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“Nunca permitas que alguien te diga
que no puedes hacer algo... Tienes un sueño y debes protegerlo... Si
deseas algo, persíguelo. Punto”.
SINOPSIS
En la película En busca de la felicidad, Chris Gardner (Will Smith) es
un hombre de familia que lucha por hacer que las cosas mejoren. A pesar
de sus valientes intentos para ayudar a mantener a flote a la familia,
Linda (Thandie Newton), la madre de su hijo de cinco años Christopher (Jaden
Christopher Syre Smith) está harta de encontrarse siempre bajo la
constante presión de los problemas financieros. Incapaz de seguir
adelante, poco convencida, decide marcharse.
Chris,
ahora padre solo, continúa persiguiendo sin cansar una mejor paga por su
trabajo utilizando todas las habilidades de ventas que conoce. Por fin
consigue entrar a un programa de entrenamiento en una prestigiada firma
de corretaje de acciones y, aunque no tiene salario fijo, lo acepta con
la esperanza de que terminará el programa con un empleo y un futuro
prometedor. Sin tener un colchón financiero, Chris y su hijo son
despojados de su apartamento y se ven obligados a dormir en refugios
para indigentes, estaciones de autobuses, baños o en cualquier parte
donde puedan encontrar un techo para pasar la noche.
A pesar de sus problemas, Chris continúa honrando su compromiso como
padre cariñoso y preocupado, usando el amor y la confianza que su hijo
ha puesto en él como motivación para superar todos los obstáculos que
enfrenta.
Columbia Pictures presenta en asociación con Relativity Media la
Producción de Overbrook Entertainment /Escape Artists, En busca de la
felicidad protagonizada por Will Smith, Thandie Newton y presentando por
primera vez a Jaden Christopher Syre Smith. La película está dirigida
por Gabriele Muccino y escrita por Steven Conrad. Los productores son
Todd Black, Jason Blumenthal, Steve Tisch, James Lassiter y Will Smith.
Los productores ejecutivos son Louis D’Esposito, Mark Clayman, David
Alper y Teddy Zee. La dirección de fotografía está a cargo de Phedon
Papamichael ASC. El diseñador de producción es J. Michael Riva. El
editor de la cinta es Hughes Winborne, A.C.E. La diseñadora de vestuario
es Sharen Davis. La música es de Andrea Guerra.
EN BUSCA DE CHRIS GARDNER
En 2003, el productor ejecutivo Mark Clayman, escritor y actor que había
hecho su transición hacia la producción, fue uno de los muchos que
vieron la historia sobre Chris Gardner en “20/20”. Como él lo recuerda:
“mi esposa y yo no somos muy asiduos a ver el programa ‘20/20’, pero
pudimos captar este segmento en el cual Chris se enfrenta a obstáculos
sorprendentes, donde el principal es no tener un lugar donde vivir.
Había una escena donde se mete con su hijo a un baño de una estación de
autobuses y comparte cómo acostumbraba bañar al niño en el lavamanos de
las instalaciones. Como en esa época teníamos un hijo de un año, ambos
nos conmovimos hasta las lágrimas. Lo vi no como una historia
amarillista, sino como un cuento conmovedor entre un padre y su hijo.
Miré a mi esposa y le dije: ‘tengo que conseguir los derechos para esta
historia y podría ser un papel maravilloso para Will Smith’”.
El teléfono de Chris Gardner había estado sonando sin parar durante toda
la mañana después de que se presentó en televisión ese segmento en
“20/20, pero Clayman le llamó mucho la atención, recuerda Gardner:
“porque fue muy honesto, directo, sincero y al grano”. Se llevó a cabo
una reunión en la compañía de producción, Escape Artists, cuyos tres
socios, Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch, habían sido
responsables en el pasado, individualmente, de exitosas películas como
Antwone Fisher: el triunfo del espíritu, Historia americana X y la
ganadora del Oscar® Forrest Gump. “La manera en que lo vi”, dice
Blumenthal, “la historia de Chris Gardner era universal. Trataba de lo
lejos que puede llegar un padre de familia para proteger a su hijo y
mantenerlo a salvo de todo. Contenía un núcleo emocional que conmovía a
todos y lo usamos como una piedra angular para adentrarnos en la
historia inspirada por la vida de Chris Gardner”.
Su socio, Todd Black, también se sintió conmovió e inspirado.
“Inmediatamente dije: ‘por Dios, ésta es una historia fantástica. Es
como Rocky, un chico completamente abatido y sin recursos que llega a
tener un gran éxito’. Definitivamente era material para cine y queríamos
ser nosotros los que la hiciéramos”.
Black y Blumenthal se pusieron en contacto con el productor James
Lassiter, el socio de Will Smith en Overbrook Entertainment. Lassiter
también quedó impresionado con la historia “y supe desde el principio
que iba a atraer a Will como hombre y como padre”. Lassiter envió a
Vancouver el video de “20/20”, donde Will Smith estaba filmando Yo,
robot, y menos de 24 horas después, el actor había respondido. “Desde el
momento en que vi el video de 20/20’ supe que la historia tenía la
personificación del sueño americano”, dice Will Smith. “El concepto en
el que se basa este país es que la esperanza que tiene cualquier persona
armada con su propia voluntad y determinación puede crear su situación,
desde lo más bajo de lo bajo, hasta lo más alto de lo alto. En cualquier
momento que ves a alguien manifestar ese tipo de grandeza y diligencia,
la pregunta natural que te haces es: ¿habría yo podido hacer eso?
¿Habría sido lo suficientemente hombre, lo suficientemente padre, lo
suficientemente esposo para ponerme de pie y enfrentar la adversidad
igual que como lo hizo esta persona, igual que como lo hizo Chris
Gardner? Yo mismo me hice todas esas preguntas”.
PONIENDO LA FELICIDAD EN PALABRAS
El siguiente gran paso era convertir el segmento de televisión de 15
minutos es una película de larga duración. “Lo difícil es siempre
encontrar al escritor adecuado”, admite Black. “Afortunadamente para
nosotros, acabábamos de trabajar con Steven Conrad en El sol de cada
mañana. Cuando le mostramos el video dijo: ‘yo sé cómo convertir esto en
una película. Tienen que permitirme que lo haga’”.
Además de darle su bendición a Escape Artists para desarrollar una
película inspirada en sus luchas, Gardner al principio fue muy cauteloso
respecto a la licencia que se tenía que otorgar para convertir estos
sucesos en una historia para la pantalla grande, de acuerdo con
Blumenthal. “Para nosotros era verdaderamente importante reunirnos con
él para reasegurarle que, sin importar los cambios que hiciéramos con
propósitos dramáticos, lucharíamos con todo nuestro ser para preservar
la integridad de cómo había vivido, y sigue viviendo, su vida”.
Después de la reunión inicial, los productores arreglaron que el
guionista Conrad se reuniera con Gardner en Chicago (donde viven ambos).
Gardner trabajó muy de cerca con el guionista, contestando muchas
preguntas y sirviendo como pizarra sonora. “Steve es un hombre
totalmente del tipo de Chicago, lo cual me dio la sensación de confort,
porque tuvimos que pasar mucho tiempo juntos. Le conté mi historia y
luego él decidió cuáles elementos podían usarse en la película. Steve
fue muy claro conmigo al explicarme que él era dramaturgo, no biógrafo.
Desde el principio me dije a mí mismo: ‘Chris, ya firmaste por los
derechos de tu vida, así que ahora tienes que darle a Steve licencia
artística”. (Mientras se realizaba la película, Gardner decidió escribir
su propia versión de la historia en el libro de no ficción En busca de
la felicidad, el cual salió a la venta a principios de este año con
grandes ovaciones).
Entre los cambios más prominentes que se realizaron están el convertir
al hijo de Gardner en un niño de cinco años en vez de un bebé y la
eliminación de los pequeños estipendios que recibió Gardner en su
programa de entrenamiento. El guión también requirió la creación de
personajes que son una especie de compuestos de varias personas que
había conocido Gardner durante ese periodo de su vida, incluyendo la
madre de su pequeño hijo.
“Chris fue muy honesto conmigo respecto a esa época de su vida”, dice
Conrad. “Ambos pensamos que lo más importante para la película era
dramatizar lo que se siente estar en bancarrota. Él se sentía a gusto
con algunos inventos dramáticos siempre y cuando los sentimientos fueran
correctos, en especial cómo es cuando no tienes a nadie a quien pedir
ayuda más que a ti mismo”.
Además, Conrad agregó algo de color haciendo que el personaje principal
fuera un experto en el cubo Rubik (lo cual era una gran novedad a
principios de la década de 1980), aunque el Gardner real nunca en su
vida ha tenido en sus manos un cubo Rubik. En la película, el cubo sirve
como clave para ayudar al público a entender las extraordinarias
habilidades que hacen que el personaje de Will Smith sobresalga de entre
otros candidatos en el programa de entrenamiento.
Los productores se sintieron muy complacidos en el primer borrador de
Conrad. Black, quien conoce a Conrad desde la década de 1990 y produjo
su primer guión, Recuerdos, observa: “el guión de Steve era mágico,
diferente a todo lo que había visto antes. Tomó los sucesos verdaderos y
los combino con algo de material dramático original, y todo funcionó de
maravilla”.
El productor Lassiter estuvo igualmente entusiasta. “Cuando vi el video
inicial del programa “20/20”, me pareció fantástico y muy inspirador,
pero no sabía cómo íbamos a convertirlo en película. Cuando leí el guión
me asombré. Steve captó absolutamente la esencia de lo que debe ser la
historia, y a partir de ese punto Will y yo nos subimos a bordo”.
EN BUSCA DE UN DIRECTOR Y UN REPARTO
Aunque muchos directores expresaron su interés para trabajar en la
película En busca de la felicidad después de leer el guión de Conrad,
fueron Smith y Lassiter quienes buscaron a Gabriele Muccino, a pesar del
hecho de que nunca había dirigido una película hablada en inglés. Una de
las películas de Muccino, The Last Kiss, había ganado el Premio del
Público del Festival de Cine Sundance cundo se estrenó ahí en 2002,
seguida por Remember Me, My Love con Monica Bellucci, que fue admirada
por los críticos de cine en todo el mundo. “Había visto las dos últimas
películas italianas de Gabriele y me sentí verdaderamente muy atraído
por la naturaleza intrínseca de las emociones que pudo entender y
exhibir cinemáticamente”, dice Smith.
Lassiter agrega: “cuando nos reunimos con Gabriele en París, le apasionó
mucho el material. Pero esto fue lo que realmente nos convenció. Nos
dijo: ‘como norteamericanos, ustedes en realidad no entienden el sueño
americano. Para apreciar verdaderamente la esencia del sueño americano
tienes que ser extranjero’. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que su
impresión del sueño americano sería original y diferente, y que daría a
la película un toque exclusivo”.
“En cuanto Gabriele dijo que los norteamericanos dábamos por hecho el
sueño americano, me enganchó, total y absolutamente”, dice Smith. “Me
sentí muy intrigado por la idea de que un par de ojos no norteamericanos
captaran los bellos y los no tan bellos aspectos de esta historia”.
La actitud de Muccino se las arregló incluso para ganarse al productor
Todd Black. “Conocí a Gabriele por primera vez en la casa de Will y le
dije: ‘tú no eres norteamericano y esta historia es norteamericana’. Se
me quedó mirando y me contestó: ‘no es sólo una historia norteamericana;
es una historia universal. En todo el mundo hay indigentes. Esto puede
sucederle a cualquiera’. Gabriele fue muy inteligente en su visión de
que esta película podía llegar a personas de todo el mundo. La idea de
ser capaz de levantarte tu solo, trabajar duro y por último lograr que
ese trabajo duro y esa perseverancia tengan frutos... eso es aplicable a
cualquier ser humano, no sólo a un norteamericano”.
Para Muccino, el desarrollo de En busca de la felicidad era atractivo en
un nivel incluso más elemental. “Lo que verdaderamente me atrajo es el
intento desesperado por sobrevivir del personaje y que lo más preciado
para él era proteger a su hijo. Chris sufre lo inimaginable y siempre se
asegura de que ni siquiera los peores momentos tengan un mal efecto
sobre la vida de su hijo. Es en realidad una jornada familiar, un viaje
desesperado y desafortunadamente real que se convierte en épica por el
simple hecho de que aborda tantos valores universales”.
Respecto a trabajar con Smith, Muccino sostiene que “el enfoque de Will
es completamente honesto. Tiene una urgencia real por hacer algo
diferente, algo dramático y muy real. Fue un enorme placer llevarlo por
esta jornada. Tuvimos una relación fantástica. Aprendí mucho de él y
espero que él haya aprendido algo de mí”.
Al
principio del desarrollo del proceso, los cineastas comenzaron a hablar
de la importancia del actor que interpretaría al chico de cinco años,
hijo de Chris Gardner. Audicionaron a más de cien niños. “Luego vimos a
Jaden Smith y fue un gran descubrimiento”, dice Blumenthal. “Jaden era
este niño. Entró con sinceridad, honestidad y crudeza. ¡Elegimos a la
mejor persona para este papel!”
Sucede que Jaden Christopher Syre Smith es también el hijo de siete años
de Will Smith y Jada Pinkett Smith.
El productor Lassiter admite que “contratar a Gabriele fue una empresa
arriesgada, pero no tanto como fue elegir a Jaden Smith para el papel de
Christopher. Fue algo muy arriesgado porque si Jaden no era
absolutamente ideal, iba a parecer nepotismo”.
Smith, como el orgulloso padre que es, no tuvo ninguna duda. “Ese niño
se roba todas nuestras escenas juntos”, comenta riendo. “Eso no me
parece nada bien. Qué bueno que es mi hijo, porque si fuera el hijo de
otra persona lo habría sacado de la película”.
En una nota un poco más seria, añade: “al principio había ciertas
preocupaciones de que como su padre podría tener dificultad en enfocarme
en mi actuación en nuestras escenas juntos. Pero la realidad resultó ser
algo completamente diferente. Cuando vi los ojos de Jaden llenos del
dolor y la ira que el pequeño Christopher experimentaba en ese momento,
le aportaba más realidad a la escena porque en verdad me sentía como que
le estaba fallando como padre. Provocó en mí una emoción agobiantemente
poderosa”.
Muccino apreció ese vínculo así como la facilidad natural y la química
que Smith y su hijo comparten fuera de la pantalla y estuvo determinado
a captarlo con la lente de la cámara. “El mejor ejemplo de eso son las
bromas de tocar a la puerta que se hacen en la película. No estaban en
el guión original. Pero un día escuché a Jaden hacer la broma de que
estaba tocando a la puerta durante los ensayos, diciendo ‘toc, toc’ y
pensé que sería una buena idea introducir ese tipo de ligereza en la
película y que sería también una reflexión de la condición del niño.
Aunque él y su padre están pasando por un verdadero infierno, el chico
sonríe y hace bromas, lo cual demuestra que los problemas no le han
afectado, que a su vez es una prueba de que su padre lo está
protegiendo. La película incluso termina con una broma de alguien que
está tocando a la puerta”.
También fue vital encontrar a la actriz adecuada para el importante
papel de Linda. Los cineastas estaban buscando a una actriz que fuera
extremadamente fuerte, alguien que pudiera pasar por los diferentes
momentos emocionales que hay en la película. Tenía que ser una madre
cariñosa, compasiva y amorosa que empieza siendo quien gana el sustento
para la familia. Tenía que interpretar convincentemente a alguien que
está tan infeliz que no tiene otra alternativa que abandonar a su
familia y tratar de encontrar una vida mejor ella sola.
Thandie Newton, quien recibió grandes ovaciones por su actuación en la
cinta ganadora del Oscar® por Mejor Película, Alto impacto, fue elegida
para interpretar a Linda, una madre que termina abandonando a su hijo,
dejándolo al cuidado de su padre. Black dice: “después de verla en Alto
impacto y de conocerla, todos estuvimos de acuerdo en que Thandie podría
transmitir el dilema de Linda en una manera que ninguna otra actriz
podría hacerlo”.
Newton tiene su propia apreciación sobre la historia. “Era
increíblemente conmovedora por la fuerza del amor de este padre, no sólo
por su hijo, sino también su confianza y su amor por él mismo. Él no
quiere abandonar a su hijo igual que como él fue abandonado de niño”,
comenta. “Es una historia poderosa de optimismo y esperanza, a pesar de
la dura realidad en la que se encuentran”.
Para interpretar a Linda, Newton tuvo una perspectiva única. “Estoy muy
consciente del trabajo pasado que he realizado y también de la vida, de
que la salud mental y la depresión pueden en verdad hacer que una
persona sienta que no puede sobrevivir así un minuto más. Supongo que la
mayoría de la gente no podría pasar por la situación de esta familia.
Estoy segura de que yo no podría. Es muy importante que se entienda el
dolor que siente Linda cuando abandona a su familia”.
Como Linda era un personaje de nueva creación, Newton sintió que tenía
un poco más de libertad en su actuación. “Linda es un personaje producto
de la ficción, entonces se me permitió crear lo que yo sentía que era
correcto dentro del contexto de la historia. Fue un gran reto, pero me
siento muy, muy feliz con el resultado”.
Un papel que originalmente no estaba en el primer borrador del guión de
Conrad pero que el verdadero Gardner insistió en que se añadiera a la
película fue el del reverendo Cecil William, quien ha estado a la cabeza
de Elide, uno de los programas más exitosos para ayudar a los indigentes
del país, el cual se encuentra en el corazón del área del centro de San
Francisco.
“Cuando leí el primer guión, Cecil Williams no estaba en él”, dice
Gardner, “entonces llamé a Todd Black y le dije: ‘mira, si no hay un
Cecil Williams, tampoco habrá un Chris Gardner.’”
Más tarde, cuando llegó el momento de elegir a alguien para el papel,
los productores contrataron al reverendo Cecil Williams para
interpretarse a sí mismo. “Tuve que hacer una audición para el papel y
luego fui contratado por los productores para interpretarme a mí mismo”,
dice Williams sonriendo. “Siempre quise estar en películas. Hace algún
tiempo tuve un papel muy pequeño en una película, pero trabajar en ésta
ha sido una experiencia muy diferente. Éste es mi primer papel
importante en una película y me interpreto a mí mismo”.
El reverendo Williams recuerda su primer contacto con el Chris Gardner
de la vida real. “Lo vi en la fila en la década de 1980. Chris
sobresalía de los demás porque era el único hombre que tenía un niño en
los brazos mientras hacía la fila. Siempre supe que tenía algo que
ofrecer. Era muy inteligente, todo el tiempo estaba haciendo algo. Sabía
que iba a lugares, pero no imaginaba que fuera tan asertivo ni que
tuviera tan buenas intenciones como resultó ser. Cuando Chris finalmente
se mudó a Chicago y comenzó a poner todas sus cosas en orden,
especialmente sus finanzas, recibí una llamada de un hombre diciendo
‘quiero hacer una contribución. Ésa es la iglesia de mi hogar. Usted me
ayudó y ahora yo quiero ayudarle’. Chris es una de esas personas que
recibieron y ahora están dando, y está haciendo una gran labor en dar a
los demás”.
Además de inspirar una película sobre sus luchas, el Chris Gardner real
también comprobó ser una inspiración en el set de En busca de la
felicidad. “Tener a Chris aquí durante los inevitables momentos en que
no podíamos captar por completo la naturaleza de una escena y pedirle
que nos dijera qué estaba pensando y sintiendo en realidad en ese
momento preciso fue una ayuda invaluable para todos nosotros”, dice
Smith.
Muccino agrega: “Chris fue extremadamente inspirador para mí y para Will.
Aprendimos mucho de él. Ha sido mucho muy importante, en particular en
las escenas de corretaje. Cambiamos el diálogo y mejoramos la manera en
que Will trata a los clientes y los entretiene como resultado de la
información de Chris”.
Gardner había sido siempre un gran admirador de Will Smith, pero cuando
supo que estaba considerando interpretar su papel, Gardner se sintió
fascinado. Ciertamente nunca esperó ver partes de su vida recreadas por
una estrella de cine tan importante. “Sabía que Will era un gran actor,
pero no sabía qué tan grande hasta que lo vi trabajando en En busca de
la felicidad”, dice Gardner.
Cuando el actor Kurt Fuller, quien interpreta a Walter Ribbon, se reunió
por primera vez con Gardner, no tenía idea de que era la persona que
había inspirado la película. “Este hombre llegó y empezó a hablar
conmigo. Sabía mi nombre y conocía las películas que hice desde hace 15
años. Al principio pensé: ‘¿es el gerente del estudio?’ y resultó que
era el verdadero Chris Gardner. Es un hombre tan carismático, articulado
y cálido. Deberían de ver cómo atrae a la gente”.
Como Fuller estaba interpretando a alguien que existió en el pasado de
Gardner, éste continúa: “tener a Chris en el set y pedirle que volviera
a contar no sólo lo que había sucedido, sino cómo se sintió cuando
sucedió todo, fue mejor que cualquier investigación. Fue como tener a
alguien murmurando toda la verdad en mis oídos. Me conecté completamente
con eso”.
“Como yo lo veo”, añade el productor Lassiter. “la presencia de Chris
aportó más matices, abrió todo de manera que hubo espacio para el buen
humor y para que Will pudiera ser además simpático. El humor se
acentuaba más cuando estábamos justo en medio de las escenas más tensas,
algo para lo que Will tiene una habilidad impresionante”.
Para Muccino, la facilidad de la relación entre Chris y su hijo, como la
personifican Will y Jaden, hace que “la película parezca una historia de
amor, pero en este caso no tenemos el hecho tan trillado de que se
conocen un hombre y una mujer. En vez de ello, tenemos a un padre con su
hijo que van de la mano por la vida. Su relación es muy sólida, muy
poderosa”, comenta Muccino
El productor Lassiter confirma esos mismos sentimientos. “Al final del
día, esta película trata de relaciones y amor. Habla de lo que uno es
capaz de hacer si alguna vez amas a alguien lo suficiente como para
estar dispuesto a hacer cualquier cosa. Uno se relaciona con este hombre
que literalmente hace cualquier cosa para proteger a su hijo”.
“Espero que el público se sienta inspirado a tener fe en ellos mismos
después de ver esta película”, dice Thandie Newton. “Si observas a este
hombre, su historia, y sabes lo que sucedió en verdad, creo que eso te
permitirá apreciar las riquezas que la vida nos da y te ayudará a tener
la fortaleza y el valor para navegar por algunos caminos muy sinuosos”.
“Hace veinticinco años Chris era un indigente. La idea es este tipo de
escalada a través de la sociedad es algo en lo que la gente sueña”, dice
Smith. “Pero realmente escuchar sobre alguien que en realidad recorrió
ese camino resuena dentro de todos nosotros”, afirma.
“El Chris Gardner real es un pilar, es una roca”, añade el productor
Blumenthal. “Es un hombre asombroso. Mi primera idea de un slogan para
esta película fue: ‘algunos súper héroes son reales’, porque para mis
ojos, lo que hizo Chris Gardner y cómo condujo su vida lo convierte en
un súper héroe”.
“Quiero que el público entienda que esta película no es una fantasía”,
dice Muccino, “es la vida de una persona; de alguien que realmente pasó
por este tipo de pesadilla y salió adelante”.
Ese alguien es Chris Gardner, un padre cariñoso, un exitoso agente
financiero, conferencista inspirador y autor publicado. “Mi vida ha sido
interpretada en algunos medios de comunicación como la historia clásica
de pasar de ser mendigo a millonario”, dice. “Esa parte no es
importante. Lo importante es el compromiso que hice con mis hijos de
estar ahí para ellos siempre. Pregunten a cualquier padre de familia y
ése va a ser el vínculo común que todos tenemos... estar ahí”.
LAS CALLES DE SAN FRANCISCO COMO FUERON EN 1980
El diseñador de producción J. Michael Riva (quien recientemente diseñó
los sets con temas de fantasía para Zathura: una aventura fuera de este
mundo y acaba de terminar El hombre araña® 3), la diseñadora de
vestuario Sharen Davis (quien recibió crédito por el guardarropa de
época de la cinta Ray y la próxima a estrenarse Dreamgirls, y el
director de fotografía Phedon Papamichael, ASC (quien filmó Johny y
June: pasión y locura y El sol de cada mañana) se unieron con el fin de
recrear los primeros años de la década de 1980 para En busca de la
felicidad.
“El reto más grande para mí fue recrear auténticamente ese periodo sin
ponerme muy imaginativo”, admite Riva. “La apariencia de los años 1980
no es un periodo particularmente memorable para nuestra cultura. Es
difícil tratar de recrear cualquier ciudad, sin mencionar San Francisco,
porque no era algo extraordinariamente definido en cuanto al aspecto
visual. Todavía teníamos las secuelas de Vietnam. El país estaba
agotado. Nuestras reacciones eran más inocentes, había una inconciencia
auto impuesta. Fue una época en que cualquier indigente con un niño de
cinco años podía tranquilamente caer entre las hendiduras de la
sociedad. La iconografía remanente de la época es Michael Douglas con
mucho cabello en la televisión en la serie “Las calles de San
Francisco”. Recrear una apariencia más indiferente y definida fue el
reto para esta película y elegimos con mucho cuidado nuestros marcadores
sutiles. De manera imperceptible fue una marca distintiva. En los 80
todos fumaban, la publicidad y los carteles eran inocentes, incautos,
había camisas completamente abotonadas hasta el cuello y autos muy
malos, y la cinta Toro salvaje estaba exhibiéndose en los cines locales.
Nuestra labor era inyectar todas las pequeñas cosas que la gente podría
no haber notado en lugar de cometer errores con algún icono enorme de
ese periodo”.
El productor ejecutivo Louis D’Esposito, quien estuvo a cargo de la
logística para la producción de esta película de la época de 1980,
revela: “compramos cincuenta vehículos para tenerlos con nosotros todo
el tiempo con el fin de que estuvieran estacionados durante la filmación
para darle más textura a las tomas. También conseguimos cuatro autobuses
de la época, uno dedicado para los interiores, otro para los exteriores
y dos como vehículos ‘que pasan por la calle’. Además pedimos a muchos
extras que trajeran cualquier automóvil que pudieran tener de la década
de 1960 ó 1970”.
Aparte de eso, Riva comenta: “usamos una gran cantidad de anuncios
viejos y señalamientos, los cuales pusimos sobre espectaculares y
autobuses. Uno de mis favoritos fue el espectacular de Angie Dickinson,
con ese gran cuerpo, puesto en la parte lateral de un autobús vendiendo
aguacates. Era algo maravilloso”.
Otra labor esmerada, de acuerdo con Riva, fue crear las oficinas de
corretaje de Dean Witter. “La manera normal de proceder habría sido
construir un set, pero Gabriele y yo nos comprometimos a filmar esta
película en locaciones y tomar los riesgos con el clima. Todo fue muy
emocionante y me encantó trabajar con esa gran confianza. Otros desafíos
involucraron una parte crucial del equipo llamada ‘Quotron’, una versión
prehistórica de nuestras computadoras actuales, que era la herramienta
predominante que usaban los agentes casas de bolsa en esos días. Todos
tenían que trabajar con pantallas en negro con los cursores y las letras
en verde, al estilo antiguo. Y tuvimos que construir 70 de ellos”.
La diseñadora de vestuario Sharen Davis también se fue por el lado de la
sutileza para crear el guardarropa de la película. “No queríamos que
nada sobresaliera”, dice Davis. “Básicamente tomamos la silueta de la
década de los 80 y después establecimos el vestuario. Por fortuna los
trajes eran muy básicos en 1981, incluso eran casi como los actuales, es
decir entallados con pantalones sin pinzas en el frente”.
Vestir a Will y Jaden Smith fue complicado por el hecho de que sus
personajes no tienen dinero para comer ni para proveerse un techo, mucho
menos para ropa. “Will entendió eso al cien por ciento”, dice Davis. “No
le importó tener que usar la misma corbata durante tres días
consecutivos o que su traje no le quedara perfecto. Respecto a Jaden,
usó la prenda más popular para niños de esa época, el pantalón de
mezclilla con peto de Osh Kosh B’gosh, que ya ni siquiera los hacen
actualmente. Casi toda su ropa la compramos en eBay. En realidad yo
diseñé la pequeña chaqueta que usa durante toda la película”.
Respecto a la apariencia del personaje de Thandie Newton, Linda, Davis
explica: “Linda es como un producto de los años 70, se ve muy bien pero
su ropa es un tanto anticuada. Usa pantalones de mezclilla acampanados y
toda su ropa está descolorida y vieja. Pero es obvio por qué Chris se
siente atraído por ella, es muy sexy, lo único es que su guardarropa es
anticuado”.
En busca de la felicidad se filmó principalmente en San Francisco con
unos cuantos días en el centro de Oakland, las ricas comunidades de
Piedmont y Hayward donde el BART (Transporte Rápido del Área de la
Bahía, por sus siglas en inglés) tiene sus instalaciones de capacitación
y bodegas. D’Esposito supervisó la logística de la filmación de la
película en sólo 60 días. “San Francisco es una ciudad pequeña,
increíblemente hermosa, pero pequeña y difícil de transitar”, asegura.
“Teníamos que filmar aproximadamente 242 escenas entonces tratamos de
poner un ‘eje’ en todas las escenas juntas para que no hubiera muchos
movimientos de todo el equipo”.
“Por encima de todo”, añade Riva, “San Francisco tiene una apariencia
arquitectónica distintiva. Su iconografía está hasta arriba junto con
París. Teníamos que cumplir con una orden muy estricta que nos pedía
mantener un tono muy austero, reservado y restringido para la película,
dependiendo de la belleza de la ciudad sólo cuando queríamos establecer
un contraste entre la vida de los que tienen y los que no tienen”.
Las locaciones principales incluyeron el distrito financiero donde
trabajaba Chris, el Barrio Chino donde pone a su hijo en una guardería,
el Tenderloin donde busca refugios para indigentes y las numerosas
estaciones del BART subterráneo, donde terminan durmiendo después de
agotar todas las demás opciones. “La fuerza visual de San Francisco
sugiere dinero y poder, particularmente en las escenas del distrito
financiero. Queríamos mostrar lo más posible de ello y que se viera
desde la ventana de la oficina de Chris”, dice Riva. “Tuvimos suerte de
encontrar una locación real con una vista magnífica de la ciudad”.
La guardería recién construida llamada ‘Mrs. Chu’s,’ se localizaba en el
Barrio Chino. “Gabriele quería tener el Barrio Chino en alguna parte de
la cinta, entonces le sugerí que quizá Linda trabajara en un elegante
hotel en el centro y el lugar lógico para que llevara a su hijo a la
guardería sería el Barrio Chino”, explica Riva. “Encontré esos
maravillosos callejones, lo cual no es nada difícil por cierto, y un
edificio vacío. Entonces, con el permiso de los vecinos reemplazamos la
fachada y construimos una estructura de madera más antigua y auténtica
en uno de los callejones. También construimos los interiores, para de
esa manera poder usarlo tanto para tomas exteriores como interiores, en
vez de tener que ir a un escenario sonoro para los interiores. Desde
luego, esto funciona sólo con un director de fotografía con espíritu de
aventura como Phedon Papamichael. Fue una bendición tenerlo con
nosotros”.
Por todo su color y autenticidad, el Barrio Chino de San Francisco ha
sido siempre una zona notoriamente difícil para filmar. “Tuvimos que
firmar contratos que nos permitían filmar con aproximadamente 900
vendedores que requerían intérpretes, cinco que hablaran mandarín y dos
que hablaran cantones. Molly Allen, nuestro gerente de locación, tenía
las manos llenas. Todo funcionó de maravilla”.
La otra locación clave fue el vecindario de Tenderloin. Reconocida desde
hace tiempo como una de las ciudades más hermosas del mundo, ha
albergado a muchos de los indigentes y drogadictos de San Francisco
desde la década de 1960. También es el hogar de Glide, el refugio para
indigentes que ofreció a Chris Gardner y a su hijo un techo donde dormir
al haber sido despojados de su apartamento. “Después de hacer algunas
investigaciones y de saber lo poderoso que era Glide, hice un compromiso
personal de que algunas escenas se filmarían ahí, a pesar de las grandes
dificultades que esto representaba”, dice Riva. “Además de que Glide es
en gran medida parte de la historia de Chris Gardner, hubiera sido
deshonesto no usar el lugar real. Afortunadamente los productores
estuvieron ahí desde antes que nosotros y cuando llegamos ya habían
arreglado que pudiéramos usar un lote de la gente real de Glide.
Comprobó ser una locación muy efectiva dándonos la clase de realidad que
rara vez se puede lograr de otra manera. Glide se convirtió en el alma
de la película de Gabriele. Filmar así una película es un sueño que se
hace realidad sólo una o dos veces en la vida de un diseñador”.
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