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		QUIERO DULCES: EL MUNDO DE “DULCES Y 
		PASTELES” DE MARÍA ANTONIETA 
		 
		A pesar de filmar en Versalles y en otras locaciones atmosféricamente 
		ricas e históricas de Francia, Sofía Coppola quiso dar su propio estilo 
		distintivo contemporáneo a la manera de contar la historia. Siempre tuvo 
		una visión muy sólida de cómo quería que se viera y se sintiera la 
		película, inspirada por las delicias sensuales de los colores que hacen 
		agua la boca y la moda decadente que dio consuelo a María Antonieta. 
		Mucho antes de que empezara la producción, creó un montaje que reflejaba 
		el núcleo de la estética de la cinta.  
		 
		“Definitivamente no quería su apariencia fuera estándar y genérica de la 
		época con el vestuario rentado de siempre”, explica. “Quería más bien 
		hacer esto con peinados, maquillaje y vestuario que se sintiera 
		completamente exclusivo de esta película”.  
		 
		 En 
		colaboración con el cinematógrafo Lance Acord, el diseñador de 
		producción K. K. Barrett y la diseñadora de vestuario Milena Canonero, 
		Coppola desarrolló una paleta que desafía la apariencia nebulosa del 
		pasado, y en contraste usó colores brillantes, suaves y fotografía 
		absolutamente moderna. Conforme crece María Antonieta, se vuelve madre y 
		encabeza su artístico retrato que se encuentra en Le Petit Trianon, los 
		cambios de estilo se dan en colores más naturales y ligeros, haciendo 
		sólo un poco más oscura y austera la atmósfera en el capítulo final de 
		la vida de María Antonieta en Versalles, cuando surge la revolución y 
		María Antonieta encuentra el valor de la madurez.  
		 
		Coppola dice de su concepto en general: “fue en gran medida una fantasía 
		de niña; cada cuadro estaba lleno de hermosas flores, enormes pasteles, 
		seda y adornos”.  
		 
		Antonia Fraser, quien pasó años investigando la vida de María Antonieta, 
		se asombró con la integridad de la visión de Coppola. “Me encanta la 
		apariencia de la película”, dice. “Creo que es mágicamente hermosa. Es 
		algo que el cine puede hacer, que yo nunca habría logrado. Puedo 
		escribir página tras página sobre la belleza de Versalles y la gracia de 
		María Antonieta, pero en la película es mucho más fuerte”. 
		 
		Al volver a unirse con Coppola después de PERDIDOS EN TOKIO, el 
		cinematógrafo Lance Acord se sintió atraído por el reto de hacer algo 
		nuevo e innovador con un género normalmente serio. “Sofía y yo hablamos 
		mucho sobre cómo poder hacer una película de época sin caer en los 
		convencionalismos de todas las películas de época”, comenta. “Desde 
		nuestras primeras discusiones, Sofía y yo estuvimos de acuerdo en que 
		queríamos evitar hacer pinturas, sino más bien crear una historia 
		imaginativa, personal y viva dentro de un pasado histórico real”.  
		 
		“Adoptamos una iluminación brillante, con un enfoque muy alto”, 
		continúa. “A menudo en las películas de época las locaciones, el 
		mobiliario y el vestuario son deprimentes y el ambiente es oscuro, frío 
		y sombrío. María Antonieta vivió en un mundo de lujos. Todo, desde sus 
		muebles, hasta su guardarropa y sus sábanas eran frescos y nuevos. La 
		paleta de colores estuvo inspirada por Ladurée. Nos emocionó mucho la 
		idea de que podíamos abrir este mundo y darle un poco más de brillo y 
		color”. 
		 
		Acord y Coppola, que habían ya desarrollado una comunicación propia muy 
		especial cuando colaboran, continuaron evolucionando sus patrones para 
		MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE. “En realidad nunca hemos 
		trabajado con carteles. Por lo general los actores ensayan y luego 
		tomamos en cuenta la emoción en el guión, la locación, la iluminación y 
		decidimos cómo filmar la escena”, dice Acord. “Es un proceso más 
		intuitivo de observación y descubrimientos de cosas conforme se te van 
		presentando. Sofía, en su estilo muy particular, tiene un entendimiento 
		muy claro e ingenioso de lo que quiere y confía en mí para que le ayude 
		a crear exactamente eso”. 
		 
		Mientras tanto, el diseñador de producción Barrett, quien también 
		colaboró con Coppola y Acord en PERDIDOS EN TOKIO, vio que su papel era 
		crear una burbuja infinita de colores pastel como una superficie de 
		belleza alrededor de María Antonieta. También le emocionó la visión 
		fresca de Coppola para recrear la historia. “Desde un principio, fue muy 
		claro que Sofía iba a tomar un enfoque muy impresionista”, dice. “El 
		enfoque no está en lo que la gente a su alrededor pensaba de María 
		Antonieta, sino en cómo ella absorbió personalmente el mundo que la 
		rodeaba y eso es lo que el público experimenta. En cierto sentido, es 
		una historia muy enfocada y personal, igual que LAS VÍRGENES SUICIDAS y 
		PERDIDOS EN TOKIO”.  
		 
		Desde el inicio, Coppola puso a Barrett a pensar en términos de un 
		“mundo de dulces y pasteles”. “Juntó un libro de referencias que estaba 
		lleno de colores almendrados, con verde menta, magenta y amarillo 
		canario en vez de los azules y guindas de la realeza que uno podría 
		esperar”, recuerda Barrett. “Tomamos la decisión de alejarnos de todos 
		los tonos café y beige, para evitar el cliché de sepia que dice ‘eres de 
		otra época’. Queríamos que se sintiera como si estuviéramos tomando 
		fotografías en el mundo de María Antonieta, que pudimos documentar antes 
		de que todo lo palideciera el tiempo. La idea es que sientas que estás 
		realmente ahí, con una inmediatez y una vitalidad juvenil”.  
		 
		Barrett disfrutó especialmente crear el mundo privado de María Antonieta 
		en su retiro privado, Le Petit Trianon. “Su mundo era más ligero, más 
		colorido, más natural, elegante pero relajado... y mucho menos expuesto 
		por el peso de la historia y el protocolo. De vuelta en el mundo del rey 
		en Versalles, vemos la rigidez, lo dorado, las proporciones míticas”.
		 
		 
		Como hubo tantas restricciones para filmar en Versalles y Le Petit 
		Trianon, la producción utilizó también varios otros pequeños palacios de 
		la época para recrear las habitaciones del rey y la reina, y también el 
		pastoral de María Antonieta, una pequeña aldea, conocida como el “Hameau”, 
		que ella construyó en Le Petit Trianon. “Encontramos un chateau que 
		tenía detalles maravillosos de la época pero se encontraba en un estado 
		de bastante deterioro”, explica Barrett. “Pudimos incorporar algunos 
		artículos y superficies que tenían, pero también tuvimos que hacer unas 
		paredes nuevas para embellecer o manipular, cerrar ventanas, añadir 
		ventanas, construir chimeneas, curvear algunos techos, en fin, pudimos 
		hacer muchas cosas. Pero no importaba lo que sucediera, siempre teníamos 
		la mentalidad de no quedarnos cortos, de pensar continuamente en 
		mantener todo muy vivo en vez de rígido y sosegado”.  
		 
		De todos los sentidos que estimula MARÍA ANTONIETA: LA REINA 
		ADOLESCENTE, el gusto está entre los más fuertes y es uno de los más 
		raros en una película. En todo el diseño de la película se ponen de 
		manifiesto las generosas delicias para el paladar de la Francia del 
		siglo XVIII. La creación de los enormes platillos para que María 
		Antonieta y Luis cenaran fue una de las partes favoritas de Coppola.  
		 
		“Una de las maneras en que el trabajar en Francia aportó tanto a la 
		película es que pudimos encontrar a personas que se especializan en 
		preparación de platillos del siglo XVIII”, dice Sofía. “Existe toda una 
		tradición sobre la forma en que se cocinaba en esa época. Todo es tan 
		elaborado, tan exagerado. Fue muy divertido como directora tener un 
		Departamento de Pasteles completo dedicado a crear delicias y todo tipo 
		de repostería color de rosa que usamos como vestuario para el set. La 
		paleta completa de la película fue una especie de ‘dulces y pasteles’”.
		 
		 
		 
		LA MODA DEL SIGLO XXI ADAPTADA AL SIGLO XVIII 
		 
		Con su exuberante juventud y pálida belleza, María Antonieta continúa 
		para ser recordada como una de las mujeres más estilizadas y a la moda 
		de la historia europea. Llegó a Francia en un momento de extravagancia 
		extrema en la moda entre la aristocracia (mientas más grande era, mejor) 
		y se consiente en el aro masivo de vestidos de las famosas casas de moda 
		de París. Era también la época del “Belle Poule”, el famoso peinado que 
		consistía en apilar el cabello hacia arriba de la cabeza, como medio 
		kilómetro, y adornarlo con fruta, juguetes y plumas, el cual María 
		Antonieta cultivó a un grado extremo. Incluso después, María Antonieta 
		también introdujo un cambio importante en la moda, poniendo a Francia en 
		un periodo de vestir más sencillo, más libre y más natural que 
		presagiaba un tiempo de cambios tremendos.  
		 
		Para Coppola, el vestuario de MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE fue 
		siempre una parte vital de su atrevida visión para el diseño de la 
		película. Sabía que necesitaría un diseñador que poseyera tanto el 
		entendimiento histórico de los estilos del siglo XVIII, como la 
		creatividad para darle un toque distintivo de moderna elegancia.  
		 
		Esa persona era claramente Milena Canonero. La dos veces ganadora del 
		Academy Award® por CARROS DE FUEGO y BARRY LYNDON, y también receptora 
		de cinco nominaciones adicionales, Canonero es una de las diseñadoras de 
		vestuario más buscadas de la actualidad. Rápidamente desarrolló una 
		afinidad profunda por lo que Coppola estaba tratando de hacer con esta 
		poco convencional postura de una película sobre el pasado. “Sofía es en 
		cierta medida igual que yo en el sentido de que lo que más nos interesa 
		son los sentimientos que despierta en el público un vestuario”, dice 
		Canonero. “Algo de nuestro trabajo en MARIA ANTOINETTE: LA REINA 
		ADOLESCENTE es simbólico, es algo de moda y algo psicológico. Siempre 
		hay una razón para una textura o un color en particular”.  
		 
		En cuanto subió a bordo, Coppola le dio a Canonero una base sólida para 
		su trabajo. “Cuando conocí a Sofía por primera vez, tenía ya varios 
		meses investigando en Francia y me habló de sus ideas sobre los colores 
		que tenía en mente, los rosas atrevidos, los amarillos oro, los verdes 
		pistache”, recuerda Canonero. “Entonces empezamos con eso como 
		inspiración y luego pasamos a rayas y motivos florales más gráficos”.
		 
		 
		Continúa: “Sofía no quería que la película tuviera la misma apariencia 
		de todas las películas de época. Ésta no es una visión clásica de María 
		Antonieta, sino la visión personal que Sofía tiene de ella. La cinta es 
		una visión moderna de sus experiencias internas y por lo tanto la ropa 
		tenía que respetar ese tipo de lenguaje. Tomamos la esencia de cómo 
		fueron las cosas y las estilizamos. Queríamos más calidez y humanismo, 
		entonces la ropa debía tener al mismo tiempo esa riqueza y sencillez, 
		una visión muy contemporánea”.  
		 
		“Mucho de nuestro vestuario sirvió como marco de referencia para la 
		canción ‘I Want Candy”, dice Canonero. “Elegimos colores y texturas que 
		nos recordaran las cosas que les gustaría comer. Vamos de colores muy 
		pálidos y suaves, a tonos más impactantes. Puedes decir que estuvimos 
		muy influenciados por la época, pero no presentamos una visión clásica. 
		Se trató mucho más de una declaración de moda. A veces, era muy rock & 
		roll”.  
		 
		Canonero usó una mezcla de piezas auténticas de la época y diseños 
		originales, importando metros y metros de tul, organza, tafeta y seda de 
		las casas especializadas en Italia e Inglaterra, así como cientos de 
		plumas para crear un arco iris de impresionantes adornos para la ropa de 
		la realeza. Contrató a un sombrerero para que hiciera cientos de 
		sombreros y pasó interminables horas bordando botones. “Los botones son 
		absolutamente clave para la apariencia del siglo XVIII”, afirma.  
		 
		En lo que respecta a los zapatos, una de las obsesiones de María 
		Antonieta, Canonero utilizó los diseños actuales del diseñador Manohlo 
		Blahnik para crear versiones estilizadas de zapatos del siglo XVIII. “No 
		son 100% de la época, pero tienen cierta sensación de que así eran”, 
		comenta.  
		 
		Para vestir a Dunst, Canonero colaboró muy de cerca con Coppola. “Sofía 
		quería riqueza y frescura para María Antonieta, y la ropa necesaria para 
		mostrar su evolución de una jovencita a una mujer sofisticada”, dice. “A 
		través de sus vestidos ves cómo ella adquiere más confianza en sí misma 
		e incluso sus escotes se vuelven más pronunciados”.  
		 
		Aunque muchas mujeres usaban pelucas durante la época de María 
		Antonieta, Canonero y Coppola eligieron una apariencia más natural para 
		Dunst, poniéndole con frecuencia talco en el cabello como lo hacían en 
		el siglo XVIII, pero también permitiendo que su cabello rubio 
		permaneciera natural. “El cabello es un punto de partida de lo que a 
		menudo asociamos con María Antonieta, pero buscamos que fuera de acuerdo 
		con Kirsten para los momentos más íntimos”, señala Canonero. 
		 
		El maquillaje de Dunst, aunque es exagerado, se basa en la fascinación 
		que tuvieron en el siglo XVIII por el rubor en las mejillas. “Si 
		exageramos en algo, fue en hacerlo en tonos un poco más atrevidos”, 
		explica Canonero.  
		 
		Aunque los vestidos de María Antonieta podían haber tenido ocupado a 
		todo su equipo durante meses, Canonero diseñó simultáneamente una amplia 
		gama de vestuario para la corte de María Antonieta, dando un toque 
		exclusivo y personalizado a cada personaje. 
		 
		Además de María Antonieta, dos de los personajes femeninos favoritos de 
		Canonero son la condesa De Noialles, interpretada por Judy Davis, y 
		Madame Du Barry, interpretada por Asia Argento. “Son mujeres únicas”, 
		dice Canonero. “Para la condesa De Noailles, la apariencia era muy 
		elegante e impresionante, usa muchos amarillos, tonos cítricos y color 
		limón para acentuar sus cualidades ácidas. Madame Du Barry, sin embargo, 
		es como un ave exótica, casi como un loro. Es un poco exagerada, llena 
		de joyería, turbantes y plumas”. 
		 
		Cuando llegó el momento de vestir a Luis XVI en la persona de 
		Schwartzman, Canonero de nuevo se apartó de los clichés establecidos. 
		“No quería cubrirlo de bordados como siempre aparece en las pinturas, 
		entonces tratamos de hacer prendas más sencillas”, explica. “Ésta fue la 
		cúspide de la decadencia francesa pero queríamos poner énfasis en que 
		Luis XVI era de una nueva generación y su ropa implica un movimiento 
		hacia adelante. Usamos ropa muy bien cortada, impresionantemente 
		gráfica, con materiales ricos y bordados muy ligeros. Pero él usa mucho 
		los colores favoritos de Luis XVI, grises y azules suaves”.  
		 
		Schwartzman vio que cuando se trata de ver hacia el pasado, la ropa en 
		verdad le ayudó a ponerse en los zapatos del rey. “El vestuario fue de 
		gran ayuda para mí porque hay algo especial al ponerte ese tipo de 
		atuendos que te hace cambiar físicamente. Capa por capa, empiezas a 
		viajar hacia el pasado. Te paras de manera diferente. Tu espalda se pone 
		más derecha, los hombros más rígidos y caminas y te sientas también en 
		forma diferente. Verdaderamente te transportas”, dice. 
		 
		Durante el extenuante proceso, el equipo de Canonero trabajó turnos de 
		día y noche para mantener a todo el elenco de integrantes de la corte 
		con prendas frescas y con mucho espíritu. Canonero constantemente 
		mostraba a Coppola varias elecciones, para asegurar que sus visiones 
		estuvieran sincronizadas. 
		 
		Coppola estuvo fascinada con la contribución de Canonero a la cinta. 
		“Fue asombroso ver lo que hacía y cómo veía el gran panorama, porque 
		veíamos el vestuario de manera individual por separado en el estudio, 
		pero cuando todos los actores se reunían en el set, podías ver cómo 
		todos los colores diferentes y los detalles increíbles estaban en 
		armonía perfecta para crear algo muy rico y hermoso”, dice. “Fue muy 
		emocionante observar todo eso, ver cómo cobraba vida todo lo que 
		habíamos imaginado”.  
		 
		 
		LA ETIQUETA EXTREMA DE VERSALLES 
		 
		María Antonieta escribió en una ocasión a su madre: “me pongo rubor y me 
		lavo las manos frente al mundo entero”. En realidad no exageraba mucho. 
		Lejos de un hogar acogedor para el rey y la reina de Francia, Versalles 
		era un universo complicado en sí mismo, donde vivían miles de miembros 
		de la realeza y sus sirvientes; y observaban con absorta atención cada 
		movimiento, por trivial que fuera, que hacían los monarcas. 
		 
		Es difícil imaginarlo en el siglo XXI, pero la vida de María Antonieta, 
		su cuerpo y sus actividades no se percibían como pertenecientes a ella 
		sino más bien a la nación de Francia y a todo el aparato de la realeza. 
		Era vestida por otras personas, arreglada por otras personas, tenía que 
		comer sus alimentos a la vista del público y cada palabra que 
		pronunciaba se suponía que debía ir de acuerdo con los códigos de 
		conducta reales. Era imposible tener privacidad. Incluso en su noche de 
		bodas María Antonieta y Luis nunca estuvieron solos. Su lecho nupcial 
		tenía que ser bendecido públicamente y al subirse a él por primera vez, 
		estaban rodeados de una multitud bastante considerable. Más tarde, María 
		Antonieta incluso tuvo que pasar por el parto de su hijo enfrente de 
		curiosos mirones.  
		 
		Fue Luis XIV quien estableció primero muchas de las excesivamente 
		elaboradas reglas de Versalles en cuanto a etiqueta, en un intento por 
		mantener mejor el control sobre todos los nobles. El protocolo cubría 
		prácticamente todo aspecto de conducta y vestido, y contenía 
		definiciones absurdas de quién era superior a quién. Cuando se trataba 
		de María Antonieta, el protocolo era particularmente intenso, comenzando 
		cada mañana cuando se enfrentaba a rituales elaborados de vestido y 
		arreglo. Las reglas sumamente específicas cubrían quién le daba a María 
		Antonieta su ropa interior, quién le daba una barra de jabón, quién le 
		aplicaba el rubor, y así sucesivamente hasta quién podría tener el 
		privilegio de tocar su piel durante el baño. Mientras tanto, cada 
		detalle de su existencia, desde lo más mundano hasta lo vergonzoso, 
		desde su vida sexual hasta su ciclo menstrual, se registraba para que 
		fuera del conocimiento de todos.  
		 
		Todo era increíblemente complicado y la extraordinaria escena en MARÍA 
		ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE en la que una María Antonieta desnuda se 
		sienta temblando de frío mientras varios visitantes pasan observando el 
		ritual donde alguien le entrega su ropa interior, se tomó directamente 
		de la investigación de Antoina Fraser. La ironía es que a pesar de estar 
		rodeada de miles de mirones y ayudantes, María Antonieta se sentía 
		siempre recluida y sola, una jovencita atrapada en un mundo de fantasía 
		que le daba muy poca de la anhelada libertad.  
		 
		 
		INSPIRACIÓN MUSICAL 
		 
		Cuando estaba escribiendo el guión para MARÍA ANTONIETA: LA REINA 
		ADOLESCENTE, Coppola acudió al supervisor musical Brian Reitzell (con 
		quien había trabajado en sus dos películas anteriores) para discutir la 
		música en el tono que estaba pensando mientras escribía. Reitzell mezcló 
		los “CD Versailles” que incluyeron artistas como Bow Wow Wow, New Order, 
		Adam Ant, “y otra música romántica post punk”, dice Reitzell. “Nos dio 
		una plataforma de donde partir”.  
		 
		En preparación para la película, Reitzell también se metió de lleno en 
		la ópera. “Decidimos que nuestro enfoque sería un collage de diferentes 
		tipos de música”, dice Reitzell. “La banda sonora son dos discos, una 
		odisea tipo ópera con música post punk pre rock romántico moderno con 
		algo de música del siglo XVIII, y también un poco de música muy 
		contemporánea”. 
		 
		La mezcla ecléctica de sonidos, sostiene Reitzell, “te facilita meterte 
		en la película. La música resuena porque muestra cómo eran realmente 
		estas personas. Durante casi toda la película, María Antonieta es una 
		adolescente y habría sido mucho más difícil llegar a su angustia de 
		jovencita con una obra maestra de la música teatral”.  
		 
		No hay nada fortuito o frívolo en las selecciones musicales que Reitzell 
		y Coppola hicieron para la película. “Lo importante en la música para 
		esta película es que no hubo reglas y no se usó ninguna otra película 
		como modelo”, dice Reitzell. “No hicimos nada sólo por meter alguna 
		canción. Siempre hicimos lo que sentíamos que nos parecía adecuado”.  
		 
		 
		“Todo fue muy orgánico”, continúa. “La historia dictó la música, la cual 
		sigue el arco dramático. Pusimos todos los créditos de la apertura con 
		la canción “Natural’s Not in It” de Gang of Four, la cual te prepara 
		musical y líricamente para lo que va a suceder. Después, hay una pieza 
		de Aphex Twin, “Jynweythek Ylow”, la cual se toca cuando María Antonieta 
		entra por primera vez a Versalles, que en realidad se oye como si 
		estuvieras en ese lugar. Lo que me encantó es que no se puede decir si 
		es un clavicordio o un instrumento de cuerdas lo que estás escuchando”.
		 
		 
		La partitura se dividió en tres partes para complementar la progresión 
		dramática de la película. “Comienza con un periodo inocente”, dice 
		Reitzell. “La sección del centro es un periodo más decadente con la 
		energía de música más moderna. El final es el declive y únicamente hay 
		una o dos claves musicales”.  
		 
		 
		MARÍA ANTONIETA: UN RESUMEN 
		 
		1755 La archiduquesa nace en Viena el 2 de noviembre, hija del venerable 
		emperador romano Francis I y la emperatriz María Teresa. 
		 
		1765 Muere el emperador Francis I, dejando a la dura y sumamente 
		política María Teresa a cargo del Imperio de Hasburgo. Ella inicia una 
		campaña para casar a sus hijas con los jefes de la corona de toda 
		Europa. La hija número 15 del emperador Francis, María Antonieta, está 
		muy abajo de la lista, hasta que la muerte de su hermana mayor Johanna 
		Gabriella la pone en posición para desposarse con el futuro Rey de 
		Francia. 
		 
		1769 Luis XV pide la mano de María Antonieta, entonces de 14 años de 
		edad, para desposarse con su heredero, Luis Augusto, el adolescente que 
		será el futuro rey Luis XVI.  
		 
		1770 María Antonieta debe abandonar a sus amigos, familiares y todas sus 
		posesiones, incluso su ropa, y emprende su viaje hasta la frontera con 
		Francia. Nunca volverá a ver a su país.  
		 
		1770 La pareja de adolescentes Luis y María Antonieta se desposan en una 
		espléndida ceremonia en el Palacio de Versalles. 
		 
		Sin embargo, su matrimonio no se consuma sino hasta siete años después.
		 
		 
		1774 Después de la repentina muerte de Luis XV a causa de la viruela, 
		Luis y María Antonieta se convierten en rey y reina a la edad de 20 y 18 
		años respectivamente, proclamando de manera pública: “protégenos señor, 
		ya que somos demasiado jóvenes para reinar”.  
		 
		1774 María Antonieta conoce al notablemente bien parecido y sofisticado 
		conde sueco Hans Axel de Fersen, con quien empieza un breve pero 
		apasionado amorío. Él seguirá enamorado de ella por el resto de su vida. 
		 
		1777 Se registra la primera intimidad física entre María Antonieta y su 
		esposo. 
		 
		1778 María Antonieta da a luz a su primer hijo, una niña, llamada Marie 
		Thérèse Charlotte. 
		 
		1780 María Antonieta hace su primera aparición en el escenario en el 
		Teatro del Trianón, realizando su sueño de convertirse en actriz. 
		 
		1780 Muere la emperatriz de Austria, madre de María Antonieta.  
		 
		1781 Nace el primer hijo varón de María Antonieta: el delfín 
		Luis-Joseph. 
		 
		1785 María Antonieta da a luz a un segundo varón, Luis Charles de 
		Francia. 
		 
		1786 María Antonieta da a luz a otra niña, Sophie Béatrix, quien muere 
		antes de cumplir un año de edad.  
		 
		Apodan a María Antonieta “Madame Déficit” por su exagerada manera de 
		gastar, convirtiéndose en el chivo expiatorio por la crisis económica 
		masiva de Francia.  
		 
		1789 La tragedia ataca a la familia cuando el delfín, Luis Joseph, muere 
		a los 7 años de edad después de luchar contra la tuberculosis. 
		 
		1789 La Toma de la Bastilla se lleva a cabo el 14 de julio y comienza la 
		Revolución Francesa.  
		 
		1790 El pueblo enardecido en ira ataca el Palacio Real, matando a los 
		guardias de la reina, pero María Antonieta valientemente sale a un 
		balcón para enfrentarlos.  
		 
		1792 Ahora viviendo en las Tullerías de París, los miembros de la 
		realeza son atacados una vez más por el pueblo. Se le dan a María 
		Antonieta oportunidades para escapar pero ella las rechaza diciendo que 
		debe permanecer al lado de su esposo. La guardia real es masacrada y se 
		suspende toda la autoridad real. María Antonieta y Luis XVI son acusados 
		de traición.  
		 
		1792 Francia se declara República el 21 de septiembre y pronto después 
		de eso se inicia juicio contra Luis XVI. 
		 
		1792 Francia le declara la guerra a Austria, haciendo de María Antonieta 
		un enemigo extranjero. 
		 
		1793 Luis XVI es guillotinado el 21 de enero. 
		 
		1793 Habiéndola despojado de todos sus hijos, María Antonieta 
		desconsolada enfrenta un juicio ante el tribunal revolucionario. La 
		encuentran culpable de todos los cargos y la decapitan el 16 de octubre 
		a la edad de 37 años.  
		 
		 
		Algo de la música que se usó en MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE
		 
		 
		“Natural's Not In It” 
		Escrita por Dave Allen, Hugo Burnham, Andy Gill y Jon King 
		Interpretada por Gang of Four 
		Cortesía de Warner Music Group y EMI Records  
		 
		“Opus 17” 
		Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran  
		 
		“The Melody Of A Fallen Tree” 
		Escrita por Jason McNeely y Dan Matz 
		Interpretada por Windsor for the Derby 
		Cortesía de Secretly Canadian y Zync Music Inc.  
		 
		“I Don't Like it Like This” 
		Escrita por Johan Duncanson 
		Interpretada por The Radio Dept. 
		Cortesía de Labrador Records  
		 
		“Jynweythek Ylow” 
		Escrita por Richard D. James 
		Interpretada por Aphex Twin 
		Cortesía de Warner Music Group, Warp Records y Sire Records  
		 
		“1st Menuet Pour Les Guirries et les Amazones, 2nd Menuet” 
		Escrita por Jean-Philippe Rameau 
		Dirigida por William Christie 
		Interpretada por Les Arts Florissants 
		Cortesía de Harmonia Mundi France (P) 1991  
		 
		“Pulling Our Weight” 
		Escrita por Johan Duncanson y Martin Larsson 
		Interpretada por The Radio Dept. 
		Cortesía de Labrador Records  
		 
		“Il Secondo Giorno Instrumental” 
		Escrita por Jean-Benoît Dunckel y Nicolas Godin 
		Interpretada por Air 
		Cortesía de Aircheology  
		 
		“Keen On Boys” 
		Escrita por Johan Duncanson y Martin Larsson 
		Interpretada por The Radio Dept. 
		Cortesía de Labrador Records y XL Recordings Ltd.  
		 
		“Aux languets d'Apollon” 
		(De la ópera ballet “Platée”) 
		Escrita por Jean-Philippe Rameau 
		Interpretada por Carolyn Sampson y Ex Cathedra 
		Dirigida por Jeffrey Skidmore 
		Cortesía de Hyperion Records, Ltd.  
		 
		“Opus 23” 
		Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran  
		 
		“I Want Candy (Kevin Shields Remix)” 
		Escrita por Bob Feldman, Jerry Goldstein, Richard Gottehrer y Bert Berns 
		Interpretada por Bow Wow Wow y Kevin Shields 
		Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment  
		 
		“Hong Kong Garden” 
		Escrita por Susan Ballion, Steven John Bailey, John Gareth McKay y 
		Kenneth Morris 
		Interpretada por Siouxsie y los Banshees 
		Cortesía de Polydor Ltd. (UK) y Universal Music Enterprises  
		 
		“Aphrodisiac” 
		Escrita por Matthew Ashman, Dave Barbarossa, Leigh Gorman, Annabella 
		Lwin y Malcolm McLaren 
		Interpretada por Bow Wow Wow 
		Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment  
		 
		“Fools Rush In (Kevin Shields Remix)” 
		Escrita por Johnny Mercer y Rube Bloom 
		Interpretada por Bow Wow Wow y Kevin Shields 
		Cortesía de EMI Records, Film & Television  
		 
		“Plainsong” 
		Escrita por Robert Smith, Simon Gallup, Boris Williams, Roger O'Donnell 
		y Laurence Tolhurst 
		Interpretada por The Cure 
		Cortesía de Fiction Records Limited, Polydor Ltd. UK, Universal Music 
		Enterprises, Elektra Entertainment Group y Warner Music Group Film y TV 
		Licensing  
		 
		“Ceremony” 
		Escrita por Ian Curtis, Peter Hook, Peter Hook y Stephen Morris 
		Interpretada por New Order 
		Cortesía de Warner Music Group y London-Sire Records Ltd.  
		 
		“Tommib Help Buss” 
		Escrita por Tom Jenkinson 
		Interpretada por Squarepusher 
		Cortesía de Warp Records  
		 
		“Ou Boivent Les Loups” 
		Escrita e interpretada por Phoenix  
		 
		“Kings of the Wild Frontier” 
		Escrita por Marco Pirroni y Adam Ant 
		Interpretada por Adam Ant y The Ants 
		Cortesía de Epic Records y Sony BMG Music Entertainment (UK), LTD.  
		 
		“Avril 14th” 
		Escrita por Richard D. James 
		Interpretada por Aphex Twin 
		Cortesía de Warner Music Group, Warp Records y Sire Records  
		 
		“What Ever Happened?” 
		Escrita por Julian Casablancas 
		Interpretada por The Strokes 
		Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment  
		 
		“Tristes apprêts, pâles flambeaux” 
		(Tomada de Tragédie lyrique “Castor y Pollux”) 
		Escrita por Jean-Philippe Rameau 
		Interpretada por Agnès Mellon y Les Arts Florissants 
		Dirigida por William Christie 
		Cortesía de Harmonia Mundi S.A. (P) 1993  
		 
		“Opus 36” 
		Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran  
		 
		“All Cats are Grey” 
		Escrita por Robert Smith, Simon Gallup y Laurence Tolhurst 
		Interpretada por The Cure 
		Cortesía de Fiction Records Limited, Polydor Ltd. UK, Universal Music 
		Enterprises, Elektra Entertainment Group y Warner Music Group Film y TV 
		Licensing  
		 
		“Les barricades mystérieuses” 
		Escrita por François Couperin 
		 
		
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