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(
Título original:
Maria Full of Grace )
SUNDANCE
FILM FESTIVAL 2004 *PREMIO
DEL PÚBLICO
FESTIVAL DE
BERLÍN 2004 *PREMIO ALFRED
BAUER A LA MEJOR PELÍCULA
*OSO DE PLATA A LA MEJOR
ACTRIZ (CATALINA SANDINO MORENO)
Una
joven mujer de 17 años, decidida a liberarse de la agobiante existencia que
lleva en un pequeño poblado de su Colombia natal, se aventura en una salida
altamente riesgosa que parece comprometer seriamente su futuro antes que
asegurárselo: acepta convertirse en una “mula” de la droga, los audaces
“correos” que llevan en su estómago decenas de cápsulas de látex que
contienen heroína, un recurso extremo destinado a burlar los controles
aduaneros e introducir la droga en los Estados Unidos. Es este el punto de
partida argumental de MARIA LLENA ERES DE GRACIA (MARIA FULL OF GRACE ) el
film debut de JOSHUA MARSTON, una película de extraordinaria fuerza verista
y autenticidad, aclamada por la crítica internacional más exigente, que
embarca al espectador en el mismo viaje tenso, dramático e impredecible que
emprende su personaje central, Maria, una mujer valiente, rebelde y
enormemente vital, que ha asumido una decisión límite para buscar una nueva
vida, una vida marcada por lo que desea y no por lo que rechaza; su impulso
la llevará adelante a pesar de todo, movida tanto por el anhelo de un nuevo
horizonte como por la desesperación. Si bien MARIA LLENA ERES DE GRACIA no
es estrictamente una historia real, sí está basada en miles de historias
semejantes, que siguen ocurriendo todos los días. El film ha ocasionado una
verdadera conmoción en los Estados Unidos, donde desde su estreno lleva
recaudados ya más de cinco millones de dólares, una cifra excepcional para
un film hablado en castellano.
En diversas oportunidades sus amigos colombianos le habían contado al
director y guionista JOSHUA MARSTON el tipo de vida que habían dejado atrás,
y cómo atravesaban su nueva experiencia. En cierta oportunidad, incluso pudo
hablar con una mujer que había ingerido cápsulas con heroína para
introducirlas a los Estados Unidos, y que fuera descubierta y encarcelada;
era una versión de primera mano de un mundo enteramente desconocido: “algo
absolutamente novedoso para mí; nunca visto, y tampoco había escuchado nunca
un relato así, desde el punto de vista de quien hubiera vivido realmente la
experiencia. Esa fue la principal fuerza inspiradora para hacer la película:
examinar qué significa exactamente ser una mula de la droga y tratar de
ponerse en la piel de esa persona. Empezar a entender qué puede mover a
alguien a hacer eso, y también revelar el submundo del tráfico ”, agrega el
director y guionista.
Mientras escribía el guión, MARSTON continuaba investigando y buscando datos
y materiales, para lograr un fuerte grosor dramático y la más cruda
autenticidad. Se entrevistó con mulas encarceladas y con oficiales aduaneros
del Aeropuerto Kennedy, donde además presenció los interrogatorios a los que
deben someterse los pasajeros provenientes de Colombia. Supo así que la
droga se envasa en pequeñas cápsulas y que, según su físico, cada mula puede
transportar hasta un kilo de cocaína en su interior. Conoció también a un
cirujano quien le describió en detalles cómo lo llamaban repetidas veces
para salvarle la vida a quienes habían ingerido la carga de droga y ahora
debían extraérseles las cápsulas quirúrgicamente. ( Sigue en NOTAS DE
PRODUCCIÓN )
MARIA LLENA ERES DE GRACIA es una presentación de HBO FILMS, escrita y
dirigida por JOSHUA MARSTON, y producida por PAUL MEZEY. En los roles
principales, se destacan CATALINA SANDINO MORENO como María; YENNY PAOLA
VEGA como Blanca, GUILIED LÒPEZ como Lucy , JOHN ALEX TORO como Franklin y
PATRICIA RAE como Carla. El film fue co-producido por JAIME OSORIO GÓMEZ (
LA VIRGEN DE LOS SICARIOS ) , y son productores asociados ORLANDO TOBÓN y
RODRIGO GUERRERO. El productor de línea es BECKY GLUPCZYNSKI ( RÉQUIEM POR
UN SUEÑO ), y GIGIA JARAMILLO y POCHO ALVAREZ proveyeron los servicios de
producción ecuatorianos a través de Altercine. La fotografía es de JIM
DENAULT (LAS MUJERES VERDADERAS TIENEN CURVAS), el diseño de producción es
de MONICA MARULANDIA ( LA VIRGEN DE LOS SICARIOS, EDIPO ALCALDE ) por
Colombia y DEBBIE DE VILLA por Nueva York, el montaje es de ANNE McCABE (
DESEOS Y SOSPECHAS ) y LEE PERCY ( montajista habitual de Barbet Schroeder,
y además de EL BESO DE LA MUJER ARAÑA, entre muchas otras), el diseño de
vestuario es de LAUREN PRESS ( LOS SOPRANOS, DONNIE BRASCO ) y SARAH BREES;
el casting estuvo a cargo de HELLEN LONG MARSHALL y MARIA E. NELSON ( LAS
MUJERES VERDADERAS TIENEN CURVAS ) por Nueva York y EL BARCO PRODUCCIONES,
JORGE VALENCIA y MARIA EUGENIA SALAZAR por Colombia. La música es de JACOBO
LIEBERMAN y LEONARDO HEIBLUM, con supervisión musical de LYNN FAINCHTEIN.
SINOPSIS
Maria Alvarez ( CATALINA SANDINO MORENO ) se ha criado en un villorrio rural
enclavado en las fértiles colinas del norte de Bogotá. Allí, tres o más
generaciones de una misma familia pueden llegar a compartir una misma,
minúscula vivienda; Maria vive en un modesta casa de cemento con su abuela,
su madre, su hermana y su pequeño sobrino. Todas las mañanas, sale antes del
alba y toma el autobús que la lleva a su trabajo en una importante
plantación industrial de rosas, en las afueras del pueblo. El trabajo allí
es alienante, tedioso y duramente reglamentado. Junto con su mejor amiga
Blanca ( YENNY PAOLA VEGA ), María pasa los interminables días trabajando de
pie, sacándole las espinas a centenares de tallos de flores y preparando
bouquets de exportación. De vez en cuando, hay un fin de semana de fiesta en
la plaza del pueblo, que nadie se pierde, con un conjunto local que toca
salsa y cumbia; María no para de bailar, mientras su novio Juan ( WILSON
GUERRERO) se contenta con matar el tiempo mirando todo desde un costado,
tomando aguardiente.
Maria tiene 17 años, un carácter lleno de audacia, sensatez y mucho
espíritu, y la sensación creciente de que el mundo, ancho y ajeno, le ha
reservado un lugar pequeño, marginal y desangelado, que ella no está
dispuesta a aceptar. En casa, tiene frecuentes disputas con sus familiares,
especialmente con su hermana mayor, Diana ( JOHANNA ANDREA MORA ), cuyo
salario semanal es destinado completamente a la crianza de su bebé, y aunque
María adora a la criatura, siente que es injusto que ella deba darle a Diana
parte de su propio salario para aportar a la precaria economía familiar. En
el trabajo, Maria se resiste a aceptar las abusivas normas de un sistema que
pretende mezquinarlo todo, desde el modo en que se arman los bouquets hasta
los minutos de tolerancia para que los empleados vayan al toilette. Tampoco
quiere ser la típica novia sumisa de Juan, quien no entiende ni
eventualmente aceptaría los anhelos de cambio de María. Blanca es la única
que parece comprender su inquieta naturaleza; en su candorosa timidez,
Blanca se siente a gusto dejándose llevar por el ímpetu de María.
Pero María está a punto de cambiar de rumbo de manera drástica. Cierto día,
en el trabajo, tiene nauseas y pide permiso para ir al baño. Su supervisor
se lo niega arbitrariamente, y de paso le da un sermón sobre su inaceptable
carencia de toda ética laboral. La discusión es, en última instancia, una
pugna de actitudes ferozmente antagónicas, y María abruptamente renuncia. Su
familia reacciona con asombro y rabia, pero María no acepta siquiera
disculparse por su impulsiva determinación, y mucho menos reconsiderarla.
Por otra parte, hay otra cosa que la preocupa: está embarazada, y nadie lo
sabe, excepto Juan, quien le ofrece matrimonio, pero por la única razón de
que eso es lo que se supone que hay que hacer. Y para María eso no es
suficiente.
Con escasas opciones laborales en ese ámbito, la mejor opción que María
tiene a la vista es acudir a una amiga que trabaja de mucama en Bogotá. Y
hacia allí se encamina, cuando una oportunidad inesperada se le presenta en
la persona de Franklin, un desconocido muy avasallador, con quien María se
cruza en una fiesta de fin de semana. Con su saco de cuero a la moda y su
natural seducción, Franklin es muy diferente a Juan y a cualquiera de los
otros muchachos del pueblo; además, viene de otra región de Colombia. Sabe
bien cómo hablarle a una mujer, y despierta el interés de María contándole
de un trabajo estupendo, con viajes incluidos, cosa que para María es una
novedad absoluta. Pero cuando Franklin pronuncia la palabra “mula”, María
comprende inmediatamente de qué está hablando: se trata de tragarse decenas
de cartuchos de làtex, del tamaño de un pulgar, rellenos de heroína, e
ingresar con ese cargamento a los Estados Unidos. Maria ha oído varias
historias de mulas capturadas, y nada le parece más peligroso, pero
Franklin, con ese aire del que todo lo sabe, dice que las mulas capturadas
son en realidad tontos que quieren fama y que se hacen atrapar
deliberadamente para salir en televisión. Que una chica inteligente como
María no puede tener ningún problema. El factor decisivo es el dinero: cinco
mil dólares por un solo viaje; una cifra que puede cambiarle la vida de una
vez y para siempre.
Dejando a un lado sus dudas, Maria se entrevista con su posible nuevo
patrón, Javier ( JAIME OSORIO GÓMEZ ), un hombre de aspecto cálido y
paternal, quien le explica el trabajo en términos muy simples, e insiste en
darle a María una especie de adelanto para aliviar sus problemas de dinero,
aún antes de que ella dé una respuesta definitiva. Aunque Javier le asegura
que se trata de un regalo, y que no hay en ello ninguna clase de compromiso,
María comprende que, al tomar el dinero, ha aceptado el trabajo. Enseguida,
traba amistad con otra mula, Lucy ( GUILIED LÒPEZ ), quien le explica todo
lo que tiene que saber: cómo prepararse físicamente, cómo vestirse, como
comportarse, y que si uno de los cartuchos se rompe en el estómago, eso
significa la muerte. Lucy ya ha hecho dos viajes, y el trabajo parece
haberle dado completa independencia económica. No obstante, cuando habla de
sus viajes a Nueva York, confiesa amargamente que nunca ha tenido el coraje
de visitar a su hermana mayor, que vive en Queens.
Con plena conciencia de los riesgos que le aguardan en su nuevo oficio,
María no puede sino enfurecerse cuando se entera de que Blanca también va a
convertirse en una mula. Pero su amiga tampoco puede volverse atrás; ya ha
aceptado el dinero de “regalo”.
En el curso de las siguientes veinticuatro horas, María tiene que tragarse
sesenta y dos cartuchos de làtex llenos de droga, uno tras otro, con Javier
vigilándola atentamente. Y cuando al día siguiente aborda el vuelo, descubre
que va a viajar con Blanca, Lucy y una cuarta mujer, mula también.
Pero no será el viaje sin complicaciones que Franklin le había asegurado.
Durante el vuelo, Lucy empieza a sentirse muy mal, lo cual parece implicar
que un cartucho se ha roto en su estómago y la droga ha comenzado a
contaminar todo su organismo. Ya en los Estados Unidos, la situación se
complica todavía más, cuando los agentes de aduana detienen a la cuarta
mula. Sin saber cómo, Maria y Blanca se ven encerradas en un mugroso cuarto
de motel de New Jersey, bajo la atenta y fría mirada de dos jóvenes
sicarios, mientras tienen que dedicarse al lento y humillante proceso de
expeler las cápsulas de la droga. Al mismo tiempo, Lucy se agrava: Maria
hace lo que puede, pero sus jóvenes custodios son absolutamente
indiferentes.
Cuando Maria despierta, a la mañana siguiente, descubre el baño cubierto de
sangre, y ni señales de Lucy y de los dos jóvenes matones. Con Blanca
aprovechan la circunstancia y huyen con la droga. Perdida en un ambiente que
le es completamente extraño, Maria tiene un único dato útil: el nombre y la
dirección de la hermana de Lucy, Carla ( PATRICIA RAE).
Y así, en los días subsiguientes, Maria deberá confrontarse con situaciones
que pondrán a prueba su entereza, su coraje y su sentido de la humanidad.
Sólo con el instinto y la inteligencia como guías, deberá intentar salir del
infierno y poner proa verdaderamente rumbo a una nueva vida.
MARIA LLENA ERES DE GRACIA – Notas de Producción
La búsqueda de JOSHUA MARSTON para conformar el poderoso fresco sicial que
es MARIA LLENA ERES DE GRACIA lo llevó a ORLANDO TOBÓN, un verdadero líder
comunitario colombiano, quien viene trabajando para brindar asistencia a las
familias de las mulas desde la década del 80. TOBON se ha hecho cargo del
traslado de más de 400 cuerpos, los cuales, de otra manera, hubieran sido
sepultados en un osario común de Nueva York. No sólo las propias familias,
sino también los asistentes sociales, los médicos e incluso la policía se
ponen en contacto de inmediato con TOBÓN cuando una mula muere. Ha visto
mulas de 17 años y de 82 años, y durante los numerosos encuentros que
mantuvo con MARSTON en su agencia de viajes en Queens le describió con
fidelidad sus experiencias. TOBÓN, además, se convirtió en uno de los
primeros en apoyar la realización de la película, integrándose
posteriormente a la producción como productor asociado: “me pareció muy
importante que la gente pudiera conocer cómo es la verdadera situación de
una mula de la droga; ver el costado humano de la situación”, subraya.}
MARSTON fue testigo de la cotidiana dedicación y del insobornable altruismo
de TOBÓN para con toda la comunidad colombiana en Nueva York. Por su agencia
de la Roosevelt Avenue pasa un constante flujo de gente; si alguien necesita
ayuda, ya sea en términos de trabajo, lugar para vivir, o asesoramiento en
relación a las planillas de migraciones, acude a TOBÓN. MARSTON empezó por
consiguiente a considerarlo una pieza vital en la historia que quería
contar, y desarrolló el personaje de Don Fernando basándose en él.
El debut como director de JOSHUA MARSTON es un film inscripto en la
tradición realista; una obra de ficción que retrata con poderosa vocación de
verdad los dramáticos avatares de una vida real. El relato sigue a Maria
Alvarez desde una plantación industrial de flores en Colombia a las calles
de Nueva York, desplegando con toda intensidad una historia de coraje,
determinación y ansias de vivir. Nos lleva a la intimidad de una experiencia
de la que sabemos muy poco, aunque el foco está siempre centrado en Maria,
una mujer diferente bajo circunstancias también especiales. Al igual que
ella, el espectador no puede imaginar cómo devendrán los acontecimientos; a
la vez, María se instala fuertemente en el corazón de cada uno de nosotros.
En su primer papel cinematográfico, CATALINA SANDINO MORENO entrega una
actuación vibrante que revela a Maria en toda su fortaleza, sus flaquezas y
contradicciones.
JOSHUA MARSTON conjugó diversos intereses de larga data al poner en marcha
el proyecto de MARIA LLENA ERES DE GRACIA, entre los cuales se destaca su
pasión por las culturas diferentes y el destino de los inmigrantes en los
Estados Unidos. El barrio de Brooklyn donde MARSTON se crió resultó ser el
destino norteamericano de muchos inmigrantes colombianos, y él ha seguido
con mucha atención las cuestiones políticas y sociales de ese país, en
particular su perpetua guerra civil. “En tanto cineasta, mi abordaje
consiste en estar atento y descubrir individuos, lugares, circunstancias e
historias, y entonces ponerme a escuchar”, dice MARSTON; “esta suerte de
enfoque antropológico ha sido la primera motivación para convertirme en
cineasta, y el porqué de mi interés por contar determinadas historias”. De
allí que, en MARIA LLENA ERES DE GRACIA, la cuestión de la droga se reveló
tan compleja como el examen de los personajes. La historia no sería
solamente sobre una mula de droga, sino sobre una joven mujer, Maria.
Recuerda MARSTON: “empecé a pensar específicamente en Maria, en la decisión
que toma. Hay más de mil millones de personas en todo el mundo que viven con
menos de un dólar por día, y no por eso se convierten en mulas de droga. De
manera que la pregunta es: ¿qué hace que una persona en una situación
desesperada se convierta en una mula de droga?. Las respuestas son tantas
como tantos los individuos involucrados”.
Por ende, también minuciosa fue la investigación centrada en los detalles de
la vida cotidiana de las mujer colombiana. MARSTON habló con colombianos
oriundos de pequeños pueblos, y supo de las estructuras familiares y de las
actividades y rituales sociales, y de lo duro del trabajo en las
plantaciones de flores. También, el cineasta apeló sus propios recuerdos,
especialmente de su viaje a Ecuador, y de su visita allí a las plantaciones
de flores, muy similares a las de Colombia.
Con todo esto en mente, MARSTON elaboró un guión dedicado a examinar el
factor humano del conflicto, en el cual surgía nítida la figura de María
como una joven de 17 años luminosa y llena de voluntad, que enfrenta a la
vez los desafíos de la adultez y de un futuro incierto. Dice MARSTON: “Creo
que hay probablemente constantes universales que definen qué significa tener
17 años más allá de las diferencias de raza, de cultura y de economía. Este
es uno de los aspectos que han hecho que este film sea tan personal para mí;
porque trata de alguien que quiere saber quién es y cual es su lugar en el
mundo. Por eso, a medida que iba creciendo, el guión era cada vez menos
sobre una mula de droga y más y más sobre una joven tratando de abrirse paso
en un mundo que parece ponerle sólo obstáculos”.
MARSTON le envió el guión al productor PAUL MEZEY, cuyo trabajo en los
aclamados dramas realistas LA CIUDAD y OUR SONG exhibía el concepto que el
director y guionista buscaba para su MARIA.... Los mencionados films se
detenían en las vidas cotidianas de las comunidades inmigrantes y obreras, y
habían sido filmados en las auténticas locaciones, principalmente con
actores no profesionales. MEZEY leyó el guión de un tirón: “te atrapa desde
el momento mismo en que te encuentras por primera vez con el personaje”,
dice; “y no sabes adonde te lleva, exactamente como le pasa a María. Al
mismo tiempo, es muy sutil. Construye muy hábilmente el drama implícito en
toda la situación, pero nunca permite que los puntos fuertes de la trama se
superpongan a la mirada íntima sobre esta joven mujer”. Una semana después
de haberle llevado el guión, MARSTON recibió una llamada de MEZEY: “hablamos
tres cuartos de hora sobre la historia y los personajes”, dice el director;
“ y desde ese momento supe que él entendía perfectamente qué quería contar
yo, y mi historia se convirtió en nuestra historia”.
En la medida en que iba a tratarse de una película hablada en castellano,
filmada en un país políticamente volátil y con cast que incluiría actores
no-profesionales, MEZEY supo desde el vamos que no iba a ser algo sencillo.
Pero, al igual que MARSTON, el productor tenía lazos personales muy fuertes
con Colombia: su padre se había criado allí, y ahora él estaba a punto de
acompañarlo a una conferencia, en lo que sería su primer viaje a ese país:
“De repente me vi viajando en auto con mi padre por las carreteras de
Colombia leyendo el guión”, recuerda MEZEY; “y era como si la historia se
materializara en el paisaje; un paisaje visualmente extraordinario. Ese fue
el salto final de lo hipotético a lo real”. MEZEY iba a volver muy pronto a
Colombia, pero esta vez en compañía de MARSTON, en la primera visita del
director-guionista al país. El objetivo de ambos era pulir definitivamente
la historia y buscar potenciales locaciones. Ahora MARSTON tenía la
oportunidad de ver por sí mismo qué significaba vivir en Colombia, y
prolongó su estadía por varias semanas. Vivió en diversos pueblos rurales y
visitó numerosas plantaciones, donde pudo establecer contacto tanto con
obreros como con patrones. En un centro de asistencia para adolescentes
embarazadas, pudo interiorizarse de las dramáticas experiencias de esas
jóvenes. Visitó prisiones para hablar con mulas, y hasta pudo entrevistarse
con un hombre que durante años había trabajado preparando la droga para una
ingesta más fácil; éste le mostró cómo se seccionaban los dedos de los
guantes de látex, cómo se sopesaba la dosis de droga y cómo se la comprimía
mecánicamente para darle la forma de pequeños capullos, los cuales son
envueltos en seis capas de látex de manera de transformarlos en pequeñas
cápsulas, atadas por último con hilo dental.
En los inicios del proyecto, MEZEY se había puesto en contacto con JAIME
OSORIO GÓMEZ, una figura señera en la industria cinematográfica de Colombia,
quien ha motorizado producciones de cine y TV a lo largo de toda América,
entre las cuales se destaca LA VIRGEN DE LOS SICARIOS, de BARBET SCHROEDER.
GÓMEZ se mostró verdaderamente impactado por el poderoso guión de MARÍA...:
“Parecía escrito por un colombiano”, subraya; “era extremadamente fiel y
veraz en los detalles de la vida cotidiana de María, y de los problemas de
dinero que la llevan a tomar la decisión de convertirse en una mula, lo cual
aporta una dimensión intensamente humana a un tema tristemente habitual.
Todos los días leemos terribles noticias referidas a las mulas de la droga
que son descubiertas en los aviones, tanto en Colombia como en los Estados
Unidos, o que mueren en el intento de introducir droga en Estados Unidos,
Europa o Asia. Escuchas historias de amigos o vecinos que son descubiertos,
o bien de cualquiera, que te afecta igual; ves avisos en la TV de Colombia,
auspiciados por el gobierno, contra el tráfico de drogas. Estas adentro del
bosque, y eso no te deja ver los árboles”.
GÓMEZ se sumó al proyecto como co-productor, y muy rápidamente se involucró
en la ímproba tarea de encarar el casting de la película. En Colombia formó
dos equipos; uno dedicado a las audiciones con actores profesionales, el
otro – integrado por los jóvenes cineastas miembros del equipo creativo “El
Barco” – dedicado al rastreo de los actores no-profesionales. Los cuatro
integrantes de “El Barco” repartieron volantes en la entrada de las
plantaciones de flores, recorrieron incansablemente decenas de pequeños
pueblos con un megáfono en el techo del auto desde donde anunciaban la
búsqueda de postulantes y acudieron a los programas radiales más populares
para promocionar las llamadas abiertas a audiciones para la película. Al
mismo tiempo, los directores de casting de Nueva York abrían la convocatoria
en Queens, New Jersey, Long Island, Miami, y donde fuera que existiera una
fuerte presencia de comunidad colombiana. En Ecuador incluso, otro equipo de
casting mantenía audiciones con miembros de la comunidad colombiana de
Quito.
Fuera o no profesional, la actriz que finalmente obtuviera el papel de María
debía ser capaz no sólo de llevar sobre sus espaldas todo el peso del film,
sino de entender y transmitir las contradicciones que harían de esa mujer
alguien tan cercano y creíble. Varios meses transcurrieron, y más de 800
jóvenes mujeres se presentaron a las audiciones, con ningún resultado.
Acababa de tomarse la decisión de postergar el inicio del rodaje cuando un
ya desesperado MARSTON recibió un video desde Colombia: “Sin ninguna
esperanza, como al desgano apreté play”, recuerda el director, “ y la
primera imagen que vi fue la de Catalina. Literalmente treinta segundos más
tarde supe que era ella. Me cautivó de inmediato. Era María. Era exactamente
el personaje que yo había escrito, se movía como ella, y transmitía una
diáfana y constante frescura”. Se trataba de CATALINA SANDINO MORENO, una
estudiante universitaria que se había enterado de las audiciones a través de
una amiga. MORENO estudiaba teatro, y solía presentarse a audiciones de
publicidad, sin ninguna suerte. Ahora recuerda que dudó en acudir a la que
sería su primera audición para el cine: “Pensaba: si nunca antes me
eligieron, ¿ por qué me habrían de elegir justo ahora, para una película ?.
Pero tanto mi madre como mi amiga insistían en que me presentara”.
Mientras tanto, el equipo de El Barco seguía con su búsqueda en Bogotá,
donde eventualmente recalaron en una escuela secundaria. El turno llegaba a
su fin y los alumnos ya se iban, pero el equipo se las arregló para
convencer a treinta y cinco de ellos de que se quedaran un poco más. Uno por
uno los estudiantes se paraban frente a la cámara, decían su nombre y, en
pocas palabras, algo sobre sí mismos. Inmediatamente se destacó YENNY PAOLA
VEGA como perfecta para el rol de Blanca. “Era una chica que jamás había
actuado en su vida, ni siquiera había intentado participar en ninguna
representación escolar, y que jamás se hubiera molestado en tomarse un
ómnibus a Bogotá para ir a una audición”, cuenta MARSTON. VEGA aceptó el
desafío y se lanzó a una serie de improvisaciones que lo impresionaron
mucho: “YENNY tiene esa capacidad innata de algunos para improvisar y de
ubicarse en el contexto de una serie de circunstancias imprescindibles para
adoptar la interioridad del personaje”, agrega.
Para el otoño de 2001, la inestabilidad y la violencia política en Colombia
iban creciendo rumbo a un clímax particularmente turbulento. El equipo del
film empezaba a temer seriamente que el rodaje fuera imposible, y entonces
se comenzaron a barajar alternativas, entre las cuales se contaba Ecuador,
país limítrofe de Colombia y de similar topografía. La cercanía geográfica
también implicaba una mayor facilidad para el traslado de técnicos
colombianos. Además, en Ecuador también existen numerosas plantaciones de
flores, muchas de ellas de propiedad de exilados colombianos. No obstante,
el cambio de lugar de rodaje trajo aparejado para la producción innumerables
problemas. La principal preocupación era mantener la coherencia visual, no
sólo en términos de los escenarios sino en relación al aspecto de actores y
extras. Para asegurarse de que las locaciones exteriores e interiores fueran
fieles hasta el más mínimo detalle, GÓMEZ intervino en la contratación de
personal clave proveniente de Colombia, incluyendo a la diseñadora de
producción MONICA MARULANDA, quien había trabajado ya en LA VIRGEN DE LOS
SICARIOS. GOMEZ también convocó al experimentado personal colombiano que
trabajaba en la industria cinematográfica y televisiva ecuatoriana. Al team
de producción iba a unirse a su vez Altercine, una compañía de servicios de
producción ubicada en Quito, dirigida por la productora GIGIA JARAMILLO y
por el cineasta POCHO ALVAREZ.
Amaguaña, un pequeño villorrio del sur de Quito, fue la locación elegida
para ubicar la casa de Maria en Colombia. Los técnicos debieron pintar las
fachadas de residencias y edificios públicos con los colores vibrantes
típicos del paisaje rural colombiano. También se transportaron muebles desde
Colombia, y hasta la tipografía de las señales y carteles de tránsito se
modificó según la modalidad colombiana. MARSTON dedicó tres semanas al
ensayo con los actores que iban a participar del segmento colombiano de la
historia, utilizando un singular procedimiento: se les proporcionó una
versión en castellano de la primera mitad del guión ( que concluía en el
momento en que María aborda el vuelo) que debían devolver al día siguiente.
Al llegar a Ecuador, semanas más tarde, se iniciaban las improvisaciones
poniendo énfasis en la tipología de los personajes y en los detalles
secundarios de la historia. Después, se improvisaban escenas específicas,
para lo cual los actores debían apoyarse en lo que recordaran de la lectura
del guión; después de varias “pasadas”, MARSTON y los actores leían la
escena tal y como había sido escrita, y la misma se rescribía a partir de lo
que hubiera surgido en las improvisaciones.
Los ensayos también le sirvieron a los actores para desarrollar entre ellos
los vínculos y la familiaridad necesaria para instalar en la pantalla una
relación vívida y verosímil. En este sentido, la relación más importante era
la de CATALINA SANDINO MORENO ( María) y YENNY PAOLA VEGA ( Blanca), cuyos
personajes pasan la mayor parte del film juntos. Al respecto, MORENO subraya
que “desde un principio, hubo una muy buena conexión entre Yenny y yo.
Hablábamos mucho de nuestras propias vidas, al margen de los ensayos.
Conversábamos acerca de cómo iban a ser nuestros personajes, y de cómo
queríamos que fuera cada escena. Me gusta mucho cómo en la historia Blanca y
Maria siguen juntas pese a todo. Al final, han atravesado todo tipo de
experiencias muy difíciles y comprenden que ya pueden valerse por si
mismas”.
El estilo visual del film está marcado por la espontaneidad y el
naturalismo. MARSTON y su director de fotografía, JIM DENAULT, decidieron
que la utilización de la cámara en mano era la mejor manera de transmitir la
intimidad y la intensidad realista que la historia de María exigía. “Dado
que María es la fuerza motriz del film”, señala MARSTON; “ es también la
fuerza motriz de todo lo que vemos. Allí donde ella va, vamos con ella”.
Apenas iniciado el rodaje, se hizo evidente que sería crucial para la feliz
conclusión del mismo la necesidad de establecer una relación fluida con las
comunidades locales. En Ecuador, con un grupo de actores y un equipo casi
totalmente colombianos, se trabajaba hablando en castellano. La producción
incluso se preocupó por sumar aportes de dinero a la modesta economía del
lugar, contratando, por ejemplo, los servicios del restaurante local para el
catering del rodaje, o alquilando modestas viviendas de Amaguaña. Para el
rodaje de la secuencia de la fiesta en la plaza, todo el pueblo fue
invitado. En Nueva York prevaleció la misma actitud, y la presencia de
ORLANDO TOBÓN como productor asociado aseguró al equipo una relación
sumamente aceitada con la comunidad colombiana. Los vecinos de Jackson
Heights dieron gustosamente la bienvenida al equipo. Al respecto, dice TOBON:
“es la primera vez que aquí pasa algo así. Nunca nadie antes había hecho una
película sobre la experiencia colombiana en el contexto de la comunidad
colombiana de Queens”. TOBON también hace su debut actoral en el film como
Don Fernando.
Las vicisitudes de los inmigrantes colombianos se reflejan en el film a
través del personaje de la hermana de Lucy, Carla ( PATRICIA RAE), quien da
cobijo a María en su modesto departamento. Carla es quien le explica a María
que cumplir el sueño de una nueva vida en los Estados Unidos no es una cosa
sencilla, y que demanda muchos sacrificios. Es el tema recurrente que surgía
en todas las conversaciones que MARSTON había mantenido con los inmigrantes,
cualquiera fuera su lugar de procedencia: “vayas donde vayas, hay gente que
viene de otro lado, con la esperanza de encontrar nuevos horizontes”,
subraya el director; “Una de las cosas que más me importaban al hacer el
film era poder reflejar lo que significa ser un inmigrante y llegar a este
país. Retratar el conflicto de sentimientos que implica por un lado dejar
obligadamente tu país y decidirte a vivir en otro lado, con el constante
tironeo emocional entre la nostalgia y las nuevas expectativas”.
CATALINA SANDINO MORENO es María
CATALINA SANDINO MORENO nació en Bogotá, Colombia, en 1981, y desde muy niña
demostró interés por la actuación. En 1997, mientras se encontraba todavía
cursando la secundaria, se anotó en la academia de teatro de Ruben Di
Pietro, en Bogotá; durante los cuatro años que duró su paso por la
institución actuó en las puestas de ACUERDO PARA CAMBIAR DE CASA, de
GRISELDA GAMBARO; THE DARK ROOM, de TENNESSE WILLIAMS; y LAUGHING WILD de
CHRISTOPHER DURANG. Después de su debut actoral en la pantalla grande en
MARIA LLENA ERES DE GRACIA, MORENO se instaló en Nueva York, para ingresar
en el Lee StrasberG Institute. Acaba de hacer su debut en teatro en esa
ciudad en la puesta de la Frog and Peach Company de KING JOHN de SHAKESPEARE.
JOSHUA MARSTON – Dirección y Guión
JOSHUA MARSTON nació y se crió en California del Sur, y estudió Ciencias
Sociales en Berkeley. Después de trabajar en París para Life Magazine y ABC
News cubriendo la Guerra del Golfo, pasó un año en Praga enseñando inglés en
una secundaria estatal. Tiene una maestría en Ciencias Políticas de la
Universidad de Chicago y un título de Master en Cinematografía de la New
York University. Ha dirigido varios cortos premiados, entre los cuales se
destacan BUS TO QUEENS, VOICE OF AN ANGEL y TRIFECTA. MARIA LLENA ERES DE
GRACIA es su primer largometraje.
MARIA LLENA ERES DE GRACIA – CRÍTICAS
“ Asi como la historia de Maria es el prototipo de miles de historias
similares, lo que mantiene al espectador con el corazón en la boca durante
toda la película es precisamente la persona misma de María. En una
interpretación que más bien parece haber vivido antes que actuado, la María
de Catalina Sandino Moreno es una joven mujer atractiva, inteligente y audaz
que enfrenta el desafío de cambiar de vida con un carácter, una
determinación y un candor que, aunque llega a comprometerlas, nunca vulnera
del todo su decencia y moralidad esenciales” (...)
“El vuelo de Maria de Bogota a Nueva York junto a otras tres mulas es una de
las escenas más tensas jamás filmadas en un avión (...). Maria Full of Grace
mantiene incesantemente una autenticidad documental que es tan asombrosa
como potente. Y aun en los muchos momentos en que pone al espectador al filo
de la butaca, nunca traiciona un nítido sentido de la humanidad, ni cae en
el melodrama o en la moralina. Incluso los oficiales aduaneros que
interrogan a Maria no son mostrados como monstruos, sino como personas que
tratan de hacer su trabajo cotidiano de la mejor manera”.(...) “ La decisión
desesperada de María es un acto de valiente afirmación” (...)” Nos impulsa a
aplaudir cada paso en el duro derrotero en pos de su libertad individual”.
STEPHEN HOLDEN – NEW YORK TIMES
“ A veces, basta apenas un rostro para grabar a fuego una película en
nuestra conciencia. En su papel de Maria, Catalina Sandino Moreno es una
Mona Lisa colombiana, imponiendo su actuación, delicada, inolvidable, como
un verdadero capo lavoro. A esto hay que agregarle una historia que llega
descarnadamente al corazón, y se obtendrá un film absolutamente asombroso”
(...) “ Desde un primer momento, la película de Joshua Marston, de gran
suceso en los Festivales de Sundance y Berlín, nos atrapa intensamente. Hay
una fatalidad fría, a medida que en el relato la tensión y las presiones se
acrecientan, y todo se hace más sórdido y peligroso. El film nos hace pensar
en la vulnerabilidad de la estructura interior del cuerpo femenino, la
fragilidad de la vida que Maria embarazada lleva en su vientre. Le vemos la
cara a los oficiales aduaneros que han visto a decenas de mulas como ella.
Vemos las gotas de transpiración en la frente de esas mujeres, y casi
podemos sentir el mismo sudor frío que ellas sienten; percibimos la pesada
respiración de quien está aterrorizado. Nosotros también estamos haciendo
ese viaje”. DESSON THOMPSON – THE WASHINGTON POST
“Maria Full of Grace es una película sobre una mula de la droga con un
mensaje esperanzador, lo cual parece convertirla en un género en sí misma. Y
esto es mucho más pertinente aún si se considera que el muy destacable debut
de Joshua Marston es sin duda una creación muy personal, el retrato
conmocionante de una valiente y decidida joven mujer que se rehúsa a aceptar
las cartas que el destino parece haber prefijado para ella. Que la película
sea capaz de exponer el siniestro submundo del tráfico de drogas con
profunda autenticidad y que, al mismo tiempo, entregue la vigorosa historia
de un triunfo personal no es poca cosa” (...) “Lo que también hace singular
a Maria Full of Grace es el tratamiento de bajo perfil de sus personajes.
Marston ha creado tres mujeres comunes, auténticas, cuyos defectos son tan
evidentes como comprensibles sus motivaciones. No se nos pide que nos
resulten simpáticas, y quizás por eso nos sentimos tan cerca de ellas, de
estas victimas de la guerra social en el lado pobre del mundo, en su viaje
de ida y vuelta al infierno”. GLENN WHIPP – U-DAILY NEWS
“Yendo mucho más allá del sensacionalismo habitual con que se suele
describir el tráfico de heroína, para ofrecer en cambio el costado humano
del problema y no su superficie, el contundente film debut de Joshua Marston
mantiene en foco nuestra atención y un parejo nivel de tensión y dramatismo
casi intolerable, en una película magníficamente realizada, con admirable
economía de medios y a la vez con escrupuloso detallismo”(...) “La evolución
dramática avanza, estupendamente calibrada en cada vuelta de tueca y giro
del relato, y en ningun momento es predecible. Por momentos escalofriante,
en otros fuertemente emotivo, el film alimenta el suspenso manteniéndose muy
cerca de los personajes, y de los riesgos que corren, alimentando el vínculo
emocional que establece entre ellos y el espectador. Marston elude todo
preciosismo de debutante y no se distrae; su abordaje es puro equilibrio y
sutileza”. DAVID ROONEY – VARIETY
MARIA LLENA ERES DE GRACIA
Título original: Maria Full of Grace
Origen: Estados Unidos – Colombia / Duración: 100 minutos aprox. - / Año:
2004
Compañías Productoras: HBO FILMS – JOURNEYMAN PICTURES – ALTERCINE – SANTA
FE PRODUCTIONS – TUCAN PRODUCCIONES CINEMATOGRÁFICAS
Guión y Dirección: JOSHUA MARSTON
Producida por PAUL MEZEY
Co-Productor: JAIME OSORIO GOMEZ
Productores Asociados: ORLANDO TOBÓN – RODRIGO GUERRERO
Linea de Producción: BECKY GLUPCZYNSKI en asociación con TUCAN
PRODUCCIONES y ALTER CINE.
Fotografía: JIM DENAULT
Diseño de Producción: MONICA MARULANDA – DEBBIE DE VILLA
Montaje: ANNE McCABE – LEE PERCY
Diseño de Vestuario: LAUREN PRESS – SARAH BREES
Música: JACOBO LIEBERMAN – LEONARDO HEIBLUM
Supervisión Musical: LYNN FAINCHTEIN
Directores de Casting: MARIA E. NELSON – HELLÍN LONG MARSHALL
Casting: EL BARCO PRODUCCIONES – JORGE VALENCIA –
SALAZAR
ELENCO
CATALINA SANDINO MORENO – María
VIRGINIA ARIZA – Juana
JOHN ALEX TORO – Franklin
JAIME OSORIO GÒMEZ – Javier
GUILIED LOPEZ – Lucy
YENNY PAOLA VEGA – Blanca
PATRICIA RAE – Carla
ORLANDO TOBON – Don Fernando
OSVALDO PLASENCIA - Enrique
RODRIGO SÁNCHEZ BORHORQUEZ – Supervisor
CHARLES ALBERT PATIÑO – Felipe
WILSON GUERRERO – Juan
JOHANNA ANDREA MORA – Diana
FABRICIO y MATEO SUAREZ – Pacho
EVANGELINA MORALES – Rosita
ADA VERGARA DE SOLANO – Carolina
MARIA CONSUELO PEREZ – Constanza
JUAN PORRAS HINCAPIÉ – Wilson
OSCAR BEJARANO – Carlos
FERNANDO VELÁSQUEZ – Pablo
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