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De Fernando
Meirelles, el director nominado al Oscar por Ciudad de Dios, llega una
emocionante nueva película que lleva a los espectadores en la odisea
emocional y global de un hombre para descubrir la verdad detrás de una
tragedia personal y una conspiración mundial.
Ralph Fiennes, dos veces nominado al Oscar, y Rachel Weisz encabezan el
reparto de la cinta de suspenso El Jardinero Fiel, adaptada por Jeffrey
Caine de la novela del mismo título por John le Carré y filmada en
exteriores en Berlín, Londres y Nairobi y otros numerosos lugares de
Kenia. El equipo de cinematógrafos internacionales detrás de El
Jardinero Fiel incluye al productor Simon Channing Williams (nominado al
Oscar por Secretos y Mentiras), el director de fotografía César
Charlone (nominado al Oscar por Ciudad de Dios), la editora fílmica
Claire Simpson (premiada con el Oscar por Pelotón), el diseñador de la
producción Mark Tildesley (Exterminio) y la diseñadora del vestuario
Odile Dicks-Mireaux (Negocios Entrañables).
En una remota área del Norte de Kenia, han encontrado muerta a la
activista más dedicada de la región, la brillante y apasionada Tessa
Quayle (Rachel Weisz). Su compañero de viaje, un doctor de la localidad,
parece haber abandonado la escena y las pruebas indican que se trata de
un crimen pasional. Sandy Woodrow (Danny Huston), Sir Bernard Pellegrin
(Bill Nighy) y otros miembros de la Comisión Británica Superior asumen
que el viudo de Tessa, su tranquilo y nada ambicioso colega Justin
Quayle (Ralph Fiennes), dejará el asunto a la discreción de ellos. Nunca
estuvieron tan equivocados...
El equilibrio de este diplomático de carrera ha desaparecido ante la
pérdida de la mujer a quien amaba profundamente. Ellos eran seres
opuestos cuya atracción sostenía un matrimonio, los recuerdos del cual
ahora impulsan a Justin a tomar una acción decisiva por primera vez en
su vida y su carrera diplomática. Agobiado por el remordimiento e
irritado por los rumores de la infidelidad de su esposa, Justin se
sorprende a sí mismo al lanzarse abruptamente a una peligrosa odisea.
Decidido a revindicar la reputación de su esposa y “terminar lo que ella
había comenzado,” Justin comienza a estudiar e investigar la industria
farmacéutica, cuyos crímenes Tessa estaba a punto de demostrar y viaja a
través de dos continentes en búsqueda de la verdad. Muy pronto sus ojos
descubren una enorme conspiración, al mismo tiempo mortal y común, que
ha cobrado vidas inocentes – y que está a punto de poner su propia vida
en riesgo.
Una presentación Focus Features en asociación con el U.K. Film Council
de una producción Potboiler en asociación con Scion Films. Ralph Fiennes,
Rachel Weisz. El Jardinero Fiel. Danny Huston, Bill Nighy, Pete
Postlethwaite. Selección de reparto por Leo Davis. Diseño de Peinados y
Maquillaje por Christine Blundell. Música compuesta por Mark Tildesley.
Director de fotografía, César Charlone. Co-Productora, Tracey Seaward.
Co-Productores, Henning Molfenter, Thierry Potok. Productores
Ejecutivos, Gail Egan, Robert Jones, Donald Ranvaud, Jeff Abberley,
Julia Blackman. Basada en la novela por John le Carré. Libreto por
Jeffrey Caine. Producida por Simon Channing Williams. Dirigida por
Fernando Meirelles. Distribuida internacionalmente por United
International Pictures.
Una Historia de Amor y Dedicación
Llevada a la pantalla por una convergencia de talentosos cineastas de
todo el mundo, El Jardinero Fiel combina – de la forma que únicamente
las películas pueden – aventura, mensaje social y emoción.
“La oportunidad de mostrar como funcionan algunas de las grandes
compañías farmacéuticas fue uno de los tres elementos que me hicieron
querer dirigir El Jardinero Fiel. Otro fue la oportunidad – la decisión
– de filmar en Kenia. Y el tercero es que es fundamentalmente una
historia de amor muy original; un hombre que se casa con una mujer más
joven y que después de su muerte se enamora profundamente de ella y va
tras su busca. Es un relato precioso con un toque de existencialismo.”
“Para mí, su historia es ‘un idilio retrospectivo,’” dice Ralph Fiennes,
quien interpreta el papel principal. “Hay dos partes iguales dentro de
esta cinta. En una mano, tenemos una cinta de suspenso político sobre
fechorías corporativas, malversación y manipulación. En la otra, la
relación entre Justin y Tessa Quayle. La aventura que Justin vive no es
sólo sobre lo que Tessa estaba investigando; él también hace las veces
de detective sobre la relación que compartieron. Este hombre redescubre
y revalúa su propia relación con su esposa. Es un papel estupendo porque
evoluciona del tipo agradable y reservado que es y reservado y se
convierte en alguien que se ve obligado a enfrentarse a varias verdades
muy desagradables del mundo.”
Rachel Weisz, quien interpreta el rol clave de la activista asesinada
Tessa Abbott Quayle, agrega, “Los elementos de la historia de amor y el
relato político de suspenso están totalmente entrelazados – uno no
sucede sin el otro y eso es lo ingenioso tanto de la novela de John le
Carré como del libreto que Jeffrey Caine adaptó. Debido al amor de
Justin por Tessa, él vive esta aventura de descubrimiento que lo lleva a
un nuevo nivel de conocimiento pero al mismo tiempo descubre un enorme
escándalo político.”
“A primera vista, Justin es un hombre muy pasivo,” dice Meirelles. “Es
un civilizado caballero británico, un diplomático que vive según un
código. No comprende totalmente lo que Tessa hace; ocasionalmente le
gustaría interferir pero no lo hace, no porque sea débil sino porque
tiene un pacto con ella y él también vive según ese código. Todos
estamos interesados en explorar por qué Tessa estaba interesada en
Justin. Ella necesita una ancla que le dé estabilidad y Justin la
mantiene cuerda; él es controlado y ella es apasionada.”
“Justin es un jardinero apasionado,” observa Fiennes. “Los jardineros
poseen una tranquilidad interna, la sensibilidad de ver algo vivir y
crecer y preocuparse sobre cómo algo florecerá y madurará. Para mí, todo
eso es clave para comprender a Justin. ¿Por qué se casa con una mujer
tan apasionada y férrea en sus opiniones como Tessa? Pienso que parte de
la atracción se debe a que son totalmente opuestos.”
El guionista Jeffrey Caine dice, “Ralph y Rachel me hicieron creer
totalmente en la pasión y la ternura de la relación entre Tessa y Justin.”
El personaje de Tessa fue dibujado de la vida real. John le Carré dedicó
El Jardinero Fiel a una apasionada activista e incansable trabajadora
para actividades de caridad llamada Yvette Pierpaoli. Como parte de la
dedicatoria en la pantalla en los créditos finales, él la describe como
alguien que “vivió y murió importándole lo que sucedía en el mundo.”
En 1999, a la edad de 60 años, Yvette Pierpaoli murió, junto con otros
dos trabajadores de ayuda internacional y el conductor, en un accidente
automovilístico en Albania. En esa época, Yvette era una representante
de Refugiados Internacional, parte de su compromiso de toda una vida de
ayudar a los demás. Esa vocación comenzó a los 19 años de edad, cuando
abandonó su nativa Francia para ir a Phnom Penh. Fue allí que le Carré
la conoció durante la década de los 1970s. Desde su primer encuentro,
Yvette utilizó todos los medios a su alcance, ya fueran ardides
femeninos o razonamientos testarudos, para ganarse al autor, tal como él
recuerda:
Pero todo era por una causa. Y la causa, uno rápidamente aprendía, era
un requerimiento no negociable, visceral para obtener alimentos y dinero
para los hambrientos, medicinas para los enfermos, asilo para los
desamparados, documentos legales para los exilados y, en general,
realizar milagros de la manera más civil, muscular, eficiente y realista
que se puedan imaginar...
Y a pesar de que en edad, ocupación, nacionalidad y lugar de nacimiento,
mi Tessa es totalmente distinta a Yvette, el compromiso de Tessa con los
pobres de África, particularmente sus mujeres, su desprecio por el
protocolo y su decisión inmutable, ocasionalmente exasperante de
conseguir lo que quería nacieron conscientemente, en lo que a mí
concierne, del ejemplo de Yvette.
“La Musa Constante,” El Observador, 25 de febrero de 2001.
“El Mayor Drama del Mundo”
“El mayor drama del mundo no se vive en Europa o el Oriente Medio o
Norte América – el mayor reto y los mayores dramas se encuentran en
África.”
-- (cita del coordinador de asistencia de urgencia de las Naciones
Unidas, Jan Egeland) Warren Hoge, “El Director de Asistencia de Urgencia
de las Naciones Unidas Solicita Ayuda para la Crisis que se Vive A
Través de África,” El New York Times, 11 de mayo de 2005.
Cuando el productor británico independiente Simon Channing Williams leyó
una copia del libro de John le Carré El Jardinero Fiel, antes de
publicarse a finales del 2000, le escribió una apasionada carta a
Michael Rudell, el abogado del autor. En la carta, el productor
solicitaba la oportunidad de llevar a la pantalla la novela. Cuando
Rudell contestó y sugirió una reunión, Channing Williams se ofreció a
volar de Londres a Nueva York ese mismo día. “Quise demostrarle que
serio era mi propósito de convertir el libro en una cinta,” explica el
productor, “porque pensaba que la novela era extraordinaria. Explora la
voracidad de las grandes empresas, el abuso de los africanos, la
corrupción gubernamental y en la raíz de todo esto, hay una emocionante
historia de amor. Es un libro compasivo y lleno de ira al mismo tiempo,
algo que desdichadamente será relevante por muchos, muchos años.”
A medida que la producción tomaba forma, el guionista y novelista
Jeffrey Caine aceptó lo que él llama el “reto profesional” de adaptar la
obra del novelista. “Soy un admirador de John le Carré desde hace muchos
años,” comenta Caine, “y siempre he pensado – al igual que muchos de sus
lectores – que las películas que han realizado de sus novelas raramente
le han hecho justicia. El Jardinero Fiel tenía el potencial para ser una
cinta fuerte; una emotiva historia de amor entrelazada con un tema
político actual y tenía una estructura llena de suspenso. Para mí, el
centro de la trama fue siempre la historia humana de Justin y Tessa; la
de un hombre sin compromisos ni agendas políticas que descubre después
de su muerte, la verdadera naturaleza de la mujer que amó y de allí en
adelante se dedica a continuar su labor, acercándose cada vez más a ella
que mientras estaba viva.”
“Era importante para Simon y para le Carré que él aprobara el
guionista,” agrega Caine, “así que el paso final antes de contratarme
fue un almuerzo en el cual yo debía convencer a le Carré que habían
tocado a la puerta indicada. Aparentemente lo logré.”
“Durante el proceso de preparación – que tomó alrededor de dos años – él
me envió varias notas sobre los distintos borradores y asistió a varias
reuniones sobre el libreto. Afortunadamente, conoce el mundo del cine
tanto como el de las letras. Comprende que para que una novela funcione
como película, hay que cambiar muchas cosas. Es más, él me pidió que
cambiara mucho más de lo que estaba inclinado a cambiar.”
Él mantuvo el estilo no lineal de la novela, observando, “Debido a lo
que sucede a Tessa – que la asesinan en la primera página – era
necesario usar escenas retrospectivas. De otra forma no podríamos
relacionarnos emocionalmente con Tessa y Justin. Mi función era obtener
un equilibrio que diera la intriga necesaria a la trama sin dar muchos
detalles demasiado pronto y sin sacrificar ni la historia personal de la
evolución de Justin, ni el contexto temático subyacente.”
La cinta de 2002 (estrenada en muchos países en 2003) Ciudad de Dios,
presentó a Channing Williams a un nuevo y excitante director, Fernando
Meirelles, que logró exitosamente visualizar y plasmar en la pantalla un
poderoso relato de una parte del mundo que gran muchos de los
espectadores nunca habían visto.
Las Grandes Compañías Farmacéuticas
La novela de John le Carré toca el tema de la responsabilidad social de
las compañías y las gigantescas ganancias de uno de los sectores más
grandes del mundo de los negocios, la industria farmacéutica. En un
artículo sindicado en la época de la publicación de la novela (2001), el
autor escribió:
Pude haberlo hecho sobre el escándalo del tabaco adulterado... Pude
haber seleccionado las compañías de gasolina... pero el mundo
farmacéutico multinacional, una vez que entré en él, me agarró por el
cuello y no me soltó. Las grandes compañías farmacéuticas tenían de
todo: las esperanzas y sueños que tenemos de ellas; su enorme potencial
para el bien desarrollado sólo parcialmente y su lado tenebroso,
sostenido par una riqueza enorme, secretismo patológico, corrupción y
codicia.
Mientras que Ciudad de Dios continuaba en cartelera en los cines del
mundo (y en Estados Unidos por más de un año), el director Fernando
Meirelles se preparaba para investigar los temas de El Jardinero Fiel.
“Soy de Brasil y durante los últimos años, hemos estado produciendo
medicamentos genéricos y si se intenta producir versiones baratas de
medicamentos patentados, se aprende rápidamente sobre el poder increíble
de los cabilderos de la industria farmacéutica. He estado leyendo sobre
esto durante los últimos años – en el sitio de Oxfam en el Internet, por
ejemplo – y comprendí que realizar una película es una buena oportunidad
para aguijonearlos. El Jardinero-Fiel no es una cinta politizada pero
como ciudadano de un país en vías de desarrollo, puedo comprender lo que
sucede en un país del tercer mundo. Así que sentí que podía representar
los intereses de los habitantes de Kenia en la película.”
El comportamiento y la forma en que realizan los negocios algunas de las
compañías productoras de medicamentos están bajo escrutinio creciente en
los años recientes, con mayor cobertura en los medios de comunicación y
mayor presión de los numerosos protectores de los consumidores y otros
grupos de interés social. La novela de le Carré contribuyó a que el
público en general se percatara más del potencial de la industria de
hacer daño, lo mismo que bien.
Para poder justificar sus precios y la protección de sus patentes,
algunas compañías farmacéuticas repetidamente citan los altos costos de
investigación y desarrollo y las pruebas clínicas que deben realizar
para llevar un nuevo producto al mercado. Los protectores de los
consumidores aclaran que muy pocas veces las compañías incurren en esos
costos ellas mismas sino que utilizan los fondos públicos que respaldan
la investigación – y entonces guardan los resultados. Muchos han puesto
en duda la cifra de $800 millones que la industria asevera es necesaria
para llevar una nueva droga al mercado, haciendo énfasis en la
disparidad entre los costos de la investigación y el desarrollo y los
presupuestos de mercadeo de las compañías productoras de productos
farmacéuticos. Es en este último renglón, argumentan ellos, donde se
asigna grandes cantidades de dinero.
En los últimos dos años, hemos comenzado a ver, por primera vez, el
inicio de la resistencia pública a los voraces precios y las dudosas
prácticas de la industria farmacéutica. Es debido a esa resistencia que
las compañías de medicamentos ahora nos dirigen mensajes de relaciones
públicas. Y las palabras mágicas, repetidas una y otra vez como un
exorcismo, son investigación, innovación... Pero a pesar de que la
retórica es irresistible, tiene muy poco que ver con la realidad.
Primero, la investigación y el desarrollo son una parte relativamente
pequeña de los presupuestos de las grandes compañías farmacéuticas –
empequeñecidas por sus enormes gastos en mercadeo y administración y más
diminutas ante sus ganancias. Es más, año tras año, durante más de dos
décadas, esta industria ha sido la de mayores ganancias en los Estados
Unidos. (En 2003, por primera vez, la industria perdió la posición
número uno, quedando en tercer lugar, detrás de “minas, producción de
gasolina cruda” y “bancos comerciales.”) Los precios que las compañías
farmacéuticas cobran tienen muy poca relación con los costos de
fabricación de los medicamentos y pueden disminuir dramáticamente sin
amenazar la investigación y el desarrollo de los mismos.
Marcia Angell, “La Verdad Sobre las Compañías Farmacéuticas,
The New York Review of Books, 15 de julio de 2004.
Los activistas también acusan a algunas de las grandes compañías
farmacéuticas de ignorar los adelantos para desarrollar medicamentos muy
parecidos, basados en medicamentos de gran popularidad y venta,
concentrando sus esfuerzos en las enfermedades del rico mercado
occidental – por ejemplo, enfermedades cardíacas, impotencia geriátrica
y calvicie – prestando poca atención e ignorando totalmente las
enfermedades improductivas y desenfrenadas del tercer mundo. Estos
países son arrasados por el SIDA, la tuberculosis y la malaria (la
última afectando aproximadamente a 500 millones de personas cada año y,
según cálculos de algunos, matando un niño aproximadamente cada 20
segundos). Mientras estas naciones en desarrollo sufren una enorme carga
de enfermedades, ellas reciben sólo una pequeña fracción de las
ganancias de las grandes compañías farmacéuticas.
Cuando todos los argumentos fallan, algunos de los voceros de la
industria farmacéutica nos recuerdan que sus compañías no tienen fines
filantrópicos y que su mayor responsabilidad es con los accionistas.
Esto, por lo menos, es un punto en el que las compañías y sus críticos
coinciden; la industria ha hecho millones de billones de dólares (en
2002, las ventas totales llegaron a un estimado de $430 billones).
Comenzando en 1997, Brasil ha logrado exitosamente recudir su mortalidad
por el SIDA a la mitad, desafiando a las compañías farmacéuticas e
ignorando la amenaza de sanciones comerciales para suministrar
medicamentos anti-retrovirales de bajo costo. El país también puso en
marcha una agresiva campaña de prevención. A pesar del modelo progresivo
que Brasil ha instituido, los esfuerzos del país natal de Meirelles no
han sido replicados mundialmente.
Apoyando la pasión de Meirelles por este tema, Simon Channing Williams
dice, “No soy un animal político. Pero lo que estamos explorando está
sucediendo en la actualidad en el mundo en el que vivimos todos.”
Meirelles estudió el programa Dying for Drugs de Brian Woods y Michael
Simkin que se pasa por el canal 4 inglés como prueba documental de las
prácticas de algunas compañías farmacéuticas en el tercer mundo. “Gran
parte de la investigación ya había sido realizada por le Carré,” dice
Jeffrey Caine, “y está en el libro. Lo que no está en la novela fue
suministrado por contactos médicos muy bien informados y dado en
pequeñas cucharadas siguiendo las indicaciones de la receta. Es correcto
decir y sin duda algunos lo dirán, ‘Las grandes compañías farmacéuticas
son un blanco muy obvio. ‘ Pero lo que es malo debe ser publicado y debe
seguirse publicando mientras exista, lo cual es para siempre.”
“Hay muchas interrogantes sobre las grandes compañías farmacéuticas,”
dice Ralph Fiennes. “Fernando me dio material para leer y ver,
incluyendo Dying for Drugs. Las compañías no están obligadas a revelar
gran parte de la información sobre cómo prueban y fabrican sus
medicamentos. Hay grandes cantidades de dinero involucrado en el
desarrollo, la patente y el mercadeo de una nueva droga; no hay duda que
la industria farmacéutica cuenta con los cabilderos más poderosos en
Estados Unidos. Estoy seguro que hay compañías que quieren producir
medicamentos buenos y efectivos a precios razonables pero muchas
personas quieren – y necesitan – hacer preguntas importantes a la
industria en general.”
“Es David y Goliat,” dice Rachel Weisz. “Es la gente pequeña contra las
grandes corporaciones. Creo que las compañías farmacéuticas son segundas
sólo a la gasolina; es un negocio enorme. Ganan cantidades enormes de
dinero y, sin embargo, los países en desarrollo no pueden comprar las
drogas para salvar sus vidas.”
La Dra. Bonnie Dunbar, una bióloga molecular y ex–profesora del Colegio
de Medicina de Baylor en Houston que ahora vive en un suburbio de
Nairobi, respalda la veracidad de la trama de la película. “Me
fascinaron los paralelos con las cosas que he experimentado en mi vida
profesional,” comenta ella. “Los cabilderos de las organizaciones
internacionales, lo mismo que la cantidad de dinero que se gasta para
encubrir. Afortunadamente el aspecto criminal de la historia no es la
realidad pero cuando hay grandes cantidades de dinero en juego...”
“No espero que El Jardinero Fiel cambie la conducta de las compañías
farmacéuticas internacionales, dice Caine. “Puede – en el mejor de los
casos – llamar la atención del público a ciertas prácticas comunes de
las grandes casas farmacéuticas y de alguna manera ayudar a crear un
clima para un comportamiento más responsable. Para mi lo más importante
es que la cinta debe ilustrar la naturaleza del compromiso.”
Los Primeros Exteriores
El rodaje comenzó en Berlín en mayo de 2004, donde se filmaron las
escenas sobre el grupo de protección a los consumidores llamado ‘Hippo
Farma,’ el cual se convierte en una parte crucial de la investigación de
Justin Quayle para descubrir la verdad detrás de la muerte de su esposa.
Los exteriores en Berlín incluyeron el Lehrter Stadtbanhof para la
llegada por tren de Justin a Alemania; las oficinas de la Academie der
Kunste haciendo las veces de las oficinas de la Comisión Británica de
Alto Rango; el Hotel Residenz donde Justin vive en carne propia los
métodos brutales que los fabricantes de medicamentos de Dypraxa son
capaces de usar para evitar ser desenmascarados y el venerable Estudio
Babelsberg.
Luego de dos semanas en Alemania, la producción se trasladó a Londres.
Un espacio en la Galería Moderna Tate (localizada en la ribera Sur del
Támesis) hizo las veces del salón de lectura donde Justin conoce a Tessa
por primera vez, mientras que la Iglesia de Santa María de Magdalena en
Paddington sirvió para la escena del funeral.
Otros exteriores en Londres incluyeron el Club Liberal, que hizo las
veces del club de caballeros donde Sir Bernard Pellegrin tiene un
iluminador almuerzo con Justin. La escena incluye a Jeffrey Caine en una
aparición especial como un portero del club.
En lo Profundo del África
La producción se trasladó a Kenia a principios de junio, filmando
durante dos meses en Nairobi y otras partes del país. Esto se logró
mediante negociaciones diplomáticas entre Simon Channing Williams y los
representantes del gobierno. La novela de le Carré había delineado un
gobierno profundamente corrupto en Kenia, lo que causó que el libro
fuera prohibido allí originalmente.
A pesar de eso, esto no evitó que los habitantes de Kenia trajeran
numerosas copias del exterior – y las circularan entre sus amigos y
vecinos. Ni tampoco la crítica de la novela del cuerpo diplomático
británico impidió que Edward Clay, el Alto Comisionado actual, ofreciera
su apoyo a los realizadores.
“Edward nos ayudó de muchas formas,” explica Meirelles. “Nuestros
actores pudieron conocer personas de la Comisión de Alto Nivel y fueron
a sus casas para ver como vivían. Almorzamos en Londres con diplomáticos
que trabajaban en Kenia. Nuestra impresión, luego de hablar con ellos y
estar en sus oficinas, fue que la Comisión de Alto Nivel estos días
funciona como cualquier otra oficina. Parece la Unilever o la Shell pero
es realmente una oficina comercial que hace negocios y crea
oportunidades para los negocios. A pesar de que han pasado 42 años desde
que el gobierno de Kenia obtuvo su independencia, todavía existe un lazo
que los une a los británicos – ahora por razones distintas.”
Danny Huston, quien interpreta a Sandy Woodrow, el Director de la
Comisión Británica de Alto Nivel en Chancery, comenta, “La diplomacia
moderna es sobre los negocios y sobre intentar mejorar las relaciones
comerciales. Tuve una reunión con dos caballeros cuyos nombres no
mencionaré, ya que trabajaron para las agencias del servicio secreto
inglés MI5 y MI6. Mientras más tiempo pasaba con ellos, más me parecían
idénticos a los personajes del libro. Tienen una forma extraordinaria y
espectacular de no contestar la pregunta que se les hace.”
Edward Clay y su equipo de colaboradores explicaron a los actores y a
los realizadores el contexto político, económico y social de Kenia –
como era cuando le Carré escribió su novela y como es ahora, unos
cuantos años después. “Cuando le Carré escribió su libro, lo hizo sobre
una Kenia en una era en particular que era ideal para la historia que
quería relatar. Ahora que la cinta se filmó, tenemos una Kenia en que el
gobierno y la sociedad han decidido y votado por un cambio – esa Kenia
no está dispuesta a soportar un mal gobierno, ni la corrupción de
antes.”
“El Jardinero Fiel critica severamente a Kenia y fue algo sin
precedentes que este ministerio apoyara y diera permiso para su rodaje,”
dice Raphael Tuju, Ministro de Información y Comunicaciones. “Pero lo
hice porque si no se hubiera filmado aquí, lo hubieran hecho en otra
parte y todavía criticaría a Kenia en el pasado, con respecto a su
corrupción y demás.”
Meirelles siente que su perspectiva fue diferente desde el principio.
“John le Carré escribió una historia sobre un país en desarrollo y las
compañías poderosas desde el punto de vista de una persona del primer
mundo. Cuando leí el libro, me puse en otra posición. Me vi en África
con las grandes compañías. En cierto respecto, el guión de Jeffrey Caine
relata la historia a través de los ojos de los kenianos y, como
habitante del tercer mundo, me identifico más con los kenianos que con
los ingleses.”
“Kenia fue lo que atrajo a Fernando al proyecto,” observa Caine. “Pero
lo que heredó fue una historia vista a través de ojos ingleses, inmersa
en una subcultura británica post-imperial con la cual no estaba
familiarizado. No es sorprendente, entonces, que disminuyera el énfasis
en estos elementos y diera a los elementos africanos más prominencia,
sin cambiar el equilibrio de la trama. Pienso que eso es lo que logramos
hacer.”
“Gracias a Fernando hemos logrado obtener una visión totalmente
diferente del mundo del cual le Carré escribió, visualizada desde un
punto de vista extranjero muy inteligente,” dice Channing Williams.
“”Fue estupendo que Fernando se concentrara en los personajes y no en
las diferencias entre las clases sociales. Nuestra estructura social no
es importante para él; fue maravilloso que nos pudiéramos alejar de eso
y contar nuestra historia como la ve el 95% del resto del mundo.”
La perspectiva tercer mundista de Meirelles también aseguró que, además
de los cientos de extras contratados para el rodaje, una gran proporción
del reparto fuera africano (la cinta cuenta con casi tres docenas de
actores kenianos). Más aún, al equipo de técnicos británicos se unieron
más de 70 técnicos kenianos en todos los departamentos, además de los
conductores, camareros y trabajadores.
“África del Este es muy distinta a África del Sur y Fernando y Simon lo
comprendieron inmediatamente,” revela Mario Zvan, productor ejecutivo
por Blue Sky Films, los socios productores kenianos de la realización.
“Las personas tienen un aspecto distinto, la vegetación es diferente, la
luz es otra, los edificios son distintos. Filmar esta historia en África
del Sur hubiera sido como rodar un relato de Boston en Miami.”
“Nuestra preocupación mayor era que todo se viera real,” agrega el
director de fotografía César Charlone. “Intentamos mostrar la verdad, de
ser lo más fiel posible, usar exteriores reales y luz natural. Si una
morgue estaba iluminada con luz fosforescente, usamos iluminación
fosforescente. Fue muy importante escoger los exteriores no basados en
si eran fílmicos o más bellos.
“A medida que profundizamos en el proyecto fue como si tratáramos con
dos realidades distintas, dos mundos diferentes. Teníamos el viejo mundo
de Justin, de donde vino, con la Comisión Británica de Alto Nivel. A
medida que él descubre más sobre Tessa, ella se convierte en su puerta
al nuevo mundo, la verdadera África que no ha podido o no ha querido
ver.”
“Fernando y César estaban decididos a presentar una visión lo más
auténtica posible,” comenta Bill Nighy, quien interpreta a Bernard
Pellegrin. “Yo había trabajado en Marruecos pero nunca había estado en
Kenia o en otras partes del África. Los paisajes, sonidos y aromas son
distintos a todo lo que había experimentado. Es mucho más que únicamente
un medioambiente porque El Jardinero Fiel es una historia africana sobre
como el Occidente usa el continente como su laboratorio.”
“Una de las cosas extraordinarias sobre esta experiencia es que rodamos
en sitios reales en Nairobi,” dice Ralph Fiennes. “Fernando insistió en
utilizar personas reales en el fondo. No usamos extras profesionales
porque en Kenia no hay una estructura fílmica definida.”
La coordinadora de extras Emily Mbonga encontró la mayoría de los extras
blancos en los grupos teatrales locales. Otros extras fueron reclutados
de las profesiones que interpretaban. Por ejemplo, los miembros de la
prensa que entran al funeral de Tessa Quayle eran periodistas y
fotógrafos que trabajan en Kenia.
Pete Postlethwaite, quien interpreta a Lorbeer, el escurridizo creador
de Dypraxa, dice, “Uno se prepara, lee el libro, se imagina dónde está
su personaje. Pero ir a Kenia lo puso todo en foco, como una lupa que
uno puede usar para quemarse la mano.”
En Exteriores en Kenia
Las primeras escenas filmadas en Nairobi fueron en el restaurante Lord
Errol, donde la Comisión Británica de Alto Nivel tiene una fiesta que da
a Tessa Quayle y al Dr. Arnold Bluhm la oportunidad de mostrar la
hipocresía y la codicia de los que tienen el poder.
Luego se filmó en el Club Real de Nairobi y en los barrios bajos cerca
de River Road. Para las escenas de la hospitalización de Tessa Quayle y
el descubrimiento de los efectos mortales de Dypraxa, la producción rodó
en Pumwani, un hospital materno-infantil para los residentes más pobres
de Nairobi.
Otros exteriores en y alrededor de Nairobi incluyeron la Ciudad
Mortuoria de Nairobi (donde se filmó la escena en que el cuerpo de Tessa
es identificado), el Cementerio Langata, la oficina de los expedientes
del Hospital Kenyatta, el hangar de aviones de Boskie en el Aeropuerto
Wilson y un campo de golf en la pista de carreras Karen. La casa de
Sandy Woodrow en la película es en realidad la casa en Nairobi del
Comisionado Europeo.
Otra residencia privada en Nairobi se uso para la casa de Justin y Tessa.
Pertenece a la madre de la supervisora del vestuario de la producción,
Elizabeth Glaysher. Celia Hardy, la jardinera de Sonia, la madre de
Elizabeth, fue la “entrenadora en jardines” de Ralph Fiennes. Con la
excepción de algunas plantas con flores, agregadas para dar color y
textura por el equipo del diseño de la producción, el jardín de Justin
que vemos en la pantalla es resultado del trabajo de Celia.
El mercado de vegetales en el pueblo de Kiambu hizo las veces de la
Clínica Three Bees, donde Justin encuentra a Kioko, el hermano de Wanza
Kilulu, una de las víctimas de Dypraxa.
La oficina del Jefe de Policía de Kiambu se utilizó para la escena en
que Justin es detenido para ser interrogado.
Filmando en Kibera
La secuencia inicial de la cinta fue filmada en Nairobi en la barriada
más pobre y sobre poblada del África. Kibera es un suburbio irregular de
aproximadamente 600 hectáreas con una población de alrededor de 800,000
personas (algunos dicen 1.2 millones), la mayoría de los cuales viven en
chozas construidas de madera desechada, hierro corrugado y lodo – sin
servicios sanitarios, ni agua corriente, ni electricidad. La palabra
kibera significa “bosque” en el lenguaje de los mercenarios nubios que
originalmente llegaron al área después de la desmovilización de los
ejércitos de África del Este británica. Gradualmente, más y más
trabajadores itinerarios convirtieron a Kibera en su hogar, muchos de
ellos con la intención de ahorrar suficiente dinero trabajando en la
capital para regresar a sus poblados.
“Es difícil de creer,” dice Fernando Meirelles, “pero creo que Kibera es
peor que las favelas de Río donde filmamos Ciudad de Dios. César
Charlone y yo hemos pasado mucho tiempo en las favelas y, a pesar de
eso, Kibera nos impresionó enormemente. No puedo imaginarme lo que los
ingleses miembros del equipo pensaron. La pobreza es... impactante.”
Muchos de los kenianos miembros del equipo de rodaje que nunca habían
estado en Kibera quedaron boquiabiertos.
La pobreza en Kenia está alrededor del 56%, lo cual significa que 15
millones de personas viven con $0.80 al día. Los habitantes de Kibera
viven con menos. Cientos de personas caminan a lo largo del camino al
principio y fin de cada día de trabajo para no pagar $0.30 por el
transporte en buses.
Aunque algunas personas logran ahorrar suficiente dinero para regresar a
sus poblados nativos, muchos más nacen y mueren en Kibera. Además de la
ausencia de lo más básico, los residentes están afectados severamente
por la epidemia de SIDA; se calcula que uno de cada seis kenianos es HIV
positivo y el porcentaje es seguramente más alto en Kibera. Como en toda
el África al sur del Sahara, el número de huérfanos en Kibera aumenta
cada día; los servicios sociales necesarios para atenderlos no existen.
Se filmó en la ciudad-dentro-de-una-ciudad por más de una semana. Una
unidad base se estableció en el patio de la escuela del Centro Educativo
Raila Odinga, que lleva el nombre del Miembro del Parlamento del área de
Langata que incluye a Kiberia y que también es el Ministro de Caminos y
Transporte.
Alrededor de 2,000 habitantes de Kibera trabajaron como extras y otros
fueron guías y cargadores para el equipo de filmación, negociando en
lugares difíciles y también en capacidad de guardias de seguridad y como
intérpretes.
La producción decidió desde el principio ayudar a Kibera. Además de
darle trabajo a muchos de la localidad, el equipo de construcción creó
un área de juego y un campo de soccer, restauraron el techo de una
iglesia derruida y construyeron un puente sobre una ancha alcantarilla
para permitir que los vehículos de emergencia puedan llegar a los
residentes que viven en el fondo de un barranco.
“Hablamos inicialmente con los jefes de la comunidad,” dice el
administrador de exteriores John Chavanga. “Ellos entonces hablaron con
la gente y les explicaron por qué estábamos allí y cómo la comunidad se
iba a beneficiar. Contratamos alrededor de 2,000 personas y construimos
algunas estructuras duraderas. Este es la cinta más grande que se ha
filmado en Kibera y pienso que han aprendido mucho de este proceso.”
Los Lagos y Loiyangalani
Luego de un mes de rodaje, la producción se trasladó al Sur, al poblado
de Ol Tapese, cerca del lago Magadi en el valle Rift. Alrededor de los
espectaculares acantilados del valle Rift se filmó una persecución en la
cual Justin, en un Fiat prestado, es perseguido por un Land Rover.
Después de pasar la noche en un campamento, llegaron al remoto lago
Magadi (que hizo las veces del lago Turkana en una escena clave), el
cual se parece a la superficie de la luna con sus 104 kilómetros de
superficie salada. Posteriormente, el reparto y los técnicos regresaron
brevemente a Nairobi antes de viajar hacia el Norte al poblado de
Loiyangalani, en la costa Sureste del lago Turkana, donde se rodaron las
escenas del Campamento Siete en el Sur de Sudán.
En los últimos días de julio se filmaron las últimas escenas, con Ralph
Fiennes y una reducida unidad en el poblado de Lokichoggio, en que
Justin Quayle llega a Lokichoggio, junto con tomas aéreas de la frontera
entre Kenia y Sudán en que se lanzan alimentos de un avión Hércules.
“África vivirá dentro de mí debido a un par de recuerdos muy distintos,
dice Fernando Meirelles. “Los paisajes impresionantes y la gente que nos
recibió con tanto cariño. Es un lugar precioso. Pero nunca lograré
olvidar los problemas que tiene el continente, los cuales son mucho
mayores de lo que esperé. Hablamos sobre eso cuando filmábamos en
exteriores; cuando un inglés dice que este país es pobre, es una cosa,
pero cuando un brasileño como yo lo dice, es algo totalmente diferente.
¿Y qué de su futuro? Cuando pienso que uno de cada seis kenianos es HIV
positivo y no sólo es HIV, es hepatitis, es tuberculosis y todo tipo de
enfermedades en todo el África... es aterrador. Es difícil tener
esperanza para el futuro pero, sin embargo, debemos tenerla.
El Futuro
Acontecimientos recientes nos dan esperanza y causan preocupación:
La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (F.D.A.) ha
aprobado el primer cóctel genérico de la terapia triple, abriendo las
puertas para que los dólares de los contribuyentes estadounidenses
puedan usarse comprando medicinas más baratas para ser usadas en países
pobres. Asumiendo que los medicamentos producidos por estas compañías...
cuesten de un tercio a la mitad de los de marca, las instituciones de
caridad y los países pobres que reciben dinero de la administración Bush
podrán tratar el doble o el triple de pacientes. La meta de Estados
Unidos es asegurar el tratamiento de dos millones de pacientes
internacionalmente para el año 2008, dijo Randall L. Tobias, quien
administró los $15 billones que el presidente Bus prometió hace dos años
para la lucha contra el SIDA. Estados Unidos dona una tercera parte del
presupuesto del Fondo Global de la Lucha Contra el SIDA, la Tuberculosis
y la Malaria, que se pueden gastar en cualquier medicamento aprobado por
la Organización Mundial de la Salud. Gran parte del resto del dinero de
la oficina de Tobias va al Plan de Urgencia del Presidente para la Ayuda
Contra el SIDA, que cubre a 13 países africanos, Haití, Guyana y Vietnam
y sólo puede usarse para medicamentos aprobados por el F.D.A... La
aprobación del F.D.A., la cual se otorgó esta semana, es sólo para el
mercadeo fuera de Estados Unidos – sólo en los países pobres, ya que los
medicamentos tienen patentes en Europa, Japón y otros mercados ricos...
--Donald G. McNeil, Jr. “Un Sendero para Medicamentos Más Baratos para
el SIDA en las Naciones Pobres,” The New York Times, 26 de enero de
2005.
El número de pacientes con SIDA que reciben tratamiento en países pobres
aumentó un 60% en los últimos 6 meses, dijo la Organización Mundial de
la Salud el miércoles, principalmente debido a un enorme flujo de fondos
para la asistencia internacional y una creciente determinación de los
gobiernos de enfrentarse a la epidemia... Sin embargo, el tratamiento
llega únicamente a un 1/8 de las personas que lo necesitan en los países
en desarrollo, dejando un estimado de 5.1 millones sin protección. El
año pasado, la enfermedad sesgó más de 3 millones de vidas, ¾ partes de
ellas en el África... Una de cada 6 personas que mueren de SIDA tienen
menos de 15 años – más de medio millón de muertes al año, reportó la
Organización Mundial de la Salud... Estados Unidos gastó $2.4 billones
luchando contra el SIDA el año pasado, principalmente en África y el
Congreso ha aprobado $2.9 billones para el actual año fiscal.
--Sharon LaFraniere, “Los Países Pobres Tratan Más Pacientes
con SIDA,” The New York Times, 27 de enero de 2005.
El Ministerio de Salud de Kenia admitió que no había distribuido $54
millones para la lucha contra el SIDA, la malaria y la tuberculosis, un
día después que el embajador de E.U.A. dijo que la demora significa “una
sentencia de muerte.” Richard Abura, el vocero del Ministro de Salud,
culpó la demora a las condiciones establecidas por el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional. Las condiciones incluyen contratar una
agencia para asegurarse que el dinero se use bien y contratar 78
contadores para que administren los fondos. Él dijo que el gobierno ha
luchado durante más de 9 meses para cumplir con las condiciones de los
donantes y ha aprobó la contratación de los contadores el miércoles...
-- Smita P. Nordwall, “Kenia Deja de Distribuir Fondos
de Ayuda,” USA Today, 3 de febrero de 2005.
Se necesitan muchos billones de dólares más para detener la propagación
del SIDA en África pero a medida que los países aumenten sus donaciones,
las cantidades serán menos importantes que la forma como se gastan y en
qué contexto, dijo ayer un nuevo reporte del programa del SIDA de las
Naciones Unidas... Un promedio de 25.4 millones de personas en África
está infectadas en la actualidad... El reporte está disponible en
www.unaids.org.
-- Lawrence K. Altman, “Un Reporte de las Naciones Unidas Analiza la
Lucha
Contra el SIDA en África,” The New York Times, 5 de marzo de 2005.
Kenia nunca ha logrado cumplir el potencial de su riqueza agrícola y sus
valles espectacularmente bellos... Alrededor del 56% de la población
vive debajo del nivel de pobreza. Pero lejos del ruido, la polución y
los ladrones públicos y privados de Nairobi, el poblado de Sauri,
prácticamente sobre la línea ecuatorial, es un ejemplo de una forma
mejor de hacer las cosas. Es uno de dos casos de prueba del ambicioso
programa de las Naciones Unidas para disminuir la pobreza a la mitad
para el año 2015... El plan de las Naciones Unidas, dirigido por el
economista Jeffrey Sachs, planea expandir el programa a todo el distrito
y luego a todo el África. Pero eso sucederá únicamente si los países
ricos cumplen su promesa de aumentar la ayuda al 0.7% del producto bruto
para el 2015. Gran Bretaña, Francia y Alemania han creado programas para
cumplir esa meta. Estados Unidos, el país más rico del mundo, todavía
tiene que hacerlo.
-- editorial, The New York Times, 5 de mayo de 2005.
Sobre el Reparto
RALPH FIENNES (Justin Quayle) ha recibido dos nominaciones al Oscar®,
por sus actuaciones en la película premiada de Anthony Minghella El
Paciente Inglés y la realización premiada de Steven Spielberg La Lista
de Schindler, ambas ganadoras del Oscar® a la Mejor Película del Año.
Fiennes nació en Suffolk y creció en Inglaterra e Irlanda. Luego de un
breve período en la Universidad de Artes de Chelsea, Fiennes ingresó a
la Academia Real de Arte Dramático de la cual se graduó en 1985. Trabajó
en la Compañía del Teatro Nacional durante dos años y luego fue invitado
a unirse a la Compañía Real de Shakespeare.
En 1992, el productor David Puttnam lo escogió para interpretar a T.E.
Lawrence en el drama para televisión Un Hombre Peligroso: Lawrence
Después de Arabia. Debutó en cine el mismo año junto a Juliette Binoche
en una versión sombría y triste del libro de Emily Brönte Cumbres
Borrascosas. También protagonizó para la BBC, el drama The Cormorant.
Fiennes saltó a la fama internacional por su despiadada interpretación
del comandante de la SS Amon Goeth en la realización de Steven Spielberg
La Lista de Schindler, ganadora del Oscar® como Mejor Película. Por su
actuación en dicha cinta obtuvo el premio de la Academia Británica de
Cine y Televisión, el premio de los Críticos Cinematográficos de Nueva
York, el de la Sociedad Norteamericana de Críticos Cinematográficos, de
la Sociedades de Críticos Cinematográficos de Boston y Chicago, al igual
que nominaciones al Oscar® y Globo de Oro como Mejor Actor de Reparto.
Después de su actuación en La Lista de Schindler, Fiennes interpretó al
controversial concursante Charles Van Doren en la realización de Robert
Redford El Dilema, nominada a varios Oscares. En 1995, Fiennes
protagonizó junto a Angela Bassett y Juliette Lewis la cinta futurista
de suspenso de Kathryn Bigelow Días Extraños, después de la cual actuó
en la producción de Jonathan Kent de Hamlet, primero en Londres y luego
en Broadway, recibiendo el Tony como Mejor Actor en 1995 por su
actuación.
Entonces, en 1996, interpretó al piloto mortalmente herido en la
brillante y conmovedora adaptación de Anthony Minghella del libro de
Michael Ondaatje El Paciente Inglés. La cinta ganó aclamaciones en todo
el mundo, el Oscar® como Mejor Película del Año y para Fiennes su
segunda nominación al Oscar®, en esta ocasión como Mejor Actor (además
de nominaciones al premio de la Academia Británica de Cine y Televisión,
al Globo de Oro y la Asociación de Actores de Cine).
En 1997, Fiennes estelarizó junto a Cate Blanchett la película de
Gillian Armstrong Oscar y Lucinda, una excéntrica historia de amor
adaptada de la célebre novela de Peter Carey. Entonces le dio vida
cinematográfica a un proyecto que acarició muchos años, protagonizando y
produciendo la versión fílmica de la novela clásica de Pushkin Onegin.
Dirigida por Martha Fiennes, su hermana, y co-protagonizada por Liv
Tyler, esta producción visualmente impresionante se filmó parcialmente
en exteriores en Rusia.
Trabajó por primera vez con Rachel Weisz, la protagonista femenina de El
Jardinero Fiel, en la realización épica de István Szabó El Amanecer de
un Siglo, por la cual obtuvo el premio del Cine Europeo al Mejor Actor y
(la cinta fue nominada al Globo de Oro como Mejor Película).
Sus otras películas incluyen la adaptación de Neil Jordan de la novela
de Graham Greene El Ocaso de un Amor junto a Julianne Moore y Stephen
Rea, la cinta de Brett Ratner Dragón Rojo con Anthony Hopkins, Edward
Norton y Emily Watson, la comedia romántica de Wayne Wang Sueño de Amor
junto a Jennifer Lopez y Natasha Richardson y la realización de David
Cronenberg Spider con Miranda Richardson y Gabriel Byrne.
En el verano de 2000, Fiennes regresó al teatro para actuar en Richard
III y Coriolanus en el Teatro Almeida en Londres y en la Academia
Musical de Brooklyn bajo la dirección de Jonathan Kent, obteniendo
entusiastas críticas.
Más reciente, actuó bajo la dirección de Deborah Warner en la obra de
Shakespeare Julio César en el Barbican Centre en Londres y en gira en
París, Madrid y Luxemburgo.
Próximamente lo veremos en varios proyectos fílmicos, que incluyen la
nueva producción Merchan Ivory The White Countess con Vanessa Redgrave y
Natasha Richardson, la película de Martha Fiennes Chromofobia, que se
estrenó como la cinta que cerró el Festival de Cine de Cannes de 2005,
la película de Robert Edwards Land of the Blind, la cinta animada de
Steve Box y Nick Parks Wallace y Gromit-La Batalla de los Vegetales (en
su versión subtitulada) y como el temerario Lord Voldemort en Harry
Potter y la Copa de Fuego bajo la dirección de Mike Newell.
RACHEL WEISZ (Tessa Quayle) próximamente protagonizará la anticipada
nueva realización de Darren Aronofsky The Fountain junto a Hugh Jackman.
Una actriz que ha demostrado su versatilidad histriónica en una gran
variedad de proyectos, Weisz recientemente apareció en la película de
Francis Lawrence Constantine con Keanu Reeves.
Weisz se ha establecido como una de las actrices más solicitadas de la
actualidad. La vimos junto a Brendan Fraser en La Momia y en la
continuación de la película de aventuras popular en todo el mundo, La
Momia Regresa, la que hizo historia al convertirse en la segunda cinta
con mayores recaudaciones en la taquilla norteamericana durante su día
de estreno y hace poco en la cinta de Gary Fleder Jurado en Fuga con
John Cusack, Gene Hackman y Dustin Hoffman, en la película de James
Foley El Secreto junto a Edward Burns, Andy Garcia y Dustin Hoffman y la
realización de Chris y Paul Weitz Un Gran Chico con Hugh Grant y Toni
Collette.
También ha interpretado papeles estelares en la cinta de Jean-Jacques
Annaud Enemigo al Acecho con Jude Law, Joseph Fiennes y Ed Harris y el
drama urbano ambientado en Glasgow Beautiful Creatures y recibió elogios
de los críticos especializados por su papel protagónico en la
realización de István Szabó El Amanecer de un Siglo junto a Ralph
Fiennes, Rosemary Harris, Jennifer Ehle y William Hurt. Rachel también
actuó con Alessandro Nivola en la cinta del director Michael
Winterbottom I Want You y la vimos en la película de la directora Beeban
Kidron Traído por el Mar junto a Vincent Perez y Kathy Bates.
Sus otras películas incluyen la cinta de Mark Pellington Going All the
Way con Jeremy Davies y Ben Affleck, Reacción en Cadena junto a Keanu
Reeves y Morgan Freeman bajo la dirección de Andrew Davis, la
realización de Bernardo Bertolucci Stealing Beauty con Jeremy Irons y
Liv Tyler y The Land Girls de David Leland junto a Catherine McCormack.
DANNY HUSTON (Sandy Woodrow) es un actor y director con numerosos
créditos en cine y televisión.
Entre sus películas podemos mencionar la cinta de Mike Figgis Adiós a
Las Vegas con Nicolas Cage y Elisabeth Shue, la realización de Jonathan
Glazer Reencarnación junto a Nicole Kidman y Lauren Bacall, la película
de Bernard Rose Anna Karenina con Sophie Marceau y Sean Bean, la cinta
de John Sayles Silver City, la realización premiada de Martín Scorsese
El Aviador junto a Leonardo DiCaprio y Cate Blanchett y la película
premiada de Alejandro González Iñárritu 21 Gramos.
Próximamente lo veremos en la cinta de John Hillcoat The Proposition con
Guy Pearce, la realización de Sofia Coppola Maria Antonieta junto a
Kirsten Dunst y Jason Schwarztman y la película de Oliver Parker Fade to
Black (como Orson Welles) con Paz Vega.
Por su interpretación del cantante popular Billy Mack en la cinta de
Richard Curtis Realmente Amor, BILL NIGHY (Sir Bernard Pellegrin) su
ganó el premio de la Academia Británica de Cine y Televisión al Mejor
Actor de Reparto, un premio de los Críticos Cinematográficos de Londres
y el Evening Standard’s British Film Awards’ Peter Sellers Award for
Comedy.
También fue escogido Mejor Actor de Reparto por la Asociación de
Críticos de Cine de Los Ángeles por sus actuaciones en Realmente Amor,
la cinta de Tim Fywell I Capture the Castle, la película de Duncan Roy
AKA y la realización de Tom Hunsinger y Neil Hunter Lawless Herat, todas
estrenadas en Estados Unidos durante el 2003.
Las películas de Nighy incluyen la comedia de Garth Jennings Guía del
Viajero Intergaláctico, la cinta de Roger Michell El Intruso/Enduring
Love junto a Daniel Craig y Samantha Morton; la comedia de humor negro
de Edgar Wright Muertos de Risa y la película de Len Wiseman Inframundo
con Kate Beckinsale y Scott Speedman.
Su reciente actuación en la cinta de Peter Cattaneo Lucky Break le ganó
una nominación como Mejor Actor de Reparto del Círculo de Críticos
Cinematográficos de Londres. Su interpretación del papel de Roger en
Lawless Heart en 2002 le obtuvo una nominación a los British Independent
Film Awards. También recibió el premio Peter Sellers del Evening
Standard por su actuación en la comedia coral Todavía Locos en 1998.
Hace poco colaboró nuevamente con el director/guionista Richard Curtis
en The Girl in the Café junto a Kelly Macdonald y también trabaja en el
nuevo proyecto de Stephen Poliakoff Gideon’s Daughter.
Por su interpretación de Giuseppe Conlon en la realización premiada de
Jim Sheridan En el Nombre del Padre, junto a Daniel Day-Lewis y Emma
Thompson, PETE POSTLETHWAITE (Lorbeer) recibió una nominación al Oscar®.
Un veterano de teatro y cine, Pete Postlethwaite colaboró con el
director Steven Spielberg en la popular cinta El Mundo Perdido: Jurassic
Park y también interpretó a Holabird, el fiscal que representó al
gobierno contra los africanos en el drama histórico político de
Spielberg Amistad con Matthew McConaughey, Morgan Freeman y Anthony
Hopkins.
Entre sus otras películas se encuentran El Ultimo de los Mohicanos con
Daniel Day-Lewis, Alien 3 junto a Sigourney Weaver; Complot Contra la
Libertad con Christopher Lambert y Ed Harris, Hamlet junto a Mel Gibson,
Glenn Close y Helena Bonham-Carter y Los Sospechosos de Siempre con
Kevin Spacey y Gabriel Byrne, Corazón de Dragón con Dennis Quaid y Sean
Connery, la versión de Baz Luhrmann de Romeo y Julieta de William
Shakespeare junto a Leonardo DiCaprio y Claire Danes, la cinta de Lasse
Hallström The Atando Cabos y más reciente, la realización de Walter
Salles Agua Turbia con Jennifer Connelly.
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