
El 6 de junio en el
Complejo Tita Merello se estrenó "Mataperros"
filme que relata la historia de Teresa Blanco
(nombre que remite a ¿Teresa
Blasco?),
una
joven interna en un orfelinato cuyo
único escape está representado por
un televisor en el que ve
constantemente una telenovela
("Pequeño Amor")
protagonizada por
una pareja de enanos.
La primer fuga que
Teresa tiene de un mundo que le es
hostil es por medio del televisor,
hasta que la
"muerte" de
este aparato que ella considera
"orgánico". La pérdida del
objeto
electrónico origina la
real fuga de
la protagonista
(simbólicamente con
el aparato
rompiendo las ventanas).
En esta instancia la
película se transforma en una hiperkínetica " road movie".
Terminará acompañando a un pistolero
provinciano al que
le endilga ciertos estereotipos
aprendidos vía TV.
Con su viaje
particular, Teresa comprenderá que
la vida no funciona como la
telenovela con la cual establece
parámetros continuos sino que es
algo más grotesco y cruel.
La película se
estructura con una mixtura genérica
pocas veces vista en el cine
nacional. Road Movie, estética de
vídeo clip (recordemos que el
director es responsable de los clips
de grupos y solistas como
"Peligrosos gorriones", "Francisco
Bochatón", "Palo Pandolfo", etc.),
comedia decididamente grotesca (es
digno mencionar el uso de pistas de
risas), farsa y un aire
melodramático que ronda sobre todo
en el último tramo. Todo ello sirve
para que con mucho humor y ciertos
toques retro (existentes desde los
dibujos en las remeras de la
protagonista hasta ciertas citas al
"Circo de Balá", pasando por los
autos y la estética televisiva en
blanco y negro) el tándem Arregui-Diaz
nos regale una obra tan extraña como
divertida que es a la vez una
crítica no a los medios de
comunicación (o incomunicación) sino
al uso que de éstos hacen ciertos
personajes.
FABIAN
SANCHO
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