelo.
SOBRE LA PRODUCCIÓN
Paul Greengrass ha pasado la mayor parte de su carrera creando películas
humanas con mensajes sociales sobre algunos de los temas más escabrosos
de nuestra historia moderna – el momento en que la política se convierte
en violencia, las creencias se transforman en fanatismo – además de
dirigir la exitosa película de suspenso internacional La Supremacía
Bourne en 2004.
Él es quizás mejor recordado por su aclamada y realista exploración del
incidente en Londonderry, Irlanda del Norte en 1972, cuando 13
manifestantes indefensos fueron balaceados por soldados británicos – el
drama visceral Domingo Sangriento de 2002. En su reseña de la película,
el crítico Kenneth Turan del Los Angeles Times, la llamó, “una
apremiante ejemplo de cine con causa que nos hace partícipe de un
torrente de emociones mientras explora las espantosas complicaciones de
un día aterrador. Domingo Sangriento muestra la fuerza de los hechos
reales transmitiéndolos dramáticamente. Realizada por el
escritor-director Paul Greengrass con un sentimiento de indignación
pública que todavía continúa, esta película nunca titubea, nunca pierde
su enfoque ni sus firmes creencias. Domingo Sangriento hace justicia
total de una forma inolvidable al espíritu de ese espantoso día.”
Greengrass está, por lo tanto, únicamente calificado para realizar una
película que explora los hechos que ocurrieron el 11 de septiembre de
2001, poseedor tanto de la sensibilidad para el tema (y sus temas
universales) como del talento cinematográfico para realizar un proyecto
así (con sus múltiples historias y cambiantes puntos de vista).
Desde ese día de otoño hace casi cinco años, el cineasta decidió relatar
la historia de los hechos trascendentales del 11/9, siempre
preguntándose, “¿En qué momento está bien llevar esa dolorosa
experiencia a la pantalla?”
Según Greengrass – basado en las entrevistas con más de 100 familiares y
amigos de los 40 pasajeros y miembros de la tripulación fallecidos – el
momento adecuado es cuando las familias dijeron, “Sí.”
“Se hacen todo tipo de películas,” dice Greengrass. “Hacemos películas
para divertirnos, para entretenernos y para hacernos reír – para
llevarnos a mundos de fantasía y hacernos comprender el amor. Pero
también hay producciones que exploran la forma como el mundo es. Y
Hollywood también tiene un historial largo y honorable de ese tipo de
realizaciones.
Greengrass cree que al examinar la historia del vuelo 93, vemos en un
microcosmos espantoso y durante un período de sólo media hora, los retos
que nuestro mundo enfrenta como un todo ahora. “Cuarenta personas
comunes y corrientes tuvieron 30 minutos para enfrentarse a la realidad
en que vivimos actualmente,” continúa el director, “y para decidir cuál
era la mejor forma de actuar y reaccionar. Ellos fueron las primeras
personas que vivieron en el mundo post 11/9 – en un momento cuando el
resto de nosotros veía la televisión sorprendidos, incapaces de
comprender lo que estaba sucediendo. En ese momento, las personas a
bordo del avión sabían muy bien – podían ver exactamente ante lo que se
enfrentaban – y tuvieron que tomar una decisión terrible. ¿Quedarse
sentados sin hacer nada esperando lo mejor, confiando que todo se
resolviera? ¿O hacer algo al respecto? ¿Y si hacían algo, qué podían
hacer?
“Me parece que esas son las dos alternativas que tenemos en la
actualidad y ante las cuales nos hemos enfrentado desde ese día. Cuando
vemos lo que sucedió en esa nave, podemos ver que hubo un debate, un
angustioso debate en la más terrible de las circunstancias. Ese grupo de
personas sopesó sus alternativas, tomó una decisión y actuaron sobre
ella. Y yo pienso que si vemos lo que sucedió, encontramos un relato de
inmenso valor y firmeza. Esas personas fueron muy valientes. Pero
también encontramos sabiduría.”
“Esto nunca terminará para las familias que perdieron sus seres
queridos,” dice Allison Vadhan, hija de la pasajera Kristin White Gould,
hablando sobre el momento oportuno para realizar una película sobre
11/9. “Nunca terminará para el país ni para cualquiera que lo haya visto
en televisión. Siempre será doloroso, incómodo… y algo que una parte de
nosotros no desea presenciar nuevamente. Pero pienso que mientras más
películas, mejor es. No podemos olvidar. Tenemos que recordar lo que
sucedió, por qué pasó. Y no podemos engañarnos pensando que no volverá a
suceder si lo olvidamos.”
“Hay muchas cosas en la vida que son difíciles de hacer pero las hacemos
porque son correctas,” dice Sandy Felt, quien perdió a su esposo Edward
P. Felt en ese vuelo. “Ésta es una de esas situaciones. Me involucré en
esto porque es lo que hay que hacer. No puedo negar su existencia. No sé
si será diferente para mí dentro de un año o dos años. Sucedió y hay que
aceptarlo. Así que prefiero darles la historia y prefiero recordar al
hombre que él fue e intentar mantenerlo vivo de esa forma.”
“Estoy contento que se ha hecho porque es el quinto aniversario de lo
sucedido,” dice Kenny Nacke, hermano del pasajero Louis J. Nacke,” y
odiaría que esos 40 individuos fueran olvidados. ¿Y si revirtiéramos los
roles? He hecho eso; he dicho, ‘¿Bueno, que tal si yo hubiera estado en
el vuelo 93 y mi hermano estuviera aquí hoy? Y es por eso que formé
parte de esto. Pienso que su voz sería la más fuerte. Él diría, ‘Debemos
honrar, apreciar y recordar a esos individuos.’ Y yo participaré para
asegurarme que se haga y que les den el crédito que se merecen – no sólo
por quienes fueron sino por lo que hicieron ese día.”
Génesis de la Película
Después de haber filmado La Supremacía Bourne, Paul Greengrass le
presentó la idea al productor Lloyd Levin de hacer una película usando
el relato del vuelo 93 de United como un prisma mediante el cual se
pudieran ver los hechos acaecidos ese día y compuso un documento con sus
ideas y sentimientos que eventualmente llegó a tener 21 páginas.
Greengrass quiso mantener el relato entre los controladores de tráfico
aéreo y los pasajeros del vuelo. “La película nos muestra a los 44
individuos a medida que se reúnen en el aeropuerto, los sigue cuando
entran a la nave y durante los 90 minutos de su viaje, desviándose
únicamente hacia los distintos centros de control de tráfico aéreo que
siguen su trayecto y en cuyas pantallas se plasmó todo lo ocurrido ese
11 de septiembre.”
Greengrass contrató a Kate Solomon como enlace con las familias. Solomon
envió una carta a todas las familias de los pasajeros y la tripulación
del vuelo 93 de United, en la cual se explicaban las metas de Greengrass
para el proyecto y solicitaba su cooperación para establecer los
perfiles de las personas a bordo. Casi todas las familias participaron
en el proceso y fueron entrevistados cara-a-cara durante siete semanas.
“Ellos quisieron participar para honrar y recordar a sus seres
queridos,” dice Solomon. “Todavía es un tema doloroso pero muchos
pensaron que su cooperación nos ayudaría a ser más exactos.”
Las familias también se mantuvieron informadas durante toda la
producción de Vuelo 93. Se les avisó cuando se finalizó de seleccionar
el reparto y se les envió una lista completa del mismo y fotos de los
actores que interpretarían a sus familiares – algunos de los actores
conocieron personalmente a las familias, otros se comunicaron
telefónicamente. Solomon envío un informe noticioso dos veces por
semana, las cuales los mantuvieron informados sobre el progreso del
rodaje y cosas como la construcción de los foros, la grabación del
sonido y otros aspectos de la producción. El director también grabó un
mensaje en video para las familias que se podía ver en un área privada
del sitio en el Internet. El resultado fue un canal de comunicación
abierto entre los realizadores y las familias que no sólo mantuvo a
todos informados del propósito de la película sino que también permitió
un constante intercambio de información.
Para cubrir al personal en tierra que fue testigo de la tragedia ese día
de septiembre, Greengrass contactó a Michael Bronner, un escritor y
ex–productor del programa de televisión 60 Minutes, para que realizara
una segunda serie de entrevistas – esta ocasión a un variado grupo de
personal civil y militar. Greengrass sabía que su relato incluiría
escenas en varios lugares claves: la torre de control del Aeropuerto
Internacional de Newark (donde despegó el vuelo 93 de United y la cual,
debido a su localización, brinda una vista de pájaro de Manhattan); los
centros de control de tráfico aéreo en Boston (donde despegaron los
vuelos secuestrados 11 y 175 de American Airlines) y Nueva York; el
centro de operaciones de la Agencia de Aviación Federal en Herndon,
Virginia (bajo el comando de administrador de operaciones nacionales Ben
Sliney, durante su primer día de trabajo) y el centro de operaciones
militares del Sector de Defensa Aérea del Noreste (NEADS) en el Norte de
Nueva York.
Además, Bronner investigó toda la información posible de los
secuestradores y otros aviones comerciales, militares y privados que
volaron esa mañana. “Lo que hicimos para esta película fue reunir un
extraordinario grupo de personas que mostraron interés en que la
realización reflejara la realidad de lo sucedido – desde el personal de
United Airlines; los pilotos; las familias de los pasajeros a bordo, que
nos dieron su impresión de lo que sus familiares pudieron haber hecho en
una situación determinada dado el tipo de persona que eran;
controladores de tráfico aéreo y militares y la Comisión del 11 de
septiembre. Tuvimos mucha información y opiniones que, finalmente, nos
permitieron tener una buena idea de los hechos que acaecieron,” explica
Bronner.
Seleccionando el Reparto
La selección del reparto se realizó principalmente en la ciudad de Nueva
York, entrevistando no sólo actores que se parecieran a las personas a
bordo del vuelo sino también cualquier actor con experiencias similares
en la industria de la aviación.
El actor David Rasche, quien interpreta al pasajero Donald Freeman
Greene, recuerda, “Lo más difícil para mí fue la convergencia de
realidades. La realidad que el director Paul Greengrass piensa que
sucedió y lo que yo pienso que sucedió… pero la verdad nadie la conoce a
ciencia cierta. Fue un reto y una experiencia fascinante.”
Para un director que intenta crear una realidad creíble, la
verisimilitud de las acciones de la tripulación a bordo requería una
búsqueda dentro de las filas de verdaderos miembros de tripulaciones
experimentadas. J.J. Johnson, un piloto de aerolínea comercial (que ha
tenido una carrera distinguida con United Airlines) recibió una llamada
de un agente, quien quería saber cuándo él podía estar en Nueva York
para una entrevista – con su uniforme de capitán. Johnson fue escogido
para interpretar al Capitán Jason Dahl del vuelo 93 de United. Johnson
solicitó un permiso por cinco semanas de United, observando, “Me
apoyaron totalmente.”
El rol del Primer Oficial LeRoy Homer es interpretado por Gary Commock,
quien ha volado comercialmente (carga y pasajeros) por más de una
década. De las cinco sobrecargos del vuelo 93 de United, dos (Sandra
Bradshaw y Lorraine G. Bay) son interpretadas por actrices que han
trabajado como sobrecargos en vuelos de United: Trish Gates y Nancy
McDoniel. Su experiencia fue muy útil para los otros actores,
particularmente las tres otras sobrecargos, quienes recibieron sus
consejos sobre los procedimientos a bordo.
Para los otros roles se escogieron los mejor equipados para los
personajes – controladores de tráfico aéreo civiles y militares (algunos
de los cuales habían estado trabajando el 11 de septiembre) fueron
intercalados entre actores en los foros de la torre de Newark, lo mismo
que en los centros de Herndon, NEADS, Boston, Nueva York y Cleveland. El
controlador de tráfico aéreo de Boston Thomas ‘Tommy’ Roberts, el
especialista militar Colin Scoggins, el Mayor James Fox, Director Jefe
de NEADS y el Sargento Técnico Jeremy Powell fueron algunos de los que
participaron, repitiendo ante las cámaras los hechos que ellos mismo
presenciaron hace casi cinco años.
Ben Sliney, el encargado del Centro de Comando de la Agencia Federal de
Aviación en Herndon, inicialmente comenzó a colaborar como asesor pero
luego fue invitado a trabajar frente a las cámaras interpretado uno de
los personajes claves de ese día. Así que Ben Sliney eventualmente
interpretó a Ben Sliney.
El Centro de la Agencia Federal de Aviación en Herndon es una
institución única porque no se comunica directamente con los vuelos sino
que ejercita autoridad de comando sobre los más de 20 controles de
tráfico aéreo regionales en Estados Unidos de América por encima de esos
límites regionales y facilitando la cooperación entre las entidades
aisladas cuando es necesario. En la mañana del 11 de septiembre le tocó
a Sliney dar la orden de despejar los cielos, aterrizando
aproximadamente 4,500 aviones generales y comerciales en cuestión de
horas, antes que más formaran parte de los sucesos. Asombrosamente, esto
se logró sin más contratiempos. La producción también comenzó a buscar
otro elemento importante que jugaría un papel clave en la re-creación de
ese día: un avión. Afortunadamente, el equipo de producción encontró un
Boeing 757 fuera de servicio construido hace 20 años y lo hizo
desmantelar y enviar a los Estudios Pinewood en las afueras de Londres,
donde Vuelo 93 se filmó. Entonces, la cuadrilla de la producción comenzó
a re-armar cuidadosamente el fuselaje de 140 pies de longitud. Sin
embargo, en vez de armarlo como una sola pieza, la cuadrilla reconstruyó
el Boeing 757 en secciones separables (la cabina del piloto, primera
clase y clase económica). Posteriormente, cada una se montaría
separadamente sobre una suspensión universal que pudiera simular los
movimientos del avión (inclinar, ascender, descender, turbulencia) o
unirse como una sola pieza. El departamento de arte entonces decoró el
interior, tapizando los asientos y la cabina con gráficas, tapices,
luces, revistas y hasta los monitores de televisión y sus imágenes
apropiados al período. Todo para replicar, lo más exactamente posible,
la apariencia del Boeing 757 con cinco años de existencia que despegó de
Newark el lunes 11 de septiembre y luego se estrelló en un campo en el
condado de Somerset, Pennsylvania, cerca del poblado de Shanksville.
Investigando y Reuniendo Datos
La decisión de rodar la producción en los Estudios Pinewood se consideró
cuidadosamente. La realización de Greengrass sería el producto de alguna
improvisación, toda ella basada en hechos conocidos y se pensó que para
que el reparto llegara a su propia realidad sobre los personajes y
hechos ocurridos en el vuelo, era necesario que estuvieran alejados de
la cultura en la cual el impacto del 11 de septiembre todavía se sentía
aguda y dolorosamente, de la misma manera que un jurado en deliberación
es separado de la prensa y otros medios de comunicación y la influencia
inmediata del mundo exterior.
Una vez que aceptaron interpretar sus roles, a cada actor se le dio un
expediente (producto de la investigación y la colaboración de los
familiares) sobre la persona que iba a interpretar. Estos expedientes
contenían fotos, información de la familia y algunos datos prácticos.
Algunos de los actores incluyeron en su proceso de preparación el
contacto personal con las familias de los desaparecidos mientras que
otros prefirieron desarrollar el personaje sólo con el expediente
entregado.
Tanto los actores como los familiares reconocen la dificultad de
re-crear a personas reales que, en los momentos finales de su vida,
estuvieron sujetos a una prueba tan severa. Ambos grupos respetaron las
dificultades y responsabilidades de los otros y únicamente se
comunicaron si todos compartieron la decisión de comunicarse.
Lorna Dallas, quien interpreta a la pasajera Linda Gronlund, habló
telefónicamente varias veces con Elsa, la hermana de Linda y luego
conoció a la madre de Gronlund.
Peter Hermann, quien interpreta al pasajero Jeremy Glick, comenta,
“Pienso que nos ayudó mucho estar aislados, que no nos dispersamos en la
noche… no me imagino cómo hubiese sido filmar esta película en Estados
Unidos.”
Para Cheyenne Jackson, interpretar al pasajero Mark Bingham trajo
consigo una gran responsabilidad y retos. “Me comuniqué mediante correo
electrónico con la madre de Mark,” explica Jackson, “y ella fue
encantadora. También hablé con un amigo suyo y con su padre. La idea de
capturar el espíritu de alguien, su esencia, ha sido abrumadora.”
Christian Clemenson, quien interpreta al pasajero Thomas E. Burnett, Jr.,
comenta sobre las llamadas telefónicas realizadas a bordo del vuelo 93
de United. “Leí las transcripciones de lo que las personas recuerdan de
las llamadas y lo que me impresionó es que calmados parecían estar.
Tolstoy escribió que la finalidad del arte es presentar una interrogante
con claridad – no dar respuestas. Pienso que eso es lo que Paul
Greengrass ha hecho con esta película.”
La investigación práctica realizada por Solomon y Bronner también jugó
un papel importante en el vestuario, con la historia ayudando a
determinar lo que la tripulación de los vuelos de United Airlines usaba
en 2001. El tipo de persona que cada pasajero era (nuevamente
determinado por la información suministrada por los miembros de las
familias) se utilizó para seleccionar el vestuario de los distintos
personajes. Lo mismo que con el decorado del avión, el realismo fue la
preocupación principal para determinar el vestuario de todos.
Una vez que estuvieron en Pinewood, el reparto que interpretó a los
pasajeros y la tripulación del vuelo 93 de United comenzó su arduo viaje
con un ensayo intensivo de dos semanas de duración. Luego de asimilar
los datos adquiridos en la investigación de sus personajes, ahora
tuvieron que convertirse en esas personas durante su angustiosa
situación. Parecido a una obra teatral (pero con la mayoría de los
diálogos no escritos), los actores subían al avión y se sentaban en sus
puestos asignados. Las puertas se cerraban y todos a bordo representaban
los 91 minutos de vuelo en tiempo real… desde el despegue hasta su
descenso sobre Pennsylvania. Estas improvisaciones se ejecutaron dentro
de ciertos parámetros, tales como la duración de ciertos hechos
conocidos (por ejemplo, los primeros 46 minutos de vuelo, la toma del
vuelo, la comunicación con tierra) y las acciones de sus personajes (por
ejemplo, cabecilla o seguidor). Ejecutados repetidamente, con varias
secuencias de la improvisación repetidas una y otra vez durante las dos
semanas, la meta de Greengrass de obtener una ‘verdad razonable’ comenzó
a tomar forma.
“Improvisamos basados en los hechos que conocíamos,” explica Greengrass.
“Y constantemente debatimos sobre su credibilidad. ¿Cómo reaccionaría un
grupo de hombres jóvenes en esta situación? ¿Cómo reaccionarían las
personas mayores? ¿Cómo reaccionarían las sobrecargos? Esas fueron
interrogantes que discutimos e intentamos llegar a una solución
plausible con un estilo improvisional.”
“Éste es un tema muy sensible y pienso que si no nos hubiéramos apegado
a la verdad lo más posible,” dice Olivia Thirlby (quien interpreta a la
pasajera Nicole Carol Milller), “no hubiera parecido real y creíble y no
hubiera tenido sentido realizar la película.”
“Pienso que Paul Greengrass es anti-sensacionalista y anti-sentimentalista,”
agrega Susan Blommaert (quien interpreta a la pasajera Jane Folger).
“Siempre tratamos de crear de la forma más honesta lo que sucedió en ese
vuelo. Pienso que eso nos sirvió de inspiración.”
“Fue un matrimonio entre un actor y una persona que vivió, respiró, tuvo
una vida completa que terminó trágicamente en una situación terrible,”
ofrece Marceline Hugot (quien interpreta a la pasajera Georgina Rose
Corrigan). “Es sorprendente que sencillo realmente fue. Contar con un
director que estimuló esa claridad y sencillez es algo raro. Espero que
ver la película sea una experiencia tan poderosa como fue realizarla.”
Greengrass quiso que los ensayos fueran verídicos. Como el conflicto a
bordo fue literalmente un enfrentamiento mortal entre ‘unos y otros,’ el
director mantuvo a los cuatro actores seleccionados en el Reino Unido
para interpretar a los jóvenes secuestradores separados de los 40
pasajeros y miembros de la tripulación y los incorporó en el último
momento posible. Estos actores también recibieron información sobre sus
personajes, incluyendo las instrucciones escritas para su misión por
Mohamed Atta, el cabecilla de la misión del 11 de septiembre. Además,
recibieron un entrenamiento acelerado e intenso en las artes marciales.
El Rodaje
Las primeras escenas que se rodaron fueron dentro del avión. Como
sucedió en la realidad, el avión se abordó y las puertas se cerraron.
Las tomas fueron variadas en duración, desde uno hasta 40 minutos. La
filmación se realizó con dos cámaras y sus operadores, quienes con los
técnicos de sonido y el director asistente, se desplazaron por todo el
foro siguiendo la dirección de Greengrass, quien se comunicaba con ellos
desde afuera de la nave mediante micrófonos y audífonos. La tarea final
de convertir en la copia final estos segmentos distintos le tocó a
Greengrass y su equipo de tres editores fílmicos.
El rodaje en los foros de los centros de control y las torres requirió
la misma atención a los detalles y la realidad con ciertos toques de
improvisación – todo ejecutado dentro de los perímetros del tiempo real
y los hechos conocidos. Aunque las cámaras de Greengrass enfocaran una
sola pantalla, un individuo o todo el piso, todos los actores
continuaron concentrados, interpretando sus roles y reaccionando en cada
toma, aún si lo que hacían no estaba dentro del encuadre.
Es esa convergencia de realidades, que tiene como resultado una verdad
descubierta en conjunto, lo que impulsa a Paul Greengrass a realizar
películas como Vuelo 93. “Espero que el público vea que esta película se
ha realizado seriamente por personas serias explorando un suceso muy
doloroso. Que se ha hecho de una forma digna y que lo que presentamos es
una verdad creíble. Siento que hemos hecho lo mejor que pudimos. El 11
de septiembre, no importa dónde estemos en el espectro político, cambió
nuestro mundo. Nos obligó a confrontar hacia dónde va nuestro mundo y
nos presentó algunas decisiones difíciles. Esta realización trata de
ayudarnos a comprender algunas de esas cosas pero también, por supuesto,
nos lleva al centro de las historias humanas de los involucrados,”
finaliza diciendo el director.
Universal Pictures y StudioCanal presentan en asociación con Sidney
Kimmel Entertainment una producción Working Title de una película de
Paul Greengrass: Vuelo 93. Selección de reparto por Amanda Mackey, C.S.A.,
Cathy Sandrich Gelfond, C.S.A., John Hubbard, Dan Hubbard. La música es
por John Powell; la productora de línea es Mairi Bett. La diseñadora del
vestuario es Dinah Collin. El diseñador de la producción es Dominic
Watkins. Los editores fílmicos son Clare Douglas, Christopher Rouse,
A.C.E., Richard Pearson. El director de fotografía es Barry Ackroyd,
B.S.C. Las productoras ejecutivas son Debra Hayward y Liza Chasin. La
película es producida por Tim Bevan, Eric Fellner, Lloyd Levin y Paul
Greengrass. La realización fue escrita y dirigida por Paul Greengrass.
Vuelo 93 es una presentación de Universal Pictures que United
International Pictures distribuye internacionalmente.
Los Pasajeros y la Tripulación del Vuelo 93 de United Airlines
Christian Adams - Director de Mercado del Instituto Alemán de Vinos
Lorraine G. Bay – 58 años - Sobrecargo
Todd Beamer - Contador Administrativo, Oracle
Alan Anthony Beaven - Abogado Ambiental
Mark Bingham - 31 años - Relacionista Público del Grupo Bingham
Deora Frances Bodley - Estudiante de Psicología
Sandra Bradshaw - 38 años - Sobrecargo
Marion R. Britton - Directora Asistente de la Oficina de Censo de Nueva
York
Thomas E. Burnett, hijo - 38 años - Maestría en Administración de
Empresas – Thoratec
William Joseph ‘Billy’ Cashman - Soldador para el Local 46 en Nueva York
Georgina Rose Corrigan - 55 años - Anticuaria
Patricia Cushing - 69 años
Capitán Jason M. Dahl - 44 años - Piloto - Licenciado en Aeronáutica
Joseph DeLuca - Asesor de Negocios para Pfizer
Patrick Joseph ‘Joe’ Driscoll - Ingeniero en Ciencias Computacionales
Edward P. Felt - 42 años - Ingeniero en Ciencias Computacionales –
Criptografía
Jane Claire Cushing Folger - 73 años
Colleen Fraser - Discapacitada
Andrew Garcia
Jeremy Glick
Kristin White Gould - Escritora y poetisa - Graduada de la Universidad
de Cornell
Lauren Catuzzi Grancolas - 38 años - Ejecutiva de Mercadeo y escritora
Wanda Anita Green - 49 años - Sobrecargo
Donald Freeman Greene - Vice-Presidente Ejecutivo de Safe Flight
Instrument Corp.
Linda Gronlund - Ejecutiva de BMW
Richard Guadagno - Administrador del Refugio de Animales en Humboldt
Bay, California
Primer Oficial LeRoy Homer - Co-piloto - Capitán retirado de la Fuerza
Aérea de E.U.A.
Toshiya Kuge - Estudiante de Ingeniería de la Universidad Waseda en
Tokio, Japón
CeeCee Lyles - Sobrecargo
Hilda Marcin - 79 años - Maestra retirada
Waleska Martínez - Ciencias Computacionales - Oficina de Censo de Nueva
York
Nicole Carol Miller - 21 años - Estudiante del West Valley College en
Saratoga, California
Louis J. Nacke, II - 42 años - Gerente General, K.B. Toys, Nueva Yersey
Donald Peterson - Ingeniería en MIT, Maestría en Administración de
Empresas, Harvard
Jean Peterson - Enfermera
Mark ‘Mickey’ Rothenberg - Director, MDR Global Resources
Christine Snyder - Arboricultora, Outdoor Circle
John Talignani
Honor Elizabeth Wainio - 27 años - Gerente, Tiendas del Discovery
Channel
Deborah Welsh - 49 años - Sobrecargo
Sobre el Realizador
Paul Greengrass (Director/Escritor/Productor) ha trabajado
extensivamente en el cine, la televisión y el teatro británico.
Greengrass escribió y dirigió la aclamada película de estilo documental
Domingo Sangriento sobre la demostración por los derechos civiles en
Irlanda del Norte en 1972 que acabó con 13 muertos, la cual ganó el
Globo de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2002, el
premio World Cinema Audience en el Festival Internacional de Cine de
Sundance en 2002 y los British Independent Film Awards al Mejor Director
y la Mejor Película en 2002.
Más recientemente dirigió el éxito internacional de taquilla La
Supremacía Bourne, la cual recaudó más de $50 millones en su fin de
semana de estreno y más de $288 millones globalmente. Los otros créditos
de Greengrass como productor incluyen la película para televisión de
Peter Travis Omagh (premio de la Academia Británica de Cine y Televisión
al Mejor Drama, 2005) y como director, la película para televisión El
Asesinato de Stephen Lawrence (premio de la Academia Británica de Cine y
Televisión al Mejor Drama, 2002, Premio Especial del Jurado, Festival de
TV BANFF, 2000), la realización para televisión The Fix con Steve Coogan
y Jason Isaacs, Extraña Petición/The Theory of Flight protagonizada por
Helena Bonham Carter y Kenneth Branagh (Mejor Película Extranjera,
Festival Internacional de Cine de Bruselas, 1999) y Resurrected (Premio
del Jurado Interfilm y OCIC, Festival de Cine de Berlín, 1989) con David
Thewlis y Rita Tushingham.
Greengrass también ha escrito y dirigido muchos documentales, incluyendo
el documental oficial de Live Aid, Food, Trucks and Rock and Roll.
Después de estudiar en Cambridge, entró en la Escuela de Televisión
Granada y pasó los diez primeros años de su carrera filmando alrededor
del mundo para la impactante serie de documentales World in Action, por
la cual obtuvo su primer premio de la Academia Británica de Cine y
Televisión. También co-escribió con Peter Wright el controversial éxito
de librería Spycatcher.
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