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SINOPSIS
Madrid. Hoy día. Raimunda es una madre joven, muy trabajadora y
sumamente atractiva, con un esposo desempleado y una hija en plena
adolescencia. La economía familiar es inestable, por lo que Raimunda
tiene varios trabajos. Es una mujer muy tenaz, luchadora de nacimiento,
pero también es muy frágil emocionalmente. Desde la infancia, ha
guardado un secreto terrible.
Su hermana Sole es un poco mayor. Timorata y medrosa, se gana la vida
con un salón de belleza ilegal (que no declara). Su marido la dejó por
una de sus clientes. Desde entonces, vive por sí sola.
Paula es su tía. Vive en un pueblo de La Mancha, donde nació toda la
familia. Una población arrasada por el viento del este; causa principal
por el alto índice de enfermedades mentales que impera en el lugar. El
maldito viento es responsable por los múltiples incendios que han
devastado la zona cada verano. Los padres de Sole y Raimunda murieron en
uno de esos siniestros.
Un domingo de primavera, Sole le llama a Raimunda para decirle que
Agustina (una vecina en el pueblo) le ha llamado para decirle que su tía
Paula ha muerto. Raimunda adoraba a su tía, pero no puede ir al funeral
porque momentos antes de recibir la llamada de su hermana, recién
llegada de uno de sus trabajos, encontró muerto a su esposo en la
cocina, con una navaja clavada en el pecho. Su hija confiesa haberlo
matado porque, borracho, no cesaba de hacerle insinuaciones sexuales.
Lo más importante para Raimunda es salvar a su hija. Todavía no sabe
cómo, pero lo que indudablemente no puede hacer es acompañar a Sole al
funeral de su tía en La Mancha.
A regañadientes, Sole regresa al pueblo sin compañía. Entre las mujeres
que la acompañan en el velorio, alcanza a escuchar rumores de que su
madre (quien murió en un incendio con su padre) regresó del otro mundo
para cuidar a su tía Paula, cuando estaba enferma, durante sus últimos
años de vida. Los vecinos hablan de manera bastante natural acerca del
“fantasma” de su madre.
Cuando Sole regresa a Madrid, al momento de estacionar su automóvil,
escucha ruidos que provienen de la cajuela. Una voz le indica que la
abra y que la libere; le dice que es su madre. Al principio, Sole está
aterrada. El golpeteo del interior de la cajuela continúa. Sole la abre
y descubre al fantasma de su madre en el interior, rodeado de bolsas. Ni
siquiera se atreve a mirarla, pero cuando logra superar el miedo, se
percata que el fantasma es justo como era su madre cuando estaba viva,
excepto que su cabello está casi blanco y descuidado, y su piel está más
pálida.
La sube a su departamento y le pregunta cuánto tiempo tiene pensado
quedarse. Hasta que Dios quiera, responde la fantasma. Dado el rango de
semejante respuesta, a Sole no le queda más remedio que vivir con el
fantasma de su madre y dejar que se involucre en el trabajo que
desempeña en el salón de belleza. La introduce a sus primeros clientes
como una pordiosera rusa que conoció en la calle, a la que le dio asilo
por caridad. Cuando hay clientes, la madre no habla, solamente les lava
el cabello y sonríe.
Sole no se atreve a decirle a su hermana la situación en la que se
encuentra. Por su parte, Raimunda le dice que Paco, su marido, la ha
dejado y que le da la sensación que no va a regresar. En realidad, está
intentando deshacerse de su cuerpo, pero no puede encontrar el momento
adecuado porque tiene un trabajo nuevo que paga bien y que también le
ofrece una posible solución para su terrible problema…(qué hacer con el
cuerpo).
Lo insostenible se convierte en rutina. Cada una de las dos hermanas
salta al vacío para sobrevivir a situaciones que son muy tirantes,
melodramáticas, cómicas y también sumamente emotivas. Ambas mujeres las
resuelven con audacia y recurriendo a innumerables mentiras.
“Volver” es una historia de supervivencia. Todos los personajes luchan
por sobrevivir, incluso el fantasma de la abuela.
El fantasma de la abuela le dice a Sole que quiere ver a su hija
Raimunda y a su nieta. Tiene que hablar con Raimunda. De hecho, esa
conversación es la razón por la cual ha regresado del otro mundo…y la
urgencia sobrenatural tiene que ver con el secreto que Raimunda ha
escondido desde que era niña. Algo que no le comenta a Sole.
Pero Raimunda tiene una personalidad muy fuerte, no es tan mansa como
Sole, además de que no cree en fantasmas, ni siquiera cuando encuentra a
su madre, en casa de Sole, escondida bajo su cama...
Todo esto es solamente el inicio de una historia que es compleja y
simple, conmovedora y atroz, una que afecta a las mujeres en la familia
de Raimunda, a las mujeres vecinas y a unos cuantos hombres.
“La mayoría de los escritores que conozco están muy interesados en el
cine. Algunos de ellos son mis amigos. Mi asistente, Lola, le envió el
guión de ‘Volver’ a Juan José Millás y a Gustavo Martín Garzo. Sus
respuestas se encuentran entre lo que a continuación viene escrito
(palabras que nunca imaginaron iba a utilizar de manera parasítica en
las notas de producción)”.
RODAJE
“La cosa más difícil acerca de ‘Volver’ ha sido escribir su sinopsis.
Mis películas se están volviendo cada vez más difíciles de relatar y
resumir en unas cuantas líneas. Afortunadamente, esta dificultad no se
ha visto reflejada en el trabajo con los actores, o con el resto del
equipo de producción. El rodaje de “Volver” se dio como un reloj. Creo
que lo disfruté más porque mi última filmación (La Mala Educación) fue
un infierno absoluto. Ya se me había olvidado cómo era filmar sin estar
sintiendo constantemente como si estuviera al borde del precipicio. Esto
no significa que ‘Volver’ sea mejor que mi última película (de hecho,
estoy muy orgulloso de haber hecho ‘La Mala Educación’), sólo que en
esta ocasión, sufrí menos. De hecho, no sufrí en lo absoluto. En
cualquier caso, “La Mala Educación” me confirmó algo esencial (que ya
había descubierto en “Matador” y “Carne Trémula”): nunca puedes aventar
la toalla. Incluso cuando estés convencido que tu trabajo es un
desastre, debes seguir luchando por cada toma, cada emplazamiento, cada
aspecto, cada silencio, cada lágrima. No deberás de perder una gota de
entusiasmo incluso si estás desesperado. El paso del tiempo te da otra
perspectiva, y, en ocasiones, las cosas no estaban tan mal como alguna
vez llegaste a pensar”.
Volver es un tributo a los rituales sociales practicados por gente de mi
pueblo con respecto a la muerte y a los muertos. Los muertos nunca
mueren. Siempre he admirado y envidiado la naturalidad con la que mis
vecinos hablan de los muertos, cultivan su recuerdo y visitan sus tumbas
constantemente. Así como el personaje de Agustina en el filme, muchos de
ellos cuidan su tumba durante años, mientras están vivos. Tengo la
sensación optimista que me he impregnado de todo eso y que parte de ello
ha permanecido en mí.
Nunca he aceptado la muerte, nunca la he entendido (ya dije eso). Por
primera vez, creo que la puedo ver sin miedo, a pesar de que sigo sin
entenderla ni aceptarla. Estoy comenzando a hacerme a la idea de que
existe.
A pesar de ser un escéptico, he intentado traer al personaje (de Carmen
Maura) del otro mundo. Y la he hecho hablar acerca del cielo, el
infierno y el purgatorio. Y —sin ser el primero en descubrir esto— el
otro mundo está aquí. El otro mundo es éste. Infierno, Cielo,
Purgatorio, son nosotros, están dentro de nosotros —Sartre lo planteó
mejor que yo”.
CARTA DE GUSTAVO MARTÍN GARZO
Querido Pedro, realmente me gustó el guión de tu nueva película. Todo en
él me parece muy familiar, algo muy tuyo. Me recuerda al mundo de ‘¿Qué
Hecho Yo para Merecer Esto?’ Pero es menos barroco, existe una lucidez
en él que nos sitúa de nueva cuenta en ese mundo; no podría ser de otra
manera, pero al mismo tiempo de manera distinta —más poética, sabia, más
conmovedora. Esa mezcla de horror y felicidad es maravillosa. Como si
tus personajes pudieran encontrar siempre en medio del infierno, como lo
quería Calvino, aquello que no es el infierno, y siempre lograrán hacer
que perdure en sus vidas. Esa combinación, tan típica tuya, de candor y
perversidad que hace las cosas más terribles divertidas y que logra
encontrar belleza y esperanza en lugares donde no podrían existir, me
parece que es uno de los elementos más maravillosos en tus filmes.
Tu guión me recordó a una historia de Tolstoi. Un sacerdote visita un
monasterio aislado en las islas griegas y se topa con cuatro monjes.
Descubre que no conocen el Padre Nuestro e, impactado, se los enseña.
Después se despide de ellos. Cuando está muy alejado de la costa,
alcanza a apreciar algo que se aproxima rápidamente hacia su bote. Mira
con mayor detenimiento y ve que son los cuatro monjes a quienes acababa
de visitar. ¡Están corriendo sobre el agua! Cuando lo alcanzan le
comentan que han olvidado la oración que les acaba de enseñar y le piden
que la vuelva a repetir. El sacerdote, colmado de emoción, les dice que
no tienen porqué acordarse de ella, que no la necesitan. Así es como veo
a los personajes de tu película. Se aproximan a nosotros, vulnerables y
perdidos, para pedirnos ayuda, pero lo hacen corriendo sobre el agua. No
se han percatado de ello, pero ése es el camino extraño y maravilloso
que toman para alcanzarnos. Y después, ¿qué les podemos decir? Que no
importa lo que les suceda —lo que sufran, las cosas tan extrañas y
terribles que podrían pasarles —, nosotros no somos los indicados para
juzgarlos. Y encima de todo, son ellos los que nos pueden juzgar a
nosotros, a pesar de que sabemos que nunca lo harán, porque no están
obsesionados con la justicia, sino con el amor. Y lo mejor que pueden
hacer es continuar siendo como son.
Así es como veo el guión, como un cuento. En los cuentos hay cosas
terribles: gente a la que destazan, padres que quieren acostarse con sus
hijas adolescentes, niños que son abandonados en el bosque, criaturas
feroces que devoran carne humana… Lo más extremo tiene un lugar en
ellos, y, no obstante, junto a ese horror, siempre existe esa cosa rara
que llamamos inocencia. Es muy difícil definir qué es, pero no hay nada
más fácil de identificar cuando se presenta. Creo que el arte existe
para perseguir esa inocencia, que aparece usualmente en los lugares más
siniestros…
EL RÍO
“Los recuerdos más felices de mi infancia están relacionados con el
río.Mi madre solía llevarme con ella cuando iba a lavar ropa porque era
muy pequeño y no tenía con quien dejarme. Siempre habían varias mujeres
lavando ropa, que terminaban por extender sobre el pasto. Me sentaba
cerca de mi madre y ponía mi mano en el agua para acariciar los peces
que respondían a la llamada del jabón fortuitamente ecológico, que las
mujeres solían usar en aquel entonces y que ellas mismas fabricaban. El
río, los ríos, siempre eran un festejo. Es también en la aguas de un río
donde, unos cuantos años después, descubrí la sensualidad.
Sin lugar a dudas, el rió es lo que más extraño de mi infancia y
pubertad. Las mujeres cantaban mientras lavaban. Siempre me han gustado
los coros femeninos. Mi madre solía cantar una canción acerca de algunos
espigadores que le daban la bienvenida al amanecer, mientras trabajaban
en los campos y cantaban como pajarillos jubilosos. A mi fiel Alberto
Iglesias, compositor de Volver, le canté los fragmentos que recuerdo y
me dijo que era una canción de la opereta “La rosa del azafrán”. En mi
ignorancia, nunca se me hubiera ocurrido que esa música celestial era
una opereta. Esa es la manera en como el tema se ha convertido en la
música que acompaña mis créditos iniciales. En Volver, Raimunda está en
búsqueda de un lugar para enterrar a su marido y decide hacerlo en los
bancos del río, donde se conocieron cuando eran niños.
El río, como las ilustraciones gráficas de cualquier sistema de
transporte, ya sean los túneles o los interminables corredores, es una
de la múltiples metáforas para el tiempo”.
GÉNERO Y TONO
“Supongo que Volver es una comedia dramática. Tiene secuencias
divertidas y secuencias dramáticas. Su tono imita a la ‘vida real’ pero
no es una representación costumbrista. Más bien, tiene un naturalismo
surrealista, si eso fuera posible. Siempre he mezclado géneros y todavía
lo hago. Para mí, se da de manera natural. La razón por la cual incluí
un fantasma en la trama se debe a que es básicamente un elemento cómico,
específicamente si lo abordas de una manera realista. Todos los intentos
de Sole para esconder al fantasma de su hermana, o la manera en como lo
presenta a sus clientes, provoca escenas muy hilarantes. Si bien lo que
sucede en la casa de Raimunda (la muerte de su marido) es terrible, la
manera en como lucha para evitar que todo mundo se entere y la forma en
como intenta deshacerse de él también genera situaciones cómicas. El
mezclar géneros se me da de manera natural pero eso no significa que
esté libre de riesgos (lo grotesco y lo gran guiñol siempre son una
amenaza). Cuando te mueves entre géneros y vas de un tono a su opuesto
en una cuestión de segundos, lo mejor es adoptar un estilo naturalista
que logre hacer creíble la situación más absurda. La única arma que
tienes, además de una locación realista, son los actores —las actrices,
en este caso. Afortunadamente para mí, todas existen en un estado de
gracia constante. Y realmente montan un espectáculo en Volver.
FAMILIA
“Volver es una película acerca de la familia, realizada con la familia.
Mis propias hermanas fueron asesoras con respecto a lo que sucedió en La
Mancha y en el interior de los recintos en Madrid (el salón de belleza,
las meriendas, los materiales de limpieza, etc.). Si bien fueron
más afortunadas, mi familia, así como la de Sole y Raimunda, es una
familia emigrante que vino de un pueblo a la gran ciudad en búsqueda de
prosperidad. Por fortuna, mis hermanas no han dejado de cultivar la
cultura de nuestra infancia y han mantenido intacta la herencia de
nuestra madre. Salí de casa a una edad muy temprana y me convertí en un
ciudadano inveterado. Cuando regreso a los hábitos y costumbres de La
Mancha, pasan a ser mis guías. La familia en Volver es una familia de
mujeres. La abuela que ha regresado es Carmen Maura, sus dos hijas son
Lola Dueñas y Penélope Cruz. Yohana Cobo es la nieta y Chus Lampreave es
la tía Paula, quien todavía vive en el pueblo. Este grupo tendría que
incluir a Agustina, la vecina del pueblo (Blanca Portillo), la única que
conoce muchos de los secretos de la familia, la única que ha escuchado
tantas cosas, la única que, en cuanto se levanta, toca en la ventana de
la tía Paula y no desiste hasta que la vieja le contesta, la única que
le lleva una barra de pan todos los días, la única que la encuentra
muerta y le llama a Sole a Madrid. La única que le abre las puertas de
su casa al cadáver para poderle dar un velorio digno hasta que lleguen
las sobrinas. La única que convierte su duelo por la vecina en duelo por
su propia madre, que desapareció años antes, sin saber dónde. El
personaje de Agustina es, en su propio derecho, parte de la familia que
es encabezada por Carmen Maura. Agustina representa un elemento muy
importante en este universo femenino: la solidaridad de las mujeres
vecinas. Las mujeres en el pueblo divulgan problemas, y los comparten. Y
logran hacer de la vida algo mucho más soportable. Lo opuesto también
sucede (el vecino que odia a la vecina y su odio es transmitido de
generación en generación hasta que un día la tragedia estalla y ni
siquiera ellos saben por qué). Solamente le he prestado atención a la
parte positiva de esa España profunda, que fue lo que experimenté de
niño. De hecho, Volver le rinde homenaje al vecino solidario, a esa
mujer soltera o viuda que vive sola y que hace de la vida de la viejita
que vive puerta con puerta su propia vida. Durante una gran parte de sus
últimos años, mi madre fue ayudada por sus vecinos más cercanos. Estas
mujeres fueron la inspiración para Agustina, una creación magnífica
gracias a Blanca Portillo. Para mí, ella es la auténtica revelación
porque no la conocía. Solamente la había visto en una obra y me había
gustado, pero no me pude imaginar que, con casi nada de experiencia
cinematográfica, fuera una actriz tan precisa y refinada, tan
impresionante en su autocontención. Agustina, sola en la calle
abandonada, viendo cómo desaparece el automóvil de Sole, es la imagen de
la soledad rural, despojada de todo adorno. Blanca absorbió la esencia
de todos los vecinos buenos en mi pueblo y la hizo suya.
LA FUERZA Y FRAGILIDAD DE PENÉLOPE CRUZ
Y la belleza… Penélope está en la cumbre de su belleza. Es un cliché
pero en su caso es cierto. (¡¡Esos ojos, su cuello, sus hombros, sus
senos!! El espacio entre sus senos es uno de los más espectaculares en
el mundo cinematográfico). Verla ha sido uno de los grandes placeres de
este rodaje. Si bien se ha vuelto más estilizada estos últimos años,
Penélope demostró (desde su debut en “Jamón, jamón”) que tiene más
fuerza interpretando personajes plebeyos que aquellos que son muy
refinados. Hace siete u ocho años, en Carne Trémula, interpretó a una
prostituta tosca que está por dar a luz, para hacerlo en un autobús.
Fueron los primeros ocho minutos del filme y Penélope devoró
literalmente la pantalla.
Su Raimunda en Volver proviene de la misma fuente que el personaje de
Carmen Maura en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?; una fuerza de la
naturaleza que no se amedrenta ante nada. Penélope puede generar esa
energía devastadora, pero Raimunda también es una mujer frágil, muy
frágil. Puede (y debe, porque así lo requiere el guión) ser furiosa y,
unos momentos después, colapsarse como una niña indefensa. Esta
cautivante vulnerabilidad es lo que más me sorprendió de la Penélope
actriz, y la velocidad con la que puede ponerse en contacto con ella. No
hay un espectáculo más impresionante que ver, todo en una misma toma,
cómo un par de ojos impasibles y amenazadores pueden repentinamente
comenzar a llenarse de lágrimas, lágrimas que en ocasiones rebosan como
un torrente o, como sucede en algunas secuencias, solamente hinchan sus
ojos sin que alcance a caer una sola. Presenciar ese equilibrio en el
desequilibrio ha sido emocionante. Penélope Cruz es una actriz
determinada, pero es la mezcla con esa emoción repentina y devastadora
lo que la hace indispensable en Volver.
Fue un placer vestir, peinar y maquillar el personaje y la persona. El
cuerpo de Penélope ennoblece cualquier cosa que le pongas. Optamos por
faldas rectas y chaquetas de lana tejida porque son atuendos clásicos,
muy femeninos y populares en cualquier década, desde los 50 hasta
finales del siglo pasado. Y, no resta decir, porque nos recordaba a
Sofía Loren, en sus primeros días como una mujer napolitana inculta.
Tenemos que agradecerle al estilista Massimo Gattabrusi por los
maravillosos peinados desaliñados y a Ana Lozano por el maquillaje. El
delineador extendido fue un verdadero descubrimiento. Sólo hay un
atributo falso en el cuerpo de Raimunda: su trasero. Estos personajes
siempre han sido mujeres con traseros grandes y Penélope es demasiado
delgada. El resto es todo corazón, emoción, talento, verdad y un rostro
que la cámara adora. Así como yo.
EL REGRESO DE CARMEN
“Nunca
me imaginé que hubiera tanta expectación con respecto a nuestro
reencuentro. ¡Estoy sorprendido con la cantidad de gente que me ha dicho
cuán feliz estaba de que Carmen y yo estuviéramos trabajando juntos
nuevamente! Una canción de Chavela dice. ‘Siempre regresas a los
antiguos lugares donde adorabas la vida’. Esto también puede ser
aplicado a la gente.
Siempre hay incertidumbre, pero afortunadamente Carmen desapareció en
nuestras primeras juntas de trabajo.
Existe una prolongada secuencia en el guión de Volver, casi un monólogo,
en la que solamente el personaje de Carmen (la fantasma de la abuela)
habla. En esta secuencia, Carmen le explica a su amada hija, Penélope
Cruz, las razones de su muerte y su regreso, a lo largo de seis intensas
páginas y seis tomas igualmente intensas. Esta secuencia es una de las
razones por las que quería hacer el filme. Lloré cada una de las veces
que corregí el guión [así como el personaje que interpretó Kathleen
Turner en ‘Romancing the Stone’ (Dos Bribones tras la Esmeralda
Perdida’, una escritora ridícula de novelas románticas muy frívolas, que
lloraba mientras escribía].
La noche en la que filmamos, todo el equipo estaba consciente de su
importancia. Había mucha expectación. Eso hizo que Carmen se pusiera un
poco nerviosa y quería hacerlo tan pronto fuera posible.
Nos llevó toda una noche rodarlo, y todos, desde el aprendiz, teníamos
esa extrema concentración que requieren las escenas difíciles, y por la
cual precisamente las hace ser las escenas más fáciles, porque en ellas
damos todo lo que tenemos.
Una vez más sentí esa complicidad sagrada con Carmen, ese sentimiento
maravilloso de estar frente a un instrumento que estaba perfectamente
afinado para mis manos. Todas las tomas fueron buenas, y muchas de ellas
fueron extraordinarias. Penélope la está escuchando, en ocasiones
cabizbaja. En la película hay mucho diálogo, muchas cosas ocultas y,
para una comedia (así dice el equipo de producción), muchas lágrimas.
Desde “Mujeres al Borde…” hasta el monólogo en Volver, Carmen no ha
cambiado como actriz, y fue maravilloso descubrir eso. No ha aprendido
nada porque ya lo sabe, pero mantener ese fuego intacto durante dos
décadas es una empresa admirable y ardua que no podría decir de todos
los actores con los que he trabajado.
El resto del reparto ha estado al mismo nivel que sus acompañantes. Lola
Dueñas brinda probablemente una de sus actuaciones más complejas. Es la
más excéntrica de las cuatro mujeres en la familia. Lola acometió
personalmente el dominio del complicado acento manchego. Aprendió los
secretos en el mundo de la peluquería y desarrolló un línea cómica
desconocida en ella. Es intensa, auténtica y rara, en el mejor sentido
de la palabra.
Otra de las bendiciones que se presentaron durante este rodaje fue que
todas las chicas vivieron y trabajaron muy de cerca. Tuvieron una
relación maravillosa, como una familia. Y el lente también logró captar
eso.
Estoy muy conmovido por la actuación de la joven Yohana Cobo. Está
presente en casi todas las escenas, pero como testigo. Hace una de las
cosas más difíciles en la actuación, que es escuchar y estar presente. Y
su presencia es elocuente mientras casi no hace nada. Pero el trabajo de
Yohana es consciente, sutil y muy próspero. Además de “sus” secuencias,
de su monólogo frente a su padre muerto…etc., el resto —siempre cerca de
su madre, entendiéndola sin saber qué es lo que le pasa— me provocan una
gran ternura. También tiene esa mirada abrasiva. Espero que le vaya muy
bien.
Chus Lampreave, María Isabel Díaz, Neus Sanz, Pepa Aniorte y Yolanda
Ramos completan el reparto, junto con Antonio de la Torre, Carlos Blanco
y Leandro Rivera.
José Luis Alcaine está detrás de cámaras, Alberto Iglesias se encarga de
la música y Pepe Salcedo es el editor, para ponerse en sincronía una vez
más con mis secretas intenciones, cada uno en su respectivo campo.
PEDRO ALMODÓVAR – BIOGRAFÍA
Nacido en Calzada de Calatrava, provincia de Ciudad Real, en el corazón
de La Mancha en los años 50, Pedro Almodóvar se mudó con su familia a
Extremadura cuando tenía ocho años de edad. Ahí, estudió la escuela
primaria y secundaria a pesar de los Padres Salesianos y los
Franciscanos.
A los 17, dejó su hogar y se mudó a Madrid, sin dinero y sin trabajo,
pero con un proyecto muy específico en mente: estudiar cine y dirigir
películas. Fue posible inscribirse en la Escuela Oficial de Cine gracias
a que Franco la acababa de cerrar. Como no pudo aprender el lenguaje
cinematográfico, decidió estudiar el contenido, siendo éste: la vida, el
vivir…
A pesar de la dictadura que estaba sofocando el país, para un
adolescente de las provincias, Madrid representaba cultura,
independencia y libertad. Trabajó en múltiples y esporádicos trabajos,
pero no pudo comprar su primera cámara Súper-8mm hasta que tuvo un
trabajo “serio” en la Compañía Nacional de Teléfonos, donde laboró
durante 12 años como asistente administrativo, 12 años en los que
también se dedicó a numerosas actividades que le brindaron su verdadero
entrenamiento como realizador y como persona. Por las mañanas en la
compañía de teléfonos adquirió un conocimiento minucioso de la clase
media española en los inicios de la época del consumismo; sus dramas y
infortunios fueron una genuina mina de oro para un futuro narrador.
Por las tardes y noches, escribió, amó y actuó con el mítico grupo
teatral independiente Los Goliardos, y realizó películas en Súper-8 (su
única preparación como director). Colaboró con varias revistas
clandestinas y escribió historias, algunas de las cuales fueron
publicadas. Fue miembro de un banda paródica de punk-rock, Almodóvar and
McNamara, etc.
Tuvo la buena fortuna que el estreno de su ópera prima en cines
comerciales coincidió con el inicio de la democracia en España. Después
de 18 meses de un rodaje excitante en 16mm, “Pepi, Luci, Bom y Otras
Chicas del Montón” fue estrenado en 1980; una película sin presupuesto
realizada con el esfuerzo cooperativo del resto del equipo de producción
y del reparto, quienes, con la excepción de Carmen Maura, eran todos
principiantes.
En 1986, fundó la compañía de producción El Deseo, S.A., con su otro
hermano, Agustín. Su primer proyecto fue “La Ley del Deseo”. Desde
entonces, han producido todas las películas que Pedro ha escrito y
dirigido, además de haber producido el trabajo de varios jóvenes
directores.
En 1988, “Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios” le valió
reconocimiento internacional. Desde entonces, sus películas se han
exhibido por todo el mundo. Con “Todo sobre mi Madre” obtuvo su primer
Premio de la Academia a Mejor Película Extranjera, además del Globo de
Oro, el César, tres Premios del Cine Europeo, el David de Donatello, dos
BAFTA, siete Goyas y 45 premios más. Tres años después, “Hable con Ella”
le fue igual o mejor, al haber recibido un Premio de la Academia a Mejor
Guión Original, cinco Premios del Cine Europeo, dos BAFTA, el Nastro de
Argento, el César y muchos otros premios por todo el mundo (pero ninguno
en España).
Produjo tres películas muy especiales, aclamadas internacionalmente por
su valor y delicadeza (“Mi Vida sin Mí”, “La Niña Santa” y “La Vida
Secreta de las Palabras”).
En el 2004, “La Mala Educación” fue elegida para inaugurar el Festival
de Cannes. Recibió críticas extraordinarias por todo el mundo, fue
nominada para numerosos premios (Premios Independent Spirit, BAFTA,
César, Premios del Cine Europeo) y obtuvo el prestigioso Premio a Mejor
Película Extranjera otorgado por el Círculo de Críticos de Nueva York,
así como el de los críticos de cine italianos, el Nastro de Argento.
Probablemente se beneficia de la más grande libertad e independencia que
cualquier otro director de la actualidad.
FILMOGRAFÍA
1974-1979 Varias películas de diferente metraje en Súper-8mm, incluyendo
algunas en 16mm (Salomé)
1980 Pepi, Luci, Bom y Otras Chicas del Montón
1982 Laberinto de Pasiones
1983 Entre Tinieblas
1984-5 ¡¿Qué he hecho yo para merecer esto?!
1985 Trailer para Amantes de lo prohibido (mediometraje en video para
TVE)
1985-86 Matador
1986 La Ley del Deseo
1987 Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios
1989 ¡Átame!
1991 Tacones Lejanos
1992 Acción Mutante (Productor)
1993 Kika
1995 La Flor de Mi Secreto
1995 Tengo una Casa (Productor)
1996 Pasajes (Productor)
1997 Carne Trémula
1999 Todo sobre mi Madre
2000 El Espinazo del Diablo (Productor)
2001 Hable con Ella
2002 Mi Vida sin Mí (Productor)
2003 Descongélate (Productor)
2003 La Mala Educación
2004 La Niña Santa (Productor)
2005 La Vida Secreta de las Palabras (Productor)
2006 Volver
REPARTO – BIOFILMOGRAFÍAS
PENÉLOPE CRUZ
Después de haber participado en “Carne Trémula” y “Todo sobre Mi Madre”,
Penélope vuelve a trabajar con Pedro Almodóvar.
Después de haber estudiado en la escuela de Cristina Rota, trabajó con
algunos de los directores más importantes de España: Bigas Luna, en
“Jamón, jamón” y “Volaverunt”; Fernando Trueba en “Belle Epoque” (Bella
Época) y “La Chica de tus Sueños” (por la que obtuvo el Goya a Mejor
Actriz); Alejandro Amenábar en “Abre los Ojos”; y Agustín Díaz Yanes en
“Sin Noticias de Dios”. Además de esto, cuenta con una carrera
internacional más que notable, que incluye películas tales como “The Hi-Lo
Country” (Stephen Frears), “All the Pretty Horses” (Espíritu Salvaje) (Billy
Bob Thornton), “Blow” (Inhala) (Jonathan Demme), “Captain Corelli’s
Mandolin” (La Mandolina del Capitán Corelli) (John Madden) y “Vanilla
Sky” (Ídem) (Cameron Crowe).
Con “No te Muevas”, de Sergio Castellito, obtuvo el Premio David di
Donatello y el Premio a Mejor Actriz por parte de la Academia de Cine
Europeo (el Premio People’s Choice). The New York Times consideró su
interpretación en esta película como una de las diez mejores actuaciones
del año.
Después de “Volver”, trabajó en “The Good Night” (Jake Paltrow) y está
por comenzar el rodaje de “Manolete” (Meno Meyjes).
Gracias a su sofisticada belleza mediterránea, ha sido la imagen de
Ralph Lauren durante años.
Entre sus intereses se incluye el convertirse en fotógrafa.
CARMEN MAURA
Carmen Maura comenzó su carrera en una de las áreas más difíciles y una
que es donde más aprendes: café teatral. Su interpretación de Marilyn
Monroe fue uno de los hitos en este subgénero, durante la década de los
70.
A finales de la década mencionada y principios de la de los 80, se
convirtió en la reina de lo que fue conocido como ‘comedia madrileña’,
al haber trabajado con Colomo, Trueba y Almodóvar.
Ella y Pedro Almodóvar compartieron los momentos más importantes de sus
carreras en los 80 [“Pepi, Luci, Bom”, “Entre Tinieblas”, “¡¿Qué He
Hecho yo para Merecer Esto?!”, “Matador” y “La Ley del Deseo”, que
culminó con el éxito internacional de “Mujeres al Borde de un Ataque de
Nervios” (por la que ganó, entre otros, el Goya, el Ciak, el Fotogramas
de Plata y el Premio de Cine Europeo a Mejor Actriz)].
Con una carrera que abarca más de tres décadas, es imposible resumir las
producciones nacionales e internacionales, en cine, teatro y televisión,
en las que Carmen ha participado, o los premios que ha obtenido.
Entre muchas, se debería hacer una mención particular a “Ay, Carmela”
(Carlos Saura), por la que recibió tanto el Goya como el Premio de la
Academia de Cine Europeo a Mejor Actriz, y “La Comunidad” (Alex de la
Iglesia) por la que obtuvo, entre otros, la Concha de Plata (Festival de
Cine de San Sebastián) y el Goya a Mejor Actriz.
Recientemente terminó “Nos chères têtes blondes” en Francia para la
directora Charlotte Silvera.
LOLA DUEÑAS
Lola Dueñas también está trabajando de nueva cuenta con Pedro Almodóvar,
después de haber aparecido previamente en “Hable con Ella”.
Después de haber estudiado con Juan Carlos Corazza, Lola comenzó su
carrera con Salvador García Ruiz en “Mensaka”, por la que obtuvo el
Premio a Mejor Actriz en el Festival de Toulouse y el Premio a Actriz
Más Prometedora del Sindicato de Actores Españoles. Apareció en “Marta y
alrededores” (Nacho Pérez de la Paz y Jesús Ruíz), “Las razones de mis
amigos” (Gerardo Herrero), “Piedras” y “Veinte centímetros” (ambas de
Ramón Salazar) y, más recientemente, “Mar Adentro” (Alejandro Amenábar)
por la que recibió el Goya a Mejor Actriz y los Premios a Mejor Actriz
Secundaria tanto del Círculo de Guionistas de Cine como del Sindicato de
Actores.
Recientemente terminó la filmación de “Lo que sé de Lola”, de Javier
Rebollo, después de haber aparecido en sus premiados cortometrajes, “En
medio de ninguna parte”, “El equipaje abierto” y “En camas separadas”.
BLANCA PORTILLO
Nacida en Madrid en 1963, Blanca Portillo estudió en la Escuela Real de
Artes Dramáticas de España, donde comenzó una exitosa carrera teatral,
que la llevó a obtener los premios Celestina y Max por “Madre, el drama
padre”; el premio Max, el premio del Sindicato de Actores y el premio
Teatro de Rojas por “Family Resemblances”; y los premios Miguel Mihura y
del Sindicato de Actores por “La hija del aire”, dirigida por el
prestigioso Jorge Lavelli.
Bien conocida por público televisivo español gracias a su papel
recurrente en la serie “Siete vidas”, Blanca también ha aparecido en
varios largometrajes y fue nominada para el Goya en la categoría de
Actriz Más Prometedora por “El color de las nubes” (Mario Camus).
Filmes venideros incluyen “Alatriste” (Agustín Díaz Yanes) y “Goya’s
Ghosts” (Milos Forman).
YOHANA COBO
De mirada abrasiva, la joven Yohana Cobo de Madrid, ha aparecido en
varias series de televisión, pero su talento realmente llamó la atención
gracias al largometraje “La Vida Mancha” (Enrique Urbizu). Confirmó su
potencial con su papel protagónico en “El séptimo día” (Carlos Saura),
por la que recibió una nominación a Actriz Más Prometedora del Círculo
de Guionistas de Cine de España.
EQUIPO DE PRODUCCIÓN – BIOFILMOGRAPHIES
AGUSTÍN ALMODÓVAR / productor ejecutivo
Agustín Almodóvar nació en La Mancha y obtuvo un título en Química de la
Universidad Complutense de Madrid.
Comenzó su carrera cinematográfica en 1985 como mensajero de producción
en “Sé Infiel y no Mires con Quién”, de Fernando Trueba. Ese mismo año,
comenzó a trabajar en las películas de su hermano, como asistente de
director en “Matador”. En 1986, él y Pedro fundaron su propia compañía
de producción, El Deseo.
Desde entonces, ha producido todos los largometrajes de Pedro y recibió
el Premio de la Academia a Mejor Película Extranjera por “Todo Sobre mi
Madre”. También ha producido películas con otros directores ya
establecidos o jóvenes promesas, incluyendo Alex de la Iglesia, Mónica
Laguna, Daniel Calparsoro, Guillermo del Toro, Isabel Coixet, Félix
Sabroso y Dunia Ayaso, y Lucrecia Martel). A través de El Deseo, Agustín
Almodóvar también ha estado involucrado en una variedad de co-producciones
francesas.
ESTHER GARCÍA / productora
Esther García nació en Segovia. Ha sido gerente de producción en más de
90 filmes y series de televisión desde que comenzó en 1976 con “Curro
Jiménez”, además de haber ganado tres Goyas como gerente de producción
en “Acción Mutante”, “Todo Sobre mi Madre” y “La Vida Secreta de las
Palabras”.
Ha trabajado en todos los niveles de producción, desde aprendiz a
productora ejecutiva, un puesto que ocupa desde “Mi Vida sin Mí”, de
Isabel Coixet.
Además de haber trabajado ininterrumpidamente con Pedro desde “Matador”,
ha colaborado en producciones para los directores Fernando Trueba,
Mariano Ozores, Luis María Delgado, Gonzalo Suárez, Emilio Martínez
Lázaro y Fernando Colomo.
Como miembro del equipo de El Deseo, ha sido productora asociada en
“Acción Mutante” (Alex de la Iglesia), “Tengo una casa” (Mónica Laguna),
“Pasajes” (Daniel Calparsoro), “El Espinazo del Diablo” (Guillermo del
Toro) y “Descongélate” (Felix Sabroso y Dunia Ayaso).
Junto con Agustín Almodóvar, se ha embarcado en producción televisiva
(“Mujeres”, de Dunia Ayaso y Félix Sabroso) y producciones
internacionales (“Mi Vida sin Mí”, de Isabel Coixet, y “La Vida Secreta
de las Palabras”, y “La Niña Santa”, de Lucrecia Martel).
ALBERTO IGLESIAS / compositor
Nació en San Sebastián en 1955 y estudió piano, guitarra, contrapunto y
armonía con Blanca Burgaleta y Francisco Escudero en su ciudad natal.
Amplió sus estudios en París con Francis Schwartz y en Barcelona con
Gabriel BrnCic. Ha colaborado con Carlos Saura, Bigas Luna, Julio Medem
y Iciar Bollain, entre otros.
Ha colaborado estrechamente con Pedro desde que trabajaron por primera
vez en “La Flor de Mi Secreto”, y ha sido el compositor regular de sus
filmes.
Sus bandas sonoras más notables incluyen “Los Amantes del Círculo Polar”
(Julio Medem), “Todo Sobre mi Madre” y “Hable con Ella” (Pedro
Almodóvar). Ha ganado seis Goya por su trabajo en las películas
previamente mencionadas, así como por su música para tres películas de
Julio Medem: “La Ardilla Roja”, “Tierra” y “El Sexo y Lucía”.
Recientemente trabajó en “The Constant Gardener” (El Jardinero Fiel)
(Fernando Mireilles), por la que fue nominado a Mejor Banda Sonora
Original en los BAFTA y en los Premios de la Academia.
Además de su trabajo en cine, ha compuesto música sinfónica y de cámara,
y varios ballets para la Compañía Nacional de Danza.
JOSÉ SALCEDO / editor
José Salcedo ha editado más de 90 largometrajes a la fecha, incluyendo
todos los de Pedro Almodóvar.
Después de haber laborado como asistente de editor para Pedro del Rey y
Pablo del Amo, Salcedo comenzó su carrera con la película “Una Mujer
Prohibida”, y desde entonces ha recibido tres Premios Goya por su
trabajo en “Todo Sobre mi Madre” y “Mujeres al Borde de un Ataque de
Nervios”, ambas de Pedro Almodóvar, y “Nadie Hablará de Nosotras cuando
Hayamos Muerto”, de Agustín Díaz Yanes. Ha trabajado con una serie de
prestigiosos directores españoles, entre los que destacan Manuel
Gutiérrez Aragón, Eloy de la Iglesia, Pedro Olea, Gonzalo Suárez, Jaime
Chávarri, José Luis Borau y Manuel Gómez Pereira.
JOSÉ LUIS ALCAINE / director de fotografía
Nacido en Marruecos, José Luis Alcaine es uno de los directores de
fotografía más prolíficos e internacionales de España. Estudió en la
Escuela Oficial de Cine en Madrid y es miembro de la Asociación de
Directores de Fotografía de España.
Ha trabajado con un sinnúmero de directores en varios países e idiomas.
En España, ha colaborado con Vicente Aranda, Fernando Trueba, Bigas
Luna, Manuel Gutiérrez Aragón, Fernando Colomo, John Malkovich, Pilar
Miró, Víctor Erice, Carlos Saura, Fernando Fernán-Gómez y Montxo
Armendáriz, entre otros.
Alcaine ha fotografiado más de 100 filmes, y previamente colaboró con
Pedro Almodóvar en “La Mala Educación”, “Mujeres al Borde de un Ataque
de Nervios” y “¡Átame!”.
A la fecha, ha recibido tres premios Goya por su trabajó detrás de
cámaras en “El Pájaro de la Felicidad” (Pilar Miró), “El Sueño del Mono
Loco” (Fernando Trueba) y “El Caballero Don Quijote” (Manuel Gutiérrez
Aragón).
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