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Es el año 1969. El conflicto en
Vietnam explotó. El número de víctimas Estado Unidenses es catastrófico,
las bajas incontables y el reclutamiento de soldados es feroz. Dean Hill
(Taylor Handley) de 18 años de edad es llamado para sumarse a las filas
militares. Pero antes de que Dean pueda reportarse al centro local de
reclusión, su hermano, Eric (Matt Bomer), quien recientemente ha
regresado de una gira obligatoria en Vietnam, decide sorprender a Dean.
A pesar de la preocupación de su devota prometida, Chrissie (Jordana
Brewster), Eric planea enlistarse junto a Dean en su amada Marina
esperando cuidar a su desorientado hermano. Desafortunadamente, los
planes de Dean no coinciden con los de Eric. La simple estrategia de
Dean es eludir el llamado e irse al sur hacia México, idea que comparte
con su novia, Bailey (Diora Baird). Pero antes de que cada pareja se de
cuenta de en qué batalla se está metiendo, los chicos junto a sus novias
se van a Texas para divertirse a lo grande por última vez.
Antes de que comience su viaje, los cuatro jóvenes son atacados por un
par de amenazantes ciclistas, Holden (Lee Tergesen) y su novia, Alex (Cyia
Batten). Cuando Alex persigue el jeep de los chicos, los hace caer en un
serio accidente, Chrissie es despedida por el vehículo. Mientras Alex
intenta robar al herido trío, el Sheriff Hoyt (R. Lee Ermey) entra en
escena y cambia las cosas. Mientras Chrissie se esconde en un arbusto
cercano, ve cómo el alguacil de manera inexplicable los ridiculiza antes
de ordenarles que suban a la parte trasera de la patrulla. Sin que
Chrissie sepa, Hoyt los lleva de regreso a la casa de la familia Hewitt,
donde su sobrino, Thomas – quien se convertirá en el monstruo más
terrible que jamás se haya visto, conocido como Leatherface (Andrew
Bryniarski) – y el resto del clan Hewitt esperan. Mientras Chrissie es
testigo de los horrores que inflige la familia Hewitt a la gente que
ella ama, se da cuenta que ella es la única esperanza de salvación.
New Line Cinema, junto a Michael Bay, presentan La Masacre de Texas: El
Inicio, la aterradora historia de una familia dejada de lado en un
pueblo rural, sin esperanzas, sin proyectos y sin nada que perder, cuyo
comportamiento excéntrico cruza la línea de lo grotesco y lo sádico. La
película está protagonizada por Jordana Brewster, Taylor Handley, Diora
Baird, Matt Bomer, Lee Tergesen, Cyia Batten y R. Lee Ermey.
La película está dirigida por Jonathan Liebesman, con guión de Sheldon
Turner de una historia de Sheldon Turner y David J. Schow. Los
productores son Michael Bay, Mike
Fleiss, Tobe Hooper, Kim Henkel, Andrew Form y Brad Fuller. Los
co-productores son
Alma Kuttruff y K.C. Hodenfield. Los productores ejecutivos son Toby
Emmerich, Mark
Ordesky, Guy Stodel, Jeffrey Allard y Robert J. Kuhn. El exitoso equipo
de producción incluye al director de fotografía Lukas Ettlin, al editor
Jonathan Chibnall, al diseñador de producción Marco Rubeo, la diseñadora
de vestuario Mari-An Ceo, el compositor Steve Jablonsky, el coordinador
de dobles de riesgo Kurt Bryant, el coordinador de efectos especiales
John Milinac y los maquilladores de efectos especiales Jake Garber,
Kevin Wasner y Greg Nicotero from KNB EFX, Inc.
SOBRE LA PRODUCCIÓN
El primer guión original producido por Platinum Dunes, La Masacre de
Texas: El Inicio es el resultado de la colaboración entre Michael Bay y
sus productores asociados Andrew Form y Brad Fuller. El trío tiene una
relación laboral muy parecida a alumnos graduados que desarrollaron y
nutrieron un proyecto con el apoyo de su profesor de universidad (Bay)
quien supervisa cada parte del proceso, dándoles el beneficio de su
experiencia, instinto y éxito, sin mencionar su habilidad para
conectarse con el público.
“Comenzar Platinum Dunes fue un capricho,” dice Bay. “Comenzó como una
idea para ayudar a jóvenes directores a lanzarse en su primera película.
Por eso la comencé junto a mis dos mejores amigos, pero no teníamos idea
que tendríamos tanto éxito con nuestras dos primeras películas. Sólo
queríamos hacer films de bajo presupuesto donde la película fuera la
estrella, y las de terror son perfectas.”
Cuando los socios de Platinum Dunes completaron su versión de 2003 de La
Masacre de Texas, no tenían ninguna expectativa de éxito o de hacer otra
película del mismo tipo. Pero con el pasar de los años, la gente se les
acercaba y les hablaba sobre la extraña familia Hewitt, llenándolos de
preguntas sobre cómo la familia se había convertido en un grupo de
asesinos tan metódicos y violentos. Finalmente, durante la pre-producción
de su reciente versión de The Amityville Horror, Form y Fuller
comenzaron a pensar sobre la historia de la familia Hewitt, determinando
cuán interesante sería explorar sus orígenes.
“Los fanáticos querían otra Masacre, fue así de simple,” dice Bay. “Pero
no era por el final de la primera película cuando le cortamos el brazo
al sujeto malo. La trama de esta nueva versión era un verdadero desafío,
pero una vez que decidimos hacer este film en vez de una continuación
estándar, las posibilidades eran infinitas. Sólo teníamos que estar
dentro de esa línea y no apartarnos demasiado.”
Brad Fuller agrega, “Andrew y yo nos reunimos con Michael y discutimos
sobre si la historia de la familia era o no importante. ¿Acaso decir que
se trata de una familia de asesinos es suficiente para crear una
película? Sabíamos que el primer paso era encontrar un escritor que
ayudara a describir y lanzar los detalles.”
Los realizadores contactaron a Scott Kozar, quien escribió la versión de
2003, pero estaba comprometido con otros trabajos, entonces de inmediato
pensaron en el escritor de Amityville, Sheldon Turner. Para comenzar,
los productores le dieron a Turner una copia de la película de 2003 y le
pidieron no sólo que propusiera nuevas ideas sino que también contestara
las preguntas que proponía la película original, como por ejemplo: ¿Cómo
se convirtió esta familia en lo que es? ¿Por qué el Tío Monty está
amputado doblemente? ¿Por qué Hoyt no tiene dientes y cómo diablos se
convirtió en alguacil? Y, por supuesto, ¿por qué Leatherface hace lo que
hace, y qué pasa con esas pieles horribles que usa?
Los productores quedaron impactados con las respuestas que les dio
Turner y poco tiempo después hallaron a su director Jonathan Liebesman.
“Conseguimos un gran escritor,” dice Fuller. “Con un guión tan fuerte
supimos que estábamos preparados para hacerlo, así que recurrimos a
Jonathan. Comenzaron las reuniones, Jonathan hizo una presentación y nos
mostró cómo planeaba elevar el guión, y eso era todo lo que
necesitábamos oír.”
Los productores Platinum Dunes conocieron por primera vez al director
Jonathan Liebesman en 2002 cuando realizaban entrevistas a unos pocos
directores para la primera La Masacre de Texas, pero Sony se llevó
consigo a Liebesman para dirigir Darkness Falls antes de que terminaran
de ver a todos los candidatos. Se mantuvieron en contacto y lo llamaron
para la segunda película de Platinum Dunes, Amityville Horror, pero en
vez de Amityville, ellos se reservaron ese director para su próxima
cuchillada Texas Chainsaw. A pesar de contar con el entusiasta apoyo de
los productores, Liebesman no estaba seguro de hacer esta película hasta
que descubrió que sus preocupaciones respecto a un nuevo proyecto
Masacre eran las mismas que las que tenían ellos.
“Hacer una secuela de una película tan grandiosa, especialmente una en
la que el principal antagonista ha perdido la capacidad de ser
amenazante, no era de mi mayor agrado,” explica Liebesman. “Pero el
explorar cómo comenzó esta leyenda era algo mucho más interesante. Como
fanático de la primera película, yo también quería respuestas a las
preguntas que se presentaban. En mi primera reunión con Michael, Andrew
y Brad, básicamente hice un boceto de cómo debería ser la película y
mencioné ideas que me gustaría ver incluidas en el guion. Al terminar el
día teníamos la misma visión: la película tenía que sentirse como el
comienzo del infierno.”
Andrew Form agrega, “La idea principal de esta película es mostrar cómo
se originó el asesino, Leatherface. Ver la ira fluir en Thomas Hewitt,
ver cómo se apodera de él, y luego ver que este triste hombre mata a
otro ser humano por primera vez. Mientras
Thomas cae más profundamente en las garras de Hoyt, Hoyt adopta el rol
del titiritero y comienza a manipularlo de manera calculada y cruel.”
Una vez que decidieron que esto es lo que querían hacer, los
realizadores debieron decidir exactamente cuán lejos hacia atrás querían
que empezara la historia.
“La película comienza en 1969, alrededor de 3 años antes de la película
original,”
dice Brad Fuller. “La ciudad está construida alrededor de un matadero
que está condenado y fue a la quiebra y con él, se fue todo el pueblo.
Thomas Hewitt pierde su trabajo, junto con todos los demás, y su ira,
que ha estado bullendo desde adentro lentamente lo lleva a cometer su
primer asesinato, lo cual hace que su inestable tío haga justicia por
sus propias manos y de rienda suelta a su propio estrago.”
Form lo resume de la siguiente manera, “Eso es lo que comienza la
masacre de crímenes en cadena.” Con la historia del pasado en su lugar,
los realizadores todavía debían tomar decisiones respecto a cómo
presentar la película de la mejor manera.
“Lo más difícil del género del terror es intentar no desmitificar el
misterio, porque cuando explicas el mal, o muestras demasiado del mismo,
ya no da tanto miedo,”
dice Jonathan Liebesman. “Hay una fina línea al intentar ilustrar la
irracionalidad de los asesinos seriales – uno no quiere explicar
demasiado ni racionalizar su comportamiento al punto tal que deje de ser
misterioso. La Masacre de Texas: El Inicio es eso – es sobre el día en
que comenzaron los asesinatos, pero no necesariamente demasiado de por
qué sucedieron.”
Al discutir la viabilidad de realizar esta película, uno de los temas
que más interesó a los realizadores fue la elección de los actores.
¿Quién regresaría de la película anterior? Andrew Form dice que su socio
productor Brad Fuller, es quien está a cargo en lo que respecta a esa
selección. Comenzaron con el más fuerte de la cadena de Masacre, R. Lee
Ermey.
“Desafortunadamente, muchas películas de terror no tienen buena
reputación porque algunos no eligen a los mejores actores,” dice Fuller.
“Cuando elegimos a Lee, él era una marca de calidad y contratarlo a él
nos permitió rodearlo de gente que tenía talentos similares. No
recurrimos a los clichés. Queríamos encontrar a actores verdaderos que
pudieran aportar algo a esta familia. Son la raíz de la interacción
entre todos los personajes y el público tiene que creerles.”
Form agrega, “Lee tiene sus propias ideas de cómo es su personaje. Es un
actor sin fronteras. Me ha dicho en varias ocasiones que quiere que Hoyt
sea el personaje más políticamente incorrecto que existe, por eso se la
pasa buscando a quién más puede ofender. No hay nadie a salvo.”
Como resultado, la actuación de Ermey es uno de los ítems destacados de
la película. “Lee es de lo más entretenido de la película,” dice
Jonathan Liebesman. “Su personaje está loco, y al comienzo no tiene
mucho sentido, pero eso lo hace muy interesante, porque no tiene
explicación. Es un misterio. Lee, ha sido de gran ayuda para explorar y
moldear su personaje.”
“Le agrega tanto humor,” coincide Michael Bay. “Cuando realizas
películas intensas de terror es siempre bueno tener un alivio cómico,
especialmente cuando el público está muy tenso. Mientras que la
actuación de Lee era muy real, era a la vez bizarra y un poco cómica de
a ratos.”
Ermey es bastante apasionado en cuanto a su aporte como Alguacil Hoyt.
“Me molesta pensar que como actor, soy una simple marioneta, que alguien
me pone palabras en la boca, maneja los hilos y me hace mover,” dice el
veterano actor. “Creo que es la obligación del actor hacer sugerencias y
mejorar el guión. Como lo veo yo, el escritor debe ocuparse de todos los
personajes, pero yo sólo debo ocuparme de uno. Me gusta sorprender, ser
colorido, inesperado. Y enfrentémoslo; Hoyt es un homicida maníaco y un
pervertido sexual. Ahora, ¿cómo se puede llevar eso al límite? Con Hoyt
no hay límite. Yo clasificaría al Alguacil Hoyt como el personaje más
vil que jamás haya interpretado.”
Los realizadores sabían que contaban con el regreso de Ermey, junto con
Marietta
Marich como Luda Mae y Terrence Evans como Old Monty, sin mencionar a
Kathy Lamkin como Tea Lady, pero también crucial para la mezcla fue el
regreso de Andrew Bryniarski, quien interpreta a Leatherface y ha
establecido un culto en si mismo desde su aparición como el asesino
enmascarado.
“Estos actores han estado viviendo con sus personajes por mucho tiempo,”
dice Liebesman. “Tuvieron muchas sugerencias ya que ahora pueden hacer
cosas que hace 3 años no pudieron hacer, y les dimos suficiente tiempo
para poder explorar. Algunas cosas son geniales, otras bizarras y
algunas no pudieron entrar en la película. Debido a que en 2003, el
director Marcus Nispel realizó una película llena de textura y atmósfera
en la que están sumergidos los actores, y les daba la posibilidad de
improvisar. Cada uno de ellos sabía lo que quería agregar.”
“Marietta, por ejemplo, ha estado actuando durante 50 años,” continúa
Liebesman. “Una actriz que trabajó tanto tiempo tiene muchas ideas
buenas: cantarle a Bailey en medio de la tortura es uno de los momentos
más espeluznantes de la película, y jugar con la lengua mientras prepara
la cena – cosas locas que a ninguno de nosotros se nos había ocurrido,
lo cual es sorprendente para una mujer de su edad.”
Un personaje aparentemente inocuo, Luda Mae tiene un rol y una posición
definidos en la jerarquía de la familia Hewitt. “Ella es quien le pone
límites a Hoyt,” explica Liebesman. “Él es un ególatra y cree que
gobierna el mundo, pero cuando enloquece, Luda Mae está ahí para
recordarle que aunque él mate y se coma a gente, él debe tener buenos
modales en la mesa cuando cenan.”
“Luda Mae es la matriarca en esta loca familia,” dice Marich, quien hizo
la prueba para este rol con la vieja bata de su marido, sin peinarse el
pelo y pretendiendo masticar tabaco dejando que el chocolate se
deslizara por su mentón.
“Siempre me invento la historia personal de los personajes que debo
interpretar, por eso sospecho que Luda Mae era una mujer sin hogar que
tuvo que encontrar su camino durante la Depresión,” describe Marich.
“Cuando encuentra a Thomas, se lo lleva a su casa, aunque está
desfigurado y es muy feo, y lo protege de la mala gente con la que se
encuentra en la vida. Ese es su mayor propósito, y la razón por la cual
Luda Mae se queda cerca.”
Diferente a Luda Mae, la naturaleza tranquila de Monty no significa que
tenga una seguridad interna o alguna convicción ferviente. De acuerdo
con Liebesman, Monty es el lacayo de la familia. Su labor es tener
siempre el patio lleno de basura y parafernalia oxidada. Él es la
mucama, el hermano que nunca salió, el que nunca hizo las cosas bien,
pero también sirve como herramienta para que Leatherface practique el
arte de
cortar con la sierra carne y hueso.”
En La Masacre de Texas: El Inicio, Leatherface no es un personaje de una
sola característica; es un rol sorprendente, difícil de interpretar,
teniendo en cuenta que el actor no puede hablar para expresar sus
emociones, deseos o necesidades, y debe contar únicamente con el
lenguaje corporal y el movimiento de los ojos.
“Es más difícil actuar cuando no puedes hablar,” asevera el productor
Andrew Form. “Los gestos y los movimientos pueden traducirse en
sobreactuación, hay una fina línea cuando el actor tiene tanto que dar a
entender. Andrew Bryniarski es particularmente bueno en encontrar el
término medio porque conoce muy bien al personaje. Él es Leatherface y
se toma el personaje muy, muy en serio.”
“Enfrentémoslo, este sujeto tiene fobia social,” dice Bryniarski. “Sufre
de ansiedad real ya que la gente ha sido muy mala con él desde siempre,
lo que lo hace cambiar en un momento y decir suficiente, y se convierte
en la persona responsable de la masacre en cadena.”
Como tanta gente identifica a Bryniarski con Leatherface, él dice que
tiene que esforzarse en ser una persona muy agradable para que la gente
no lo vea como un asesino serial. “Interpreté a muchos personajes locos
durante años de forma muy convincente, por eso estoy acostumbrado a que
la gente mantenga su distancia conmigo,“ dice. “Pero sabía que debía
aceptar este papel. Como dice Michael Bay, ‘Nací para usar la máscara.’”
Terrence Evans tiene su propia teoría. “Luda Mae es mi hermana y Hoyt es
mi hermano.
Hoyt no heredó la inteligencia, pero sí la maldad. Por eso, sea o que
sea que diga Hoyt, eso es lo que hacemos.”
“Cada uno tiene su teoría,” ríe Form. “Ni siquiera sé si coincidimos.”
La familia Hewitt
es graciosa y bizarra, pero con el objetivo de hacer estremecer al
público, la dinámica familiar funciona. Y como familia, adoptan un niño
deformado, que no tiene madre quien, bajo su cuidado se convierte en un
asesino sediento de sangre.
“Lo crían como si fuera de ellos,” dice Fuller. “Pero de muchas maneras,
Thomas Hewitt es más como una mascota en vez de un miembro de la
familia. Al mismo tiempo, ellos se admiran y se aman, aunque de manera
peculiar e inusual.”
“Nunca sabes cómo es otra familia hasta que vives con ellos,” continúa.
“Los ves cenando, disfrutas de su compañía en eventos sociales, pero
realmente no sabes lo que ocurre en la casa de nadie. Pensamos que sería
impactante mostrar lo que ocurre dentro de esa familia disfuncional. Lo
más extraño es que los Hewitts no creen ser anormales. Cuando atraviesas
su puerta, son sus reglas y nada más, prevalece la anarquía. Por eso da
miedo, porque eso puede suceder en todas partes. Nunca sabes qué sucede
detrás de la puerta de tu vecino.”
En vez de tomar el camino más corto y hacer un comentario sobre la
apariencia física y sus ramificaciones sociales usando la deformidad de
Thomas Hewitt, los realizadores se enfocaron en los Hewitt como una
familia para observar y estudiar. “¿Qué hace que una familia sea una
familia?” dispara el productor Brad Fuller.
El cambio de enfoque de los muchachos de 2003 en la versión de La
Masacre de Texas no sólo dará al público la oportunidad de conocerlos
más de cerca, es un instrumento para presentar a la audiencia un nuevo
grupo de actores que interpretan a las víctimas y a los inocentes.
“Los muchachos que quedan atrapados en este terror son con los cuales se
identificará la audiencia,” explica Fuller. “Las emociones que ellos
sienten son las emociones que esperamos sienta el público, por eso
tuvimos que encontrar gente compasiva que interpretara esos roles. El
público necesita identificarse con ellos y ponerse de su lado.
Intentamos hallar a los mejores y más creíbles jóvenes actores. Queremos
que la audiencia los mire y diga, ‘Yo haría exactamente lo mismo.’ Esa
es la raíz del buen terror.”
El director Jonathan Liebesman agrega, “Mis personajes favoritos en las
películas de terror son los que quieren mantenerse fuertes aunque estén
tan asustados como tú y yo. Todos los personajes de esta película se
cuestionan su valor. No se trata de si lloran o no, si son fuertes o
cobardes en su interior; lo que es importante es que los personajes
intentan lo mejor que pueden para salvarse unos a otros. Y Jordana
Brewster,
quien interpreta a Chrissie, la protagonista líder, es exactamente ese
tipo de muchacha.”
La siguiente en ser contratada fue Diora Baird como Bailey. Hermosa, de
espíritu libre sin embargo determinada, Bailey convence a su novio Dean
que él jamás podría sobrevivir estando en la Marina y que su única
esperanza de felicidad es seguirla a México, lejos de las locuras de la
guerra.
Baird describe a Bailey como “una hippie de otra época, todo sea por la
paz y el amor. Es una romántica perdida, pero por otro lado, no le gusta
que nadie la maltrate, incluso los Hewitt. Me gusta este personaje
porque tiene otro costado. Incluso cuando se encuentra con dolor, ella
se enfrenta a sus raptores, .”
Los realizadores intencionalmente buscaron la contrapartida de Chrissie
– aunque ambas son bellas, Bailey y Chrissie son muy diferentes.
“Chrissie es erudita y contemplativa mientras que Bailey es más simple y
de espíritu libre,” dice Brad Fuller. “Cuando Bailey tiene miedo, es
alucinante porque su miedo es palpable. Ver a Diora en estas situaciones
terroríficas, escucharla, es muy perturbador.”
Liebesman, quien le pidió a la actriz que gritara continuamente después
de que le salió un chirrido espectacular en una escena de tortura a
comienzos de la filmación hizo que también sumara en alabanzas el
trabajo de Diora. “Tiene un grito parecido al conejito de la publicidad
de Energizer,” dice él.
“No grité para la audición y no creo que estuviera en el guión,” dice
Baird.
“Pero una vez que grité, Jonathan me pidió que siguiera gritando.
Después de un rato, me empezó a costar, espero no volver loco al
público,” ríe.
A los 21, Taylor Handley es el actor más joven del elenco en esta
producción. Su prueba para el rol fue tan increíble que los realizadores
le ofrecieron el papel de Dean sin siquiera conocerlo en persona.
Después que Brad Fuller viera la grabación, llamó a Andrew Form, quien
estaba buscando locaciones en Austin, Texas, para expresar su entusiasmo
al haber encontrado al actor. Cuando Michael Bay vio la cinta, acudió de
inmediato.
“Por lo general hacemos que ciertas personas regresen 5 o 6 veces, pero
Taylor nunca vio el interior de nuestra oficina,” dice Fuller. “Él es
muy joven y no tiene demasiada experiencia todavía, pero es muy
talentoso.” La facilidad con la que Handley obtuvo el rol habla de su
personalidad relajada. Cálido y simpático, era un favorito en el set de
grabación, una de esas personas que todos queremos. De todos modos, el
rango emocional de Handley sorprenderá al público.
“Dean es un artista y un amante,” dice Handley sobre su personaje. “Es
muy inocente y no sabe demasiado sobre Vietnam, pero sabe que ese no es
su lugar.”
“Me gusta mucho el género de terror,” admite. “Permite que los actores
vayan a un lugar profundo y tormentoso en algún lugar de su alma y
traigan todas esas cosas que normalmente no obtienes en un drama o en
una película de adolescentes. En una película de terror, te encuentras
gritando como loco, corriendo, saltando, cayéndote y sientes pánico
cuando un sujeto con una sierra eléctrica te persigue. Aunque los
técnicos se encuentren a tu alrededor, tienes que meterte en el momento,
porque esa es la diversión; sentir esa adrenalina.”
El rol de Eric Hill fue el más difícil de elegir. “Encontrar a un sujeto
que sea duro pero a la vez compasivo no es sencillo,” dice Fuller.
“Queríamos a alguien que se pareciera a Taylor, pero ciertamente, al
final del día, la habilidad actoral es más importante.
“Le pedimos a Jordana que viniera y leyera con diez actores cada día,”
continúa Fuller. “Hicimos eso alrededor de una semana. Y cuando ingresó
Matt Bomer, podíamos sentir la química. Podías ver que Chrissie estaba
enamorada de Eric y Eric estaba enamorado de ella. Matt también podía
hacer realidad el hecho de haber estado en Vietnam.”
Durante la producción Bomer también utilizó a R. Lee Ermey como fuente
de investigación. “Hablé mucho con R. Lee,” Bomer dice del que fue
soldado de la Marina. “Me ayudó mucho cada vez que tenía una pregunta o
una duda.”
Después de la prueba de Matt Bomer con Jordana Brewster, Michael Bay se
dirigió a la actriz y le preguntó, “¿Te gustó?” Su respuesta fue simple,
“Me encantó.” Y eso fue todo, el cuarteto se completo.
Con el elenco a bordo, los realizadores pusieron su atención en crear
una química entre ellos. “Se logró casi de inmediato, comparado con
otras películas que habíamos hecho,” dice Fuller. “La química entre los
chicos fue probada la primera semana de la película ya que las primeras
escenas de cada pareja eran las más íntimas. La película se hunde o se
eleva dependiendo de la habilidad del público en creer que se quieren.”
Después de ver las grabaciones diarias que hizo Marcus Nispel en la
versión de 2003 de La Masacre de Texas, el director Jonathan Liebesman
se sintió muy impactado por la dedicación de los actores. Pronto
aprendió que había un método Platinum Dunes para establecer el nexo
entre los miembros del elenco.
En La Masacre de Texas los realizadores se aseguraron que Jessica Biel,
Jonathan Tucker, Erica Leerhsen, Mike Vogel y Eric Balfour pasaran
tiempo importante juntos antes de que se filmara un solo cuadro de la
película. Los resultados de ese esfuerzo fueron tan positivos que los
realizadores quisieron repetir el ejercicio con su nuevo elenco y lo han
adaptado como política de la compañía.
“Es muy importante tomarse tiempo para algo así, especialmente cuando
los personajes tienen una conexión sólida, ya que se sienten como amigos
con fuertes lazos,” dice Michael Bay. “A veces lleva semanas llegar a
ese tipo de sentimiento genuino entre actores, por eso estoy muy de
acuerdo con que la gente se conozca y pase tiempo juntos, para que
puedan comenzar a ser amigos y se conozcan en pequeñas cosas. Hacen que
el grupo se una.”
Brewster, Baird, Handley y Bomer se reunieron con los realizadores en
Austin, Texas dos semanas antes de la fotografía principal. “Pasaron
mucho tiempo juntos,” explica el productor Andrew Form. “No ensayaban,
sólo iban a almorzar y cenar, a ver películas, a hacer compras, salían
de noche juntos, pasaban buenos momentos, para que pudieran conocerse
bien. Tuvimos suerte al ver que los lazos que crearon se pudieron ver en
cámara.”
El domingo antes de que las cámaras empezaran a rodar, Bay, sus
compañeros y el director Liebesman llevaron a los miembros jóvenes del
elenco a la casa de los Hewitt – la misma casa que en el film de 2003.
Construida en 1854, la casa se encuentra en una granja de 750 acres en
Texas. Vacante desde 1960, la casa permaneció intacta desde que filmaron
la otra película en Septiembre de 2002. Por suerte para los productores,
no había perdido su apariencia miedosa. Esta vez, el público podrá ver
más la propiedad, incluyendo las habitaciones de arriba, un garage
pequeño y un poco alejado, el área que rodea a la casa, varias cosas que
no se habían mostrado en la primera película.
“Les dimos a los actores una gira inicial, y luego Michael, Brad y yo
nos reunimos y discutimos algunas escenas y dejamos que ellos pasearan y
visitaran todo por sí mismos, para que conocieran el terreno” dice
Andrew Form.
Después de la primera película, los fanáticos buscaron la casa e
hicieron que los propietarios tuvieran que llamar a las autoridades
locales para pedirle a la gente que se vaya de la propiedad.
Otra locación favorita a la que regresaron fue una desmotadora de
algodón de 1887, 45 minutos al sur de Martindale. Se usó como el
subsuelo y a la vez el matadero de los Hewitt, la locación ofrece
posibilidades en su exterior y en su interior. También cuenta con una
laguna que fue muy aprovechada por el elenco y los técnicos para
descansar entre tomas (que a la vez es el lugar donde comienza la
película filmada en 2002) donde se sentaban y descansaban después de
cada escena de tortura y dolor.
“Te quitas los audífonos, caminas cerca del agua y recuerdas que
simplemente estás haciendo una película,” ríe Brad Fuller. “Es una
locación hermosa y no queríamos regresar al matadero donde habíamos
filmado antes.”
“Colocamos a Jessica Biel en un congelador de carnes real y eso fue duro
porque el lugar entero olía espantosamente,” explica Andrew Form. “Fue
muy duro para todos y no quisimos que la gente pasara por eso de nuevo.
Además, ese lugar luce muy moderno y la película comienza en 1939, por
eso necesitábamos crear un matadero de esa época que luego pudiera verse
peor, una versión del mismo venida abajo hacia fines de los años ‘60.”
Para crear la apariencia de la película, Marco Rubeo, el hijo del
exitoso diseñador de producción Bruno Rubeo (Driving Miss Daisy), pasó
de ser director de arte a diseñador de producción. Los productores
reconocieron su talento después que fuera director de arte en The
Amityville Horror y pensaron que había llegado el momento para Rubeo
para hacer algo más. Rubeo no sólo tuvo que hacer la réplica de varias
locaciones del film de 2003, sino que también tuvo que regresarlos en el
tiempo varios años, realizando sutiles pero notorios cambios, así como
crear nuevos decorados.
Los realizadores le dieron a Rubeo y a su equipo de diseño, así como al
director Jonathan
Liebesman y al director de fotografía, Lukas Ettlin, copias del DVD de
su primera película para que estudiaran las locaciones y la apariencia
de la película. Necesitaban que su nuevo equipo retomara donde habían
dejado el director Marcus Nispel, el cinematógrafo Daniel Pearl y el
diseñador de producción Greg Blair – un gran desafío, sin duda, dados
los tantos reconocimientos que recibiera el primer film de 2003.
Liebesman, Ettlin y Rubeo decidieron que querían un esquema de colores
rojo, blanco y azul. “Hablamos mucho sobre los conceptos de la familia
de la granja, trabajadora e inocente, haciendo poco y nada durante
muchos años, y en esas conversaciones llegamos a la conclusión que nos
basaríamos en los colores gastados de una vieja bandera de los Estados
Unidos,” dice el diseñador de producción Rubeo. Luego agregamos algunos
tonos ocre y sepia usados en la película anterior para no perder el hilo
conductor.”
Liebesman recuerda que miró un álbum de fotos de 1940. “Eran viejas
fotografías de lo que América quería ser, y lo que esta familia quería
ser, pero no lo pudieron lograr. Los colores desteñidos representan la
decadencia del sueño americano, la familia que se fue de la raya.”
Liebesman también reconoce a la decoradora Randy Huke, quien también
trabajó en la versión de 2003, por su atención a los detalles y por su
habilidad de mantener sobre rieles el departamento de arte. “Fue un gran
esfuerzo de equipo, Randy tuvo mucha paciencia y profesionalismo para
trabajar con todos nosotros que éramos los nuevos,” dice Liebesman.
“Nos basamos en la película de 2003,” dice Ettlin. “Creo que fue tan
popular porque a la gente le pareció real. Fue filmada de tal manera que
pareció que el público estaba en medio de la acción, casi como cinema
verité. Es por eso que es una película de culto. Nunca sabes de dónde
salen las cosas y no te puedes relajar. Eso es algo que queríamos que
continuara en esta parte, no queremos que baje nunca la intensidad, por
eso la cámara se mueve todo el tiempo y no permanece quieta. Esta idea
evolucionó a medida que fuimos filmando.”
“Mientras la historia progresa y nos movemos de un bello romance hasta
el auto con lo que comienza el terror, cambiamos el ángulo de 180 a 90
grados, logrando que se vea todo entrecortado” comenta. “Entonces la
acción comienza a ser más rápida y extrema,
lo cual informa al público que estamos por comenzar un viaje salvaje.”
La mayoría de las películas no se filman en orden cronológico. La
disponibilidad de la locación, las obligaciones de los actores, los
problemas de tiempo y clima, es simplemente demasiado difícil planificar
una producción con cierta secuencia de eventos como plantea el guión.
Aunque por lo general es así, La Masacre de Texas: El Inicio se filmó lo
más cercano al orden cronológico como fue posible, lo que significaba
que la compañía comenzaba a trabajar de día y se quedaban hasta la noche
durante varias semanas de producción.
La
película transcurre en verano, pero como muchas de las escenas nocturnas
se filmaron en Noviembre y Diciembre durante temperaturas muy bajas que
atacaron a Texas y al sur en general, el primer asistente de dirección,
K.C. Hodenfield, les pedía que chuparan cubitos de hielo antes de cada
toma para que no se viera su respiración. Una tarea incómoda, por
decirlo de algún modo, especialmente porque los actores estaban
constantemente corriendo y respirando como si estuvieran aterrorizados.
Aunque se podría pensar que estar recostado no es difícil, Matt Bomer
pasó varios días dolorosos sobre una tabla de madera dura, quedándose
quieto durante horas. Mientras Bryniarski hace que su Leatherface le
haga lo peor a Eric, Bomer está encadenado a una mesa en el subsuelo de
los Hewitt, sin camisa, cubierto de sangre húmeda de utilería, incluso
durante una tormenta de hielo que bajó la temperatura terriblemente.
Para Brewster, hubo un desafío adicional al trabajar sin compañero y
actuar directo con la cámara. “Nunca había hecho eso antes,” admite
Brewster. “Nunca un director me habló durante una toma. Yo me estaba
escondiendo, buscando por los rincones, o mirando alrededor mío y
Jonathan me decía, ‘De acuerdo, ahora ves esto, ahora ves aquello. Mira
hacia la izquierda, muévete un poco hacia la derecha.’ Es muy técnico, y
como actor, creerías que sería aburrido, pero no lo fue.”
Al discutir sobre el contenido de una película de terror, es imposible
no concebir el concepto de tortura. ¿Cuál es el límite para los
realizadores? ¿Existe esa línea?
Fue una constante conversación entre Form, Liebesman y Fuller.
“Ver la tortura es algo muy difícil” explica Fuller. “No diré que no lo
es. Soy un poco sensible. Y cuando lo veía en el monitor, había veces
que tenía que irme porque era demasiado brutal. Pero de eso se trata
esta familia, y como público, no sería efectivo si no te interesara la
víctima que está siendo torturada.”
“La tortura es el mayor componente de la película,” continúa. “Pero
tampoco queríamos torturar tanto que la verdadera historia no tuviera
importancia, por eso si te saca del momento, entonces es demasiado. Pero
no podemos saber eso cuando filmamos escenas individuales, por eso las
llevamos tan lejos como pudimos.”
KNB Effects, Inc. estuvo a cargo del maquillaje de efectos especiales,
los prostéticos para
Leatherface y toda la sangre. Con más de 500 películas en su haber, Greg
Nicotero, Jake Garber, Kevin Wasner y otros artistas de KNB estuvieron
siempre preparados para cualquier necesidad que se planteara sobre la
marcha durante la producción.
La mayoría del elenco se la pasó chorreando sangre, algunos con moldes
de látex, mascaras y prótesis en la tienda de KNB en Los Ángeles previo
a comenzar la fotografía principal en Texas el 10 de October de 2005.
KNB no solo proveyó galones y galones de sangre de utilería y
prostéticos, también diseñó dos versiones de la famosa máscara de
Leatherface.
“Una de las historias principales de la película es la evolución de la
máscara,” dice Andrew Form. “Durante la primera mitad de la película,
Thomas Hewitt usa la máscara que probablemente usara de niño para cubrir
su cara llena de cicatrices y llagas y no quedar en ridículo. Para eso
hicimos una media máscara.”
“Le llevó mucho tiempo a KNB diseñar esa máscara,” afirma Michael Bay.
“En mi mente, siempre la vi como una correa de cuero que llevaba sobre
la nariz para cubrir una enfermedad de la piel. Luego me lo imaginé
usando pieles de animales y luego eso evolucionó hasta ser piel humana.”
“Hacia las tres cuartas partes de la película, Thomas se coloca una
máscara completa que realizó después de un asesinato,” agrega Andrew
Form. “Obviamente tiene menos experiencia que en la película de 2003
porque es la primera vez que le saca la piel de la cara a otra persona.”
Siguiendo con la idea que Leatherface tiene tres años menos de
experiencia en el arte del crimen, los realizadores estaban muy atentos
al manejo de la sierra eléctrica.
“Estas son sus primeras aptitudes,” le recuerda el director Jonathan
Liebesman a Bryniarski. “Todavía no tiene su estilo. Eres torpe y te
tropiezas haciéndolo. Thomas no es agresivo ni quiere matar enseguida.
Le lleva un tiempo convertirse en Leatherface.”
Al comparar El Inicio al éxito de 2003, Liebesman dice que “se inspiró
en el estilo del director Marcus Nispel, pero no quiso duplicarlo.
Quisimos darle un sabor a documental,” dice, “menos estilizada que la
primera película. Ciertas tomas eran icónicas y rendían homenaje a
aquellas imágenes de Leatherface.”
“Jonathan hizo su propia película,” dice Michael Bay. “La hizo en
verdad. Creo que El Inicio tiene más personalidad que nuestra versión de
la original, porque era sólo eso, una nueva versión. Jonathan se enfocó
en cosas diferentes e hizo su propia película de terror.”
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