El director Antoine Fuqua, quien nos sorprendió con un crudo y realista viaje a través de las calles de Los Ángeles en la película ganadora del Oscar® Training Day, ahora nos trae ahora una ficticia pero sólida historia de heroísmo ante la adversidad con la película de Revolution Studios Lágrimas del Sol, protagonizada por Bruce Willis.  

El Teniente de Marina A.K. Waters (Bruce Willis) y su selecto escuadrón de especialistas tácticos se ven forzados a elegir entre su deber y su humanidad, entre seguir ordenes e ignorar el conflicto de los rodea, o encontrar el coraje para hacerle caso a sus conciencias y proteger a un grupo de refugiados inocentes.

Cuando el gobierno democrático de Nigeria se colapsa, y el país cae en manos de un cruel dictador militar, Waters, un leal y duro veterano es comisionado para una misión de rutina para regresar a la doctora, Lena Kendricks (Monica Bellucci).

Revolution Studios presenta la producción de Michael Lobell y Cheyenne Enterprises, Lágrimas del Sol, un estreno de Columbia Pictures estelarizado por Bruce Willis y Monica Bellucci. Lágrimas del Sol está dirigida por Antoine Fuqua (Training Day), y escrita por Alex Lasker (Beyond Rangoon) y Patrick Cirillo (Homer and Eddie). El productor ejecutivo es Joe Roth, y la película está producida por Michael Lobell (Honeymoon in Vegas), Arnold Rifkin (The Whole Nine Yards) y Ian Bryce (Saving Private Ryan).  

Un reparto de consagrados actores y nuevos talentos en ascenso interpretan a los hombres del escuadrón de Waters con Cole Hauser (White Oleander) como James “Rojo” Atkins, Eamonn Walker (“Oz” de HBO) como Ellis “Zee” Pettigrew, Johnny Messner (The Sweetest Thing) como Kelly Lake, Nick Chinlund (Training Day) como Michael “Slo” Slowenski, Paul Francis (Pearl Harbor) como Danny “Doc” Kelley, Chad Smith como Jason “Pulga” Mabry y Charles Ingram as Demetrius “Seda” Owens. El veterano actor de carácter Tom Skerritt (M*A*S*H, Top Gun) interpreta al Capitán Bill Rhodes. Entre otros miembros del reparto están también Malick Bowens (Ali) como el Coronel Idris Sadick y Fionnula Flanagan (The Others) como la Hermana Grace. 

Fuqua se vuelve a reunir con el trío de talentosos técnicos de su película ganadora del Oscar® Training Day – el director de fotografía Mauro Fiore (The Center of the World), la diseñadora de producción Naomi Shohan (American Beauty) y el editor ganador del Premio de la Academia® Conrad Buff, A.C.E. (Titanic). La diseñadora de vestuario es Marlene Stewart (Ali) y el también ganador del Premio de la Academia® Hans Zimmer (Gladiator) compuso la música dramática de la película.

La tarea de entrenar al reparto para que interpretaran efectivamente a los héroes de la Marina de Lágrimas del Sol recayó en el marinero veterano y consejero técnico militar Harry Humphries, quien pasó dieciséis años como Marinero. Durante su condecorada carrera en la Marina, él fue tanto operador como consejero de unidad de investigación local en el Programa Phoenix de la Unidad Contra el Terrorismo. Como él ha participado en varias películas de tema militar en la década pasada (Black Hawk Down, G.I. Jane), Humphries puso a todos en un régimen para poner a las ocho estrellas masculinas en forma para interpretar adecuadamente a los Marineros y para aclimatarse a las duras condiciones en que la película sería filmada.

En la locación de Hawaii, los actores empezaban el día con dos horas de entrenamiento militar y un riguroso entrenamiento físico, y luego hacían ejercicios militares para aprender la especificaciones de cómo funcionar en equipo. Tanto dentro como fuera de cámara, los actores permanecían en carácter, dirigiéndose los unos a los otros con los nombres de sus personajes.

Antes de establecerse en Hawaii, la veterana gerente de locación Liz Matthews buscó por todo el mundo el lugar perfecto para representar el África ecuatorial. Visitó ciudades tan diversas como Mozambique, Carolina del Sur, Florida, Costa Rica, Puerto Rico, Australia y Nueva Zelanda. Cuando se tomó la decisión de mantener la producción dentro de los Estados Unidos, se eligió Hawaii, de acuerdo con la diseñadora de producción Naomi Shohan, “por las similitudes en el clima y la elevación. La selva y la flora general de Hawaii se parecían mucho a la selva africana.”

El equipo de Shohan construyó y decoró tres grandes escenarios ‘africanos’ para la producción, dos de ellos usando las majestuosas montañas Ko’Olau como fondo. La producción comenzó en el escenario de la ‘misión,’ el cual cubrió varios acres del estanque de peces del Rancho Kualoa, una reliquia del reino del Rey Kamehameha. Incluyó todos los edificios que tendría misión bien fundada: una iglesia, un hospital, cuarteles privados para el personal de la iglesia, mezclados entre las cabañas y las tiendas de la gente indígena que  había llegado a vivir o a pedir posada en las tierras de la misión.

Shohan y su equipo después hicieron un campamento en el Valle Maunawili, al pie de las montañas Ko’Olau para construir el gran pueblo nativo. “Para propósitos de la historia, nosotros queríamos representar un pueblo metido en la selva que mantuviera todavía mucho de su personalidad original, pero que también fuera desesperantemente pobre y que estuviera en malas condiciones.”

Mientras que el Rancho Kualoa había sido un lugar accesible, el irregular terreno del Valle Maunawili probó ser una enorme, incluso exhaustiva responsabilidad para el equipo. Lodo hasta las rodillas, lluvias torrenciales, ciempiés venenosos de seis pulgadas, arañas que brincaban y hordas de mosquitos. El único acceso al lugar era un estrecho camino de un solo carril cubierto de grava hecho tres años antes por un equipo de televisión.