"VIDA ACUÁTICA"
de Wes Anderson
UNA VISITA AL BELAFONTE
“Déjame contarte acerca de mi barco . . .” — Steve Zissou
En el guión de Wes Anderson y Noah Baumbach para VIDA ACUATICA with Steve Zissou, el barco de Steve Zissou, el Belafonte, se convierte esencialmente en otro personaje de la película. Desde su colorido laboratorio y equipada cocina, hasta su biblioteca de investigación, cuarto de edición y “burbuja de observación” de ensueño, el barco parece reflejar el original espíritu de toda la jornada. La producción comenzó buscando un barco con una original forma y estilo. “Fue casi como una selección de reparto”, afirma el diseñador de producción Mark Friedberg. “La búsqueda del barco fue toda una aventura. Wes fue muy específico acerca del tipo de barco que quería—tenía que ser de la época de la segunda guerra mundial, tenía que ser un dragaminas, tenía que tener 50 metros de largo, y hasta cierto punto, tenía que recordarnos al Calypso de Cousteau”. Luego de meses de rastrear los mares, la producción encontró un dragaminas de 50 años de antigüedad en Sudáfrica, el cual con dificultad llevaron de Capetown a Rome para la producción. Ese barco se mantuvo intacto para muchas de las secuencias en exteriores pero fue equipado para convertirlo en un barco de investigación oceanográfica, completo con torres, una cubierta de observación y una pintura muy brillante. Mientras tanto, un segundo barco muy similar fue adquirido para ser desmantelado y utilizado para vestir el escenario. “En cuanto al interior del barco, queríamos que reflejara a Zissou, un hombre inseguro acerca del rumbo de su vida en este momento, de modo que todo en este mundo está construido, fusionado”, afirma Friedberg. “Cuando comenzamos, nos preguntábamos, esta historia es acerca de un hombre real enfrentando a su hijo o es una fábula o es una comedia alegre—y la respuesta era que es todo esto, y tenía que ser reflejado en el diseño. Queríamos una intimidad pero también amplitud”. Desde el comienzo, Anderson sabía que quería que público viera el Belafonte por primera vez con la vista de una sección transversa de un modelo, abierto para revelar todas sus funciones en el interior. De modo que el equipo de diseño construyó medio barco longitudinalmente para que la cámara y el equipo técnico pudieran moverse en una fila recta de habitación a habitación. “Como el barco verdadero está construido de metal, no podíamos mover paredes con facilidad, de modo que volvimos a construir lo que vimos dentro del barco en el escenario”, explica Friedberg. “Wes quería filmar el barco en su totalidad simplemente moviendo una grúa alrededor de la primera habitación para la primera escena que presenta el barco. Él quería utilizar solamente escenarios prácticos y muy poco de compuestos digitales o efectos. Hay un gran sentido de comicidad y fluidez, y Wes lo tenía todo planeado con mucha precisión”. “Filmar la escena fue muy divertido”, afirma Anderson. “Teníamos a todos los actores caminando alrededor como una colonia de hormigas y las luces están cambiando y las cámaras se están moviendo, y fue muy emocionante porque ninguno de nosotros había hecho algo parecido. El escenario era más como una pieza de museo que un foro de grabación—la gente iba continuamente a verlo”. El escenario de la mitad del Belafonte—de tres pisos de alto—fue construido, como la mayoría de los escenarios, en el lote del legendario Cinecitta Studios en Italia, con sus famosos artistas y artesanos. “Escogimos Italia porque tenía todo lo que estábamos buscando—está sobre el agua, tiene a Cinecitta en donde se han hecho todas las películas de Fellini, y es el Mediterráneo, de modo que tiene esa sensibilidad de isla”, afirma Friedberg. Barry Mendel agrega: “Filmar en Italia tiene un sabor muy específico, y creo que algo de esa sensibilidad europea de artesanía hecha a mano se ha convertido en parte de la singular estructura de la película”. Los escenarios eran una cosa, pero al reparto y al equipo técnico les tomó mucho acostumbrarse al barco verdadero utilizado como el Belafonte. Para muchos, el día de su presentación llegó en una visita de un día en el que Wes Anderson tenía la esperanza de filmar algunas escenas del documental de Team Zissou. “Fuimos rumbo a esta pequeña isla volcánica, y el mar estaba muy bravo y casi todos se marearon—y aún así la pasamos estupendo”, recuerda. “Tuvimos la oportunidad de conocernos unos a otros, y cuando estás en un barco como ese, se vuelve algo muy íntimo. Ya no existen barreras. Y lo que me parece muy interesante es que las personas se vuelven muy emotivas acerca del Belafonte, sienten una gran lealtad”. El diseñador de producción también creó la vivienda de Zissou en la isla Pescespada en Italia, completa con un castillo del siglo XII, una alberca con una ballena asesina (la ballena es agregada a través de una proyección trasera), una plataforma de aterrizaje para el hidroavión y una importantísima mesa de pimpón. “El tema para el recinto de Zissou era que debería de tener un sentimiento de ‘yo no quiero crecer’”, señala Friedberg. “La isla Pescespada era un extraordinario escenario, muy distinto a todo lo que jamás haya visto”, resume Mendel. Mientras tanto, en contraste con el Belafonte se encuentra el barco de Hennessey, el archi rival de Steve Zissou, forjado como uno de los más modernos barcos de investigación del mundo, en el cual no se ha reparado en ningún gasto. Para este barco, la producción utilizó un barco de investigación de la NATO—The Elite—el cual demostró ser el antítesis del Belafonte. “Era totalmente lo opuesto a lo que creamos para Steve Zissou—sumamente limpio, muy estructurado y de alta tecnología”, comenta Mark Friedberg. “Era un mundo totalmente distinto”. Otro elemento clave del Belafonte es el sumergible Deep Search—anteriormente habiendo recibido el nombre de uno de los antiguos amores de Steve Zissou—en el que el equipo finalmente se dirige a las profundidades del mar en busca del tiburón jaguar. El mini submarino fue construido de hierro y fibra de vidrio por un equipo italiano, con hélices y luces que funcionan. “La toma del submarino fue realmente una escena increíble de filmar porque teníamos a todo el reparto, a excepción de Owen, encerrado en la parte de atrás de este pequeñísimo escenario. Fue diseñado para que entraran rápido y no pudieran salir, lo cual realmente establece el humor para la escena”, afirma Anderson. “Había una sensación aterradora de ir hacia lo desconocido”.
EL MUNDO SUBMARINO DE STEVE ZISSOU
“¿Cómo van las cosas con tu—cómo es que lo llamas? ¿Pez leopardo?” — Hennessey
A pesar de que VIDA ACUATICA with Steve Zissou es una aventura submarina, el mundo submarino que crea es muy distinto a todo lo que el público jamás haya visto. Eso es debido a que el reino acuático visitado por el Equipo Zissou provino no tanto de la oceanografía y biología real sino más bien de la imaginación de Wes Anderson, Noah Baumbach y del animador Henry Selick. Rebosando de criaturas brillantes y multicolores de ensueño—como Cangrejos de Azúcar color caramelo, Rayas Constelación con estrellas incrustadas, el Pez Crayon Pony de dos pulgadas y el gigantesco tiburón jaguar con manchas que mide 80 pies—el hogar oceánico de Steve Zissou está repleto de toda la magia y el sobrecogimiento que él cree ha desaparecido del resto de su vida. Tan pronto como Anderson y Baumbach comenzaron a escribir acerca de criaturas marinas imaginarias en su guión, los pensamientos de Anderson se volcaron a cómo iría él a darle vida a estos animales de libro de cuentos. Fue allí cuando decidió contactar a Henry Selick, el maestro moderno de la animación al estilo de la “escuela antigua” conocida como “animación cuadro a cuadro”, la cual Selick hizo destacar en su aclamado debut cinematográfico, “The Nightmare Before Christmas”. Una de las formas más antiguas de animación cinematográfica, la animación cuadro a cuadro, hasta la fecha, tiene una cualidad intuitiva y con textura que la distingue de las creaciones digitales. En busca de esa clase de efecto más vibrante para la reserva de animales de LIFE AQUATIC with Steve Zissou, Anderson llamó a Selick mucho tiempo antes del comienzo de la producción para ver si estaría interesado en aplicar su arte a una película serio cómica de aventuras. “Wes me dijo que estaba buscando alguien que pudiera plasmar criaturas marinas que crearan una atmósfera como de fábula”, recuerda Selick. “Él de inmediato, tuvo ideas muy simples, claras e interminablemente creativas acerca del diseño y color, lo cual encontré muy alentador. Mientras más me involucré, comencé a darme cuenta que la animación en la película, tan inusual como parezca, es simplemente una de muchas especias en el guiso de Wes. Es una forma sutil pero importante al narrar la increíble historia de Steve Zissou”. Selick pronto descubrió que para cada una de las criaturas individuales del mundo—que también incluyen lagartijas que brillan durante el día, pulpos con curvas abstractas y ranas iridiscentes en miniatura—Anderson tenía retratos específicos en mente. “Por ejemplo, para los Cangrejos de Azúcar, él literalmente quería colores caramelo”, explica Selick, “de modo que le llevé muchos catálogos de caramelos, y él eligió los colores y patrones que le gustaron de la colección para que nosotros hiciéramos una réplica”. Selick continua: “Algunas de las criaturas son totalmente fabricadas mientras que otras son divertidas y sutiles alteraciones de verdaderos animales marinos. La Barracuda Dorada, por ejemplo, la tomamos de verdaderas imágenes de barracudas y creamos una nueva interpretación de ese conocido pez. Pero el Pez Funda Cola de Rata, el cual se voltea de adentro para afuera, es totalmente imaginario. Nosotros creamos cerca de 40 ó 50 diseños completamente distintos para que Wes los viera, ¡y él se divirtió tanto con cada uno de ellos que nos hacía seguir y seguir sin parar! Finalmente, él eligió el que le pareció la visión más extravagante”. Más tarde, Selick se unió al reparto y al equipo técnico en Italia para supervisar la escultura de los modelos en miniatura y de las marionetas que forman el corazón de la animación cuadro a cuadro, lo cual hizo que se intensificara el proceso creativo. “Cada vez que le enseñaba a Wes una idea, él la veía como una oportunidad para mejorarla”, recuerda. “Fue un período muy intenso”. Efectivamente, de todos los peces, reptiles y mamíferos bajo el agua presentados en VIDA ACUATICA, los únicos animales reales que verdaderamente existen son la ballena de Zissou (insertada utilizando una antigua proyección trasera); y los delfines de investigación—una maldición en la existencia de Zissou—los cuales fueron creados utilizando robots de animatrónica a control remoto. Finalmente, llegó el momento de crear la pieza de oposición y el primordial objeto de la venganza de Steve Zissou: el legendario tiburón jaguar. “El tiburón jaguar es una especie de la gran ballena blanca de ‘Moby Dick’ en VIDA ACUATICA with Steve Zissou”, observa Selick. “Es una criatura mítica en la que nadie cree a excepción de Steve Zissou—de modo que tenía que ser algo muy espectacular. Cada semana, su longitud parecía aumentar ya que Wes quería que fuese aún más grande y más imponente. Terminamos con una marioneta de 150 libras, que quizás sea la marioneta de animación cuadro a cuadro más grande jamás creada”. Mientras que la animación cuadro a cuadro normalmente no es de alta tecnología—involucrando solamente luces, cámaras y animadores para lentamente mover los modelos cuadro por cuadro—para VIDA ACUATICA with Steve Zissou, Selick fue aún más lejos, utilizando tecnología computarizada para darle más fuerza al proceso. “Usamos programas computarizados para mover los modelos, para simular el movimiento básico de nado del tiburón jaguar mientras que un animador creó a mano los movimientos de la boca, las aletas pectorales y otras cosas adicionales”, explica. Selick también utilizó una nueva generación de silicona conocida como “Piel de Dragón” para las criaturas. “Una de las cosas más difíciles en la animación siempre es la piel”, afirma Selick. “Este material tiene una semitransparencia que ayuda a que todas las criaturas de la película parezcan más realistas. Básicamente, estábamos mezclando los nuevos materiales y tecnología con las más antiguas técnicas de realización cinematográfica. De muchas formas, estas criaturas van mucho más allá de todo lo que hemos creado antes”. Trabajando de forma muy cercana con Selick estaba el Supervisor de Efectos Visuales Jeremy Dawson, quien se sintió encantado con los diseños de Selick. “Me encanta que mientras las criaturas en la película no son reales, se siente como si pudieran serlo”, afirma. “Wes siempre está justo al límite de la credibilidad, pero nunca exagera y no llega al punto de ser caricaturesco, y ese es un punto muy divertido”. El papel de Dawson en VIDA ACUATICA with Steve Zissou resultó ser muy diferente a todos los que había ejecutado en otras películas. “Lo singular acerca de este proyecto es que no tenía nada que ver con efectos contemporáneos—en su lugar, teníamos que encontrar formas de crear todo un mundo submarino con mayormente soluciones prácticas”, afirma. La escena favorita de Dawson es en la que miles de medusas eléctricas llegan a la orilla de la isla Pescepada de Zissou. “Teníamos todas estas medusas coloniales que fueron construidas por las personas de efectos especiales en Cinecitta”, recuerda, “y fueron hechas de resina y silicona con luces por dentro y luego las unieron todas y las enterraron en la arena. El efecto fue estupendo. Fue muy emocionante poder caminar entre las criaturas, en lugar de crear algo digital que nunca se puede tocar. Tenía una extraordinaria belleza que no se hubiera podido lograr de ninguna otra forma”. Para las secuencias de buceo submarino de la película, el equipo de producción utilizó gigantescos tanques de agua de Cinecitta y buzos altamente experimentados. “Wes quería que el agua misma fuese muy estilizada, que tuviera una sensación de resplandor y brillo con los colores del arco iris”, explica Dawson, “de modo que experimentamos con diferentes tomas y soluciones e inclusive le pusimos oropel al agua para darle una imagen mágica. El mundo en su totalidad debe ser algo que no es el ‘Titanic’-realista pero un poco más fantástico”. Agregando a los retos de filmar debajo del agua estaba la realidad de que Bill Murray y Willem Dafoe eran los únicos que habían hecho algo de buceo—todos los demás eran totalmente novatos en cuanto a estar debajo del agua. “Por lo menos teníamos a dos actores con algo de experiencia. De todo el equipo de producción, no había nadie que tuviera siquiera algo de experiencia”, señala Wes Anderson. “Pero fuimos muy afortunados de que los italianos que trabajaron en la película pudieran ayudar porque ellos pasan mucho tiempo en el mar. Aprendimos a hacerlo mientras trabajábamos”. Para algunas escenas, Anderson también utilizó técnicas de “seco-por-mojado”, en las que un escenario se llena de humo y tipos específicos de luces creando el aura de estar sumergidos en la profundidad del mar. Entre las más espectaculares secuencias submarinas de la película se encuentra la del bosque subacuático, el cual fue creado con árboles de tamaño natural y capas de algas marinas por el equipo de arte y fueron luego sumergidos en un tanque gigante en Cinecitta. El mundo de Steve Zissou también llama la atención en las secuencias que muestran escenas de sus famosas y divertidas películas de la naturaleza. Para filmar estas escenas, Wes Anderson quería una imagen muy distinta al resto de la película, y lo logró con la colaboración del cinematógrafo Robert Yeoman para forjar un estilo ligeramente estrambótico de documental. Yeoman utilizó película Ektachrome para darle a las secuencias del documental un sentimiento de película retrógrada de la naturaleza para que hiciera contraste con el resto de VIDA ACUATICA with Steve Zissou. “Yo quería que se viera como un documental pero, al mismo tiempo, nunca podría ser un documental cuando se tienen personas vistiendo poliéster de color aguamarina y gorras rojas”, comenta Anderson. “El reto era el de combinar todas estas ideas en una”. Al comienzo, Anderson y el productor Barry Mendel se empaparon en películas de la naturaleza. “Estuvimos viendo a todos los famosos naturalistas”, afirma Mendel. “Y, de allí, Wes encontró ideas para los trajes, ideas para las tomas y pequeñas herramientas que los vio utilizar en sus trabajos que él pensó que podían ser adaptados para nuestra película”. A lo largo de la película, Anderson alentó al cinematógrafo Yeoman a que usara un estilo mucho más libre de restricciones que en las películas anteriores de Anderson. “Esta película tiene más cosas manuables y es mucho más ligera y libre”, afirma Anderson. El cinematógrafo recuerda el momento cuando su visión para la película se cristalizó. “Semanas antes de que empezara la fotografía principal, organizamos una prueba de peinado, maquillaje y guardarropa para Owen Wilson en Cinecitta”, recuerda. “Cuando Owen entró, llevando su gorra roja y su brillante traje de Team Zissou, no pude contener la risa. Toda la estética de la película fue de pronto, en ese momento, totalmente aparente para mí”. El vestuario que provocó una respuesta tan definitiva fue creado por Milena Canonero, dos veces ganadora del Premio de la Academia, y quien trabajó en forma muy cercana con Wes Anderson para forjar el guardarropa completo del simbólico Team Zissou. Desde abrigos de invierno y suéteres con cuello tortuga y trajes isotérmicos y Speedos—e incluso las infames zapatillas Zissou—cada una lleva el emblema del inimitable Team Zissou. Para Canonero, este era un reto totalmente distinto a las películas épicas de época como “Barry Lyndon” y “Out of Africa” por las que ella ha sido muy reconocida—esta vez, debía concentrarse en insertar su labor en el cómicamente estilizado universo de Steve Zissou. Para los importantísimos trajes isotérmicos de Team Zissou, Canonero hizo que su equipo tiñera a mano cada uno de los trajes para crear su singular y resplandeciente color azul. “Queríamos el efecto de sardinas brillando bajo el agua, de modo que cada traje isotérmico fue pintado con aerosol con una pintura azul iridiscente, todo fue hecho a mano”, explica. “Para nuestra sorpresa, los trajes isotérmicos teñidos sobrevivieron las lluvias torrenciales, las explosiones de los especialistas y las inmersiones en el mar por los que el reparto y personajes tienen que pasar”. “Gran parte del vestuario, como los Speedos y las gorras rojas, fueron descritos en el guión por Wes y Noah”, comenta Barry Mendel, “pero el trabajo que Milena hizo para fabricarlos y hacerlos tan evocadores del mundo de Wes fue excepcional. Wes siempre usa el vestuario para mostrar la personalidad y para ayudar a construir el mundo—pero el vestuario de Milena fue aún más allá y se convirtió en parte de la narración”.
MÚSICA ACUÁTICA: ACERCA DE LA COMPOSICIÓN MUSICAL
“Silencio esta noche. ¿No oyen el canto de las ballenas?” — Steve Zissou
Como en todas las películas de Wes Anderson hasta la fecha, la música también juega un papel importante en la narración de VIDA ACUATICA—pero al igual que con los otros elementos de la película, Anderson abordó de forma poco convencional la composición musical. “Para esta película, yo quería hacer algo muy diferente en cuanto a la música”, señala Anderson. “Hay una muy amplia mezcla de elementos—desde extensas piezas de aventura, hasta los temas asociados con los personajes y la música de las películas de Zissou que también se convierten en parte de la música en general—que tenía que tener armonía”. Anderson comenzó a hablar acerca de la música de la película con el compositor Mark Mothersbaugh—colaborador de Anderson desde hace mucho tiempo—desde el inicio del proceso. “Recuerdo haber trabajado en la música en mi estudio mientras Wes estaba sentado detrás de mí, aún escribiendo el guión”, manifiesta Mothersbaugh. “Y lo que estaba muy claro desde el comienzo era que esta película sería una gran aventura para Wes—más grande en todas las dimensiones a cualquier película que haya hecho con anterioridad, incluyendo la música”. Mothersbaugh comenzó su labor considerando qué clase de música el compositor (y físico) de Team Zissou Vladimir Wolodarsky hubiera compuesto. “Yo estaba seguro que tendrían que ser sonidos ordinarios de sintetizador”, explica Mothersbaugh, “así que ese fue el punto de partida para nuestra película, algo poco usual porque esta es la primera vez que han habido instrumentos electrónicos en la música de Wes Anderson. Todo lo que habíamos hecho anteriormente era acústico”. Afortunadamente, Mothersbaugh pudo utilizar su propia y extensa colección de sintetizadores análogos de la década de los años setenta para lograr ese característico y divertido sonido. Más tarde, los temas simples de las composiciones de Wolodarsky son enormemente ampliados en ricas piezas orquestales para una orquesta de 50 piezas. “Comenzamos musicalmente muy dentro del mundo de Wolodarsky con una música de sintetizador muy simple y de mala calidad, y luego la música se vuelve más y más grande y se expande hacia el resto del mundo de la película. Por supuesto, algo muy interesante fue abordar a estos consumados músicos de viento y cuerdas y decirles, ‘¡quiero que suenen como instrumentos Casio!” Otro momento interesante en cuanto a la composición fue cuando Mothersbaugh tomó una pieza instrumental que había compuesto para “The Royal Tenenbaums”—“Scrapping and Yelling”—y tocó la pieza en su totalidad al revés para utilizarla como la música que acompaña la escena en la que Steve Zissou presenta al Belafonte. “La melodía era completamente inesperada y a la vez tenía el mismo sentimiento de felicidad y optimismo. Encajaba muy bien con la escena, porque es allí cuando te das cuenta a ciencia cierta que esta no será una película típica”, observa el compositor. Para Mothersbaugh, estar en el escenario y ver trabajar a Wes Anderson se convirtió en gran parte en su inspiración musical. “Wes es uno de los directores que yo conozco que más activamente participa”, sostiene. “De cierta forma, me recuerda a los viejos tiempos cuando estaba con mi grupo DEVO, porque siempre lo hicimos todo nosotros mismos, desde el vestuario a la coreografía, y así es Wes. Él hace bocetos y trabaja con la tela para el vestuario y al mismo tiempo me está dando ideas para la música. Es realmente extraordinario trabajar para alguien que ve las cosas de una forma tan integrada y creativa”. Finalmente, agregando un inefable encanto y misterio a VIDA ACUATICA se encuentra la interpretación musical del actor brasileño Seu Jorge en el papel del guitarrista Pelé. Cuando Anderson le solicitó a Jorge—un actor más conocido en los Estados Unidos por su papel en la aclamada “City of God” pero también una estrella popular en Brasil—si podía interpretar algunas canciones de Bowie, él no tenía la menor idea de qué esperar. Pero cuando Jorge tradujo las canciones al portugués y las presentó en un estilo folclórico y de apasionado bossa nova, el reparto y el equipo técnico se quedaron anonadados. Incluso a David Bowie le agradaron. “Bowie nos otorgó la licencia para utilizar sus canciones, y mientras íbamos avanzando, le mandábamos las grabaciones y a él parecían gustarle mucho las versiones de Jorge”, comenta Anderson. “Él es un estupendo intérprete”. Quizás lo que más le impresionó a Anderson fue cómo las interpretaciones de Jorge de las canciones de Bowie parecían reflejar el extraordinario humor y las profundidades oceánicas de las emociones de la película. “Nunca estuve realmente seguro si eran traducciones totalmente exactas”, admite, “pero me convencí de que las palabras de Pelé—e, incuestionablemente, su hermosa interpretación—capturaron el espíritu de Bowie y de la película”.
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