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Información de la
producción
Hace 60 años atrás, el ejército norteamericano y el japonés se
enfrentaban en cruenta lucha en la batalla de Iwo Jima. Décadas más
tarde, cientos de cartas se encontraron bajo la tierra de la desolada
isla. Las misivas otorgaron caras y voces a los hombres que pelearon
allí, y también al hombre extraordinario que los lideró.
Los soldados japoneses habían sido enviados a Iwo Jima, sabiendo que era
muy probable que ya no volvieran. Entre ellos estaba Saigo (Kazunari
Ninomiya), un panadero que quería vivir lo suficiente como para poder
ver la cara de su hija recién nacida. También estaba el barón Nishi (Tsuyoshi
Ihara), un noble que era conocido en todo el mundo como campeón olímpico
ecuestre de gran habilidad y honor. También estaba allí Shimizu (Ryo
Kase), un joven ex – policía militar cuyo idealismo todavía no había
sido probado en la guerra, y el teniente Ito (Shidou Nakamura), un
militar estricto que prefería el suicidio a la rendición.
Al mando de la defensa japonesa estaba el Teniente General Tadamichi
Kuribayashi (Ken Watanabe), cuyos viajes por América le habían mostrado
la insensatez de la naturaleza de la guerra, y a la vez, le habían
otorgado la perspicacia estratégica para enfrentar a la enorme armada
norteamericana, que se aproximaba a través del océano Pacífico.
A pesar de que su mejor arma de defensa era la pura buena voluntad, y
las oscuras rocas volcánicas de la isla misma, las tácticas de guerra
sin precedentes del general Kuribayashi, hicieron posible que lo que se
esperaba que fuera una rápida y sangrienta derrota, se transformara en
40 días de inventivo y heroico combate.
Unos 7.000 soldados norteamericanos perdieron la vida en Iwo Jima; y más
de 20.000 soldados japoneses murieron allí también. Las arenas negras de
la isla Iwo Jima están manchadas con su sangre. Pero el sacrificio, la
lucha, el coraje y la compasión de esos hombres, viven en las cartas que
enviaron a sus casas.
Clint Eastwood, ganador del Premio de la Academia, (“Million Dollar Baby”,
“Unforgiven”) ofrece la película “Cartas desde Iwo Jima”, que muestra la
historia -nunca contada anteriormente- de los soldados japoneses y del
general a su mando, que defendieron la isla de Iwo Jima de las tropas
invasoras norteamericanas, hace 61 años atrás.
La Guerra en el Pacífico es un hecho que continúa teniendo eco en ambas
civilizaciones. Clint Eastwood tenía la obsesión de que si realizaba tan
solo una película -“Flags of Our Fathers” – estaría contando únicamente
la mitad de la realidad. Al presentar dos películas –hecho sin
precedentes- que fueron filmadas una después de la otra, y que se
estrenarán en secuencia, Eastwood intenta revelar la batalla de Iwo Jima
– y en consecuencia la Guerra en el Pacífico – como un choque no sólo de
armas, sino también de culturas.
Si bien las películas “Cartas desde Iwo Jima” y “Flags of Our Fathers”
cuentan historias separadas, desde diferentes puntos de vista y en
idiomas distintos, ambas son el tributo de Eastwood a aquellos que
perdieron su vida, en los dos lados del conflicto. Al contar la historia
desde la perspectiva de ambos frentes, el director intenta -con un poco
de suerte- revelar una manera distinta de mirar a este momento, que
afecta profundamente a la historia compartida.
Warner Bros. Pictures y DreamWorks Pictures presentan una producción
Malpaso/Amblin, “Cartas desde Iwo Jima”, protagonizada por el actor
nominado al premio de la Academia, Ken Watanabe (“The Last Samurai”,
“Memoirs of a Geisha”, “Batman Begins”) como el General Tadamichi
Kuribayashi, General del Imperio Japonés que lideró la resistencia.
El reparto de artistas está compuesto por talentosos intérpretes, e
incluye a Kazunari Ninomiya, Tsuyoshi Ihara, Ryo Kase, Shidou Nakamura y
Nae. Dirigidos por Eastwood, con guión de la escritora
japonesa-americana Iris Yamashita, historia de Yamashita y Paul Haggis,
ganador del Oscar (“Crash”). La película fue producida por Eastwood,
Steven Spielberg, ganador del Oscar (“Saving Private Ryan”, “Schindler’s
List”) y Robert Lorenz, nominado para el Oscar (“Mystic River”).
Los colaboradores de Eastwood, que trabajan con él desde hace ya mucho
tiempo, lideraron la creatividad tras las cámaras: el director de
fotografía Tom Stern; la diseñadora de vestuario Deborah Hopper; los
editores Joel Cox, A.C.E. y Gary D. Roach; el ahora fallecido diseñador
de producción Henry Bumstead, y el diseñador de producción James J.
Murakami. La difunta Phyllis Huffman fue directora de casting. Música de
Kyle Eastwood y Michael Stevens. “Flags of Our Fathers” y “Cartas desde
Iwo Jima” fueron las últimas películas tanto del Sr. Bumstead como de la
Sra. Huffman. La película está dedicada a su memoria.
“Cartas desde Iwo Jima” será distribuida mundialmente por Warner Bros.
Pictures.
www.cartasdesdeiwojima.com
DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA
-“Estos hombres dieron sus vidas para defender su país, peleando una
batalla que sus superiores pensaron demoraría una invasión a la isla
principal del Japón”- relata Eastwood, quien comenzó a rodar esta
película poco tiempo después de terminar la filmación principal de la
película contraparte, “Flags of Our Fathers” -“Creo que es importante
que el público, no solamente el japonés sino todos, sepan qué tipo de
personas eran estos hombres”.
La intención de Eastwood a través de las dos películas, fue crear un
cuadro completo de cada frente del conflicto, enfocándose en las
experiencias de unos cuantos individuos. -“En las películas que yo veía
cuando era niño, había tipos buenos y tipos malos”- comenta el director-
“Pero la vida no es así, y la guerra tampoco lo es. Estas películas no
se tratan de perder o de ganar. Se tratan del efecto que estas guerras
tuvieron sobre los seres humanos, y sobre aquellos que perdieron su vida
siendo demasiado jóvenes”.
Durante el desarrollo de “Flags of Our Fathers”, Eastwood comenzó a
investigar sobre el tiempo y el lugar en el Pacífico en que sucedieron
los eventos de la Segunda Guerra Mundial. -“Al hacerlo, comencé a
interesarme muchísimo sobre las tácticas de defensa originales que el
general Kuribayashi implementó en la isla” – cuenta el director- “Las
fuerzas armadas norteamericanas, no podían entender cómo hacían los
japoneses para resistir tan terrible bombardeo por parte de la Armada y
de la Fuerza Aérea de la Armada”.
La
desesperante misión de Kuribayashi era detener y demorar en todo lo
posible, a la vasta Armada norteamericana. El general creó una
estrategia defensiva única, ayudado por las negras arenas volcánicas de
la isla. Con una construcción en forma de panal de más de 18 millas de
largo, conectó con túneles más de 5.000 cuevas, y fortines, desde los
cuales las fuerzas japonesas, en desventaja numérica con respecto a los
norteamericanos, podían hacer blanco en la tropa enemiga. El líder,
ordenó a sus hombres que debían matar al menos 10 enemigos antes de
morir. Kuribayashi estaba en contra de la guerra contra Norteamérica –
un país con el cual él tenía mucha afinidad –sin embargo, peleó
apasionadamente y con convicción. -“Me pregunto qué tipo de persona
sería el general, para defender la isla no sólo ferozmente, sino con
inteligencia”- dice Eastwood -“El hizo algo completamente diferente de
lo que hacían las fuerzas de defensa japonesas de la época: ocultó todo
bajo la tierra. Mucho de ello eran posiciones de defensa costera para
que las tropas no avanzaran, y utilizaban mucha artillería desde el mar.
No se podía hacer eso con buenos resultados en esta batalla en especial.
Kuribayashi además tenía que lidiar contra mucha resistencia de parte de
sus propias tropas, con respecto a la defensa de la isla. Muchos de sus
colegas militares pensaban que Kuribayashi se había vuelto loco, con
todos esos túneles”.
Para
informarse más sobre el estratega, Eastwood hizo traducir del japonés al
inglés algunos libros japoneses. El había encontrado un libro con las
cartas del General Kuribayashi mismo – “Picture Letters From Commander
In Chief” de Tadamichi Kuribayashi, editado por Tsuyuko Yoshida,
publicado por Shogakukan-Bunko. -“Las cartas estaban dirigidas a su
esposa, a su hija y a su hijo”- explica Eastwood -“Muchas de ellas
habían sido enviadas desde los Estados Unidos, cuando él era un enviado
a fines de los años ’20, principios de los ’30. El era un hombre muy
sensible, a quien le gustaba la familia, a quienes extrañaba
terriblemente. En esas cartas uno puede sentir cómo él era”.
Al leer el libro más tarde, la guionista Iris Yamashita, segunda
generación japonesa-americana, quedó igualmente impresionada por la
naturaleza del general. -“Al leer las cartas, tuve la misma impresión
que Clint debió haber tenido cuando esas cartas lo inspiraron a hacer la
película” – cuenta la escritora- “Era difícil creer que este hombre, de
gran corazón y amante padre, había sido el Comandante General de las
fuerzas japonesas en Iwo Jima. Las cartas estaban llenas de arabescos,
caricaturas y anotaciones graciosas. Era evidente cómo extrañaba a su
hijo”.
-“El
general Kuribayashi era un hombre único”- continúa Eastwood -“Sin
ninguna duda era un hombre de gran imaginación, gran creatividad y con
muchos recursos”.
Al investigar a los jóvenes hombres que Kuribayashi lideró, sus caras y
voces cobraron vida: -“Los conscriptos que estaban en la isla, eran
muchachos jóvenes, igual que los norteamericanos” - dice Eastwood- “No
querían estar en la guerra necesariamente. Los enviaron allí y les
dijeron que no hicieran planes para volver. Eso es algo que no se le
puede decir a la cara a un soldado norteamericano. La mayoría de la
gente va a la guerra pensando que es peligrosa y que tal vez los maten,
pero también piensan en la posibilidad de salir vivos de ello, y volver
a la vida normal”.
Sin embargo, esa no fue la realidad de esos soldados japoneses. –“Había
muchas posibilidades de que murieran en la isla, y se quedaran allí para
siempre”- continúa detallando el director – “Para mí personalmente, es
muy difícil comprender una personalidad así. Traté de hacerlo y para
ello, leí todo cuanto pude sobre cómo fueron las cosas para esos
soldados”.
De igual manera, al estudiar a los defensores japoneses, la guionista
Yamashita tuvo una visión real de los individuos a los que el destino
había puesto en aquella isla, en 1945. -“La historia surgió
naturalmente, y cobró vida”- recuerda la escritora –“tal como si los
personajes me hubieran rogado que cuente su historia”.
Yamashita llegó a escribir la película de Eastwood, gracias al
colaborador del director, Paul Haggis, quien había escrito para él el
guión de la película “Million Dollar Baby”. Haggis co-escribió “Flags of
Our Fathers”, la película que es par de “Cartas desde Iwo Jima” (en esta
última ocasión, Haggis fue productor ejecutivo, además de co-escribir la
historia junto con Yamashita). Haggis recuerda la pasión de Eastwood por
el par de películas paralelas, y comenta: -“Cuando Clint hablaba de sus
planes, su cara se iluminaba. A él le encanta investigar, especialmente
la historia. Le encantan los detalles y descubrir cosas que antes no
sabía. En este caso, especialmente desde el punto de vista japonés:
algunas de las cosas que sucedieron en la isla antes de la batalla,
algunas idiosincrasias y momentos graciosos”.
-“Paul encontró a Iris Yamashita, para que escribiera el guión” –explica
Eastwood -“Ella escribió una historia que honra e ilumina a las almas de
esos hombres, cuyas vidas tratamos de relatar”.
Yamashita tuvo mucho cuidado para que el relato fuera preciso. –“Yo
estaba consciente de estaba caminando por el peligroso filo de los
hechos reales y la sensibilidad política del relato”.
Eastwood y el productor Robert Lorenz, llevaron el guión de Yamashita a
Tokio. -“Compartimos el guión de Iris, y el tema de Iwo Jima con varias
autoridades, para verificar la precisión del relato”- recuerda Lorenz
-“Con la ayuda William Ireton - presidente de Warner Entertainment y
Director representativo en Japón - Clint y yo nos sentamos con el nieto
del general Kuribayashi, el hijo del Barón Nishi, cabeza de la
Asociación de Veteranos de Iwo Jima. Todos celebraron el plan de la
película con mucho entusiasmo, y nos proveyeron comentarios y detalles
informativos que dieron al relato mayor autenticidad”.
La versión final del guión en inglés, luego fue enviada a varios
traductores japoneses, y de ello se extrajo la mejor línea en japonés
para el guión.
-“‘Letters’ es un trabajo innovativo”- halaga Yamashita- “es parte de un
concepto nunca antes realizado. Espero haber ayudado a crear un
recordatorio para los personajes de está historia, que de otro modo,
jamás hubiera sido contada”.
Durante su primer viaje a Japón, Eastwood pidió permiso para filmar en
la isla de Iwo Jima al gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara. El lugar,
a los largo de sus 700 millas, es considerado parte de la ciudad de
Tokio. El gobernador Ishihara, tiene amplia experiencia en arte,
actuación, dirección, y fue un novelista premiado antes fue de entrar en
el campo de la política. El dio a Eastwood mucho apoyo para ambas
películas, “Cartas desde Iwo Jima” y “Flags of Our Fathers”.
-“A él le gustaba la idea de filmar la película allí, siempre y cuando
no tocáramos lo que hoy son lugares sagrados”- comenta Eastwood -
“Pienso que no le hubiese gustado que hiciéramos la cantidad de
pirotecnia que fue necesaria para poder filmar, en la isla misma. Por
esa razón utilizamos las playas de Islandia para ello, durante la
filmación de ‘Flags’.”
Eastwood, el veterano cineasta, al visitar la isla se sintió
profundamente conmovido. –“Fue una gran experiencia”- recuerda él
–“caminar alrededor fue muy emotivo, ya que es el lugar en donde tantas
madres de ambos lados del frente perdieron a sus hijos”.
Meses después volvió a la isla, con el equipo de filmación y con el
actor Ken Watanabe, para filmar en las cuevas de la isla, en sus playas
y en otros lugares, entre ellos, el lugar cuyo perfil da el aspecto
característico de la isla, el prominente Monte Suribachi. Fue allí en
donde los soldados norteamericanos plantaron la bandera, y quedaron
retratados en la famosa fotografía que se muestra en “Flags of Our
Fathers”.
CHOQUE ENTRE LAS NACIONES
En junio de 1944, cuando el fragor de la guerra era más intenso cada
vez, un nuevo comandante fue enviado a Iwo Jima – el Teniente General de
la Armada Imperial Tadamichi Kuribayashi (Ken Watanabe). El es una
figura que aún inspira respeto en ambos lados del Pacífico, por haber
sido el comandante japonés que resultó ser el desafío más grande para
los Estados Unidos durante la guerra del Pacífico.
Kuribayashi había estudiado en Norteamérica, tenía buena información
sobre las fuerzas militares occidentales y conocía el poder tecnológico
de los Estados Unidos. Japón puso en sus manos el destino de Iwo Jima
(n. de t: en japonés Ijima: isla de azufre), un destacamento militar en
una isla, considerado clave para la defensa de la nación. A diferencia
de cualquier otro comandante que sus tropas y oficiales hubieran tenido
en el pasado, Kuribayashi inmediatamente modernizó las operaciones en
Iwo Jima. Reorganizó las tácticas de improvisación utilizadas por años
en los puestos de avanzada, y acortó los castigos físicos injustos de
sus subordinados.
Bajo un calor infernal y pese al aire sulfuroso de Iwo Jima, Kuribayashi
supervisó la construcción de una fortaleza subterránea, que consistía en
un laberinto de túneles que se extendían por debajo de las negras rocas
volcánicas de la isla. Aunque la construcción se llevó a cabo bajo
condiciones horrorosas, sin suficiente comida ni agua para los hombres,
esos túneles dieron a las tropas japonesas, la muy necesitada ventaja
estratégica contra las hordas norteamericanas, que se les venían encima.
El 19 de febrero de 1945, esas tropas comenzaron a desembarcar en la
isla.
Ante la aplastante fuerza invasora, se estimaba que la resistencia
japonesa no podía durar más de cinco días. Sin embargo, las
revolucionarias tácticas de Kuribayashi, transformaron la invasión en
una histórica batalla que duró más de un mes.
En medio de una guerra en la cual la muerte era considerada un honor, el
general Kuribayashi, ordenó a sus hombres a luchar por sus vidas y a
vivir hasta el final, para poder así proteger la isla y detener a los
norteamericanos todo lo posible. Todo fuera por el bien de su país y por
la gente que ellos amaban, y los esperaban en sus casas.
Para interpretar al brillante estratega de Iwo Jima, Eastwood eligió al
actor nominado para el Oscar, Ken Watanabe. El director, ya había
admirado anteriormente el trabajo del actor en las películas “Memoirs of
a Geisha” y “The Last Samurai”. –“Nos encontramos una vez hace ya muchos
años, en la presentación de los Premios de la Academia” - recuerda
Eastwood -“Yo estaba impresionado no sólo por la calidad de su
actuación, sino por su presencia misma. Ken tiene mucha presencia cuando
uno lo vé en persona, y eso era exactamente lo que yo necesitaba que
tuviera el general Kuribayashi”.
El reconocido actor de fama internacional, quedó impresionado al saber
que el general Kuribayashi, era uno de los pocos militares japoneses que
tenía gran conocimiento de los Estados Unidos. –“El había estudiado en
los Estados Unidos y Canadá, estaba a favor de los Estados Unidos, y
tenía amigos norteamericanos” –detalla Watanabe - “El luchó por su vida,
por su país y por su familia con toda sus fuerzas, pese al dilema que
fue para él tener que luchar contra un amigo: los Estados Unidos”.
Watanabe estaba fascinado por el hombre a quien le tocaba representar,
el gran general tras la histórica batalla. Comenzó a informarse
profundamente sobre él, al punto que hasta pudo proveer a la guionista
algunas sugerencias basadas en su investigación. -“Ken fue a la ciudad
natal del general Kuribayashi, conoció a su familia, y juntó agua para
llevar al monumento al General en la isla, la manera tradicional en que
los japoneses recuerdan a aquellos que murieron” –explica Lorenz.
Al estar filmando las escenas en la propia isla, Watanabe se sentía muy
conmovido. –“De hecho, hasta nos dijo que estaba muy contento de que la
mayoría de la filmación ya se había completado en Los Angeles” –
recuerda Lorenz - “Su emoción era muy fuerte, y temía no poder terminar
de filmar su personaje, tras la experiencia de estar en la isla de Iwo
Jima”.
Eastwood y la directora de casting Phyllis Huffman, que ya por muchos
años habían trabajado juntos, se unieron al director de casting japonés,
Yumi Takada, con base en los Estados Unidos, en colaboración con Warner
Entertainment del Japón, para que el reparto de la película estuviese
compuesto por talentosos intérpretes. -“Yo no estaba familiarizado con
muchos de los actores, así que tuve que mirar sus pruebas de actuación,
y las películas que habían realizado”- comenta Eastwood - “Actuación es
actuación, y cuando es buena, es buena, inclusive si uno no entiende el
idioma en el que hablan”.
Kazunari Ninomiya, es un artista que goza de gran popularidad como
miembro del popular grupo “Arashi”, y también es famoso como actor de
televisión y de teatro. El interpreta al soldado de primera clase Saigo,
un hombre de gran corazón que le promete volver vivo de la guerra a su
amada esposa Hanako (Nae) y a su hijita aún bebita. -“Hago el papel de
un panadero común, que se encuentra en una situación que lo fuerza a
perder su humanidad para poder sobrevivir”- dice Ninomiya.
Kuribayashi salva a Saigo de un castigo brutal. Esa piedad afecta
profundamente sus ganas de vivir. -“La guerra es tan cruel que lo deja a
uno vacío, y es posible que las cicatrices que deja en el alma, nunca se
borren”- dice Ninomiya.
La manera del general Kuribayashi de cambiar antiguas convenciones,
aliena a algunos oficiales veteranos, pero a la vez le da el apoyo
incondicional de muchos otros, como el del Teniente Coronel Takeichi
Nishi (Tsuyoshi Ihara) – un famoso noble con el título de Barón, y
jinete ganador de la Medalla de Oro 1932 de los Juegos Olímpicos de Los
Angeles. El actor Tsuyoshi Ihara, es conocido en su patria por su
actuación en las películas “Han-ochi” y “Minna no Ie”, y por su papel
como el Barón Nishi en la obra teatral “Rouningai”. El comenta sobre su
personaje y dice: -“Durante los Juegos Olímpicos en Los Angeles,
Takeichi Nishi se convirtió en ciudadano honorario de la ciudad”- dice
Ihara -“El era conocido y popular entre los norteamericanos. De ahí
había salido la idea en Japón, en ese tiempo, que si sólo el Barón Nishi
fuera enviado a los Estados Unidos, haría una mejor labor diplomática
que muchos de los diplomáticos oficiales”.
Al igual que el General Kuribayashi, el Barón Nishi consideraba amigos a
los norteamericanos. De hecho, al investigar sobre su vida, los
cineastas descubrieron una anécdota sobre el cineasta Sy Bartlett, quien
conocía al Barón Nishi desde los tiempos en que el barón había estado en
Los Angeles. -“Bartlett había aterrizado en Iwo Jima una vez que la isla
había sido tomada por los Estados Unidos, y se enteró que el Barón Nishi
estaba en la isla” – relata Lorenz -“Entonces, Bartlett hizo una
transmisión por el sistema público, pidiendo que el barón salga y se
rinda”.
-“Ojalá yo supiera cómo se sintió el barón al escuchar el anuncio de la
tropa norteamericana, el cual fue algo así como: ‘Barón Nishi, usted es
nuestro amigo, por favor salga’”- detalla Ihara - “Ojalá yo pudiera
decir a través de esta película por qué pelean los seres humanos”.
El soldado superior Shimizu, joven idealista, ex -miembro de la policía
militar de Tokio, aprende una dura lección en la guerra. El actor Ryo
Kase encarna a Shimizu en la película. Kase ya había mostrado admirable
arte para la actuación en las películas “Pacchigi!”, “Antenna” y “Scrap
Heaven”, con las cuales tuvo reconocimiento mundial. -“Shimizu descubre
que él puede elegir cambiar las cosas sin tener que cambiar o tener que
quedarse con los ideales en los que cree, inclusive en situaciones en
las que esos ideales comienzan a desmoronarse”- dice Kase -“Pienso que
él tuvo mucho coraje al elegir lo que era bueno para él en esa
situación”.
A lo largo de toda la filmación, Kase trató de ponerse en el lugar de su
personaje. -“Realmente yo sentía que no quería morir” –recuerda el actor
–“yo quería vivir más durante todo el período de filmación. Pienso que
yo debería conservar ese sentimiento durante toda mi vida”.
Shidou Nakamura, famoso intérprete de teatro Kabuki, ganó reconocimiento
por su actuación en la película “Yamato”, en la cual fue protagonista; y
también por sus papeles en “Ping-Pong” e “Ima Ai ni Yukimasu”. Nakamura
también fue muy aclamado por su trabajo en la película “Fearless”, en la
que actuó junto a Jet Li. En “Cartas desde Iwo Jima”, Nakamura hace las
veces del Teniente Ito, un líder tradicionalista que al principio
rechazaba las estrategias poco convencionales de Kuribayashi. -“El era
un guerrero estricto, que fue educado y entrenado como oficial militar”-
detalla Nakamura -“Su convicción era tal, inclusive en los momentos de
peor crisis, que él prefería matarse como un guerrero con honor, que
sobrevivir por haber retrocedido. Ito era muy duro como para tenerle
lástima, pero yo creo que él era muy humano”.
Cuando comenzó la filmación, la barrera del lenguaje casi no fue un
problema para el director norteamericano y sus actores japoneses. Su
comunicación parecía trascender el lenguaje hablado. -“Debo decir que
este grupo de actores es uno de los mejores con el que yo haya trabajado
jamás”- confiesa Eastwood -“Creo haber trabajado con grupos muy buenos
en el pasado, pero este grupo – su ética laboral – es el número uno. Fue
muy placentero trabajar con ellos, una experiencia fácil a realizar”- y
agrega bromeando –“aunque nunca pude entender lo que estaban diciendo”.
Para los actores, esta película representaba la oportunidad de trabajar
con un cineasta maestro, en una película que era muy significativa para
todos ellos.
-Para mí trabajar bajo la dirección de Clint Eastwood fue una
experiencia maravillosa y muy valiosa, como actor, pero mucho más como
ser humano”- dice Tsuyoshi Ihara -“Clint Eastwood y todo su equipo
realmente querían hacer una película maravillosa, y esa era la constante
atmósfera en el set. Todos eran muy amables y nos recibían bien. Aunque
existían diferencias entre las culturas y los idiomas, no se notaron
diferencias en la actuación de las actrices y actores. Yo me atreví a
sugerir varias cosas, y ellos las aceptaron todas. Esta experiencia es
algo voy a atesorar toda mi vida”.
Shidou Nakamura está de acuerdo. -“La producción fue algo así como una
larga charla”- dice él –“podíamos poner nuestras emociones naturales en
la actuación”.
Nae, la actriz que interpreta a la esposa de Saigo, agrega: -“Cuando yo
ví ‘Million Dollar Baby’, fue mi sueño poder tener un papel en una de
sus películas. Es maravilloso trabajar bajo su dirección. Clint es un
director amable y espléndido”.
El productor ejecutivo Paul Haggis, dice que la tendencia de Eastwood a
dar libertad a sus actores para explorar sus personajes, es una virtud.
“A él le encanta el Haiku (n.de t: forma de poesía tradicional
japonesa). Encuentra emoción en cada escena, pero deja que los actores
creen su propio mundo, lo que quiere decir, que la película es un
trabajo en colaboración entre artistas. Pienso que es por eso que los
actores en general lo aman y los escritores también. El exige que uno dé
lo mejor de sí mismo. Lo exige, pero también lo acepta, y luego
continúa. Esa es una forma excelente de hacer películas”.
Si bien los actores tuvieron que interpretar escenas de las indecibles
brutalidades de la guerra, Eastwood les permitió tener el tiempo para
encontrar su calma. –El escuchó mis opiniones y adoptó muchas de ellas”
– recuerda Ken Watanabe –“En ese sentido, Clint era como si fuera mi
padre. La atmósfera en el set era siempre agradable, cálida, fuerte,
inteligente, y cómoda en cada etapa”.
Al igual que en la película que es su par - “Flags of Our Fathers” – en
“Cartas desde Iwo Jima” se utilizó material filmado en las arenas negras
de Islandia, al igual que partes filmadas en la isla de Iwo Jima misma.
Otras partes de la película se filmaron en los galpones de filmación de
los estudios Warner Bros. y en algunos lugares de la ciudad de Los
Angeles.
ECOS DEL PASADO
Eastwood, nunca había filmado una película de guerra en tan gran escala,
y mucho menos dos. Filmar “Cartas desde Iwo Jima” le ofreció la
oportunidad de rendir tributo a los hombres caídos en la guerra, de una
manera muy personal, sin tener que entrar en la política de la guerra
misma.
-“Aún existen 12.000 soldados japoneses desaparecidos en Iwo Jima, de
los que nunca se supo su destino” – detalla Eastwood -“Creo que esas
vidas merecen cierto respeto, al igual que tropas norteamericanas lo
merecen. Yo me siento mal por ambos frentes de la guerra, en cualquier
guerra. Una increíble cantidad de gente inocente es sacrificada en esas
situaciones. Si ahora podemos mostrar algo de la vida de esos jóvenes,
será un tributo a la gente que dio su vida por su país”.
-En algún lugar de nuestra mente sabemos que la guerra no es buena”-
agrega Ken Watanabe -“pero son pocas las veces que odiamos a la guerra
con fervor en nuestro corazón, en nuestra vida diaria. Al ver lo que
pasó allí, la realidad de los hechos, uno nunca va a querer enviar a sus
hijos y a sus seres queridos a la guerra”.
Cuando sucedía la Segunda Guerra Mundial, Eastwood era un adolescente,
-“pero recuerdo que me gustó que hubiera terminado” – recuerda- “Toda la
gente del mundo quería la paz. Yo espero que tengamos muchos estados de
paz en nuestras vida, todos nosotros”.
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