El realizador Iain Softley puede ser más aprovechado en cable que en la pantalla grande. Películas como "Backbeat"; "Hackers" y "K-Pax" tienen una circulación mayor en este formato de exhibición en parte, por tratar aspectos coincidentes con el gusto de la opinión pública y también, por presentar personajes accesibles para los espectadores que sintonizan el horario estelar. En esta ocasión, abandona el drama tradicional para recrear una historia de ribetes thrillerescos donde la idiosincracia de Nueva Orleans se mezcla con la práctica de ritos ancestrales. Una enfermera decide prestar sus servicios a una pareja de ancianos que habita una tradicional casona del lugar. Tras su arribo, una serie de anomalías y sucesos inexplicables la llevan a reflexionar sobre la verdadera personalidad de los dueños. Emparentada desde lo formal con verdaderos relatos góticos del Sur Estadounidense como "Eve's Bayou" y "Beloved", "La llave maestra" no se aparta del canon popular de las nuevas producciones de género donde es habitual encontrar una apacible muchacha víctima de lo inexplicable. Un acierto, sin embargo, es haber elegido como escenario de acción a una región tan cautivante y perturbadora como la de los 'pantanos de Louisiana' teñida por su profundo sentido esotérico. Los cruces entre las inconfundibles tradiciones de esa geografía y las nuevas costumbres urbanas están bien resueltos y representan un punto favorable en la trama, si el fin es causar espanto atendiendo a la exigencia de los adeptos. Hechicería, recetas mágicas y espíritus vengativos son la espina dorsal de este inquietante film, estelarizado por Kate Hudson y dos consagradas celebridades del cine de autor como John Hurt y Gena Rowlands. La banda de sonido, excepcional.

Silvia G Romero