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Después de las exitosas LA FLOR DEL
MAL y LA DAMA DE HONOR, el gran CLAUDE CHABROL vuelve a su mejor vena
satírica para ironizar críticamente sobre los usos y abusos de los
vínculos político-financieros en LA COMEDIA DEL PODER (L’IVRESSE DU
POUVOIR), con la presencia al frente del elenco de su actriz fetiche, la
soberbia ISABELLE HUPPERT, esta vez en la piel de Jeanne Charmant
Killman, jueza de instrucción, quien tiene a su cargo la tarea de
desenmarañar y llevar a juicio un caso muy complejo de malversación y
desvío de fondos, acusando al presidente de un poderoso grupo
industrial.
A medida que avanzan las investigaciones e interrogatorios, Killman
comprende que su poder se ve acotado; cuanto más logra penetrar en los
secretos del affaire, más son las presiones que recibe. Al mismo tiempo,
y por las mismas razones, su vida privada se ve sumamente afectada.
Tanto, que muy pronto va a plantearse un interrogante crucial: ¿hasta
donde podrá ejercer su lícito deber sin entrar en agudo conflicto con un
poder más grande que el suyo propio? ¿Hasta donde la naturaleza humana
puede resistirse a la tentación del poder?.
Como suele suceder en los films en los que actúa, ISABELLE HUPPERT es
uno de los placeres mayores que reserva LA COMEDIA DEL PODER, la nueva y
acompasada farsa irónica de CLAUDE CHABROL sobre los procedimientos
legales y la endémica ilegalidad, la séptima película de la estrella con
el director de LA CEREMONIA y GRACIAS POR EL CHOCOLATE. La trama de este
juego del gato y el ratón cuyo personaje central, Jeanne Charmant
Killman (literalmente “Encantadora Matahombres”) es la implacable jueza
de instrucción a la pesca de peces gordos que pergeñan toda clase de
trapisondas con los fondos reservados - y no tanto - de grandes empresas
públicas y privadas, parece verse claramente inspirada en el llamado
“Affair Elf”, un escándalo de amplia notoriedad en Francia, que
involucró a la compañía petrolera del estado. Una vez más, CLAUDE
CHABROL hace cómplice al espectador de su mirada sardónica e
insobornable para denunciar, casi al borde del absurdo, los códigos
secretos que lubrican la relación entre la gran política y los negocios
sucios.
Junto a ISABELLE HUPPERT, se destacan en el elenco de LA COMEDIA DEL
PODER FRANÇOIS BERLEAND como Humeau, PATRICK BRUEL como Sibaud, ROBIN
RENUCCI como Philippe, MARYLINE CANTO como Erika, THOMAS CHABROL como
Félix, JEAN-FRANÇOIS BALMER como Boldi, y PIERRE VERNIER como el
Presidente Martino. LA COMEDIA DEL PODER fue escrita por ODILE BARSKI en
colaboración con CLAUDE CHABROL, y tiene fotografía de EDUARDO SERRA,
montaje de MONIQUE FARDOULIS, música de MATTHIEU CHABROL, diseño de
producción de FRANÇOISE BENOIT-FRESCO, Escenografía de CATHERINE PIERRAT,
y Vestuario de MIC CHEMINAL. Fue producida por PATRICK GODEAU.
“La jueza Charmant-Killman es jueza de instrucción, una profesión que
muchas veces es considerada como una de las más poderosas en Francia.
Ella puede arrestar y encarcelar a quien se le ocurra, buscar evidencias
sin advertencia previa, allanar lugares , secuestrar toda clase de
elementos, y casi siempre meter la nariz allí donde suponga que pueda
haber pruebas de abuso de poder, de tráfico de influencias, de
malversación de fondos, etc. Los políticos y los hombres de negocios
duermen en la misma cama, y Jeanne piensa que es tiempo de que alguien
meta mano y cambie las sábanas. Pero los trapos sucios de alguien pueden
ser, según el punto de vista de un tercero, o del gobierno, nada más que
una práctica de rutina. En la secuencia inicial, varias secretarias se
afanan por satisfacer los especiales requerimientos de Humeau (FRANCOIS
BERLEAND), obviamente un pez gordo con planes para pasar un fin de
semana a lo grande, si no fuera porque a la salida de su oficina está
esperándolo la policía para llevarlo detenido esposado. Un escandalizado
Humeau, víctima de una alergia cutánea que lo obliga a rascarse
continuamente, no deja de exclamar; “¿ no saben quién soy yo?”.(sigue)
Pero el sistema judicial francés no simpatiza demasiado con la
presunción de inocencia y Jeanne tiene entre manos un gran caudal de
evidencia incriminatoria contra Humeau, de la cual se desprende que éste
ha gastado ingentes sumas de su empresa en viajes personales de placer,
en dádivas y hasta en lujosos departamentos destinados a su atractiva
amante. Sibaud (PATRICK BRUEL), un arrogante ejecutivo joven, también él
un astuto lobo, que ha sabido acercarle varias jugosas pistas a la
jueza, es quien reemplaza convenientemente a Humeau en su oficina.
A
medida que Jeanne comienza a atar cabos entre los influyentes socios y
sus correveidiles y compinches menores conexos, la notoriedad del caso
la catapulta a las tapas de las revistas de actualidad. Ella es una
mujer proveniente de un medio social modesto, en un país donde suele
jerarquizarse el origen por sobre los méritos, de manera que lo que
inicialmente parece una victoria inminente sobre los intocables
privilegiados empieza a adquirir un carácter dudoso. Mientras tanto, el
taciturno marido de Jeanne, Hubby (ROBIN RENUCCI), un técnico químico
proveniente de una familia de trabajadores, empieza a sentir que vive
demasiado a la zaga de su cada vez más famosa cónyuge. Y lo irrita
particularmente la presencia de los guardaespaldas que el nuevo status
de Jeanne impone. El sobrino de la pareja, Felix (interpretado por
THOMAS CHABROL, hijo del realizador, en una muy disfrutable performance)
opera como eficaz interlocutor ante su tía, para que ella pueda
desahogarse. Su evidente carencia de toda ambición funciona como
contrapeso del carácter de “workaholic” que ella ostenta.
Allí donde TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE, por ejemplo, ponía el foco
en abnegados profesionales que se dedican a descabezar personajes de las
altas esferas, el film de CHABROL parece asumir que, en Francia, el
paisaje del poder es muy diferente. El film postula que, si bien la
ignorancia de que algo está fuera de la ley no es excusa, tampoco lo es
ignorar las reglas no escritas de las chicanerías habituales entre las
altas jerarquías; que Jeanne esté transitando el camino correcto no
significa que se le permita alegremente seguir adelante. En LA COMEDIA
DEL PODER los sinuosos pillos de guante blanco son todos hombres, y
quienes los juzgan son mujeres. Las escenas en las que Jeanne interroga
a testigos y eventuales imputados en su nada ostentosa oficina son
verdaderamente divertidas, y una constelación de grandes actores galos
ofrece todas las variables caracterológicas y gestuales posibles de la
ambigüedad ética. LISA NESSELSON, Variety
Reportaje a ODILE BARSKI ( co-guionista)
¿Cómo abordó la tarea de escribir el guión?
Investigué y procuré munirme de considerable documentación,
paralelamente al trabajo dramático. Debo decir que mi formación en
sociología me resultó de gran ayuda en esa etapa de investigación, que
es un preámbulo necesario a toda etapa de escritura propiamente dicha.
De cualquier manera, ese caudal de documentación no es más que una bolsa
donde meter la mano y sacar elementos: no es más que el material del
edificio, pero son los planos del edificio lo que más me interesa. He
intentado poner el acento en el vínculo trágico y cómico entre los
personajes, en su derrotero; me preguntaba qué hay de específico en ese
derrotero que nos permita reflexionar sobre un mundo contemporáneo que
se escapa de la realidad. Es a partir de esa fuga de la realidad que la
ficción puede apoderarse una vez más de nosotros para ayudarnos a volver
a poner los pies sobre la tierra, haciéndonos reir un poco, si es
posible...
¿ Qué le interesó particularmente del caso real que inspiró el film?
No fue tanto el escándalo que rodeó a ese caso, tan resonante, y del
cual se han dicho ya tantas cosas, sino la otra cara de la moneda. Una
mujer increíblemente dura, Jeanne, se convence de que puede impartir
justicia en un mundo donde, cuanto más cerca está de lograr su objetivo,
de develar la verdad, esa verdad que ha logrado dilucidar se le vuelve a
escapar como agua entre los dedos; su misma vida personal se le escapa.
Es un mundo donde todo se barre debajo de la alfombra, tanto la riqueza
como la conciencia. Consecuentemente, Jeanne encara una suerte de
exploración, desde un punto donde los núcleos ilusorios del poder quedan
muy lejos de ella.
¿ Cómo ve usted a los personajes del film?
Lo que me parece más interesante de todos ellos es la perdida de
identidad y singularidad que sufren: ya nadie se hace cargo de nada,
nadie es ya responsable de nada, y esos que están siendo investigados
dicen no saber nada. Al mismo tiempo, Jeanne se cree investida de una
suerte de poder heroico que la hace responsable de todo, de todo este
mundo corrupto inclusive. Es una toma de responsabilidades un tanto
enfermiza, que nunca logrará llevar hasta las últimas consecuencias.
Cuando por fin está cerca de revelar la verdad, la sacan del caso. En
realidad, el film postula que la gran locura de este mundo es la
alienación económica y la especulación desatada que, como una bola de
nieve, crece incesantemente
Jeanne está obsesionada con la limpieza, tanto en su casa como en la
oficina...
Absolutamente, Odia el polvo, la suciedad, siempre va a ver qué hay
debajo de la alfombra. Y como suele ocurrir, cuando se está tan cerca de
la trampa, se suele caer en la trampa: ella quiere ver desde una
ubicación demasiado cercana una realidad que sólo puede ser aprehendida
a una gran distancia. Piensa que tomando fanáticamente partido por el
orden, estará siempre mucho más cerca de la verdad, pero termina
intoxicada por esa obsesión Jeanne también se embarca en una suerte de
venganza social, dado que lleva encima una pesada carga: proviene de un
ambiente modesto y ,entonces, quiere aprovecharse de quienes se han
aprovechado de ella. Es la historia de la venganza de una mujer.
Ella va a vengarse por no haber accedido nunca a los códigos sociales
correctos, mientras que , ahora, como contrapartida, tiene el código
penal de su lado. Así, se inicia un duelo sordo entre estos hombres que
han perdido todo contacto con la realidad y una mujer que, a diferencia
de ellops, esta bien plantada en su realidad, aunque empieza a perder,
poco a poco, noción de ella... Ella pierde pié, aunque pareciera que
puede reencontrar su rumbo haciéndose cargo de su problematizada vida
personal. Lo que me interesa es la manera en que todo el asunto concluye
abruptamente justo en el momento en el que ella parece haberle
encontrado la punta al ovillo. Dicho de otro modo, Jeanne cree que
asciende en la pirámide del poder, cuando en realidad ha sido utilizada,
así como los que la utilizan serán a su vez utilizados por otros;
utilizados de una manera tan hábil que terminamos por no saber donde
está el poder, quién lo detenta efectivamente...
El juguete que tanto la obsesionaba le ha sido escamoteado, y se
encuentra de golpe de nuevo frente a frente con lo único ante lo cual no
tiene la menor idea de cómo comportarse: su propia vida. Porque la
película es también la historia de una pareja que se ha rendido. Al
final, ella tira la toalla y quizás entonces se inicia una confrontación
diferente, en una arena muy diferente a aquella donde se ha dilucidado
el caso...
La
relaciòn de ella con Philip no deja mucho margen para el optimismo…
Son evidentemente una pareja siniestra. Ninguno de los dos sabe ya qué
significa hablarle al otro. No tienen hijos, probablemente porque nunca
han sentido la necesidad de dejar una herencia. Jeanne incluso ha
ingresado en una suerte de tregua con sus suegros: le explica al sobrino
que su suegra le ha regalado un juego de cuchillos que ya no cortan como
antes, Sin duda alguna, sus suegros ya no la lastiman tanto desde el
momento en que ella los identifica de algún modo con sus adversarios.
Jeanne y Humeau no son tan diferentes…
Comparten el hecho de no haber ido a las “escuelas que hay que ir”, y de
haber sabido trepar, cada uno a su manera, en la escala social. Humeau
lo reconoce. Jeanne jamás lo admitiría. El le devuelve a ella una imagen
que ella no quiere aceptar, y es precisamente eso lo que ella le hará
pagar caro. Hay que entender que estamos frente a personajes fuertemente
neuróticos.
Hay dos personajes construidos simétricamente: Felix y Erika, que actúan
como quien apuntala a Jeanne en su forzosa vinculación con el mundo
real...
Para
no volverse loca del todo, Jeanne depende mucho de ella; Jeanne, una
mujer que coloca micrófonos clandestinos cada vez que puede, necesita
desesperadamente que de tanto en tanto la escuchen. Es una suerte de
demanda silenciosa, muy fuerte en ella, aunque esto de ningún modo
afecta ni atenúa su aspereza para con los demás. Es un juego que no le
proporciona demasiadas satisfacciones. Cuando su marido intenta
suicidarse tirándose por la ventana, ella parece despertarse de golpe.
Se da cuenta de golpe que no todas las rutas de lo posible están
prefijadas de antemano: no ha sido capaz de adivinar eso que ha ocurrido
simplemente porque la vida es impredecible.
LA COMEDIA
DEL PODER (L’IVRESSE DU PUVOIR) – Año: 2005 – Origen:
Francia-Alemania – Compañías Productoras: ALICÉLEO - FRANCE 2 CINÉMA
- AJOZ FILMS - INTEGRAL FILM con la participación de CANAL +,CINECINEMA
con el apoyo de LA PROCIREP DE L'ANGOA, AGICOA, THE MINISTÈRE DE LA
CULTURE ET DE LA COMMUNICATION (CNC) Con el apoyo de
FILMFÖRDERUNGSANSTALT (FFA)
DIRECCIÓN Claude CHABROL
GUIÓN Odile BARSKI Claude CHABROL
FOTOGRAFÍA . Eduardo SERRA AFC-ASC
CAMARA Michel THIRIET
SONIDO Pierre LENOIR
MEZCLA Thierry LEBON
MÚSICA Matthieu CHABROL
ORQUESTACIÓN Laurent PETITGIRARD
ASISTENTE DEL DIRECTOR Cécile MAISTRE
CASTING Cécile MAISTRE
MONTAJE Monique FARDOULIS
DISEÑO DE PRODUCCIÓN Françoise BENOIT-FRESCO
VESTUARIO Mic CHEMINAL
CONTINUIDAD Aurore CHABROL
ESCENOGRAFÍA Catherine PIERRAT
PRODUCTOR EJECUTIVO Françoise GALFRE
COPRODUCTOR Alfred HÜRMER
PRODUCTOR Patrick GODEAU
Isabelle HUPPERT Jeanne
François BERLEAND Humeau
Patrick BRUEL Sibaud
Robin RENUCCI Philippe
Maryline CANTO Erika
Thomas CHABROL Félix
Jean-François BALMER Boldi
Pierre VERNIER President Martino
Jacques BOUDET Descarts
Philippe DUCLOS Holéo
Jean-Christophe BOUVET Maître Parlebas
Roger DUMAS René Lange
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