"EL ARCA RUSA" de Alexander Sokurov
El extraordinario cineasta ruso Alexander Sokurov, uno de los mayores creadores cinematográficos de la actualidad, director de la aclamada Madre e Hijo, y de obras tan capitales como Elegía de un viaje, Moloch ( una reflexión estético-política sobre los retiros cortesanos de Hitler y su entorno en su refugio montañoso ), Taurus ( los últimos días de Lenin en una atmósfera de teatralidad casi chejoviana como reflejo del ocaso de la Unión Soviética ) y la muy reciente Padre e hijo, despliega en una prodigiosa realización técnica de una sola toma un viaje a través del histórico Museo Hermitage de San Peterburgo, que es a la vez, como en un sueño, un recorrido filosófico a través de 300 años de historia de Rusia y de Europa. Apelando a personajes reales e imaginarios, Sokurov convierte en guía espiritual de esta asombrosa travesía a un innominado diplomático francés del siglo diecinueve, que conduce al deslumbrado espectador, en medio de una puesta en escena tan brillante como suntuosa, a través del período conocido como el Iluminismo, apelando también a varias obras maestras de la tradición del arte pictórico Occidental.
La crónica de la realización de EL ARCA RUSA es una verdadera antología de récords y de hechos inéditos: la primera película de largometraje en la historia del cine realizada sin montaje, en una sola toma de 90 minutos, rodada en una hora y media de tiempo real, sin ininterrupciones. La toma más larga jamás realizada en steadycam. La primera película de la historia realizada en HD (Alta Definición) lo cual significa que no se ha empleado ningún tipo de compresión técnica de la imagen. EL ARCA RUSA ha sido grabada con un equipamiento portátil directamente en disco rígido, lo cual supera en calidad al material fílmico de 35mm y a cualquier sistema de video convencional. Invisible a todos quienes lo rodean, un cineasta contemporáneo se encuentra mágicamente inmerso en los abismales salones del Museo Hermitage, de San Petersburgo, y, lo cual es más inexplicable aún, en los albores del siglo dieciocho. Allí se topa con un cínico diplomático francés de siglo diecinueve, y traba con él una inmediata complicidad para emprender un viaje atemporal a través del turbulento pasado ruso, en un periplo fantasmal que concluirá en la época actual. En su recorrida por los espléndidos ambientes y salones del palacio, el marqués y el cineasta presencian azorados diversas escenas del Imperio Zarista: Pedro el Grande fustigando a uno de sus generales; en medio de los ensayos de su propia pieza teatral, Catalina la Grande corre desesperada por todos lados buscando el toilette; la familia del último de los Zares se dispone a cenar, ignorante de la revolución en ciernes. Y cientos, de invitados bailan el vals de la última gran gala Real de 1913 a los sones de una orquesta conducida por Valery Gergiev. A medida que su viaje anacrónico y temporal a la vez avanza a lo largo de treinta y cuatro salones y cuatro siglos en una sola toma continua, sin cortes, los dos hombres se involucran en módicas querellas, tan apasionadas como irónicas y civilizadas. El marqués exhibe notoriamente una relación de amor-odio con Rusia, mientras que el cineasta cuestiona las controvertidas vinculaciones de su país con su propio pasado, y con el presente de Europa. Ambos hallan delectación en acicatearse, en desafiarse mutuamente, mientras no dejan de asombrarse por las escenas que presencian. EL ARCA RUSA exhibe las constante vocación de Sokurov de meditar sobre la Historia, y màs particularmente sobre la historia del pueblo ruso , y del conflicto o impregnación del presente con la tradición, en un derrotero misterioso que alude a la guerra, a la revolución, al auge y la caída del Imperio, y al advenimiento siempre trunco de una gran cultura. Para Sokurov, el Hermitage es el Arca Rusa, guardando celosamente el arte, la historia y el espíritu, en espera del advenimiento de tiempos mejores. Como el Arca bíblica, el Museo ha mantenido el rumbo en un curso atravesado por el drama, la gloria y la tragedia humanas, enfrentando las corrientes adversas de la marea del tiempo, como testamente de la supervivencia del espíritu. “ Hemos olvidado o perdido muchas de nuestras tradiciones; hemos modificado nuestros modos de vida, para bien o para mal; y nuestro comportamiento social y las actitudes frente al prójimo han cambiado radicalmente a lo largo de los siglos. Solo las creaciones artísticas más elevadas, en la pintura, la arquitectura, la música y la literatura son las que encarnan la idea de una humanidad mejor, brindándonos un anclaje para el futuro, un puerto seguro frente a la tormenta”. El Arca Rusa es el sueño de un autor, y al mismo tiempo encarna el sueño de muchos otros, cuyas vidas están estrechamente vinculadas con el Hermitage. El museo ha cobrado vida. Los momentos históricos que albergan sus muros, que perviven en sus espaciosos ambientes, y que pueden ser percibidos por cualquier persona intuitiva, ha encontrado su materialización en las asombrosas y deslumbrantes imágenes de Alexander Sokurov. El film es de una belleza hipnótica, cautivante. El Arca Rusa se impone, a la vez, como una experiencia dramática inusualmente intensa sobre la historia cultural de la Rusia de San Petersburgo, y sobre el eterno dilema de la integración, la independencia y la significación última de la vida cultural en una tierra que ama y añora a Europa y que a la vez nunca se ha sentido parte de ese Continente. El Arca Rusa es la palpable corroboración de que el cine puede establecer un vínculo con las auténticas reliquias de un museo con el sumo tacto, la mayor reverencia y amor, y no por el mero temor de vulnerarlas, sino con la discreción de sentir la palpitación de ese aliento sagrado que es el soplo vital del museo sin perturbarlo. El Arca Rusa se ve, se contempla, como en un solo, enorme suspiro, como si su movimiento estuviera acompasado con la respiración de uno de los museos más asombrosos del mundo. Mikhail Piotrovsky - Director del Museo HermitageEL ARCA RUSA – Notas de ProducciónPese a su notoria excepcionalidad, la realización de EL ARCA RUSA es la de un director a quien no le interesan en absoluto los “hechos inèditos” o los “récords”; un director sin ningún apego ni fascinación por inventar algo “nuevo”. En cambio, Alexander Sokurov es un director involucrado con los simples principios elementales del cine: el sonido. La imagen. El tiempo.Cuando este viaje que iba a convertirse en EL ARCA RUSA se inició, hace ya más de cuatro años, la idea original era novedosa, y a la vez parecía sencilla. “Estoy harto de editar”, decìa Sokurov; “ no hay que tenerle miedo al tiempo”. Su idea de hacer un film digital en una sola toma y en tiempo real a través de los salones y corredores del Hermitage parecía maravillosamente simple. Se emplearía video digital, en un solo día de rodaje, y sin montaje. O sea: el sueño dorado de cualquier productor. Por supuesto, estábamos equivocados. EL ARCA RUSA resultó ser un verdadero tour de force; algo mucho más exigente de lo que entiende habitualmente como “arduo proceso”.Fueron años de llevar adelante una idea que la mayoría de la gente no comprendía, o bien consideraba irrealizable. Meses de preparativos y ensayos que iban a culminar en una sola toma, en un único día de rodaje, - más aún, en una instancia única y continua de rodaje de 90 minutos - de una película de largometraje en su totalidad. Un equipo integrado por técnicos de Rusia y Alemania tuvo que funcional aceitadamente como un organismo simbiótico, para llegar a ese momento crucial de adrenalina cinematográfica a pleno. Y a la vez, cuando todo concluyó, vimos que efectivamente había sido fácil, después de todo. Sokurov tenía una visión, que surgió y se materializó en un momento único. Todo estaba en su cabeza y noventa minutos más tarde fué un film. Un film editado en cámara. Un film que es en si mismo el propio fluir del tiempo que narra. Un tiempo indivisible, como en la vida. En EL ARCA RUSA, el corte del director es una única toma sin cortes. La extraordinaria idea visionaria de Alexander Sokurov de rodar EL ARCA RUSA en una sola toma ininterrumpida de 90 minutos, algo que jamás se había intentado antes, requería soluciones técnicas igualmente extraordinarias. Es técnicamente imposible registrar más de doce minutos ininterrumpidos en un formato fílmico convencional; lo que tradicionalmente se concibe como “toma ultra-larga” inevitablemente conlleva algún corte de montaje. Si se deseara una toma continua de veinte minutos, por ejemplo, la misma exigiría dos cortes como mínimo. Y el director debe apelar a procedimientos especiales para que esos cortes se disimulen en la continuidad fluida de la toma. El video, por el contrario, sí permite grabar una toma de una hora o incluso más prolongada, pero la calidad de imagen del video convencional es notablemente menor a la del fílmico de 35mm. De manera que sólo gracias al advenimiento de la tecnología digital de Alta Definición el proyecto imposible de Alexander Sokurov pudo hacerse realidad. Las nuevas cámaras de HD ( Alta Definición) Sony High Definition F900 de 24p y de última generación, nos garantizaban la calidad visual y suma maniobrabilidad necesarias para plasmar cabalmente este film en formato cinematográfico, transfiriendo la imagen digital a un negativo de 35 mm. Pero había más de un desafío en todo lo relativo al soporte técnico. Una cámara de Alta Definición tiene un límite de grabación de 46 minutos sin cambio de cinta. Y nosotros necesitábamos 90 minutos. Un prototipo de sistema de grabación con disco rígido desarrollado por la compañía Director’s Friend, de Colonia, fue la solución. Adaptado al dispositivo portátil y equipado con una batería especial ultra-estable, el sistema puede grabar hasta 100 minutos sin compresión de imagen , pero sólo de una vez. De allí que hubiera solamente un día de rodaje. Y sólo cuatro horas de luz natural. Cientos de personas, delante y detrás de la cámara, tenían sencillamente que actuar, trabajar y moverse en conjunto y acompasadamente a la perfección. El Museo permaneció cerrado, y fue restaurado en pos de recuperar su condición original. Una superficie equivalente a la de 33 estudios de cine tuvo que ser iluminada para una sola ,única toma, con la suficiente ductilidad como para permitir que la cámara eventualmente efectuase giros de 360 grados. Todo en medio de un escenario real altamente vulnerable; un recinto que alberga muchos de los más grandes tesoros artísticos de todos los tiempos, desde da Vinci hasta Rembrandt. Al cabo de tres meses de ensayos, 867 actores, cientos de extras, tres orquestas en vivo y 22 asistentes del director tenían que saber al dedillo su ubicación precisa, su rol, sus movimientos, y sus parlamentos.
Con la asistencia de los especialistas alemanes en Alta Definición de Kopp Media, se fabricó un complejo arnés portátil para sostener adecuadamente la cámara de acuerdo a las necesidades de movilidad que imponía el guión y el diseño del film, el cual incluía una planificación arquitectónica muy ajustada que delineaba con precisión las evoluciones de la cámara y los personajes a lo largo de los 1300 metros de extensión que abarca el relato. Se dedujo que la única manera de efectivizar ese complejo movimiento continuo de la cámara era a través del uso de la steadycam, aunque no podíamos saber hasta ponerlo en práctica si una toma tan extensa en steadycam era factible, debido a la extrema exigencia física que imponía al operador. La lista de cosas que pudieron haber salido mal es demasiado extensa. Sin embargo, y gracias a la nítida, firme determinación del director, o quizás gracias a un milagro, todo salió bien.
Alexander SokurovAlexander Sokuyrov es considerado como uno de los cineastas más trascendentales de la actualidad. Nació en 1951 en el pueblo de Podorvikha, en la región de Irkutsk, URSS. Es graduado en Historia en la Universidad Estatal de Gorky , de la prestigiosa Escuela de Cine VGIK, y fue director del Instituto Estatal de Cinematografía de Moscú. Desde 1980 vive y trabaja en San Petersburgo. Sus films le crearon más de una vez fuertes tensiones y controversias con el régimen, a la vez que recibía unánimes apoyos de numerosos cineastas - entre los cuales debe contarse su reconocido maestro, Andrei Tarkovsky - y personalidades internacionales. En 1995 fue destacado como uno de los mejores directores cinematográficos de todo el mundo por la Academia Europa de Cinematografía. Ha obtenido además el Premio Internacional “Tercer Milenio” otorgado por el Vaticano (1998) por su contribución al desarrollo de las ideas humanistas a través del arte cinematográfico
Filmografía2002 Father and Son 2002 El Arca Rusa 2001 Elegía de un viaje 2000 Taurus 1999 Moloch 1999 Dolce... 1998 Confession 1997 A Humble Life 1996 Hubert Robert. A Fortunate Life 1996 Oriental Elegy 1996 Madre e Hijo 1995 Spiritual Voices 1993 Whispering Pages 1992 Stone 1992 Elegy from Russia 1991 An Example of Intonation 1990 The Second Circle 1990 A Simple Elegy 1990 On The Events in the Transcaucasus 1990 Soviet Elegy 1990 Petersburg Elegy 1989 Save and Protect 1988 Days of Eclipse 1986 Empire 1986 Moscow Elegy 1986 Elegy 1985 Patient Labour 1984 Evening Sacrifice 1983 Painful Indifference 1982 And Nothing More 1981 Sonata for Viola. Dmitri Shostakovitch 1980 The Degraded 1979 Sonata for Hitler 1978 Maria 1978 A Lonely Voice of Man
Tilman Büttner ( Director de Fotografía – Operador de Steadycam) Filmografìa Seleccionada2002 – EL ARCA RUSA ( Dirección: Alexander Sokurov) 2001 – BIG GIRLS DON´T CRY ( Dirección: Maria von Heland) 2002 – GRIPSHOLM ( Dirección: Xavier Koller) 1998 – GIGANTIC ( Dirección: Sebastian Schipper) 1997 – CORRE, LOLA, CORRE ( Dirección: Tom Tykwer )
Extractos de una entrevista con Tilman Büttner
Sokurov me cautivó instantáneamente por su seriedad y su modo de ser, tan abierto. Aún sin conocer casi nada de mis antecedentes, me transmitió de entrada mucha confianza y seguridad. Una de las cosas que mas impresiona de Sokurov cuando uno lo conoce es cómo se dirige al equipo; a quienes están más cerca de él y a quienes no lo están tanto. Su tono es siempre el mismo, un modo que te hace sentir como parte importante del proyecto, más allá del rol, del status o del rango que tengas en el proceso. Tenía la sensación de que lo conocía desde hace mucho; de inmediato se estableció entre ambos una corriente de mutuo respeto
Y una vez en pleno rodaje de la larga secuencia, ¿qué sintió?
Primero, la sensación de que estaba ingresando a un espacio, a una atmósfera, que era la misma que habían transitado los zares de Rusia. Hombres y mujeres de otro mundo, de otro siglo, inalcanzables. Algo que en mi simple condición de mortal jamás hubiera podido lograr. Así que todo el tiempo sentía una suerte de trepidación interior, mientras atravesaba los mismos corredores, tocaba los mismos objetos, miraba los mismos muros... Después, la impresión sobrecogedora de estar rodeado por ese inmenso caudal de grandes pinturas. La sensación de magnificencia y belleza se impone como algo monolítico; no podría hablar de un cuadro o de otro. Ahora entiendo por qué hay mucha gente que visita el Hermitage todos los días, pero se queda media hora o una hora como mucho cada vez. Es casi la única manera de poder apreciar y ponderar el verdadero peso histórico y artístico de ese legado. Y sigo asombrado, aún hoy, de la vastedad de los espacios del Hermitage. Es un ambito que, casi, no se puede entender en términos lógicos.
SERGEI DREIDEN es El Extranjero2002 – EL ARCA RUSA ( Dirección: Alexander Sokurov ) 1979 – A BALLAD OF LOVE ( Dirección: Mikhail Bogin) 1975 – THE BALOONIST ( Dirección: Natalya Troshchenko, Anatoli Vekhotko) 1975 – THE THEATRE IS MY HOUSE ( Dirección: Boris Yermolayev)
MARIA KUZNETSOVA es Catalina La Grande2002 – EL ARCA RUSA ( Dirección: Alexander Sokurov) 2001 – TAURUS ( Dirección: Alexander Sokurov)
EL MUSEO ESTATAL HERMITAGEUn museo de renombre mundial. Orgullo de Rusia y de su capital, San Petersburgo. Un mundo, una página única en la historia de Rusia. El año 2003 marca los trescientos años de existencia de la Ciudad de San Petersburgo. En el corazón mismo de esta asombrosa ciudad, a orillas del Río Neva, se alza el Hermitage, uno de los complejos arquitectónicos más hermosos y refinados del mundo, integrado por el Palacio de Invierno ( antigua residencia de los Zares rusos ), el Pequeño Hermitage, el Viejo Hermitage, el Nuevo Hermitage y el Teatro Hermitage. Erigido por Pedro el Grande inicialmente como Palacio de Invierno, y luego ampliado por sus descendientes, fue fundado como Museo por la Emperatriz Catalina II, quien en 1764 adquirió 225 pinturas para que formaran parte de su colección privada. La intención que la animaba era la de superar a todas las demás colecciones de arte de las que se jactaban los monarcas de Europa. En 1917, el Palacio de Invierno fue escenario de la Revolución de Octubre. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad, y el Museo, soportaron el sitio de 900 días de los ejércitos nazis, que iba a causar más de un millón de muertos. Hoy, el Hermitage es uno de los museos más grandes y admirados del mundo. Su colección abarca más de tres millones de piezas: pinturas y esculturas, grabados y dibujos, artes decorativos y artes aplicadas, medallas, monedas y documentos, y una riquísima colección de objetos arqueológicos.
EL HERMITAGE EN EL CINE EL ARCA RUSA es el primer film de la historia en que El Hermitage es un personaje central. Estrictamente hablando, no hay evidencias de lo que podría llamarse una imagen fiel de El Hermitage en la historia del cine. Si bien pueden detallarse varios films que han aprovechado el complejo arquitectónico conocido como “El Hermitage-El Palacio de Invierno”, debe llegarse a la conclusión de que el Museo, uno de los más famosos del mundo, y el Palacio más hermoso de San Petersburgo, han sido utilizados casi exclusivamente con propósitos ideológicos y como atractivo comercial y turístico. Si algo ha quedado claro hoy en día es que los únicos directores autorizados a rodar películas en el Palacio de Invierno eran aquellos que optaban por narrar la Revolución Rusa o el Sitio de Leningrado. En todos los otros casos, los escenarios se construían en estudio. Por ejemplo, en oportunidad del rodaje de un film sobre leyendas ucranianas en los Estudios “Lenfilm”, se recreó la Sala Malaquita. A la vez, los exteriores aledaños al Palacio de Invierno se usaron más de una vez por su imponente presencia, especialmente para escenas románticas en historias de amor. Los documentalistas han disfrutado de un poco más de flexibilidad en su abordaje de El Hermitage y del Palacio de Invierno. Filmaron crónicas, políticas y culturales, y los films ambiguos de los sesenta, meros intentos de satisfacer a la vez el orgullo nacional y el sentido de tradición histórica y cultural, que resultaban muy fáciles de vender al exterior. Muy escasos son los films que mostraron los interiores y los tesoros del Hermitage, o que incluyeron la presencia de famosos funcionarios del Museo, con propósitos serios y profundos. Entre ellos deben mencionarse el clásico “Look at the Face” de Pavel Kogan, y “Rober. Happy Life” de propio Alexander Sokurov.
VALERY GERGIEVDirector Artístico y Primera Batuta del Teatro Mariinsky ( ex Kirov) Siento la gran satisfacción de haber formado parte de un proyecto tan vasto. Lo que he visto suceder ante mis ojos es un grandioso intento de lograr algo que quizás no seamos capaces de comprender en su cabal relevancia. Quiero felicitar a Alexander Sokurov, en especial porque es alguien que también vive en San Petersburgo. Lo saludo entusiastamente, desde lo más profundo del corazón, porque sé que el resultado de su visión es extraordinario; un verdadero tributo a la conmemoración de los 300 años de la fundación de San Petersburgo. La existencia de la ciudad de San Petersburgo, y luego el nacimiento, allí mismo, del Teatro Mariinsky, es como el nacimiento de dos hermanos. Nosotros somos el hermano menor, y la ciudad el hermano mayor; estamos ligados por lazos muy profundos. La belleza del Hermitage y la belleza del Teatro Mariinsky no son sino la consecuencia del surgimiento de una ciudad tan singular e única como San Petersburgo, tan vitalmente artística.
EL ARCA RUSA Sergey Dreiden como El Extranjero Maria Kuznetsova Catalina La
Grande Yuliy Zhurin Nicolas I Alexander Malnykin Ordenanza
de Pedro el Grande EL ARCA RUSA Título original: Russkij Kovcheg Origen: Rusia-Alemania Año: 2002 Duración: 96 min. aprox. Director Alexander Sokurov Escrita por Alexander Sokurov y Anatoly Nikiforov Dialogos Boris Khaimsky - Alexander Sokurov - Svetlana Proskurina Director de Fotografía y operador de steadycam Tilman Buettner Operador Técnico de Alta Definición Stefan Ciupek Concepto visual y diseño de imagen Alexander Sokurov Supervisión Técnica Steffen Görner Asesor Creativo Sergey Ivanov Concepto de Iluminación Anatoly Rodionov Directores de Arte Yelena Zhukova - Natalia Kochergina Casting - Tatyana Komarova Diseño de Vestuario Lidiya Kriukova -Tamara Seferyan -Maria Grishanova Maquilladores Lyudmila Kozinets - Zhana Rodionova Sonido Vladimir Persov - Sergey Moshkov
Musica interpretada por la Mariinsky Theatre
Orchestra Compositor Sergey Yevtushenko Coreografía Galy Abaidulov Coordinadora del Proyecto Marina Koreneva Supervisor de Post-Producción Benny Dreschel Supervisor de Efectos Especiales Betina Kuntzsch Imagen Digital Sergei Ivanov Manager de Post-Producción Undine Simmang Gràfica Computarizada KOPPFILM GmbH studio Asistente de Producción Julia Ananieva – Christiane Thieme Managers de Producción Mikhail Vavilov – Victor Galiunas – Katrin Springer Productores Andrey Deryabin - Karsten Stoter - Jens Meuer
The Hermitage Bridge Studio
(St.Petersburg) - Egoli Tossell Film AG (Berlin) FORA FILM M, Moscú - FBB/Filmboard Berlin-Brandenburg GmbH
MDM/Mitteldeutsche
Medienfoerderung GmbH – Filmfoerderung Hamburg GmbH
Entidades Asociadas
Museo Estatal Hermitage Hermitage
Profesor Yulian Nida-Rumelin Ministro Canciller Federal
Gobierno de San Petersburgo |