"LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA"

 

de Julian Schnabel



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

GANADORA FESTIVAL DE CANNES
MEJOR DIRECTOR – GRAN PREMIO TÉCNICO
NOMINADA PALMA DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA
GANADORA GLOBO DE ORO
MEJOR DIRECTOR – MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
NOMINADA GLOBO DE ORO AL MEJOR GUIÓN
GANADORA MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
Boston Society of Film Critics – Dallas/Fort Worth Film Critics Association - Florida Film Critics Circle - Hamptons International Film Festival - National Board of Review, USA - Phoenix Film Critics Society - San Francisco Film Critics Circle - Southeastern Film Critics Association - Washington DC Area Film Critics Association
GANADORA MEJOR DIRECTOR
Boston Society of Film Critics
GANADORA MEJOR FOTOGRAFIA
Boston Society of Film Critics - Los Angeles Film Critics Association - Satellite Awards - Premio “Golden Frog” de Camerimage
GANADORA
AFI FEST 2007 – PREMIO DEL PÚBLICO 2007
NOMINADA
OSCAR AL MEJOR DIRECTOR, MEJOR GUIÓN, MEJOR FOTOGRAFÍA, MEJOR MONTAJE
*WRITERS GUILD OF AMERICA – MEJOR GUIÓN ADAPTADO 2008
*PREMIOS INDEPENDENT SPIRIT – MEJOR DIRECTOR, MEJOR PELÍCULA, MEJOR GUIÓN, MEJOR FOTOGRAFÍA - 2008
*AMERICAN SOCIETY OF CINEMATOGRAPHERS - MEJOR FOTOGRAFIA - 2008
PREMIO BAFTA – MEJOR GUIÓN - 2008
*PREMIO “CRITIC’S CHOICE” DE LA BROADCAST FILM CRITICS ASSOCIATION – *MEJOR DIRECTOR – MEJOR PELÍCULA – MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA 2008
* CHICAGO FILM CRITICS ASSOCIATION – MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA – MEJOR FOTOGRAFÍA - 2007
* LONDON CRITICS CIRCLE – MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA - MEJOR GUIÓN - 2008
PREMIOS PGA – PRODUCTOR DEL AÑO - 2008

JULIAN SCHNABEL, el célebre artista plástico y potente cineasta ( BASQUIAT, ANTES DE QUE ANOCHEZCA ) entrega ahora su versión de una conmovedora e increíble historia real de coraje y apego a la vida.
En 1985, a la edad de 43 años, Jean – Dominique Bauby, carismático redactor en jefe de la revista francesa Elle, sufre una embolia masiva. Sale del coma veinte días más tarde, y entonces los médicos descubren que Bauby padece del llamado “síndrome de cautiverio”, a consecuencia del cual queda completamente paralizado. Bauby no puede moverse, hablar, comer ni respirar sin asistencia mecánica. Aunque mentalmente aún funcional, es un individuo prisionero de su propio cuerpo, y sólo puede comunicarse con el exterior mediante el parpadeo de su ojo izquierdo. Forzado a adaptarse a esta nueva perspectiva, Bauby crea un nuevo mundo a partir de las únicas dos cosas que posee no paralizadas: su imaginación y su memoria.
En un hospital de Berk-Sur- Mer le enseñan un código para comunicarse utilizando las letras más comunes del alfabeto, con el parpadeo de su ojo izquierdo. El mero recurso de ese parpadeo le permitirá a Bauby construir letra a letra palabras enteras, frases y párrafos. Y es así como su experiencia implica internarse en una profunda aventura dentro de la psique humana. El método es la llave para abrir la prisión, la escafandra, en que se ha convertido su cuerpo, permitiéndole volar sin límites rumbo a la libertad.

Jean – Dominique Bauby le hizo prometer a su esposa que lograría que se adaptase el libro para la pantalla. Pero la cualidad singular y la autenticidad de "La Escafandra y la Mariposa" excluyen toda posibilidad de adaptación clásica. Para llevar una novela así al cine se necesitaba un fuerte sentido estético y una mirada diferente en cuanto a la construcción formal del cine, en un intento por reinventarlo y amoldarlo a las necesidades de una historia en la que el protagonista nunca habla. Cuando Kathleen Kennedy, asociada con Dreamworks, compró los derechos del libro, se concentró en ese problema. Contrató a Ronald Harwood, guionista de las dos últimas películas de Polanski, "El Pianista" y "Oliver Twist", para que escribiera el guión. Manteniendo la estructura básica del libro, Harwood consiguió mantener el equilibrio entre el ritmo y la inmovilidad. Enseguida, Kennedy tuvo la idea de pedirle a Julian Schnabel que dirigiera la película; sólo él podía filmar el viaje interior de Jean-Dominique Bauby. Julian Schnabel había descubierto el libro de una manera muy personal, a través de un amigo. En cuanto a la narrativa, a Schnabel le interesaba trabajar eso que no se ve en la pantalla, el concepto de que es el público el único confidente del protagonista. Nadie sabe lo que pasa por su cabeza, sólo el lector o el espectador.
Finalmente fue Pathé quien se hizo con el proyecto y lo produjo junto a Jon Kilik, quien ha producido todas las películas de Schnabel. El director decidió rodar en francés; según él, era la única manera de hacer la película. Eligió actores franceses, comenzando por Mathieu Amalric, a quien había descubierto en 1999 en el Festival de San Sebastián, en el film "Finales de Agosto, Principios de Septiembre". Luego de haberlo conocido en oportunidad de la participación de Amalric en "Munich" de Steven Spielberg, Kathleen Kennedy inmediatamente pensó que sería perfecto para el papel. Por otra parte, Julian Schnabel ya le había hablado de él.
El resto del reparto responde también a elecciones precisas. Cada papel está interpretado por reconocidos actores. El dirtector de fotografía es Janusz Kaminski, que ha trabajado en varias películas de Spielberg. Julian Schnabel decidió hacer LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA no sólo porque la temática encajaba muy bien con el resto de su obra, sino porque se identificaba con ella a nivel personal. Le conmovió en particular la relación de Jean-Dominique Bauby con su padre, y las escenas entre los dos tienen una fuerte carga sentimental. El desafío formal también está en el corazón del proyecto. La primera parte de la película está filmada desde el punto de vista de Jean-Dominique. La imagen a veces está desenfocada, en otras es brillante y colorida, o bien descentrada y cegadora. Julian Schnabel rueda como pinta. El erotismo en los planos de las bocas, muslos, cuellos, recuerda los detalles de una pintura. Los decorados, por su extrañeza y su detallismo verista, son mágicos. Jean-Dominique Bauby llamaba "Cinecitta".a determinados sectores del Hospital Berk Maritime. Apreciaba el encanto poético del lugar, como si fuera la geografía imaginaria de un estudio de cine.
El monólogo interior de Jean-Dominique es reconstruido a través de un relato en off grabado mientras se rodaba la película. Vivimos la experiencia junto a él, en el mismo tiempo y lugar. La música nos acompaña mientras alternamos entre momentos de desorientación y de renacimiento. Julian Schnabel cree que la vida de Jean-Dominique Bauby comenzó después del accidente, cuando descubre quién es realmente. Ha renacido como una mariposa.
La primera parte es en primera persona. A través del recitado del alfabeto y del guiño del ojo izquierdo, Jean-Dominique puede comunicarse con los que le rodean. Su palabra es, en primer lugar y sobretodo, una forma de escritura. "Mi primera palabra es yo. Empiezo conmigo mismo". Usando esta técnica puede salir de su cuerpo, escapar de su escafandra, salir del agua. Vagar por el mundo, cambiar el curso del tiempo.
La segunda parte está narrada desde el exterior. La cámara muestra a Jean-Dominique en su nueva vida, y cómo a través de esta inesperada circunstancia literaria ha encontrado la dignidad. La interpretación de Mathieu Amalric es única, dividida entre la esclavitud de un cuerpo deformado y la pura expresión oral de emoción. La tragedia no excluye el humor, tan absurdo como necesario. LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA es una lección de vida, no en un sentido moralista, sino por la energía que transmite. Y por la noción que inculca: hay que aprovechar cada momento.
La película comienza como el libro. Una luz blanca, cegadora, un baile de color. Caras de extraños aparecen hablándonos, a nosotros, a él. Jean-Dominique Bauby se da cuenta de que está en un hospital, conectado a máquinas que lo ayudan a respirar. Un hombre ataviado como un doctor se acerca a él. Le informa de su situación con extrema franqueza: ha tenido un accidente cerebro-vascular y ha estado en coma muchos meses. Bauby intenta responder pero nadie parece escucharle. El doctor le dice que sufre de una dolencia extremadamente rara, llamada “síndrome de cautiverio”, que daña la irrigación cerebral y las conexiones entre el cerebro y el resto del sistema nervioso. El paciente está completamente paralizado, enclaustrado dentro de sí mismo, como encerrado dentro de una escafandra. En el caso de Bauby, sólo el párpado de su ojo izquierdo funciona. Es su última ventana al mundo y su única forma de comunicarse. Un parpadeo para decir "sí", dos para decir "no". El cerebro, por otra parte, funciona perfectamente. Jean-Dominique no puede hablar, pero sí oír, comprender, recordar. Además de su párpado izquierdo, hay otras dos cosas que funcionan: la imaginación y la memoria. La mariposa. En su diálogo interior, Jean-Dominique Bauby pasa de lo trágico a lo cómico, de la sabiduría a la sublevación, y entonces decide contar su historia. No como una de esos “reportajes de la vida real”, sino bajo la forma de un relato, de una novela. Memoriza las frases de la historia primero y después, usando el sistema que ha desarrollado con su terapeuta de lenguaje, las dicta letra por letra, pestañeando cada vez que la letra correcta es pronunciada por su terapeuta – amanuense en voz alta.
Tras un año y dos meses en la habitación 119 del Hospital Berck Maritime, esta suerte de diario de viaje desde una cama quedó concluído. Jean-Dominique Bauby murió diez días después de su publicación, en 1997. "La Escafandra y la Mariposa" fue un gran éxito editorial. Se tradujo a muchos idiomas y los lectores se sintieron conmovidos por una historia que le podría ocurrir a cualquiera.
Bauby, editor en jefe de la importante revista de modas Elle, y en su mejor época un infatigable seductor, vivió varias vidas y triunfó en todas. Era un hombre preocupado por su salud y su aspecto. El accidente cerebro-vascular fue repentino e injusto. Y él lo vio, de hecho, como un signo del destino. Había vivido su vida con una pasión frenética, sin tomar del todo conciencia de lo que de verdad era esencial: sus niños. Bauby no podrá desembarazarse nunca de ese sentimiento de culpa. Casi un año antes del accidente, ha dejado su hogar, a sus hijos y a su mujer, para empezar una nueva vida. Sin embargo, todo acabó de repente el 9 de diciembre de 1995.Antes de sufrir el ataque, Bauby había firmado un contrato con Les Éditions Robert Laffont, para escribir una adaptación moderna, la versión femenina de "El Conde deMontecristo". Tal sacrilegio podría explicar semejante castigo: “no juegues con una obra maestra". Jean-Dominique se ve a sí mismo como Nortier de Villefort, una figura oscura, depositario de graves secretos, condenado al silencio y confinado en una silla de ruedas, comunicándose sólo con los ojos. El libro de Bauby es verdadera literatura. La potencia de la historia lo convierte en un verdadero escritor. Y su destino trágico lo convierte en artista.
La primera película de Julian Schnabel, Basquiat, fue estrenada en 1996. Se trataba, a la vez, de una biografía del célebre artista y de una descripción del universo del arte contemporáneo, focalizado en los ’80. Era un proyecto singular, en tanto no sólo se trataba de que un pintor contara la vida de otro, sino de que el pintor-narrador fuera el mismo Schnabel, partícipe central del mismo escenario neoyorquino donde se movía Basquiat, y alguien consecuentemente involucrado íntimamente en la vida personal y profesional de éste. Basquiat-la película es un retrato cinematográfico, donde Schnabel se incluye bajo la forma de un alter ego, Albert Milo, al cual diseña adosándole sus propias pinturas y su estudio, a la vez austero y palaciego.
Los principios cinemáticos distintivos de Schanbel ya se ven nítidos en Basquiat: la importancia de la música, del vestuario y la escenografía, la apelación a material de archivo (así como Schnabel suele incluir en sus pinturas material en desuso y objetos diversos), su obsesión con el montaje y con un lenguaje que le permita representar la visión estética del pintor. El cine es imagen y sonido. Todos aquellos personajes reales que abonaron la senda al éxito de Basquiat - - René Ricard, Mary Boone y Bruno Bischofberger – son descriptos con implacable agudeza.
Julian Schnabel prosiguió luego su examinación de artistas quebrados por el sistema, ya sea económico o politico, en su segunda película, Antes que anochezca, de 1999, una biografía del escritor cubano Reinaldo Arenas, quien fuera perseguido por el régimen de Castro por su homosexualidad y sus escritos. Es la historia del coraje ejemplar del artista, atribulado por la miseria de su familia, en medio de la dictadura comunista, encarcelado injustamente. Javier Bardem ganó el premio al mejor actor en el Festival de Venecia por su expresiva y conmovedora interpretación de Arenas. Schnabel quiso filmar el caso Arenas no sólo por la historia en sí sino por su cercanía con la cultura latinoamericana. Su esposa es de origen latino y la pareja divide su tiempo entre New York, Long Island y San Sebastián.
La historia de Jean-Dominique Bauby es la de un artista en plena batalla consigo mismo y los demás. La enfermedad, como el genio, es factor de exclusión e incomprensión. Para escapar a su destino, a las ataduras exteriores y la crueldad humana, el individuo sólo puede contar consigo mismo. Y con la creatividad, la inteligencia y el heroísmo. A través de la escritura, Jean-Dominique Bauby prolonga su vida fuera de él, fuera de su cuerpo. El poder del sueño y el pensamiento le permite atravesar cualquier límite.
 


"¿Había estado ciego y sordo, o había sido necesaria la severa luz del desastre para encontrar mi verdadera naturaleza?", se pregunta Jean-Dominique Bauby. ¿Hace falta un “síndrome de cautiverio” para hacer al hombre consciente y para que los demás también tomen conciencia? ¿Necesitamos enfermar para que los ángeles aparezcan y nos ayuden? Mi padre murió a los 92 años y no había estado enfermo en su vida. Estuvo felizmente casado con mi madre durante 60 años. La mayor parte de la gente firmaría eso inmediatamente, pero él, al no haber estado nunca enfermo, no estaba preparado y le aterrorizaba la muerte. Vivió con mi mujer y conmigo al final de su vida pero no conseguí salvarle de ese miedo. La vida no puede ser sólo dolor, caos sexual y la nada. Tiene que haber algo más.
Jean-Dominique Bauby era un miembro sano, robusto e inteligente de la comunidad, y además un autor calificado. Pero no era más que un escritor de éxito de acuerdo a los parámetros de la sociedad. A través de su parálisis y su renacimiento, de su nuevo de punto de vista, lo que él llamó “la mariposa”, examina su vida y las paradojas de ésta provocando un profundo impacto en cualquiera que haya leído su obra.
"Mi vida fue una cadena de posibilidades fallidas: las mujeres que no pude amar, las oportunidades dichosas que dejé pasar... Una carrera cuyo resultado conocía de antemano y aún así no fui capaz de apostar por el ganador". Una mirada introspectiva de la vida. Una oportunidad para la consciencia. Esta es la historia de todos nosotros, que tarde o temprano nos enfrentaremos a la muerte y la enfermedad. Pero si nos detenemos un poco a pensar, podemos encontrarle a todo su sentido y su belleza.
Quería que esta película fuera una herramienta, un mecanismo de autoayuda para lidiar con nuestra propia muerte. Es lo que esperaba, por eso la hice. Julian Schnabel
 


 


LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA – Título original: The Diving Bell and the Butterfly – Año: 2007 – Orígen: Francia / Estados Unidos – 112 minutos aprox. –
Una Producción Pathé Renn Productions en co-producción con FRANCE 3 CINEMA – CRRAV Nord-Pas de Calais con el apoyo de La Région Nord-Pas de Calais y la participación de CANAL y CINECINEMA en asociación con BANQUE POPULAIRE IMAGES 7 y The Kennedy/Marshall Company y Jon Kilik

Director Julian Schnabel
Guión Ronald Harwood
Basado en el libro de Jean-Dominique Bauby ( Editions Robert Laffont - 1997)
Producida por Kathleen Kennedy y Jon Kilik
Productor Asociado Léonard Glowinski
Director de Fotografía Janusz Kaminski
Montaje Juliette Welfing
Escenografía Michel Eric - Laurent Ott
Titulos y secuencia de créditos diseñados por Julian Schnabel
Vestuario Olivier Beriot
Sonido Jean-Paul Mugel, Francis Wargnier, Dominique Gaborieau
Música original Paul Cantelon
Productores Ejecutivos Pierre Grunstein – Jim Lemley
Manager de Producción François-Xavier Decraene

Elenco
Jean-Dominique Bauby / Mathieu Almaric
Céline Desmoulin / Emmanuelle Seigner
Henriette Roi / Marie-Josée Croze
Claude / Anne Consigny
Doctor Lepage / Patrick Chesnais
Roussin / Niels Arestrup
Marie Lopez / Olatz Lopez Garmendia
Father Lucien / Jean-Pierre Cassel
Joséphine / Marina Hands
Papinou / Max Von Sydow
Laurent / Isaach de Bankole
Emperatriz Eugenia / Emma de Caunes
Doctor Mercier / Jean-Philippe Ecoffey
Doctor Cocheton / Gérard Watkins
Ninjinski / Nicolas Le Riche
Enermera / François Delaive
Betty / Anne Alvaro
Mrs. Bauby / Françoise Lebrun
Joubert / Zinedine Soualem
Ines / Agathe de la Fontaine
Paul / Franck Victor
Diane / Laure de Clermont
Théophile / Théo Sampaio
Céleste / Fiorella Campanella


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