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Después de dieciocho temporadas, cuatrocientos episodios, e innumerables
premios y galardones (incluyendo un Peabody, 23 Emmys y un nombramiento
por parte de la revista Time como “el mejor programa de televisión del
siglo XX”), “Los Simpson” se ha convertido en un largometraje. Y eso es
algo bueno, porque realmente toma una gran pantalla para capturar
completamente la estupidez épica de Homero.
En la muy esperada película basada en la exitosa serie de televisión,
Homero tiene que salvar al mundo de una catástrofe que él mismo ha
creado. Todo comienza con Homero, su nueva mascota que es un cerdo, y un
silo con una fuga lleno de excrementos – una combinación que desencadena
un desastre como nunca antes lo había experimentado Springfield.
Mientras que Marge se encuentra indignada por la monumental metida de
pata de Homero, una multitud con sed de venganza llega a la casa
Simpson. La familia logra escapar, pero pronto se encuentra dividida
tanto por locación geográfica como por el conflicto.
La
ciudadanía de Springfield tiene buenas razones para desear venganza
contra Los Simpson. La calamidad desatada por Homero ha llamado la
atención del presidente estadounidense Arnold Schwarzenegger (con la voz
de Harry Shearer) y del Jefe de la Agencia de Protección al Medio
Ambiente Russ Cargill (con la voz de Albert Brooks). “Sabe usted,
señor,” le dice Cargill al presidente, “cuando me nombró jefe de esta
agencia, fue aplaudido por nombrar a uno de los hombres más exitosos de
Estados Unidos para encabezar la agencia de gobierno menos exitosa. ¿Y
por qué acepté el empleo? Porque soy un hombre rico que quería regresar
algo a la comunidad. No el dinero, pero algo.” Ese “algo” es un plan
endemoniado para contener el desastre.
Mientras que el destino de Springfield y el mundo cuelgan en la balanza,
Homero se embarca en una odisea personal de redención – buscando el
perdón de Marge, la reunificación de su fracturada familia, y la
salvación de su ciudad natal.
LOS SIMPSON – LA PELÍCULA es protagonizada por el reparto de la serie
Dan Castellaneta, Julie Kavner, Nancy Cartwright, Yeardley Smith, Hank
Azaria, Harry Shearer, Pamela Hayden, y Tress MacNeille. Albert Brooks
es también protagonista.
Los productores de la cinta son James L. Brooks, el productor ejecutivo
de la serie de “Los Simpson,” Matt Groening, el creador, Al Jean, el
actual showrunner del programa, además de Mike Scully y Richard Sakai.
Sakai ha estado con la serie desde su inicio, al mismo tiempo siendo
productor o productor ejecutivo de éxitos de la pantalla grande tales
como “Jerry Maguire, Amor y Desafío” y “Mejor, Imposible.” El libreto
fue escrito por James L. Brooks, Matt Groening, Al Jean, Ian Maxtone-Graham,
George Meyer, David Mirkin, Mike Reiss, Mike Scully, Matt Selman, John
Swartzwelder, y Jon Vitti – todos veteranos de la serie. David Silverman,
el director supervisor de animación, está al frente del largometraje.
Silverman ha estado con la serie desde su debut, y fue codirector del
éxito animado “Monsters, Inc.”
“Los Simpson” nació hace veinte años, cuando a Matt Groening se le pidió
que proporcionara segmentos animados para la serie cómica “The Tracy
Ullman Show,” que se transmitía por la cadena Fox. Groening no quería
ceder los derechos de su popular historieta “Life in Hell”, así que
creó, ahí mismo, a los personajes de la familia de Los Simpson. “Los
Simpson” ha sido un éxito tanto en índices de audiencia como para la
crítica desde su inicio en 1988 como serie semanal de media hora,
convirtiéndose en un fenómeno de la cultura popular. El resto es
historia televisiva – y ahora cinematográfica.
Para Groening, LOS SIMPSON – LA PELÍCULA le da la oportunidad a los
realizadores y al público de experimentar algo que el programa, con todo
y sus innumerables galardones y su enorme impacto cultural, no podía
ofrecer: “Queríamos contar una historia “Simpson” en un formato más
largo en el lienzo amplio de una pantalla de cine, y escuchar a una sala
llena de gente reír al unísono,” dice Groening.
Ya desde la primera temporada del programa, el estudio se había acercado
a Groening y al coproductor ejecutivo James L. Brooks para plantearles
el convertir al fenómeno televisivo en largometraje. Pero entonces, como
se han preguntado las legiones de fanáticos, ¿porqué tomó 18 años llevar
a “Los Simpson” a la pantalla grande?
Al Jean, que es actualmente el showrunner de la serie y es
escritor/productor en la película, ofrece algunas ideas: “Esperamos 18
años para hacer la película, porque no queríamos hacerlo únicamente
porque podíamos; queríamos hacer la película porque era el momento
justo. Queríamos crear una historia que exigiera el alcance que ofrece
un largometraje. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA no son tres episodios del
programa unidos. Tiene corazón. Está centrada en las fuerzas que pueden
destruir a una familia y a una ciudad, y refleja la forma en que un
hombre podría reconstruir su vida en esa situación.”
“Lo que separa a la película del programa es la escala,” añade James L.
Brooks, el realizador ganador del Oscar que está detrás de “Mejor,
Imposible,” “La Fuerza del Cariño” y “Broadcast News,” el
escritor–productor de “The Mary Tyler Moore Show” y “Taxi,” y uno de los
escritores-productores de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA. “Tenemos cien
partes con diálogos en la película, y creamos escenas que no podríamos
empezar a dibujar para la serie. Sobre todo, queríamos que la película
de ‘Los Simpson’ fuera una experiencia cinematográfica real para el
público, y al mismo tiempo que fuera fiel a lo que hacemos en el
programa. Tuvimos cuidado de no alejarnos demasiado.”
El programa de televisión no tenía entonces suficiente gente para poder
simultáneamente escribir y animar la serie y la película. “En ese
momento, no teníamos un equipo de escritores o animadores sentados
buscando algo que hacer,” Matt Groening subraya. “Contrariamente a la
mayoría de las series, ‘Los Simpson’ nunca toma descansos. Estábamos
dedicándole toda nuestra energía al programa, y nunca quisimos
lastimarlo por hacer una película.”
Al transcurrir los años, Brooks y los showrunners expandieron el staff
de escritores de la serie, lo cual ya por lo menos solucionó el factor
de la mano de obra. “Llegamos a un punto donde teníamos dos cuartos de
escritores en un momento dado,” dice David Mirkin, un renombrado
director cómico por derecho propio (“Las Estafadoras,” “Romy y
Michelle”), un productor-escritor en el programa y escritor en la
película. “Así que los tipos que estuvieron en el programa desde el
inicio podían irse a escribir la película mientras que el programa
seguía su curso, sin afectar la calidad.”
En el 2001, una película de ‘Los Simpson’ se acercaba más a poder ver la
luz del día cuando el reparto de la serie firmó un nuevo contrato, que
incluía los términos para que hicieran la voz de los personajes en un
largometraje. Pero aún quedaba la tarea de encontrar una idea que
justificara el tratamiento de pantalla grande, y después de eso crear un
libreto realizable.
En noviembre del 2003, se empezó a trabajar afanosamente en un libreto
para la película de ‘Los Simpson’. “Cuatro de nosotros fuimos centrales
para tomar la decisión de seguir adelante con un libreto,” explica James
L. Brooks. “Llegó el momento en que sentimos las ganas de hacerlo.”
“Nos hicimos las preguntas críticas,” recuerda Mike Scully. “¿Pensábamos
poder inventar una historia que justificara un largometraje? ¿Cómo
afectaría el hacer la película a la producción de la serie?”
Los productores se impusieron altos estándares para ellos mismos y para
el trabajo que seguiría. “Comenzamos a escribir el libreto y no nos
detuvimos,” agrega Brooks. “Lo más difícil fue prestar una atención fija
y extraordinaria a cada pauta y chiste; estresarnos diariamente y al
mismo tiempo hacer parecer que éramos un grupo suelto y despreocupado de
bromistas. Nunca llegó el momento en el que pensáramos en darnos por
vencidos, así que seguimos trabajando en ello.”
A medida que comenzaron a tomar forma las ideas para una historia
cinematográfica, los productores estaban decididos a no recrear “Los
Simpson” para la pantalla grande, optando en cambio por retener todo lo
que los fanáticos aman en los personajes. “La diferencia es que estamos
contando una historia que necesita noventa minutos y un formato de
pantalla grande,” dice Al Jean. “Y no hay una historia única. Cada
miembro de la familia Simpson tiene su propio arco de crecimiento y
redención en la historia, aún el bebé. Queríamos que la familia dejara
cautivo emocionalmente al público hasta el final, y ésa fue tal vez
nuestra mayor lucha. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA también tenía que tener
grandes escenas, lugares y temas.”
Estas metas creativas exigían que el equipo de libretistas fuera el más
fuerte posible, así que los productores escogieron un equipo de
escritores estrella que habían estado con el programa desde su inicio (o
casi), muchos de los cuales también habían sido showrunners. Todos
conocían y amaban a los personajes. Además de Brooks, Groening, Jean y
Scully, el equipo de “escritores estrella” de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA
incluyó a David Mirkin, Mike Reiss, George Meyer, John Swartzwelder y
Jon Vitti. (Ian Maxtone-Graham and Matt Selman, actuales productores
ejecutivos del programa, se unieron después al conjunto de escritores.)
Mientras que el compromiso de los escritores para crear el mejor libreto
posible para la película de “Los Simpson” era inquebrantable, no se
tomaron el nombramiento de escritores “estrella” tan en serio. “No es
como si cada minuto de nuestras juntas fuera espectacular,” ríe Al Jean.
“Como cualquier ‘estrella’ teníamos nuestros hits y nuestros errores.”
Aún así, cada uno de ellos estuvo encantado con la oportunidad de
colaborar en una muy esperada película llevando como protagonistas a los
personajes que habían ayudado a moldear.
Para estos escritores, trabajar en LOS SIMPSON – LA PELÍCULA tenía una
resonancia tanto emocional como creativa. “Fue increíblemente
emocionante el trabajar en una película y tener el honor de ser
seleccionado para escribir el guión,” dice Mike Reiss. “Más emocionante
que hacer la película fue el estar en una habitación con ese grupo de
personas,” hace eco Jon Vitti. “Fue un privilegio el ver a esos tipos
trabajando día a día – y una horrible pesadilla tratar de estar a su
nivel.” Agrega David Mirkin: “Fue fabuloso volver a juntarnos, porque
hay una energía muy específica y muy especial cuando todos nos
congregamos. Fue también una energía bastante malsana, para que lo
sepan.”
Los escritores estaban tan involucrados con los personajes, y tan
decididos a crear una película a la altura de “Los Simpson” que, por lo
menos en sus primeras sesiones, les costó trabajo hacer un primer
borrador. “Nos importaba tanto que estábamos demasiado apretados al
principio del proceso creativo,” dice Brooks. “Nos tomó un año tan sólo
para aflojarnos y comenzar a divertirnos en la forma en que siempre lo
hacemos en el programa.”
Finalmente, los escritores lograron hacer el resumen para un libreto de
película, aprobado por Brooks. Después dividieron el resumen en siete
partes, con Jean, Scully, Mirkin, Reiss, Meyer, Swartzwelder y Vitti
trabajando por su cuenta, escribiendo aproximadamente 25 páginas cada
uno. Se reunieron un mes después y juntaron los siete “capítulos,”
produciendo un muy rudimentario primer borrador.
Siguieron más de dos años de escribir y rescribir, abarcando por lo
menos cien borradores de libreto. Fue un proceso meticuloso y agotador.
“Aún cuando la película es tres veces más larga que el programa de
televisión, fue cientos de veces más difícil de escribir,” dice David
Mirkin.
“Mordimos muchos lápices y pedimos muchas pizzas nocturnas para
mantenernos en pie,” agrega Matt Groening. “Siempre fue cuestión de
escribir y rescribir, con un énfasis en rescribir. Siempre estábamos
haciendo cambios en el guión, y nunca dejamos de tratar de sacar un
mejor diálogo o escena.”
“Estábamos decididos a seguir rescribiendo hasta que los animadores
murieran de agotamiento,” bromea el escritor Matt Selman. “Si no
hubiéramos tenido una fecha de estreno, seguiríamos trabajando en ello.”
Todos estaban agradecidos de tener a James L. Brooks de regreso en la
habitación de los escritores. Brooks fue showrunner en los primeros años
de la serie, después sirviendo como inspiración y dando asesoría a los
escritores del programa. (“La serie fue mi trabajo de tiempo completo
durante tres años y ha sido un trabajo de medio tiempo desde entonces,”
señala.) Para la película, Brooks restableció la conexión con los
personajes y con el mundo que había ayudado a desarrollar. “La
participación de Jim es el gran secreto de la película,” dice Mike Reiss.
“Nos hizo pasar por tantas revisiones que no puedo ni contarlas. Ése es
el modus operandi de Jim – trabajar hasta el momento en que logras
quitarle el libreto de las manos.”
“Teníamos que expandir nuestra forma de pensar y salirnos de la
estructura de contar historias en veintidós minutos de los programas de
tele,” agrega Mike Scully. “Y ahí es donde nos apoyamos mucho en Jim
porque ha hecho tantas buenas películas. LOS SIMPSON – LA PELÍCULA
requería que reajustáramos la forma en que contamos historias en ‘Los
Simpson,’ y Jim fue una gran influencia en ese aspecto.”
“Jim estaba trabajando más que cualquiera de nosotros,” afirma John
Swartzwelder, quien tiene más libretos de su autoría en el programa que
cualquier otro de los escritores. “Fue increíble el ver como creaba
estas cosas peculiares que metíamos en la película para ver si
funcionaban.”
“Fue realmente emocionante trabajar en una película con Jim Brooks,”
resume Al Jean. “Diría ‘una en un millón’ pero yo espero que haya más.”
Varios de los escritores le dan el crédito a Brooks de haberse asegurado
que el guión incluyera importantes momentos emocionales. Pero el mismo
Brooks dice que tienen el mismo peso la comedia, la acción y la emoción
en la historia. “No hay nada más importante para el mundo de ‘Los
Simpson’ que arrancar todas las risas posibles e incluir grandes piezas
en el escenario,” explica. “Y esto hizo que fuera un mayor desafío el
crear emoción en la historia. Siempre comenzamos con la risa. Pero
necesitábamos esa emoción, que hace que las bromas se encadenen y que
hace que al público le interese lo que le pase a los personajes.”
Más que cualquier otra cosa, Brooks buscó el tono propicio para la
película. “Tono es la palabra que describe todo lo que buscábamos,” dice
Brooks. “Echas todo en una olla – historia, emoción, chistes – pero
finalmente lo que sale de ahí es el tono. Siempre es lo más importante
en una película.”
La búsqueda del tono propicio fue extendida más allá del proceso de dos
años de escribir y animar la película. Hans Zimmer, quien compuso la
banda sonora de LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, también hizo contribuciones
clave para el tono. “Hans estuvo muy involucrado en la búsqueda del tono
idóneo, dándonos un punto de vista fresco después de los años que ya
habíamos pasado con la película,” agrega Brooks.
En una habitación llena de escritores trabajando incansablemente para
crear el mejor guión de película posible, nadie trabajó más duro que Al
Jean, quien tuvo la tarea hercúlea de estar al frente del programa y
trabajar como productor-escritor en la película. “No puedo pensar en
otra persona que hubiera podido tener la responsabilidad del programa y
la película al mismo tiempo,” se maravilla el escritor Ian Maxtone-Graham.
“Es prueba de la impresionante capacidad mental de Al. En un momento
dado lo verías revisando el guión gráfico del programa y al mismo tiempo
se volvería hacia nosotros y nos daba una idea para la película.”
El incansable Jean – la única persona que estaba al tanto de todo lo que
estaba relacionado con la película y el programa – se aseguró que no
hubiera superposiciones de trama entre las dos, y que los puntos claves
de la película se mantuvieran en secreto. “Como hemos mantenido la trama
de la película secreta, cuando los escritores del programa tenían ideas
similares a las presentadas en la película, yo les decía, ‘No podemos
usar eso. Pero no les puedo decir porqué.”
La confidencialidad a la que se refiere Jean estuvo a un nivel raramente
visto en la industria del cine, aún en estos tiempos de cautela por
Internet. Los realizadores mantuvieron el libreto bajo llave en las
oficinas de producción y aún cuando ya se acercaba la fecha de estreno
de la película, vacilaban en divulgar detalles de la trama, para
garantizar que el público tuviera el efecto completo de las muchas
sorpresas de la película. Pero uno de los primeros tráileres reveló la
presencia de un nuevo miembro en la casa Simpson: un cerdo mascota de
Homero, cuya contribución más significativa a la comunidad es unas
cuantas toneladas de “fertilizante.”
El “incidente” de los excrementos de cerdo, combinado con la
personalidad atolondrada de Homero, lleva al desastre al pueblo de
Springfield. “Nos emocionó la idea de Homero haciendo lo peor que jamás
había hecho,” dice David Mirkin. “Y eso lo lleva al dilema moral de
dejar que el pueblo muera o tratar de salvarlo.”
Springfield en sí mismo se convierte en un personaje central de LOS
SIMPSON – LA PELÍCULA, distinguiendo aún más a la película de la serie.
Los realizadores ponen a la ciudad entera en exhibición a través de un
gran instrumento cinematográfico. Adicionalmente, logran poner en el
reflector a prácticamente cada uno de los personajes de Springfield, la
mayoría de los cuales son vistos en una escena de una multitud
gigantesca que es una de las piezas centrales del film.
Un personaje clave en las sesiones frecuentes e interminables de los
escritores ni siquiera era escritor. Rompiendo con la tradición de la
realización de largometrajes animados, el director David Silverman
trabajó de cerca con los escritores, dándole forma a los visuales y a la
edición, viendo las mejores formas de visualizar un chiste, y
encontrando nuevas formas de expandir el universo de Los Simpson para la
pantalla grande. Continuamente hacían cambios en el libreto y volvían a
grabar a los actores. “Fue un castigo cruel e inusual para David
Silverman,” bromea Matt Groening.
Silverman, veterano de veinte años en “Los Simpson,” trabajó primero en
los cortos de “Los Simpson” para el “Tracy Ullman Show” antes de
convertirse en director, y después en director/productor supervisor en
la serie. Su profundo afecto por los personajes es inigualable. “Me
encanta dibujarlos,” dice, “y crear algo ingenioso y gracioso que no
haya sido hecho anteriormente.”
“David ha sido el espíritu de ‘Los Simpson” durante ya mucho tiempo,”
dice Brooks. “Cuando estaba trabajando en los cortos de ‘The Tracy
Ullman Show,’ me hablaba con mucha pasión de lo que significaría para él
tener un programa entero de televisión dedicado a estos personajes. Me
impresionó tanto su pasión que empecé el proceso de la serie.”
Silverman, por supuesto, tuvo una gran influencia en el estilo visual
del programa. “David básicamente le dio a los personajes sus reglas de
conducta y codificó las reglas de cómo dibujarlos,” dice Groening. “Para
mí, dibujar a los personajes es un proceso intuitivo – tengo una
sensación y los dibujo. Pero David sabe que hay once picos en la cabeza
de Bart, y que la cabeza de Marge es de la altura de nueve ojos – o algo
así.”
Para LOS SIMPSON – LA PELÍCULA, el desafío de Silverman era el idear un
estilo visual que fuera fiel al programa y al mismo tiempo que lo
expandiera para el marco de un largometraje. Silverman hizo uso completo
de la proporción de aspecto de 2:35 a 1 de la pantalla ancha (widescreen),
lo cual le permitió poner más personajes en cámara, prestar atención
considerable a cada escena, abrir la película emocionalmente, y
aumentarle riqueza a la textura y colores de la pantalla de fondo. “No
queríamos romper el look gráfico de la serie, pero en cambio
enriquecerlo y llenarlo,” explica Silverman.
Para inspirarse, Silverman volvió a ver películas como “Bad Day at Black
Rock,” una de las primeras películas de pantalla ancha que usaron
innovadoramente este formato para un drama íntimo, y la comedia épica
“El Mundo está Loco, Loco, Loco,” que llenó la pantalla con una multitud
de personajes.
El formato de pantalla ancha presentó muchos desafíos y oportunidades
para el director. Por una parte, tuvo que aumentar dimensión a
personajes que hasta ahora habían sido vistos sobre todo en pantallas
chicas de televisión, pero que ahora iban a ser de casi dos metros en
algunas pantallas de cine. Adicionalmente, Silverman experimentó con la
creación de escenas llenas de emoción en tomas anchas, cuando
normalmente tendría que hacerlas en primer plano.
Para transmitir las pautas emocionales en la película, Silverman usó
colores, sombras de tono y sombras de descenso a un nivel que no era
posible en la serie. También tuvo más latitud para mover la cámara, más
notablemente para una elaborada secuencia de patinaje en ruedas, durante
una persecución épica, y para una escena de muchedumbre. Para ésta
última, Silverman enfocó a las hordas arremolinándose en la casa
Simpson. “Normalmente, tendrías una toma de la multitud, y después
cortarías a un primer plano,” dice Silverman. “Pero quería darle a la
escena mucha energía, así que movía la cámara adentro de la multitud.”
Un póster clásico de la serie de televisión mostrando al reparto de
personajes completo proporcionó la base para la escena. “Imaginé correr
hacia el póster con una cámara,” añade.
Para la animación de los personajes, Silverman se apoyó en la plantilla
creada por Groening dos décadas antes, la cual evitaba personajes bizcos
o que se vieran maniáticos, ambas convenciones de las series animadas y
de las películas. “Siempre queremos que nuestros personajes sean
reactivos e impulsivos,” advierte Silverman. “Esto añade a su humor y
personalidad. Siempre estamos buscando que tengan comportamientos de
humano específicos y realistas.”
Tal vez el desafío más grande de Silverman fue el restringido plan de
filmación de la película. Toma nueve meses el hacer un episodio del
programa, y Silverman tuvo tan sólo un año y medio para hacer LOS
SIMPSON – LA PELÍCULA. (Tuvo dos lujosos años para hacer “Monsters,
Inc.”) Para poder cumplir con las rigurosas fechas límite, Silverman
creó varios equipos de producción, con directores de secuencia, que
trabajaban bajo el mando de Silverman, dirigiendo a sus propios grupos.
El primer paso para animar la película fue crear los guiones gráficos –
los paneles que determinan los cortes, tomas, ángulos y ejecuciones.
Después, Silverman y sus equipos desarrollaron poses claves de
animación, dibujos y trazados, seguido por los animáticos que
proporcionaron planos del tiempo y el ritmo, y ayudaron a determinar si
los chistes estaban funcionando. En el camino, se diseñaron los
accesorios y los vestuarios, y nuevos personajes fueron introducidos.
Los últimos pasos incluyeron los tiempos finales y la afinación de la
animación.
Para ahorrar tiempo, Silverman utilizó carretes de historia (story reels),
donde filmó los guiones gráficos, aumentándolos con poses adicionales y
una banda sonora provisional, permitiéndole así a Silverman transmitir
la esencia de la película casi desde el inicio.
El trabajo de Silverman y sus equipos en el formato de pantalla ancha le
aporta una nueva dimensión a los personajes preferidos por tanta gente.
“Con la película, David se está sobrepasando a sí mismo completamente,”
dice Matt Groening. “LOS SIMPSON – LA PELÍCULA en verdad le hace honores
a los animadores que trabajan tan duro en la película y en el programa.
Realmente ponen todas sus habilidades y talento en la pantalla.”
“La película es una mayor experiencia que el programa,” dice Silverman.
“Hay tanto en la película que los fans no habían experimentado antes con
el programa.” Y, volviendo a la noción de Matt Groening de crear una
película para permitir que los fanáticos disfruten de la experiencia
comunal de ver una película de “Los Simpson” en un cine, Silverman
comenta, “Me encanta la idea de ochocientas personas riéndose al mismo
tiempo de un chiste o de una escena en la película. He dado muchas
conferencias en universidades donde proyecto clips del programa a un
público grande. El ver a estos públicos reír de estos clips a través de
los años – y proyectarlos en una pantalla grande – me dio la confianza
de que seríamos capaces de hacer que el público del cine riera. Creo que
una auténtica experiencia cinematográfica logrará agrandar ese
disfrute.”
Al Jean observa que la atracción de la película va más allá de los
fieles de “Los Simpson” que han visto el programa desde hace dieciocho
años. “Durante cuatro años nos hemos estado matando para producir una
película que llenara las expectativas de los muchos fans del programa y
que al mismo tiempo fuera completamente entretenida para la gente que
nunca antes ha visto ‘Los Simpson.’ Si sintiera un poco más de presión
sería un diamante.”
Haciendo a un lado las innumerables presiones de crear LOS SIMPSON – LA
PELÍCULA, el inminente estreno de la película llevó a dos de sus fuerzas
visionarias a meditar acerca del fenómeno de “Los Simpson” y cuánto ha
significado para ellos. “Hace veinte años, únicamente esperaba que ‘Los
Simpson’ fuera exitoso, y creí que lo sería,” dice Matt Groening. “Pero
no tenía idea que en 2007 estaríamos haciendo este largometraje y
celebrando nuestro episodio 400. Ha sido un viaje loquísimo.”
“En la creación de esta película, y a pesar de todas las presiones que
hemos sentido, y los filtros críticos a través de los cuales he estado
mirando, de vez en cuando levantaba la vista y veía a Homero hacer algo
en la pantalla,” dice James L. Brooks. “Y me quedaba maravillado de que
después de todos estos años, todavía siento una ola de afecto por él.
Ver así a Homero trasciende la experiencia del trabajo.”
ACERCA DE LA FAMILIA SIMPSON
HOMERO SIMPSON es un hombre sencillo. Un hombre que ha probado a través
de una muy castigadora serie de ensayos y errores que aún las metas más
grandes de alguien son alcanzables – dado que sean lo suficientemente
mediocres. Homero es conocedor de los vaivenes que conlleva su empleo en
la Planta Nuclear de Springfield, habiendo sido despedido y recontratado
innumerables veces para el mismo puesto. A pesar del hecho de que Homero
es frecuentemente el gordo obstáculo atorado en los engranajes de las
locas maquinaciones impulsadas por el dinero del Sr. Burns, el Sr. Burns
jamás puede recordar el nombre de Homero.
Homero está también atorado en medio de un clásico ciclo generacional de
paternidad. Habiendo sido constantemente corregido y menospreciado por
su padre, Homero lucha para apoyar a su propia familia asfixiándolos con
indiferencia y poco frecuentes palabras cariñosas. Como resultado, Lisa
se siente excluida, Bart se porta mal, y, por todo lo que sabe Homero,
Maggie apenas y existe. Sin embargo Homero ama profundamente y es
intensamente fiel a su esposa e hijos, cuando se acuerda de ellos.
Cuando Marge se rehúsa a ir de cacería al basurero municipal, Homero
promete traerle un bonito regalo. De hecho, Homero pasa el mayor tiempo
posible cantando las virtudes de Marge entre rondas de cerveza en la
Taberna de Moe. Si tan sólo pudiera recordar la letra de esa canción.
La Taberna de Moe es la casa más fea de Homero cuando no está en su
propia casa; un lugar donde será recibido con los brazos abiertos tanto
por la gente que le desea bien como por la que le desea mal, con la
condición de que invite las rondas, lo cual raramente ocurre; un lugar
donde puede relajarse, rascarse con sus llaves, sonarse en su camisa, y
beber vaso tras vaso de dulce, dulce cerveza. Un lugar donde, después de
unos cuantos tragos y un huevo avinagrado o dos, todo parece posible,
aún sus descabellados planes para volverse rico rápido. Después de todo,
la vida es demasiado corta para volverse rico despacio.
Detrás de cada gran hombre se encuentra parada una mujer. Lo que le pasó
a MARGE SIMPSON fue que la sorprendieron parada en la fila equivocada.
Marge es el centro emocional de la familia, el dulce, dulce relleno de
la dona Simpson. Como tal, es inexplicablemente comprensiva,
incansablemente optimista, y alarmantemente permisiva. Sus
extraordinarias habilidades como ama de casa hacen milagros. Puede
convertir viejos huesos de pollo en collares, sobras en guisados, y una
invasión de hormigas rojas en un educativo y entretenido circo de
insectos.
Aún cuando Homero es egoísta, olvida cumpleaños, aniversarios y días
festivos (tanto religiosos como laicos), come con la boca abierta, hace
apuestas, y pasa su tiempo en la Taberna de Moe con un grupo de vagos
zarrapastrosos, Marge permanece a su lado. Debe ser amor. Y además de
eso, Homero la necesita con desesperación, la ama profundamente, y hace
lo más que puede para darle todo lo que necesita, en esas raras
ocasiones en que no está pensando en sí mismo. Frente a las innumerables
metidas de pata de Homero, Marge nunca pierde la esperanza, sacando
fuerza de su interminable colección de frases para vivir (por ejemplo
“La mayoría de las mujeres te dirán que eres una tonta si piensas que
puedes cambiar a un hombre – pero esas mujeres son perdedoras.”)
Puede que Marge tema a lo desconocido, pero sus firmes convicciones
morales le han permitido sobreponerse a su necesidad de ser conformista.
Esto la ha llevado a encabezar luchas contra el Monorriel de Springfield,
de frustrar la campaña del Sr. Burns para ser gobernador, y de acabar
brevemente con la violencia de las caricaturas en “El Show de Tom y Daly”
fundando la S.N.C.A., Springfieldianos por la No-Violencia, Comprensión
y Ayuda. Pero la mayor parte de su energía es dedicada a cuidar de su
familia. Una tarea monumental, porque a pesar del amor que siente por
ellos, la agota completamente. Pero como diría Marge misma, Los Simpson
no pueden ser limosneros con garrote.
BART SIMPSON quiere tenerlo todo y normalmente logra lo que quiere, que
frecuentemente resulta ser más complicado de lo que pensaba. Mientras
que muchos acusan a Bart de ser demasiado dependiente de su padre
sustituto, la televisión, tiene muchos intereses fuera, como comer
helado frente al centro para control de peso, perfeccionar el arte del
gargajo, y sentarse en el techo con un bate de béisbol para espantar a
los O.V.N.I.s. Considerado por muchos como un travieso sin
arrepentimientos, Bart lucha agresivamente con su conciencia todos los
días. De hecho, su temor más grande es que el lado bueno de su
conciencia gane la batalla un día.
Bart es una persona muy activa. Vive en el presente, raramente
considerando las consecuencias de su insaciable curiosidad. Animado
frecuentemente por la bondad del jarabe de un Squishee del Kwik-E-Mart,
las travesuras de Bart requieren de mucha energía y mantienen al resto
de su familia con el alma en un hilo. Lidiar con él es una constante
lucha. Homero trata de mantener la calma, Lisa trata de llamar la
atención, y Marge trata de quitar los dedos de Homero de alrededor de la
garganta de Bart. Por otra parte, Bart comparte el gusto de Homero por
la comida chatarra, la desastrosa conducta, y las bromas y
chascarrillos, admira y a veces se apoya en la inteligencia y el ingenio
de Lisa, y aprecia la cocina de Marge y su amor inquebrantable.
La carrera de Bart en la Escuela Primaria de Springfield es igualmente
tempestuosa. Junto con su mejor amigo y hermano de saliva, Milhouse, el
ratón de biblioteca Martín Price, el abusador Nelson, y todo un grupo de
jóvenes mentecatos, Bart le hace la vida imposible a la Sra. Krabappel,
su maestra de cuarto grado. Se ha postulado como candidato para
presidente de la clase con el programa de “Más Asbesto,” sustituyó las
pastillas anticonceptivas de la Sra. Krabappel por Tic Tacs, se burló
abiertamente del Director Skinner bajo su seudónimo de graffiti de El
Barto, y ocasionó un disturbio estudiantil con su playera de “Abajo la
Tarea”. Sus sentimientos hacia la escuela fueron muy bien ilustrados en
uno de sus más queridos sueños, en donde la Escuela Primaria de
Springfield era devorada por hormigas mecánicas gigantes.
LISA SIMPSON es un modelo de buena conducta, civismo, y creatividad.
Como consecuencia, le resulta difícil encajar. En casa es la conciencia
de la familia Simpson, la voz aleccionadora de lo políticamente
correcto, y el alma de la razón. Consecuentemente, es ignorada. A menos
que, por supuesto, su inteligencia pueda ser usada para uno de los
planes descabellados de Homero o Bart. Buscando comprensión y
apreciación, Lisa vuelve su mirada hacia la Escuela Primaria de
Springfield, donde espera que sus singulares capacidades sean notadas. Y
lo son. Sus maestros recompensan su inteligencia, sensibilidad, y
talento con dieces y una indiferencia total. Sus compañeros de escuela,
sin embargo, son todo menos indiferentes, poniéndole apodos como “Ñoña
ñoñis,” “Nerda,” y “La Reina de los Cerebritos.”
Lisa canaliza su tristeza y desilusión en su música de saxofón, donde,
bajo el espíritu de su mentor-guía, Encías Sangrantes Murphy, ha
compuesto gemas como “Pounded by the Dodgeball Blues,” “Puny Allowance
Blues,” and “I Been Good So Long, It Looks Like Bad to Me.” Sus otras
pasiones incluyen los ponis, ver a los “Happy Little Elves,” marcar a la
“Línea de Corey,” y estudiar las vidas de mujeres que han resistido la
dominación del patriarcado. Sus considerables logros incluyen la
implementación del alarmantemente exitoso programa de reciclaje de
Springfield, ser la portera estrella del hockey para niños, y encontrar
un uso práctico para la geometría.
Aún cuando Lisa llama mucho menos la atención por sus logros que Bart
por sus travesuras, frecuentemente es la aliada devota e invaluable de
Bart. Le ha ayudado a frustrar los planes diabólicos de Bob Patiño, a
descubrir el zen en el arte del mini-golf, y a afilar sus habilidades
peleando con la comida sirviendo de conveniente blanco. Como lo reconoce
reticentemente Bart, Lisa tiene el cerebro y el talento para llegar muy
lejos, no importa lo que digan los demás. Y cuando lo haga, Bart estará
ahí para pedirle dinero prestado.
MAGGIE SIMPSON es el calmado centro del caos de la casa Simpson.
Pacíficamente soporta los peculiares remedios caseros de sus chochos
abuelos, usa novedosa ropa de bebé de gusto dudoso, y pasa fugaces
momentos en el aire. Todo sin una queja. Las cosas podrían cambiar sin
embargo, cuando Maggie aprenda a hablar. No que alguien vaya a
escucharla. Cuando la dejan al cuidado de Homero, Maggie es libre de
hacer lo que se le venga en gana, incluyendo tomar del plato del perro,
explorar las maravillas de la maquinaria pesada, y dispararle a Charles
Montgomery Burns. Maggie se relaciona mejor con aquellos que la
comprenden. Como consecuencia, sus amigos más cercanos son el perro y el
gato. Una vez, inclusive estrechó vínculos con una manada de osos pardos
salvajes.
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