"Más allá de la muerte" es un relato de corte futurista donde el personaje central, interpretado por Robin Williams, debe manipular la memoria de aquellos difuntos a los que se les ha insertado un chip cerebral. La edición de los hechos más sobresalientes de la vida de estos individuos enfrenta a este particular montajista con aspectos siniestros que debe ocultar obligatoriamente. El film, dirigido por el debutante Omar Naïm, vuelve la mirada sobre temas científicos actuales como la manipulación genética y las peligrosas consecuencias acarreadas por un mal uso de la misma. Otra vez, Hollywood copia un modelo argumental de fuerte impacto popular probado en éxitos comerciales como "Sentencia previa" de Steven Spielberg y "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" de Michael Gondry donde la idea de un principio rector que organiza la conciencia 'a piacere' solo ocasiona la completa destrucción personal. Williams muestra la ductibilidad de siempre y una actuación dramática equiparable a la de "Retratos de una obsesión" y "The Fisher King" acompañado, en esta oportunidad, por James Caviezel (de "La pasión de Cristo") y la excelente Mira Sorvino en su regreso a la pantalla grande. Naim confesó que siempre le fue difícil hacer cine en su país de origen, Líbano, lo que lo llevó a tener como meta dirigir en la industria americana. Su elección del conocido intérprete de la serie "Mork and Mindy" no es casual puesto que uno de sus ídolos es el iconoclasta Terry Gilliam quien trabajó con el prolífico comediante. Amante de la ciencia ficción, tuvo la oportunidad de presentarse con este film en una de las secciones del Festival de Cine de Sitges. 

Por eso, si los amantes de las historias de Philip K. Dick encuentran cierta correspondencia con el autor de tantas sagas pesadillescas, no lo consideren una simple casualidad.

Naim seguramente se encontrará complacido de que así sea.

 

Silvia G Romero