|   | 
		
		 "EL LATIDO DE MI 
		CORAZÓN" 
		de Jacques Audiard 
		
		  
		TÍTULO ORIGINAL: "DE 
		BATTRE MON COEUR S’EST ARRETÉ" 
		 
		8 PREMIOS CESAR, incluyendo MEJOR PELÍCULA 
		PREMIO BAFTA A LA MEJOR PELÍCULA EUROPEA 
		 
		 Tom 
		(ROMAIN DURIS) tiene 28 años y está destinado a seguir los pasos de su 
		padre en el negocio resbaloso, y a veces brutal, de la mafia 
		inmobiliaria a gran escala. Pero un encuentro casual lo lleva a 
		convencerse de que él también, como su madre, puede llegar a ser un 
		consumado concertista de piano. Estimulado por esa nueva perspectiva, 
		empieza a prepararse con Miao Lin (LINH-DAN PHAM), una virtuosa 
		instrumentista china. Ella no habla una palabra de francés; la lengua 
		con la que se comunican es estrictamente la música. A la vez, las 
		presiones salvajes de su irregular ocupación cotidiana empiezan a 
		convertirse, poco a poco, en algo mucho más gravoso de lo que Tom puede 
		razonablemente manejar... 
		Tal es, en resumen, la anécdota de EL LATIDO DE MI CORAZÓN, la nueva 
		película del celebrado realizador y guionista JACQUES AUDIARD, dueño de 
		una corta pero muy elogiada filmografía ( REGARDE LES HOMMES TOMBER, 
		1994; UN HÉROS TRES DISCRET, 1996; NORME FRANCAISE, 1998; SUR MES LEVRES 
		– LEE MIS LABIOS, 2001) y que ahora junto a su co-guionista TONINO 
		BENACQUISTA (ganador del César al Mejor Guión por LEE MIS LABIOS) adapta 
		FINGERS, el film de los setenta escrito y dirigido por JAMES TOBACK, 
		convirtiéndolo en el electrizante retrato de un personaje inolvidable. 
		EL LATIDO DE MI CORAZÓN cuenta con la presencia en los roles 
		protagónicos de ROMAIN DURIS (LAS MUÑECAS RUSAS, EL EXTRANJERO LOCO) 
		como Tom; NIELS ARESTRUP (ENCUENTRO CON VENUS, EL FUTURO ES MUJER) como 
		Robert, el padre de Tom; y EMANUELLE DEVOS (EL ADVERSARIO, LEE MIS 
		LABIOS) como Chris; junto a ellos, aparecen LINH-DAN PHAM como Miao-Lin; 
		AURE ATIKA como Alina; JONATHAN ZACCAI como Fabrice; GILLES COHEN como 
		Sam; ANTON YAKOVLEV como Minskov y MÉLANIE LAURENT como la mujer de 
		Minskov. El film tiene música de ALEXANDRE DESPLAT, vestuario de 
		VIRGINIE MONTIEL, fotografía de STÉPHANE FONTAINE (COMO UNA IMAGEN), y 
		montaje de JULIETTE WELFLING. 
		 “Es 
		la historia de un tipo que está perdido y que se hace hombre”; así 
		resume ROMAIN DURIS EL LATIDO DE MI CORAZÓN, donde él, actor fetiche del 
		realizador, tiene que hacerse cargo de un papel convulsivo, difícil. Su 
		personaje es Tom, un joven que ha aprendido todas las mañas non-sanctas 
		del oficio inmobiliario delictivo, y que de repente comprende que quiere 
		cambiar de vida para dedicarse enteramente a su verdadera pasión: el 
		piano. La música y el cine: dos pasiones de DURIS quien ya había tenido 
		la ocasión de unirlas en PAS SI GRAVE, de BERNARD RAPP, donde 
		interpretaba a un trompetista. “Para mí, la música es una pasión.”, dice 
		el actor. “Cuando era joven, tocaba la batería con un grupo de amigos, a 
		nivel puramente amateur. Y con el correr del tiempo, uno se separa de la 
		gente...Ya se sabe; es muy difícil que un grupo dure. De golpe, por no 
		haber sido músico, me hice actor. Hubiera sido genial haber podido aunar 
		ambas cosas. La música en el cine es un lenguaje en sí misma; permite 
		experimentar y expresar muchas cosas”. Los conocimientos musicales de 
		DURIS, no obstante, no le ahorraron el tener que entrenarse muy duro 
		para su papel. Con su hermana, pianista profesional, el actor practicó 
		el piano: “Ensayamos durante mucho tiempo, antes de comenzar el rodaje 
		con mi hermana, con AUDIARD y con ALEXANDRE DESPLAT, el compositor de la 
		música del film”, cuenta DURIS; “juntos trabajamos especialmente en la 
		elección de los fragmentos musicales; nos quedamos estrictamente con 
		aquellos que no tuvieran pasajes no demasiado rápidos, para que yo los 
		pudiera tocar.” Y el hecho de que ROMAIN DURIS tuviera a su favor el 
		hecho de saber tocar el piano, se sumaba positivamente a su obsesión por 
		meterse al máximo en la piel de su personaje, Tom. FINGERS tenía a 
		HARVEY KEITEL en el personaje de Tom; una interpretación de la que DURIS 
		debió despegarse, para encontrar la suya propia. 
		“Desde luego, quedé muy marcado por ciertos gestos de HARVEY KEITEL”, 
		reconoce el actor; “por ejemplo, cuando está solo frente al piano. Pero 
		también comprendí que debía despegarme de él. Si bien lo tomé de modelo 
		en algunas cosas, quise apropiarme totalmente del personaje pero 
		trabajándolo a mi manera, con mis propios recursos. No me habían llamado 
		simplemente para copiar; por otra parte, el film de AUDIARD transcurre 
		en un ambiente y en una época completamente diferentes a los del film de 
		TOBACK”. Por ende, más allá de ser una banda de sonido original, la 
		música es uno de los elementos motores del film. Desde el título, 
		pasando por las relaciones entre los personajes, es algo omnipresente.
		 
		 
		El título del film es un verso de una canción de Jacques Dutronc, La 
		fille du pére Noël : Je l’ai trouvée au petit matin / Toute nue dans mes 
		grands souliers / Placés devant la cheminée / Pas besoin de vous faire 
		un dessin / De battre mon cœur s'est arrêté / Sur le lit j'ai jeté mon 
		fouet / Tout contre elle je me suis penché / Et sa beauté m'a rendu muet/ 
		Fatigué j’ai la gueule de bois / Toute la nuit j’avais aidé mon pére / 
		Dans le feu j’ai remis du bois / Dans la cheminée y avait pas son pére / 
		C´est la fille du Pére Noël/ J’étais le fils du Pére Fouettard / Elle s’ 
		appelait Marie Noël/ Je m’ appelais Jean Balthazar. 
		La encontré al amanecer / desnuda con mis botas / parada junto al hogar 
		/ no hace falta que les diga más nada /Mi corazón se saltéo un latido/ 
		arrojé mi fusta al lecho / me apreté contra ella / su belleza me dejaba 
		mudo/ estaba cansado y con resaca / había pasado la noche ayudando a mi 
		padre / arrojé otro leño al fuego / su padre no estaba en la chimenea/ 
		Es la hija de Papa Noél/ Y yo el hijo del Hombre de la Bolsa / ella se 
		llamaba Maria Noel/ y yo me llamaba Jean Balthasar.  
		A ROMAIN DURIS el título le gusta mucho: “es poético y mágico, y a la 
		vez no aporta un sentido definido. Cada uno puede interpretarlo como 
		quiere. Para mí, la palabra “battre” tiene una fuerte connotación 
		musical; el compás en la música es eso que late, como un corazón. La 
		música, la vida, pueden a veces ser tan hermosas que nos da la impresión 
		de que nuestro corazón de repente va a dejar de latir, ante tanta 
		belleza”. 
		 Contrariamente 
		a lo que ocurría en 
		LEE MIS LABIOS, los personajes de EL LATIDO DE MI CORAZÓN 
		hablan mucho, pero no se comprenden tanto. Dice el actor : “Desde luego, 
		entre Tom y Miao Lin se alza la barrera de la lengua, pero enseguida nos 
		damos cuenta de que esa incomprensión esencial, esa falta de diálogo, es 
		algo que marca a todos los personajes; y desgraciadamente lo mismo pasa 
		en la vida. La gente habla sin escuchar al prójimo, sin intentar 
		comprender lo que el otro a su vez va a decirle. Por eso, 
		paradójicamente, el diálogo que se establece entre Miao Lin y Tom es más 
		pleno, más completo, más intenso que todas las conversaciones y 
		discusiones de los demás personajes. Ellos establecen una suerte de 
		lenguaje de signos, de gestos...y logran entenderse muy bien. 
		Finalmente, la lengua verbal demuestra no ser tan infaliblemente útil” 
		Entre los problemas de comunicación que plantea el film de AUDIARD se 
		halla el de padres e hijos; toda la temática se apoya en esa relación, 
		que se ubica como centro geográfico de la historia. Para ROMAIN DURIS, 
		se trata de un tema crucial: “la visión de la relación padre-hijo en el 
		film es universal. En ese sentido, la historia seguramente va a impactar 
		en el espectador de una manera u otra, porque reconocerá forzosamente 
		algo de su propia vida en la relación entre Tom y su padre”. Y habrá 
		además otras relaciones, y otros problemas; por ejemplo, los de Tom y 
		las mujeres, lo cual da pie a que ROMAIN DURIS reflexione sobre el amor: 
		“De las dos relaciones de mi personaje en el film, la que mantiene con 
		el personaje encarnado por AURE ATIKA es la que implica verdaderamente 
		una pasión, ese fuerte estallido que se desencadena de un día para el 
		otro, y que así de rápido se extingue. La pasión es muy diferente del 
		amor. El amor se supone duradero; corresponde a la relación de Tom con 
		Miao Lin” 
		La pasión y el amor son dos temas que reaparecen en el horizonte actoral 
		de ROMAIN DURIS después de LAS MUÑECAS RUSAS, la quinta colaboración 
		entre el actor y el realizador CEDRIC KLAPISCH, pero ahora de manera 
		mucho menos frívola y ligera. Así lo ve él: “Es cierto que me gusta 
		repetir con ciertos directores, y a veces simplemente porque nos hemos 
		hecho amigos. Y así todo se hace más fácil, porque me siento más próximo 
		a su universo. Pero no se trata solamente de una cuestión de fidelidad a 
		toda costa; si un joven realizador con quien no haya trabajado nunca me 
		propone un papel que me gusta, y su mundo, su manera de trabajar, de ver 
		las cosas, también me satisface, no tengo porqué no aceptar. Incluso si 
		me ofrece el papel de un tipo de 28 años perdido, indeciso entre el 
		mundo de la adolescencia y la adultez! Es la clase de personajes que 
		siempre me han tocado en suerte, quizás porque se corresponden 
		fluidamente con mi personalidad. Ojalá pueda sentir algun día no muy 
		lejano que ya soy adulto, para así descubrir nuevos horizontes, pero por 
		el momento estoy muy bien así y creo que eso es lo más importante. 
		Mientras me propongan papeles buenos, que me gusten, no veo razón alguna 
		para preocuparme y cambiar. A la vez, también es cierto que quizás no me 
		he detenido lo suficiente a reflexionar sobre mi carrera, no tengo en 
		relación a ella una visión tan integral. Y pienso que a los treinta años 
		se llega a una edad clave, un momento decisivo. Y parece que encajo bien 
		con la idea que los realizadores que me llaman tienen de ese momento de 
		la vida”. 
		Justamente a propósito de los realizadores, ROMAIN DURIS ya ha trabajado 
		, además de AUDIARD y KLAPISH, con JAN KOUNEN, TONY GATLIF, OLIVIER 
		DAHAN, CHARLES DE MEAUX, CHRISTOPHE HONORÉ, BENOÎT JACQUOT, JAMES IVORY 
		y BERNARD RAP. ¿Con quienes querría hacerlo a partir de ahora?: “Hace 
		tres años, hubiera respondido que me gustaría mucho trabajar con JACQUES 
		AUDIARD y con MAURICE PIALAT; desgracidamente, PIALAT ya no está entre 
		nosotros, y tuve la suerte de cruzarme con AUDIARD. Diría, y no es 
		porque haya ganado los César que ganó, que me gustaría mucho trabajar 
		con ABDELLATIF KECHICHE.. Me había gustado mucho LA FAUTE A VOLTAIRE; es 
		un director que corresponde verdaderamente a lo que yo amo y a lo que yo 
		busco en el cine. Por otra parte, hay otros realizadores franceses que 
		me gustan mucho, como PATRICE CHEREAU, por ejemplo, pero no sé si encajo 
		bien en su universo”. 
		ROMAIN DURIS –FILMOGRAFÍA : Molière ou Le comédien malgré lui (2007) (pre-producción) 
		/ Trois jours ailleurs (2006) (pre-producción) / Dans Paris (2006) / 
		Poupées russes, Les (2005) / De battre mon coeur s'est arrêté (2005) / 
		Arsène Lupin (2004) / Exils (2004 / Clefs de bagnole, Les (2003) (no 
		acreditado ) / Divorce, Le (2003) / Schimkent Hotel (2003) / Osmose 
		(2003) / Pas si grave (2003) Adolphe (2002) / 17 fois Cécile Cassard 
		(2002) / Filles perdues, cheveux gras (2002) / Auberge espagnole, L' 
		(2002) / Being Light (2001) / Petit poucet, Le (2001) / CQ (2001) / Je 
		suis né d'une cigogne (1999) / Peut-être (1999) / Kidnappeurs, Les 
		(1998) / Déjà mort (1998) / Gadjo dilo (1997) / Dobermann (1997) .... 
		Manu / Chacun cherche son chat (1996) / Mémoires d'un jeune con (1996) / 
		56 fois par semaine (1996) / Facteur VIII (1995) (TV)/ Tous les garçons 
		et les filles de leur âge...Frères (1994) Episodio de TV / Péril jeune, 
		Le (1994) / Frères: La roulette rouge (1994)  
		JACQUES AUDIARD como guionista : Disparus, Les (2006) (pre-producción) / 
		De battre mon coeur s'est arrêté (2005) / Sur mes lèvres (2001) / Vénus 
		beauté (institut) (1999) / Un héros très discret (1996) / Regarde les 
		hommes tomber (1994) / Grosse fatigue (1994) ( co-autor de los diálogos) 
		/ Confessions d'un Barjo (1992) (y diálogos) / Swing troubadour (1991) / 
		Australia (1989) / Baxter (1989) / Fréquence meurtre (1988) / Poussière 
		d'ange (1987) ( y diálogos) / Saxo (1987) / Sac de noeuds (1985) / 
		Réveillon chez Bob (1984) / "Série noire" L'ennemi public n° 2 (1984) 
		Episodio de TV / Mortelle randonnée (1983) (adaptación )  
		 
		 
		Con este estilizado y audaz “thriller” dramático ambientado en París, 
		ROMAIN DURIS se ha consagrado definitivamente como uno de los actores 
		jóvenes más excitantes de su generación, y no sólo en Francia. Aquellos 
		amantes del cine francés que han sabido oportunamente perturbarse con la 
		magnética hostilidad de VINCENT CASSEL, saben ahora que alguien nuevo le 
		disputa esa supremacía. DURIS es un novel veterano de una decena de 
		films franceses de la última década, y aquí impacta bajo todo un nuevo 
		perfil, en este denso drama dirigido por JACQUES AUDIARD, una remake del 
		film FINGERS, de JAMES TOBACK, de 1978. DURIS tiene las cualidades 
		naturales de una verdadera estrella: es naturalmente sexy, 
		hipnóticamente inestable, sensible y dueño de una mixtura explosiva de 
		furia y vulnerabilidad en su rostro tan apuesto como delicado, que 
		golpea inadvertidamente, pero con la fuerza de un puñetazo. DURIS es 
		como un joven DELON o BELMONDO; como el destructivo y conmovedor Johnny 
		Boy de DE NIRO en CALLES PELIGROSAS, o como el joven soldado de la mafia 
		de MICHAEL IMPERIOLI en LOS SOPRANOS. 
		DURIS es Tom, un tipo joven que anda por la ciudad escuchando las 
		expresiones más hardcore del high – techno en sus auriculares, moviendo 
		las mandíbulas y meneando la cabeza como una suerte de agresivo gallo de 
		riña urbano sin contrincantes. Tom tiene un nivel de vida bastante 
		aceptable gracias a su adaptabilidad en el mundo violento y resbaloso de 
		la especulación inmobiliaria, a la orden del día en un París hiper-moderno. 
		El y sus rufianescos socios compran a precio vil escrituras de 
		propiedades irregulares, arreglan a todo aquel que deban sobornar en la 
		Municipalidad para sortear toda reglamentación relativa a los remates, y 
		después las venden obteniendo jugosas diferencias. Claro que antes deben 
		intimidar brutalmente a los inquilinos que todavía resisten el desalojo, 
		o desalentar de la peor manera a los sin techo que se atrevan a intentar 
		ocupar los lugares. Estos grupos suelen estar integrados por 
		aterrorizados inmigrantes provenientes de Europa del Este o Africa, y 
		Tom y sus secuaces los disuaden apelando a los puños, a los bates de 
		baseball o incluso a bolsas llenas de ratas. La escena en la que estos 
		tres “buenos muchachos” bajan de su auto lujoso en plena noche, y sacan 
		del portaequipajes una bolsa llena de alimañas, como quien saca su 
		mochila para ir al trabajo, opera como espejo magistral de su salvaje 
		frialdad. 
		Desde luego, Tom está convirtiéndose de a poco el también en una rata, 
		malogrado prolijamente además por la influencia de su terrible 
		progenitor, Robert, una suerte de gangster de poca monta semi-retirado 
		interpretado por NIELS ARESTRUP, quien todavía se ve a si mismo como con 
		posibilidades de una cierta acción en el terreno de la mafia 
		inmobiliaria. Pero Tom conserva un costado sensible y creativo, que ha 
		heredado de su madre, una pianista clásica. De modo tal que, 
		sorprendentemente, Tom alberga un anhelo secreto centrado en ambiciones 
		más elevadas, y que casualmente revive fuertemente en él a partir del 
		encuentro casual con el antiguo representante de su madre; un hombre 
		digno y educado que le habla con la amabilidad y la autoridad, tan 
		milagrosamente reposada, de una verdadera, e ideal, figura paterna. Tom 
		quiere ser concertista de piano, y Tom va a alimentar ese deseo con la 
		rabia fanática, la adrenalina y el bizarro autocontrol que ha aprendido 
		y practicado durante sus jornadas sórdidas en la jungla delictiva; y 
		así, con todo lo absurdo y excéntrico que pueda parecer, el director y 
		la estrella se las arreglan para hacernos ver que la ambición de Tom es 
		perfectamente lógica y admisible. 
		El delito violento y la música tienen, para Tom, algunas cosas en común: 
		el egoísmo beligerante, y una cierta imposibilidad patológica de que 
		algo importe más que eso. Su tragedia es que, para ser un pillo, tiene 
		el temperamento mercurial y el talento instintivo; pero para la música 
		sólo tiene lo primero. Es dramáticamente evidente que su destino 
		genético es seguir los pasos de su padre, no de su madre, un hombre 
		quebrado, patético, ya fuera de sí mismo, perdido en un mundo cada vez 
		más violento. Más aún; el padre empieza a convertirse en una pesada 
		carga, cuando Tom se ve obligado a hacerle ciertos “favores”, que desde 
		luego involucran violencia. AUDIARD orquesta una secuencia electrizante 
		en la cual Robert invita a Tom a un café ubicado enfrente de un 
		restaurante tunecino cuyo propietario le debe dinero. Y Tom se ve 
		envuelto en una suerte de chantaje moral bajo el cual no puede dejar de 
		ayudar a su padre, con tácticas pesadas. Sin saber cómo, tiene que 
		seguir al estúpido viejo al restaurante, participar del salvaje ataque a 
		los propietarios, para después volver al café, temblando de furia y de 
		los ecos energéticos de la violencia. AUDIARD y su fotógrafo, STÉPHANE 
		FONTAINE, diseñan esta escena de extraordinaria audacia con tremendo 
		nervio y enorme fluidez. Y todo el tiempo DURIS está molesto, obsesivo 
		al borde la psicosis, alterado y patológicamente inseguro. Juguetea con 
		los dedos como no pudiendo tolerar las ansias de atacar; antes de pasar 
		a la acción, se frota las manos, como si quisiera sacarse chispas. Su 
		vida en París no tiene sentido y ni siquiera le sirve para algo su 
		bohemia, por ser insanablemente agresiva, cínica, materialista. 
		Vagabundea por la ciudad, intimidando a los inquilinos o incluso a sus 
		potenciales socios, saliendo con mujeres y cubriendo las aventuras de 
		sus amigos. De día se mueve a un ritmo diferente, como un sonámbulo 
		incansable, como si la luz natural fuera un estimulante ambiguo. Todo 
		suma para que AUDIARD entregue un film verdaderamente excitante, con el 
		muy especial aporte de ROMAN DURIS, quien acaba de ingresar por derecho 
		propio, con esta interpretación incandescente, absolutamente 
		carismática, a las ligas mayores del cine mundial. Peter Bradshaw -The 
		Guardian 
  
		
			Una Co-Producción 
			WHY NOT PRODUCTIONS / SEDIF / FRANCE 3 CINEMA en asociación con 
			COFIMAGE 15 con la participación de CANAL+ / CINE CINEMA con el 
			apoyo de LA REGION ILE DE FRANCE y del Programa MEDIA de la UNION 
			EUROPEA. Un film de Jacques AUDIARD – Con Romain DURIS Niels 
			ARESTRUP Linh-Dam PHAM “EL LATIDO DE MI CORAZÓN” (DE BATTRE MON 
			COEUR S ´EST ARRETÉ) – Origen: FRANCIA – Duración: 108 minutos 
			aprox. – Co-protagonizado por Aure ATIKA Emmanuelle DEVOS Jonathan 
			ZACCAÏ Gilles COHEN Anton YAKOVLEV Mélanie LAURENT – Guión: Jacques 
			AUDIARD y Tonino BENACQUISTA basado en FINGERS, un film escrito y 
			dirigido por James TOBACK – Música Original: Alexandre DESPLAT – 
			Fotografía: Stéphane FONTAINE – Montaje: Juliette WELFLING – Sonido: 
			Brigitte TAILLANDIER, Pascal VILLARD, Cyril HOLTZ, Philippe AMOUROUX 
			– Diseño de Producción: François EMMANUELLI – Vestuario: Virginie 
			MONTEL – Maquillaje: Frédérique NEY – Peinados: Pierre CHAVIALLE – 
			Producida por Pascal CAUCHETEUX - WHY NOT PRODUCTIONS – Dirigida por 
			JACQUES AUDIARD 
   
		 | 
		  |