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ACERCA DE LA
PRODUCCIÓN
Vida, muerte, y algo intermedio.
De los productores de “The Sixth Sense” y el co-escritor de “Batman
Begins” llega THE INVISIBLE, un thriller escalofriante de carácter
sobrenatural sobre un adolescente que se halla atrapado entre dos
mundos, invisible para los vivos y demasiado cerca de los muertos. Una
oscura noche, un alumno de último año de secundaria con un brillante
futuro, Nick Powell (JUSTIN CHATWIN) es atacado repentinamente y su
maltratado cuerpo es dejado por muerto. Ahora, atrapado en un
perturbador limbo desde donde puede observar el mundo de los vivos
aunque ellos no puedan verlo, su única oportunidad de tener un futuro es
resolviendo el misterio de lo que le pasó y por qué, antes de que su
tiempo se agote. Pero, ¿cómo resuelves un homicidio cuando tú mismo eres
la víctima?
Mientras Nick intenta revelar la ominosa verdad tras su fantasmagórica
condición, el rastro lo lleva desde su madre (la ganadora de la Academia
MARCIA GAY HARDEN) pasando por su mejor amigo (CHRIS MARQUETTE) y por un
dudoso criminal (ALEX O’LAUGHLIN) hasta la ruda y conflictiva chica
(MARGARITA LEVIEVA) la cual Nick descubre que podría poseer la llave
para despertar de su inexplicable situación.
THE INVISIBLE fue dirigida por David Goyer, escritor/director de “Blade:
Trinity” y escritor de la serie “Blade” y el éxito de taquilla “Batman
Begins”. El guión fue escrito por Mick Davis, basado en la novela de
Mats Wahl. La cinta fue producida por Roger Birnbaum, Gary Barber y
Jonathan Glickman de Spyglass Entertainment, (“The Sixth Sense”, “Bruce
Almighty”, “Seabiscuit”, “The Pacifier”), Neal Edelstein (“The Ring”,
“The Ring 2”, “Mulholland Drive”) y Mike Macari (“The Ring”, “The Ring
2”).
El equipo tras bambalinas fue encabezado por el director de fotografía
Gabriel Beristain (“The Ring 2”, “Blade: Trinity”), el diseñador de
producción Carlos Barbosa (“Lost”, “24”), la diseñadora de vestuario
Tish Monaghan (“The Exorcism of Emily Rose”, “An Unfinished Life”, “Insomnia”)
y el editor Conrad Smart (“Blade: Trinity”).
RESOLVIENDO EL MISTERIO DE TU PROPIA MUERTE:
LA HISTORIA DE THE INVISIBLE
Nadie puede verlo, nadie puede oírlo y nadie, ni siquiera sus mejores
amigos, parecen estar enterados de que está allí. Esta es la situación
en la que se halla Nick Powell una mañana al llegar a la escuela. Se ha
vuelto invisible para el mundo y, efectivamente, pronto se dará cuenta
de que su misma existencia está en duda. Víctima de un horrible crimen,
Nick está atrapado en el misterioso espacio invisible entre la vida y la
muerte. Ahora, su única esperanza de regresar a su vida es convertirse
en un detective etéreo, seguir el rastro de su propio homicidio,
intentar averiguar dónde está su cuerpo casi sin vida y saber cómo llegó
allí, pero resulta que la única persona que lo puede ayudar a hacer eso
también necesita ser salvada.
Esta imaginativa y provocadora idea es la que impulsa a THE INVISIBLE,
la nueva película del director David Goyer, que cambia de las emociones
y la acción de “Blade” y “Batman Begins” a una historia repleta de
misterio, fantasmas, drama emotivo y trepidante suspenso.
La historia de THE INVISIBLE salió a la luz por primera vez en la forma
de un thriller sueco, aclamado por su originalidad y conmovedor giro
dentro del género fantástico. Cuando los productores Neal Edelstein y
Mike Macari, quienes ya habían llevado la seminal película japonesa de
horror “The Ring” al público estadounidense, se encontraron con el film
sueco, tuvieron el presentimiento de que sería igualmente emocionante
como producción de Hollywood. Rápidamente, Edelstein y Macari obtuvieron
los derechos de Mick Davis, el escritor escocés del film que había
escrito el guión original en inglés y que luego fue traducido al sueco.
Cuando llevaron la historia a los productores Roger Birnbaum, Gary
Barber y Jonathan Glickman de Spyglass, el material resultó ser
irresistible para los experimentados productores de éxitos. Habiendo
producido ya “The Sixth Sense”, el moderno film clásico que introdujo
toda una nueva era de thrillers inteligentes sobre temas sobrenaturales,
sabían que habían hallado la clase de historia que mantiene al público
en el borde de sus asientos y despierto por las noches. Una historia de
eventos fantásticos movida por personajes que se sienten totalmente
reales.
“THE INVISIBLE es un thriller sobrenatural, pero también es un romance y
un intrigante misterio que cobra vida mediante un grupo de personajes
fuertes y bien delineados”, dice Barber. “Es raro encontrarse con una
historia tan escalofriante y tan bien escrita”.
Y añade Birnbaum: “La historia te atrapa porque los personajes son muy
interesantes y multifacéticos, además de que hay sorpresas en cada
paso”.
Concluye Glickman: “En Spyglass nos interesan todo tipo de películas,
siempre que narren buenas historias. THE INVISIBLE fue una historia a la
cual todos respondimos con entusiasmo. La película es aterradora y
emocionante, pero los temores que explora están basados en la realidad y
eso nos dio la idea de que tendría mucho potencial en manos de un
director talentoso”.
Mientras tanto, en un giro perfecto del destino, ese director intentaba
adquirir por su cuenta los derechos de THE INVISIBLE. Era David Goyer,
el escritor y director que rápidamente se convirtió en uno de los
talentos más grandes de Hollywood en lo que respecta a guiones
fantásticos, con una inclinación por el material creativo y complejo.
Después de darse a conocer con la exitosa serie de acción “Blade” tanto
como escritor como director, dejó su sello al co-escribir el guión de
“Batman Begins” tan aclamado por la crítica, donde reinventa al
bienamado superhéroe de maneras emocionantes y conmovedoras.
Goyer llegó al proyecto en sus inicios, trayendo a THE INVISIBLE su
propia y original visión de cómo contar la historia de la vida de Nick
Powell a través de la lente de su muerte. Él veía la historia no sólo
como la lucha de Nick por regresar al mundo de los vivos sino también
como la historia de Annie quien, obsesionada por Nick en más de una
manera, inicia su propia salvación. “Vi que el film comenzaba como un
thriller sobrenatural, pero gradualmente se convertía en una historia de
amor y redención”, dice Goyer. “Yo tenía pensada una película que no
necesariamente siguiera las normas de las convenciones hollywoodenses,
una película formada por todo tipo de temas sutiles que me interesaba
mucho”.
A Goyer también le intrigaba el concepto en el centro mismo de la
historia: la invisibilidad. Mientras que Nick es literalmente invisible,
Goyer aclara que los demás personajes, Annie, Pete, el mejor amigo de
Nick y su madre Diane, todos se sienten metafóricamente invisibles a los
demás, que parecen no darse cuenta de quiénes son.
“Me atrajo la idea de jugar con la idea de invisibilidad”, dice Goyer.
“En primer lugar, el ser invisible es una alegoría tremenda para la
adolescencia y esa etapa de crecimiento, porque es una época en la cual
realmente sientes que nadie te ve ni te oye. Nick no sólo es invisible
sino que también es una especie de fantasma atrapado en ese lugar
privilegiado donde puede hacer algo que todos fantaseamos: ser un voyeur
y escuchar las conversaciones más privadas de sus amigos y familia.
Observando desde ese otro lugar, llega a ver a todos los personajes sin
máscara y ve aspectos de ellos que nadie ve jamás. Esto sucede con su
madre, con su amigo Pete y especialmente con Annie, y es uno de los
temas más grandes de la trama, o sea que las personas tienden a ponerse
máscaras que impiden que los demás los vean cómo son realmente”.
Mientras que las experiencias de Goyer con “Blade” y “Batman Begins” le
enseñaron mucho sobre cómo manejar hábilmente la mezcla de suspenso,
emociones y sorpresas dramáticas, para este film también imaginó un
estilo distinto; uno un poco más sutil, con todo el énfasis en la
realidad de los personajes y sus acciones viscerales, con sólo algunos
efectos visuales clave. “La idea principal que yo quería era que la
película se sintiera completamente real y natural, que fuera muy
verosímil, desmintiendo los espectrales eventos que acontecen”, comenta
el director. “Casi todos los efectos visuales involucran la
invisibilidad de Nick, mas no en el sentido clásico de H.G. Wells. En
vez de esto, nos enfocamos en la incapacidad de Nick de poder afectar el
mundo material que lo rodea. Creo que esa es la mejor clase de efecto
visual, la clase que no se nota, en que el público no se percata de que
hay algún tipo de efecto”.
Cuando Goyer presentó su idea de manera apasionada al equipo de
filmación, quedó claro quién lo dirigiría. “David comprendió el material
completamente”, dice Edelstein. “Comprendió que dentro de los elementos
emocionantes y de acción de la historia, lo importante son los
personajes y el escrutinio de aspectos clave de la condición humana, y
él sabía cómo hacer que esa mezcla resultara. Su visión estaba
totalmente de acuerdo con lo que los productores habían esperado
hallar”.
Macari agrega: “Gran parte de la película es el concepto de la redención
personal. Hay un personaje que fue asesinado por alguien que parece ser
el villano de la trama, pero que se transforma en un protagonista que
acaba simpatizándote. Es difícil lograr eso emocionalmente, pero fue
algo que David Goyer logró incluir en la película”.
CONVERTIRSE EN ALGUIEN INVISIBLE:
LA SELECCIÓN DE LOS VARIADOS PERSONAJES DEL FILM
Mientras la producción progresaba, David Goyer estaba consciente de que
todo dependería de hallar el reparto adecuado que diera a THE INVISIBLE
esa sensación de realidad que induce temor. Primero tendría que buscar a
un joven actor que fuera capaz de asumir el personaje central de la
película: Nick, un joven brillante que parece tenerlo todo: es
atractivo, inteligente, tiene dinero, buenas calificaciones y novias,
pero aún así se siente perdido y está a punto de darse por vencido. Nick
se empieza a dar cuenta de lo que vale su vida al experimentar lo que es
estar muerto.
Debido a que el personaje pasa gran parte de la película en el limbo
entre los vivos y los muertos y por ende es invisible al resto de los
personajes, Goyer sabía que tendría que hallar a un actor que fuera lo
suficientemente osado como para intentar algo diferente y carismático
que le diera una carga emocional aún a las escenas no verbales. Al final
de una larga búsqueda, los cineastas dieron con Justin Chatwin, un
canadiense que recientemente había llamado la atención interpretando al
hijo de Tom Cruise en “War of the Worlds”. Luego de reunirse con Chatwin,
Goyer se convenció de que Justin tenía todo lo necesario, de su encanto
de niño a su poderosa ética de trabajo, para cumplir con el papel.
“Justin tiene una apariencia, una personalidad y una actitud que
destacan en la pantalla”, observa Goyer. “La cámara lo adora. Es difícil
interpretar a un personaje que tiene que reaccionar a todo lo que ocurre
a su alrededor sin tener que reaccionar a los demás actores o sin que
ellos tengan que reaccionar a él”.
Mike Macari añade: “Justin tiene que ser invisible la mayor parte de la
película y sin embargo te mantiene completamente cautivado. Creo que hay
pocos actores de su edad que podrían lograr lo que él hizo de manera tan
seductora”.
Por su parte, Chatwin se sintió instantáneamente atraído hacia la
profundidad y complejidad del papel, lo que le dio mucho qué reflexionar
al prepararse para su actuación. “Lo que me encantó del guión es que es
sobre extremos opuestos --vida y muerte, amor y odio-- y también sobre
la idea de que cuando piensas que algo es blanco o negro, es posible que
repentinamente halles algo de gris en ello. También es muy realista en
cuanto a los jóvenes y los adultos y las líneas que los separan”, dice.
En lo referente a interpretar a un personaje que es literalmente
invisible, al principio Chatwin podía identificarse sólo al nivel más
básico. “Creo que muchos chicos mientras crecen se sienten invisibles al
mundo que los rodea”, dice. Pero a medida que profundizaba, descubrió
que la experiencia de operar en el mundo como fantasma es aún más
compleja. “Me ubicó en un reino en el que constantemente me hacía
preguntas como ‘¿quién soy’ y ‘¿qué soy?’. Y logré explorar esas
preguntas tal como lo hace mi personaje”, explica. “Definitivamente fue
difícil y a veces frustrante interpretar un papel en el cual nadie te
está hablando o ni siquiera mirándote, pero fue un desafío realmente
interesante”.
Chatwin ya era fan de las cintas de Goyer “Blade” y “Batman Begins”, y
ese fue otro punto de atracción para la joven estrella. “Una de las
cosas que ansiaba era trabajar con David Goyer, porque yo ya sabía que
él tenía ese talento visual. Sabía que cualquiera que pudiera darle vida
a una idea fantástica como Batman sería capaz de tomar esta historia y
hacer que el público la creyera”, comenta.
Mientras Nick aprende a moverse como un fantasma indetectable, intenta
ponerse en contacto con un ser vivo, tal vez la persona más improbable
de todas: Annie, la compañera de clase de Nick que aparenta ser muy ruda
y que está implicada en la desaparición del chico. Al igual que con Nick,
el papel de Annie necesitaba una joven actriz con un conjunto inusual de
habilidades. Quien obtuviera el papel debía poder expresar el exterior
iracundo y ruin de Annie y al mismo tiempo revelar su vulnerabilidad
interior y su potencial para ser redimida. También debía poder cambiar
los sentimientos del público de odio a simpatía.
El codiciado papel fue solicitado por muchas. Sin embargo, después de
considerar a docenas y docenas de jóvenes actrices de primera línea de
Hollywood, los cineastas no hallaban esas cualidades que buscaban.
Entonces llegó la novata Margarita Levieva y los dejó asombrados. Mike
Macari recuerda: “El momento en que Margarita entró a la habitación, nos
convenció de que era peligrosa y que podía hacer daño. Pero cuando hizo
una escena tierna, te cautivaba emocionalmente. Fue un regalo del cielo.
Annie es un papel muy rudo ,pero aún así, le crees inmediatamente a
Margarita”.
David Goyer continúa: “Me estaba deprimiendo porque no creía que
pudiéramos encontrar a Annie y recuerdo que mi director de reparto dijo,
‘No te preocupes; simplemente aparecerá’, y literalmente la siguiente
persona que entró fue Margarita, que era virtualmente desconocida. Al
final de su audición, dije ‘Dios mío, es ella’, y desde ese momento ya
ni consideramos a ninguna otra. Yo estaba tan convencido de que era ella
que cancelé las otras pruebas”.
Goyer sigue hablando: “Margarita debe hacer la increíble transición de
ser una chica salvaje aparentemente incorregible y malvada, alguien
conflictiva, alguien que ha sido herida y para la cual no es todo blanco
y negro. Es un papel extremadamente complejo y con muchas facetas. Annie
actúa de manera horrible, pero luego empiezas a ver que su vida familiar
es espantosa. Debe cuidar a su hermano menor y todo eso. Quieres odiar a
esta persona, pero no puedes. Y a medida que se desarrolla la historia,
ella acaba redimiéndose. Margarita lo manejó todo perfectamente. Va a
ser una gran estrella”.
También fue clave que Justin Chatwin inmediatamente descubriera una
intensa -aunque algo volátil- química con Margarita. “Desde el primer
día, estaba ansiosa y lista para empezar”, dice Justin. “Reaccionábamos
mucho el uno al otro en el set y realmente me sentí conectado con ella.
David halló a alguien que tiene esa clase de niña feroz, salvaje dentro
de sí. Era un deleite observar a Margarita porque era muy extrema”.
Levieva, una ex gimnasta que se mudó a New York desde su nativa Rusia a
los 11 años, estaba encantada ante la oportunidad de hacer su debut en
la pantalla con un papel tan poderoso y singular. Me siento muy
afortunada y agradecida de haber tenido la oportunidad de interpretar un
personaje tan profundo, diverso y complejo”, dice Levieva. El año
pasado, apareció en el drama televisivo “Vanished”.
A pesar de la cruda brutalidad de Annie al principio de la película,
Levieva descubrió que podía identificarse con la lucha interior del
personaje. “Igual que Nick, Annie sólo quiere ser visible para el
mundo”, dice. “Tener 18 años y ya estar tan quebrada y tan lastimada y
tan perdida de tantas maneras distintas... Creo que siente que nadie
realmente sabe quién es ella”.
Y continúa: “Lo que es realmente interesante es que Annie parece ser la
fuerza oscura, malvada a la que no debes acercarte, y Nick parece ser el
chico amable, bueno e inocente. Pero en cierto modo, ambos vienen del
mismo lugar. Ambos han sido heridos, ambos se sienten como parias, y
ambos tienen formas diferentes de ver el mundo. Y es gracias a eso que
finalmente logran verse el uno al otro”.
Si la opinión que Nick tiene sobre Annie sufre un cambio dramático
después de poder observarla desde su punto de vista indetectable,
también cambia su opinión sobre su mejor amigo Pete, quien se encuentra
indeciso entre sus propios temores y hacer lo correcto para salvarle la
vida a Nick.
Para interpretar a Pete, David Goyer escogió a Chris Marquette, el joven
actor en ascenso que ya se ganado la admiración de legiones de jóvenes
fans gracias a su papel en la serie de televisión “Joan of Arcadia” y
que ahora se está dando a conocer en el cine. Establecer una relación
leal pero desigual entre Nick y Pete era clave para las complejidades de
la historia. “Nick es quien siempre se queda con la chica, el que
siempre saca buenas calificaciones. Pete siempre ha estado a la sombra
del chico dorado”, explica Goyer. “Pero es la cobardía de Pete lo que
desencadena todos los eventos que llevan a la muerte potencial de Nick.
Creo que Chris estuvo increíble en el papel. Me recuerda mucho a Sal
Mineo en la película ‘Rebel Without A Cause’ de James Dean. Interpreta a
un alma triste y herida de una manera hermosa”.
Justin Chatwin disfrutó tanto trabajando con Marquette que ambos
muchachos desarrollaron una amistad que agregó realismo a su relación en
la pantalla. “Chris es fabuloso”, dice Chatwin. “Realmente se mete
profundamente a los personajes que interpreta, y desde el primer día nos
llevamos bien. Chris y yo tenemos amigos en común y yo siempre había
querido hacer una película con él. Nos divertimos en cada escena que
tuvimos que hacer juntos”.
A Marquette inmediatamente le agradó la bien matizada descripción que
hace el guión sobre las vidas adolescentes dentro de una angustiante
historia de suspenso. “Me pareció que la historia era única y además
sentí que había muchas verdades en los personajes”, dice Chris. “Tomar
una idea tan fuera de este mundo donde tienes un personaje tan irreal
deambulando por ahí, y luego hallarle la realidad y la verdad, me
pareció algo muy interesante”.
Aún así, Marquette admite que fue difícil actuar la tragedia de Pete.
“Pete es una persona débil”, explica. “Nick le dice que debe aprender a
defenderse a sí mismo, sin titubear, pero Pete no sabe bien cómo hacer
eso porque siempre está asustado. Constantemente permite que lo empujen
y le den órdenes y, de repente, todo estalla en una situación terrible
en la que jamás creyó encontrarse”.
Ayudando a crear esta aterradora situación está el personaje de Marcus,
el novio delincuente de Annie, interpretado de manera amenazadora por
Alex O’Loughlin, un actor australiano en ascenso que se hizo notar como
uno de los cuatro finalistas para el papel de James Bond. Hizo su debut
fílmico con el thriller de ciencia-ficción “Man Thing”, basado en el
cómic de Marvel. En 2007 se unirá al elenco de “The Shield”.
O’Loughlin se siente intrigado por la relación intensa que Marcus tiene
con Annie. “Está obsesionado con ella, aunque ella no le sirve”,
comenta. “Me refiero a que Marcus no es ningún ángel. Va derechito a
convertirse en un delincuente profesional, pero hay un millón de razones
por las cuales debería alejarse de Annie, cosa que no puede hacer porque
está como hechizado”.
Al interpretar a Marcus, O’Loughlin disfrutó especialmente el trabajar
tan íntimamente con Margarita Levieva. “Es una actriz increíblemente
instintiva”, dice. “Al momento en que las cámaras empiezan a rodar, ahí
está, viviendo el momento”.
En otro golpe de suerte del reparto, los cineastas estaban fascinados
con la idea de tener a Marcia Gay Harden como Diane, la madre de Nick,
añadiendo una actriz galardonada con el Oscar a la lista de jóvenes
estrellas de THE INVISIBLE. Trabajar con Gay Harden fue particularmente
emocionante para David Goyer. “Es la actriz más talentosa con quien he
trabajado”, declara. “Puede pasar de una emoción a otra como un
interruptor que se enciende y se apaga. Con cualquier otra persona,
Diane pudo haber resultado ser la típica madre que no comprende a su
hijo, pero todo el meollo de la película es que todos estos personajes
son invisibles los unos a los otros, y Nick ve que, cuando ella se quita
la máscara, realmente lo ama, y Marcia hace que eso sea muy real”.
Justin Chatwin también estaba feliz por la oportunidad de trabajar tan
de cerca con una de las actrices más aclamadas del momento. “Una de las
cosas que Nick llega a ver en su invisibilidad es que su madre no es la
persona sin corazón que él cree, sino que tiene sentimientos sinceros”,
comenta. “Me encantó trabajar con Marcia porque tiene mucha experiencia
y siempre me interesa ver cómo otros actores se meten al personaje y
cuál es su método. Marcia es una actriz sumamente pulida; puede ser
sutil y graciosa y conmovedora al mismo tiempo”.
Marcia Gay Harden quedó igualmente impresionada con Chatwin. “Tiene la
clase de rostro clásico del cine en el que puedes proyectar mucho, y
siento que te identificas con él”, dice ella. “Es un joven actor que
está dispuesto a probar cualquier cosa. Quiere zambullirse en el
personaje y, en el proceso, logra muchas elecciones maravillosas e
inusuales”.
También le atrajo la adaptación al guión. “Hasta cierto grado es un
drama psicológico y también es una historia en la que el tiempo corre,
donde un crimen debe ser resuelto antes de que el tiempo se agote, lo
que resulta en una película muy emocionante”, dice. “Pero lo que también
me interesó fue que hubiera una corriente de fondo en la que los
personajes llegan a entenderse a ellos mismos; lo que esa madre llega a
entender y lo que ese chico y chica llegan a entender sobre quiénes son
y lo que se han perdido en su vida”.
Más que nada Harden estaba particularmente complacida con la forma en
que David Goyer llevó las emociones y la profundidad de la historia a la
pantalla. “David y su equipo visual le dieron a la película una hermosa
austeridad”, dice. “Las tomas que escogieron resultaron ser mucho más
interesantes que las que yo creé en mi mente”.
LA IMAGEN DE THE INVISBLE:
SOBRE EL DISEÑO DEL FILM
En el set de THE INVISIBLE, David Goyer siguió basándose en los
personajes. Sabía que cada locación, cada toma, la apariencia de cada
set en especial, ayudarían a construir la tensión dramática de la
película, y a revelar el misterio al que se enfrentaba Nick Powell. Para
lograr todo eso, trabajó muy de cerca con un equipo experimentado que
incluyó al cinematografista Gabriel Beristain, el diseñador de
producción Carlos Barbosa y la diseñadora de vestuario Tish Monaghan.
Goyer ya había trabajado con el prolífico Beristain, uno de los mejores
cinematografistas de Hollywood, en “Blade II” y “Blade: Trinity”, y
ambos ya eran buenos amigos con una relación creativa y bulliciosa.
“Gaby es todo un personaje”, confiesa Goyer. “Es grandioso. Tenemos una
buena relación simbiótica. Nos peleamos como matrimonio todo el tiempo,
somos ruidosos y belicosos, pero a la gente del equipo esto le parece
bastante divertido una vez que se dan cuenta de que estamos bromeando”.
Beristain no pudo resistirse a volver a trabajar con Goyer. “Trabajar
con David siempre hace que las cosas sean interesantes. Es un proceso
único y creativo”, dice riendo, “además de que la historia me pareció
sensacional”.
Al desarrollar una imagen fotográfica para la cinta, Goyer sabía que
quería enfatizar los interiores íntimos y los exteriores naturales con
iluminación directa y una sensación de realismo austero. Para hallar la
apariencia adecuada, Goyer y Beristain vieron muchos films y hojearon
libros de arte en busca de inspiración. Goyer recuerda: “Empecé a ver el
resultado de pintores holandeses como Vermeer o Lievens, con esa clase
de fuerte luz unidireccional. Me vi influenciado por esos cuadros en los
que tienes figuras de pie frente a ventanas, y la única iluminación
proviene de un lado, bañando a las personas”.
Continúa diciendo: “Gaby y yo discutimos si filmaríamos la película de
esta forma. Yo le dije que quería que la mayoría de las tomas fueran
conmovedoras, pero con movimientos muy sutiles, muy gentiles, y eso fue
exactamente lo que hizo. Obtuvimos muchas tomas en las que los actores
están situados junto a ventanas, con la única fuente de luz proveniente
de un lado, de modo de que la mitad de su rostro está iluminado y la
otra en la oscuridad”.
Beristain se sintió vigorizado por los desafíos de THE INVISIBLE,
algunos de los cuales involucraban alternar entre estrechas habitaciones
interiores y locaciones exteriores muy abiertas --todas locaciones en
Vancouver, Columbia Británica. Frecuentemente, filmar escenas exteriores
durante el invierno de Vancouver, bajo cielos lluviosos, neblinosos y a
menudo cambiantes, exigía soluciones tecnológicas inteligentes por parte
de Beristain. “Tuve que echar mano de todos mis trucos para esta
película”, admite.
El cinematografista disfrutó particularmente filmar talentos nuevos como
Justin Chatwin y Margarita Levieva. “Si pudiera describirlos con una
palabra, diría ‘frescura’. Tienen esa capacidad de asombro --de asombrar
al público y a sí mismos. Realmente captan la idea de la narrativa
fílmica y te dan cosas maravillosas para la cámara”, dice. “Los grandes
cineastas como David Goyer usan la cámara como una especie de personaje
dentro del proceso narrativo. Margarita y Justin vieron eso, lo
aceptaron y jugaron con ello”.
Igualmente clave para la atmósfera de la película es el trabajo del
diseñador de producción Carlos Barbosa, quien diseñó individualmente
cada locación para que reflejara la personalidad y psicología de los
personajes de la película. Comenzó con la casa de Nick Powell.
“Deseábamos crear un medio hermoso, protegido, de clase alta que
reflejara que Nick aparentemente lo tenía todo, no obstante revelando
que la comunicación entre él y su madre se ha interrumpido. Por lo
tanto, creamos una casa súper moderna con todo en su lugar, ni un plato
sucio fuera de lugar, pero que te hace pensar que todo está controlado y
rígido. El único ambiente que respira en toda la casa es la recámara de
Nick. Empieza a tener sentido que Nick quiera romper con este medio
perfecto y meticuloso para hallar su propia voz”, explica.
Para la casa de los Powell, Barbosa utilizó una casa elegante y moderna
diseñada por uno de los principales arquitectos canadienses, Arthur
Erickson. Una maravilla de capas de concreto y cristal, oculta entre
jardines espectaculares, la casa tiene un estanque natural para patos
que se ve desde todas las habitaciones. “Me encantó la casa y me pareció
bellísima --todo ese concreto, cristal y madera proporcionarían mucha
textura visual”, agrega Barbosa.
Mientras tanto, para Annie, Barbosa realizó un estudio de contrastes,
recreando su espacio vital en un departamento confinado, atiborrado, en
un edificio deteriorado. “Annie es totalmente lo opuesto a Nick, así que
decidimos ubicarla en un proyecto de viviendas”, dice. “Es moderno en
términos del estilo arquitectónico de los años 60, pero es totalmente
distinto al del personaje de Justin. Annie y su familia viven en un
mundo muy caótico y desordenado”.
Para crear algunos de los sets clave de la película en la secundaria de
Nick donde ocurre gran parte de la acción, Barbosa quería una locación
que evitara el estereotipo de las escuelas de la década de los años
cincuenta con sus corredores institucionales llenos de casilleros.
“Queríamos presentar un mundo totalmente diferente para la cinta”,
denota, “uno que fuera mucho más moderno con espacios interesantes y
arquitectura minimalista”.
Una amplia búsqueda dio como resultado una secundaria recientemente
construida, de imagen moderna, en Burnaby, un suburbio de Vancouver.
“Hallamos una escuela con un estilo arquitectónico radical, muy moderna
y de líneas limpias, rodeada de belleza”, dice Barbosa. “Da la impresión
de que es una escuela para personas adineradas, donde muchos de los
chicos tendrían los medios para tener lo que tiene Nick y lo que Annie
roba”.
Otro elemento visual esencial para la película es la gran cantidad de
acrobacias metidas en la trama de la historia, que incluyen un brinco a
las heladas y peligrosamente turbulentas aguas bajo una presa, un salto
de un edificio de 15 pisos y un visceral accidente automovilístico. A
Goyer le gusta que sus actores hagan la mayor cantidad de acrobacias que
puedan, y descubrió que Justin Chatwin y Margarita Levieva estaban más
que dispuestos.
Las escenas filmadas en Ruskin Dam en Mission, Columbia Británica, como
a una hora de distancia de Vancouver, involucraron algunas maniobras
delicadas. La locación principal, un pequeño tramo de terreno rocoso que
sobresale hacia el río debajo de la poderosa presa, sólo era accesible
por barco. No sólo eso, sino que las medidas de seguridad por parte de
las autoridades hidrológicas a cargo del área, significaron que sólo un
grupo mínimo de técnicos, actores, dobles y personal de seguridad podían
ser transportados al lugar, además de las cámaras y el equipo. Una vez
allí, Justin Chatwin y los buzos tuvieron que pasar varias horas en el
helado río.
Tal como lo explica Justin, no fue su parte favorita de la filmación, y
por buenas razones. “Soy alérgico al material de los trajes de buzo, así
que no podía ponerme uno”, dice. “Hacía bastante frío allá, pero las
tomas salieron fantásticas, así que al final quedé satisfecho. Había
mucho trabajo físico en esta película; correr mucho para encontrar mi
cuerpo, congelarme en el agua... pero también fue divertido.
Irónicamente, me hizo sentir muy vivo”.
En otra secuencia clave de la historia vemos que Nick es atropellado por
un auto. Para esta escena, Chatwin tuvo que caer repetidas veces sobre
una colchoneta de pantalla verde frente al vehículo, pero ya había
tenido algo de experiencia en este inusual arte. “Es la tercera película
en la que me veo involucrado en un accidente automovilístico”, denota
Chatwin. “Tal vez sea mi destino”.
También había una buena cantidad de actividades físicas que involucraban
a Annie, el personaje de Margarita Levieva, incluyendo secuencias de
pelea, brincos por encima de mesas, el asalto a una joyería y mucho
correr. Levieva, que se halla en excelente condición gracias a su
entrenamiento previo como gimnasta de competencia en la Rusia comunista,
quiso tratar de hacer todas sus acrobacias ella misma.
“Cuando leí el guión, no me di cuenta de lo exigente que iba a ser el
papel, pero la acción física resultó ser muy divertida de hacer. Pude
hacer en el set muchas cosas que aprendí a hacer como gimnasta”, dice
Levieva.
Para David Goyer había un elemento final que siempre sintió que era
vital para su visión de THE INVISIBLE: la banda sonora, la cual Goyer
utiliza como medio no visual de profundizar y enriquecer aún más la
atmósfera del film y el sentido de los personajes.
Goyer sabía que quería una banda sonora que destacara con una colección
de canciones emotivas de las bandas independientes y alternativas más
nuevas. Al final escogió canciones de una vasta gama de artistas,
incluyendo a los roqueros británicos Oceansize, los estadounidenses
rompedores de géneros Mellowdrone, la banda vocal vanguardista de Nueva
York, TV On The Radio, Kill Hannah de Chicago, el súper grupo canadiense
Broken Social Scene, la banda de metal alternativo A Perfect Circle, el
generoso grupo roquero emo Death Cab for Cutie y el poético grupo Remy
Zero de Birmingham, Alabama.
También en la banda sonora se encuentra el cuarteto de rock encabezado
por el actor Jared Leto, 30 Seconds to Mars, con su exitoso sencillo
“The Kill”. Su reciente álbum Beautiful Lie se convirtió en disco de
platino y se disparó a la posición #1 en las listas de popularidad de
Modern Rock.
Finalmente, la música, las acrobacias, los efectos visuales, la
fotografía y el diseño de la película estaría todo al servicio de la
historia, ayudando a dar vida a la misión de Nick Powell de ir más allá
de los inquietantes secretos que guardan todos a su alrededor. Mike
Macari lo resume: “Absolutamente todo, la adaptación del guión, David
Goyer, Spyglass, este increíble elenco y nuestro equipo creativo, tuvo
la química perfecta para contar esta historia”.
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