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Un
viaje hacia las capacidades creativas y científicas con que cuenta la
Argentina para su reconstrucción. Emotivos testimonios de trabajadores,
ingenieros y técnicos quienes, a pesar de los obstáculos, realizaron
grandes obras y demuestran que se puede.
En Argentina Latente la cámara de Solanas recorre el país y encuentra
algunos grupos de trabajadores, científicos y educadores que dan cuenta
de lo que se puede hacer, de las potencialidades y recursos –naturales,
económicos, culturales y humanos– que subyacen al saqueo que denunció en
anteriores películas.
Solanas viaja a los astilleros Río Santiago, en Ensenada, sobrevuela
Córdoba tras los restos de la industria aeronáutica y metalmecánica,
indaga acerca de los desarrollos en ingeniería aeroespacial y cohetería
en el país, se pregunta sobre las transformaciones en la industria
automotriz y la intervención de los capitales transnacionales en este
sector. Se detiene, entusiasta, a reflexionar con educadores de
distintos niveles del sistema sobre la “ingeniería social” y el papel de
la educación en el campo de la formación de los recursos humanos. Se
interesa por el trabajo y la organización de los trabajadores de las
fábricas recuperadas. Le preocupan y se ocupa de la investigación
científica y el desarrollo nuclear, visitando a profesionales que se
desempeñan en instituciones como el instituto Malbrán, el Balseiro, el
Centro Atómico Constituyentes y el Instituto Nacional de Tecnología
Industrial, entre otros.
Argentina Latente pone en pantalla una potencia velada, la contra cara
del “no se puede”.
Una tetralogía sobre la Argentina
Este
nuevo film integra una tetralogía sobre la Argentina, que abarca desde
la última crisis hasta la reconstrucción. La integran “Memoria del
Saqueo” (2004), sobre las causas del desastre; “La Dignidad de los
Nadies” (2005), que expresa la resistencia y solidaridad social de las
víctimas y “Argentina Latente” (2007). Solanas trabaja hoy en el film
que completa la tetralogía: “Los Hombres que están solos y esperan”
(2007), en edición, que analiza la fracasada privatización del tren y la
gestión de los servicios públicos.
Funciones para estudiantes y grupos de afinidad:
La película realizará funciones especiales a precio reducido para grupos
de afinidad y para estudiantes secundarios, terciarios y universitarios
de todo el país.
Se ha elaborado una Cartilla Educativa con propuestas para los docentes
que está disponible en la web de CINE Y EDUCACIÓN.
Informes e inscripciones:
www.cineyeducacion.com.ar;
docentes@cineyeducacion.com.ar;
www.pinosolanas.com
ARGENTINA LATENTE
FICHA TÉCNICA
Guión, textos y relato Fernando E. Solanas
Dirección Fernando E. Solanas
Producción CINESUR s.a. ( Buenos Aires)
Coproductor Wanda Films y José María Morales (Madrid)
Les Films du Sud (Paris)
Con la participación del Instituto Nacional de Cine y Artes
Audiovisuales (INCAA. Argentina), Televisión Española (RTE) y el
auspicio del “Fonds Sud” (Francia).
Productor delegado Fernando E. Solanas
Diseño de producción Pablo Rovito
Dirección de producción Carlos Atkins (Buenos Aires)
Coordinación producción Francia Alexandra Bailleul (Paris)
Duración 120
Paso Video digital y terminado en 35 mm color
Imagen y cámara R. Pravatto; A. F. Mouján y F. E. Solanas
Sonido Marcos Dickinson, Abelardo Kuschnir
Asistentes (dirección, producción) Iván Gotthold
Secretaria producción Elida Romero y Mariela Torres
Sonorización y mezcla José Luís Díaz
Laboratorio imagen Paris
Mezcla de sonido Buenos Aires
Rodaje 10 semanas entre mayo y agosto de 2006
(Patagonia, centro y norte del país)
Montaje Buenos Aires: Agosto/noviembre 2006
Edición Paris: febrero 2007
ARGENTINA LATENTE
CONCEPCIÓN CINEMATOGRÁFICA : CINE DE FUSIÓN
La forma de “ARGENTINA LATENTE“ es el de un road-movie a través del
país, sus regiones y sus gentes, revelando la dimensión de sus
potencialidades y riquezas. A baja altura, desde el helicóptero, la
cámara descubre llanuras y mesetas, lagos, bosques, cordilleras y
yacimientos mineros, costas oceánicas, canales australes, quebradas y
selvas tropicales. En helicóptero o continuo movimiento de travelling,
se desplaza por ciudades, pueblos y suburbios; penetra en centros
industriales y de investigación, universidades, fabricas, empresas,
usinas y astilleros, recogiendo el permanente testimonio de técnicos,
trabajadores, especialistas, funcionarios y simples ciudadanos.
Un ensayo de investigación histórica y antropológica, expresado por
imágenes de fuerte carga emotiva y un lenguaje cinematográfico moderno.
Hoy la noción de los géneros resulta anacrónica y los límites entre la
ficción y el cine documental se borran. Partiendo del testimonio se
utilizan formas de otros géneros y la estructura narrativa es como la de
un libro de ensayo compuesto por crónicas e historias, buscando que lo
real se fusione con lo poético, el ensayo con las historias y los
personajes con la vida.
Es un cine de montaje y de fuertes contrastes, de contrapuntos de
imágenes e ideas que se escriben en pantalla. Un cine con emoción que
descubre y provoca la reflexión.
Un cine de fusión que incluye procedimientos del documental directo,
recreaciones, metáforas poéticas, animación, imágenes de archivo,
canciones. Un cine de creación libre ayudado por las nuevas tecnologías
de las pequeñas cámaras digitales que permiten mayor libertad y búsqueda
formal frente a la uniformización de los lenguajes.
La música tiene una función estructural y será compuesta por Gerardo
Gandini: se conjuga la música contemporánea con bandas sonoras
compuestas y temas populares argentinos que son los leit-motifs
recurrentes del film.
ESTRUCTURA DE CAPÍTULOS
El relato está estructurado en grandes bloques o capítulos temáticos,
unidos entre si por las imágenes de un continuo viaje que por el país.
1) LOS RECURSOS DE ARGENTINA: Sobre imágenes aéreas se da la dimensión
de los recursos naturales del país: sus reservas de aguas, las tierras
fiscales, 4500 km de cordilleras con todo tipo de minerales, lagos y
bosques y una plataforma marítima continental de 900.000 km2. y un
importante desarrollo industrial y científico. Una riqueza que es
desconocida por la inmensa mayoría de los ciudadanos que ignora hasta
que punto ese patrimonio le pertenece. Una sucesión de pequeños
reportajes da cuenta de la desinformación. “¿Con qué recursos materiales
y humanos cuenta el país para reconstruirse?” –se pregunta el relator
para dar comienzo al film- “¿Qué puede aportarle Argentina a sus
hermanos del continente para la construcción del viejo sueño de la
unidad latinoamericana?”
2) ASTILLEROS: UNA FABRICA DE FABRICAS: Los Astilleros Río Santiago, con
más de 10.000 operarios, era uno de los mayores del continente. Allí se
construían no sólo barcos de 60.000 toneladas, sino grandes motores y
turbinas, como las que se hicieron para las grandes represas
hidroeléctricas. El ingeniero Ángel Cadelli y su ayudante , el operario
“el Ruso”, cuentan la historia de resistencias que impidió su
privatización durante el gobierno de Carlos Menem. Las luchas de los
trabajadores se remontan a los tiempos de la dictadura: 70 compañeros
desaparecieron y su dirigente descuartizado. Después de la caída del
gobierno De la Rúa –diciembre 2001- la movilización de los trabajadores
consiguió ponerlo en funcionamiento. Desde entonces, han construido 5
cargueros de 25.000 toneladas para Alemania, empiezan a fabricar
petroleros para Venezuela y diseñan la reconstrucción de la flota
mercante nacional.
3) LAS GRANDES INDUSTRIAS Y LA AERONAUTICA : Entre las industrias más
avanzadas que la ola privatista transfirió, está la Fábrica Nacional de
Aviones, en Córdoba. Pionera del desarrollo aeronáutico, desde 1930
diseñó y fabricó 31 prototipos siendo la primera del hemisferio sur en
construir y hacer volar un avión jet -el “Pulqui I”- en 1947. El
proyecto aeronáutico fue el motor de la industria automovilística, hasta
que el gobierno Menem entregó el complejo aeronáutico a la americana
Lockeed-Martin y se a un taller de mantenimiento. Ex-técnicos y el
comodoro Aguirre, relatan las consecuencias que tuvo la privatización:
5000 familias quedaron en la calle y a cambio de la concesión de la
fábrica, el país no recibió nada. La fábrica de Córdoba puede
recuperarse y construir junto al Brasil, una gran industria aeronáutica
latinoamericana.
4) LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ se desarrolló en Córdoba a partir del polo
metalúrgico y aeronáutico del Estado, generando fábricas y talleres de
repuestos y atrayendo a las grandes constructoras privadas. La pasión
por el automovilismo y las competencias de turismo de carreteras en los
años 40 y 50, estimularon innovaciones tecnológicas e hicieron surgir
grandes volantes como Fangio y los hermanos Gálvez; técnicos e
ingenieros como Orestes Berta, que idearon y construyeron piezas y
motores. El Ing. López Orozco, expone dos de sus motores concebidos para
las necesidades y exigencias de nuestra América morena. La fábrica de
máquinas agrícolas Zanello, que había quebrado en el 2001, fue
recuperada por sus trabajadores con tal suceso que hoy es líder del
mercado nacional. Gracias a sus innovaciones tecnológicas y su alta
calidad exporta a varios países del continente. Un gerente de “Ford
Argentina” analiza las crecientes perspectivas exportadoras a partir de
la robotización de la fábrica, aunque el costo social que produjo el
recambio tecnológico fue la reducción del personal a la mitad.
5) FABRICAS RECUPERADAS Y MODELOS TECNOLÓGICOS: INGENIERÍA SOCIAL VS.
ROBOTS: Frente a la robotización de las multinacionales y los despidos
masivos, los trabajadores de una fábrica de aluminio quebrada –IMPA-
optaron por la ingeniería social. Uno de sus organizadores –Guillermo
Robledo- nos relata la epopeya que significó conseguir materia prima y
corriente eléctrica sin dinero: fue la solidaridad social y el aporte de
su trabajo lo que hizo funcionar la fábrica. En cooperativa, con
autogestión y decisiones por asamblea, las innovaciones tecnológicas de
los operarios y la inversión del capital de su trabajo, les ha permitido
competir en el mercado. La adaptación de las viejas máquinas les exige
creatividad y desarrollar un pensamiento técnico colectivo. A la
estructura de gerentes y capataces, le oponen la cooperación entre los
trabajadores: en lugar de reducir el costo laboral eliminan el costo
empresario. Frente al modelo de la robotización, priorizan la
estabilidad de los trabajadores.
6) LAS UNIVERSIDADES Y LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA: Varios profesores y
especialistas sostienen que a pesar de la fuga de cerebros, el mayor
capital para reconstruir el país y aportar a la integración continental,
es la inteligencia de los técnicos y científicos. En el pasado,
numerosos investigadores nacionales, como los premios Nobel Houssay,
Leloir y Milstein, con escasos recursos hicieron aportes a la ciencia y
tecnologías de avanzada en medicina, biogenética, informática, energía,
matemáticas, aleaciones y combustibles. Pero la inversión en ciencia es
cada año menor y urge revertir la tendencia para volcar el potencial de
las universidades y del CONICET (Comisión Nacional de Investigaciones
Científicas) al servicio de las necesidades del país. Los centros de
investigación siguen los modelos científicos que plantean los EE.UU.. El
país continúa sin un proyecto nacional estratégico que fije las
prioridades de su desarrollo científico-técnico en la perspectiva
integradora de América Latina.
7) EL CAMPO Y LA BIOTECNOLOGÍA: País agrícola por excelencia y uno de
los cinco grandes exportadores de granos, Argentina es el único de ellos
que no goza de ninguna protección o estímulo y ha dejado que alas reglas
las fije el mercado. El comercio está en manos de las grandes
multinacionales del cereal que han impulsado el empleo de las semillas
trangénicas. Hoy se vive el boom de la soja en desmedro de los cultivos
tradicionales del país. Los institutos de investigación del Estado no
tienen políticas activas de patentamiento y sus descubrimientos terminan
sirviendo a las corporaciones y no a los productores locales. El negocio
sojero ha impulsado el desmonte de millones de hectáreas y la venta
indiscriminada de grandes extensiones de tierra a sociedades anónimas
extranjeras, sin que haya legislación alguna que la proteja o
reglamente.
8)LA CENTRALES DE INVESTIGACIONES TECNOLÓGICAS: Nacidas en los años 50,
las industrias de punta permitieron un gran avance tecnológico que
benefició al conjunto de la producción. Desde la década del 20 se había
desarrollado un polo de investigaciones físicas en la Universidad de La
Plata, que contó con el aporte de A. Einstein y del que surgió una
importante escuela físico-matemática. En 1955 se creó el Instituto de
Física Balseiro y la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) que
impulsó más de cien proyectos de investigaciones y concentra la mayor
masa crítica de científicos. Se construyeron dos centrales nucleares, se
abordó con éxito el ciclo completo de la energía nuclear, desde la
extracción de uranio a su enriquecimiento. A través de la empresa INVAP,
se desarrollaron reactores para investigación científica con tecnología
propia ganando licitaciones internacionales y se instalaron reactores en
Egipto, Argelia, Perú y Australia. A pesar del suceso, el éxodo de los
investigadores es permanente y sus salarios son muy bajos.
9) LA COMISIÓN NACIONAL DE INVESTIGACIONES AEROESPACIALES (CONAE)
Argentina hizo un fuerte desarrollo en cohetería, combustibles y
satélites desde los años 70, consiguiendo en los 80 poner en órbita una
nave con un pequeño mono y traerlo de regreso vivo. Al comienzo de los
años 90 se crea la CONAE, se establece una política de Estado con el
objetivo de desarrollar satélites para la observación de la tierra.
Actualmente dos de ellos giran alrededor de la tierra cada 90 minutos
enviando fotografías para diversos programas de investigación. Desde la
estación principal de la CONAE, en Sierra del Carmen –Córdoba- el Dr
Conrado Varotto, padre del plan nuclear argentino, explica los proyectos
en curso: construcción de un satélite para la NASA para medir la
salinidad de los océanos y seis satétiles para otro proyecto conjunto
con Italia.
10) LA INTEGRACIÓN CONTINENTAL Y LA UNIÓN SUDAMERICANA: A pesar de la
crisis, hay una Argentina profunda que mantiene la esperanza de
reconstruir una patria justa y democrática y en pleno desarrollo. En la
encrucijada del siglo XXI y frente a las desigualdades de la
globalización, por primera vez en décadas coinciden en América Latina un
conjunto de gobiernos que dan pasos concretos hacia la construcción del
viejo anhelo de la Patria Grande: una comunidad económica, política y
cultural, que integre los países del Caribe con los del sur. Sus
recursos materiales y humanos permiten concebir la creación de grandes
empresas públicas latinoamericanas en áreas como energía, ferrocarriles,
aviación, sistemas satelitales, telecomunicaciones, nuevos materiales,
biotecnología, y desarrollo científico técnico. Asimismo, la promoción
de áreas de empresas sociales de calidad, (cooperativas de autogestión y
otras) que recuperen la rica experiencia realizada en estas décadas por
los sectores populares. Pero la utopía histórica de la Unión
Sudamericana ¿podrá resistir las presiones imperiales ? ¿primará la
madurez política, la solidaridad y el desprendimiento para enfrentar la
desigualdad y buscar formas de complementación y mutuo beneficio ? La
historia trágica de la desunión nos señala como imperativo la
integración continental.
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