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Título Original:
"La Môme"
De la infancia pobre a la gloria del triunfo, de la desesperación de
Belleville a los aplausos de Nueva York; tal es el derrotero de la
extraordinaria vida de Edith Piaf. La verdadera historia de su increíble
destino es ahora convertida en una apasionante película, dirigida por
OLIVIER DAHAN y con la excepcional MARION COTILLARD en el papel de Edith
Piaf, que nos conduce al alma de la artista y al corazón de la mujer.
Íntima, intensa e indestructible, dispuesta a hacer cualquier sacrificio
por su arte, Edith Piaf es eterna entre todas las cantantes inmortales.
Bajo
la forma de una ardiente y emocionante biografía musical, LA VIE EN ROSE
relata la extraordinaria vida de Edith Gassion, más conocida como Edith
Piaf, de 1915 a 1963, entre New York y Paris. Cuenta la leyenda que
Edith nació en la madrugada del 19 de diciembre de 1915, bajo la luz de
un farol de una parisina calle de Belleville, y sobre la capa
de
un gendarme que atendió a su madre en el parto. Entre sus padres
ausentes, su mejor amiga Momone, la prostituta Titine convertida en su
madre postiza, el hombre que será su descubridor, Louis Leplée, y su
manager, la joven frágil e ignota se transformará en la mujer-símbolo
del espíritu francés. Ha nacido la Piaf. El éxito y la construcción del
mito serán instantáneos.
La joven cantante de las calles de París se lanza a la conquista de
América. Su temperamento de mujer apasionada, de una sensibilidad
siempre a flor de piel, la llevará a vivir una encendida historia de
amor loco con Marcel Cerdán, campeón del mundo de boxeo en la categoría
medianos, y además un hombre casado. La trágica muerte de Cerdán en un
accidente aéreo sumirá a la Piaf en un angustioso declive anímico, con
los consecuentes problemas de salud y de dinero. Sin embargo, su
espíritu de gran artista hará que pueda sobreponerse, retomando así el
camino de la escena, con un incesante repertorio de nuevos éxitos. Esta
fuerza vital y anímica, como un impulso de la naturaleza que le dio
aliento y afán de trascendencia más allá de la adversidad, sigue hoy en
día encarnada en el símbolo vivo que es “La môme Piaf”, esa mujer
conmovedoramente frágil y de la voz de oro; una voz rabiosa,
desesperada, intensamente lírica que supo cantarle como nadie, como
nunca, a la vida y al amor.
¿De qué está hecha una leyenda? ¿Qué es lo que marca la diferencia entre
ser una cantante popular y la voz de una nación entera?¿ Qué es lo que
le permite una joven, cuyos primeros años están marcados por el
sufrimiento y la pobreza, sortear las calles sórdidas del París de la
posguerra para proyectarse a los grandes escenarios internacionales?. LA
VIE EN ROSE es la historia de un verdadero tesoro nacional, de una gran
dama y de su fe, de su sufrimiento y de su pasión, así como también del
amor, en sus variantes más gloriosas y más malditas, a quien ella
siempre le cantó.
LA VIE EN ROSE fue producida por ALAIN GOLDMAN (1492:LA CONQUISTA DEL
PARAISO; CASINO, VATEL, LOS RÍOS DE COLOR PÚRPURA) y tiene guión del
mismo director, OLIVIER DAHAN, con adaptación y diálogos de DAHAN e
ISABELLE SOBELMAN. La música original es de CHRISTOPHER GUNNI, la
dirección musical es de EDOUARD DUBOIS, el montaje es de RICHARD MARIZY,
la fotografía es de TETSUO NAGATA, la dirección de arte es de OLIVIER
RAOUX (LOS RÍOS DE COLOR PÚRPURA 2), el vestuario es de MARIT ALLEN
(OJOS BIEN CERRADOS, SECRETO EN LA MONTAÑA), el sonido es de LAURENT
ZEILIG, PASCAL VILLARD, y JEAN- PAUL HURIER, y el maquillaje es de
DIDIER LAVERGNE.
OLIVIER DAHAN habla de LA VIE EN ROSE: “Yo quería hacer una película
sobre esas fuerzas imponderables y secretas que empujan y guían a un
artista. Estaba en una librería hojeando un libro sobre Edith Piaf
cuando de repente me vino la idea a la cabeza; la idea de hacer un gran
film-homenaje sobre Edith Piaf. Inmediatamente le envié un mensaje de
texto al productor ALAIN GOLDMAN. Cinco minutos más tarde, me dio luz
verde. Él estuvo conmigo en esto desde el principio. De hecho, ¡me
contestó tan rápido, que por un momento me pregunté en qué me había
metido! Sería una película de pasión, música y amor. Una película sobre
el éxito, el mito romántico, y la tragedia. Una historia muy cara a
Francia y a los franceses, pero que tiene indudable interés e impacto
universal. La gran película sobre la Piaf”. Y agrega: para mí, Piaf es
el ejemplo perfecto de una persona para la cual no hay ninguna
diferencia la vida y el arte. La fusión entre la existencia y la
profesión es fundamental en un verdadero artista. Como todo el mundo en
Francia, yo sabía algo sobre sus canciones y algo sobre su vida, pero no
más que eso. La chispa se encendió cuando ví una foto de ella, joven,
caminando por la calle con su amiga Momone. Poca gente sabe cómo era
ella cuando joven. La imagen que predomina es la de los años 50 y 60 –el
frágil ícono con el vestido negro. Esa foto me mostró alguien
completamente diferente, alguien que todavía no era Edith Piaf, lo cual
me intrigó sobremanera. Dibujé una suerte de puente entre la imagen más
conocida y aquella foto de una intensa mujer anónima; un diamante en
bruto”.
CLOTILDE COURAU interpreta a Anetta, la madre de Edith, quien abandonó a
su hija para seguir su propia carrera como cantante. OLIVIER DAHAN dice:
“Clotilde tiene un personaje pequeño pero crucial. Es un papel muy
difícil. La madre de Piaf frecuentemente le pedía dinero a su hija, y
Edith, a pesar de su amargura, siempre la ayudaba”.JEAN-PAUL ROUVE es
Louis Gassion, un director de espectáculos itinerante. El director
comenta: “Conozco a Jean Paul desde hace mucho tiempo, y realmente
quería trabajar con él. Me gusta la sensibilidad que físicamente siempre
aporta a sus papeles”.SYLVIE TESTUD interpreta a Momone, la amiga de
Edith al principio de su carrera: “Yo no conocía a Sylvie, y resultó ser
una revelación para mí. La había visto en otras películas, pero dan una
falsa impresión de ella. Es muy divertida. Como actriz, tiene la virtud
de ser siempre simple y nada pretenciosa. Me gusta la perspectiva que
tiene para todo”, dice OLIVIER DAHAN, y agrega refiriéndose a GERARD
DEPÁRDIEU:“Yo no lo conocía personalmente. Nuestro productor ALAIN
GOLDMAN me lo sugirió. Interpreta a Louis Leplée, quien le dio a Edith
el gran empujón. Desde nuestro primer encuentro, todo funcionó bien.
GÉRARD es parecido a Piaf. Para él no hay diferencia entre la vida y el
arte”. Agrega GOLDMAN: “Conocí a GÉRARD cuando hicimos 1492. En mi
carrera como productor, fue el primer actor que contraté para una
película. Cuando volvimos de ese rodaje en Costa Rica, el predijo que
trabajaríamos juntos durante veinte años. Desde entonces, le he pedido
que participe en todos mis proyectos, aunque sea mínimamente. Hacer una
película con GÉRARD no es simplemente hacer una película, es escribir
una pequeña página en la historia del cine”.PASCAL GREGGORY encarna al
manager de Piaf, Louis Barrier. Dice OLIVER DAHAN: “Yo ya había
trabajando antes con PASCAL. Él me llamó, y yo reescribí completamente
su parte. Por consejo de Ginou Richer, la mejor amiga de Edith Piaf
durante veinte años, fue el único personaje que modifiqué. Fue ella
quien me sopló varios secretos del personaje: Louis estaba locamente
enamorado de Piaf y en algún momento hasta llegaron a salir. Eso no se
menciona en ninguna de sus biografías. Aporta una nueva luz al personaje
y Pascal estaba dispuesto a hacer mucho hincapié en ello”. Con respecto
al personaje de Marcel Cerdán, el campeón mundial de boxeo que fuera el
gran amor de Edith, el director remarca que “fue el único papel para el
que hice pruebas, Necesitaba un actor que se le pareciera un poco y que
pudiera boxear. Yo había conocido a JEAN-PIERRE MARTINS hacía algún
tiempo, pero no había pensado en él para el personaje. Él solía tocar en
una banda llamada Les Silmarils, y yo había dirigido un video de ellos
hace ya veinte años. Luego de algunos ensayos, estuvo perfectamente en
condiciones de hacer su papel”.EMMANUELLE SEIGNER es Titine, la
prostituta que se convierte en la madre postiza de Edith. OLIVIER DAHAN
recuerda: “Me había reunido con EMMANUELLE para otro proyecto que no
prosperó, pero yo ya tenía la idea de trabajar con ella. Piaf fue
realmente criada en un burdel, pero yo inventé el personaje de Titine
más bien sobre un verosímil, antes que sobre hechos reales. Pensé que a
las prostitutas, con su lado maternal, les podría haber gustado tener
una pequeña niña viviendo con ellas”.
ALAIN GOLDMAN, por su parte, dice: “Estaba muy contento de poder volver
a trabajar con OLIVIER. Somos muy unidos, profesional y personalmente,
pero en ese momento yo no tenía nada programado. El 22 de enero de 2004,
a las 15:46, recibo un mensaje de texto suyo que resumía perfectamente
qué clase de película quería hacer. Yo guardé el mensaje, lo que
equivale a decir el impulso inicial, a modo de referencia. Durante el
proceso de escritura, y aún después, si sentíamos que nos desviábamos,
siempre podíamos volver al precepto básico. Desde un primer momento supe
que íbamos a hacer la película, que probablemente superaría nuestras
expectativas, y que el mensaje de texto de OLIVIER siempre estaría allí
para recordarnos eso en lo que tanto habíamos creído tanto”.
Agrega el productor : “Hacer una película sobre algún personaje célebre
es siempre un proceso largo. VATEL y 1492 me enseñaron que lleva un año
como mínimo investigar, procesar la información necesaria, y encontrar
una forma interesante de narrarla. Al principio, OLIVIER, que es muy
visual e intuitivo, no quería escribir la película. Tuve que convencerlo
de que lo hiciera. Yo necesitaba su precisión, su comprensión de lo que
es esencial. Sabia que él tendría muchas cosas personales que decir en
la película –cosas que solo él podría expresar. Fue su visión única,
singular, sobre la vida de Piaf lo que me interesó”. OLIVIER DAHAN
explica: “Leí todo lo que hay escrito sobre ella, publicado o no, de
toda su vida, y después, hasta el día de hoy. Al mismo tiempo, empecé a
escribir, combinando aquello que para mí se destacaba en mi lectura, con
todo otro aquello que quería expresar, más allá de la vida de Piaf. Creo
que tengo una idea bastante clara de lo que siente un artista – ya sea
Piaf u otro. Aprehensión, ansiedad, deseo…No quería hacer una típica
película biográfica, pero sí que todo lo que apareciera en la película
fuera real. De todas maneras, en ciertos momentos, especialmente en lo
que respecta a su infancia, de la cual ella raramente habla, debí
extrapolar, usando los pocos elementos de los que disponía”.
ALAIN GOLDMAN remarca: “A medida que el guión fue tomando forma, empecé
a ver cómo la vida de Piaf fue aún más dramática que sus canciones –¡una
tragedia con un poco de todo! Abandonada y criada en un burdel,
temporalmente ciega cuando niña; vagando en la calle con su padre, antes
de caer en manos de un proxeneta. Y justo cuando su carrera comienza a
tomar vuelo, es acusada de asesinato y tiene que comenzar de nuevo desde
el principio. El más grande de los novelistas no podría haber soñado una
historia mejor. Piaf es uno de esos artistas de atractivo universal
–hombres, mujeres, jóvenes y no tan jóvenes…Y no porque apele a las
emociones más bajas. Todo lo contrario: más bien nos eleva. Su voz
fascina a la gente, superando barreras sociales y culturales. Cualquiera
puede identificarse con ella. Piaf es como un icono, como una luz, y la
necesitamos hoy más que nunca. Su importancia va mucho más allá de
nuestras fronteras. Es por eso que la película ha despertado interés en
tantos países, incluso en territorios de habla inglesa, los que
habitualmente resultan bastante inaccesibles a las películas francesas”.
OLIVIER DAHAN observa: “Durante mi investigación, acumulé muchos hechos
y, sobre todo, pude confirmar mi intuición inicial. Piaf es
innegablemente el arquetipo del artista. Generalmente, cuando un artista
comienza a autodestruirse, su arte decae. En ese sentido, Piaf es una
excepción. A medida que su cuerpo languidecía, su arte iba
enalteciéndose, iba haciéndose más elevado, más puro. Y eso es muy raro.
Aún en el ocaso, todo estaba allí, en su voz, y en su voluntad de cantar
y actuar como nunca lo había hecho antes. Ella nunca se dio por vencida.
Por otra parte, yo no creo en el artista atormentado. Como todo el
mundo, Piaf tuvo momentos felices, aún en el momento más insospechado.
No creo que ser infeliz sea un prerrequisito para ser un gran artista.
Por el contrario, hay que esforzarse para no ser infeliz. En muchas
biografías, la infancia del sujeto es pasada por alto. Esos primeros
años condicionan el resto de nuestras vidas. La clave muchas veces
radica en la infancia.”. Y agrega: Casi todas las escenas que filmamos,
incluyendo los diálogos vienen del primer borrador. Yo modifiqué la
estructura del guión, pero no el contenido. La escena de apertura es
exactamente la misma de cuando comencé el guión. Escribiendo y hablando,
Piaf se expresaba muy bien. Usé sus propias palabras para los diálogos.
Ella iba directo al punto, sin palabrerías. Leí su correspondencia,
incluyendo sus cartas no publicadas y me impresionó mucho la calidad de
su escritura, su honestidad y su agudeza de juicio. A pesar del hecho de
que ella era increíblemente famosa, para mi, la esencia de la película
proviene de algo que me es muy íntimo, muy personal, porque la alimenté
exactamente de lo que yo quería decir. Nunca me sentí intimidado por su
grandeza. Lo que quería era pintar un retrato de ella. Contar
simplemente la historia de su vida no me interesaba per se. Los eventos
que muestro ayudan a construir este retrato. Siempre traté de ser fiel,
respetuoso, de estar cerca de ella, sin idealizarla. Ella nunca se
idealizó a sí misma, ni a su arte. Cuando estaba escribiendo el guión,
me prometí no encontrarme con nadie que la hubiera conocido
personalmente. Un día, Ginou Richer me contactó. Le envié el guión,
pensando que esa sería la verdadera prueba de fuego. Me llamó para
decirme que no estaba equivocado sobre su personalidad. Para mi todo el
proceso fue como una especie de exploración, como quien junta las piezas
que va encontrando, sin saber cual va a ser el resultado. Aunque mi
acercamiento no fue exactamente como el de un arqueólogo - espero - , sí
fue el de alguien interesado en no distorsionar la representación de los
individuos y los hechos. Quería expresar cosas sobre su personalidad que
fueran verdaderas y exactas, pero a mi modo, sin traicionarla a ella y
sin verme obligado a elegir entre una u otra perspectiva. Todo lo que
quería expresar libremente, ya sea a través de ella o con ella, debía
salir de la vida real.”
Con respecto a la elección de sus actores, OLIVER DAHAN dice: “El
casting de la película lo hice intuitivamente. Hay muchos personajes y,
para cada uno, mi elección fue más allá de consideraciones
profesionales. Eran corazonadas. Más allá del talento de los actores,
todo ellos me movilizaron. A MARION COTILLARD no la conocía
personalmente, pero inmediatamente pensé en ella para hacer de Piaf. La
había visto en varias películas, y sentía que tenía el talento dramático
vital para el papel, algo que pocas actrices tienen. Piaf es un ícono.
Su rostro, voz y silueta son instantáneamente reconocibles. Para que el
público aceptara lo que yo estaba tratando de expresar, tenía que haber
alguna clase de similitud entre la actriz y Piaf. MARION es más linda,
pero hay una semejanza particular entre ambas cuando miras las fotos de
la joven Piaf. Le envié el guión y nos juntamos. No teníamos mucho
tiempo, así que no hicimos ninguna prueba, apenas dedicamos medio día
para el maquillaje. De todos modos, le pedí a MARION que investigara
todo lo que pudiera sobre Piaf al mismo tiempo que yo, que leyera libros
y viera películas de ella. A le vez, creo que enfocó el personaje
intuitivamente, como yo, y esa es la mejor manera de hacerlo”.
Dice ALAIN GOLDMAN: “OLIVIER enseguida sintió que MARION tenía una
marcada semejanza con Piaf, especialmente con la Piaf de esa época de la
vida donde es imposible ocultar tu propio ser. MARION hizo un gran
trabajo. No sólo supo empaparse de cómo su personaje pensaba, sino que
se metió en la piel. Por algún extraño milagro, empezó a hablar
exactamente como Piaf, hasta en el más pequeño detalle. Capturó sus
movimientos, incluyendo la rigidez en las manos causada por la artritis.
Traspasó la mera imitación. Puso una increíble intensidad y humanidad en
su trabajo. Cuando la ví como Piaf por primera vez, aún antes de que el
magnifico maquillaje de DIDIER LAVERGNE se hubiera completado, dejé de
preocuparme. Supe que funcionaría”.Cuenta OLIVIER DAHAN: “Estábamos
presionados con los tiempos, así que tuvimos que ir perfeccionando el
maquillaje durante la filmación. Como no habíamos avanzado mucho, detuve
el rodaje por un día para probar varias ideas. DIDIER LAVERGNE hizo un
trabajo increíble. Al principio, me decía que con un maquillaje tan
denso sería imposible utilizar primeros planos. Le pedí que continuara
intentando, hasta que consiguió el resultado esperado. Fue una lucha
conjunta. Yo le dije a MARION que, sin importar cuánto maquillaje
llevara puesto, era a ella a quién yo quería ver. No quería una
imitación. Era imperativo que MARION no se sintiera abrumada; quería que
ella y Piaf fueran una”. El director continúa: “Fue la primera vez que
tuve una relación tan fuerte con una actriz. Ella y yo compartimos la
misma percepción sobre Piaf. Nos alimentamos mutuamente. En algunas
ocasiones, era la voz de MARION la que escuchábamos cantar, pero la
mayoría de las veces ella hacía mímica, lo que es bastante complejo”. No
se trata solamente de poner el cuerpo, hacer lo gestos y simular que se
canta. MARION practicó duramente para lograr el ritmo y la respiración
correcta, y así logró encarnar al personaje capturando su alma. Le dio
vida”.
ALAIN GOLDMAN dice: “La película no era solo un paseo por la vida de
Piaf. Una de las grandes ideas de OLIVIER era distinguir entre aquellos
que se preocupaban por Piaf, y aquellos por los que ella se preocupaba.
Es su corazón el que nos guía. La película es un viaje emocional –tiene
algo que decir, no es un docudrama”. OLIVIER DAHAN insiste: “No se
trataba de hacer un recorrido por sus éxitos, y menos aún, por su larga
lista de célebres amigos, conocidos y amantes. Me concentré en la gente
que la ayudó a construir su identidad, razón por la cual vemos a su
manager y a su asistente, pero no a MONTAND, AZNAVOUR y otros grandes de
la época. Yo estaba interesado en la Piaf íntima, en la mujer, no el
ícono público. MARLENE DIETRICH es la única excepción a la regla.
Además, dejé la escena en que ella conoce a CHAPLIN, y él le dice que
ella, con el canto, había logrado lo que él a través de sus películas.
De hecho, en muchas escenas MARION actúa al estilo de las actrices del
cine mudo. Como CHAPLIN, Piaf creó un personaje histriónico de sí misma.
Intencionalmente alimentaba su propio mito y no tenía reparos en
inventar historias, especialmente con los periodistas, quienes se las
creían al punto de que aún hoy son aceptadas como ciertas”. Prosigue
diciendo el director: “La película no fue fácil de financiar. ALAIN tuvo
que trabajar muy duro para conseguir los fondos. Ninguno de los posibles
patrocinantes se veía interesado por Piaf. Así que tuvimos muy poco
tiempo de preparación, tal vez 3 o 4 meses. Más que nunca, tuve que
seguir mi intuición. No hubo repasos ni ensayos, los que de todos modos
no me gustan. En el set, como cuando escribo, es la primera versión –la
espontaneidad– lo que busco. Teníamos un cronograma tan frenético que
algunos sets los vi por primera vez el mismo día en que íbamos a filmar
ahí. El departamento de arte trabajó contra reloj. En algunos casos, la
pintura todavía estaba fresca cuando empezábamos a filmar”.
ALAIN GOLDMAN agrega: “Cada decisión, era una decisión artística. Ese
fue el acuerdo que habíamos convenido entre todos, y me alegra de que lo
hayamos respetado. Mi compañía corrió con todo el riesgo. Estábamos
constantemente a punto de salirnos del presupuesto o del cronograma, y
vaya si lo hicimos! Pero la película era tan fascinante, que valía la
pena arriesgarse a todo. Algunos inversores abandonaron el proyecto, y
no tengo rencores al respecto, aunque, a veces, se nos hizo difícil
continuar. Afortunadamente TF1 se cruzó en nuestro camino. El resultado
final se debe enteramente al talento de OLIVIER, pero me alegra de que
hayamos resistido ante tantas dificultades para hacerlo posible. Dice
OLIVIER DAHAN: “La filmación se prolongó por más de cuatro meses y
medio, a principios de 2006. La mayor parte del tiempo filmamos en
Praga, con unas semanas en París y Los Angeles. Las escenas de Nueva
York fueron filmadas en estudio. Obviamente, la película requirió muchos
escenarios diferentes. Algunos de ellos, como el hall del hotel con
vista a la ciudad de Nueva York, fueron construidos para una sola
escena, o incluso para una sola toma. Había una gran variedad de
escenarios, de todas las dimensiones. En la película aparecen desde
carretillas hasta limusinas, ya que hay una Piaf rural de comienzos de
siglo y una Piaf urbana de mediados de siglo. No quería reconstruir su
mundo, pero sí sumergir a la audiencia en él. La narrativa debía ser
impresionista, no lineal. Debíamos intercalar varios períodos, saltando
de uno a otro por asociación de ideas o imágenes, como recuerdos que
relampaguean en la mente. OLIVIER RAOUX, el diseñador de producción, es
excelente. La iluminación delicada, en sutiles claroscuros,de TETSUO
NAGATA me dio una sorprendente precisión visual. Era la primera vez que
trabajaba con él y quedé hipnotizado por su dominio de la luz”.
El director continúa: “Comenzamos con las escenas en el burdel, con la
pequeña MANON CHEVALIER interpretando a una Edith de cinco años. Para
las escenas en las que ya tiene diez, PAULINE BURLET tomó la posta. Cada
escena, desde aquellas de la infancia de Edith hasta las escenas de
MARION, tienen la misma intensidad porque se trata de la misma persona,
aunque en diferentes momentos de su vida. Apliqué la misma idea para
dirigir a las dos niñas y a MARION.Y agrega: “Pasé mucho tiempo pensando
en cómo debía encarar uno de los momentos más importantes en la vida de
Piaf – lo cual se ha sido dicho una infinidad de veces – cuando se
entera de que Marcel Cerdan, el gran amor de su vida, ha muerto en un
accidente aéreo cuando iba a encontrarse con ella. Imaginé esa escena
como una secuencia en la que se resumiría de algún modo su vida: feliz
de mañana, destrozada de noche, pero aún así sobre el escenario. La
escena fue rodada en un set construido especialmente, y la ensayamos
mucho.”
Sobre la cuestión crucial de la banda de sonido del film, el director
dice: “Dejé que mi instinto y mis sentidos me guiaran a la hora de
elegir las canciones. Algunas, por supuesto, fueron elecciones
instantáneas. Además, quería escuchar a Piaf cantar en inglés, para
perder la imagen del ícono francés. Como artista, ella no pertenece a
nadie en particular, sino a todo aquel que la escuche. Todo gran artista
es un símbolo ideal de universalidad”. Y agrega: “Hacer esta película
nos llevó tres años. Tres años memorables. Mucha gente dio mucho de sí,
no solo para que película tuviera buenas críticas y lograra una muy
buena taquilla, sino también para que fuera digna de la persona cuya
historia se cuenta, una película a la altura de nuestras ambiciones.
Todavía puedo recordar tardes enteras pasadas con amigos del elenco en
el departamento que tenía en Praga. A la vez, tengo muy pocos recuerdos
de lo sucedía en el set. ALAIN GOLDMAN remarca:” Si efectivamente se
realiza un gran trabajo preliminar, y todo marcha según lo planeado, un
productor no es de mucha utilidad en el set. Fui por el solo placer de
ver a esos talentos trabajando –OLIVIER, MARION, el elenco y GÉRARD
DEPARDIEU, quien es como un hermano mayor para mí. Todos trabajábamos en
la misma dirección, inspirados por Piaf y OLIVIER. Viendo la película
ahora, no da la sensación de que sea la vida de Edith Piaf ilustrada.
Por raro que parezca, sientes como si conocieras su personalidad.
Definitivamente es la película más movilizadora que he producido”.OLIVIER
DAHAN concluye: “Definitivamente es la película que más se acerca a lo
que yo soy. Para mí, la historia es siempre un pretexto, un medio para
comunicar los sentimientos que solo puedo expresar en imágenes y
sonidos. Yo me formé en una escuela de arte, no de cine. Intento tener
el enfoque de un pintor, no en un sentido visual, sino en términos del
proceso creativo. Con los años, traté de simplificar las cosas, de sacar
lo mejor de mí, yendo a lo más profundo de mi ser. De hecho, en lo que
respecta a la historia de Piaf, la película es muy autobiográfica. Si
decidiera llevar mi propia vida a la pantalla, no sería más fiel que
ésta. La evidencia muestra que Edith Piaf tenía fe. Personalmente, yo
sigo en la búsqueda. Me falta esa voz interna que me guíe. Aunque, por
supuesto, siempre está la intuición…”
MARION COTILLARD habla de su personaje, EDITH PIAF.
Cuanto tenía veinte años, me gustaban los cantantes del movimiento “La
Chanson Réaliste”, y escuché mucho a Fréhel, Yvette Guilbert, Aristide
Bruant y, por supuesto, Edit Piaf. Más que las de los otros, sus
canciones me conmocionaban porque ella cantaba desde sus emociones más
puras, verdaderas y absolutas, con una voz que te llegaba hasta las
tripas. Al mismo tiempo, no sabía casi nada sobre ella, salvo por las
canciones románticas como Les amants d´un tour, L´hymne a l´amour (Himno
al amor) y La foule (Que nadie sepa mi sufrir). Desde entonces, en
varias ocasiones he escuchado sus canciones justo antes de rodar una
escena, para vincularme con un estado emocional, sensible. Piaf me ayudó
como actriz, mucho antes de tener la oportunidad de representarla. En un
primer momento, mi agente me dijo que OLIVIER DAHAN estaba escribiendo
una película sobre Edith Piaf y que había pensado en mí para el papel,
pero la experiencia me enseñó a no prestar mucha atención a los rumores,
hasta que no tienes el guión frente a tí. En los meses siguientes
seguían los rumores y me saqué la idea de la cabeza; hasta que un día,
OLIVIER me pidió que nos encontráramos. Nos entendimos muy bien, nos
sentíamos muy cómodos el uno con el otro, como si fuera obvio que
nuestros caminos se iban a cruzar algún día. Antes de ese encuentro, yo
ya había echado un vistazo a algunas fotos de la Piaf. No quería ser
presuntuosa, ni tampoco poner prematuramente mucha energía en un papel
que ni siquiera me habían ofrecido, pero no podía evitar buscar
información sobre ella. Cuando me di cuenta de que OLIVIER realmente
quería hacer la película conmigo, a duras penas podía aguantar la
ansiedad. Me dio el libro de Jean Noli sobre los últimos tres años de
vida de la Piaf, y entonces mi admiración por ella se hizo mucho más
grande, cuando conocí la vida que había llevado. A esa altura, el guión
era más largo que la que resultó ser su versión final, pero era
excepcional. OLIVIER había construido un retrato de Piaf íntimo,
equilibrado y muy humano. Estaba plagado de momentos poderosos, de esos
encuentros que te cambian la vida, de rupturas, abandonos, esperanza y
amor. Una película común y corriente tiene en todo caso una o dos
situaciones que alcanzan ese nivel de emoción. Ésta película desborda de
ellas. De hecho, creo que probablemente sea la tremenda intensidad con
la que vivió Edith Piaf, tanto en los buenos como en los malos momentos,
lo que explica porqué murió a los cuarenta y siete años apenas”.
“Era un papel extraordinario, pero pronto me di cuenta de lo exigente
que sería interpretar a Edith Piaf desde su juventud hasta su muerte.
Nunca antes me habían dado un papel como ese. Nunca nadie me había
pedido que compusiera el personaje de mujer como ella, de una vida como
esa. Estaba nerviosa, pero nunca tuve las más mínima vacilación.
Probablemente eso se deba a que nunca tuve ninguna duda acerca de las
ideas de OLIVIER DAHAN sobre el personaje y la película. Él tenía fe en
mí y eso era todo lo que yo necesitaba. Otra cosa que me ayudó para no
entrar en pánico fue que, aunque yo imaginaba que sería difícil, ¡nunca
había pensado que sería tan difícil! En octubre de 2005, justo después
de terminar de filmar UN BUEN AÑO de RIDLEY SCOTT, todos los días me
disponía a trabajar, abría el guión, leía esas escenas impresionantes y
lo cerraba inmediatamente, casi sin atreverme a pensar en lo que me
esperaba. Entonces, una vocecita me decía que volviera a abrir el guión
y que leyera un poco más, porque muy pronto iba a tener que estar en La
Brasserie Julien haciendo esa escena. O en el departamento del boulevard
Lannes diciendo Non, Je ne regrette rien por primera vez…¡iba a tener
que hacer esa escena! O estaría haciendo la escena de la Piaf en su
lecho de muerte…¡ya no podría echarme atrás! A esa altura ya había leído
algo más del guión, y mi corazón latía enloquecido. Muchas veces, en
otras películas, también había tenido tanto miedo que quería ir
corriendo al director y decirle que buscara otra actriz. Pero en ésta,
aún con los nervios destrozados, ¡eso no me pasó ni una vez!. Desde el
principio, dije que tendría que trabajar con un entrenador. No se
trataba de una cuestión física, ni de seguridad, pero quería que alguien
a mi lado me ayudara a encontrar a Edith Piaf. Yo ya había trabajado con
PASCAL LUNEAU, y fue él quien me dio la clave. Yo tenía tanta admiración
por Piaf, que algunos aspectos suyos me eran incomprensibles,
especialmente su costado tiránico. Pascal me ayudó a darme cuenta de que
mi admiración me impedía llegar a lo más profundo de su ser. Dejar de
lado esa admiración no significó que dejara de gustarme; simplemente, me
permitió buscarla desde otro nivel. Dejé de verme tan pequeña en
comparación con ella, y ahí es cuando empecé a percibir todo aquello que
no me gustaba de su personalidad. Eventualmente, llegué a realmente
adorarla, porque me di cuenta de que lo único que ella no soportaba era
estar sola. Que hubiera hecho lo que sea por no sentirse sola, aún si
eso implicaba tiranizar a la gente que quería. Nunca trabajamos en los
aspectos físicos del personaje - cómo caminaba, cómo se movía, cómo
hablaba - hasta que un día, el primer día de rodaje, escuche la palabra
“¡Acción!” y una voz que nunca había escuchado en mí, salió de mi boca.
De hecho, mi preparación se había centrado totalmente en observar y
sumergirme en lo más íntimo de Edith Piaf. Había visto tantas películas,
había escuchado tantas grabaciones y entrevistas, que todas ellas
evidentemente germinaron, alimentando una suerte de proceso interno.
Desde el principio yo sabía que no quería imitarla. La intención era
hacer en mí suficiente espacio para que Piaf se sintiera en casa, sin
dejar de lado mi propio yo. La tuve que recibir de modo de que
pudiéramos crear algo juntas. Parte de ser actor es invitar a los
personajes o convocarlos a compartir lo que tú eres. Cuando haces de
Fedra, de algún modo la llamas. Por supuesto, cuando haces de alguien de
la magnitud de Piaf, esto se vuelve aún más abrumador. A algunas
personas esto les puede parece un poco místico, pero lo que yo puedo
decir es que, después de pasar tanto tiempo mirándola, escuchándola y
amándola, muchas veces tuve la impresión que ella estaba ahí. Yo estaba
tan empapada de su modo de moverse y de hablar, hasta en las más
pequeñas inflexiones de su voz, que era como si ella existiera dentro
mío”.
“¡Llegué
al set para reencontrarme con ella! Y no le estoy poniendo ningún tinte
místico o esotérico a todo esto, es solo un encuentro, un extraordinario
encuentro. Algo de ella cobró vida en mí. Duró solo lo que duró la
filmación. En ciertos momentos, se sentía su presencia. Muchas veces
sentí que estábamos trabajando juntas. En momentos así, se deja el ego
de lado, y uno se entrega al personaje. Da miedo, pero es absolutamente
asombroso. Una de las primeras escenas que tuve que hacer era en el
departamento en el boulevard Lannes, cuando Charles Dumont trae su Non,
Je ne regrette rien. Me sorprendí hablando y moviéndome como si Piaf
estuviera dentro mío. Aún si hubiéramos tenido que hacer la toma una y
otra vez, y con todo lo difícil que era, me di cuenta de que realmente
iba a disfrutar con el personaje ¡Las pruebas de maquillaje fueron
infernales y pasamos por las manos de muchos maquilladores! Cada vez era
como empezar todo de nuevo. En esa etapa me preocupaba mucho, porque los
resultados nunca eran los que buscábamos; y yo sabía que, por buena que
fuera mi interpretación, si el maquillaje no funcionaba, no había forma
de que la audiencia creyera en ella. DIDIER LAVERGNE hizo un trabajo
impresionante, a pesar de tener mucho menos tiempo del que semejante
desafío habitualmente requiere. Aún así, encontrar el maquillaje tomó
cierto tiempo y algunas escenas tuvimos que hacerlas de nuevo. A la vez,
interpretar a una Edith Piaf joven fue menos problemático, porque no
usaba un maquillaje tan pesado. En el set, OLIVIER es de pocas palabras,
pero siempre muy acertadas. El dirige visualmente, describiendo las
cosas. Puede parecer mecánico, pero es algo que le sale intuitivamente,
y para mí funciona perfectamente. Nos regaló momentos absolutamente
mágicos, como la secuencia en que Piaf se entera de que Cerdan está
muerto. Yo conocía de memoria las dimensiones del set, un largo hall que
tenía que atravesar de un lado al otro. Todos habíamos ensayado la
escena. Cada uno debía estar exactamente en su lugar. Había en el aire
una vibración, una emoción muy especial, una carga excepcional de
energía positiva. No podíamos arriesgarnos a pisar en falso, ya que eso
implicaba empezar todo de vuelta. Cuando me desperté esa mañana, pensé
en Roberto, el operador de cámaras, y en Chris, el operador del foco, y
me dije que esa noche bailaríamos un vals juntos. Cuando terminamos la
escena, todos teníamos una sensación maravillosa. Los miembros del
equipo fueron los primeros en ver mi transformación y, para ser honesta,
tuve un poco de miedo escénico, porque los admiraba a todos. También,
estuve especialmente nerviosa en las escenas de los últimos años de Piaf.
Nunca voy a olvidar mi primera escena con PASCAL GREGGORY, MARIE-ARMELLE
DEGUY, ELISABETH COMMELIN y JEAN-PAUL MUEL. Todos son maravillosos.
Estábamos todos trabajando en una misma dirección”.
“Me
gusta cantar, pero el proceso técnico de hacer la mímica de una
grabación fue los más difícil para mí; simplemente quería que me saliera
perfecto. Trabajé con una profesora de canto para aprender cómo cantaba
Piaf –los movimientos de su cuerpo, de su boca, de su respiración. Era
tan complicado que casi me vuelvo loca. Cuando escuchaba sus
grabaciones, analizaba su estilo interpretativo. Me di cuenta de que
captar el ritmo no alcanza cuando haces la mímica. La respiración es
vital. De haber sido posible, hubiera anotado el momento exacto en el
que ella toma aire, hubiera puesto el disco y me hubiera filmado
cantando a la cámara. ¡Pasé noches enteras tomando notas sobre lo que no
debía hacer! Quería ser Piaf.
Hubo momentos verdaderamente emocionantes en la película, como cuando
filmamos en el Olimpia Concert Hall de París, la escena en la que Piaf
regresa a los escenarios con Non, Je ne regrette rien. Ginou Richer, muy
cercana a Piaf, estaba entre el público. Fue increíble estar con ella es
el set. Para ella debe haber sido también muy extraño. Cuando llegué al
escenario para cantar esa canción, con Ginou ahí, fue algo absolutamente
mágico. Piaf me enseño tanto. En términos de trabajo, creo que lo voy a
disfrutar ahora aún más que antes, porque ahora se que los personajes
realmente existen.
ELENCO
Edith Piaf: Marion Cotillard / a los cinco años: Manon Chevallier /
a los ocho años: Pauline Burlet
Anetta: Clotilde Courau
Louis Gassion: Jean-Paul Rouve
Aicha: Farida Amrouche
Momone: Sylvie Testud
Leplée: Gérard Depardieu
Louis Barrier: Pascal Gregory
Marcel Cerdan: Jean-Pierre Martins
Titine: Emmanuelle Seigner
Louise: Catherine Allegret
FICHA ARTISTICA-TÉCNICA
Guionista y Dirección: Olivier Dahan
Productor: Alain Goldman
Fotografía: Tetsuo Nagata
Escenografía: Olivier Raoux
Vestuario: Marit Allen
Montaje: Richard Marizy
Compositor: Christopher Gunning
Asistentes de Dirección: Mathiasa Honore y Oldrich Mach Jr.
Segundo Asistente de Dirección: Vojtech Hlavi_ka
Compañía Productora: Légende / Alain Goldman
En coproducción con: TF1 International, TF1 Films Production, Okko
Productions y Songbird
Pictures Ltd con la participación de: Canal +
Origen: Francia, República Checa, Reino Unido
Duración: 140 minutos - Año: 2007
MARION COTILLARD
2007 LA VIE EN ROSE Olivier DAHAN / A GOOD YEAR Ridley SCOTT
2006 DIKKENEK Olivier VAN HOOFSTADT / FAIR PLAY Lionel BAILLIU / TOI ET
MOI Julie LOPES-CURVAL / SAUF LE RESPECT QUE JE VOUS DOIS Fabienne GODET
2005 MARY Abel FERRARA / EDY Stéphan GUERIN-TILLIE / LA BOÎTE NOIRE
Richard BERRY / MA VIE EN L’AIR Rémi BEZANÇON / CAVALCADE Steve SUISSA
2004 UN LONG DIMANCHE DE FIANÇAILLES Jean-Pierre JEUNET, Cesar 2005 a la
Mejor Actriz de Reparto / NARCO Tristan AUROUET & Gilles LELLOUCHE /
L’ÉCOLE Lucille HADZIHALILOVIC / BIG FISH Tim BURTON
2003 JEUX D’ENFANTS Yann SAMUELL / TAXI III Gérard KRAWCZYK
2002 UNE AFFAIRE PRIVÉE Guillaume NICLOUX
2001 LES JOLIES CHOSES Gilles PAQUET-BRENNER, Nominada a la Mejor Actriz
Promisoria, Cesar 2002 / LISA Pierre GRIMBLAT
2000 TAXI II Gérard KRAWCZYK / FURIA Alexandre AJA
1999 DU BLEU JUSQU’EN AMÉRIQUE Sarah LEVY / GUERRE DANS LE HAUT PAYS
Francis REUSSER
1998 TAXI Gérard PIRES, Nominada a la Mejor Actriz Promisoria, Cesar
1999
1996 LA BELLE VERTE Coline SERREAU / COMMENT JE ME SUIS DISPUTÉ (MA VIE
SEXUELLE) Arnaud DESPLECHIN
1994 L’HISTOIRE DU GARÇON QUI VOULAIT / QU’ON L’EMBRASSE Philippe GAREL |
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