Las vidas de cinco libanesas se entrecruzan en un salón de belleza de Beirut, que así se convierte en un colorido y sensual microcosmos urbano, y en espejo de los conflictos, ilusiones y confidencias de varias generaciones de mujeres, enfrentadas a la hipocresía de un sistema social represivo. Layale (NADINE LABAKI) ama a Rabith, pero reconoce con angustia que su romance languidece, porque Rabith es un hombre casado. Nisrine (YASMINE AL MASRI) y Rima (JOANNA MOUKARZEL), sus socias en el salón, la consuelan, aunque ellas también enfrentan sus propios dilemas: Nisrine tendrá muy pronto una ceremonia de bodas típicamente musulmana, pero su problema, muy grave para una musulmana, es que ya no es virgen, ante lo cual ha decidido practicarse una pequeña y muy útil cirugía, para “volver a serlo”. Y Rima vive atribulada por la atracción que siente por las mujeres, especialmente por esa clienta tan encantadora, de larga cabellera. Jamale, (GISELE AOUAD), clienta habitual, no quiere envejecer; sus obsesiones son su aspecto y la edad; y Rose, (SIHAME HADAD) ,otra habituée, se siente plenamente dispuesta al amor, pero vive abrumada por la permanente atención que le demanda el cuidado de su desquiciada hermana mayor, Lili (AZIZA SEMAAN.

En al ámbito del salón, y entre cortes de pelo y depilaciones al caramelo, ellas se preparan para enfrentar las dichas y pesares de sus vidas mientras desgranan íntimas conversaciones sobre los hombres, el sexo y la maternidad.
NADINE LABAKI, quien dirige CARAMEL y es co-autora del guión original junto a JIHAD HOJEILY y RODNEY AL HADAD, nació en el Líbano en 1974 y cursó la carrera de Medios en la Universidad de Saint-Joseph en Beirut graduándose en 1997. 11 RUE PASTEUR, su film de graduación, obtuvo el Primer Premio al Cortometraje en la Bienal IMA de Cine Árabe de París, en 1998. La directora siguió su carrera realizando numerosos comerciales y clips musicales entre 2002 y 2003, y en el 2004 participó en la Residencia del Festival de Cannes donde escribió CARAMEL, su primer largometraje, donde también asume uno de los papeles principales, el de Layale.
‘ Con CARAMEL, NADINE LABAKI logró por primera vez en la historia del Festival de San Sebastián alzarse al mismo tiempo con el Premio del Público y con el de La Juventud, y convertir su película en "la más taquillera" de El Líbano. El éxito conseguido en el Festival de Cannes y en el certamen donostiarra han hecho de CARAMEL una de esas sorpresas que de vez en cuando saltan del anonimato al que suelen estar destinadas las "cuatro o cinco" producciones que se hacen anualmente en el Líbano. Cansada de la temática bélica a la que se ciñen la mayoría de estas películas, LABAKI asume en CARAMEL una mirada hacia las contradicciones y el día a día de la sociedad libanesa desde el punto de vista femenino. Durante la presentación del filme en Madrid, la realizadora reveló la “receta” de este éxito la cual, según ella, reside en "reflejar toda la belleza que hay en lo cotidiano, en la gente más normal". Y ése es el hilo conductor de CARAMEL, la historia de cinco mujeres que, por distintas circunstancias, coinciden, viven y comparten experiencias en un salón de belleza de Beirut.
Esa cotidianeidad que LABAKI ha envuelto en "un aire de libertad y sensualidad", esconde en el fondo "enormes contradicciones" a causa de "la autocensura a la que las mujeres están sometidas por el peso de la tradición, la religión u otros factores, pero precisamente en esas contradicciones reside el encanto del país", comenta la directora. "Yo misma soy un ejemplo de esa contradicción. Visto al modo occidental, y en el trabajo o el modo de vida puedo parecer mucho más libre, pero aún estoy lejos de vivir como me gustaría", confiesa.
La cineasta hace crecer la historia a partir de los tópicos más femeninos, situando la acción en una peluquería y bautizando el relato como "Caramelo", en referencia al producto que las mujeres de Medio Oriente utilizan para su depilación y que es una mezcla de azúcar, limón y agua: dulce y amargo como su vida. El salón de belleza sirve para destapar esas apariencias y, "con sutileza", se descubren las inquietudes de Layal, enamorada de un hombre casado; de Nisrim, preocupada por su próxima boda, a la que no acude virgen; o de Rima, quien muestra entre jabones su atracción por una de sus clientas. Para todas las actrices a cargo de esos personajes también es su primera experiencia frente a las cámaras, ya que LABAKI seleccionó el reparto entre actores no profesionales, que aportaran credibilidad y humanizaran los personajes. Una amiga de LABAKI, un ama de casa, una directiva de suministros eléctricos o una secretaria ejecutiva muestran con "su espontaneidad" esa "otra visión del Líbano" que la realizadora quería transmitir: "tenemos unas ganas enormes de vivir", sentencia. LABAKI - de 33 años- se confiesa como una auténtica apasionada del cine. "Por culpa de la guerra crecí viendo infinidad de películas. Había un sitio de alquiler de vídeos cerca de casa y, como no podíamos salir, vi películas de todo tipo, de ahí la mezcla de influencias y culturas en mis trabajos".’

Hoy Cinema - España
 

ANNE-DOMINIQUE TOUSSAINT, PRODUCTORA, HABLA DE CARAMEL

En Octubre 2003 estuve en el Festival de Beirut presentando RESPIRO, de EMANUELE CRIALESE, film que había co-producido. Después de la proyección del film, me presentaron a NADINE LABAKI, muy conocida en El Líbano por sus comerciales y videos musicales para populares cantantes árabes. Hablamos no más de diez minutos y, sin embargo, en ese corto tiempo NADINE fue capaz de expresar con apabullante sinceridad lo que el cine significa para ella. Le sugerí que nos mantuviéramos en contacto y que, si le interesaba, yo podía convertirme en una suerte de ‘coach’ para sus posibles futuros proyectos. Un mes más tarde le escribí para preguntarle en qué andaba, y ella me contestó que estaba trabajando en una idea. Pocos días más atrde, me llegaban las primeras páginas de CARAMEL. Entonces, le sugerí que se postulara a la Residencia del Festival de Cannes, un proyecto que cobija a jóvenes directores para que desarrollen la escritura de sus guiones en París, en las mejores condiciones posibles. Y NADINE fue elegida entre más de cien postulantes. En Octubre de 2004 ingresó a la Residencia, y seis meses más tarde me entregaba el guión. Tocada por la gracia de esa historia, sentí que mi decisión de producir la película había sido completamente acertada.
Con la idea de encontrar socios libaneses, partí en agosto a Beirut donde, después de la primavera de 2005 y de la partida de los sirios, reinaba una inesperada efervescencia artística y un notorio viento de cambios. No conseguí ningún co-productor pero sí un distribuidor muy entusiasta, SADEK SABBAH, y promesas de financiación local. Inmediatamente decidí abrir mi propia productora , Les films de Beyrouth, y a partir de ese momento comencé a viajar al Líbano todos los meses. Con un primer asistente y un manager de producción, franceses ambos, pusimos en marcha la estructura de producción del film. Era importante que todo el costado artístico del mismo ( fotografía, escenografía, vestuario, música) estuviera integrado por libaneses. Apenas tuvimos completo el presupuesto de rodaje, sentí que teníamos que ponernos a trabajar sin demoras. La fotografía principal se inició el 20 de mayo de 2006 y concluyó el 2 de julio. Celebramos el final del rodaje con una fiesta inolvidable, desbordante de alegría y de amigos, la misma noche del match por la Copa del Mundo entre Francia y Brasil. Una semana más tarde, Beirut era bombardeada. Dado que la post-producción iba a tener lugar en París, teníamos que sacar a tiempo de Beirut a NADINE y las latas de la película, lo cual distaba de ser un asunto sencillo. Pero lo hicimos, y el film fue seleccionado para la Quincena de Realizadores de Cannes, donde se proyectó el 20 de mayo de 2007, exactamente a un año del día de comienzo de rodaje. Y la primera exhibición del film en Beirut fue en presencia de todo el elenco y el equipo técnico. Para todos quienes estuvimos involucrados en ella, CARAMEL ha sido una aventura increíble, del principio al fin. El vínculo que contribuyó a forjar entre todos nosotros va mucho más allá de la habitual camaradería que surge en los rodajes, dado que la historia y la política se ha entrecruzado con nuestras historias personales y con la historia que narra la película. Personalmente, me siento muy orgullosa de CARAMEL; orgullosa de haber contribuido a que, por una vez, la imagen de Beirut quede asociada con la luz y la vida.

“ Como su título lo indica, CARAMEL es una película decididamente dulce, que disimula toda tonalidad sombría bajo un ropaje luminoso y chispeante. La debutante en el largometraje –aunque experta en videos musicales y publicitarios – y estrella del film, NADINE LABAKI, sabe como aprovechar sus cinco personajes femeninos para examinar un amplio rango de cuestiones serias, desde affaires extramatrimoniales hasta dictámenes religiosos, y con un tono ligero pero eficaz alude a la hipocresía enquistada en las costumbres de las comunidades cristiana y musulmana.. Saludablemente baja en calorías y siempre divertida, CARAMEL se beneficia además de las actuaciones sorprendentemente exactas y sensibles que LABAKI sabe extraer de un elenco de actrices no profesionales, casi continuamente sumergidas en una colorida tonalidad dorada, a tono con el título y con el espíritu del film.” JAY WEISSBERG, Variety