"PACTO DE JUSTICIA" de Kevin Costner
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Producción El director ganador del Premio de la Academia Kevin Costner (Dances with Wolves) preside esta historia del oeste colmada de acción acerca de una forma de vida que rápidamente está desapareciendo. Charley Waite (COSTNER), Boss Spearman (actor ganador del Oscar ROBERT DUVALL), “Button” (DIEGO LUNA), y Mose Harrison (ABRAHAM BENRUBI), son todos hombres que intentan escapar de su pasado... y el mejor lugar donde un hombre puede sentirse libre es en los pastizales libres del oeste americano, arreando el ganado en una tierra donde las únicas leyes las hace la Naturaleza. Unidos por el “Código del Oeste” -defender lo justo, mostrar lealtad hacia los más allegados-, los vaqueros tratan de evitar la violencia. Pero un pueblo pionero gobernado a través del miedo y la tiranía cambia sus vidas y los obliga a lanzarse a la acción. En medio de este caos, la vida del solitario Charley, en forma repentina, da un inesperado giro al conocer a la enérgica Sue Barlow (actriz elegida para el Oscar ANNETTE BENING), una mujer que guarece su corazón y su alma. Cuando estos valientes hombres se preparan para la decisiva batalla que tienen por delante, también se ven forzados a enfrentar y a conquistar sus propios demonios internos. Una rica y auténtica historia del oeste llena de cautivante drama y suspenso, PACTO DE JUSTICIA, de Touchstone Pictures, está dirigida por Kevin Costner y protagonizada por Robert Duvall, Costner, Annette Bening, Michael Gambon, Michael Jeter, Diego Luna, James Russo y Abraham Benrubi. PACTO DE JUSTICIA fue producida por David Valdes, Kevin Costner y Jake Eberts. El guión es de Craig Storper, basado en la novela The PACTO DE JUSTICIA Men de Lauran Paine. Los productores ejecutivos son Craig Storper y Armyan Bernstein. Buena Vista Pictures la distribuye. ACERCA DE LA PRODUCCIÓN “Para mí, esta pieza es la clase de entretenimiento que me gustaría ver”, explica Kevin Costner, el director, productor y co-estrella de PACTO DE JUSTICIA y ganador de Oscar. “Cuando le hablaba de esta película a la gente, les hacía evocar las películas que querían ver. De modo que para mí todo encajó, el hecho de que podía crear y estremecer este paisaje. Ha sido un privilegio y una gran emoción”. Con PACTO DE JUSTICIA, Costner asume el trabajo de director por tercera vez en su carrera. Su primera incursión en la dirección, la película en 1990 Dances With Wolves, lo hizo merecedor al Oscar por Mejor Director. Con respecto a la interpretación de tres papeles en su más reciente película, Costner afirma: “Simplemente resultó así. Yo encuentro los guiones y los desarrollo y siento tanta afinidad por ellos que las escenas se vuelven muy importantes para mí - la forma como se me quedan grabadas en la mente. Nunca me vi a mí mismo sólo como un actor”. Escenificada en el vasto y épico paisaje de las praderas, PACTO DE JUSTICIA tiene todos los elementos de un clásico del oeste. Revela una singular etapa de la historia americana: el final de una era cuando la tierra era libre. Surgió una cultura de vaqueros conocidos como “pastores libres” - como Charley, Boss, Mose y Button - quienes erraban por el campo con su ganado y vivían de la tierra. En PACTO DE JUSTICIA, un despiadado y malvado ganadero (MICHAEL GAMBON) controla el pueblo de Harmonville, dictando las leyes y reglas y haciéndolas cumplir a través de tácticas de terror y fuerza bruta. Los cuatro hombres deberán unirse y luchar en contra de esta injusticia. Pero aquí, a la imagen romántica del vaquero fuerte y silencioso con sólo su camisa en el dorso y las botas en su caballo se le da más profundidad, con la ayuda de la cámara de Costner. “En todas las películas del Oeste se tienen personajes enigmáticos; no se sabe cómo llegaron o cómo están donde están. Las únicas posesiones que tienen están en su caballo”, afirma Costner. “Es una imagen terriblemente romántica, pero si piensas un poquito más te preguntas: ¿Qué hacen cuando llueve? ¿Y cuando se les acaba la comida? Tenían que ser muy ingeniosos. Tenemos esta imagen romántica del oeste cuando, de hecho, era una vida sumamente difícil”. El escritor y productor ejecutivo Craig Storper, quien llama a las películas del oeste una de las formas de arte indígena de América, señala que PACTO DE JUSTICIA se adhiere a los clásicos temas de libertad, justicia, honor, amor y amistad del género. Pero el director y el escritor querían profundizar más que la mayoría de películas del oeste y crear voces auténticas del pasado. Lograr su propósito significaba infundirle a la historia una profundidad emocional y crear personajes que se elevaran por encima de los clichés y rígidos estereotipos que con frecuencia son asociados con este género. “Las emociones de los personajes, las vidas que se resisten a compartir, son inesperadamente complejas una vez que se atraviesa la barrera que han erigido para protegerse”, señala Storper. “Son solamente las malas circunstancias en que se encuentran las que los empujan a revelar aspectos que hubieran permanecido enterrados, pero que finalmente los lleva a transformarse”. Kevin Costner enfatiza el uso del lenguaje en la película para comunicar la complejidad de las relaciones entre los hombres: “Nosotros realmente dependemos del uso del lenguaje que creamos para mostrar cómo los hombres se relacionan entre ellos y cómo se enfrentan a sus problemas”, explica. “Y también concierne a las mujeres: cómo hablamos con ellas, cómo las tratamos y cómo nos sentimos aturdidos por ellas”. Annette Bening coincide: “Cuando leí el guión, me gustó porque tenía una estampa clásica, y a la vez una sensibilidad distinta, más perceptible en la forma como los hombres se relacionan entre ellos. Existe una intimidad entre los hombres que está hermosamente escrita y es muy conmovedor cómo sus vulnerabilidades son dramatizadas”. Storper había escrito PACTO DE JUSTICIA por su cuenta hace cuatro años y medio, luego de poner a opción el libro The PACTO DE JUSTICIA Men del escritor Lauran Paine. Storper nunca le contó al autor acerca de sus esfuerzos por publicarlo debido a la voluble naturaleza de Hollywood, sino que en lugar de ello, optó por esperar hasta que la producción fuera una firme realidad. “Lauran tenía alrededor de ochenta años y simplemente no me parecía correcto darle esperanzas cada vez que había un indicio de interés”, explica Storper. Luego, en diciembre 2001, Storper recibió una nota enviada por la esposa de Paine en la que le decía que el autor había fallecido. Cuando la realización de la película finalmente se hizo realidad, Storper la llamó para darle la noticia. “ En el momento en que le dije que Kevin protagonizaría la película se sintió completamente abrumada”, recuerda Storper. “Se echó a llorar en el teléfono y resultó que yo la había llamado el día de su cumpleaños. De modo que poder decirle a alguien cuyo esposo había fallecido y siempre había querido que se produjera una película de sus obras, que Robert Duvall iba a protagonizarla, que Kevin Costner iba a protagonizarla, que Annette Bening iba a protagonizarla... Fue maravilloso poder hacer eso por ella”. Fue un gran acto de fe poner a opción el material, considerando la resistencia del Hollywood de hoy en día por el género. “La última película del oeste realmente exitosa fue Unforgiven”, afirma Storper, “y eso fue hace diez o doce años. De modo que intentar hacer una película como esta es como empujar una roca cuesta arriba en Hollywood, y se requiere de mucho músculo para empujar esa roca. Aun así, como narrador, tienes que creer que una buena historia encontrará la forma de ser contada”. El músculo resultó ser Costner. Costner conoció a Storper a través de sus agentes, y ambos inmediatamente establecieron un vínculo a través de su mutuo amor por todas las cosas del oeste. Un amor, Costner arguye, que la mayoría de los americanos comparten a pesar de que Hollywood con frecuencia ha sido una voz decepcionante de esta parte integral de la historia americana. “Yo creo que la mayoría de la gente sabe que tengo cierta afinidad por el oeste”, señala Costner, quien, además de Dances With Wolves, ha protagonizado en las películas del oeste Silverado y Wyatt Earp , “pero siempre me sorprendo cuando la gente dice: ‘Me encantan las películas del oeste’ porque el número de películas del oeste que puedes decir que son extraordinarias no es muy grande. Son ‘los de sombrero negro contra los de sombrero blanco’ y no son muy buenas. Pero son parte de nuestro patrimonio. La gente siente un perdurable amor por ellas”. En enero de 2002, Costner abordó al productor de Unforgiven, David Valdes, y luego de serias discusiones, se tomó la decisión de ir por la ruta independiente. La compañía con sede en Londres Cobalt Media Group se unió al proyecto como el agente de ventas en el extranjero de la película y The Walt Disney Company adquirió los derechos de distribución en Norteamérica. Reuniendo al Elenco La respuesta de los actores a quienes se les solicitó que protagonizaran en PACTO DE JUSTICIA – desde el advenedizo Diego Luna hasta veteranos como Robert Duvall y Annette Bening – fue abrumadoramente positiva. Asegurar la participación de Duvall fue vital para la realización de la película, de acuerdo con Craig Storper. “Cuando leí el libro y cuando escribí el guión tenía a Robert Duvall en mente. Cuando Kevin y yo nos reunimos por primera vez, una de las primeras cosas que dijo fue: ‘Sabes, puedo ver a Robert Duvall haciendo esta película’. Y así fue como me di cuenta de que nuestras sensibilidades estaban sincronizadas, a pesar de que pasaron nueve meses y muchas revisiones antes de que Kevin estuviera dispuesto a comprometerse. Si Duvall se hubiera rehusado, no sé qué habría, porque no pensamos en nadie más para el papel”. “El papel fue hecho especialmente para Bob”, agrega Costner. “Craig lo escribió, y yo empecé a repartirlo sin jamás haber llamado a Bob. Yo cambié muchas líneas pensando en él y resultó ser lo mejor y lo más inteligente para la película”. De hecho, la relación más importante que se da en la película es entre Charley y el anciano Boss. Descrito por Craig Storper como “un hombre que ha sufrido mucho en el pasado, pero que es básicamente decente, trabajador, muy franco y te deja saber lo que piensa de ti”, Boss es amigo, mentor, figura paterna y patrón de Charley. Las muchas dimensiones de su relación la hacen más fuerte y a la vez, más compleja. “La trama proporciona los paisajes, historia y acción que esperamos de las películas del oeste, pero son estos dos personajes y su relación los que finalmente le dan a la película su significado y corazón”. Los años de lucha contra los elementos de la naturaleza y la tensión de la constante amenaza de ataque han causado estragos, pero aun así Charley y Boss se las han arreglado para lograr un nivel de comodidad entre ellos que los mantiene juntos en contra de todas las probabilidades. Boss inclusive bromea con Sue acerca de que él y Charley no necesitan una esposa o un hogar debido a que ellos son “como un viejo matrimonio”. Pero dejando de lado las bromas, la forma en que cada uno constantemente desafía las acciones y opiniones del otro, siempre con respeto, es la característica de su complicada conexión. Por fortuna para los realizadores, Duvall decidió unirse al proyecto a las 24 horas de haber leído el guión. “Yo simplemente sabía que quería hacerlo”, declara Duvall. “Es verdaderamente una película clásica del oeste, y me ofrecieron un papel maravilloso”. Pero, por poco, Duvall no logra estar en el escenario. En abril de 2002, mientras se preparaba para la película en Virginia, el caballo de Duvall se encabritó, lo arrojó y le causó la fractura de seis costillas. Si hubiera sucedido justo antes de la filmación, no habría tenido tiempo de recuperarse. Inclusive después de que sus huesos estuvieron sanos, para él fue un reto psicológico volver a montar. “No estaba seguro de querer volver a subirme a un caballo”, admite Duvall, “pero los entrenadores de los caballos, los hermanos Bews, fueron muy diligentes y después de un tiempo agarré el ritmo y todo salió bien. Fue difícil, pero yo estaba seguro de querer hacer la película y sabía que tenía que recuperarme”. Quizás ningún otro esté más agradecido por la fuerza de Duvall que su director. “El lenguaje coincidió con su ritmo”, afirma con admiración Costner. “Estaba seguro de que, tal como yo las conocía, él podría controlar las situaciones en forma extraordinaria. Todo eso realmente se hizo palpable. Creo que este podría ser un momento culminante en la carrera de Duval, tanto el papel como la forma en que lo interpretó”. Costner ya había accedido a interpretar al enigmático Charley Waite: “Lo que se puede ver en Charley es un personaje clásico. Casi no se sabe nada de él y luego, en forma repentina, él comienza a revelar cosas de sí mismo y de su violento pasado. Es un buen hombre que cree que es malo”. En el libro original, el personaje de Costner era una década menor y mostraba muy poco de su pasado. Volver a escribir ese papel no tuvo como único objetivo adecuarlo al director, sino también, como señala Storper, para “incorporar un subtexto más profundo, rico y empírico para el personaje. Si en 1882 llegaste a los cuarenta años viviendo de alforjas, tenías mucha experiencia de la vida. Y la vida te enseña cosas, buenas y malas, de modo que el hombre que eres a los cuarenta es muy diferente del hombre que eras a los treinta. De las discusiones con Kevin provino toda una historia para ese personaje que es sólo vagamente mencionada en el libro”. “De este modo, el público es invitado a compartir el derrotero de Charley mientras que lucha para progresar en su vida, desde el lugar donde estaba a otro lugar donde podría estar en el futuro”, afirma Storper. “Él deja atrás lo que era en el pasado y lucha para rehacerse a sí mismo”. Con un hombre tan fuerte en el papel de Boss, encontrar a un adversario igualmente fuerte fue una tarea ardua. El perfecto contraste para Boss vino en la forma de Sir Michael Gambon, un inglés quizás más conocido por los norteamericanos por el papel que interpretó de Thomas Sandefur en The Insider, y más recientemente por el papel de William McCordle en la aclamada Gosford Park. Craig Storper afirma con respecto a su elección de reparto: “Fuimos muy afortunados al encontrar a un actor que pudiera enfrentarse al personaje de Duvall. Si tienes un antagonista débil y un protagonista fuerte, no tienes nada. Robert Duvall es una presencia poderosa y una figura con el carácter de ícono, de modo que la elección de contratar a Michael Gambon, quien puede defenderse y crear una fuerte impresión en un tiempo limitado en la pantalla, era absolutamente esencial”. Baxter, el personaje de Gambon, y sus matones controlan Harmonville. Secretamente, muchos en el pueblo se sienten molestos por el despiadado Baxter, y no solamente porque controla la ciudad como si fuera de su propiedad. Baxter es la clase de persona que envía a seis de sus matones a golpear a un hombre; le gusta que todo esté a su favor y que la gente viva atemorizada. Gambon creó una historia para Baxter que no aparece en el guión, a fin de proporcionar el contexto para su personaje. Gambon decidió que Baxter fuera un irlandés que vino a América y le fue muy bien. Que ha comprado una parcela, cría ganado, construye pueblos, tiene pagados todos los edificios y cree que lo tiene todo, pero no es así. Por su parte, Gambon se sintió emocionado ante la oportunidad de actuar en un género que nunca le fue ofrecido en Inglaterra. “Yo simplemente quería estar en una película del oeste”, ríe Gambon. “Para un inglés, estar en una película del oeste es un sueño. Y cuando estás interpretando al villano, es la mejor parte”. Y también era la oportunidad de trabajar con el fantástico Kevin Costner. “Yo estaba acostumbrado a verlo en la pantalla grande en Londres”, afirma Gambon. “De modo que cuando estaba parado junto a mí llevando un sombrero de vaquero y una pistola y dirigiendo la película, era surrealista. Fue extraordinario”. También fue extraordinario cuando Annette Bening, la actriz dos veces nominada al premio Oscar por su actuación en American Beauty en 1999 y en The Grifters en 1990, aceptó la invitación de los productores para interpretar al único papel femenino en PACTO DE JUSTICIA. “Sue es una mujer de un pragmatismo sólido”, explica Bening. “No es una mujer terriblemente complicada sino alguien que está en paz. Cuando los vaqueros llegan a su casa, ella es la influencia que los civiliza”. A pesar de que Sue tiene más de treinta años en una época en la que las mujeres de esa edad daban lástima y eran ridiculizadas y es dolorosamente consciente de que el tiempo está haciendo añicos su esperanza de amor e hijos, aún tiene mucho respeto por sí misma como para conformarse. “Es una mujer muy fuerte, muy estable”, asevera Bening. “Ella sufrió mucho en la vida y tuvo tantas decepciones que si no se casa y simplemente vive con su hermano y se hace cargo de la casa, de alguna forma saldrá adelante”. Luego conoce a Charley Waite. “Y realmente se enamora y ve la posibilidad de que ella y Charley puedan llegar a algo juntos”, afirma Bening. Robert Duvall, cuyo personaje Boss trata de hacer de hábil casamentero con Sue y Charley, comprende a Sue: “Es su última oportunidad de conseguir a un compañero y es más conmovedor si es su última oportunidad. Agrega una maravillosa dimensión. Cuando Sue conoce a Charley, se da cuenta de que quizás él es su futuro, y creo que la idea de perderlo es muy dolorosa para esta mujer que ya no es tan joven”. A pesar de que la resistencia de Charley demuestra ser casi tan poderosa como los discretos encantos de Sue, ella finalmente lo conquista. No debería sorprendernos, ya que Bening le entrega un gran fulgor a su papel. Ella tiene, en palabras de Kevin Costner, “una gracia especial. Yo la veo como la Hepburn de nuestra generación. Sencillamente tiene mucha clase”. Bening le dio a su personaje una profunda y conmovedora característica y una inteligencia que los productores sintieron que la apartaba de la mayoría de las otras actrices. Y su profesionalismo y confianza fueron apreciados por el reparto y equipo técnico, que entendieron el reto que significaba defenderse a sí misma en un escenario cargado de testosterona. Bening nunca se quejó ni exigió un trato especial y por esto, su director no tiene más que elogios y agradecimiento: “Haberla visto, como actriz clásica, lanzarse al papel en esta película de chicos, fue estupendo para mí como colega. Y como director, tenerla allí realmente aligeró mi carga. Ella nunca dijo: ‘Bueno, ¿qué se supone que haga mientras ustedes están haciendo eso?’ Ella no tiene idea de lo mucho que se lo agradezco”. Completando el reparto están Michael Jeter, Diego Luna, y Abraham Benrubi. Jeter, un querido y premiado actor que falleció el pasado mes de marzo, interpreta a Percy, el propietario de un establo de la localidad y uno de los pocos residentes de Harmonville que comprenden la causa de Charley y Boss. Jeter comentó que fue la integridad y extraordinaria cualidad de los dos personajes principales las que lo atrajeron a la película. “Es una relación de amistad; a la misma vez es una relación de maestro-discípulo, una relación de padre-hijo, una relación de empleado-patrón. Tiene múltiples facetas”, señaló. “Yo quería saber lo que les ocurrió a estas personas, y cuando quieres saber qué es lo que va a sucederles, puedes tener la seguridad que estás en territorio bueno y fértil”. Diego Luna, quien participó recientemente en Y Tu Mamá También, se unió al reparto en el papel de Button, originalmente escrito para un muchacho americano de quince años, pero que fue cambiado para un mexicano después que Luna aceptó la oferta de Costner. Luna fue abordado luego de que el productor David Valdes asistió al Independent Spirit Awards en L.A., donde el actor estaba realizando la promoción de Y Tu Mamá También. Reconociéndolo como una futura estrella, Valdes contactó a Costner, quien le pidió a Luna que grabara algunas escenas. Luna grabó las escenas, asombró al director y rápidamente se fue afianzando. “Diego fue una pequeña chispa que vino de la nada”, afirma Costner. “Es muy joven y original, y nos vimos a nosotros mismos en Diego, en su sentido de admiración y emoción. Realmente lo disfruté”. El joven Luna señala que la interpretación de estos vaqueros como criaturas complejas es lo que hace que PACTO DE JUSTICIA sea aún más atractiva como película del oeste y como una buena historia. “En las viejas películas del oeste, los vaqueros eran personas muy calladas”, afirma Luna. “La diferencia en esta película es que los oyes hablar, se puede ver lo que tienen dentro del corazón y en la mente. Y siempre es una combinación, siempre un equilibrio entre lo bueno y lo malo que hay dentro de la persona. Creo que esta es una película donde los personajes son reales, en la que puedes sentirte identificado con ellos porque son humanos, a pesar de que esto sucede en 1882. Creo que el problema que tiene Charley lo tenemos todos. Todos hemos hecho cosas terribles y es difícil olvidar y continuar, para cambiar”. “De modo que, aun cuando PACTO DE JUSTICIA pueda ser una película del oeste de estructura clásica”, afirma Luna, “también es una película acerca de la esperanza y el amor. Tiene todos los elementos: buenos actores y un guión muy bueno. Creo que todos pueden esperar una buena película, algo verdaderamente especial”. Button, como el bebé del grupo, está en esa extraña edad en la que trata de ser un hombre mientras que aún tiene el corazón de un niño. Es esa clase de chico que hace trampa en las cartas, no porque no sea digno de confianza sino porque necesita con desesperación demostrarles a sus mayores que es tan capaz como cualquiera de ellos. “Está tratando de ser un hombre antes de tiempo”, afirma Luna. “Está viviendo una vida de adulto en las praderas, pero también es un chico que necesita ser amado, que necesita jugar. Al final, lo único que busca es que Boss se sienta orgulloso. Así que siempre está cambiando de niño a adulto”. En forma similar a la relación con Button, Charley y Boss parecen ser padre y abuelo para Mose, interpretado por Abraham Benrubi. A los treinta años, Mose es el mayor de los dos jóvenes, pero aunque pueda ofrecerle algunos buenos consejos a Button, él claramente lo somete a la opinión del más experimentado Charley. Mose es también lo suficientemente joven como para soñar con emigrar a la exótica América del Sur y, como Button, trata la vida en el campo como una gran aventura. Abraham Benrubi se sintió muy agradecido ante la segunda oportunidad de trabajar con Costner: tuvo una pequeña participación en The Postman pero su escena fue cortada. “Kevin me prometió un día utilizarme otra vez”, afirma Benrubi, “y aquí estoy. Pero de todas maneras tuve que ir a la prueba de audición, tuve que demostrar que podía ser Mose. “Mose es el optimista del grupo”, afirma Benrubi. “Es el tipo que encuentra el resquicio de esperanza en cada nube negra y adora la lluvia, a pesar de que todos los demás se sienten miserables”. Benrubi se sintió también emocionado de tener la oportunidad de trabajar con Robert Dubai: “Robert Duvall es una leyenda. Yo sé que este no es un momento muy de vaqueros, pero lo busqué en Internet para ver algunos de sus más de noventa créditos y vi que ha trabajado con casi todo el mundo. Cuarenta años más tarde, es un maestro. Si hace siete tomas, cada toma será distinta y todas serán buenas y brillantes. Algunas veces me vuelvo algo impasible cuando estoy haciendo una película, pero cuando lo vi a Robert, fue como escuchar: ‘Vamos, concéntrate’”. Comienza la Producción El diseño de Harmonville se centra en la trascendental escena en Main Street. El deslumbrante tiroteo, cuyas imágenes con certeza permanecerán grabadas en las mentes de los aficionados al cine, fue la atracción principal de la producción cuando comenzó el 17 de junio de 2002. Además de Buckley, el diseñador de producción que colaboró con Costner en Tin Cup, el director fue auxiliado por el cinematógrafo principiante James Muro y por el diseñador de vestuario nominado a los premios BAFTA y Emmy John Bloomfield, quien trabajó con Costner en tres de sus realizaciones anteriores. Los tiroteos le dan a la película un clímax, pero tenían que funcionar en más de un nivel, es decir, ser algo más que un simple espectáculo de efectos visuales. “La violencia no es arbitraria, es una parte integral de la historia”, explica Craig Storper. “No sólo solamente el desahogo que produce, sino también por las lecciones acerca de lucha por la democracia, la amistad y el amor. Estos personajes no buscan la violencia, pero la noción de que a veces es necesario luchar e inclusive morir por las cosas en las que crees es el ideal más fundamental del oeste”. La puesta en escena empezó en forma muy simple, con Buckley y Costner interpretando escenas de tiroteos en su casa. Y, si bien dos adultos que juegan a los pistoleros no parecen estar trabajando, la actividad cumplió un propósito legítimo: “Fue estupendo porque pude ver la forma en que él estaba planeando bloquear los tiros”, explica Buckley. “Sabía cómo sería la acción, de modo que acomodé el decorado alrededor de la acción. Una vez que tuve una estructura general planeada, mandé construir en Los Angeles un modelo computarizado de él, y luego se convirtió como en un cubo gigante de Rubik. “Por ejemplo, desde su habitación, Percy tenía que poder ver a los hombres de Baxter cabalgando hacia el pueblo, al igual que a los ocho pistoleros dirigiéndose hacia Boss y Charley desde la oficina del Alguacil”, ella continúa. “Luego Percy tenía que correr al otro extremo de la habitación mientras espiaba a los hombres que se venían acercando, darle un disparo de aviso a Charley, y ser visto por encima de la cabeza de Boss cuando aparece para que le disparen. Desde la perspectiva de Charley se tenían que ver las sombras de los tres pistoleros, avanzando sigilosamente detrás de las carpas. Kevin tenía planeadas en gran parte unas tomas muy específicas y nosotros tratamos de acomodarlas todas. Tuvimos que ir de acá para allá y reajustar constantemente. Luego quise que un lado del pueblo tuviera una pared recta para encauzar la acción y para reflejar los muchos pueblos que había visto durante la investigación, mientras que el otro lado era ligeramente curvo para tener siempre contra qué filmar”. La filmación del tiroteo se llevó a cabo en un período de diez días, utilizando varios miles de rondas de munición falsa. El attrezzista Dean Goodine utilizó los más modernos avances tecnológicos para simular los tiros, principalmente con el auxilio de la electrónica. Las pistolas fueron acopladas con tres descargas en el cañón; al ser “disparadas” estallaba una pequeña llama. Pero todo era totalmente seguro, enfatiza Goodine. “Jamás hubo munición viva en nuestro foro de grabación”, afirma. “Antes de cada escena medíamos el tamaño de la carga que se necesitaba, de acuerdo con la precisión a la distancia y lo que sería la propagación. También nos aseguramos que todo el personal de cámara estuviera cubierto con escudos y orejeras y les dimos a los actores clases de cuándo disparar y cuándo no hacerlo. Después de cada escena vaciábamos las pistolas y nos asegurábamos de que todos los cañones estuvieran limpios. Era nuestra forma de enviar a todos a casa sanos y salvos por la noche y a la vez darles una imagen espectacular”. No había motivo alguno para preocuparse de los vecinos mientras disparaban. “Estábamos muy aislados”, afirma el gerente de locación Peter G. Horn. “Esa era una de las bellezas del lugar. Estábamos como a unos buenos cuatro kilómetros de la ruta principal más cercana y a media hora del pueblo más cercano, Canmore”. La distancia del foro a la civilización no era muy útil, sin embargo, para la segunda escena más importante de la película: la lluvia torrencial y la inundación. El reto más obvio en la pradera lo constituían los detalles prácticos de llevar agua al lugar. El agua debía ser bombeada del cercano río Bow y luego almacenada en un enorme tanque, el cual, por desgracia, el equipo de producción no tenía. De modo que lo improvisaron, cavando detrás del pueblo una fosa de treinta pies de ancho, sesenta pies de largo y quince pies de profundidad. Esto a su vez presentaba otro reto porque, como Buckley lo explica, “No tienes idea de la cantidad de tierra que puede salir de una fosa de ese tamaño hasta que no lo ves. Llenamos el fondo del establo con tres pies de tierra sólida, la utilizamos para nivelar la ruta, la utilizamos para crear una ruta que saliera del pueblo y aun así tuvimos que desechar el resto. Luego, la fosa tuvo que ser revestida para que el agua no se filtrara, debieron alquilarse e instalarse bombas y finalmente, el reto para el equipo de decorado de exteriores fue que se viera como un estanque existente detrás del pueblo de Harmonville. Una vez que eso estuvo listo, los equipos de Construcción y Efectos Especiales cavaron una zanja para la verdadera inundación, la rociaron con una mezcla de concreto e instalaron rocas y bombas. Estaba diseñada para funcionar en forma continua, como los juegos de los parques de diversiones acuáticos”. La escena de la inundación presentaba varios requerimientos de diseño desafiantes: el agua tenía que ser lo suficientemente fuerte como para poner en peligro al joven, pero no tan peligrosa como para que el público sintiera que Charley estaba en peligro; tenía que tener una profundidad específica y un rumbo específico; tenía que ser lo suficientemente larga como para hacer tantas tomas como fuesen necesarias con una fuerza que fuese consistente; y por supuesto tenía que hacerse con un determinado presupuesto y dentro del corto tiempo de preproducción. Fue una hazaña de ingeniería que requirió de la colaboración de casi todos los principales departamentos, con Buckley y el Supervisor de Efectos Especiales Neil Trifunovich como líderes de este esfuerzo. El “estanque” contenía 270.000 galones de agua, reciclada a través de inmensas bombas de inmersión hacia Main Street y luego a través del otro lado del pueblo. La “lluvia” cayó a 600 galones por minuto desde un caballete de lluvia sobre una grúa de 75 toneladas, a noventa pies del suelo, al igual que una carretilla elevadora con capacidad para 250 galones por minuto; ambas fueron alimentadas por una cisterna de 10.000 galones y cuatro cisternas de 4.000 galones, llenadas por las bombas del río y por camiones que transportaban agua del estanque. La inundación misma se desplazaba a 32.000 galones por minuto. Fue una operación enorme. “El pueblo entero fue preparado para el agua”, afirma Trifunovich. Pero el esfuerzo bien mereció la pena, ya que le dio a la película una atmósfera rara vez vista en una película del oeste. “En lugar del tradicional, viejo y polvoriento pueblo, teníamos mucha lluvia, lo cual le dio una atmósfera pesada. Se sabía de inmediato que se estaba ingresando a un pueblo que era agresivo”. El increíble dominio del equipo técnico sobre la Madre Naturaleza no duró mucho, sin embargo. El voluble clima de Alberta comenzó otra vez a causar estragos, con vientos de hasta cincuenta millas por hora en algunos momentos, lluvia en otros, luego un calor de 108º Fahrenheit que rompió los récords. De muchas maneras, la resistencia del equipo técnico reflejaba la resistencia de los personajes. El productor David Valdes, quien ya había filmado anteriormente en Alberta, sabía lo caótico que el tiempo en este lugar puede ser pero, como él señala: “Si lo aceptas con gusto podrás obtener algo extraordinario”. Sin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho, especialmente cuando se agregan 250 cabezas de ganado, osos curiosos que deambulan por el pueblo para dar un vistazo y una igualmente curiosa manada de caballos salvajes. Kevin Costner comenta acerca de las numerosas dificultades presentadas y vencidas: “El reto simplemente parecía formidable; cada día parecía más difícil que el anterior de alguna manera. Pero yo no iba a dejar que se me fuera de las manos. Iba a lograrlo y no me iba a detener hasta que la imagen fuese igual a lo que tenía en la mente”. “La inspiración para hacerlo”, continúa el director, “provino de mis amigos que decían: ‘Tú puedes hacerlo’. Y yo pensaba ‘¿Cómo diablos lo saben?’ Pero si quieres ser vaquero tienes que ser hombre. Si quieres ser director, tienes que ser hombre y enfrentarte a los acontecimientos, aun cuando algunas veces sientas deseos de llorar a gritos”. Parte de superar los obstáculos, también, fue saber cuándo decir ‘suficiente’. “Aún cuando sepas que una toma más o un día más le pondrá el último destello, es importante saber que finalmente la forma en la que narras tu historia es la medida del valor de una película”, afirma el director. “Si te concentras en las palabras, te podrías perder algunos detalles. Si te riges por el guión, eso es lo que te dota”. La perseverancia del director y su inquebrantable compromiso con la película impresionaron por igual al equipo técnico y al reparto. “Me encantó trabajar con Kevin”, afirma Bening. “Me gustó la forma en la que realizó el escenario y la cámara. A él le encanta la intensidad de la realización cinematográfica – los buenos directores prosperan con ello. Lo hace emocionante y ayuda a crear la posibilidad de capturar un momento con la cámara”. Diego Luna admiró la habilidad de Costner de sobrellevar el peso de producir, dirigir y protagonizar en un solo proyecto sin jamás decepcionar a sus co-estrellas. “Saltar de una a otra función debe ser muy difícil”, afirma Luna, “así como tener la película entera sobre tus hombros. Kevin es el primero que he conocido con la habilidad de hacerlo. Él es rápido, muy centrado. Y es también muy claro; sabe lo que está buscando. Me admira que nunca diga ‘Lo que tú quieras’. Eso es fantástico porque te sientes protegido, que tu director está detrás de ti. Puedes dar un salto sabiendo que él estará allí para sostenerte”. Abraham Benrubi, quien interpreta a Mose Harrison, coincide incondicionalmente con Luna: “Kevin Costner siente mucha pasión por la narración. No le preocupa mucho la cantidad de dinero que recaudará la película, o si él lucirá bien, sino que quiere contar una historia y cuando estás en el escenario con él, está muy concentrado. Se sabe toda la historia de comienzo a fin, la forma en que cada pieza encaja con la otra”. |