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		Hay muchas maneras de encontrar 
		significado en los hechos del 11 de septiembre. La televisión puede 
		mostrar los hechos cuando suceden. Un reportero puede escribir un 
		borrador de la historia. Los historiadores pueden ampliar el período de 
		tiempo y darnos su contexto… Los cineastas también tienen su papel y 
		creo que algunas veces, si vemos con claridad y decisión un solo hecho, 
		podemos encontrar en su forma algo más que el hecho mismo – el patrón 
		genético de nuestra era… Por esto tenemos una película sobre el vuelo 
		93. 
		-Paul Greengrass 
  
		
		
		 En 
		Vuelo 93, Greengrass crea un drama apremiante y provocador que relata la 
		historia de los pasajeros, la tripulación y los controladores aéreos que 
		vieron horrorizados mientras el Vuelo 93 de United Airlines se convertía 
		en el cuarto avión secuestrado en el día del peor ataque terrorista en 
		suelo estadounidense: el 11 de septiembre de 2001. 
		El director explora las hechos de este día al relatar la historia del un 
		solo vuelo y la muestra casual y común de miembros de la tripulación, 
		hombres de negocios, esposas, abuelos, estudiantes y demás, que viajaban 
		a San Francisco a bordo de ese Boeing 757. Durante el transcurso de los 
		90 minutos que la nave estuvo en el aire, el mundo debajo entraba en una 
		era nueva y violenta – vista a través de una niebla que lentamente se 
		disipó para revelar que Estados Unidos de América estaba bajo ataque. 
		Frente a la impresionante tarea de recrear los hechos que  
		sucedieron a bordo del fatídico avión y abajo en la tierra, Greengrass y 
		sus colaboradores contactaron una gran variedad de fuentes, llevando a 
		cabo incontables entrevistas cara-a-cara con las familias de los 40 
		pasajeros y miembros de la tripulación, con miembros de la comisión del 
		11 de septiembre, con controladores de tráfico aéreo y con otro personal 
		militar y civil que tomó parte en lo sucesos de ese día. Estas 
		entrevistas fueron depuradas y, junto con los detalles de las 
		grabaciones del vuelo, los archivos públicos y los hechos históricos, se 
		convirtieron en la base para la realización. Entonces fue interpretado 
		por un coro de talentosos actores virtualmente desconocidos – 
		presentados como un grupo heterogéneo de personas que comparten un vuelo 
		– cuyas improvisaciones agudas basadas en hechos dieron el intenso drama 
		humano capturado por las cámaras de Greengrass. 
		 El 
		resultado es un estudio penetrante – presentado en su duración real – 
		del incendiario choque entre el mundo moderno y el antiguo… y del valor 
		que nació de esa severa prueba. 
		“Una de las razones por la cual Vuelo 93 tiene tanto poder sobre nuestra 
		imaginación es precisamente porque no sabemos exactamente lo que 
		sucedió,” asevera Greengrass. “¿Quién entre nosotros no piensa en ese 
		día y no se pregunta cómo fue y cómo hubiéramos reaccionado nosotros?” 
		Cuidadosamente preparada e investigada con el apoyo de las familias de 
		los pasajeros y la tripulación que perdieron sus vidas, Vuelo 93 
		presenta un retrato inolvidable e inspirador de personas comunes 
		confrontadas con una situación impensable… que inesperadamente se 
		convirtieron en los primeros ciudadanos en la nueva era del terrorismo 
		global que comenzó esa mañana del mes de septiembre. 
		Greengrass escribe, produce y dirige Vuelo 93 y, junto con el productor 
		LLOYD LEVIN (Hellboy, Lara Croft: Tomb Raider, Noches de Placer), se une 
		a TIM BEVAN y ERIC FELLNER, los exitosos productores y co-directores de 
		la principal compañía productora europea, Working Title (Orgullo y 
		Prejuicio, Realmente Amor, Nanny McPhee-La Nana Mágica). Se une a 
		Greengrass detrás de las cámaras el director de fotografía BARRY ACKROYD 
		(La Canción de Carla, The Lost Prince, Gideon’s Daughter). Muchos de los 
		colaboradores previos de Greengrass trabajan nuevamente con él en Vuelo 
		93, incluyendo los editores fílmicos CLARE DOUGLAS (Domingo Sangriento, 
		A Way of Life, The Lost Prince), CHRISTOPHER ROUSE (Identidad 
		Desconocida, La Supremacía Bourne, El Pago, La Estafa Maestra) y RICHARD 
		PEARSON (Rent, La Supremacía Bourne, Hombres de Negro II), el diseñador 
		de la producción DOMINIC WATKINS (Alpha Dog, La Supremacía Bourne, Bad 
		Boys II: Vuelven Más Rebeldes); la diseñadora del vestuario DINAH COLLIN 
		(La Supremacía Bourne, Domingo Sangriento) y el compositor JOHN POWELL 
		(X-Men: La Batalla Final, Identidad Desconocida, La Supremacía Bourne, 
		ContraCara, Shrek., Yo Soy Sam). DEBRA HAYWARD (Nanny McPhee-La Niñera 
		Mágica, La Intérprete) y LIZA CHASIN (Orgullo y Prejuicio, Wimbledon-Amor 
		en Juego) de Working Title son las productoras ejecutivas de esta 
		presentación de Universal Pictures que United Internacional Pictures 
		distribuye internacionalmente. 
		Para escoger el reparto, los realizadores quisieron unir un reparto 
		coral compuesto de actores de talento (y en algunos casos de verdaderos 
		miembros de tripulaciones de vuelo, controladores de tránsito aéreo y 
		otro personal) que vinieron armados con el talento y la habilidad 
		necesaria para crear un retrato vívido y real de los hombres y mujeres a 
		bordo del Vuelo 93 de United Airlines. Todos abordaron el tema con mucha 
		sensibilidad, manteniendo dos metas claramente en sus mentes – honrar la 
		memoria de aquellos que interpretaban e intentar llegar, como dice 
		Greengrass, a “una realidad creíble” de lo que sucedió durante los 91 
		minutos de duración del vuelo. 
		 
		SOBRE LA PRODUCCIÓN 
		Paul Greengrass ha pasado la mayor parte de su carrera creando películas 
		humanas con mensajes sociales sobre algunos de los temas más escabrosos 
		de nuestra historia moderna – el momento en que la política se convierte 
		en violencia, las creencias se transforman en fanatismo – además de 
		dirigir la exitosa película de suspenso internacional La Supremacía 
		Bourne en 2004. 
		Él es quizás mejor recordado por su aclamada y realista exploración del 
		incidente en Londonderry, Irlanda del Norte en 1972, cuando 13 
		manifestantes indefensos fueron balaceados por soldados británicos – el 
		drama visceral Domingo Sangriento de 2002. En su reseña de la película, 
		el crítico Kenneth Turan del Los Angeles Times, la llamó, “una 
		apremiante ejemplo de cine con causa que nos hace partícipe de un 
		torrente de emociones mientras explora las espantosas complicaciones de 
		un día aterrador. Domingo Sangriento muestra la fuerza de los hechos 
		reales transmitiéndolos dramáticamente. Realizada por el 
		escritor-director Paul Greengrass con un sentimiento de indignación 
		pública que todavía continúa, esta película nunca titubea, nunca pierde 
		su enfoque ni sus firmes creencias. Domingo Sangriento hace justicia 
		total de una forma inolvidable al espíritu de ese espantoso día.” 
		Greengrass está, por lo tanto, únicamente calificado para realizar una 
		película que explora los hechos que ocurrieron el 11 de septiembre de 
		2001, poseedor tanto de la sensibilidad para el tema (y sus temas 
		universales) como del talento cinematográfico para realizar un proyecto 
		así (con sus múltiples historias y cambiantes puntos de vista).  
		Desde ese día de otoño hace casi cinco años, el cineasta decidió relatar 
		la historia de los hechos trascendentales del 11/9, siempre 
		preguntándose, “¿En qué momento está bien llevar esa dolorosa 
		experiencia a la pantalla?” 
		Según Greengrass – basado en las entrevistas con más de 100 familiares y 
		amigos de los 40 pasajeros y miembros de la tripulación fallecidos – el 
		momento adecuado es cuando las familias dijeron, “Sí.” 
		“Se hacen todo tipo de películas,” dice Greengrass. “Hacemos películas 
		para divertirnos, para entretenernos y para hacernos reír – para 
		llevarnos a mundos de fantasía y hacernos comprender el amor. Pero 
		también hay producciones que exploran la forma como el mundo es. Y 
		Hollywood también tiene un historial largo y honorable de ese tipo de 
		realizaciones. 
		Greengrass cree que al examinar la historia del vuelo 93, vemos en un 
		microcosmos espantoso y durante un período de sólo media hora, los retos 
		que nuestro mundo enfrenta como un todo ahora. “Cuarenta personas 
		comunes y corrientes tuvieron 30 minutos para enfrentarse a la realidad 
		en que vivimos actualmente,” continúa el director, “y para decidir cuál 
		era la mejor forma de actuar y reaccionar. Ellos fueron las primeras 
		personas que vivieron en el mundo post 11/9 – en un momento cuando el 
		resto de nosotros veía la televisión sorprendidos, incapaces de 
		comprender lo que estaba sucediendo. En ese momento, las personas a 
		bordo del avión sabían muy bien – podían ver exactamente ante lo que se 
		enfrentaban – y tuvieron que tomar una decisión terrible. ¿Quedarse 
		sentados sin hacer nada esperando lo mejor, confiando que todo se 
		resolviera? ¿O hacer algo al respecto? ¿Y si hacían algo, qué podían 
		hacer? 
		“Me parece que esas son las dos alternativas que tenemos en la 
		actualidad y ante las cuales nos hemos enfrentado desde ese día. Cuando 
		vemos lo que sucedió en esa nave, podemos ver que hubo un debate, un 
		angustioso debate en la más terrible de las circunstancias. Ese grupo de 
		personas sopesó sus alternativas, tomó una decisión y actuaron sobre 
		ella. Y yo pienso que si vemos lo que sucedió, encontramos un relato de 
		inmenso valor y firmeza. Esas personas fueron muy valientes. Pero 
		también encontramos sabiduría.” 
		“Esto nunca terminará para las familias que perdieron sus seres 
		queridos,” dice Allison Vadhan, hija de la pasajera Kristin White Gould, 
		hablando sobre el momento oportuno para realizar una película sobre 
		11/9. “Nunca terminará para el país ni para cualquiera que lo haya visto 
		en televisión. Siempre será doloroso, incómodo… y algo que una parte de 
		nosotros no desea presenciar nuevamente. Pero pienso que mientras más 
		películas, mejor es. No podemos olvidar. Tenemos que recordar lo que 
		sucedió, por qué pasó. Y no podemos engañarnos pensando que no volverá a 
		suceder si lo olvidamos.” 
		“Hay muchas cosas en la vida que son difíciles de hacer pero las hacemos 
		porque son correctas,” dice Sandy Felt, quien perdió a su esposo Edward 
		P. Felt en ese vuelo. “Ésta es una de esas situaciones. Me involucré en 
		esto porque es lo que hay que hacer. No puedo negar su existencia. No sé 
		si será diferente para mí dentro de un año o dos años. Sucedió y hay que 
		aceptarlo. Así que prefiero darles la historia y prefiero recordar al 
		hombre que él fue e intentar mantenerlo vivo de esa forma.” 
		“Estoy contento que se ha hecho porque es el quinto aniversario de lo 
		sucedido,” dice Kenny Nacke, hermano del pasajero Louis J. Nacke,” y 
		odiaría que esos 40 individuos fueran olvidados. ¿Y si revirtiéramos los 
		roles? He hecho eso; he dicho, ‘¿Bueno, que tal si yo hubiera estado en 
		el vuelo 93 y mi hermano estuviera aquí hoy? Y es por eso que formé 
		parte de esto. Pienso que su voz sería la más fuerte. Él diría, ‘Debemos 
		honrar, apreciar y recordar a esos individuos.’ Y yo participaré para 
		asegurarme que se haga y que les den el crédito que se merecen – no sólo 
		por quienes fueron sino por lo que hicieron ese día.” 
		 
		Génesis de la Película 
		Después de haber filmado La Supremacía Bourne, Paul Greengrass le 
		presentó la idea al productor Lloyd Levin de hacer una película usando 
		el relato del vuelo 93 de United como un prisma mediante el cual se 
		pudieran ver los hechos acaecidos ese día y compuso un documento con sus 
		ideas y sentimientos que eventualmente llegó a tener 21 páginas.  
		Greengrass quiso mantener el relato entre los controladores de tráfico 
		aéreo y los pasajeros del vuelo. “La película nos muestra a los 44 
		individuos a medida que se reúnen en el aeropuerto, los sigue cuando 
		entran a la nave y durante los 90 minutos de su viaje, desviándose 
		únicamente hacia los distintos centros de control de tráfico aéreo que 
		siguen su trayecto y en cuyas pantallas se plasmó todo lo ocurrido ese 
		11 de septiembre.” 
		Greengrass contrató a Kate Solomon como enlace con las familias. Solomon 
		envió una carta a todas las familias de los pasajeros y la tripulación 
		del vuelo 93 de United, en la cual se explicaban las metas de Greengrass 
		para el proyecto y solicitaba su cooperación para establecer los 
		perfiles de las personas a bordo. Casi todas las familias participaron 
		en el proceso y fueron entrevistados cara-a-cara durante siete semanas. 
		“Ellos quisieron participar para honrar y recordar a sus seres 
		queridos,” dice Solomon. “Todavía es un tema doloroso pero muchos 
		pensaron que su cooperación nos ayudaría a ser más exactos.” 
		Las familias también se mantuvieron informadas durante toda la 
		producción de Vuelo 93. Se les avisó cuando se finalizó de seleccionar 
		el reparto y se les envió una lista completa del mismo y fotos de los 
		actores que interpretarían a sus familiares – algunos de los actores 
		conocieron personalmente a las familias, otros se comunicaron 
		telefónicamente. Solomon envío un informe noticioso dos veces por 
		semana, las cuales los mantuvieron informados sobre el progreso del 
		rodaje y cosas como la construcción de los foros, la grabación del 
		sonido y otros aspectos de la producción. El director también grabó un 
		mensaje en video para las familias que se podía ver en un área privada 
		del sitio en el Internet. El resultado fue un canal de comunicación 
		abierto entre los realizadores y las familias que no sólo mantuvo a 
		todos informados del propósito de la película sino que también permitió 
		un constante intercambio de información. 
		Para cubrir al personal en tierra que fue testigo de la tragedia ese día 
		de septiembre, Greengrass contactó a Michael Bronner, un escritor y 
		ex–productor del programa de televisión 60 Minutes, para que realizara 
		una segunda serie de entrevistas – esta ocasión a un variado grupo de 
		personal civil y militar. Greengrass sabía que su relato incluiría 
		escenas en varios lugares claves: la torre de control del Aeropuerto 
		Internacional de Newark (donde despegó el vuelo 93 de United y la cual, 
		debido a su localización, brinda una vista de pájaro de Manhattan); los 
		centros de control de tráfico aéreo en Boston (donde despegaron los 
		vuelos secuestrados 11 y 175 de American Airlines) y Nueva York; el 
		centro de operaciones de la Agencia de Aviación Federal en Herndon, 
		Virginia (bajo el comando de administrador de operaciones nacionales Ben 
		Sliney, durante su primer día de trabajo) y el centro de operaciones 
		militares del Sector de Defensa Aérea del Noreste (NEADS) en el Norte de 
		Nueva York. 
		Además, Bronner investigó toda la información posible de los 
		secuestradores y otros aviones comerciales, militares y privados que 
		volaron esa mañana. “Lo que hicimos para esta película fue reunir un 
		extraordinario grupo de personas que mostraron interés en que la 
		realización reflejara la realidad de lo sucedido – desde el personal de 
		United Airlines; los pilotos; las familias de los pasajeros a bordo, que 
		nos dieron su impresión de lo que sus familiares pudieron haber hecho en 
		una situación determinada dado el tipo de persona que eran; 
		controladores de tráfico aéreo y militares y la Comisión del 11 de 
		septiembre. Tuvimos mucha información y opiniones que, finalmente, nos 
		permitieron tener una buena idea de los hechos que acaecieron,” explica 
		Bronner. 
		 
		Seleccionando el Reparto 
		La selección del reparto se realizó principalmente en la ciudad de Nueva 
		York, entrevistando no sólo actores que se parecieran a las personas a 
		bordo del vuelo sino también cualquier actor con experiencias similares 
		en la industria de la aviación. 
		El actor David Rasche, quien interpreta al pasajero Donald Freeman 
		Greene, recuerda, “Lo más difícil para mí fue la convergencia de 
		realidades. La realidad que el director Paul Greengrass piensa que 
		sucedió y lo que yo pienso que sucedió… pero la verdad nadie la conoce a 
		ciencia cierta. Fue un reto y una experiencia fascinante.” 
		Para un director que intenta crear una realidad creíble, la 
		verisimilitud de las acciones de la tripulación a bordo requería una 
		búsqueda dentro de las filas de verdaderos miembros de tripulaciones 
		experimentadas. J.J. Johnson, un piloto de aerolínea comercial (que ha 
		tenido una carrera distinguida con United Airlines) recibió una llamada 
		de un agente, quien quería saber cuándo él podía estar en Nueva York 
		para una entrevista – con su uniforme de capitán. Johnson fue escogido 
		para interpretar al Capitán Jason Dahl del vuelo 93 de United. Johnson 
		solicitó un permiso por cinco semanas de United, observando, “Me 
		apoyaron totalmente.” 
		El rol del Primer Oficial LeRoy Homer es interpretado por Gary Commock, 
		quien ha volado comercialmente (carga y pasajeros) por más de una 
		década. De las cinco sobrecargos del vuelo 93 de United, dos (Sandra 
		Bradshaw y Lorraine G. Bay) son interpretadas por actrices que han 
		trabajado como sobrecargos en vuelos de United: Trish Gates y Nancy 
		McDoniel. Su experiencia fue muy útil para los otros actores, 
		particularmente las tres otras sobrecargos, quienes recibieron sus 
		consejos sobre los procedimientos a bordo. 
		Para los otros roles se escogieron los mejor equipados para los 
		personajes – controladores de tráfico aéreo civiles y militares (algunos 
		de los cuales habían estado trabajando el 11 de septiembre) fueron 
		intercalados entre actores en los foros de la torre de Newark, lo mismo 
		que en los centros de Herndon, NEADS, Boston, Nueva York y Cleveland. El 
		controlador de tráfico aéreo de Boston Thomas ‘Tommy’ Roberts, el 
		especialista militar Colin Scoggins, el Mayor James Fox, Director Jefe 
		de NEADS y el Sargento Técnico Jeremy Powell fueron algunos de los que 
		participaron, repitiendo ante las cámaras los hechos que ellos mismo 
		presenciaron hace casi cinco años. 
		Ben Sliney, el encargado del Centro de Comando de la Agencia Federal de 
		Aviación en Herndon, inicialmente comenzó a colaborar como asesor pero 
		luego fue invitado a trabajar frente a las cámaras interpretado uno de 
		los personajes claves de ese día. Así que Ben Sliney eventualmente 
		interpretó a Ben Sliney. 
		El Centro de la Agencia Federal de Aviación en Herndon es una 
		institución única porque no se comunica directamente con los vuelos sino 
		que ejercita autoridad de comando sobre los más de 20 controles de 
		tráfico aéreo regionales en Estados Unidos de América por encima de esos 
		límites regionales y facilitando la cooperación entre las entidades 
		aisladas cuando es necesario. En la mañana del 11 de septiembre le tocó 
		a Sliney dar la orden de despejar los cielos, aterrizando 
		aproximadamente 4,500 aviones generales y comerciales en cuestión de 
		horas, antes que más formaran parte de los sucesos. Asombrosamente, esto 
		se logró sin más contratiempos. La producción también comenzó a buscar 
		otro elemento importante que jugaría un papel clave en la re-creación de 
		ese día: un avión. Afortunadamente, el equipo de producción encontró un 
		Boeing 757 fuera de servicio construido hace 20 años y lo hizo 
		desmantelar y enviar a los Estudios Pinewood en las afueras de Londres, 
		donde Vuelo 93 se filmó. Entonces, la cuadrilla de la producción comenzó 
		a re-armar cuidadosamente el fuselaje de 140 pies de longitud. Sin 
		embargo, en vez de armarlo como una sola pieza, la cuadrilla reconstruyó 
		el Boeing 757 en secciones separables (la cabina del piloto, primera 
		clase y clase económica). Posteriormente, cada una se montaría 
		separadamente sobre una suspensión universal que pudiera simular los 
		movimientos del avión (inclinar, ascender, descender, turbulencia) o 
		unirse como una sola pieza. El departamento de arte entonces decoró el 
		interior, tapizando los asientos y la cabina con gráficas, tapices, 
		luces, revistas y hasta los monitores de televisión y sus imágenes 
		apropiados al período. Todo para replicar, lo más exactamente posible, 
		la apariencia del Boeing 757 con cinco años de existencia que despegó de 
		Newark el lunes 11 de septiembre y luego se estrelló en un campo en el 
		condado de Somerset, Pennsylvania, cerca del poblado de Shanksville. 
		 
		Investigando y Reuniendo Datos 
		La decisión de rodar la producción en los Estudios Pinewood se consideró 
		cuidadosamente. La realización de Greengrass sería el producto de alguna 
		improvisación, toda ella basada en hechos conocidos y se pensó que para 
		que el reparto llegara a su propia realidad sobre los personajes y 
		hechos ocurridos en el vuelo, era necesario que estuvieran alejados de 
		la cultura en la cual el impacto del 11 de septiembre todavía se sentía 
		aguda y dolorosamente, de la misma manera que un jurado en deliberación 
		es separado de la prensa y otros medios de comunicación y la influencia 
		inmediata del mundo exterior. 
		Una vez que aceptaron interpretar sus roles, a cada actor se le dio un 
		expediente (producto de la investigación y la colaboración de los 
		familiares) sobre la persona que iba a interpretar. Estos expedientes 
		contenían fotos, información de la familia y algunos datos prácticos. 
		Algunos de los actores incluyeron en su proceso de preparación el 
		contacto personal con las familias de los desaparecidos mientras que 
		otros prefirieron desarrollar el personaje sólo con el expediente 
		entregado. 
		Tanto los actores como los familiares reconocen la dificultad de 
		re-crear a personas reales que, en los momentos finales de su vida, 
		estuvieron sujetos a una prueba tan severa. Ambos grupos respetaron las 
		dificultades y responsabilidades de los otros y únicamente se 
		comunicaron si todos compartieron la decisión de comunicarse. 
		Lorna Dallas, quien interpreta a la pasajera Linda Gronlund, habló 
		telefónicamente varias veces con Elsa, la hermana de Linda y luego 
		conoció a la madre de Gronlund.  
		Peter Hermann, quien interpreta al pasajero Jeremy Glick, comenta, 
		“Pienso que nos ayudó mucho estar aislados, que no nos dispersamos en la 
		noche… no me imagino cómo hubiese sido filmar esta película en Estados 
		Unidos.” 
		Para Cheyenne Jackson, interpretar al pasajero Mark Bingham trajo 
		consigo una gran responsabilidad y retos. “Me comuniqué mediante correo 
		electrónico con la madre de Mark,” explica Jackson, “y ella fue 
		encantadora. También hablé con un amigo suyo y con su padre. La idea de 
		capturar el espíritu de alguien, su esencia, ha sido abrumadora.” 
		Christian Clemenson, quien interpreta al pasajero Thomas E. Burnett, Jr., 
		comenta sobre las llamadas telefónicas realizadas a bordo del vuelo 93 
		de United. “Leí las transcripciones de lo que las personas recuerdan de 
		las llamadas y lo que me impresionó es que calmados parecían estar. 
		Tolstoy escribió que la finalidad del arte es presentar una interrogante 
		con claridad – no dar respuestas. Pienso que eso es lo que Paul 
		Greengrass ha hecho con esta película.” 
		La investigación práctica realizada por Solomon y Bronner también jugó 
		un papel importante en el vestuario, con la historia ayudando a 
		determinar lo que la tripulación de los vuelos de United Airlines usaba 
		en 2001. El tipo de persona que cada pasajero era (nuevamente 
		determinado por la información suministrada por los miembros de las 
		familias) se utilizó para seleccionar el vestuario de los distintos 
		personajes. Lo mismo que con el decorado del avión, el realismo fue la 
		preocupación principal para determinar el vestuario de todos. 
		Una vez que estuvieron en Pinewood, el reparto que interpretó a los 
		pasajeros y la tripulación del vuelo 93 de United comenzó su arduo viaje 
		con un ensayo intensivo de dos semanas de duración. Luego de asimilar 
		los datos adquiridos en la investigación de sus personajes, ahora 
		tuvieron que convertirse en esas personas durante su angustiosa 
		situación. Parecido a una obra teatral (pero con la mayoría de los 
		diálogos no escritos), los actores subían al avión y se sentaban en sus 
		puestos asignados. Las puertas se cerraban y todos a bordo representaban 
		los 91 minutos de vuelo en tiempo real… desde el despegue hasta su 
		descenso sobre Pennsylvania. Estas improvisaciones se ejecutaron dentro 
		de ciertos parámetros, tales como la duración de ciertos hechos 
		conocidos (por ejemplo, los primeros 46 minutos de vuelo, la toma del 
		vuelo, la comunicación con tierra) y las acciones de sus personajes (por 
		ejemplo, cabecilla o seguidor). Ejecutados repetidamente, con varias 
		secuencias de la improvisación repetidas una y otra vez durante las dos 
		semanas, la meta de Greengrass de obtener una ‘verdad razonable’ comenzó 
		a tomar forma. 
		“Improvisamos basados en los hechos que conocíamos,” explica Greengrass. 
		“Y constantemente debatimos sobre su credibilidad. ¿Cómo reaccionaría un 
		grupo de hombres jóvenes en esta situación? ¿Cómo reaccionarían las 
		personas mayores? ¿Cómo reaccionarían las sobrecargos? Esas fueron 
		interrogantes que discutimos e intentamos llegar a una solución 
		plausible con un estilo improvisional.” 
		“Éste es un tema muy sensible y pienso que si no nos hubiéramos apegado 
		a la verdad lo más posible,” dice Olivia Thirlby (quien interpreta a la 
		pasajera Nicole Carol Milller), “no hubiera parecido real y creíble y no 
		hubiera tenido sentido realizar la película.” 
		“Pienso que Paul Greengrass es anti-sensacionalista y anti-sentimentalista,” 
		agrega Susan Blommaert (quien interpreta a la pasajera Jane Folger). 
		“Siempre tratamos de crear de la forma más honesta lo que sucedió en ese 
		vuelo. Pienso que eso nos sirvió de inspiración.” 
		“Fue un matrimonio entre un actor y una persona que vivió, respiró, tuvo 
		una vida completa que terminó trágicamente en una situación terrible,” 
		ofrece Marceline Hugot (quien interpreta a la pasajera Georgina Rose 
		Corrigan). “Es sorprendente que sencillo realmente fue. Contar con un 
		director que estimuló esa claridad y sencillez es algo raro. Espero que 
		ver la película sea una experiencia tan poderosa como fue realizarla.” 
		Greengrass quiso que los ensayos fueran verídicos. Como el conflicto a 
		bordo fue literalmente un enfrentamiento mortal entre ‘unos y otros,’ el 
		director mantuvo a los cuatro actores seleccionados en el Reino Unido 
		para interpretar a los jóvenes secuestradores separados de los 40 
		pasajeros y miembros de la tripulación y los incorporó en el último 
		momento posible. Estos actores también recibieron información sobre sus 
		personajes, incluyendo las instrucciones escritas para su misión por 
		Mohamed Atta, el cabecilla de la misión del 11 de septiembre. Además, 
		recibieron un entrenamiento acelerado e intenso en las artes marciales. 
		 
		El Rodaje 
		Las primeras escenas que se rodaron fueron dentro del avión. Como 
		sucedió en la realidad, el avión se abordó y las puertas se cerraron. 
		Las tomas fueron variadas en duración, desde uno hasta 40 minutos. La 
		filmación se realizó con dos cámaras y sus operadores, quienes con los 
		técnicos de sonido y el director asistente, se desplazaron por todo el 
		foro siguiendo la dirección de Greengrass, quien se comunicaba con ellos 
		desde afuera de la nave mediante micrófonos y audífonos. La tarea final 
		de convertir en la copia final estos segmentos distintos le tocó a 
		Greengrass y su equipo de tres editores fílmicos. 
		El rodaje en los foros de los centros de control y las torres requirió 
		la misma atención a los detalles y la realidad con ciertos toques de 
		improvisación – todo ejecutado dentro de los perímetros del tiempo real 
		y los hechos conocidos. Aunque las cámaras de Greengrass enfocaran una 
		sola pantalla, un individuo o todo el piso, todos los actores 
		continuaron concentrados, interpretando sus roles y reaccionando en cada 
		toma, aún si lo que hacían no estaba dentro del encuadre. 
		Es esa convergencia de realidades, que tiene como resultado una verdad 
		descubierta en conjunto, lo que impulsa a Paul Greengrass a realizar 
		películas como Vuelo 93. “Espero que el público vea que esta película se 
		ha realizado seriamente por personas serias explorando un suceso muy 
		doloroso. Que se ha hecho de una forma digna y que lo que presentamos es 
		una verdad creíble. Siento que hemos hecho lo mejor que pudimos. El 11 
		de septiembre, no importa dónde estemos en el espectro político, cambió 
		nuestro mundo. Nos obligó a confrontar hacia dónde va nuestro mundo y 
		nos presentó algunas decisiones difíciles. Esta realización trata de 
		ayudarnos a comprender algunas de esas cosas pero también, por supuesto, 
		nos lleva al centro de las historias humanas de los involucrados,” 
		finaliza diciendo el director. 
		Universal Pictures y StudioCanal presentan en asociación con Sidney 
		Kimmel Entertainment una producción Working Title de una película de 
		Paul Greengrass: Vuelo 93. Selección de reparto por Amanda Mackey, C.S.A., 
		Cathy Sandrich Gelfond, C.S.A., John Hubbard, Dan Hubbard. La música es 
		por John Powell; la productora de línea es Mairi Bett. La diseñadora del 
		vestuario es Dinah Collin. El diseñador de la producción es Dominic 
		Watkins. Los editores fílmicos son Clare Douglas, Christopher Rouse, 
		A.C.E., Richard Pearson. El director de fotografía es Barry Ackroyd, 
		B.S.C. Las productoras ejecutivas son Debra Hayward y Liza Chasin. La 
		película es producida por Tim Bevan, Eric Fellner, Lloyd Levin y Paul 
		Greengrass. La realización fue escrita y dirigida por Paul Greengrass. 
		Vuelo 93 es una presentación de Universal Pictures que United 
		International Pictures distribuye internacionalmente. 
		Los Pasajeros y la Tripulación del Vuelo 93 de United Airlines 
		Christian Adams - Director de Mercado del Instituto Alemán de Vinos 
		Lorraine G. Bay – 58 años - Sobrecargo 
		Todd Beamer - Contador Administrativo, Oracle 
		Alan Anthony Beaven - Abogado Ambiental 
		Mark Bingham - 31 años - Relacionista Público del Grupo Bingham 
		Deora Frances Bodley - Estudiante de Psicología 
		Sandra Bradshaw - 38 años - Sobrecargo 
		Marion R. Britton - Directora Asistente de la Oficina de Censo de Nueva 
		York 
		Thomas E. Burnett, hijo - 38 años - Maestría en Administración de 
		Empresas – Thoratec 
		William Joseph ‘Billy’ Cashman - Soldador para el Local 46 en Nueva York 
		Georgina Rose Corrigan - 55 años - Anticuaria 
		Patricia Cushing - 69 años 
		Capitán Jason M. Dahl - 44 años - Piloto - Licenciado en Aeronáutica 
		Joseph DeLuca - Asesor de Negocios para Pfizer 
		Patrick Joseph ‘Joe’ Driscoll - Ingeniero en Ciencias Computacionales 
		Edward P. Felt - 42 años - Ingeniero en Ciencias Computacionales – 
		Criptografía 
		Jane Claire Cushing Folger - 73 años 
		Colleen Fraser - Discapacitada 
		Andrew Garcia 
		Jeremy Glick  
		Kristin White Gould - Escritora y poetisa - Graduada de la Universidad 
		de Cornell 
		Lauren Catuzzi Grancolas - 38 años - Ejecutiva de Mercadeo y escritora 
		Wanda Anita Green - 49 años - Sobrecargo 
		Donald Freeman Greene - Vice-Presidente Ejecutivo de Safe Flight 
		Instrument Corp. 
		Linda Gronlund - Ejecutiva de BMW 
		Richard Guadagno - Administrador del Refugio de Animales en Humboldt 
		Bay, California 
		Primer Oficial LeRoy Homer - Co-piloto - Capitán retirado de la Fuerza 
		Aérea de E.U.A. 
		Toshiya Kuge - Estudiante de Ingeniería de la Universidad Waseda en 
		Tokio, Japón 
		CeeCee Lyles - Sobrecargo 
		Hilda Marcin - 79 años - Maestra retirada 
		Waleska Martínez - Ciencias Computacionales - Oficina de Censo de Nueva 
		York 
		Nicole Carol Miller - 21 años - Estudiante del West Valley College en 
		Saratoga, California 
		Louis J. Nacke, II - 42 años - Gerente General, K.B. Toys, Nueva Yersey 
		Donald Peterson - Ingeniería en MIT, Maestría en Administración de 
		Empresas, Harvard 
		Jean Peterson - Enfermera 
		Mark ‘Mickey’ Rothenberg - Director, MDR Global Resources 
		Christine Snyder - Arboricultora, Outdoor Circle 
		John Talignani 
		Honor Elizabeth Wainio - 27 años - Gerente, Tiendas del Discovery 
		Channel 
		Deborah Welsh - 49 años - Sobrecargo 
		 
		Sobre el Realizador 
		Paul Greengrass (Director/Escritor/Productor) ha trabajado 
		extensivamente en el cine, la televisión y el teatro británico. 
		Greengrass escribió y dirigió la aclamada película de estilo documental 
		Domingo Sangriento sobre la demostración por los derechos civiles en 
		Irlanda del Norte en 1972 que acabó con 13 muertos, la cual ganó el 
		Globo de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2002, el 
		premio World Cinema Audience en el Festival Internacional de Cine de 
		Sundance en 2002 y los British Independent Film Awards al Mejor Director 
		y la Mejor Película en 2002. 
		Más recientemente dirigió el éxito internacional de taquilla La 
		Supremacía Bourne, la cual recaudó más de $50 millones en su fin de 
		semana de estreno y más de $288 millones globalmente. Los otros créditos 
		de Greengrass como productor incluyen la película para televisión de 
		Peter Travis Omagh (premio de la Academia Británica de Cine y Televisión 
		al Mejor Drama, 2005) y como director, la película para televisión El 
		Asesinato de Stephen Lawrence (premio de la Academia Británica de Cine y 
		Televisión al Mejor Drama, 2002, Premio Especial del Jurado, Festival de 
		TV BANFF, 2000), la realización para televisión The Fix con Steve Coogan 
		y Jason Isaacs, Extraña Petición/The Theory of Flight protagonizada por 
		Helena Bonham Carter y Kenneth Branagh (Mejor Película Extranjera, 
		Festival Internacional de Cine de Bruselas, 1999) y Resurrected (Premio 
		del Jurado Interfilm y OCIC, Festival de Cine de Berlín, 1989) con David 
		Thewlis y Rita Tushingham. 
		Greengrass también ha escrito y dirigido muchos documentales, incluyendo 
		el documental oficial de Live Aid, Food, Trucks and Rock and Roll. 
		Después de estudiar en Cambridge, entró en la Escuela de Televisión 
		Granada y pasó los diez primeros años de su carrera filmando alrededor 
		del mundo para la impactante serie de documentales World in Action, por 
		la cual obtuvo su primer premio de la Academia Británica de Cine y 
		Televisión. También co-escribió con Peter Wright el controversial éxito 
		de librería Spycatcher. 
		 
		 
  
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