"UNA VIDA ILUMINADA"

de Liev Schreiber

 

Sobre la producción

De la novela al guión
Publicada originalmente como una novela en el año 2001, la historia llamó la atención de Schreiber por primera vez, cuando le fue enviada por la revista New Yorker, como cuento corto de ficción. En esa época Schreiber estaba trabajando en una pieza teatral en Nueva York y, al mismo tiempo, compilaba una serie de lecturas para la revista. Inmediatamente se sintió atraído por el material que había llegado a sus manos. -“Cuando leí esta breve historia, me conmovió muchísimo y, al mismo tiempo pensé que era la cosa más divertida que había leído en años” - dice Schreiber -“En realidad trata sobre la necesidad de la gente de estar comunicada. Seguimos a estas dos personas de culturas inmensamente diferentes, que no deberían tener nada en común. Sin embargo, entre ellas existe una profunda conexión, tanto emocional como espiritualmente.”

Schreiber siempre tuvo aspiraciones de ser escritor, particularmente cuando era estudiante, pero en esa época un profesor le sugirió que sería mejor actor que escritor. Schreiber aceptó el consejo, y se dedicó a seguir una carrera teatral, si bien escribir nunca dejó de gustarle.

Casualmente, él ya estaba escribiendo un guión sobre su difunto abuelo y Ucrania, cuando leyó la historia en el New Yorker. -“Cuando mi abuelo murió, me entró una gran curiosidad por conocer su historia, y esperaba que al hacerlo, de alguna manera me informaría sobre la mía. Comencé a escribir mucho más, y en particular sobre Ucrania. Cuando leí la historia de Jonathan, me sentí profundamente vinculado a ella. Es más, él había hecho en quince páginas lo que yo había intentado hacer en más de cien, pero además, él lo había hecho con sentido del humor.”
Tras contactar con el representante de Foer, pasaron varias semanas antes de que Schreiber recibiera una llamada en la que le decían que el autor estaba en España, pero que a su regreso, quería encontrarse con él. Foer reconoce que estaba entusiasmado ante la cita con el actor. “Tuve una llamada en la que me decían que Liev había leído el extracto de mi novela y que quería hablar conmigo. Conocía su trabajo, y me gustaba. El es uno de los actores más respetados de Nueva York. También me sentía muy halagado, porque incluso antes de que el libro se hubiera publicado, él se había interesado por la novela, sólo a partir de un extracto.”

Su primer encuentro no fue lo que Schreiber esperaba. -“Habíamos quedado en un bar de Nueva York. Hasta ese momento no sabía nada sobre él. Me imaginaba a un hombre judío de Nantucket, de cerca de 90 años, y que sólo se comunicaba a través de su agente. Entré en el bar, y allí había un chico de unos veintitantos años, con gafas, saludándome y sonriendo. Recuerdo haber pesando ‘éste debe ser un tipo que vio la película Scream o algo así’, pero siguió haciéndome señas, así que me acerqué a él y era Jonathan. Me quedé impresionadísimo” – dice Schreiber soltando una carcajada.

Los dos terminaron contándose chistes, bebiendo, hablando de mujeres, del libro, de sus abuelos, de Ucrania y de lo que significaba ser judíos. –“Recuerdo que pensé qué bien que nos llevábamos y lo estábamos pasando, pero aún no sabía si conseguiría los derechos de la obra. Entonces, él se dirigió a mi y dijo: ‘¡claro, claro, hazlo!’ Pensé ¡Caramba! Esto sí fue rápido, fue entonces que me pasó el teléfono de su agente. Hubo que hacer un poco más de trabajo, pero básicamente me fui sabiendo lo que iba a pasar.”

Foer comenta su encuentro con Schreiber: -“Liev es extremadamente carismático, y es muy fácil engancharse en los mismos temas que a él le interesan. Confié en él desde el primer momento. No tenía idea de lo que iba a hacer con el libro, pero sabía que lo trataría bien y, cualquier cosa que hiciera sería un reflejo de ese cuidado, más allá de cualquier otra razón que tuviera para hacer una película.”

Foer estaba ilusionado con la idea de que su libro fuera adaptado para el cine, si bien no estaba demasiado convencido de que la película alguna vez llegaría a hacerse. -“Mi agente me advirtió que el 99 por ciento de los libros que tienen opciones cinematográficas, nunca se realizan. A veces hasta se escribe un guión, y otras ni eso. En ocasiones se encuentran productores, y en otras no. Me aconsejó sólo creerlo cuando estuviera sentado en la butaca de un cine viendo la película. Así que después de su advertencia, me quedé con su verdad, y ya no volví a pensar en ello.”

Él reconoce que la novela no es el material más sencillo para pensar en términos cinematográficos. -“No es la clase de película en la que uno dice: ‘bien podríamos poner a Brad Pitt y a Tom Cruise ahí mismo.’ Pienso que es el reconocimiento de Liev de las dificultades que suponía hacer la película, lo que lo inspiró incluso para dirigirla. Eso mismo le hizo quererla, y a mí confiar en él. El ha trabajado en esto por pura pasión.”

En todo momento Schreiber quiso escribir el guión, y jamás pensó en pedir a Foer que lo hiciera o que fuera co-guionista. El proceso fue relativamente corto, comenta Schreiber. -“El guión me salió muy rápidamente. No intenté adaptar todo el libro. El motor del guión fue el cuento corto titulado Una investigación muy rígida, no la novela publicada. Al principio, intenté incorporar algunas de las fantasías y el sentido del humor que él tenía sobre el mundo de Trachimbrod, del siglo XVIII, que aparece en la segunda historia de la novela. Pronot me dí cuenta que hacer una película de época que va de atrás para adelante, era un proyecto demasiado grande, así que me concentré en la primera historia de Jonathan y Alex.”

Foer no se mostró receloso ni protector respecto al material y a los cambios lógicos que implicaba el desarrollo del proceso. -“No me puse a la defensiva de las cosas que cambiaron para el film” –comenta él y lo compara con hacer una escultura- “Si hubiera hecho la escultura de un niño, y alguien quisiera tomar una foto de ese niño, no me sentiría protector de la escultura; tal vez me sentiría protector del niño. Mi libro no trata sobre lo que a mí me concierne, sino sobre el tema de lo que yo he escrito, y que creo que es lo que a Liev le interesa.”

Si se le pregunta, Foer dice que colaboró con Schreiber. -“Eventualmente, Liev me pedió consejos, y se los dí, pero nunca pretendí hacer nada más. Le dije cuando me gustaban o no me gustaban las cosas si algo no funcionaba para mí, pero en realidad Liev hizo todo desde principio al fin. Creo que para mi fue importante separarme de la escritura del guión, porque sentía que ya había expresado lo que quería decir, lo mejor que había podido. Por otra parte, realmente tenía confianza en la integridad artística de Liev.”


De escritor a director
Una vez que Schreiber comenzó a escribir el guión, supo que tenía que dirigirlo. -“Fue una progresión natural. Al principio estaba interesado en escribirlo, pero como actor, siempre he abordado mi trabajo siendo una parte o una pieza del todo. Pienso que tener conciencia de una perspectiva más amplia es parte de lo que me hizo querer dirigirla, pero jamás imaginé que alguien me diría que sí, que lo hiciera. Visualmente creo que ya sabía la clase de película que quería hacer antes de encontrar el libro. Me gustan los films con ritmo y gran actividad visual. Por mucho tiempo pensé en cómo llevar eso a cabo eso. La historia de Jonathan era el material ideal para ello.”
Cuando el guión estuvo escrito, el proceso de desarrollo se volvió lento, al buscar el productor apropiado que quisiera hacer la película. -“Aunque a la gente le gustaba la novela, les costaba verla como una película” –recuerda él.

Mientras esperaba, Schreiber aceptó uno de los papeles principales en la película de Jonathan Demme, “The Manchurian Candidate,” al tiempo que seguía revisando su guión. El retraso de su proyecto, en realidad le obsequió con un tiempo muy oportuno para recibir algunas valiosas lecciones de dirección. -“Tengo un montón de amigos talentosos que son directores, y cuando se enteraron de mi película, cada uno de ellos me dio sus consejos sobre qué hacer, en especial Jonathan [Demme]. Podíamos estar en la mitad de una toma de ‘Manchurian’ y él comenzaba a explicarme esa toma, pero no para su película, sino más como para asesorarme para la mía” –comenta riendo.

Una vez completado el rodaje, Schreiber aceptó encarnar un personaje en una pieza teatral (Henry V) en Nueva York, y fue durante esta producción que el productor Peter Saraf le abordó acerca de "Una Vida Iluminada”. Saraf se topó con el material por primera vez, cuando se publicó como extracto en el New Yorker, y luego cuando se publicó como una novela. El recuerda: -“leí las pruebas de impresión del libro, y me interesó muchísimo, sentí que era una obra maestra. Pero no podía imaginar el modo de traducirlo para la gran pantalla, por lo que no seguí adelante con la idea.”

Un poco más adelante él oyó que Schreiber estaba adaptando el libro. A pesar de que nunca había conocido al actor, sí admiraba enormemente su trabajo. -“Entonces yo no sabía que él era escritor, y tampoco sabía que tenía la ambición de ser director. Sí me enteré de que jamás había escrito un guión y que ese sería un material increíblemente difícil de adaptar. Liev me envió el guión, y yo pensé que era una de las mejores que cosas que había leído jamás. Le conocí, hicimos buenas migas y decidimos sacarlo adelante juntos.”

Una de las primeras personas a la que Saraf le envió el guión fue Marc Turtletaub. En ese momento, Turtletaub estaba buscando material para producir, con la mirada puesta en comenzar una compañía de producción y financiación de películas independientes. Había leído una gran cantidad de guiones – cerca de unos 150 al año- y éste, realmente, sobresalió del montón. Cuenta Turtletaub: -“En primer lugar, era ridículamente divertido, y en segundo, me encantan las historias que de algún modo son edificantes o esclarecedoras, pero que no se abalanzan directamente sobre uno. Esta es una de esas historias en las que uno se queda enganchado con el humor de los personajes y sus situaciones, pero que luego, se torna muy emocional.”

En cuanto a respaldar a un director primerizo, Turtletaub admite que estaba algo nervioso. -“Para trabajar con directores que dirigen por primera vez, tienes que estar seguro que ellos comprenden cuán riguroso es el proceso de hacer una película. Tienen que prestar atención a los detalles” - Su primera conversación con Schreiber le tranquilizó - “Estaba hablando por teléfono con él, y aún no nos conocíamos. Comencé haciéndole preguntas, y hablamos durante horas. Le dije: -‘Sabes que hay un perro en esta película ¿has pensado en lo complicado que es hacer una película con un perro?’ Y él continuó hablándome de los tres mejores adiestradores de perros del mundo, y cuánto costaba cada uno de ellos en sus áreas de especialización. Su investigación había sido exhaustiva, y eso me demostró que él se había comprometido en hacerlo en un 100% .”

Saraf opinaba igual.- “Los directores primerizos pueden ser realmente inseguros y pueden ser difíciles de ayudar, porque no quieren parecer como si no supieran lo que están haciendo. Liev, no obstante, venía de la situación de haber hecho 35 películas como actor, había trabajado con algunos de los mejores directores del negocio y los había estudiado. El siempre había estado interesado en la realización de cinem y llegó a esto con un admirable conjunto de habilidades, para nada frecuentes en otros principiantes que yo conozca.”

Asignando los personajes
Schreiber, entonces, se centró en la selección del reparto para la película. Originalmente él tenía la idea de utilizar gente real para los personajes no americanos. Schreiber explica: -“Lo que inicialmente quería hacer, era ir a Ucrania, y contratar un puñado de ucranianos que jamás hubieran actuado antes. Fui un gran admirador de “The Gods Must Be Crazy,” y estaba muy impresionado de que el protagonista no hubiera hecho ninguna otra película en su vida. El proporcionó a ese largometraje un sentido de autenticidad que no puede ser actuado. Lo mismo que en las películas de Kustirica, que están de algún modo a medio camino entre el mundo de los documentales y la realización.”

Jonathan Safran-Foer
-“Siempre me he imaginado a Jonathan, tanto literal como metafóricamente hablando, como los ojos de la película, y sencillamente no podía pensar en otra persona de la industria con mejores ojos que Elijah Wood” –confiesa Schreiber-.

Schreiber le envió el guión, y cuando supo que Wood estaba interesado, al principio se sorprendió. -“Esta era una película de bajo presupuesto, y supongo que me pareció raro que alguien en su situación, considerando que acababa de finalizar la trilogía de “Lord of The Rings”, estuviera gustoso de hacerlo.”

La primera vez que Wood escuchó algo sobre el proyecto, no sabía nada acerca de la novela, pero era un seguidor del trabajo de Schreiber como actor, y le hacía mucha ilusión la perspectiva de conocerle, particularmente porque él había escrito el guión. -“No es nada fácil encontrar algo que es único y que tiene su propia visión, algo que infunda pasión. Este era definitivamente uno de esos guiones. Era muy imaginativo, lírico, hermoso y naturalmente divertido. Por encima de todo esto, la idea de que un actor del calibre de Liev dirigiera el largometraje, era desde luego muy emocionante.”

En esa época Wood estaba buscando historias en las que los personajes tuvieran peso. -“Es el drama entre los seres humanos lo que me interesa en estos momentos” –asegura el actor. Además, él quería cambiar de dirección después de la trilogía de Los Anillos- “Como actor, uno debe buscar nuevos desafíos, y moverse en direcciones diferentes de las que se ha movido con anterioridad. Después de acabar algo tan grande como la trilgía “Rings”, era importante intentar modificar la conciencia de la gente, más allá de que me percibieran como Frodo, para así también poder verme yo mismo en otros personajes.”

Al recordar su encuentro con Schreiber, comenta: -“Nos sentamos y hablamos unas cuantas horas, y Liev me contó sus ideas visuales y entonces fue cuando realmente me apasioné por el proyecto. Encontrarme con él fue lo que auténticamente me vendió la película.” Wood también habla sobre Jonathan a quien describe como -“un individuo increíblemente cerebral. Vive en su propia cabeza, no está capacitado socialmente ni en ninguna clase de sentido normal del mundo. Es un poco torpe, muy pragmático y muy práctico. Es un reto crear un personaje quien aparentemente está muy aislado y mostrar paralelamente que hay muchísimas cosas pasando dentro de su cabeza.”

Al contestar si Foer tuvo alguna influencia para elegir al actor que lo representaría a él mismo, él dice: -“En realidad estaba entusiasmado ante la idea que alguien al menos, me preguntara qué pensaba. No lo esperaba como autor del libro. Cuando me llamó y me dijo que pensaba en Elijah Wood, dije que opinaba que era una gran idea. Tiene un rostro tremendamente expresivo, y es alguien capaz de atrapar la esencia del personaje.”

Schreiber piensa que Wood le recuerda a Foer. -“Lo cierto es que me recuerda a Jonathan, particularmente en su madurez emocional. En realidad Jonathan es un auténtico metedor de pata en la vida, y puede parecer un niño, pero cuando escribe lo hace como un viejo. Elijah tiene esa cualidad como actor. En muchos sentidos él es muy joven e inocente, pero también es increíblemente profesional, maduro y experimentado.”

Alex
Schreiber estaba convencido de que no quería un actor americano para interpretar a Alex. -“Yo sentía que era una característica del personaje, tenía que ser real o, de otro modo, correría el riesgo de parecer un payaso. Por eso era importante que estuviera arraigado en cierta clase de realidad.” La dificultad fue encontrarlo, pero tras una búsqueda que les llevó a través de Europa oriental y más allá, finalmente encontraron lo que buscaban, casi por accidente, en la ciudad de Nueva York.

Saraf describe el encuentro con Hutz como uno de esos golpes de suerte. -“Había oído algo acerca de una banda llamada Gogol Bordello, promocionándose como una banda ucraniana y gitana de punk. Le mencioné el nombre a alguna gente y descubrí que eran bastante conocidos en Nueva York. Se lo comenté a Liev y escuchamos su CD. Nos encantó, así que nos presentamos ante el líder del grupo, Eugene, para conocerle y hablar de música.”

Nacido en Ucrania, Hutz había vivido en los Estados Unidos, donde había llegado como refugiado hacía diez años atrás. Casualmente, un amigo le había dado la novela algunos meses antes, sabiendo que podría sentirse identificado con la historia. Estaba en la mitad de su lectura cuando recibió la llamada de su representante.

Dice Saraf: -“Cuando Eugene vino a nuestro encuentro, comenzó a hablarnos y después de un rato, Liev y yo nos miramos el uno al otro, y sin decir nada nos dirigimos a él para pedirle que nos volviéramos a encontrar y leyera la parte de Alex.”

Hutz añade -“Probablemente habían pasado unos cinco minutos en la reunión, cuando comencé a pensar qué ya sabía lo que estaban pensando cada uno de los que se encontraban en la sala. Así que cuando salió lo del personaje Alex, sólo dije bien alto: ‘¡Yo soy ese tipo!”

Sobre su personaje dice: -“Era muy fácil reunir los trozos de Alex desde mi propios recuerdos de infancia, de crecer en Ucrania y también sobre mis observaciones sobre cómo la gente percibe la cultura oriental allí, la cual es bastante loca. Su indestructible optimismo hacia la vida, es una habilidad que se adquiere en sitios que de verdad tienen grandes problemas. Cuando yo crecía en Ucrania, era un sitio en el que no había muchos colores o formas diferentes, especialmente en la era soviética. Eso es bastante enloquecedor, y hay un montón de gente que sobrevive a través del humor y de las bromas. En la película, Alex hace esto a través del lenguaje y la lingüística. Pero en verdad, es así como fueron las cosas para mí hasta mis 18 años.”

Cuando se le pregunta si estaba nervioso de asumir un papel tan importante sin ninguna experiencia en interpretación, Hutz responde: -“Realmente no sé si reúno si puedo ser considerado actor primerizo, ya que he estado haciendo música sobre los escenarios toda mi vida. Mi banda es muy teatrera y a menudo a nuestras actuaciones se las describe como teatrales.”

En las primeras pruebas de pantalla con los realizadores, Hutz demostró que la cámara le adora. -“Trabajamos juntos en algunas escenas, y él estaba fascinante, fantástico” –asegura Saraf- “mucho mejor de lo que nos hubiéramos imaginado” -añade Schreiber- “Eugene es la perfecta combinación de alguien que es el tipo embaucador y payaso, que ha tenido esa rutina en su bolsillo durante años, pero que por debajo es un chico de Ucrania que realmente quiere ser una estrella, y esas, sin duda, son las cualidades de Alex.”

El abuelo
La búsqueda del abuelo, junto a la de otros personajes secundarios, comenzó en Ucrania. Schreiber estaba decidido a dar a esa parte la mayor autenticidad posible. Turtletaub ríe cuando recuerda las barreras culturales e idiomáticas a las que se enfrentaron durante esta etapa de elección. -“Estuvimos en Ucrania antes de escoger a Boris (Leskin) y Liev llevaba a cabo lecturas con actores de Bosnia, con un intérprete para traducir. Ellos podían representar la escena y Liev podía darles algunas directrices. En lugar de decirles ‘te sientes triste,’ les pedía que ‘recuerda la imagen de la casa de tu abuela cuando tenías siete años, y a qué olía cuando tu abuelo falleció.’ El intérprete le traducía eso al actor en ruso, y ellos se quedaban pensando un instante, se dirigían a Liev y preguntaban: ‘Entonces ¿usted quiere que sonría o que esté feliz?’”

En ese punto Peter y yo reconocimos que necesitábamos un actor que hablara inglés, para que de ese modo pudiera entender a nuestro director. Eso nos llevó a Boris y fue bastante más afortunado.”

Saraf coincide: -“Tenemos el abuelo perfecto. La cámara lo adora y él se ve asombroso en la película. Es increíblemente talentoso y tiene años de experiencia en teatro de San Petersburgo y en Nueva York. Es relativamente desconocido, y yo estoy muy emocionado de que se vuelva conocido a través de esta película.”

Lo que atrajo a Leskin a hacer el papel fue el guión. -“Me gustó la película porque el tema es muy filosófico y se cuenta de un modo inusual. Es una película, no sólo para entretener, sino para pensar, y me gustan esa clase de historias.”

Una vez agrupado el trío perfecto, Schreiber tenía que escoger el intérprete para otro personaje fundamental, y ese era Sammy Davis, Junior, Junior.

Sammy Davis, Junior, Junior
Cuenta Saraf: -“Durante la preparación de esta película, recuerdo haber pensado que las cosas más espantosas para los productores son las películas cuya acción se desarrolla en la calle o carreteras, los films con perros o cualquier otra clase de animales, las pelícculas con niños y las con personas mayores y ¡las teníamos todas! Cada día, teníamos un perro en un auto pequeño, con nuestros tres actores principales. Por lo que previamente habíamos planeado el modo de filmar escenas alrededor del perro. En realidad tuvimos discusiones de varias horas sobre la posibilidad de utilizar un muñeco de peluche, en lugar de un perro y lo gracioso que podría ser, pero finalmente lo descartamos” –comenta riendo.

Dice Schreiber: -“Recuerdo haber pensado que renunciaría a mi salario con tal de asegurarme que conseguiríamos el perro correcto. Dije que teníamos que encontrar el mejor perro de la industria del espectáculo, pero pensé, mejor consigamos el mejor adiestrador del negocio.” Esto les llevó a Boone Narr. Saraf comenta: -“Le advertí a Liev que, con un poco de suerte, podíamos intentar conseguir a alguien de la compañía de Boone, pero que no soñáramos con conseguir a Boone.”

Narr comenta: -“Leí el guión, y Liev tiene al perro haciendo las cosas más estrambóticas y alocadas. Se trata de un loquísimo perro lazarillo, que de verdad es el cuarto personaje de la película.” Él pensó que el papel era perfecto para dos de sus border collies llamadas Mickey y Mouse, ambas hermanas, y decidió subirse a bordo.

-“A Liev realmente le gustaron las perras. De hecho, su madre tiene un border collie, y pienso eso que algo tuvo que ver con todo ello” – opina Narr. David Allsbury, el entrenador principal de Narr, se unió al equipo, y se dividieron el trabajo. Así que mientras una de las perras era la doble para las escenas de acción, -“Mickey es el rostro, y Mouse es la perra de las proezas, y nosotros sus “madres en el escenario” -explica Allsbury.


Los exteriores en Praga
Si bien los realizadores inicialmente habían tanteado terreno en Ucrania, decidieron hacer el rodaje en los alrededores de Praga. Cuenta Schreiber: -“Ucrania era un lugar hermoso y maravilloso para filmar, pero allí no contábamos con los recursos ni apoyos necesarios. Tuve bastante suerte de haber rodado como actor una película en Praga, por lo que nos hicimos muy amigos con Matthew Stillman, dueño de Stillking, una de las mejores empresas de producción de Praga. Le envié el guión, y él me aseguró de que podríamos rodar allí. Nos invitó a Praga y, cuando vi las los lugares de fimación, me di cuenta de que no sólo reflejaban perfectamente a los campos ucranianos, sino que además era un lugar precioso.”

Una vez en Praga, los últimos papeles secundarios se escogieron allí, con la excepción de Laryssa Lauret que interpreta a Lista. Recuerda Lauret: -“Me dieron el aviso de que tenía que hacer mis maletas y estar en Praga con sólo dos días de antelación. Cuando me encontré con Liev y el guión me encantó. Me quedé muy entusiasmada. Sabía que podía ser maravilloso trabajar con él por el modo en que me describió las cosas. Él es un actor y entiende todas inseguridades, las preocupaciones y las preguntas que uno se hace, por lo que me sentí muy cómoda de tomar el papel a pesar de que apenas había tenido tiempo de poder prepararme.”

Pre-producción
La preproducción comenzó en la República Checa en mayo del 2004, teniendo como base los Estudios Hostivar en Praga.

Durante la preparación de la producción, Schreiber trabajó estrechamente con el director de fotografía, Matty Libatique. Cuenta Schreiber -“Yo sabía que quería a Matty para filmar la película, pero nunca imaginé que él estuviera disponible. Cuando me enteré que él estaba interesado, literalmente comencé a saltar sobre mi escritorio. Matty tiene un ojo increíble, y esa perfecta combinación de caos y creatividad lo converían en el cameraman obvio para algo como "Una Vida Iluminada”. He trabajado en muchas películas, pero creo que jamás he visto la creatividad artística y la pasión que el trae al plató.”

Otro de los miembros integrantes del equipo era el diseñador de producción Mark Geraghty, quien ya había diseñado varias películas en Praga y estaba familiarizado con los equipos locales y estaba disponible para ellos. El encontró un gran número de lugares en extreriores para el largometraje, lo cual era uno de los grandes desafíos para el diseño del film. -“Esta es una película cuya acción transcurre en la ruta y por las calles, y la idea es que el público sienta que participa en un verdadero viaje, por lo que había que explorar un montón de lugares en un plazo muy corto de tiempo.”

Uno de los escenarios que supuso un riesgo para la producción, fue la casa de Lista, la cual estaba situada en un campo de girasoles. -“Buscamos y buscamos el campo apropiado, y optamos por un paisaje realmente bueno que pudiéramos utilizar como base. Debimos confiar en los agricultores que nos dieron su palabra de que si plantábamos girasoles, crecerían a tiempo, pero lógicamente estábamos inquietos sobre el tiempo preguntándonos sobre si florecerían.”

Michael Clancy había trabajado previamente con Schreiber (como actor) y entró como diseñador de vestuario. Clancy pensó que la película sería -“un proyecto increíblemente atractivo de diseñar y le encantó el guión.” Prefirió no leer el libro, para no dejarse influenciar equivocadamente. En lugar de eso, trabajó directamente sobre el guión. -“La mayor parte de la película era muy sencilla, ya que los personajes principales usaban la misma ropa. Elijah usó el mismo traje cada día. Había algo casi icónico en ello, ya que dice mucho sobre el personaje, quien es muy práctico.”

La peluquera principal (Lucie Vybiralova) y la diseñadora de maquillaje (Georgina Abanto) fueron contratadas en la región, y se les encomendó la labor de crear una apariencia para Wood, que fuera totalmente distinta de cómo él había sido visto en el pasado.

Ensayos
Con el elenco principal y el equipo ya establecidos en Praga, algunos temas predominantes en la película se hicieron presentes en la vida cotidiana, sobre todo cuando comenzaron los ensayos. La historia de extranjeros intentando comunicarse con extraños en un nuevo país, se reflejó día tras día en la convivencia del reparto y del equipo. Ellos trabajaron con traductores sobre un guión que estaba escrito a medias en inglés y a medias en ruso, con un actor ruso, uno ucraniano, otro americano, dos perros y un equipo de filmación en el que la mayoría de los miembros eran checos.

Hutz describe le periodo de ensayos como -“desesperadamente corto. Yo tenía muchísimo diálogo y sentía que necesitaba más tiempo. Aprendí inglés escuchando las canciones de Johnny Cash, así que desde el principio tenía el modo de hablar que ellos necesitaban para Alex, pero aún así esto era algo que yo no estaba acostumbrado a hacer. Yo puedo recordar una canción con tan sólo escucharla dos o tres veces, pero eso es diferente. Para la película, tenía que meter en mi cabeza diálogos que no rimaban ¡Y eso sí que fue un auténtico desafío!”

Fue entonces cuando Schreiber dio cabida a otra persona en el grupo. -“Estaba en Praga preparándome para la película, y vi en la televisión un documental en MTV titulado “Vivo en una zona de guerra”. Trataba sobre un niño iraquí, increíblemente optimista, llamado Muthana, quien estaba interesado en ser director de cine. El no podía ir a la escuela o conseguir libro alguno, porque todo había sido destruido. Entonces supe qué era lo que había que hacer... Me ofrecieron esta increíble oportunidad, y en muchos aspectos él parecía ser la persona indicada para compartirla.”

Gracias a la gran intervención y respaldo de Stillman y de la división de asuntos extranjeros de la embajada, Muthana fue localizado, y se arreglaron los visados y el viaje para que él se uniera al equipo. En pocos días Schreiber y Saraf le mandaron una cámara, para que documentara su viaje hacia su experiencia en el plató y su cambió entre los departamentos. -“Muthana era una persona que había estado viviendo en una zona de guerra, y que ahora los estaba viviendo con occidentales en medio del bloque de los países del este, y eso sólo, representaba un verdadero e inmenso sobresalto cultural. Eso tan sólo, se adaptaba a nuestro ambiente de un modo muy interesante”–dice él-.

El rodaje principal
El rodaje comenzó el lunes 14 de junio.

El primer día comenzó con la llegada de Jonathan a la estación de tren donde por primera vez conoció a Alex. Schreiber descubrió que no habría habido tiempo que fuera suficiente para prepararlo para lo que le esperaba por delante. -“Tomé lecciones de composición, lentes y luces, antes de comenzar el rodaje, pero todo eso fue inútil” –ríe él-. -“Todo el tiempo me había imaginado que sería capaz de trasmitir una sensación de calma, y relajado control en el plató, al igual que los directores Phil Alden Robinson o Demme, pero no es fácil parecer simpático ¡cuando uno no puede recordar dónde dejó su cerebro! Ahora, definitivamente tengo un respeto recién descubierto por el compoprtamiento de aquellos directores.”

Schreiber recuerda que miraba a los actores y quería ser uno de ellos. -“Quería ser como ellos, recostarme en el sillón de maquillaje, que me mimen continuamente y no tener nada que pensar más que en fijarme qué pasaba en el set.”

Saraf sostiene que Schreiber estaba mucho más preparado de lo que pensaba. -“Llegó entendiendo muchísimo. Entendía de cámaras y tenía un increíble conocimiento del proceso de interpretación y comprensión de la historia.”

Turtletaub añade: -“La primera semana de rodaje fue verdaderamente difícil, y a Liev le tomó dos semanas conseguir un ritmo propio. Estábamos haciendo una película de muy bajo presupuesto, pero una gran película. Me refiero a que teníamos grúas, remolques y muchos juguetes en este film. Teníamos un actor protagonista que jamás había actuado en su vida, estábamos haciendo la película en otro país, con un idioma y una cultura diferente. Entonces surgió el tema del clima.”

El clima fue sin duda una de las grandes preocupaciones a las que se tuvieron que enfrentar los realizadores. El verano se había adelantado con una ola de calor en Praga, pero este verano ya estaba siendo lento en su llegada y durante la preproducción hubo fuertes diluvios. Además, todo el tiempo existía la duda si los girasoles florecerían a tiempo.

-“Justo antes de la filmación” –confiesa Schreiber- “cometí el error de mirar un documental acerca de Terry William haciendo su Don Quijote, titulado “Lost in La Mancha.” Es una película fantástica, pero aproximadamente en la mitad de la emisión tuve que apagarla, porque me di cuenta de que nosotros estábamos haciendo un largometraje de acción en la ruta, con la mayor parte de las escenas filmadas en exteriores, y tendríamos que conseguir ser más astutos que el tiempo. Mi predicción fue correcta. Tuvimos lluvias torrenciales en la mayor parte de las escenas.”

Recuerda Saraf: -“El tiempo era totalmente imprevisible. Teníamos demasiados exteriores y en las primeras semanas de filmación, tuvimos el clima de cuatro estaciones, incluyendo una extraña tormenta de granizo, y eso que estábamos a mitad de junio. Cada día que rodábamos, la predicción era, en un 50 ó 60%, de probabilidades de lluvia y chaparrones. Pero los informes meteorológicos eran completamente contradictorios, y eso nos volvía locos.”

Durante la quinta semana de rodaje, Foer visitó el plató. Wood dice que estaba emocionado por conocer al autor y tener contacto con él. -“Estaba realmente ansioso por conocer a Jonathan. Habíamos estado filmando cinco semanas, y hasta ese momento, todo lo que yo podía imaginarme de él estaba basado en lo que Liev me había dicho, y en mi propia interpretación. Todo era un poco raro porque, si bien hasta cierto punto yo lo estaba representando, no me había basado en él, por lo que estaba muy asustado por la opinión que él tendría de mi actuación como él.

Foer dice que no vio el asunto de esa manera. -“Pensé que llegaría aquí, y miraría una interpretación de mi vida, interpretada desde fuera, pero no sentí eso para nada. Creo que la cuestión es saber cuánto de uno hay en el libro que uno escribe, es la pregunta que en general se hace.En especial en este libro, ya que hay un personaje con mi nombre. Pero la verdad es que cada personaje siempre nace de quienquiera que lo escriba, así que todos los personajes tienen un poco de mí, no sólo Jonathan.
Para Foer, “estar en el plató y finalmente ver mi material plasmado en la gran pantalla fue realmente una gran sorpresa. Ver la realización física de las cosas que yo había creado, mayormente desde la cama o en mi computadora portátil en una minúscula habitación, fue maravilloso. Jamás había pensado en que todo lo que había escrito allí, podría acabar como algo que pudiera ser visto y tocado.”

El recuerda que la primera vez que se sentó con Schreiber, había demasiadas ideas y diferentes modos de hacer la película. -“Ahora estoy aquí, veo que él ha tenido que hacer muchas valientes elecciones. Había un conjunto de temas que yo quería explorar: familia, clandestinidad, pérdidas, humor, tristeza y esas son exactamente las cosas que él también quiso expresar. Ha sido interesante ver cómo él ha tomado un punto de partida y se ha movido a de una manera diferente, si bien siempre hablando muy directamente sobre las mismas cosas a las que yo intentaba referirme.”

Al trabajar con Liev, Wood dice que aprendió mucho observándole. -“Él es muy elocuente acerca del proceso y sobre lo que quiere ver, y también es muy bueno poniendo las cosas en palabras para que uno capte la idea enseguida. Cualquier actuación que yo acabe dando a esta película, tendré que reconocérsela a Liev.”

A Wood también le interesaba ver al director trabajando con Hutz. -“Él ha recibido un curso intensivo actuación y creo que no hay otro individuo mejor que Liev para enseñar, porque él comprende el proceso de la interpretación y fue increíblemente paciente.”

Wood reconoce que se quedó impresionado por el talento natural de Hutz, y lo bien que se adaptó a ser actor. -“Eugene posee en sí mismo, de un modo natural, muchas de las características del personaje, y fue interesante ver cómo recurrió a ellas. Lo he visto resolver los mínimos detalles de ser actor, y lo que significa estar en un plató de cine y, de verdad que fue duro para él, pero lo consiguió.”

Respecto a su trabajo con Wood, Hutz explica: -“No podría haber pedido una manera mejor de ser introducido en mi primera película, que en compañía de Elijah. Cuando oí que iba a trabajar con él, pensé ‘¡Dios! ¿Este chico va traer sus guardaespaldas y todas esas cosas?’ Pero básicamente tuvimos una química inmediata, y he aprendido mucho de él. No puedo describirlo de otro modo más que diciendo que es adorable.”
Schreiber mira hacia atrás, en su trabajo con Hutz, y reconoce: -“Tal vez fui un poco ingenuo respecto a utilizar actores no profesionales. Hay mucho que decir de la experiencia de un profesional, especialmente sobre el sentido de continuidad y dimensión que proporciona a una interpretación. Eugene no tenía el lujo de esa experiencia, pero si hablamos de carisma natural, creo que jamás he visto nada mejor. El es muy interesante de observar, posee un increíble abanico de expresiones en su cara. Conmigo fue tremendamente paciente, ningún otro actor lo hubiera soportado, y me habría encajado un puñetazo en la cara.”

Hutz, definitivamente estuvo a la altura de las circunstancias, y advierte: -“Normalmente tengo grandes problemas con la autoridad, pero en este caso escuché sus sugerencias. Adoro a Liev. Para mí, él es como un mensajero de Dios, y él elevó totalmente mi actuación a otro nivel.”

Los tres protagonistas, en más de un 70% de la agenda de rodaje, la pasaron dentro de un pequeño, viejo y roto auto Trabant, de 60 años con un perro dentro. Bajo esas circunstancias, fue realmente imperativo que la chispa entre ellos funcionara. Comenta Word: -“Hay una naturaleza dinámica que se da entre nosotros tres y el perro, porque todos somos individuales, muy ‘nosotros mismos’. Muchas de estas escenas dependieron de la interacción entre tres personas en un país extranjero, que no hablan el mismo idioma, por lo que fue raro y confuso. Así es el guión, pero también la realidad de lo que ocurrió entre nosotros en el coche, y fue verdaderamente divertido ‘porque estas cosas se dieron, sin que nosotros, incluso, lo hubiéramos intentado.”

Schreiber está de acuerdo. -“Realmente tuve suerte con ellos tres, teniendo en cuenta lo diferentes que son. Elijah y Eugene hicieron buenas migas enseguida. A ambos les encanta la música y les va el historia de desmelenarze y sacudirse con el ritmo, se la pasaban sentados en el auto, todo el día tamborileando. Boris perdía su paciencia con los solos de tambor que nunca terminaban, pero se las arreglaba para encontrar el camino hacia sus corazones, y viceversa. Creo, que en muchos sentidos, Elijah acabó siendo un puente entre el caos y la disciplina. Eso es sólo una parte de lo que le convierte en una gran elección; tiene mucha humanidad y realmente sabe cómo mantener un grupo unido.”

Esta experiencia le recordó a Leskin una experiencia propia, la que tuvo trabajando con los actores Sean Penn y Timothy Hutton en “The Falcon and the Snowman,” pues entonces ellos tenían la misma edad que Wood y Hutz. -“Ellos también tenían personalidades completamente diferentes, cuestión de edad y situación, pero aprendí a adorar a esos chicos” –asegura él.

Algunas de las últimas escenas en exteriores se rodaron en el decorado de la casa de Lista, en el campo de girasoles. Los días de rodaje se vieron interrumpidos por la lluvia que no cesaba, un tiempo lo suficientemente prolongado, como para que florecieran los girasoles y que ellos pudieran completar la escena. En las últimas dos semanas de filmación el equipo se trasladó a los Estudios Hostigar, para los interiores. Pese a que el plató era pequeño, los tres protagonistas agradecieron poder salir del auto. Precisamente cuando se mudaron a los interiores, llegó el verano con temperaturas altísimas.

Mirando hacia atrás en la experiencia, Schreiber atribuye mucho de lo que ha logrado conseguir al equipo que había alrededor suyo, especialmente a su Director de Fotografía. -“Ha sido realmente una curva pronunciada de aprendizaje, pero he tenido a la gente apropiada alrededor mío, para poder mantener mi cabeza sobre los hombros. Creo que nada de esto hubiera sido posible sin Matty. Considero su trabajo en esta película como algo increíble, y es un testamento de lo genial que él es visualmente. Hubo situaciones en las que yo sentí que, en términos de narrativa, me había quedado corto. Pero pudimos salir adelante con interpretaciones visuales del texto, que desde luego sobrepasan por completo cualquier cosa que yo hubiera esperado. Y eso es lo que uno busca en un director de fotografía.”

El rodaje plegó velas el 7 de agosto, culminando 42 días de filmación. Pese a que Schreiber reconoce que pasó de mejor a mejor según pasaban las semanas, él ahora cambió su opinión: “(dirigir una película) es como una especie de duelo y, si sobrevives, no lo hagas otra vez ¿sabes?”


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