Erik Rocha rinde homenaje a su padre, Glauber Rocha,

en un documental que tituló ROCHA QUE VOA

EL CINE COMO HERRAMIENTA REVOLUCIONARIA

Glauber Rocha es un nombre ineludible cuando de cine político se habla. En hombre nacido en Brasil en 1938 y fallecido en 1981 a los cuarenta y tres años, fue emblema del llamado Cinema Novo a comienzos de los sesenta, época de utopías prontamente

abortadas. Ferviente admirador de la Revolución Cubana, se instaló en la isla y colaboró en el desarrollo de su nueva cinematografía. Místico de la Revolución, soñaba con una redefinición de su país y, crítico del racionalismo al que acusaba de burgués, pensaba más en términos de antiimperialismo que de socialismo. Dejó un puñado de películas que hoy son clásicos: Dios y el Diablo en la Tierra del Sol (1964), Tierra en trance (1967) o Antonio Das Mortes (1969). Para él el cine político no existía, no se podía instrumentar un cambio con una película. Se debía utilizar el cine como una herramienta política.

Todo esto –y mucho más, por supuesto- se desprende de este documental que realizó su hijo Erik Rocha (Brasilia, 1978) quien dedicó este film a sus tres grandes amores: su padre, el cine y, por sobre todo, América Latina.

El resultado es un retrato inquieto y tierno de Glauber en donde se escuchan (a veces también se los visualiza) a algunos compañeros de aquellos años de lucha: los cubanos Tomás Gutiérrez Alea, Alfredo Guevara, Miriam Talavera, el brasileño Marcos Medeiros o el argentino fernando Birri entre otros, dando cuenta todos de su mirada personal sobre el realizador evocado y el tema revisionado. En tanto desfilan escenas de sus films y de otros realizadores, secuencias documentales, fotos fijas e inserts con frases y consignas en una especie de collage audiovisual en color y blanco y negro granulado. Y, por supuesto, la voz del propio Rocha padre.

La intención de Erik, según declara, es la de hablar sobre el presente y futuro del cine político entablando un diálogo con el tiempo en que vivió Glauber y sus ideales.

Interesante, vital, sincero, abigarrado de imágenes, voces y sonidos, finalmente habrá que lamentar que no queden muy claros cuáles serían los nuevos senderos a transitar por un cine de este tipo –mas allá de que el padre y el hijo compartan una misma militancia- en un siglo que parece, por ahora, mayoritariamente ajeno a las rebeldías políticas, carente de nuevos líderes y con una cinematografía hegemónica.

Ricardo Bula

Sinopsis

Rocha que voa trata de un período poco conocido en la vida del activista político y cineasta brasileño Glauber Rocha. Los años de exilio en Cuba (1971-1972) coincidieron con un período de gran fermento cultural y debate sobre el papel del arte en las revoluciones políticas y sociales de América Latina y del Tercer Mundo. Utilizando videos previamente no visionados, la película muestra a Rocha, completamente nervioso, retóricamente florido –urgiendo a sus camaradas cubanos a abrazar los nuevos desafíos políticos y culturales de la época; subrayando una visión de un tercer mundo unificado ; y profundizando en las diferencias y peculiaridades de los latinoamericanos y los medios por los cuales sus objetivos revolucionarios se podrían alcanzar. Un importante documento sobre un momento político y artístico único. La película persigue reabrir el diálogo entre los dos movimientos cinematográficos más importantes de América latina de los últimos años 60: el nuevo cine brasileño y el cine revolucionario cubano.

Eryk Aruac Gaitan Rocha

Hijo de Glauber, Eryc nació en Brasilia en 1978. Estudió montaje cinematográfico En la Escuela Internacional de Cine de Cuba. Vivió y trabajó en varios países latinoamericanos, dedicándose a filmar cortos y documentales como director, operador de cámara y montajista