"LOS SIMPSON –

LA PELÍCULA"

de David Silverman

 



Después de dieciocho temporadas, cuatrocientos episodios, e innumerables premios y galardones (incluyendo un Peabody, 23 Emmys y un nombramiento por parte de la revista Time como “el mejor programa de televisión del siglo XX”), “Los Simpson” se ha convertido en un largometraje. Y eso es algo bueno, porque realmente toma una gran pantalla para capturar completamente la estupidez épica de Homero.
En la muy esperada película basada en la exitosa serie de televisión, Homero tiene que salvar al mundo de una catástrofe que él mismo ha creado. Todo comienza con Homero, su nueva mascota que es un cerdo, y un silo con una fuga lleno de excrementos – una combinación que desencadena un desastre como nunca antes lo había experimentado Springfield. Mientras que Marge se encuentra indignada por la monumental metida de pata de Homero, una multitud con sed de venganza llega a la casa Simpson. La familia logra escapar, pero pronto se encuentra dividida tanto por locación geográfica como por el conflicto.
La ciudadanía de Springfield tiene buenas razones para desear venganza contra Los Simpson. La calamidad desatada por Homero ha llamado la atención del presidente estadounidense Arnold Schwarzenegger (con la voz de Harry Shearer) y del Jefe de la Agencia de Protección al Medio Ambiente Russ Cargill (con la voz de Albert Brooks). “Sabe usted, señor,” le dice Cargill al presidente, “cuando me nombró jefe de esta agencia, fue aplaudido por nombrar a uno de los hombres más exitosos de Estados Unidos para encabezar la agencia de gobierno menos exitosa. ¿Y por qué acepté el empleo? Porque soy un hombre rico que quería regresar algo a la comunidad. No el dinero, pero algo.” Ese “algo” es un plan endemoniado para contener el desastre.
Mientras que el destino de Springfield y el mundo cuelgan en la balanza, Homero se embarca en una odisea personal de redención – buscando el perdón de Marge, la reunificación de su fracturada familia, y la salvación de su ciudad natal.
LOS SIMPSON – LA PELÍCULA es protagonizada por el reparto de la serie Dan Castellaneta, Julie Kavner, Nancy Cartwright, Yeardley Smith, Hank Azaria, Harry Shearer, Pamela Hayden, y Tress MacNeille. Albert Brooks es también protagonista.
Los productores de la cinta son James L. Brooks, el productor ejecutivo de la serie de “Los Simpson,” Matt Groening, el creador, Al Jean, el actual showrunner del programa, además de Mike Scully y Richard Sakai. Sakai ha estado con la serie desde su inicio, al mismo tiempo siendo productor o productor ejecutivo de éxitos de la pantalla grande tales como “Jerry Maguire, Amor y Desafío” y “Mejor, Imposible.” El libreto fue escrito por James L. Brooks, Matt Groening, Al Jean, Ian Maxtone-Graham, George Meyer, David Mirkin, Mike Reiss, Mike Scully, Matt Selman, John Swartzwelder, y Jon Vitti – todos veteranos de la serie. David Silverman, el director supervisor de animación, está al frente del largometraje. Silverman ha estado con la serie desde su debut, y fue codirector del éxito animado “Monsters, Inc.”
“Los Simpson” nació hace veinte años, cuando a Matt Groening se le pidió que proporcionara segmentos animados para la serie cómica “The Tracy Ullman Show,” que se transmitía por la cadena Fox. Groening no quería ceder los derechos de su popular historieta “Life in Hell”, así que creó, ahí mismo, a los personajes de la familia de Los Simpson. “Los Simpson” ha sido un éxito tanto en índices de audiencia como para la crítica desde su inicio en 1988 como serie semanal de media hora, convirtiéndose en un fenómeno de la cultura popular. El resto es historia televisiva – y ahora cinematográfica.
Para Groening, LOS SIMPSON – LA PELÍCULA le da la oportunidad a los realizadores y al público de experimentar algo que el programa, con todo y sus innumerables galardones y su enorme impacto cultural, no podía ofrecer: “Queríamos contar una historia “Simpson” en un formato más largo en el lienzo amplio de una pantalla de cine, y escuchar a una sala llena de gente reír al unísono,” dice Groening.
Ya desde la primera temporada del programa, el estudio se había acercado a Groening y al coproductor ejecutivo James L. Brooks para plantearles el convertir al fenómeno televisivo en largometraje. Pero entonces, como se han preguntado las legiones de fanáticos, ¿porqué tomó 18 años llevar a “Los Simpson” a la pantalla grande?
Al Jean, que es actualmente el showrunner de la serie y es escritor/productor en la película, ofrece algunas ideas: “Esperamos 18 años para hacer la película, porque no queríamos hacerlo únicamente porque podíamos; queríamos hacer la película porque era el momento justo. Queríamos crear una historia que exigiera el alcance que ofrece un largometraje. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA no son tres episodios del programa unidos. Tiene corazón. Está centrada en las fuerzas que pueden destruir a una familia y a una ciudad, y refleja la forma en que un hombre podría reconstruir su vida en esa situación.”
“Lo que separa a la película del programa es la escala,” añade James L. Brooks, el realizador ganador del Oscar que está detrás de “Mejor, Imposible,” “La Fuerza del Cariño” y “Broadcast News,” el escritor–productor de “The Mary Tyler Moore Show” y “Taxi,” y uno de los escritores-productores de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA. “Tenemos cien partes con diálogos en la película, y creamos escenas que no podríamos empezar a dibujar para la serie. Sobre todo, queríamos que la película de ‘Los Simpson’ fuera una experiencia cinematográfica real para el público, y al mismo tiempo que fuera fiel a lo que hacemos en el programa. Tuvimos cuidado de no alejarnos demasiado.”
El programa de televisión no tenía entonces suficiente gente para poder simultáneamente escribir y animar la serie y la película. “En ese momento, no teníamos un equipo de escritores o animadores sentados buscando algo que hacer,” Matt Groening subraya. “Contrariamente a la mayoría de las series, ‘Los Simpson’ nunca toma descansos. Estábamos dedicándole toda nuestra energía al programa, y nunca quisimos lastimarlo por hacer una película.”
Al transcurrir los años, Brooks y los showrunners expandieron el staff de escritores de la serie, lo cual ya por lo menos solucionó el factor de la mano de obra. “Llegamos a un punto donde teníamos dos cuartos de escritores en un momento dado,” dice David Mirkin, un renombrado director cómico por derecho propio (“Las Estafadoras,” “Romy y Michelle”), un productor-escritor en el programa y escritor en la película. “Así que los tipos que estuvieron en el programa desde el inicio podían irse a escribir la película mientras que el programa seguía su curso, sin afectar la calidad.”
En el 2001, una película de ‘Los Simpson’ se acercaba más a poder ver la luz del día cuando el reparto de la serie firmó un nuevo contrato, que incluía los términos para que hicieran la voz de los personajes en un largometraje. Pero aún quedaba la tarea de encontrar una idea que justificara el tratamiento de pantalla grande, y después de eso crear un libreto realizable.
En noviembre del 2003, se empezó a trabajar afanosamente en un libreto para la película de ‘Los Simpson’. “Cuatro de nosotros fuimos centrales para tomar la decisión de seguir adelante con un libreto,” explica James L. Brooks. “Llegó el momento en que sentimos las ganas de hacerlo.”
“Nos hicimos las preguntas críticas,” recuerda Mike Scully. “¿Pensábamos poder inventar una historia que justificara un largometraje? ¿Cómo afectaría el hacer la película a la producción de la serie?”
Los productores se impusieron altos estándares para ellos mismos y para el trabajo que seguiría. “Comenzamos a escribir el libreto y no nos detuvimos,” agrega Brooks. “Lo más difícil fue prestar una atención fija y extraordinaria a cada pauta y chiste; estresarnos diariamente y al mismo tiempo hacer parecer que éramos un grupo suelto y despreocupado de bromistas. Nunca llegó el momento en el que pensáramos en darnos por vencidos, así que seguimos trabajando en ello.”
A medida que comenzaron a tomar forma las ideas para una historia cinematográfica, los productores estaban decididos a no recrear “Los Simpson” para la pantalla grande, optando en cambio por retener todo lo que los fanáticos aman en los personajes. “La diferencia es que estamos contando una historia que necesita noventa minutos y un formato de pantalla grande,” dice Al Jean. “Y no hay una historia única. Cada miembro de la familia Simpson tiene su propio arco de crecimiento y redención en la historia, aún el bebé. Queríamos que la familia dejara cautivo emocionalmente al público hasta el final, y ésa fue tal vez nuestra mayor lucha. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA también tenía que tener grandes escenas, lugares y temas.”
Estas metas creativas exigían que el equipo de libretistas fuera el más fuerte posible, así que los productores escogieron un equipo de escritores estrella que habían estado con el programa desde su inicio (o casi), muchos de los cuales también habían sido showrunners. Todos conocían y amaban a los personajes. Además de Brooks, Groening, Jean y Scully, el equipo de “escritores estrella” de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA incluyó a David Mirkin, Mike Reiss, George Meyer, John Swartzwelder y Jon Vitti. (Ian Maxtone-Graham and Matt Selman, actuales productores ejecutivos del programa, se unieron después al conjunto de escritores.)
Mientras que el compromiso de los escritores para crear el mejor libreto posible para la película de “Los Simpson” era inquebrantable, no se tomaron el nombramiento de escritores “estrella” tan en serio. “No es como si cada minuto de nuestras juntas fuera espectacular,” ríe Al Jean. “Como cualquier ‘estrella’ teníamos nuestros hits y nuestros errores.” Aún así, cada uno de ellos estuvo encantado con la oportunidad de colaborar en una muy esperada película llevando como protagonistas a los personajes que habían ayudado a moldear.
Para estos escritores, trabajar en LOS SIMPSON – LA PELÍCULA tenía una resonancia tanto emocional como creativa. “Fue increíblemente emocionante el trabajar en una película y tener el honor de ser seleccionado para escribir el guión,” dice Mike Reiss. “Más emocionante que hacer la película fue el estar en una habitación con ese grupo de personas,” hace eco Jon Vitti. “Fue un privilegio el ver a esos tipos trabajando día a día – y una horrible pesadilla tratar de estar a su nivel.” Agrega David Mirkin: “Fue fabuloso volver a juntarnos, porque hay una energía muy específica y muy especial cuando todos nos congregamos. Fue también una energía bastante malsana, para que lo sepan.”
Los escritores estaban tan involucrados con los personajes, y tan decididos a crear una película a la altura de “Los Simpson” que, por lo menos en sus primeras sesiones, les costó trabajo hacer un primer borrador. “Nos importaba tanto que estábamos demasiado apretados al principio del proceso creativo,” dice Brooks. “Nos tomó un año tan sólo para aflojarnos y comenzar a divertirnos en la forma en que siempre lo hacemos en el programa.”
Finalmente, los escritores lograron hacer el resumen para un libreto de película, aprobado por Brooks. Después dividieron el resumen en siete partes, con Jean, Scully, Mirkin, Reiss, Meyer, Swartzwelder y Vitti trabajando por su cuenta, escribiendo aproximadamente 25 páginas cada uno. Se reunieron un mes después y juntaron los siete “capítulos,” produciendo un muy rudimentario primer borrador.
Siguieron más de dos años de escribir y rescribir, abarcando por lo menos cien borradores de libreto. Fue un proceso meticuloso y agotador. “Aún cuando la película es tres veces más larga que el programa de televisión, fue cientos de veces más difícil de escribir,” dice David Mirkin.
“Mordimos muchos lápices y pedimos muchas pizzas nocturnas para mantenernos en pie,” agrega Matt Groening. “Siempre fue cuestión de escribir y rescribir, con un énfasis en rescribir. Siempre estábamos haciendo cambios en el guión, y nunca dejamos de tratar de sacar un mejor diálogo o escena.”
“Estábamos decididos a seguir rescribiendo hasta que los animadores murieran de agotamiento,” bromea el escritor Matt Selman. “Si no hubiéramos tenido una fecha de estreno, seguiríamos trabajando en ello.”
Todos estaban agradecidos de tener a James L. Brooks de regreso en la habitación de los escritores. Brooks fue showrunner en los primeros años de la serie, después sirviendo como inspiración y dando asesoría a los escritores del programa. (“La serie fue mi trabajo de tiempo completo durante tres años y ha sido un trabajo de medio tiempo desde entonces,” señala.) Para la película, Brooks restableció la conexión con los personajes y con el mundo que había ayudado a desarrollar. “La participación de Jim es el gran secreto de la película,” dice Mike Reiss. “Nos hizo pasar por tantas revisiones que no puedo ni contarlas. Ése es el modus operandi de Jim – trabajar hasta el momento en que logras quitarle el libreto de las manos.”
“Teníamos que expandir nuestra forma de pensar y salirnos de la estructura de contar historias en veintidós minutos de los programas de tele,” agrega Mike Scully. “Y ahí es donde nos apoyamos mucho en Jim porque ha hecho tantas buenas películas. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA requería que reajustáramos la forma en que contamos historias en ‘Los Simpson,’ y Jim fue una gran influencia en ese aspecto.”
“Jim estaba trabajando más que cualquiera de nosotros,” afirma John Swartzwelder, quien tiene más libretos de su autoría en el programa que cualquier otro de los escritores. “Fue increíble el ver como creaba estas cosas peculiares que metíamos en la película para ver si funcionaban.”
“Fue realmente emocionante trabajar en una película con Jim Brooks,” resume Al Jean. “Diría ‘una en un millón’ pero yo espero que haya más.”
Varios de los escritores le dan el crédito a Brooks de haberse asegurado que el guión incluyera importantes momentos emocionales. Pero el mismo Brooks dice que tienen el mismo peso la comedia, la acción y la emoción en la historia. “No hay nada más importante para el mundo de ‘Los Simpson’ que arrancar todas las risas posibles e incluir grandes piezas en el escenario,” explica. “Y esto hizo que fuera un mayor desafío el crear emoción en la historia. Siempre comenzamos con la risa. Pero necesitábamos esa emoción, que hace que las bromas se encadenen y que hace que al público le interese lo que le pase a los personajes.”
Más que cualquier otra cosa, Brooks buscó el tono propicio para la película. “Tono es la palabra que describe todo lo que buscábamos,” dice Brooks. “Echas todo en una olla – historia, emoción, chistes – pero finalmente lo que sale de ahí es el tono. Siempre es lo más importante en una película.”
La búsqueda del tono propicio fue extendida más allá del proceso de dos años de escribir y animar la película. Hans Zimmer, quien compuso la banda sonora de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, también hizo contribuciones clave para el tono. “Hans estuvo muy involucrado en la búsqueda del tono idóneo, dándonos un punto de vista fresco después de los años que ya habíamos pasado con la película,” agrega Brooks.
En una habitación llena de escritores trabajando incansablemente para crear el mejor guión de película posible, nadie trabajó más duro que Al Jean, quien tuvo la tarea hercúlea de estar al frente del programa y trabajar como productor-escritor en la película. “No puedo pensar en otra persona que hubiera podido tener la responsabilidad del programa y la película al mismo tiempo,” se maravilla el escritor Ian Maxtone-Graham. “Es prueba de la impresionante capacidad mental de Al. En un momento dado lo verías revisando el guión gráfico del programa y al mismo tiempo se volvería hacia nosotros y nos daba una idea para la película.”
El incansable Jean – la única persona que estaba al tanto de todo lo que estaba relacionado con la película y el programa – se aseguró que no hubiera superposiciones de trama entre las dos, y que los puntos claves de la película se mantuvieran en secreto. “Como hemos mantenido la trama de la película secreta, cuando los escritores del programa tenían ideas similares a las presentadas en la película, yo les decía, ‘No podemos usar eso. Pero no les puedo decir porqué.”
La confidencialidad a la que se refiere Jean estuvo a un nivel raramente visto en la industria del cine, aún en estos tiempos de cautela por Internet. Los realizadores mantuvieron el libreto bajo llave en las oficinas de producción y aún cuando ya se acercaba la fecha de estreno de la película, vacilaban en divulgar detalles de la trama, para garantizar que el público tuviera el efecto completo de las muchas sorpresas de la película. Pero uno de los primeros tráileres reveló la presencia de un nuevo miembro en la casa Simpson: un cerdo mascota de Homero, cuya contribución más significativa a la comunidad es unas cuantas toneladas de “fertilizante.”
El “incidente” de los excrementos de cerdo, combinado con la personalidad atolondrada de Homero, lleva al desastre al pueblo de Springfield. “Nos emocionó la idea de Homero haciendo lo peor que jamás había hecho,” dice David Mirkin. “Y eso lo lleva al dilema moral de dejar que el pueblo muera o tratar de salvarlo.”
Springfield en sí mismo se convierte en un personaje central de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, distinguiendo aún más a la película de la serie. Los realizadores ponen a la ciudad entera en exhibición a través de un gran instrumento cinematográfico. Adicionalmente, logran poner en el reflector a prácticamente cada uno de los personajes de Springfield, la mayoría de los cuales son vistos en una escena de una multitud gigantesca que es una de las piezas centrales del film.
Un personaje clave en las sesiones frecuentes e interminables de los escritores ni siquiera era escritor. Rompiendo con la tradición de la realización de largometrajes animados, el director David Silverman trabajó de cerca con los escritores, dándole forma a los visuales y a la edición, viendo las mejores formas de visualizar un chiste, y encontrando nuevas formas de expandir el universo de Los Simpson para la pantalla grande. Continuamente hacían cambios en el libreto y volvían a grabar a los actores. “Fue un castigo cruel e inusual para David Silverman,” bromea Matt Groening.
Silverman, veterano de veinte años en “Los Simpson,” trabajó primero en los cortos de “Los Simpson” para el “Tracy Ullman Show” antes de convertirse en director, y después en director/productor supervisor en la serie. Su profundo afecto por los personajes es inigualable. “Me encanta dibujarlos,” dice, “y crear algo ingenioso y gracioso que no haya sido hecho anteriormente.”
“David ha sido el espíritu de ‘Los Simpson” durante ya mucho tiempo,” dice Brooks. “Cuando estaba trabajando en los cortos de ‘The Tracy Ullman Show,’ me hablaba con mucha pasión de lo que significaría para él tener un programa entero de televisión dedicado a estos personajes. Me impresionó tanto su pasión que empecé el proceso de la serie.”
Silverman, por supuesto, tuvo una gran influencia en el estilo visual del programa. “David básicamente le dio a los personajes sus reglas de conducta y codificó las reglas de cómo dibujarlos,” dice Groening. “Para mí, dibujar a los personajes es un proceso intuitivo – tengo una sensación y los dibujo. Pero David sabe que hay once picos en la cabeza de Bart, y que la cabeza de Marge es de la altura de nueve ojos – o algo así.”
Para LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, el desafío de Silverman era el idear un estilo visual que fuera fiel al programa y al mismo tiempo que lo expandiera para el marco de un largometraje. Silverman hizo uso completo de la proporción de aspecto de 2:35 a 1 de la pantalla ancha (widescreen), lo cual le permitió poner más personajes en cámara, prestar atención considerable a cada escena, abrir la película emocionalmente, y aumentarle riqueza a la textura y colores de la pantalla de fondo. “No queríamos romper el look gráfico de la serie, pero en cambio enriquecerlo y llenarlo,” explica Silverman.
Para inspirarse, Silverman volvió a ver películas como “Bad Day at Black Rock,” una de las primeras películas de pantalla ancha que usaron innovadoramente este formato para un drama íntimo, y la comedia épica “El Mundo está Loco, Loco, Loco,” que llenó la pantalla con una multitud de personajes.
El formato de pantalla ancha presentó muchos desafíos y oportunidades para el director. Por una parte, tuvo que aumentar dimensión a personajes que hasta ahora habían sido vistos sobre todo en pantallas chicas de televisión, pero que ahora iban a ser de casi dos metros en algunas pantallas de cine. Adicionalmente, Silverman experimentó con la creación de escenas llenas de emoción en tomas anchas, cuando normalmente tendría que hacerlas en primer plano.
Para transmitir las pautas emocionales en la película, Silverman usó colores, sombras de tono y sombras de descenso a un nivel que no era posible en la serie. También tuvo más latitud para mover la cámara, más notablemente para una elaborada secuencia de patinaje en ruedas, durante una persecución épica, y para una escena de muchedumbre. Para ésta última, Silverman enfocó a las hordas arremolinándose en la casa Simpson. “Normalmente, tendrías una toma de la multitud, y después cortarías a un primer plano,” dice Silverman. “Pero quería darle a la escena mucha energía, así que movía la cámara adentro de la multitud.” Un póster clásico de la serie de televisión mostrando al reparto de personajes completo proporcionó la base para la escena. “Imaginé correr hacia el póster con una cámara,” añade.
Para la animación de los personajes, Silverman se apoyó en la plantilla creada por Groening dos décadas antes, la cual evitaba personajes bizcos o que se vieran maniáticos, ambas convenciones de las series animadas y de las películas. “Siempre queremos que nuestros personajes sean reactivos e impulsivos,” advierte Silverman. “Esto añade a su humor y personalidad. Siempre estamos buscando que tengan comportamientos de humano específicos y realistas.”
Tal vez el desafío más grande de Silverman fue el restringido plan de filmación de la película. Toma nueve meses el hacer un episodio del programa, y Silverman tuvo tan sólo un año y medio para hacer LOS SIMPSON – LA PELÍCULA. (Tuvo dos lujosos años para hacer “Monsters, Inc.”) Para poder cumplir con las rigurosas fechas límite, Silverman creó varios equipos de producción, con directores de secuencia, que trabajaban bajo el mando de Silverman, dirigiendo a sus propios grupos.
El primer paso para animar la película fue crear los guiones gráficos – los paneles que determinan los cortes, tomas, ángulos y ejecuciones. Después, Silverman y sus equipos desarrollaron poses claves de animación, dibujos y trazados, seguido por los animáticos que proporcionaron planos del tiempo y el ritmo, y ayudaron a determinar si los chistes estaban funcionando. En el camino, se diseñaron los accesorios y los vestuarios, y nuevos personajes fueron introducidos. Los últimos pasos incluyeron los tiempos finales y la afinación de la animación.
Para ahorrar tiempo, Silverman utilizó carretes de historia (story reels), donde filmó los guiones gráficos, aumentándolos con poses adicionales y una banda sonora provisional, permitiéndole así a Silverman transmitir la esencia de la película casi desde el inicio.
El trabajo de Silverman y sus equipos en el formato de pantalla ancha le aporta una nueva dimensión a los personajes preferidos por tanta gente. “Con la película, David se está sobrepasando a sí mismo completamente,” dice Matt Groening. “LOS SIMPSON – LA PELÍCULA en verdad le hace honores a los animadores que trabajan tan duro en la película y en el programa. Realmente ponen todas sus habilidades y talento en la pantalla.”
“La película es una mayor experiencia que el programa,” dice Silverman. “Hay tanto en la película que los fans no habían experimentado antes con el programa.” Y, volviendo a la noción de Matt Groening de crear una película para permitir que los fanáticos disfruten de la experiencia comunal de ver una película de “Los Simpson” en un cine, Silverman comenta, “Me encanta la idea de ochocientas personas riéndose al mismo tiempo de un chiste o de una escena en la película. He dado muchas conferencias en universidades donde proyecto clips del programa a un público grande. El ver a estos públicos reír de estos clips a través de los años – y proyectarlos en una pantalla grande – me dio la confianza de que seríamos capaces de hacer que el público del cine riera. Creo que una auténtica experiencia cinematográfica logrará agrandar ese disfrute.”
Al Jean observa que la atracción de la película va más allá de los fieles de “Los Simpson” que han visto el programa desde hace dieciocho años. “Durante cuatro años nos hemos estado matando para producir una película que llenara las expectativas de los muchos fans del programa y que al mismo tiempo fuera completamente entretenida para la gente que nunca antes ha visto ‘Los Simpson.’ Si sintiera un poco más de presión sería un diamante.”
Haciendo a un lado las innumerables presiones de crear LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, el inminente estreno de la película llevó a dos de sus fuerzas visionarias a meditar acerca del fenómeno de “Los Simpson” y cuánto ha significado para ellos. “Hace veinte años, únicamente esperaba que ‘Los Simpson’ fuera exitoso, y creí que lo sería,” dice Matt Groening. “Pero no tenía idea que en 2007 estaríamos haciendo este largometraje y celebrando nuestro episodio 400. Ha sido un viaje loquísimo.”
“En la creación de esta película, y a pesar de todas las presiones que hemos sentido, y los filtros críticos a través de los cuales he estado mirando, de vez en cuando levantaba la vista y veía a Homero hacer algo en la pantalla,” dice James L. Brooks. “Y me quedaba maravillado de que después de todos estos años, todavía siento una ola de afecto por él. Ver así a Homero trasciende la experiencia del trabajo.”

ACERCA DE LA FAMILIA SIMPSON
HOMERO SIMPSON es un hombre sencillo. Un hombre que ha probado a través de una muy castigadora serie de ensayos y errores que aún las metas más grandes de alguien son alcanzables – dado que sean lo suficientemente mediocres. Homero es conocedor de los vaivenes que conlleva su empleo en la Planta Nuclear de Springfield, habiendo sido despedido y recontratado innumerables veces para el mismo puesto. A pesar del hecho de que Homero es frecuentemente el gordo obstáculo atorado en los engranajes de las locas maquinaciones impulsadas por el dinero del Sr. Burns, el Sr. Burns jamás puede recordar el nombre de Homero.
Homero está también atorado en medio de un clásico ciclo generacional de paternidad. Habiendo sido constantemente corregido y menospreciado por su padre, Homero lucha para apoyar a su propia familia asfixiándolos con indiferencia y poco frecuentes palabras cariñosas. Como resultado, Lisa se siente excluida, Bart se porta mal, y, por todo lo que sabe Homero, Maggie apenas y existe. Sin embargo Homero ama profundamente y es intensamente fiel a su esposa e hijos, cuando se acuerda de ellos. Cuando Marge se rehúsa a ir de cacería al basurero municipal, Homero promete traerle un bonito regalo. De hecho, Homero pasa el mayor tiempo posible cantando las virtudes de Marge entre rondas de cerveza en la Taberna de Moe. Si tan sólo pudiera recordar la letra de esa canción.
La Taberna de Moe es la casa más fea de Homero cuando no está en su propia casa; un lugar donde será recibido con los brazos abiertos tanto por la gente que le desea bien como por la que le desea mal, con la condición de que invite las rondas, lo cual raramente ocurre; un lugar donde puede relajarse, rascarse con sus llaves, sonarse en su camisa, y beber vaso tras vaso de dulce, dulce cerveza. Un lugar donde, después de unos cuantos tragos y un huevo avinagrado o dos, todo parece posible, aún sus descabellados planes para volverse rico rápido. Después de todo, la vida es demasiado corta para volverse rico despacio.

Detrás de cada gran hombre se encuentra parada una mujer. Lo que le pasó a MARGE SIMPSON fue que la sorprendieron parada en la fila equivocada. Marge es el centro emocional de la familia, el dulce, dulce relleno de la dona Simpson. Como tal, es inexplicablemente comprensiva, incansablemente optimista, y alarmantemente permisiva. Sus extraordinarias habilidades como ama de casa hacen milagros. Puede convertir viejos huesos de pollo en collares, sobras en guisados, y una invasión de hormigas rojas en un educativo y entretenido circo de insectos.
Aún cuando Homero es egoísta, olvida cumpleaños, aniversarios y días festivos (tanto religiosos como laicos), come con la boca abierta, hace apuestas, y pasa su tiempo en la Taberna de Moe con un grupo de vagos zarrapastrosos, Marge permanece a su lado. Debe ser amor. Y además de eso, Homero la necesita con desesperación, la ama profundamente, y hace lo más que puede para darle todo lo que necesita, en esas raras ocasiones en que no está pensando en sí mismo. Frente a las innumerables metidas de pata de Homero, Marge nunca pierde la esperanza, sacando fuerza de su interminable colección de frases para vivir (por ejemplo “La mayoría de las mujeres te dirán que eres una tonta si piensas que puedes cambiar a un hombre – pero esas mujeres son perdedoras.”)
Puede que Marge tema a lo desconocido, pero sus firmes convicciones morales le han permitido sobreponerse a su necesidad de ser conformista. Esto la ha llevado a encabezar luchas contra el Monorriel de Springfield, de frustrar la campaña del Sr. Burns para ser gobernador, y de acabar brevemente con la violencia de las caricaturas en “El Show de Tom y Daly” fundando la S.N.C.A., Springfieldianos por la No-Violencia, Comprensión y Ayuda. Pero la mayor parte de su energía es dedicada a cuidar de su familia. Una tarea monumental, porque a pesar del amor que siente por ellos, la agota completamente. Pero como diría Marge misma, Los Simpson no pueden ser limosneros con garrote.

BART SIMPSON quiere tenerlo todo y normalmente logra lo que quiere, que frecuentemente resulta ser más complicado de lo que pensaba. Mientras que muchos acusan a Bart de ser demasiado dependiente de su padre sustituto, la televisión, tiene muchos intereses fuera, como comer helado frente al centro para control de peso, perfeccionar el arte del gargajo, y sentarse en el techo con un bate de béisbol para espantar a los O.V.N.I.s. Considerado por muchos como un travieso sin arrepentimientos, Bart lucha agresivamente con su conciencia todos los días. De hecho, su temor más grande es que el lado bueno de su conciencia gane la batalla un día.
Bart es una persona muy activa. Vive en el presente, raramente considerando las consecuencias de su insaciable curiosidad. Animado frecuentemente por la bondad del jarabe de un Squishee del Kwik-E-Mart, las travesuras de Bart requieren de mucha energía y mantienen al resto de su familia con el alma en un hilo. Lidiar con él es una constante lucha. Homero trata de mantener la calma, Lisa trata de llamar la atención, y Marge trata de quitar los dedos de Homero de alrededor de la garganta de Bart. Por otra parte, Bart comparte el gusto de Homero por la comida chatarra, la desastrosa conducta, y las bromas y chascarrillos, admira y a veces se apoya en la inteligencia y el ingenio de Lisa, y aprecia la cocina de Marge y su amor inquebrantable.
La carrera de Bart en la Escuela Primaria de Springfield es igualmente tempestuosa. Junto con su mejor amigo y hermano de saliva, Milhouse, el ratón de biblioteca Martín Price, el abusador Nelson, y todo un grupo de jóvenes mentecatos, Bart le hace la vida imposible a la Sra. Krabappel, su maestra de cuarto grado. Se ha postulado como candidato para presidente de la clase con el programa de “Más Asbesto,” sustituyó las pastillas anticonceptivas de la Sra. Krabappel por Tic Tacs, se burló abiertamente del Director Skinner bajo su seudónimo de graffiti de El Barto, y ocasionó un disturbio estudiantil con su playera de “Abajo la Tarea”. Sus sentimientos hacia la escuela fueron muy bien ilustrados en uno de sus más queridos sueños, en donde la Escuela Primaria de Springfield era devorada por hormigas mecánicas gigantes.

LISA SIMPSON es un modelo de buena conducta, civismo, y creatividad. Como consecuencia, le resulta difícil encajar. En casa es la conciencia de la familia Simpson, la voz aleccionadora de lo políticamente correcto, y el alma de la razón. Consecuentemente, es ignorada. A menos que, por supuesto, su inteligencia pueda ser usada para uno de los planes descabellados de Homero o Bart. Buscando comprensión y apreciación, Lisa vuelve su mirada hacia la Escuela Primaria de Springfield, donde espera que sus singulares capacidades sean notadas. Y lo son. Sus maestros recompensan su inteligencia, sensibilidad, y talento con dieces y una indiferencia total. Sus compañeros de escuela, sin embargo, son todo menos indiferentes, poniéndole apodos como “Ñoña ñoñis,” “Nerda,” y “La Reina de los Cerebritos.”
Lisa canaliza su tristeza y desilusión en su música de saxofón, donde, bajo el espíritu de su mentor-guía, Encías Sangrantes Murphy, ha compuesto gemas como “Pounded by the Dodgeball Blues,” “Puny Allowance Blues,” and “I Been Good So Long, It Looks Like Bad to Me.” Sus otras pasiones incluyen los ponis, ver a los “Happy Little Elves,” marcar a la “Línea de Corey,” y estudiar las vidas de mujeres que han resistido la dominación del patriarcado. Sus considerables logros incluyen la implementación del alarmantemente exitoso programa de reciclaje de Springfield, ser la portera estrella del hockey para niños, y encontrar un uso práctico para la geometría.
Aún cuando Lisa llama mucho menos la atención por sus logros que Bart por sus travesuras, frecuentemente es la aliada devota e invaluable de Bart. Le ha ayudado a frustrar los planes diabólicos de Bob Patiño, a descubrir el zen en el arte del mini-golf, y a afilar sus habilidades peleando con la comida sirviendo de conveniente blanco. Como lo reconoce reticentemente Bart, Lisa tiene el cerebro y el talento para llegar muy lejos, no importa lo que digan los demás. Y cuando lo haga, Bart estará ahí para pedirle dinero prestado.

MAGGIE SIMPSON es el calmado centro del caos de la casa Simpson. Pacíficamente soporta los peculiares remedios caseros de sus chochos abuelos, usa novedosa ropa de bebé de gusto dudoso, y pasa fugaces momentos en el aire. Todo sin una queja. Las cosas podrían cambiar sin embargo, cuando Maggie aprenda a hablar. No que alguien vaya a escucharla. Cuando la dejan al cuidado de Homero, Maggie es libre de hacer lo que se le venga en gana, incluyendo tomar del plato del perro, explorar las maravillas de la maquinaria pesada, y dispararle a Charles Montgomery Burns. Maggie se relaciona mejor con aquellos que la comprenden. Como consecuencia, sus amigos más cercanos son el perro y el gato. Una vez, inclusive estrechó vínculos con una manada de osos pardos salvajes.


 

 

 

 

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